Partida Rol por web

—No veo a nadie. ¿Dónde se han metido? Ni idea de dónde está el speeder.

Andur comenzó a caminar nervioso hacia el lugar donde habían aparcado. Debían estar cerca. Habían salido ilesos del encuentro con la mafiosa del local e incluso habían salido con ella a la calle. ¿Cómo era posible entoces que hubiera regresado al interior del garito con los suyos y que sus dos compañeros se hubieran esfumado?

—Insiste con el comunicador. Tienen que estar cerca.

Zak y Jade entraron en la zona privada de aquel club. Cargo estaba esta vez solo, sin el compañero de antes. Cuando os vio entrar sonrió e hizo un gesto con la mano para que pasarais primero y que tomarais asiento después.

— Veo que eres tan efectivo como siempre amigo mío — Sonreía y se frotaba las manos.

— Dime, ¿Te han puesto muchos problemas? — Se frotaba las manos, esperando que le dieras sus créditos. — Veo que te has buscado una socia para el trabajito... dime, ¿Os escapáis del planeta juntitos? —

— Al garito de Cargo, parece — dijo.

Zak se encogió de hombros al escuchar el elogio de Cargo. Era cierto, así que no era necesario decir nada al respecto.

-Un caballero nunca habla de esas cosas.-

Sonrió ante el comentario de la escapada.

-No ha sido fácil. Que lo sepas. Vanila no quería pagar. De hecho se quiere proclamar la nueva reina de la ciudad y ha amenazado con guerra. Si no llega a ser por mí...amiga aquí presente es posible que no hubisemos salido de allí con vida. Y mucho menos con el dinero. Yo de tí tendría cuidado.-

No le costaba nada informar al aqualish. Y si se enfrascaba en pelear con Vanila le prestaría menos atención al hecho de por qué se marchaban de allí.

-Bueno. El trabajo está hecho. ¿Donde está esa nave para salir?-

Cargo revisaba que no faltara ninguno de los créditos que habían pedido. Cuando terminó los guardó y cruzó sus manos de tres dedos sobre la mesa, inclinándose hacia los tres. Dejó una llave de seguridad.

— Muelle doce del hangar. Es un carguero liguero VCX-100, trátalo con cariño y devuélvemelo. —

La sonrisa de su rostro se tornó en seriedad

— Lo quiero devuelta en cuatro semanas. Me da igual si lo traes tu o alguien enviado por ti. Si no lo haces... te encontraré, te mataré y me quedaré con tu amiguita para entretenimiento personal. —

Sonrió de nuevo y se levantó con brusquedad. Dio una sonora carcajada sabedor del posible susto y te tendió la mano.

— Y dime, ¿A donde iréis? —

Tardaron algo más tiempo de lo normal en encontrar un vehículo de transporte que les llevara donde querían. Cuando preguntasteis os contó que había bastante revuelo ya que se había cerrado el tráfico entre los círculos de la ciudad... los rumores apuntaban hacia una posible invasión del Imperio... aquel hombre se veía escéptico ante aquella posibilidad; decía que era imposible que atacaran directamente Alderaan.

Por lo demás el viaje fue tranquilo, no había demasiado tráfico de vehículos y en poco menos de media hora estabais en la cantina. Una vez dentro... ni rastro de Jade ni Zak; aunque en el exterior pudisteis ver el deslizador. No deberían andar muy lejos...

Zak cogió la llave de seguridad que le dio Cargo y asintió.

-Es tiempo más que suficiente, muchas gracias. Tranquilo, lo trataré muy bien. No le verás ni una rascada, te doy mi palabra.-

Aunque el soldado tenía como último recurso para poder marcharse lo que iba a pasar con Alderaan, ya no hacia falta. Así que prefirió guardarse la información por si en realidad se la estaba jugando. Aunque no lo creía, había trabajado bien para el aqualish y este siempre había cumplido. Claro que había una primera vez para todo.

-Todavía no lo hemos decidido. A Bandomer seguramente. La Vía Hydian es rápida y segura. Podremos llegar rápido y aprovechar el tiempo antes de volver. -

Se levantó y le aceptó la mano que le tendía.

-Ten cuidado con esa Vanila. No te tomes a broma lo que he dicho, creo que sí que quiere guerra la muy cabrona. Está algo loca diría. Espero que no te haya matado cuando vuelva, me quedaría sin un buen jefe. Siempre tienes los mejores trabajos.

Cuando salió del transporte y vio el deslizador de sus compañeros se sintió más tranquilo.

—Al final va a ser una invasión lo que ha provocado nuestra salida del planeta —comentó a Lyra en voz baja mientras entraban—. Aunque no tiene mucho sentido. Lo normal es que todos los agentes que ya estamos en Alderaan apoyáramos la invasión con acciones de sabotaje e información... No sé... No termino de comprenderlo, Lyra.

Al ver que Zak y Jade no estaban en el garito, frunció el ceño. Se dirigió a la barra y le preguntó al camarero si los había visto entrar.

Justo cuando Andur caminaba hacia la camarera de la barra pudo ver como la puerta que daba acceso a la parte interior del bar se abría y de ella salían Zak y Jade. Estos a su vez pudieron comprobar que habían llegado ya sus dos compañeros. Movidos por un impulso común, los cuatro miraron sus relojes. Dos horas y media minutos para que el planeta explotara... 

Dejó que Zak llevara la voz cantante en el intercambio con Cargo. A pesar de las insinuaciones de Cargo y también de los elogios de Zak se limitó a encogerse de hombros y a no hablar. Cuanto antes salieran de ahí mejor para todos. 

No pudo evitar respirar aliviada cuando Cargo les dio las indicaciones de  aquella nave. De su salva vidas. Cuando entraron de nuevo al bar hizo un barrido con la vista para localizar al resto del equipo. Cuando los tuvo les asintió y de un golpe de cabeza les indicó que fueran al extrerior. 

— Vamos Zak, ahora que lo tenemos delante no podemos perder tiempo. —  comentó en voz baja y se dirigió a la salida de aquella cantina. 

Cuando estuvieron los cuatro Jade tomó la iniciativa. 

—  Tenemos una nave en el hangar, una VCX-100. Será suficiente para escapar de aquí, no tenemos mucho tiempo, pero yo me tengo que llevar a mi hijo. —  comentó exhalando aire.

Zak sonreía cuando salió de la parte privada de Cargo. Al ver a Lyra y Andur no hizo ningún comentario aunque les saludó  ampliando su sonrisa. Le habían caido bien, y le habría sabido mal tener que dejarlos atrás. Aunque no hubiese dudado en hacerlo de ser necesario.

-Todo listo. Ya podemos irnos de aquí.-

Cuando Jade dijo lo de recoger a su hijo se le quitó la sonrisa y volvió su mala cara habitual.

-¿Hijo? ¿Tienes un hijo? No tenemos tiempo para buscar a nadie más. Hemos de marcharnos ya, no sabemos si la cosa se adelantará. Hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan.-

Lyra levantó los hombros ante el comentario de Andur.

— Mucho me temo que esto es más gordo que una simple invasión — dijo antes de llegar al destino.

Se encontraron de nuevo los cuatro, al parecer ya había transporte.

— Si alguien puede llevar a tu hijo al punto de despegue, quizá dispongamos del tiempo suficiente — dijo Lyra a Zak —. Ese modelo tiene capacidad suficiente, si tenéis a alguien que queráis que venga con vosotros, yo iría avisándoles.

Miró a todos sus compañeros y a la clienta a la que debían poner a salvo.

— Pero tendremos que avisar de camino, quizá conozca a alguien de confianza que nos pueda acercar a tu hijo al hangar.

—¿Un, hijo? —Andur abrió mucho los ojos y no supo que decir hasta que Zak soltó una barbaridad por la boca—. ¿Cómo va a abanonar a su hijo? ¿Te estás escuchando?

A él mismo le costaba dejar allí a sus tres amigos, pero albergaba la esperanza de volver a verlos más adelante, cuando el planeta estuviera bajo mandato Imperial. No podía ni imaginar el sufrimiento de Jade.

—Bueno, esa podría ser una opción —admitió al escuchar la idea de Lyra—. Yo tengo tres amigos en Aldera, pero me llevaría muchísimo tiempo convencerles de que escaparan conmigo sin desvelar quién soy en realidad. El resto debería pensárselo también dos veces antes de meter a nadie en la nave. Excepto tú, Jade, claro. Un hijo es un hijo.

Zak puso los ojos en blanco cuando escuchó aquello de llamar a más personas para que escapasen de la ciudad. ¿Qué clase de agentes imperiales eran esos?

-Claro que estoy escuchando, y no me creo lo que oigo.-

El soldado se cruzó de brazos.

-A ver. Que esto no es un viaje de vacaciones. Nadie va a llamar a un amigo de un amigo, ni conocidos ni nada por el estilo. Eso sólo haría que las posibilidades de salir de aquí antes del ataque sean menores. Y tenemos una misión, y sólo una. Que es sacar Lynfor de Alderaan antes de la fecha límite. Imagino que será algún tipo de bombardeo orbital o algo por el estilo. Sea lo que sea no pienso estar aquí para averiguarlo. Nos la han encargado a nosotros, y sólo nos vamos nosotros. Por mí esta cuna de rebeldes se puede ir al infierno junto con todos sus habitantes, no me importa.-

— Pues explícale a una madre que tiene que abandonar a su hijo a su suerte — dijo Lyra —. Se rumorea que puede haber una invasión del Imperio, pero yo no creo que se trate tampoco de un simple bombardeo orbital, lo cual reduce las posibilidades de supervivencia de cualquiera — continuó —, cuanto menos las de un niño, aún y así tienes razón, el trabajo es sacar a Jade de esta roca en medio del espacio... la cuestión es sencilla ¿tenemos tiempo suficiente para traer al hijo de Lynfor y salir pitando de aquí con este? — preguntó.

Entre discusiones sobre cual debía ser el siguiente paso el tiempo iba pasando lento pero inexorable. Un murmullo que parecía provenir del anillo intermedio comenzaba a crecer y a escucharse desde lejos. Parecía que algo ocurría en la puerta más cercana que daba acceso al círculo interior.

El comunicador de Jade de nuevo comenzó a sonar, sacándoos de aquella conversación sobre a quien llevar o que priorizar. La mujer pudo ver que de nuevo se trataba de su marido Robert...

Zak se acercó al deslizador y abrió las puertas.

-No hay nada que explicar. Las ordenes son claras. Salir de aquí, y eso es lo que vamos a hacer. Venga, subid que nos vamos al hangar.-

El soldado miró a Jade y desenfundó su pistola.

-Tú la primera. Si quieres avisar a alguien para que te lleve al crio hasta la nave lo aceptaré. Pero tú te vienes ya. Si lo haces despierta o dormida depende de tí.-

—¿Qué demonios te crees que estas haciendo, pirado? ¿Quieres enfrentarte a un consejo de guerra después de esto? Aunque igual no tienes ni derecho a ello.

Andur sabía que era una pérdida de valioso tiempo ponerse a discutir ahora; pero Jade Lynfor era la persona de interés en la misión y tenía derecho a salir de allí con su hijo. Ya daría las explicaciones pertinentes de por qué había formado una familia ante la autoridad competente.

—Deja de amenazar a quien se supone que debemos proteger y métete en el deslizador. Yo iré al volante.