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[DM 22/08] Dragonlance - El Torreón del Capitán del Viento

Capítulo IV - El chamán del pantano

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15/09/2022, 14:30
Dungeon Master

15 Argon 433 AC

Aunque Klunurig conoce bien las inmediaciones de Mem, os lleva dos días llegar hasta vuestro destino. El druanti hubiera tardado mucho menos en llegar bajo la forma de una gran gaviota, pero Enrielle ha insistido tanto en acompañarle que finalmente ha tenido que realizar el viaje a pie.

La mayoría de los animales del pantano os han dejado tranquilos y los que no han tenido el bun juicio de hacerlo han terminado ensertados por las flechas de la legionaria de acero o engullidos por alguna otra fiera que misteriosamente aparecía por allí respondiendo a la llamada de Klunurig.

Y, al caer la tarde de vuestro segundo día de caminata, llegáis hasta una cabaña construida en un barrizal boscoso en mitad de ninguna parte. De no haber viajado en compañía del druida enano, Enrielle probablemente la hubiera pasado por alto bajo la ténue luz crepuscular.

En las inmediaciones de la choza un bakali perfectamente mimetizado con su entorno se deja ver al reconocer a Klunurig, saludándole en su lengua natal.

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15/09/2022, 14:50
Tzuga Chanti

—Vienes sin tus hermanos, druanti, y sin la bestia leal que te seguía a todas partes. Y, en cambio, viajas en compañía de una hembra de la pústula. Extraña compañía para un bakali. ¿Piensas canjear su vida por la de tus hermanos esclavizados o acaso es la cena que me traes para celebrar tu victoria?

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15/09/2022, 22:07
Klunurig Tzé

Aprovechando el viaje a pie, Klunurig anduvo buena parte del tiempo pendiente de la flora que les rodeaba, recogiendo flores de colores extraños, raíces retorcidas y tallos olorosos. Todo ello con intenciones que no llegó a revelarle a la mujer-arquera. El paso de ella le rezagaba constantemente, lo que confirmaba que aquel vendaval-de-muerte poseía una sola virtud: la de sembrar de cuerpos sin vida su camino, pero ninguna otra. Pese a ello, Klunurig no perdió el entusiasmo por presentarle a Tzuga Chanti a aquellos guerreros temibles que habrían de liberar a su pueblo del terrible gusano... o eso pensaba él.

En todo caso, tras dos largas jornadas, al fin vislumbraron la cabaña en la que el druanti se había criado durante largos años, aprendiendo los secretos de la ciénaga y aumentando su conexión con ella gradualmente. Ahora, sin embargo, sentía cierto nerviosismo al acercarse a su viejo maestro, el cual mostró con nuevos y estentóreos gruñidos.

- ¡Humph! - miró a la mujer-arquera de las flechas-de-muerte - No enseñes los dedos. Mucho. - dijo en la lengua del enemigo.

Después de aquello, inició una conversación en su lengua natal que tuvo, más que nada, muchos gruñidos y sonidos guturales.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago un pequeño flashback y aprovecho para el tema de buscar componentes naturales para fabricar algunos venenos más adelante. No sé si la tirada sería la que he hecho o Supervivencia (en cuyo caso el resultado sería un 23).

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15/09/2022, 22:14
Klunurig Tzé

Klunurig se detuvo ante su maestro.

- No traigo a mis hermanos, ¡oh maestro! Pues están todos muertos, y sus cuerpos alimentan ahora al pantano, y servirán para renovarlo y hacer crecer nueva vida.

Sabía que aquello no agradaría a Tzuga Chanti, pero debía continuar hablando.

- Mis hermanos se negaron a luchar. ¡Cobardes! ¡Humph! Yo les ofrecí romper sus cadenas e invocar el poder del pantano para que se rebelasen contra la pústula. Pero ellos prefirieron seguir siendo prisioneros, y murieron después... ¡Luchando por la pústula! ¡Humph! ¡Humph! - tomó aire para soportar la ira que volvía a aflorar en sus venas - Pero yo digo: ellos eran débiles, y el pueblo bakali procreará y tendrá nuevos hijos, más fuertes y menos cobardes.

Dicho aquello, señaló a la mujer-arquera que lanzaba flechas-de-muerte.

- Ella parece una mujer de la pústula, pero no lo es. ¡Humph! Vino acompañada de un espectro-vengativo, y entró en la pústula sembrando la muerte con su arco. ¡Sí, ella y sus amigos son el Vendaval-de-muerte, que siembra de cuerpos el camino! Ellos mataron a todos los apestosos goblins de aquel lugar, y también a todos los infames humanos, con cuyos dedos habríamos celebrado un banquete digno del pájaro-de-llamas-azules. ¡A todos! El vendaval-de-muerte es la respuesta que buscábamos, maestro Tzuga Chanti. ¡Humph! ¡Humph! Ellos nos ayudarán a librar a la ciénaga de la presencia del gusano negro. Incluso arrancaron la pústula del suelo: ya no infecta nuestro hogar, sino que flota en el aire como una nube.

Klunurig jadeó, exhausto por la larga perorata. Su maestro podía ser intransigente. Puede, incluso, que quisiera comerse los dedos de la mujer-arquera para saciar su hambre. Pero el druanti había comprendido más allá de su hambre de dedos humanos (más que saciada a esas alturas). ¿Lo vería Tzuga Chanti?

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16/09/2022, 00:10
Tzuga Chanti

—Muerte y vida. Vida y muerte. Todo es una misma cosa en el pantano —responde el viejo chamán hombre-lagarto con gravedad, sin dar muestras de consternación por las noticias que le llevas—. Lo que vive da muerte y lo que muere da vida. Así ha sido siempre. Así ha de ser. Como predices sabiamente, otros vendrán que se harán dignos de ser llamados bakali. Que la fecunda Krik'k lettz y el ardiente Sirr'ushush escuchen tu profecía y le den cumplimiento cuando las cadenas del miedo al dragón se hayan quebrado. Aunque sospecho que eso no lo verán mis cansados ojos.

»Debes guardarte del terrible Morhlex, bendecido del Pájaro-de-Llamas-Azules —te aconseja con seriedad—. Las estrellas no anuncian su caída, ni la vaticinan los insectos innúmeros del pantano. No hay fuerza alguna que con la suya pueda medirse, ingenuo druanti. Su voz es un terremoto y sus alas, la noche eterna sobre nosotros. Debes llevarte tu Vendaval-de-Muerte lejos de aquí, lejos de su cólera mientras aún puedas hacerlo. Porque el Gran Señor no verá con el mismo agrado que yo la proeza que habéis hecho al erradicar la pústula de nuestras tierras. El venerable Tzuga Chanti no te crió para ser víctima de Mohrlex el Inefable.

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16/09/2022, 10:50
Enrielle

El viaje fue tedioso y largo. Llevaban dos días viajando, y ese enano loco y musgoso no le había dicho que iban a tener que patearse la ciénaga durante dos condenados días. Refunfuñaba, preguntándole frecuentemente cuánto quedaba, pero el otro le contestaba poco más que tonterías. Empezaba a pensar que se habían perdido cuando Klunurig se detuvo señalando una dirección. Enrielle tuvo que esforzarse para ver la choza.

—¿Qué? ¿Por qué...?— preguntó Enrielle sin comprender por qué demonios debía esconder sus dedos, sin sospechar que bien podía regresar con un par de ellos de menos si al tal Tzuga Chanti le daban ganas de un aperitivo. Hizo caso y se cubrió sus blanquísimas manos, quizás alejando la posibilidad.

Enrielle observó la figura que se hizo visible a la escasa luz sin mucha sorpresa, salvo por lo bien escondido que estaba. No era más que otro bakali, vaya. Pensó que pasaba como con los goblins, que eran todos prácticamente iguales. Quizás la mayor diferencia era que este parecía más viejo y gordo que otros que había visto.

La joven no dijo nada, mirando al uno y al otro gruñéndose, sintiéndose fuera de lugar. Maldijo haber accedido a la petición de visitar al estúpido maestro de ese estúpido enano desequilibrado. Debía haberlo sospechado, maldita sea, pero estaban en un momento delicado con la muerte de "sus hermanos" y tal que no le quedó más remedio.

Cuando le parecía que ambos dos hacían una pausa en su conversación, Enrielle intentaba intervenir. Tuvo que hacer varios intentos porque no terminaba de quedarse con las pausas de una conversación bakali, y esos dos no dejaban de gruñirse.

—Os saludo, venerable Tzuga Chanti. Mi nombre es Enrielle, del Vendaval de Muerte. — se presentó, hablando en nordmaariano. Hacía mucho que no lo usaba, y tuvo que hablar despacio para recordar las palabras y pronunciarlas bien — Tu discípulo nos ha hablado mucho de tu sabiduría y me pidió venir. De modo que aquí estoy, en representación del resto de mi grupo para conocer al maestro de tan hábil, eh... — ¿qué demonios era Klunurig? No lo sabía. — bakali.

Se quedó expectante, pensando si el bicho ese se estaría enterando de algo o si estaba haciendo el idiota. Pero si estaban en Nordmaar, la lógica le decía que debía hablar nordmaariano...

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16/09/2022, 16:28
Dungeon Master

Después de haber intercambiado opiniones con Klunurig, el chamán bakali se acerca a Enrielle y la observa atentamente mientras ella se dirige a él. Tzuga Chanti gruñe y la olfatea, estudia con atención su cabello castaño rojizo y también sus largos y blancos dedos de arquera girando a su alrededor para estudiarla mejor.

No hay forma de saber si entiende o no lo que ella le dice, pero quien con toda seguridad no la comprende es Klunurig.

Con un repentido bufido, el viejo chamán se da media vuelta y se marcha a su pequeña choza sin añadir nada más, dando por terminada la conversación con ambos.

Estáis a punto de marcharos cuando le veis salir de nuevo llevando algo entre sus grandes y garrudas manos.

En su garra derecha lleva un atadillo hecho con la piel de un cocodrilo, que no contiene más que tres bellotas de aspecto corriente y que le entrega a Klunurig con solemnidad, como si fuera un valioso regalo.

A continuación, se acerca a Enrielle y, tras examinarla de arriba abajo varias veces una vez más, le ofrece el contenido de su garra izquierda. Una larga flecha pintada con franjas alternas de color rojo, amarillo y negro, similares a las rayas de una serpiente venenosa. En vez de punta, en su extremo lleva atado el colmillo de uno de estos animales pero de tamaño gigantesco.

Sin mediar palabra, os hace gestos con las manos como quien espanta a unos insectos molestos y, con un último gruñido, regresa al interior de su cabaña para no salir más.

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17/09/2022, 08:37
Enrielle

Enrielle aguantó sin moverse mucho el examen del chamán, sobresaltándose ligeramente con los bufidos repentinos. Por suerte concluyó sin recibir ningún mordisco.

—Gra... — el agradecimiento de Enrielle se quedó a medias y en el aire, pues el chamán la interrumpió con el gesto de que se fuera  y ya iba camino de su cabaña.

Miró la flecha. Debía ser su forma de agradecer haber rescatado a su discípulo. O quizás se la había dado para que se marcharan y lo dejaran en paz de una vez. Se quedaría sin saberlo, al igual que no sabría si le había entendido o no.

Miró a Klunurig para ver si también se había quedado con un palmo de nariz, pero supuso que el enano estaría acostumbrado al trato de los bakali, claro.

Como fuere, era evidente que el chamán les había dicho que se largasen los dos de allí. Enrielle miró el cielo cada vez más oscuro, y luego a su extravagante nuevo compañero.

Bien Klunurig, no sé qué te habrá dicho a tí, pero creo que quiere que nos vayamos de aquí. Volvamos a la "pústula" y saquémosla de tu pantano. Es hora de volver a la civilización. — le dijo con una sonrisa, aunque ésta no tardó en desvanecerse cuando se imaginó al enano paseando por Kalaman, con ese aspecto vegetal que tenía, mirando todo con desaprobación y emitiendo un ronco "¡Huumph!" a cada poco.

Lo miró con preocupación sin querer acordarse, además, del nuevo Kylian. Empezó a pensar que no sería buena idea.

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17/09/2022, 10:14
Klunurig Tzé

Klunurig se quedó como mudo cuando terminó su conversación con Tzuga Chanti. No paraba de murmurar, con un runrún repetitivo que se escuchaba como de fondo. Humumumumumumumph. No decía nada, ni dijo nada cuando su maestro le entregó el regalo. Aún tardaría un rato en ver qué era.

¿El gusano Mohrlex, el favorecido del pájaro-de-llamas-azules? Claro, Tzuga Chanti se lo decía continuamente, pero Klunurig tendía a dejarse llevar por sus ensoñaciones demasiado a menudo. Al ver al vendaval-de-muerte, había estado seguro de que aquella era la señal que esperaban desde hacía años. Pero al parecer el ancestral chamán no estaba demasiado impresionado.

- Huuuumph.

Tzuga Chanti opinaba que debían marcharse del pantano cuanto antes. Algo sobre que al gusano no le haría gracia haber arrancado la pústula. Claro, aquel ser corrupto y contaminador de su tierra se complacía de tener un nido de pestilencia y criadero de goblins en sus dominios. Y el pájaro-de-llamas-azules se había burlado de ellos al devolver al espectro-vengativo como una hembra de esa plaga. Estúpido pájaro-de-llamas-azules...

- Huuuuuuumph.

Tendría que marcharse con el vendaval-de-muerte. Sería parte de él, durante un tiempo. Se llevarían la pústula, pero habría que purificarla. Ah, sí, ahora que no tenía asquerosos goblins (sólo aquel enviado por el pájaro, que sin duda era distinto y podría servir a sus planes), podría convertirse en un buen lugar para vivir. Krik'k lettz escucharía sus plegarias, y llenaría ese lugar enfermo con nueva y exhuberante vida. Tendría que llevarse abundante barro, sí.

- Huuuuuuuumph.

Tras un largo rato, por fin miró a Enrielle, la mujer-arquera, que le había hablado. No sabía qué era eso de civilización, pero aún así asintió.

- Tzuga Chanti no piensa que sea la hora del gusano corrupto, así que no podremos conducir al vendaval a su encuentro. - dijo gravemente - Aún.

Y dicho aquello, echó a andar. Había camino por recorrer.

Notas de juego

Máster, para atraer al Compañero animal ¿debo estar en tierra, o puedo celebrar el ritual en lo alto de la fortaleza y luego bajar a buscar al bicho?

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18/09/2022, 13:10
Enrielle

Enrielle tardó unos instantes en saber de qué gusano corrupto hablaba Klunurig. Debía referirse al dragón Mohrlex. Aparentemente el maestro tenía más sesera que el estrambótico enano, lo cual fue un alivio temporal, pues sabía que volvería a la carga con llevar al Vendaval a liberar a su pueblo y demás...

Bien. Bueno, confío en la sabiduría de tu maestro, Klunurig. Ya... ya habrá tiempo más adelante, seguro. — guardó la flecha junto a las demás en el carcaj y caminó en pos de Klunurig.

Así anduvo algún rato hasta que rompió el silencio. Llevaba días rumiando acerca de esa extraña sensación que parecía aumentar por días desde que llegaron al pantano. La presencia de Klunurig y el encuentro con su maestro la habían agudizado.

Oye Klunurig. Hace semanas que llegué con mis amigos al pantano, y desde entonces noto... algo. Cada vez más. Te parecerá extraño, pero noto una extraña conexión. A veces los dedos me hormiguean, el vello se me eriza, y creo que el pantano está vivo y respira. Como si bajo el barro hubiera algún poder muy antiguo que de alguna forma puedo sentir. Y me preguntaba si tú... — dudó. ¿Seguro que le quería pedir ayuda a él? Suspiró, no veía a alguien mucho mejor. Lluvia estaba más unida a sus espíritus que al pantano. —  Si tú, que estás tan unido al pantano, sabes qué puede ser y qué puedo hacer.

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19/09/2022, 12:04
Klunurig Tzé

Klunurig escuchó a la mujer-arquera con curiosidad. Claro que el pantano respiraba y estaba vivo, pensó. Pero quizá, además, se hubiese iniciado un extraño vínculo entre este y el vendaval-de-muerte. Klunurig contempló con el ceño fruncido a la mujer, extendiendo una mano musgosa hacia la de ella, y tornándola hacia arriba.

- Huuuuumph. - gruñó pensativo, mientras cerraba los ojos, concentrándose en el poder que bullía bajo sus pies.

En efecto, al tocar la mano desnuda de la mujer-arquera, sentía la misma vibración, aunque más débil.

- Humph. Sí, el pantano te ha elegido, Enrielle-arquera-de-las-flechas-de-muerte. Él fluye ahora a través de ti, aunque tú no sabes cómo hacerlo fluir. Humph. Esto es interesante, sin duda un mensaje del pantano para Klunurig Tzé.

Se agachó, cogiendo un puñado de barro, y untándolo por la mano de la mujer-arquera.

- Tú estás desnuda, debes vestirte del pantano. Después debes aprender a hablarle, para que vea por tus ojos. Y a escucharle, para entender lo que él desea. Sí, yo puedo enseñarte, Enrielle-flechamuerte. ¡Humph!

Sería su primera discípula, igual que él lo había sido de Tzuga Chanti. El pantano le enviaba una señal: el signo del gusano cambiaría cuando su discípula estuviese preparada.

Notas de juego

Klunurig te enseñará los poderes del pantano, joven padawan :D.

Por mi parte ya estaría. Nos vemos en unos días ^^.

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19/09/2022, 14:03
Enrielle

Una atónita Enrielle observaba el enorme pegote de barro en su blanca piel. ¿Elegida por el pantano? ¿Hacerlo fluir? Y lo peor de todo, ¿discípula de ese enano loco? Todo era demasiado demencial y absurdo... y aun así, una parte de ella seguía sintiendo de algún modo la sutil vibración de energía que bullía al tocar la mano rugosa del druanti.

— Vestirme del pantano... se mordió el labio. Su armadura de cuero, tan limpia, pronto llena de barro otra vez. Maldita sea, tanto esfuerzo para nada.

Miró a Klunurig, su barba y cabellos verdosos. Suspiró largamente. Desde que llegaron se había estado quejando del pantano, de los insectos y de los bakalis tarugos, y ahora, que ya iban a marcharse, le tocaba llevarlo pegado. ¡Estúpidas señales del pantano!

Se agachó, rezongando algo, y empezó a untarse de barro los brazos, las piernas y hasta su pálida tez. Primero con reservas, pero la mirada penetrante de Klunurig y un grave gruñido hicieron que se aplicara una cantidad más generosa. Cuando acabó  y se puso en pie, tan solo sus ojos verdes y su melena quedaron medianamente limpios.

Cerró los ojos e inspiró profundamente, tratando de sobreponerse a la asquerosa sensación de estar untada de barro de pies a cabeza y sentir el fluir del pantano, dispuesta a aprovechar ese poder, por pequeño que fuese. Cuando los abrió, miró con decisión al enano demente.

— Vamos, tenemos unos días por delante hasta que lleguemos a la pústula. Enséñame el Camino del Pantano, Klunurig Tzé. Estoy preparada.

Notas de juego

JAjaja genial.

Por mi parte también listo, y supongo que ya nos veremos después de la elipsis de nuestra vuelta a la fortaleza. Entiendo que durante los dos días de viaje caminarán y Enrielle practicará las lecciones de Klunurig con las fuerzas místicas del pantano, dar cera pulir cera, aguantar sus idas de flapa y todo eso xD y ya para cuando lleguen estará familiarizada con tirar conjuros de exploradora. Magnífico. No se me ocurre otra forma mejor para el despertar de su poder xD

¡Nos vemos en unos días, que sea leve el curro!

Edit: en vez de Enrielle ha venido Lord Xeen a postear xD