Partida Rol por web

[DM 22/01] Dragonlance - La Calzada de Haekel

Capítulo I - Caravana hacia el Este

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24/12/2021, 00:46
Kylian Brickstone

Si no derrotaban a esas criaturas, alguno de los carruajes acabaría por despeñarse y con ellos podía caer alguno de sus amigos. Tenía que combatir a las arpías y lo haría con el poder divino que Gileae había concedido. 

¡Oh Gilean, permite que de muerte a estas criaturas con tu bastón de sabiduría! - Le pidió a su deidad patrona.

Un bastón espiritual se materializó junto a una de las arpías y cuando fue a tratar de golpearla con éste, vio por el rabillo del ojo como un virote atravesaba el rostro del pequeño cochero de lady Le Besco. Esa terrible imagen rompió su concentración por completo y el ataque falló de forma irremisible.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo arma espiritual, atacó y pifió. Quedan 3 turnos.

 

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24/12/2021, 02:20
Briand Le Besco

Briand, con su ballesta reposada por el ventanal de su coche, se encontraba midiendo cuidadosamente los movimientos de aquella criatura para encajar el virotazo indicado. Las aves generalmente seguían un patrón en su vuelo, rara vez pudiendo dar giros o cambios muy bruscos en su ritmo, y al asimilarse a una éstas aguardó hasta que consideró el momento oportuno. Fue cuando algo se cruzó justo en la trayectoria de su proyectil, sintiendo como éste impactó muchísimo más cerca de lo previsto.

No tardó mucho en asomarse e identificar que era aquel joven ¿Qué acaso no había visto semejante arma de proyectil cargada asomándose por allí? Evidentemente molesta, abrió la puerta de una patada, para descender rápidamente y atinar a levantar al imprudente y malherido hombre, cuando ya la mística Que-Shu se le había anticipado a ello con sus dones más naturales.

- Rápido, métanse dentro del carro. - Les ordenó a ambos con premura, su vista en las que ahora reconocía como dos mujeres emplumadas y aladas, sobrevolando con sus arcos sobre ellos. El estrés en su cabeza seguramente le impediría concentrar la energía positiva de su cinto, prefería canalizarla en aquellas estúpidas hembras, por lo que mejor que Estelar terminase de hacerlo a su manera y cubra al muchacho.

Por su parte, ella se apresuró a tomar con una de sus manos la palanca de su pesada ballesta, y comenzar a darle cuerda con toda prisa. Debía tenerlo lo suficientemente tenso como para estar listo, cuando pudiese cargar el siguiente virote.

Notas de juego

Acción Gratuita: Doy un Paso de 5' fuera del Carruaje (Si es que abrirlo y salir no lleva una acción de movimiento).

Acción de Asalto Completo: Recargo la Ballesta Pesada, aunque sin colocar el virote aún, ya que no los tengo a mano. Si he tenido que utilizar una acción de movimiento previamente, supongo la dejaría a mitad de cuerda.

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24/12/2021, 11:18
Lowenherz Bremer

Lowen vio de reojo cómo una saeta atravesaba la cabeza del joven conductor del carromato de Briand. No logró constatar el orígen de la misma, pero no pudo evitar chasquear la lengua al pensar en que aquel muchacho estaba, probablemente, muerto. Lluvia no parecía pensar lo mismo, y se bajó de un salto a intentar socorrerle. La comprendía, pero le pareció un acto inútil y desesperado. Debían confrontar la amenaza si no deseaban acabar todos masacrados.

- Muere maldita. - dijo entre dientes.

Cargó la flecha con su arco, y disparó de nuevo, pero el proyectil voló hacia el vacío sin encontrar un objetivo. Sospechando que sería el blanco del ataque de aquel ser monstruoso, se pegó como pudo al carro, mientras echaba mano de las riendas del caballo e intentaba atarlas a una rueda para evitar que huyese desbocado.

- Tranquilo muchacho. - le dijo, desesperado.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No os gastéis las curaciones con los cultistas por favor xD. Nos viene bien que se carguen a unos cuantos.

Me cubro lo posible dentro de seguir teniendo línea de tiro.

Mi acción de movimiento la invierto en tratar de atar al animal antes de que huya sin remedio. Preferiblemente, de tal modo que sus coces NO vayan directas a mi cabeza xD.

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25/12/2021, 03:19
Dungeon Master

Sobrevolándoos incesantemente, la pareja de arqueras voladoras disparan una nueva andanada de flechas y abatiendo en esta ocasión a uno de los ebanistas elfos y atravesando el ojo de uno de los carreteros cultistas, acabando en el acto con su vida y obligando a otro de los fanáticos a tomar las riendas del carro antes de que los animales se desboquen aterrados.

Tras descargar de sus alforjas a su montura, Lowen dispara desde detrás de la escasa cobertura que le proporciona el animal y un puñado de viajeros se suman a él con sus propios disparos con lo que tienen a mano: arcos, ballestas y hasta piedras. Solo uno de ellos acierta en el blanco, el disparo de una de las guardias de caravana enanas. Por desgracia, no basta para espantar y mucho menos abatir a ninguna de vuestras odiosas atacantes.

Tampoco la magia de Kylian, que hasta la fecha tan bien le había servido contra otros enemigos, consigue acertar a ninguna de las mujeres-pájaro, pues éstas entran y salen continua y rápidamente del alcance del arma mágica.

Mientras el clérigo de Gilean se concentra en dirigir su bastón para que ataque en el instante propicio, Lluvia Estelar ha logrado restituir la consciencia y la salud al conmocionado Dèmien. El muchachito parpadea, algo confuso y mira a su salvadora sin saber muy bien cómo ha terminado entre sus brazos, entre desconcertado y avergonzado.

Viendo la escasa puntería de sus compañeros para derribar a las emplumadas arqueras, Thorwyn opta por lanzar un breve encantamiento sobre su ballesta que la haga prácticamente infalible en su siguiente disparo y gatea por el suelo en busca de un ángulo de tiro que le permita fijar un objetivo y, al mismo tiempo, mantener su inestable cobertura.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Lluvia Estelar (15) → 30/34
Kylian (11) → 28/28 [conjuros gastados: "curar heridas leves", "arma espiritual"]
Briand (9) → 28/28
Thorwyn (7) → 16/16 [conjuros gastados: "impacto verdadero"]
Lowenherz (5) → 36/36

Arpía 1 (22) → ilesa
Arpía 2 (14) → ilesa

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25/12/2021, 03:46
Lluvia Estelar

Sonrió a Dèmien con dulzura cuando le veo abrir los ojos entre mis brazos. La profunda herida de su cabeza ha cicatrizado milagrosamente pero lo más seguro es que le quede una cicatriz de por vida como recuerdo de lo ocurrido.

Briand se baja de su lujuso carruaje pero no descubro en su expresión ni preocupación, ni remordimiento. Solo soberbia e irritación cuando se dirige a mí para impartirme sus instrucciones. Las ignoro mientras me pregunto si también me disparará a mí por desobedecerla. En cualquier caso, no se me ha perdido nada ahí dentro y Jiłhazhí me necesita.

—Puedes venir conmigo si quieres, o quedarte, como prefieras —le ofrezco apresuradamente al joven cochero, antes de dar media vuelta sin esperar su contestación. Lo que decida, para mí estará bien y no tengo tiempo para conversar con él. 

Los vehículos que tengo delante y detrás me obstaculizan el paso y para sortearlos tendría que obligar a mis caballos a pasar demasiado cerca del precipicio. Además, las arpías son más rápidas, por lo que no me queda más remedio que descartar la opción de huida.

No, hay que quedarse y resistir para hacer frente a la amenaza. ¡Resistir! Veo a Lowen forcejeando con uno de los caballos para que se quede quieto y corro a ayudarle para que él pueda continuar disparando.

—¡Atad a los animales! —urjo a cualquiera que pueda oírme, a pesar de que saber que mis consejos no son demasiado populares entre esta gente— ¡Ataos vosotros mismos a los carros o a las rocas si es preciso! ¡Su canto os hará enloquecer!

- Tiradas (2)

Notas de juego

Voy a intentar conducir a los caballos por las riendas hasta la pared de roca y atarlos allí.

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25/12/2021, 04:59
Kylian Brickstone

Kylian empezaba a verse superado por la situación. Por mucho que los miembros de la caravana trataban de abatir a aquellas criaturas voladoras, no parecía que su puntería fuera de lo más certero. Él mismo trató de golpear de nuevo a una de las dos mediante el conjuro lanzado momentos atrás, sin embargo, el bastón espiritual falló de nuevo su intentó de golpear a las criaturas voladoras.

Debía protegerse, pues sabía que las arpías podían influir en la mente de uno y forzarla a hacer cosas que no deseaba. Por ello, de nuevo recurrió a Gilean con la intención de que le dotara de sus bendiciones. No estaba teniendo suerte a la hora de golpear a sus enemigos, pero esperaba que al menos pudiera protegerse de ellos.

¡Gilean, protégeme de todo mal! - Alzó la voz. - ¡Te lo imploro! ¡Protégeme del mal para que pueda combatirlo y erradicarlo de esta tierra! 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ataque con arma espiritual, un triste 9.

Lanzo protección contra el mal sobre mi mismo, +2 CA contra malignos, contrarresta control mental y mantiene alejado a ajenos malignos.

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25/12/2021, 06:49
Briand Le Besco

El estrés de la situación no terminó siendo sino breve y espontáneo, presenciando y confirmando cómo Estelar lo había resucitado en el acto. Ante la vacilación y desconcierto del joven, su empleadora le tironeó bruscamente de sus ropas y trató de empujarle dentro de la protección del carruaje sin lastimarlo. Si seguía comportándose con esa torpeza y parsimonia en una refriega como ésta, volvería a acabar recibiendo otro flechazo, aliado o enemigo.

- Apresúrate, y escóndete allí dentro. - Le ordenó sin demasiada paciencia, mientras sus manos instintivamente buscaban en el lateral derecho de su muslo, la caja de virotes que evidentemente no estaba. Tras meterse Demien, buscaría asomarse ella para manotear su caja de proyectiles y dejarla a mano, cargando uno de ellos si pudiera hacerlo a tiempo. Esas hembras aladas comenzaban a ser un dolor de cabeza y ni los supuestos nerakianos parecían ser tiradores competentes. Tendría que hacerlo ella misma.

Notas de juego

Honestamente, no estoy seguro de cómo se manejaría la economía de acciones en lo que quiero hacer.

Si es necesario, ayudaría a Demien a subirse dentro del coche, y buscaría agarrar mi caja de virotes en su interior para dejarla a mi cómodo alcance ¿Supongo que esas dos acciones, consumirían mis dos de movimiento, y podría meter uno de los virotes en la ballesta ya cargada/tensada como acción rápida/gratuita? Lo dejo a tu juicio.

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25/12/2021, 10:49
Lowenherz Bremer

Tras descargar sus pertenencias, Lowen permaneció a cubierto tratando de atar a su inquieta montura a una roca. El animal no paraba de moverse y tironear, y una tarea que debiera resultar sencilla se le resistió, mientras a su alrededor seguían volando las flechas, y los quejidos de dolor de los viajeros de la caravana resonaban en sus oídos. La muerte había venido a visitarles, y no parecía que fuese a cesar en su empeño.

- ¡Tranquilo muchacho! - gritaba a su caballo - ¡Tranquilo!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lamentable. Menos mal que tenemos PNJs morralla para tanquear flechas durante un rato xD.

Interpreto el fallo como que el caballo no para quieto, porque asumo que echar un nudo en circunstancias más tranquilas resultaría fácil.

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25/12/2021, 17:43
Dungeon Master

Los disparos de las arqueras voladoras se ceban sobre dos enemigos ya abatidos y los desconsolados alaridos de la mujer elfa os confirman que su hermano está muerto. Pero no tenéis tiempo de consolarla, ni al ella ni a ninguno.

Lluvia Estelar está demasiado ocupada tratando de apaciguar a sus asustados caballos y a punto está de ser derribada por uno de ellos cuando éste se encabrita y trata de levantarse sobre sus patas traseras. Solo el peso del carro consigue obstaculizar sus impetuosos movimientos y permite a la mística que-shu reconducirlos hasta la pared de piedra y atar sus riendas como puede a las rocas de este lado del camino.

Menos suerte tiene Lowenherz tratando de controlar a su propia montura quien, aterrotizada por el olor a sangre y los gritos, solo piensa en escapar a la carrera. Por pura fuerza bruta, el caballero de la Corona consigue evitar que huya a galope tendido, pero por el momento no consigue asegurarla a las rocas.

Por su parte, Briand se asegura de que su joven y aturdido cochero se refugie en el interior del carruaje y consigue hacerse con uno de los estuches de virotes que guarda entre sus pertenencias, decidida a probar su puntería de nuevo ahora que el muchacho no se interpone entre ella y sus enemigas.

Desde debajo de su carro, Thorwyn apunta con su propia ballesta y el hechizado proyectil encuentra por sí solo el camino hasta hacer diana en su objetivo. La criatura chilla al ser alcanzada y también lo hace su compañera unos segundos después, cuando un guardia de la caravana consigue acertarla con una de sus flechas.

- Tiradas (8)

Notas de juego

Lluvia Estelar (15) → 30/34
Kylian (11) → 28/28 [conjuros gastados: "curar heridas leves", "arma espiritual", "protección vs mal"]
Briand (9) → 28/28
Thorwyn (7) → 16/16 [conjuros gastados: "impacto verdadero"]
Lowenherz (5) → 36/36

Arpía 1 (22) → herida leve
Arpía 2 (14) → herida leve

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25/12/2021, 20:26
Lluvia Estelar

Sin duda la sangre de Dèmien que cubre mis manos asusta a las pobres bestias de tiro cuando trato de conducirlas hasta un lugar seguro y no puedo irritarme por ello. Ellas responden a sus instintos, como casi todos nosotros.

Una vez que me he asegurado de que los caballos están más o menos atados, me apresuro a desuncirlos del carro, en previsión de que consigan liberarse y arrastrar el vehículo con ellos. No parece probable, pero quién sabe. A su manera las arpías pueden ser un enemigo tan terrible como Ysalla, tal vez incluso el desafío más mortífero al que nos hemos enfrentado hasta la fecha si lo que se cuenta de ellas es cierto.

A continuación, me apresuro a abrir el candado de la jaula y a deshacerme de los dos juegos de llaves dejándolos en el exterior, bajo una reconocible piedra plana, donde yo no pueda alcanzarlos una vez que me cierre dentro pero donde Jiłhazhí pueda recuperarlos cuando la amenaza se haya ido. Quizá esta también sea una precaución innecesaria, pero no quiero ponerle en riesgo si yo pierdo la razón.

Angustiada, me encaramo al carro, entro en el interior de la jaula y cierro la puerta valiéndome de la robusta cadena y del complejo candado cuya adquisición me costó una pequeña fortuna. A mi alrededor, las cuatro grandes lonas azules me impiden ver nada de lo que sucede en el exterior; pero a través del techo, que en estos momentos se encuentra descubierto, puedo vislumbrar ocasionalmente las sombras de las arpías sobrevolándonos.

Notas de juego

No sé si me da tiempo a hacerlo todo, pero ahí lo dejo declarado por si acaso.

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25/12/2021, 22:21
Thorwyn Runavieja

Un impacto, eso era todo lo que habían conseguido por parte del heterogéneo grupo de héroes de Belleria y allegados. Otro disparo había logrado alcanzar su objetivo, pero no podían confiar en los acompañantes de la caravana para acabar con las harpías.

Pero al menos habían logrado un impacto. Y conseguirían otro más pronto, si de él dependía. Thorwyn no quería utilizar hechizos más obvios que el de Impacto verdadero, pero tal vez pudiera ser suficiente con él si había un poco de suerte. Sus limitadas capacidades mágicas, no obstante, sí suponían un obstáculo. El arcanista enano no debería ser capaz de lanzar nuevamente un hechizo de Impacto verdadero por sus propios medios, pero por fortuna disponía de otros medios.

Echando mano a su Perla de Poder, Thorwyn repitió el hechizo ya lanzado de Impacto verdadero, dejando que el futuro, uno muy concreto y cercano, se empapase en sus sentidos. Dejándose guiar por la intuición el enano albino dispararía no a donde se encontraba la harpía, sino a donde estaría la harpía. Depende de cómo se mirara, aquello era hacer trampas. Depende cómo se mirara ellas mismas estaban haciendo trampas. Y el juego era la supervivencia.

Notas de juego

Lanzo nuevamente el hechizo de Impacto verdadero usando la Perla de Poder. El turno siguiente dispararé a una de las harpías (en principio a la que suponga un disparo más sencillo).

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25/12/2021, 22:50
Briand Le Besco

Con el niño fuera del camino y su concentración plena en seguir los patrones de vuelo de aquellas hembras emplumadas, Briand calzó con firmeza la culata de su arma sobre su hombro derecho y alineó su ojo correspondiente, aguardando el momento justo para esta vez, sí propinarle un disparo certero.

Acto seguido, tomó un tercer virote y buscó rodear su propio carruaje en busca de cubrirse de los disparos por venir, en pos de hacia dónde volaban aquellas féminas. Necesitaba una cobertura segura, para volver a darle cuerda y palanca a su pesada arma.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción Estándar: Disparo a una Arpía.

Acción de Movimiento: Me muevo lo que pueda alrededor de mi coche, en pos de quedar en alguna posición que me brinde cierto grado de cobertura, sino total, de ser posible.

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26/12/2021, 07:20
Kylian Brickstone

Parece que al fin el bastón espiritual que Kylian había convocado para mantener ocupadas a las harpías, logra asestar un bien golpe contra una de ellas. Aquel impacto no será mortal, pero de contribuirá a debilitar a aquellos seres voladores y con suerte a ahuyentarlos.

Acto seguido Kylian agarró su ballesta, cargo un virote y apuntó contra una de las criaturas aladas. El virote surcs los cielos rápida y de forma letal hacia sus enemigos. Pese a que el proyectil parece que va a atravesar el cuello de la harpía, ésta se mueve en última instancia y causando un leve corté en el ala derecha de la criatura.

Lástima... - Se dice a si mismo al contemplar el destino de si virote.

- Tiradas (6)
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26/12/2021, 12:04
Lowenherz Bremer

Lowen insistía en tratar de atar a su montura, mientras a su alrededor se sucedía la lluvia de proyectiles, y los viajeros de la caravana caían abatidos por los proyectiles enemigos. De reojo vio como Lluvia inmovilizaba a sus caballos, pero él tenía problemas para lograr atar al suyo. Tirando con fuerza, hizo un último intento de nudo alrededor de una roca cercana.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Post breve, para no entorpecer. Hago otro intento de atar al caballo. Si la tirada no es suficiente, lo dejaré ir.

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26/12/2021, 13:26
Dungeon Master

En medio del caos, Lluvia Estelar consigue desenganchar a sus caballos del carro y forcejea con la cerradura de la jaula. Una vez que logra abrirla, esconde las llaves bajo una piedra fácilmente reconocible pero difícilmente alcanzable y se dispone a introducirse en la jaula junto con el pequeño dragón de Latón cuando las arqueras voladoras pasan por encima de su cabeza.

Haciendo pasadas rasantes sobre vuestra caravana, las arpías disparan de nuevo sus flechas mortales sobre una familia de humanos que viajan a pie. Una hiere a la madre y otra al bebé que uno de los hijos lleva en brazos. Los gritos de horror se mezclan con los relinchos de los caballos, los agudos lamentos de la ebanista elfa y las roncas maldiciones de los enanos.

El castigo de Gilean no se hace esperar y cae sobre una de ellas en forma de duro bastonazo. Armados con sus respectivas ballestas, Kylian y Briand se suman al ataque divino y también lo hacen otros viajeros con lo que tienen a mano. El disparo de Kylian, guiado por su dios, a punto está de acabar con la asesina de bebés; que trata de escapar lanzándose en picado hacia el precipicio. Los desesperados y torpes ataques de los viajeros, en cambio, solo provocan una lluvia de piedras y proyectiles que cae de vuelta sobre la caravana, provocando algunas pequeñas contusiones aquí y allá1.

Decidido a poner en fuga a la segunda, Thorwyn extrae la magia de la perla encantada que guarda en uno de sus numerosos saquillos para imbuir una vez más a su ballesta de infalible puntería.

Por su parte, Lowenherz consigue atar finalmente a su tozudo caballo y se dispone a echar mano nuevamente del arco que lleva a la espalda cuando la locura se enseñorea del desfiladero.

Apenas un segundo después de que Lluvia Estelar consiga autoconfinarse en su carreta y cerrar el candado2, el cántico de la emplumada criatura comienza a sonar, repetida por los ecos de las Astivar en una demencial cacofonía. Todos sin excepción sentís el impulso de seguirla mientras bate lentamente sus alas para quedarse suspendida sobre el precipicio con sus ojos brillando con malignidad.

Incapaz de sustraerse del canto sobrenatural, la mística que-shu comienza a arañar el candado que acaba de cerrar tratando desesperadamente de abrirlo y emprendiéndola a patadas contra las rejas a continuación, en un intento por escapar de la jaula.

El clérigo de Gilean, en cambio, haciendo gala de una enorme fuerza de voluntad o tal vez protegido por su dios, consigue abstraerse del canto y observa con espanto lo que sucede a su alrededor.

Un curtidor humano, incapaz de convencer a sus animales para que obedezcan y vayan en pos de la arpía, abandona su carro y se lanza al precipicio en pos de su inalcanzable objetivo volador dejando atrás su valiosa carga y lo mismo hacen sus dos escoltas armados.

Un poco más allá, la carreta del maestro cervecero se vuelca ante el forcejeo de sus caballos por liberarse y él queda atrapado bajo el vehículo.

Por el contrario, el carro de los ebanistas elfos parece inmune a los encantos de la arpía y de su interior todavía brotan los alaridos de dolor de la mujer por el asesinato de su hermano.

Aquí y allá, algunos viajeros se tiran por el desfiladero mientras otros luchan entre sí tratando de detener a un compañero hechizado. Particularmente dramática es la escena de la familia que acaba de perder a su bebé, peleando unos por suicidarse y otros por detenerlos.

Las dos escoltas del joyero enano abandonan a su patrón para avanzar sonrientes los tres hacia la brecha con los ojos brillantes y fijos en la demoníaca arpía y se arrojan al abismo. Él las sigue, hipnotizado, pero en el último instante su amor por las piedras preciosas se sobrepone a la magia del canto y consigue detenerse a tan solo un paso de la fatalidad.

En cambio, la pareja de alegres kenders echan a correr hacia su muerte para escuchar más de cerca a la voladora cantante sin reparar en el terreno y son engullidos por la grieta cuando el suelo desaparece bajo sus pies.

En el lado de los cultistas de Takhisis las cosas tampoco van mejor. Uno de los carros ha volcado y el otro directamente se ha lanzado al abismo espoleado por su carretero. Por todas partes se ve a tipos corriendo hacia la muerte y otros que pelean a brazo partido con sus camaradas para impedir que terminen como los otros.

La carreta de Thorwyn sigue en su lugar, aunque el caballo de carga que está atado atrás forcejea por soltarse. Y otro tanto ocurre con los demás animales de vuestro grupo. Por fortuna, tanto el de Lowen como los de Lluvia están bien atados. Lamentablemente, el caballo de Kylian no estaba atado y sin Dèmien en las riendas, los de Briand lanzan el carromato al abismo; es un milagro3 que el eje se parta y el vehículo quede suspendido del vacío en un inestable equilibrio mientras los animales se precipitan hacia su muerte.

También Briand, Thorwyn y Lowenherz abandonan sus respectivas posiciones e, incapaces de controlar sus propios cuerpos, avanzan hacia el precipicio con la mirada clavada en la pérfida asesina alada. Al borde del abismo, el caballero de Solamnia logra recuperar el autocontrol recordando su juramento de proteger a sus compañeros. Pero es demasiado tarde para que pueda hacer nada por la noble Le Besco y su pálido amigo arcanista.

Ambos sienten cómo el suelo desaparece de pronto bajo sus pies y sus cuerpos caen hacia las profundidades del desfiladero. La caída del enano la detiene uno de los cultistas, que se ha lanzado en el último segundo para agarrarle por el cuello de sus ropajes. La de Briand, la frena de forma dolorosa una puntiaguda plataforma de piedra diez metros más abajo, salvándola de una caída mortal.3

- Tiradas (33)

Notas de juego

Arpía 1 (22) → moribunda y en fuga
Lluvia Estelar (15) → 30/34
Arpía 2 (14) → herida leve
Kylian (11) → 28/28 [conjuros gastados: "curar heridas leves", "arma espiritual", "protección vs mal"]
Briand (9) → 14/28
Thorwyn (7) → 16/16 [conjuros gastados: "impacto verdadero"; perla de poder: 0/1 usos disponibles]
Lowenherz (5) → 36/36

1: Briand sufre 2 puntos de daño a causa de una pedrada accidental.
2: Lluvia es la única del grupo que actúa antes que la arpía 2 y por eso puede completar su acción de encerrarse en el carro.
3: Un milagro navideño.

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26/12/2021, 18:17
Kylian Brickstone

¡Briand, nooo! - Gritó Kylian con horror al ver como su cuerpo se precipitaba al vacío. 

Aquello se había convertido en algo demencial. Nunca antes había visto tal locura desatada en tan poco tiempo. Sabía que las harpías tenían el poder de convencer a otros para que hicieran su voluntad, nublando todo su raciocinio si hacía falta. Lo que nunca supuso fue que su poder fuera tan absoluto como para obligar a todas esas personas a tirarse hacia el barranco con una destino de muerte segura.

¡Por Gilean, detened esta locura! - Alzó la voz. Tan solo dos criaturas malignas habían provocado un mal tan indescriptible como aquel. Era terriblemente aterrador. - ¡Parad, parad! 

Debía matar a aquella ave. Era la única forma de impedir que siguieran ejerciendo su influencia sobre aquellas personas y así salvarles la vida. Un nuevo bastonazo impactó contra la harpía antes de que el arma espiritual se desvaneciera. Para ese entonces ya tenía un nuevo virote cargado en su ballesta. Apuntó y apretó el disparador, pero entonces algo falló...

- Tiradas (4)

Notas de juego

Arma espiritual golpea con 21 y 3 pg. 

Pifio disparando ballesta...

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26/12/2021, 18:31
Lluvia Estelar

Entre en el carro y descubro la cabecita de Jiłhazhí asomando desde el interior de un barril vacío, mirándome con curiosidad con su rostro de leoncito. Le sonrío y le digo que todo va a ir bien justo antes de cerrar el aro del candado.

A continuación, me agacho para recoger la ballesta que he dejado a mis pies pero no llego a empuñarla porque comienza a sonar una música bellísima en el exterior. Las paredes de gruesa lona azul no me dejan ver qué es lo que sucede al otro lado y busco una forma de escapar de mi prisión.

Miro con extrañeza el candado, preguntándome quién lo ha cerrado y forcejeo con él tratando de abrirlo. Primero con las manos desnudas hasta que las uñas se rompen y comienzan a sangrar. Después con la daga. Y después, cuando veo que no tendré éxito y la necesidad de salir se vuelve insoportable, comienzo a patear las rejas y a acuchillar la lona como una posesa.

—¡Dejadme salir! ¡Os mataré! ¡Dejadme salir, malnacidos! —aúllo, enloquecida, antes de romper a llorar de pura desesperación—. Por favor... Por favor, no me dejéis aquí...

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26/12/2021, 22:54
Thorwyn Runavieja

─¡Quítame las manos de encima, sucio humano! ¡Debo seguir esa criaturas angelicales! ¿No escuchas su canción?

El enano, embelesado por la canción de los monstruos alados, trataba de zafarse de su salvador, irónicamente uno de los cultistas. Salvado por un asesino. ¿Recordaría lo que había pasado si lograba sobrevivir, pese a sus esfuerzos por lanzarse al abismo para seguir a las harpías?

Entonces recuperó la lucidez. Por un instante Thorwyn se vio colgado, debatiéndose sobre un abismo que se abría a sus pies, mientras sonaba una música sobre él y un cultista, el que le había salvado la vida, le atenazaba para impedir que se precipitara hacia el vacío.

─Yo, eh, por las barbas de Reorx que lo lamento... ¡Igual que lo lamentará ese monstruo emplumado! ─exclamó el theiwar retrocediendo a suelo firme al segundo de disculparse con su salvador.

De la misma manera que una oleada de necesidad de avanzar hacia la harpía le había puesto al borde del abismo, literalmente, ahora una oleada de odio visceral estaba inundando al arcanista. Era el momento de actuar, se había acabado el pasar discreto por un simple comerciante. Las harpías debían morir.

Con gesto seguro y palabras firmes Thorwyn convocó un par de proyectiles en sus manos, que apenas convocados salieron disparados, infalibles, para impactar contra la harpía que todavía sobrevolaba el acantilado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Apunto a la harpía que sigue activa. Alcance de 130'. Si estuviera demasiado lejos utilizaría, como era mi plan original, Impacto Verdadero.

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27/12/2021, 11:19
Lowenherz Bremer

Atraido por aquel cántico infernal, Lowen había caminado hasta el borde del precipicio. Ya echaba un pie hacia el mismo, cuando una voz vino a él, hablándole. Era su voz, pronunciando un juramento en el pasado.

Protegeré a Gilyasí, protegeré a mis amigos.

¿Cómo podía proteger a sus amigos si se arrojaba por ese barranco? ¿Cómo podría garantizar que nadie tratase de gobernar a Gilyasí?

Calla, escucha la música. Vamos, ve hacia ella. Es tan hermosa...

Dio otro paso titubeante, y una piedrecilla rodó hacia el abismo.

¡No!

Despertó de repente. A su alrededor, la gente se despeñaba, indiferente a su horrible destino. Una de las arpías había caído, pero la otra continuaba con su horripilante cántico. Vio a Briand arrojarse al vacío, escuchó el grito desesperado de sus amigos, la retahila enloquecida de Lluvia. La mística había tratado de advertirles, pero Lowen no había sabido entender su mensaje. Ahora lo comprendía. No pudo ni siquiera gritar cuando vio a Briand caer. Su aliento no llegaba, debía salvarla, pero no podía. Vio a Thorwyn a punto de cometer la misma locura, pero uno de los cultistas lo salvó in extremis. Sólo Kylian plantaba ya batalla. Kylian y él mismo.

Alzó su arco. Para salvar el mayor número posible de vidas, debía clavar una flecha certera en aquel ser infecto. Matarlo, o ponerlo en fuga. Que los dioses le ayudasen. Disparó mientras comenzaba a retroceder.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya drama de tiradas :(.

Disparo y hago un movimiento hacia atrás, alejándome del abismo y acercándome hacia el carro de Lluvia.

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27/12/2021, 20:46
Briand Le Besco

Briand se encontraba mareada, adolorida, atontada... ¿Qué había pasado? La espalda le dolía terriblemente, y a su alrededor no podía contemplar otra cosa que el vacío mismo. Una fuerte y cacófona melodía resonaba desde los cielos, una que hacía eco en cada esquina de la nada y en su cabeza misma. No podía parar de prestarle atención, en un sufrimiento autoinfligido pero adictivo e irremediable... ¿Era esto un sueño, o una pesadilla? Sólo podía apreciar en los cielos, por encima de ella, la fuente inalcanzable de aquella tortuosa e irresistible voz, alzando su brazo en lo alto...