Partida Rol por web

[DM 23/06] Dragonlance - El asedio de Palanthas

Capítulo I - Rumbo al Imperio

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08/06/2023, 00:02
Dungeon Master

2 H'rarmont 433 AC

Cuando abandonasteis las inmediaciones del Monte del Cuerno y del reino enano de Thoradin, hace jornada y media, hacía días que no quedaba vino en vuestra despensa y apenas provisiones suficientes para semana y media de viaje.

Por fortuna, pensasteis, Sanction se encontraba a unas cincuenta millas de vuestra posición y exactamente en la dirección de Palanthas. Pasaríais sobre ella y podríais reabasteceros.

Lo cierto es que no es mucho lo que sabéis sobre esta gran ciudad ubicada entre tres enormes volcanes conocidos como los Señores de la Muerte: que había sido tradicionalmente un bastión de las fuerzas de la oscuridad y que fue allí donde los huevos de dragones de colores metálicos se corrompieron por primera vez para crear draconianos bajo el templo de Luerkhisis.

Incluso después de la victoria de las fuerzas de Piedra Blanca durante la Guerra de la Lanza, Sanction seguiría estando bajo el control de la influencia de los Señores de los Dragones supervivientes primero y de los caballeros de Neraka después. No sería hasta el final de la Guerra de los Espíritus, o eso dice Ailas, que la ciudad pasaría a tener un gobierno independiente. Sin embargo, de acuerdo con las informaciones de Sombrasilente, todo apunta a que actualmente se considera como la joya oriental del Imperio Solámnico.

En el pasado, la presencia de vuestra fortaleza voladora no ha recibido bienvenidas muy cariñosas por parte de los solámnicos; pero no lo que ninguno de vosotros esperabais es al enorme dragón de escamas broncíneas que os sale al paso al aproximaros a pocas millas de la ciudad.

Desde su privilegiada posición en las almenas de la barbacana, Ulfgar escucha las voces de alarma de los guardias silvanesti. Cuando alza la cabeza, descubre al dragón más grande que nunca antes haya visto.

Está claro que este encuentro no es casual y que va a por vosotros.

Los demás, ajenos a la situación, no os percatáis de que hay una amenaza en el cielo hasta que uno de los elfos, siguiendo las directrices dadas por el túnica blanca, activa la campanilla mágica del patio, haciendo que en toda la fortaleza resuene un estruendoso rugido.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Es mediodía, más o menos. Enrielle está pilotando, Ailas en sus aposentos meditando los conjuros para esta jornada, Kylian en la biblioteca, Ulfgar en la barbacana trabajando en su balista y Klunurig haciendo lo que sea que hace Klunurig xD

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12/06/2023, 10:03
Kylian Brickstone

Qué gran recibimiento... - Se dijo a si mismo. 

No esperaba respuesta de sus compañeros, aunque creía que pensarían si no lo mismo, algo muy similar. Poco tiempo había para prepararse, aunque lo que estaba claro era que tenían que pensar rápido y que contra una criatura de tales características, iban a sufrir bajas importantes. Al menos eso creía él, pues para colmo, luchaban a campo abierto.

Teníamos que haber ido al pantano... - Pensó bastante molesto. - ¿Por qué nunca le hacen caso al guía? ¡Estúpidos agentes de la neutralidad!

¡Oh Gilean, haz que mi bastón golpee con la dureza de mil ramas mecidas por un huracán! - Imploró a su dios patrón.

Notas de juego

Conjuros preparados

- Nivel 0 [6/día. CD 10 + 3 (SAB)]: detectar magia1 x2, luz x2, crear agua x2

- Nivel 1: [5+D/día. CD 11 + 3 (SAB)]: favor divino, escudo de la fe, bendecir, niebla de oscurecimiento, quitar el miedo, detectar puertas secretasD,1

- Nivel 2: [5+D/día. CD 12 + 3 (SAB)]: fuerza de toro x2, arma espiritual x3, detectar pensamientosD,1

- Nivel 3: [4+D/día. CD 13 + 3 (SAB)]: circulo mágico contra el mal, luz abrasadora x3, clariaudiencia/clarividenciaD,1

- Nivel 4: [3+D/día. CD 14 + 3 (SAB)]: caminar por el aire, arma mágica mayor, poder divino, adivinaciónD,1

- Nivel 5: [2+D/día. CD 15 + 3 (SAB)]: descarga flamígera, poder de la justicia, visión verdaderaD,1


Lanzo arma mágica mayor.

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12/06/2023, 15:17
Bugambilia

Bugambilia había estado haciéndole compañía a Agapanto. No habían hablado de nada, claro. Agapanto no podía más que hacer unos ruidos raros cuando intentaba decir algo, y ya hacía mucho tiempo que había dejado de hacerlo. Así que Bugambilia simplemente se había sentado en un taburete a verle trajinar en su cada vez más vacía cocina. De vez en cuando sus miradas se cruzaban. Y ya.

Cuando había pasado algún rato y Bugambilia se aburrió, se levantó y se fue a ver al Señor Enano por si necesitaba algo. Cruzó el patio de armas dirección a la barbacana, cabizbaja y arrastrando los pies. Empezaba a subir hacia la parte superior cuando escuchó la alarma que había preparado Señor Elfo. Un pellizco se le cogió en el estómago, y echó a correr. Cuando llegó se asomó, y pudo ver al gigantesco dragón volando sobre ellos. Era el bicho más grandísimo que hubiera visto nunca jamás. Era como el dragoncito pequeñito que había en la habitación junto a la que dormía, pero mucho, mucho, mucho más grande.

—¡Señor Ulfgar, señor Ulfgar, póngase a cubierto o le comerá! — le dijo haciendo señas para que se escondiese con ella. — Deberíamos llamar al dragón pequeño que vive en el castillo. A lo mejor puede hablar con él y le convence para que no nos coma. Pero a lo peor no quiere salir...

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12/06/2023, 15:47
Ulfgar Eisbart

─¡Eh, hola! ─exclamó alegre y sonriente el ingeniero enano al darse cuenta del nuevo visitante─ ¡Bienvenido! ¡Alabado sea Reorx por tu llegada!

Ulfgar acompañaba sus exclamaciones con aspavientos con sus brazos para saludar al dragón.

De la misma manera que no todos los enanos eran iguales, lo mismo pasaba con los dragones. Los dragones cromáticos, como bien atestiguaba la estatua que todavía ocupaba la parte central de una de las salas de las torres de la fortaleza volante, servían a Takhisis, una diosa malvada. Los dragones metálicos, en cambio, eran poco menos que la encarnación del bien. Aquel enorme broncíneo era, sin duda, protector de Sanction.

Era una suerte que los demás no hubieran percibido todavía la llegada del gigantesco dragón, pues seguramente reaccionarían como siempre: atacando como opción defensiva. Eso hubiera sido un error de tan grandes proporciones como el ser escamoso que se les venía encima, pensó para sí el enano.

Por desgracia pronto los elfos dieron la voz de alarma usando el artilugio mágico de Ailas y sonó el rugido de un dragón.

─¡Apagad esa cosa, envía un mensaje confuso!

Si el dragón les tomaba por enemigos no tardarían en sucumbir. Daba igual cuánto implorasen a los dioses o qué táctica o arma intentase usar, no serviría de nada. Simplemente era demasiado grande. Y morir aniquilado por su aliento sería no sólo tremendamente doloroso sino también tremendamente estúpido. Había que alegrarse de su visita, no intentar agredirle.

─¡Es broncíneo! ¡Es de los buenos! ¡No le ataquéis! ¡Repito, no le ataquéis!

Una pequeña presencia se coló hasta la barbacana, cerca del enano, dándole un susto considerable. Era Bugambilia.

─¿Qué? ¡Sí, sí, buena idea, Bugambilia, ve a por el dragoncito! ¡Puede que nos haga de mediador!

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12/06/2023, 19:48
Ailaserenth Sëlanar

Me encuentro estudiando mi libro de hechizos en la tranquila seguridad de mis aposentos cuando escucho un poderoso rugido procedente del exterior.

Cualquiera que sea la amenaza, llega en un momento extraordinariamente inoportuno, porque no he tenido ocasión de preparar todavía los conjuros para la nueva jornada.

Por un momento me planteo la posibilidad de hacer caso omiso de la llamada y dejar que mis compañeros se ocupen de lo que quiera que hayan detectado pero entonces recuerdo que a estas horas quien debe estar pilotando la fortaleza es Enrielle. Eso significa dejar la situación únicamente en manos de Ulfgar o, peor aún, de Kylian y Klunurig.

Con un involuntario escalofrío, me incorporo de mi silla y miro con pesar mi grimorio. Ni siquiera puedo ponerlo a salvo en el plano etéreo...

Resignado, abandono mi estancia por la salida secreta situada detrás del tapiz y ésta me conduce directamente al tejado del comedor, donde Shilara ha hecho su nido. Desde allí alcanzo a avistar el motivo de tanto revuelo: un gran dragón metálico que vuela rápidamente hacia nosotros. 

Siento el impulso de lanzar un conjuro protector pero sería totalmente ridículo. Mi magia no puede protegerme de esas garras, ni de su aliento mortal. Tratar de maniobrar para alejarnos de su trayectoria o huir de él también sería absurdo, puesto que es mucho más rápido que esta fortaleza. Lo único que tendría sentido es teleportarnos a otro lugar, pero no he tenido ni el tiempo ni los recursos materiales para transcribir un nuevo pergamino. Tal vez mi montura y yo tuviéramos una oportunidad de escapar mientras se entretiene destruyéndolo todo, pero los demás...

—Valor, Shilara —le pido a mi leal compañera en mi lengua natal, mientras me encaramo a la silla de montar—, tenemos que interceptarlo antes de que a alguno le dé por provocar su imparable cólera.

- Tiradas (2)

Notas de juego

He dado por supuesto que desde el tejado podía ver al dragón de bronce y trato de identificarlo pero, si no es así, indícamelo y rectifico mi turno.

Lógicamente no solo no tengo preparados conjuros para este encuentro específico (que sería metajuego), sino que considero que tengo gastados los conjuros que uso diariamente:

Conjuros arcanos preparados (NL 10)
- Nivel 0 [4+A/día. CD 16]: leer magiaAcuchichear mensaje, cuchichear mensaje, luz, prestidigitación
- Nivel 1 [6+A/día. CD 17]: comprensión idiomáticaAalarma, armadura de mago, proyectil mágico, retirada expeditiva, sirviente invisible, soportar los elementos
- Nivel 2 [6+A/día. CD 18]: ver lo invisibleA, disfrazarse (prolongado), imagen múltiple, invisibilidad x2, fuerza de toro, protección contra las flechas
- Nivel 3 [4+A/día. CD 19]: clariaudiencia/clarividenciaA, acelerar, bola de fuego, detectar pensamientosA
- Nivel 4 [4+A/día. CD 20]:  escudriñamientoA, esfera de invisibilidad (prolongado), globo menor de invulnerabilidad, polimorfar, tentáculos negros
- Nivel 5 [3+A/día. CD 21]: ojos fisgonesA, cofre secreto, espejismo arcano, sanctasanctórum privado
A: Adivinación [+1 conjuro diario/nivel; +1 CD; +1 NL; +1 TS]

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12/06/2023, 23:03
Klunurig Tzé

Klunurig andaba merodeando por su torreón, atendiendo a sus pobres plantas, que no terminaban de acostumbrarse a tantos cambios de clima. Por un momento había tenido la esperanza de que acudirían de vuelta a su hogar, el pantano, a enfrentarse al apestoso gusano-negro Mohrlex. Pero, al final, aquello se había quedado en nada. Enrielle-flechamuerte había dicho un montón de cosas y le había llamado enano (omitiendo el bakali) y luego no habían hablado más.

El druanti estaba bastante gruñón, incluso más de lo habitual. Se paseaba por su torreón mirando con desgana las flores poco lustrosas y los frutos escasamente ponzoñosos que dejaba su árbol, tirándose a ratos entre el fango, o diciéndole cosas a Kifaru. El poderoso rinoceronte aún no había podido demostrar su fuerza, aunque cada vez era capaz de atender a más instrucciones.

Cuando le llegaron los rugidos de alarma, el druanti giró la cabeza con escaso interés. Sin duda nuevos peligros acudían a la pústula purificada, que ellos no utilizarían para ir a liberar a su pueblo ni para purificar otras pústulas. Klunurig no había entendido del todo qué demonios iban a hacer, pero sospechaba que nada más que sobrevolar pústulas sin hacer nada.

La voz de alarma era tan insistente que no pudo evitar salir fuera del torreón a ver qué demonios pasaba. Lo cierto es que no tenía ganas de sembrar la muerte, que lucharan los otros miembros del vendaval para ir a salvar pústulas. Pero, entonces, vio la enorme figura que se les acercaba. Un gusano-marrón gigantesco. Quizá tan grande como Mohrlex.

- ¡Humph! ¡Gusano marrón! ¡Destruidlo!

Notas de juego

Me preparo el kit de conjuros de viaje que tengo puesto por defecto en mis Notas:

- Nivel 0: [6/día. CD 15]: Curar heridas menores, Crear agua, Purificar comida y bebida, Detectar magia, Conocer la dirección, Luz.
- Nivel 1: [6/día. CD 16]: Curar heridas leves x2, Hablar con los animales, Hechizar animales, Flamear, Fuego feérico
- Nivel 2: [5/día. CD 17]: Piel robliza, Fuerza de toro, Gracia felina, Resistir energía, Esfera flamígera
- Nivel 3: [4/día. CD 18]: Colmillo mágico mayor, Protección contra la energía, Brotar de espinas, Crecimiento vegetal
- Nivel 4: [3/día. CD 19]: Curar heridas graves, Descarga flamígera, Tormenta de hielo
- Nivel 5: [2/día. CD 20]: Muro de fuego, Tormenta de relámpagos

En cuanto el dragón entre en rango, si nadie hace nada por impedirlo, voy a ir preparando un Llamar tormenta de relámpagos para ir calentándole el hocico. ¿Qué día hace? ¿Unas nubecillas? :D.

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12/06/2023, 23:18
Dungeon Master

Batiendo sus enormes alas, de más de diez metros cada una, el descomunal wyrm se cierne rápidamente sobre vuestro hogar; ocultándoos es sol con su enorme cuerpo y proyectando su sombra aterradora. Cuantos lo contempláis, podéis sentir su desagrado por vosotros casi como algo físico; como si os hubieran dado un puñetazo en la boca del estómago y os costase respirar.

En el extremo opuesto del patio de armas, Klunurig sale de su torreón y alza los brazos para conjurar una tormenta que repela al inesperado e indeseado visitante. En un abrir y cerrar de ojos el cielo se cubre de oscuras nubes.

Desde las alturas, Ailaserenth ve a sus compatriotas silvanesti tratando de ocultarse de la aterradora presencia; y también ve algo más: un jinete cabalgando a lomos del dragón. Espolea a Shilara para que se aproxime a la criatura pero, al sobrevolar la barbacana y encontrarse frente a frente con el monstruoso dragón de bronce, la hembra de grifo se encabrita y a punto está de descabalgar al túnica blanca cuando un deslumbrante relámpago cae del cielo para impactar contra la criatura.

Pocos metros por debajo, Ulfgar debe hacer un enorme esfuerzo para que no se le note que la voz le tiembla tanto como las rodillas al dirigirse a la criatura, mientras se cubre los ojos ante el resplandeciente estallido eléctrico.

Asomada a la puerta de su biblioteca, Kylian ve pasar frente a ella a Bugambilia a toda velocidad y desaparecer por la entrada de la herrería. La kender corre como si le fuera la vida en ello en busca de Jilhazhí, tratando de escapar de la sombra y subiendo los peldaños de dos en dos con ágiles saltitos.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Ailas, Kylian, Klunurig y Ulfgar se encuentran estremecidos [-2 a las tiradas de ataque, pruebas de Característica y habilidad y TS]

Desde esta distancia, Ailas sabe (pero no los demás) que lo que tiene delante probablemente sea el ejemplar de dragón de Bronce más viejo y más grande de todo Ansalon. Su aliento eléctrico debe ser como la más terrible de las tormentas y su magia, tan poderosa como la de cualquiera de los magos del Cónclave.

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12/06/2023, 23:29
Dungeon Master

Aparentemente ileso tras la descarga recibida, el dragón abre sus fauces, ruge colérico y vomita un segundo relámpago en respuesta al que Klunurig ha hecho descender sobre él.

El zigzagueante rayo recorre en una fracción de segundo los más de cien metros que separan a ambos contendientes, alcanzando al druanti enano y lanzándolo de vuelta al interior de su torreón a través de la arcada sin puerta situada a sus espaldas.

Toda la barbacana tiembla cuando unos segundos después el furioso wyrm aterriza pesadamente en el nivel superior, aplastando herramientas y fragmentos de la balista en proceso de montaje bajo sus poderosas patas.

Algunas secciones del suelo se hunden bajo las toneladas de peso de su cuerpo, cayendo al nivel inferior como una lluvia de escombros.

Ante el pequeño terremoto, cualquiera hubiera terminado dando con sus nalgas en el suelo, pero gracias a la notable estabilidad de los enanos, Ulfgar consigue mantenerse a duras penas en pie.

Una figura acorazada salta entonces del escamoso lomo y se desliza con agilidad hasta el suelo. Viste una armadura completa cuyo peto está grabado en forma de rosa y lleva el cinto una espada bastarda de aspecto temible. Una impresionante capa de piel de oso blanco de aspecto pesado y cálido cuelga de sus hombros, protege su cuerpo de los húmedos vientos marinos. Su yelmo astado oculta sus facciones.

Para entonces, Kylian ha conseguido abrirse camino entre los cascotes de la planta baja y llegar hasta las almenas, justo a tiempo de presenciar cómo el descomunal cuerpo del dragón comienza a colapsar sobre sí mismo y a transmutarse hasta adoptar el aspecto de un apuesto humano con atuendo de noble o de mercader acaudalado.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Klunurig sufre graves quemaduras en el pecho como consecuencia de los 56 puntos de daño eléctrico recibidos.

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12/06/2023, 23:55
Dungeon Master
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Bugambilia sube a toda velocidad la escalera de caracol de la herrería, sale a la carrera de la armería situada en la planta superior, cruza el gran hall e irrumpe con una impetuosa carga en el dormitorio de Lluvia Estelar, jadeante y con el hombro izquierdo algo dolorido a causa del impacto contra la puerta.

En la habitación hace un calor bochornoso a causa de la chimenea permanentemente encendida que tanto agrada al escamoso ocupante de la estancia.

Recostado en la cama, junto al sarcófago de ámbar que encierra el cuerpo de la mística que-shu, el pequeño dragón de Latón alza la cabeza con sobresalto. Está claro que no esperaba visitas porque no lleva su característico gorro de leoncito que habitualmente oculta su verdadero aspecto.

—Eh, tú no eres el kender que me trae la leña y la comida —se percata Jilhazhí, entrecerrando con desconfianza sus ojillos serpentinos. No deberías estar aquí. Espero que tengas una buena excusa y que no hayas venido a robar las cosas de mamá.

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13/06/2023, 11:33
Bugambilia
Sólo para el director

Bugambilia se sorprendió al ver al pequeño dragón sin su disfraz. Flechas de Muerte le había contado que en realidad era un dragón de color bronce y que llevaba un disfraz, pero de las pocas veces que lo había visto menos veces aún había sido sin el aspecto de gato gordo.

—Pe-perdón, Señor Gilasí. — se disculpó la kender mirándose los pies, aún con la respiración agitada — N-no vengo a robar nada. E-es que ha venido un dragón muy grande. — estiró los bracitos todo lo que pudo — Mucho más grande que esto. Creo que es el dragón más grande que he visto en toda mi vida. Pero no es rojo ni negro como los que hemos visto. Flechas de Muerte me ha contado que hay dragones de muchos colores, y s-se me había ocurrido que como este es del mismo color que tú a lo mejor podrías hablar con él y convencerle para que no nos coma a todos...

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13/06/2023, 15:54
Ailaserenth Sëlanar

La repentina aparición de una tormenta eléctrica precisamente sobre nuestra fortaleza voladora me deja meridianamente claro que no se trata de un fenómeno natural. Lo que no sé es si ha sido conjurada por el dragón, por su jinete o por alguno de mis compañeros. ¿Ha usado la tormenta el dragón de Bronce para cargarse de energía eléctrica que vomitar sobre nuestra fortaleza?

Nunca había oído nada semejante, pero tampoco puedo descartarlo categóricamente dado que nunca me he enfrentado a un ejemplar tan majestuoso y terrible.

El impulso de volverme invisible y huir crece en mí, pero también lo hace la certeza de que este Broncíneo es perfectamente capaz de arrasar la fortaleza hasta los cimientos destruyendo a todos sus ocupantes en el proceso.

Y, aunque ahora le veo cambiar de forma, sé que su aspecto humano no es más que un disfraz. Yo mismo podría adoptar el aspecto de un dragón si así lo deseara, pero tengo la seguridad de que no ha habido en toda la historia de Krynn un solo mago capaz de transformarse en un dragón de esas dimensiones. 

Si hay algo que es bien sabido hasta por los niños es que a los dragones les gusta tanto recibir pleitesía como los elfos odiamos rendirla. Por desgracia, la situación lo requiere y yo no dudo en aterrizar en las almenas, desmontar de Shilara y prosternarme ante él con actitud humilde.

—Salve, Magnífico —le saludo en la lengua de los dragones, un idioma que jamás imaginé que pudiera servirme para una situación semejante—. Aplaca tu cólera y no la descargues sobre nosotros, te lo imploro. Si involuntariamente te hemos agraviado de algún modo, permítenos rectificar y compensarte por ello. 

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13/06/2023, 15:56
Ulfgar Eisbart

─¡Klunurig, enano descerebrado, ¿en qué estabas pensando?! ─pensó inevitablemente el ingeniero enano mirando en dirección al rayo emitido por el dragón.

Sin duda Klunurig no era precisamente muy astuto. Pero compensaba toda la astucia que le faltaba por temeridad... Y a pesar de todo seguía vivo. Probablemente incluso después de este ataque. Con suerte después de este ataque.

─¡No, nooooo! ─exclamó al contemplar primero el ataque del broncíneo hacia el druanti y después el destructivo aterrizaje del gigantesco dragón─ ¡Parad, os lo ruego, no venimos a atacar, estoy aquí por orden del mismísimo Jaymes Markham! Esa balista que acabáis de destrozar se construía por indicación suya. ¡Los que moran en esta fortaleza volante son héroes y han luchado y luchan del lado del imperio solámnico! ¡Lo juro en nombre de Reorx! ─finalizó el enano echando mano a su flamante nuevo símbolo sagrado mientras acababa de hablar con la singular pareja de visitantes.

Si no entraban en razón estaban perdidos y lo que dijo lo hizo mientras el dragón todavía parecía con ganas de destruirlo todo, así que cuando su jinete descendió y el enorme monstruo escamoso inició su transformación en humano, Ulfgar sintió un tremendo alivio.

─¡¡Kylian, por el amor de Gilean, ve a atender a Klunurig y mantenlo quietecito de una vez!!

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13/06/2023, 18:40
Kylian Brickstone

Kylian salió de su biblioteca. Ahora que veía la verdadera naturaleza del dragón que se había acercado hasta su fortaleza, entendía que era posible que no estuviera allí de forma beligerante o no al menos con la única intención de sembrar el caos. Si lograban convencerle de quienes eran y de que hacían allí, era posible que les dejase en paz.

Nunca debimos venir hasta aquí. - Se dijo a si mismo. - Si la cosa sale bien y no nos matan creyendo en que estamos de su lado, lo más probable es que reclamen la fortaleza para sí y de no ser así, querrán al menos utilizarla en la guerra para defender Palanthas. - Negó con la cabeza. - Odio tener siempre razón. - Gruñó. - Es más... cuando sepan que tenemos la lanza de Huma... - Suspiró. - Muy mala idea hemos tenido. Bueno... han tenido...

Kylian corrió por el patio de armas en dirección al teorreón que albergaba el caótico lodazal donde Klurunig ejercía sus actividades. Fueran cuales fueran éstas. Como bien había dicho Ulfgar, debía cuidar de él, de que no hiciera más tonterías y de su salud, pues un nuevo chorro de electricidad sobre él, acabaría con su vida si no lo había hecho ya.

Y es que poco más podía hacer. Hablar con el dragón era un suicidio. Al menos en la apariencia que mostraba. Su verdadera naturaleza tras la reencarnación, no iba a ser objeto de bienvenidas en aquella ciudad y menos por el anfitrión que había acudido a saludarles. 

Me comerá de un solo bocado si me ve... - Pensó enfadado. - ¿Cuando volveré a ser yo mismo? - Suspiró de nuevo hastiado.

Notas de juego

Voy a buscar a Klurunig haciendo el menor ruido posible.

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13/06/2023, 21:04
Dragón de Bronce

Tan pronto como Kylian observa de cerca al dragón posado sobre la barbacana, retrocede sigilosamente escaleras abajo y echa a correr tan deprisa como sus cortas piernas de goblin se lo permiten en dirección al lugar hacia el que ha visto caer el relámpago.

Entretanto, el polimorfado dragón de Bronce dirige una despectiva mirada a los dos ocupantes que todavía permanecen en las almenas. Incluso bajo su apariencia humana, su apostura resulta sobrenaturalmente regia e intimidante.

—Que hayáis venido en nombre de James Markham no os convierte necesariamente en amigos de Sanction —responde en lengua Común—. Especialmente cuando lo hacéis valiéndoos de una ciudadela voladora de los Caballeros de Neraka. Volved de inmediato con vuestro amo y decidle que no ganará el afecto de mi ciudad con la intimidante presencia de sus ingenios militares. Si no lo hacéis, os juro por mis ocho hijos que no dejaré piedra sobre piedra de este lugar.

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13/06/2023, 21:19
Linsha Majere

Su jinete se liberta de su yelmo astado, revelando las facciones de una mujer más próxima a los cincuenta años que a los cuarenta. Su cabello pelirrojo está salpicado de numerosas canas y su rostro curtido, sembrado de pequeñas arrugas y cicatrices.

Sostiene el casco bajo su brazo izquierdo y su mano derecha toma la izquierda de su airada montura.

—Levántate, elfo, tu sumisión me incomoda —solicita a Ailas con una nota de humor en la voz—. He dedicado demasiados años de mi vida combatiendo a los tiranos para que ahora me traten como si yo también lo fuera. Soy la Dama de la Rosa Linsha Majere y este es mi esposo, lord Hogan Rada, gobernador de Sanction.

»No le deseamos ningún mal al Emperador Markham, ni a su imperio —dedica una elocuente mirada al transmutado dragón, que bufa con irritación—. Al contrario, Sanction es una amiga y aliada leal de los solámnicos pero está claro que vosotros no lo sois. Solámnicos, quiero decir, amigos y aliados de sus gentes es algo que todavía está por ver. Decidnos, ¿por qué estáis aquí?

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13/06/2023, 21:49
Jilhazhí
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El pequeño dragón de Latón levanta la cabeza con curiosidad al oír a la experimentada kender.

—¡¿Del mismo color que yo?! —pregunta, sin poder ocultar la emoción.

Mira alternativamente hacia la inerte Lluvia Estelar y hacia Bugambilia, debatiéndose entre quedarse con la primera o irse con la segunda. Finalmente restriega cariñosamente su hocico contra el sarcófago de ámbar y baja de un salto de la cama.

—Está bien, te sigo. Tengo que verlo con mis propios ojos y convencerle de que no debe comeros. Al menos, no a todos.

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14/06/2023, 06:46
Bugambilia
Sólo para el director

Bugambilia asintió tristemente porque así asentía ella siempre. Eran muchos años haciéndolo. Pero en el fondo sintió cierta esperanza, si bien tampoco demasiada. No a todos, había dicho. Probablemente estaba pensando en él mismo. Si así era, Bugambilia sabía perfectamente donde guardaban las cuerdas. Se descolgaría y se largaría antes de que se la comieran a ella.

 Giró sobre sus talones y allá que fue, escaleras abajo seguida por el dragoncito, antes de que fuera demasiado tarde. Ya no sabía si los rugidos que se escuchaban eran de la alarma del Señor Elfo o del propio dragón gigantérrimo, pero en cualquier caso tenía muy claro que se asomaría lo justo para ver qué pasaba.

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14/06/2023, 15:15
Ulfgar Eisbart

─Con todos mis respetos a vuestro esposo, Dama Majere, ─intervino Ulfgar haciendo un pequeño ademán de reconocimiento hacia el ahora comerciante humano─ no nos valemos de una ciudadela voladora de los Caballeros de Neraka. Evitamos que los Caballeros de Neraka utilicen esta fortaleza. Que, por lo que sabemos, iba a utilizarse para saquear Kalaman y conseguir un gran botín con el que avanzar en sus planes. Planes que incluyen la resurrección de Takhisis. Planes que tratamos por todos los medios de hacer fracasar. Lamento que la presencia de esta fortaleza genere tanto malestar, pero aunque ahora es un instrumento de guerra vuelto contra sus constructores, su naturaleza tan ligada a las huestes del mal hace muy difícil una aproximación a casi ningún lugar sin causar al menos cierto revuelo.

Viajar con una fortaleza voladora les estaba resultando a los héroes un inconveniente en sí mismo, aunque también hubiera bastantes beneficios ligados a ella. Cada vez que alguien les avistaba bien huían a esconderse o en busca de refuerzos, bien les atacaban o intentaban algún tipo de asalto. Cierto era que gracias a ella podían viajar con todo el equipo que quisieran, que el tiempo metereológico poco o nada les afectaba en su avance y que sólo los más preparados u obstinados de los monstruos voladores eran capaces de lanzar un ataque contra ellos. Además, cuando al fin dispusieran de armas de asedio serían una fuerza a tener en cuenta, aún sin una gran dotación de hombres para protegerla. Pero de momento suponía también que, si querían un acercamiento pacífico, tenían que programar un aterrizaje a la suficiente distancia y con la suficiente discreción para que no relacionaran a los héroes y sus intenciones con la presencia de la fortaleza.

─Pronto volveremos a Solamnia, planeábamos ir a Palanthas, por las graves noticias que corren sobre ella. Queremos ayudar en lo que sea posible. Pensábamos reabastecernos en Sanction para proseguir con nuestro viaje. Y si de paso podíamos comerciar algunas otras cosas, estaríamos muy satisfechos… cosas como piezas para una balista, tal vez… ─dijo el ingeniero en un tono quizás un tanto más dolido de lo aconsejable, dadas las personalidades con las que estaba hablando─ Disculpad, eso sin duda ha sido un accidente.

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14/06/2023, 22:36
Klunurig Tzé

Klunurig se revolvió en el suelo de fango, tosiendo y escupiendo sangre. Un segundo antes, invocaba la ira de Krik'k lettz sobre aquel maldito gusano-marrón inmenso. Y luego todo se había vuelto brillante, como si la ira de Krik'k lettz de toda una estación de tormentas se hubiese descargado sobre su pecho.

- Huuumghhh...

Tenía el pecho abrasado, y apenas podía moverse. Pocos bakali habrían sobrevivido a semejante impacto, pero él era Klunurig Tzé, el druanti, el enano-bakali, el elegido de la diosa. Sin duda ella había salvaguardado su vida, a pesar de la violenta descarga de energía seguida del impacto contra la pared de la pústula purificada. Intentó moverse, pero a duras penas logró voltearse, sacando la cara del charco de barro y sangre en el que la tenía medio metida.

- Huuuumghh...

Quería gruñir, pero a duras penas podía respirar. Se quedó allí tendido. ¿Destruiría aquel maldito gusano la pústula-purificada? Se suponía que recuperar el palo-de-metal había impedido el retorno de la Reina de los gusanos, pero los gusanos parecían apañárselas bastante bien sin su reina. ¿Qué haría el resto del vendaval-de-muerte? No parecía que fuesen a poder vencer esta vez.

- Huuuumghh...

Notas de juego

Entiendo que la hostia es de órdago, así que Klunurig se quedará un rato hecho papilla, aunque esto sea D&D y ese golpe apenas represente un 60% de mis puntos de golpe xD (en 2ª había una regla que podía dejar al PJ tieso si le daban una hostia de más de 50, me imagino que en la 3.5 la quitaron).

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14/06/2023, 23:47
Dungeon Master
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Kender y dragón emprenden juntos el camino de vuelta hacia la barbacana, tomando sus precauciones y asomándose desde la entrada de la herrería para ver qué ha sido del monstruoso Broncíneo.

A quien sí ven pasar es a Kylian, corriendo a todo correr en dirección a la sección occidental del patio de armas.

Al no ver al atacante por ninguna parte, Bugambilia y Jilhazhí avanzan hacia la entrada de la fortaleza, en la que se escuchan las voces de Ailas, de Ulfgar y de una pareja de desconocidos. Una voz masculina y autoritaria y otra femenina, algo más conciliadora. Sin embargo, desde la distancia, la intrépida kender no consigue escuchar lo que dicen.

El pequeño Latonado ha tomado la iniciativa y corretea ya en dirección a la barbacana, lanzando miradas hacia atrás de vez en cuando como exigiendo a Bugambilia una explicación de por qué no se ve a ningún dragón enorme en ningún lado.

Antes de que pueda hacer nada para impedirlo, el dragoncito bate enérgicamente sus alas y se eleva velozmente hacia las almenas mientras ella trata de darle alcance.

Mientras sube a hurtadillas las escaleras hasta el nivel superior, sí que oye ahora con claridad las palabras de los desconocidos.

—¡Por Kiri-Jolith! —dice la voz femenina, con asombro—. No puede ser.

—Puede y haré que paguen por ello —asegura el hombre con lo que Bugambilia le parece rabia apenas contenida—. Los hundiré en el mar y las ruinas de su fortaleza serán una advertencia para todos aquellos que se atrevan a secuestrar a alguno de nuestros pequeños.