Partida Rol por web

Los policías no se preocuparon de preguntarle a Loreretta o Eva si querían subir al coche, sino que arrancaron de inmediato en dirección a la comisaría.

Los dos agentes llegaron a la comisaría en menos de diez minutos. Saludaron a los compañeros al entrar y se dispusieron a hacer su trabajo.

¿Por dónde empezarían la investigación?

Como se temía, sin color, o algún rasgo reseñable, no había nada con lo que localizar un Ford.

Había probado con los modelos más comunes, pero la cosa no pintaba bien. Si fuera un coche usado por alguien que estuviera fichado, seria una cosa… Pero sin tener nada con lo que cotejarlo, era tirar tiempo por la ventana.

Pero el trabajo policial siempre era pesado, y no siempre daba sus frutos. Pero no por eso debía dejar de hacerse.

Quizás cuando acabara con aquella pila de matriculas, pudiera echar un vistazo a las fichas de gente relacionada con el “Klan”. Puede que alguno viviera en la zona cercana a la casa de la víctima. 

Loretta se sorprendió sobre la información de que el oficial es el hijo del ex alcalde, y que son racistas con vinculos con el  Klan. Lo sospechaba, aunque realmente en este estado todos los blancos parecian ser unos decerebrados.

El secuestro del judio, cosa que en parte es curioso porque si bien los del Klan usualmente odian a los negros tambien  a los judios.

- Oh querido, siempre he confiado en tí,  lo que uno debe vivir con estos cerdos no te imaginas,  realmente estoy como observadora, pero esta pista es la primera buena que tengo en mucho tiempo, no confio mucho en ellos, y menos con el hijo del ex alcalde que me mira como si fuera basura, y el viejo negro que tambien lo hace. Sabes que te pagare tus servicios- dice de manera simple aunque sin descartar los comentarios picarescos del investigador- solo que ahora es claro que necesito tu ayuda..y tu sabes que siempre te he pagado.

La mujer siguio hablando, pensando por donde poder dar luz a su investigación

-Sabes sobre mis compañeros sería útil pero los secuestros, las acciones de esta organización son más importantes por el momento- comenta ella- Saber la actividad de  la legión negra es muy importante, debo centrar mi investigación.

Luego comentó al informante

-Es lo mejor que puedo hacer, y luego si puedes saber un poco sobre estos con los que trabajo, sería útil, me estan dando mucha guerra y debo utilizar la extrategia para tratar con ellos, no puedo dejar que me expulsen de esta investigación, necesito- esta palabra la dijo con especial enfasis-  saber más sobre la legión negra.

Duncan solicitó información sobre el vehículo pero teniendo en cuenta que sólo tenían el color y la marca, ni siquiera el modelo exacto, la cosa iba a llevar tiempo. Los chicos de tráfico estaban trabajando en ello pero seguramente llevaría varias horas el rastrear las matriculaciones en la ciudad, cotejar quien tenía todavía la licencia en uso, el color de cada vehículo... Iba para largo el tema¹.

—Mira... hacemos una cosa. Espera en esa cabina y te digo como de complicado está rastrear el tema de los secuestros. Si veo que la cosa se complica te llamo igualmente para decírtelo.

Así que Loretta colgó y se quedó un rato esperando junto a la cabina. Cabía la posibilidad de ir hasta el despacho para encontrarse directamente con Albert pero no quería complicarse las cosas todavía. Cuando sonó el teléfono no llevaba ni veinte minutos esperando.

—Has tenido suerte. Hice un par de llamadas a un conocido en el periódico local y me ha comentado que en la última semana se han notificado las desapariciones de nada más y nada menos que cinco vecinos. Pero hay uno en concreto que casa con lo que me cuentas de Poole y con el mencionado Bac. Un tal Derrick Jones. Sumando que era indigente y negro los de la policía no han movido un dedo para investigar su caso pero un predicador del barrio de Farrnam denunció su desaparición. Al parecer se vio un Ford de color negro en el lugar de la misma, una cosa que llamó la atención porque por ese barrio no suelen pasar coches¹.

Estaba tan nerviosa que apenas prestó atención a que la anciana dijo que no llevaban capucha, porque había confirmado que tenían algún símbolo ¿Podía ser…? De pronto tuvo la certeza de que debía llegar hasta el fondo del asunto. Una vez más, el agente la menospreció y la ignoró lo que hizo que le hirviera la sangre. Tenía claro que algo diría en comisaría al respecto. Pero ahora debía preparase para ir con los agentes. Por mucho que al negro le molestara tenerme allí, no pensaba irme. Mucho menos ahora.

Eva estaba preparándose para decírselo al agente cuando La periodista se la acercó y tras intercambiar unas palabras se alejó. Entonces me encaminé hacia el vehículo policial.

- Espérenme Agentes, Voy con ustedes. A pesar de lo que creen, creo que puedo serles útiles para este caso. Si hay alguna secta inmiscuida, mis conocimientos podrían ayudarles. Y antes de que me repliquen, les recuerdos que es simplemente cordialidad el ofrecerme así. El mismo comisario les ha ordenado llevarme con ustedes por lo que poca opción tienen al respecto.-

Entonces, accedió al vehículo.

Su primera reacción fue de rechazo ¿Qué querría ahora esta? Su primer impulso fue alejarse pero su decencia cristiana la impidió ser lo suficientemente desagradable como para que el mensaje quedara claro. Más la sorprendió al escuchar a la mujer lo que tenía que decirla ¿Quería que colaboráramos? La idea inicialmente me repugnó y muy cerca estuvo de decirle que no quería tener nada que ver con ella. Sin embargo, se contuvo.

Era verdad que los agentes parecían decididos a dejarlas atrás y a pesar de sus contactos, bien podrían cambiarla a otra unidad. Y ella necesitaba conocer más de este caso. Necesitaba llegar al fondo de asunto y tener un aliado aunque fuera una... "persona" como ella, no estaba en posciión de rechazar ninguna ventaja. Con un leve gesto, asintió a Loretta.

- Desde luego, entre nosotras debemos ayudarnos –

Durante unos segundos se pensó si darla la mano y aunque hizo el amago rápidamente la retiró. No creía necesario tener que ser tan… formales. Entonces se giró y encaminó al vehículo policial.

Aunque habían tratado de librarse de las mujeres la escritora parecía hacer caso omiso de los 'consejos' de Duncan, así que allí estaba ella, viendo como el veterano policía buscaba pistas sobre el coche implicado.

- Gracias- repitió la mujer a su contacto-  es un buen dato, un mendigo  negro al que nadie le importa, y la denuncia de un pastor que pareciera que nadie le da la importancia que requiere, así es el mundo. Te agradezco por el dato,  entonces tenemos un judio y un mendigo  que han sido secuestrados... la pregunta es si esto que sé ayudará a la investigación.

Loretta se quedo sorprendida, anotando los nombres en su libreta y  teniendo claro el nombre del pastor. No sabía que hacer, si actuar por su cuenta o avisar a los demás de lo que encontró. La mujer cristiana que al principio parecia amable, le habia demostrado una actitud poco cristiana cuando le ofreció asociación,  y  con los otros dos hombres ella sentía  que estaba sola en esto. Volver a la estación de policía para recibir malos tratos no era algo que le apetecía a la periodista, y sin embargo debía seguir un curso regular.

Pero el hecho de que no supiera información de sus compañeros que pudiera utilizar en su contra la ponía nerviosa.

-Ya sé que me dijiste que no era dificil, pero dado que has sido tan diligente en lo primero te pido el favor que investigues los nombres que ya te dí- le dice la mujer sin repetir los mismos, pues ya lo había dicho-  supongo que tomará un tiempo, pero será de agradecer cualquier cosa que me digas.

Y tras despedirse, quedaron en volver hablarse, esta vez no tan inmediatamente.

Loretta entonces se quedó en silencio, tenía que hablar con ese sacerdote, pero no podía abandonar su labor como observadora por mucho tiempo. Si veía que los policias y la mujer racista no ayudaban, se dirigiría sola hablar con el sacerdote. Pero trataría de hacer las cosas correctamente, o por lo menos trataría de hacer las cosas bien. El informe en contra de los policias saldría en  los diarios al fin y al cabo, pero ella necesitaba permanecer en este caso, así que se dirige a la estación de policia.

Comisaría de policía, 15:05

Al llegar a la comisaría a Loretta no le costó encontrar a sus 'compañeros' en uno de los despachos del fondo. Algunos oficiales de apoyo estaban revisando documentaciones de tráfico por lo que la reportera supuso que estaban intentando encontrar el coche. Sin embargo por la cantidad de expedientes y la cara de los que ayudaban al equipo no parecían demasiado esperanzados en dar con el vehículo de forma rápida.

El viaje en el coche había sido presidido por un silencio incomodo que había acompañado a los tres ocupantes durante todo el trayecto. Incluso una vez en comisaría, el agente McRae optó por ignorar a Eva y simplemente hacer su trabajo. Viendo que iba para tiempo, solicitó acceso a los ficheros y gracias a sus contactos poco pudieron hacer para impedírselo. Específicamente solicitó acceso a los datos de cultos y sectas que operaban en la zona. Tal vez pudiera dar no solo con los secuestradores del hombre, sino con el símbolo que tanto la obsesionaba.

Sin embargo, toda la energía se agotó al ver el ingente tamaño del archivo. Un hombrecillo enjuto le acompañó hasta las estanterías y comenzó a sacar cajas y archivadores. La mujer se sintió abrumada por la cantidad de información que había y supo que no le llevaría poco tiempo sacar algo en claro.

Tras varias horas buscando, finalmente decidió salir de aquel opresivo lugar alumbrado por pobres bombillas y se dirigió a la sala principal. En seguida el ruido le invadió y volvió a encontrarse rodeada de ruido y personas. Buscó con la mirada a alguien conocido y se sorprendió de ver a Loretta ya allí ¿Cuánto tiempo había estado en los archivos? Rápidamente se aproximó a ella.

- Buenas tardes… señorita. ¿Ha obtenido alguna información? –

Aunque intentaba ser educada le estaba costando mucho que no se le notara el asco.

Refunfuñando el veterano agente de policía dejo a los chicos trabajar en busca de una pista, y se acerco al archivo.

Allí descubrió con pasmo, que la joven señorita Green estaba trabajando. Espero a que hiciera un descanso, y luego fue a por lo que buscaba.

Los agentes reconocidos del KKK en la zona. Fuera lo que fuera que pasara en aquella casa, esa gente sabia algo. Y no habían sido ellos, seguro que sabían a dónde apuntar. Mas de una vez se había topado con ellos. Y aunque le había costado sangre y dos muelas, aun podía contarlo.

Ahora, con la experiencia de los años, sabia como provocar que respondieran a sus preguntas y conseguirlo que quería. Básicamente había que llamarlos estupidos y poner en tela de juicio su capacidad operativa.

Pero primero tenia que encontrar un hilo de que tirar, no pensaba agitar un avispero así, se fue hasta una mesa vacía, y estudio con detalle los miembros que pudieran tener algo que ver con el desaparecido señor Poole. 

Loretta entró con una sonrisa misteriosa aún sabiendo que los tres hombre y posible la mujer no caían bien en gracia. Tenía información importante,  tenía sus contactos, y sin embargo sabía que posible lo que dijera o dejara de decir  a los policias le importarian  bien poco.

Así que miró a la mujer y con una sonrisa dijo:

- Oh querida  claro que sí-  digo con un tono misterioso- he averiguado bastantes cosas, por ejemplo - dice   recostandose en la pared- tengo el nombre y la ubicación de dos desaparecidos más asociados al mismo grupo de encapuchados negros,  un hombre judio Abraham Bac  secuestrado en la puerta de su casa el día de ayer, la familia es judia pero tiene aversión a los negros según me comentó mi contacto, así que solo hablaran con un policia blanco.

Loretta decia eso con  rapidez,  pues aunque lo tenía anotado lo había memorizado todo.

-Y un segundo hombre del que al parecer las autoridades no han prestado mucha atención- continuo hablando dando a conocer el nombre de la victima- se trata de un indigente negro Derrick Jones, secuestrado en el sector de barrio de Farrnam, el Padre Efrén, un sacerdote protestante esta denunciando su desaparición.

El agente sonrió ante las palabras de Loretta. Hasta él mismo solo hablaría con un agente blanco, por mucho que quisieran meter la multiculturalidad con calzador en la ciudad, los negros y los blancos eran dos especies diferentes.

–Me acercara a hablar con la familia Bac ¿Señorita Eva, quiere acompañarme? Usted, McRae, puede encargarse del cura.

Por supuesto, Bushemeyer no le dio las gracias a Loretta por su excelente labor de investigación.

Eva dejó a un lado los archivadores, aquello le llevaría todo el día. Había mucha documentación mezclada de sectas con información relativa a distintas congregaciones que no entrarían en ese tipo de clasificación. Aún así decidió echar un vistazo rápido para ver si encontraba algún tipo de dibujo, esquema, foto... algo. ¡Y entonces vio un dibujo suelto en un expediente! Por desgracia el expediente databa de diez años atrás y el informe era muy escueto. Se refería a un tipo que había matado a su familia y pintado un dibujo parecido en la habitación del bebé. No era igual: parecía que el de la casa de Poole era un fragmento, pero encajaba en aquel conjunto. Al parecer el tipo se había ahorcado pero dejó una nota de suicidio que iba en el informe:

Perdóname Dios por lo que hice. El Extraño me empujó a hacerlo. Me dijo que era diferente. Por eso pensé que todo encajaba. Lo siento Helen, lo siento Ric. No puedo soportar el precio para abrir la Puerta. No puedo seguir soportando esos susurros. He elegido matar, ahora escogeré morir.

El tipo, John Parker, era un varón blanco y la familia que tenía había sido asesinada por él antes de morir. Lo clasificaron como sectario precisamente por el signo pintado y lo extraño del asesinato, pero el caso estaba cerrado.

Por su parte Duncan encontró numerosa documentación sobre los actos del Klan en la ciudad. En realidad ni siquiera eran expedientes abiertos sino denuncias clasificadas. Aquello era una burla al sistema. Lo que tenía era un nombre que se repetía en varias demandas: Arthur Lupp. Al parecer el paisano era de los que increpaban a la policía y armaban follón, el clásico matón que podría dirigir el ala dura del Klan en la ciudad. Revisar todas las demás demandas llevaría su tiempo.

Loretta luego de la información que había dado se preguntó si esto dicho era algo nuevo o algo que sabian en partes. Le sorprendió en parte que el oficial Bushemeyer  fuera quien diera las ordenes siendo el veterano McRae, ¿acaso el viejo a este no le ponia muchos límites o solo a las periodistas chismosas?. Ciertamente el hecho de separarse entre negros y blancos era un tema infantil, muchos de estos hombres pálidos iban a la iglesia, y hablaban del amor, cuando la verdadera caridad estaba en la aceptación del otro, pero no habia que mentirse, Loretta sentía recelo por los blancos por todo el daño que le habían hecho a su gente, como los trataban y como  gritaban su doble moral cristiana mientras por dentro estaban podridos de ignorancia y odio.

Por otra parte el hecho de ir con el oficial McRae que  evidentemente la odiaba simplemente por ser mujer y periodista  no hacían ninguna de las elecciones agradables para Loretta, pero ella no se quejaba, iría con el oficial negro aunque este le mirara mal en el recorrido, conocía al pastor evangelico, el Padre Efrén  por sus acciones por la igualdad y porque como periodista cubrió y leyó sus cartas.

Así que Loretta calló, no le habían preguntado más detalles y ella estaba de observadora, pero le interesaba el caso del indigente desaparecido.

El viejo agente se dio por satisfecho, no era la mejor pista del mundo, pero sí quería enterarse de quienes eran los sotanas negras, era mejor empezar por azuzar a la competencia.

Copio los datos en su bloc de notas, y salió del archivo.

Busco a su compañero durante unos minutos, justo para ver cómo se marchaba con la jovencita Green.

Y para su sorpresa, allí estaba de nuevo la periodista. En fin, el día iba a ser bastante largo. 

Tenia pensado ir a visitar a aquel pirado. Seria mala cosa llevarsela. Mala cosa. 

Eva le contó entonces a Loretta todo lo que había averiguado en los archivos. No había encontrado nada específico sobre cultos o sectas que siguieran un modus operandi como el que se habían encontrado, pero si había encontrado un caso con un símbolo parcialmente igual al que habían encontrado pintado. Le contó los detalles del caso y todo lo escabroso del asunto y como lo habían zanjado sin más ¿Tal vez aquel hombre había sido inocente y su familia víctima de la misma secta? Aunque un ligero resquemor aparecía de vez en cuando, la embargaba una emoción acuciante debido a su faceta de escritora y sobretodo a las respuestas que buscaba.

Considerando que había cumplido con su labor de buena samaritana, sin tan siquiera despedirse de la periodista, se giró hacia el agente Bushemeyer mientras asentía a su pregunta.

- Claro agente, será un placer ir con usted. Tal vez entre ambos podamos sacar más información al respecto. –

Lo cierto era que alejarse del agente McRae la tranquilizaba mucho y se imaginó que la investigación no solo iría mejor, sino que iría más tranquila, libres de los impulsos bárbaros de los negros como el que poseía el policía de color.

No obstante, antes de marchar, le pidió cinco minutos al agente Bushemeyer y se apresuró al teléfono más cercano. Una vez en sus manos marcó los teléfonos de Guillian MacTiernan, su editor, confidente y gran amigo. Apenas le hubo contestado soltó lo que tenía que decir.

- Guillian, no tengo demasiado tiempo, estoy en medio de una historia que creo importante. –

Y le solicitó que buscara aquel extraño símbolo y todo lo que pudiera descubrir de él. Era un hombre con bastos conocimientos y accesos a los mismos por lo que esperaba que pudiera darle algo más de información. Una vez tuvo claro por sus descripciones, como era el símbolo se despidió de él y corrió al lado de George.

—Hum...— Guillian meditó sobre lo que le había dicho Eva —Hum...— resopló de nuevo —Me suena esa historia que cuentas del símbolo en la pared. Sí. Hace unos diez años. El asesinato de una familia. El símbolo lo fotografió un chico del Highland Examiner. La historia del Extraño parecía muy comercial, material para una novela, así que se la di a Simmons. Es bueno con las historias de terror pulp, y eso vende. Pero nunca llegó a hacer nada con ella. Creo que descubrió algo que no me llegó a decir. Hum... De la noche a la mañana me llamó y dijo que había decidido cambiar de aires, que se iba a California. Algo muy brusco. Hum... Pensé que había tenido alguna ruptura sentimental o algo así pero llegaron hasta mí rumores de que alguien le había amenazado por andar a preguntar acerca del símbolo. Concretamente los de la Legión Negra. Son una división del Kukux Klan bastante radical... pero Simmons era blanco. Por eso me sorprendió. Hum... Decidí dejar las cosas como estaban. De aquella se rumoreaba que hasta el alcalde era parte del Klan y no quería problemas por una puñetera publicación pulp. De todos modos miraré mis archivos. Hum. Si encuentro algo interesante te dejo recado en tu casa y en la comisaría. Hum...