Partida Rol por web

En cuanto el padre Usher salió de la oficina del sheriff todas la miradas se fijaron en él. Algunos nerviosos echaron mano a sus hierros, aunque sin desenfundarlos, y Joe le apuntó con la escopeta.

Pero lejos de amedrentarse el bendito siguió caminando hasta llegar al terrateniente y mirarlo a los ojos.

Las palabras, o más bien el sermón, de Amon parecieron dar su fruto. Pues los hombres de Burdette relajaron los animos y sus manos se alejaron de las pistolas. Cuando acabó todos empezaron a murmurar y acabaron marchandose. Dejando a Joe solo y con cara de pocos amigos.

-Muy bien predicador. Has salvado al indio. Veamos ahora si eres capaz de salvar el pueblo.-

Dicho esto se marchó de allí con el rabo entre las piernas, pues sabía que no tenía nada que hacer él solo contra todos. Eso dejó a la cuadrilla, junto a Ternero Risueño, para que resolvieran el fregado sobrenatural en el que se habían metido.

Amon mantuvo la mirada en el matón avenido a aprendiz de alcalde y la siguió manteniendo en su espalda mientras se alejaba.

Luego, sin girarse, le dijo a los de dentro:

—Vamos. Tenemos cosas que hacer.

Y tras acariciar su caballo montó en él.

Norris montó a Estrella y siguió el caballo de Amon. 

—Bien hecho, Padre.

Sarah monta la yegua siguiendo a los demás y se acerca a Amon. Después de un momento cabalgando se decide a hablar —A los hombres se los puede... Matar de muchas formas, pero ¿cómo se hace con las criaturas del mismo infierno?

Aunque estaba con James, pensaba que eran humanos con cachivaches infernales los causantes pero, ¿y si Amon tenía razón?

James hizo lo propio y ocupó su propia montura, entonces se fijó en cómo el indio era el único que seguía yendo a pie:

—Supongo que no tienes ninguna montura. Venga, súbete a la grupa que no quisiera que llegues cansado al sitio—ofreció tras ver cómo era el último que había quedado—. He visto que tienes habilidades que nos serán útiles.

—Con fe. Y plomo.

Y el padre siguió cabalgando.

El padre Amon era un ferviente devoto del señor. Y al aceptar la creencia de un bondadoso ser superior, por fuerza tiene que aceptar la de su contrario. Además no es la primera vez que él mismo, y la cuadrilla, ven cosas que la lógica y el razocinio no puede explicar. Para eso está la fe.

No obstante sabe que el diablo no siempre opera de la misma manera, ni con la misma forma. Por no hablar que la mayoría de las veces se sirve de marionetas para sus fines. Algunas humanas, y otras...algo más sobrenatural. Pero si se dice que es "Legión" es por algo. Conocer a todos y cada uno de ellos es imposible, como el saber a qué tipo de ser infernal en concreto están buscando ahora mismo. Si lo ven será más fácil entonces.

Lo que sí que tiene bastante claro es que les va a hacer falta tener un gran aplomo al enfrentarse a esas criaturas, pues la mayoría son horrendas y los débiles de espíritu no pueden soportar su mera visión.

La cuadrilla salió del pueblo sin más dificultades, con Ternero Risueño a la grupa con James. Llegaron facilmente al lugar donde habían dejado el rastro de las criaturas.

El indio bajó a examinarlas y señaló en dirección a una zona montañosa.

Criaturas ir hacia allí. Caballos de Pies Negros seguir huellas también. Si guerreros de Ternero Risueño enfrentarse a manitus solos tener problemas.

Después de eso volvió a subirse con O'Callaghan y avivaron el paso. Al medio día llegaron a una zona rocosa. Había un pequeño campamento, pero lamentablemente las palabras del chamán resultaron proféticas, sus ocupantes estaban todos muertos. Cinco indios estaban desperdigados por la zona, todos muertos de una manera que ya empezaba a ser demasiado familiar. Hasta los caballos, salvo uno muy mal herido, estaban todos destrozados e incluso un par partidos por la mitad.

Los pies negros no cayeron sin pelear. Aquí y allí podían verse flechas rotas como si hubieran chocado contra algo muy duro, y los tomahawks estaban mellados y quebrados.

Norris examinó las armas rotas de aquellos infelices. ¿Habían conseguido herir a sus enemigos o se habían quebrado como quien golpea un bloque de metal? ¿Había sangre o restos de algo en aquellos tomahawks o en las flechas?

- Las balas serán más efectivas que las simples flechas pero no estaría de más llevar dinamita o incluso preparar una trampa y esperar que nos ataquen. Estamos de acuerdo en que son sólidos, eso significa que serán pesados. ¿Hablamos de bestias o de ingenios movidos por roca fantasma?¿Cómo son de móviles esas criaturas?¿Si caen en un hoyo serán capaces de salir?

La mujer asintió. La dinamita no estaría mal —Podríamos causar un derrumbe si los atraemos por aquel lado —su dedo apuntaba el extremo angosto del cañón.

—Si salen por ahí me encargo yo. Tengo mucha fe y bastantes balas —ahora apuntaba a la sección abierta con una sonrisa. Tenía mucha más fe en sí misma que en el Señor, pero no le gustaba blasfemar delante del Padre.

Amon asintió a lo que decía Norris. Al igual que el ranger estaba empezando a temer que las balas no pudieran afectarles.

—Quizás tengan algún punto débil. Aún así lo de la dinamita suena bien.

Luego se volvió hacia sus acompañantes.

—Yo serviré de cebo. Vosotros ocultaos.

—Padre... —dijo queriéndole detener, pero al ver sus ojos comprendió que no había nada que decir y apenas pudo decir nada:

—Tenga cuidado...

Norris asintió y buscó una buena posición desde la que cubrir el campamento y las vías de llegada con su winchester. Una vez localizado, se echó cuerpo a tierra y esperó parapetado. 

Norris pudo comprobar como no había sangre en ninguna de las armas de los indios. Al igual que en las carretas habían golpeado contra algo demasiado duro.

Ternero Risueño empezó a juntar a sus hombres para dejarlos en una pila y dijo algo en su idioma.

-Manitus ser muy resistentes. Eso ser malo. Seguro estar cerca. Ternero Risueño poder llamarles con hechizo, pero también hacer falta hechizo protección para todos.-

Se quedó un poco pensativo.

-Primero atraerlos. Después empezar hechizo protección. Espero que dar tiempo. Tener que estar atentos.-

Por su parte mientras los demás tomaban posiciones, el Padre Usher notó que algo iba mal. Se notaba raro. Aquella sensación que tenía siempre como de estar en comunión con el Señor había desaparecido. No podía llegar hasta ella.

Sarah miro al Padre antes de moverse a su puesto —Dios le da las pruebas más duras a sus mejores guerreros.

Hizo una señal con la cabeza a Norris cuando estuvo lista, y luego la repitió a los demás al centro.

—Pero, un momento... —le detuvo O'Callaghan—. Cuéntanos qué es eso a lo que llamas manitús, ¿es algo nuestro? Del hombre blanco quiero decir —añadió imitando la forma de hablar de los salvajes. Tenemos que organizarnos, no esperar a ver qué pasa y disparar a lo que quiera que vas a atraer.

—Enséñame su mano para poder jugar al póker —pidió mostrándole las cartas, primero ocultas, y después con los palos hacia arriba. Todo ello para que aquel salvaje entendiese la metáfora.

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