Partida Rol por web

[DM 23/06] Dragonlance - El asedio de Palanthas

Capítulo I - Rumbo al Imperio

Cargando editor
14/06/2023, 23:58
Dungeon Master

—¿El saqueo de Kalaman? ¿La resurrección de Takhisis? —pregunta, desconcertada, la dama solámnica— No tengo ni idea de qué habláis, ni a qué graves noticias de Palanthas os referís.

Su sorpresa parece genuina. Frunce el ceño con preocupación, incluso con alarma.

—Todo eso no es más que una sarta de mentiras —afirma Hogan Rada con severidad—. Si alguna de ellas fuera cierta, Markham nos hubiera informado.

Linsha Majere mira a su esposo y levanta las cejas con escepticismo.

—¿Estás seguro, querido? Creo que todos estos asuntos requieren, al menos, una conversación más larga para esclarecerlos.

—De lo que estoy seguro es de que esta gente es peligrosa. Y no pondré en peligro mi ciudad permitiéndoles entrar en ella. Exijo que detengan este artefacto de inme...

No llega a terminar la frase porque la repentina aparición de Jilhazhí en las almenas le hace enmudecer. Mira alternativamente a su jinete, al pequeño dragoncito latonado y a la pareja formada por Ailas y Ulfgar sin decidir a quién demandar primero una explicación.

—¡Por Kiri-Jolith! —exclama la dama pelirroja, llevándose las manos a la boca con asombro, mientras los ojos se le llenan de lágrimas—. No puede ser.

—Puede y haré que paguen por ello —asegura el polimorfado Broncíneo, temblando de rabia, con las manos apretadas en crispados puños—. Los hundiré en el mar y las ruinas de su fortaleza serán una advertencia para todos aquellos que se atrevan a secuestrar a alguno de nuestros pequeños.

Cargando editor
15/06/2023, 21:04
Ailaserenth Sëlanar

Abochornado por la condescendencia con la que me trata la humana y el desprecio con que me ignora su montura, no dudo en incorporarme nuevamente guardándome muy mucho de expresar mi desagrado.

El modo y los motivos por los cuales obtuvieron los Héroes de la Desolación esta fortaleza únicamente es conocido por mí por el relato que ellos mismos han hecho de su gesta, de modo que no puedo ni acreditar ni refutar su veracidad. Tan plausible es que el dragón esté peor informado de lo que piensa, como de que yo haya escuchado una versión adulterada de la realidad.

Yo no me atrevo a hacer las afirmaciones que hace Ulfgar, pero sí coincido con la mujer en que al menos deberían concedernos la oportunidad de explicarnos.

Estoy a punto de mostrar mi conformidad con la sugerencia e incidir en lo juiciosa que me parece cuando veo a la pareja reaccionar de forma exagerada. Al principio no sé qué es lo que les altera de este modo y tardo unos segundos en descubrir a una cría de dragón de Latón revoloteando entre las almenas. El wyrm de Bronce parece creer que viaja en nuestra compañía en contra de su voluntad cuando, hasta donde yo sé, ni lo uno ni lo otro es cierto.

—¡Lord Harkon, excelencia, es la primera vez que veo a esa cría! —me apresuro a asegurarle en lengua dragontina— Estoy seguro de que existe una explicación para esto y, si no os satisface, siempre estaréis a tiempo de impartir justicia como consideréis más oportuno. Os lo ruego, no os apresuréis a sentenciarnos sin haber oído antes quién es este jovencísimo wyrm y qué le ha traído hasta aquí precisamente ahora.

Desde luego, la aparición no podría haber sido más inoportuna para nosotros. ¿Es posible que mis compañeros lo mantuvieran aquí cautivo contra su voluntad sin yo saberlo? Parece poco probable pero lo cierto es que tampoco he querido saber demasiado de sus tejemanejes y tal cosa tampoco me resultaría descabellada a tenor de los último sucesos vividos en Thoradin.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Madre mía, qué tirada...

Cargando editor
15/06/2023, 21:44
Bugambilia
Sólo para el director

—*Glup*— Bugambilia tragó saliva. No entendió muy bien lo que dijo el hombre, pero le pareció que hablaban de la fortaleza en la que viajaban. ¿La iban a hundir? Tal vez fuera buena idea ir avisando a Flechas de Muerte.

Se asomó un poco más. Tenía que asegurarse antes de ir a informarla de lo que estaba ocurriendo. Con mucho cuidado de asomó, mirando también al cielo por si aparecía de nuevo el dragón gigante.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me asomo escondida para ver a los misteriosos visitantes.

Cargando editor
15/06/2023, 22:56
Dungeon Master
Cargando pj

La sigilosa kender asciende el último tramo de escalones que conducen al nivel superior de la barbacana y desde allí se asoma para descubrir a una pareja de misteriosos recién llegados.

Él, un humano con atuendo de noble o de mercader acaudalado, parece muy furioso aunque eso no desvirtúa en modo alguno su apostura, que resulta sobrenaturalmente regia e intimidante. El mago elfo está tratando de dialogar con él, aunque lo hace en un idioma que a Bugambilia le resulta desconocido.

Ella, humana también, va ataviada con una armadura completa cuyo pectoral está grabado con el símbolo de una rosa. A diferencia de su compañero, joven y atractivo, ella está más próxima a los cincuenta años que a los cuarenta. Su cabello pelirrojo está salpicado de numerosas canas y su rostro curtido, sembrado de pequeñas arrugas y cicatrices.

Ambos miran en dirección al dragoncito de Latón que revolotea entre las almenas buscando al aterrador especimen metálico que ya no se ve por ninguna parte.

Cargando editor
16/06/2023, 10:36
Ulfgar Eisbart

El diálogo con el broncíneo y su jinete, con toda seguridad dos de las personas/criaturas más poderosas con las que jamás habían hablado, no iba todo lo bien que le hubiera gustado, pero lady Majere parecía moderar el discurso y actitud de su marido y Ulfgar daba gracias a los dioses por ello. Si seguían en esa línea bien podría ser que al final en vez de un enemigo acabasen con un aliado. O dos. Y bien poderosos. Señores de una ciudad importante que les podría facilitar considerablemente las cosas al grupo de héroes.

No obstante, la charla se desbocó en el momento en el que apareció una cría de dragón en la barbacana.

─¿Qué...? ─comenzó a formular el enano ante la súbita e inesperada aparición de Jilhazhí, pero no acabada su frase se superpuso la airada exclamación del broncíneo y el Yunque Poderoso supo que debía hacer algo y con urgencia─ ¡Juro por Reorx que nadie en esta fortaleza está retenida en contra de su volundad! ─aseveró el siervo de Reorx, jurando por lo más sagrado para él─ Esa criatura... yo no... salvo que... ¿¡puede ser que...!? ─balbuceó sin acabar ninguna frase, nervioso como estaba.

La amenaza de destruir la fortaleza podría resultar una bravuconada en labios de otra persona, pero de boca de lord Hogan Rada, gobernador de Sanction y dragón de bronce de semejante tamaño, resultaba aterradora. Nada ni nadie en esa fortaleza sería capaz de pararle y podría cumplir su amenaza con total impunidad. Lo único que retenía su mano era su esposa y, ahora, aquella cría de dragón. No había crías de dragón en la fortaleza... pero sí una cría de león parlante. ¿Qué extraño poder le había transmutado la forma de manera tan inoportuno? ¿Sería un nuevo hechizo de Klunurig? ¿Habría sido acaso la bárbara que descansaba encerrada en un poderoso encantamiento una jinete de dragón, como la propia Linsha Majere, y guardaba un secreto nunca antes revelado?

─Kylian, ¿qué significa esto y qué más nos habrás ocultado? ─pensó para sí el enano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La mía es mucho mejor... pero con un -1 de "bonificador". Dudo mucho que aplaque los ánimos...

Cargando editor
16/06/2023, 22:52
Bugambilia

Bugambilia inspiró hondo y salió de su escondrijo. Aquellos dos visitantes no parecían nada contentos, en especial el hombre. Por lo que Flechas de Muerte le había explicado, había agentes de la Legión de Acero por tooodo Ansalon. Eso quería decir que debía tener contactos en todas partes, y los contactos podían significar que no hundieran la fortaleza en ningún mar, al menos inmediatamente. Además, Flechas de Muerte solía saber qué decir, aunque en realidad pocas veces le había funcionado. Ninguna, que recordara. Aún así, se acercó al cuarteto y trató de hacer lo que creía que Flechas de Muerte le diría que hiciera.

En el trayecto miraba el cielo por si aparecía el dragón grandote.

P-perdón maese Ulfgar, maese Ailaserenth... — dijo con la mirada baja, interrumpiendo sin realmente querer hacerlo. —¿Desean que avise a la dama Flechas para que aterrice la fortaleza y puedan atender mejor a los visitantes?— los miraba de reojo.

Cargando editor
17/06/2023, 01:30
Dungeon Master

—Ven, pequeño, acércate, no tengas miedo —pide lady Linsha Majere a Jilhazhí con infinita ternura—. Te pareces tanto a nuestros ocho hijos que bien podrían ser hermanos tuyos de nidada.

—¿Hay más como yo? —pregunta el dragoncito, sin poder ocultar la ilusión en su voz.

—He pensado lo mismo al verle —comenta el noble a su pareja, haciendo caso omiso de la pregunta anterior, de las súplicas de Ailas y los balbuceos de Ulfgar—. Tiene que ser uno de los huevos robados de Iyesta.

La inesperada aparición de Bugambilia en lo alto de la barbacana atrae sobre sí las miradas de todos los presentes.

—No te atrevas a dar un solo paso, kender —exige lord Hogan Rada, señalándola amenazadoramente con un dedo.

—Sí, haz que aterrice esta fortaleza de inmediato —demanda la mujer pelirroja, hablando al mismo tiempo que su compañero.

Cargando editor
17/06/2023, 02:11
Dungeon Master

Kylian corre como alma que lleva el diablo hacia el extremo opuesto de la fortaleza, movida tanto por su urgencia por reunirse con Klunurig como por su deseo de alejarse lo máximo posible del monstruoso dragón que se ha enseñoreado de la barbacana.

Su determinación da alas a sus cortas piernas de goblin y no tarda en llegar hasta el ruinoso torreón en el que habita el druanti. Casi se sorprende al descubrir que el edificio todavía sigue en pie y no se ha venido abajo a causa del relámpago recibido. Sin embargo, pronto se da cuenta de que quien ha recibido el impacto del rayo destructor no ha sido la torre, sino el propio Klunurig.

El musgoso enano está tendido en mitad del vergel natural que él mismo ha cultivado en la planta baja del edificio, tendido de espaldas y con la mirada perdida en el agujereado techo. Una grave quemadura cubierta de supurantes ampollas ennegrecidas en su pecho delata el lugar donde ha sido impactado por el relámpago, pero Kylian comprueba con alivio que su compañero no solo respira, sino que se encuentra consciente aunque algo aturdido y tembloroso.

- Tiradas (1)
Cargando editor
17/06/2023, 16:41
Kylian Brickstone

Kylian se acercó a la carrera hasta su amigo con evidente premura. La goblin se agachó junto a él y sonrió levemente al comprobar que estaba vivo todavía. Aquel era su mayor aliado en la empresa que deseaba realmente llevar a cabo. La revelación que le había sido concedida en el zigurat era algo que tenía pendiente desde hacía demasido tiempo y que sus agentes de la Neutralidad, descartaban una y otra vez sin remedio. 

- Estás muy tostado... - Le dijo la sacerdotisa. - Ésto te aliviará. - Enseguida posó sus manos sobre el pecho del musgoso enano, el cual estaba ardiendo debido al impacto eléctrico que acababa de recibir. - ¡Oh Gilean, sana las heridas de tu fiel servidor! - Le imploró. 

Sí, Kylian había llamado a Klurunig fiel servior de Gielan, pues aunque el propio duranti no lo sabía y aunque dedicase sus oraciones a otra diosa de impronunciable nombre, en el fondo éste servía a los designios de la neutralidad y lo hacía mucho más ferviente que cualquier otro de los agente del venabal, a excepción quizás únicamente, de la bibliotecaria goblin.

Nunca debimos venir hasta aquí. - Le dijo la sacerdotisa convencida de sus palabras. - Los solámnicos y en general... - Inspiró profundamente realmente molesta. - ...las fuerzas del bien, nos desprecian, desconfían de nosotros y nos tratan como perros... - Apretó el puño. - No son demasiado diferentes a los nerakanos. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
17/06/2023, 17:41
Bugambilia

Bugambilia se detuvo en el sitio cuando aquel hombre la señaló, como si su dedo fuera una lanza larguísima y tuviera la punta de acero tocando directamente su pequeña barriga, amenazando con atravesarla de parte a parte si daba un paso más.

—No señor. Sí señora. Ahora mismo. — respondió Bugambilia con un hilo de voz, sin atreverse casi a parpadear.

Aliviada por poder largarse de allí, la kender giró sobre sus talones y salió corriendo a avisar a Enrielle para que aterrizara la fortaleza y además contarle todo lo que había visto.

Cargando editor
17/06/2023, 17:56
Ailaserenth Sëlanar

El polimorfado dragón da muestras de hacer caso omiso de mis razonables demandas. Casi me atrevería a decir que me ignora por completo de forma deliberada, lo cual es algo inusual para mí pues nadie tiene por costumbre desdeñar mi sensato criterio.

No insisto porque espero que el pequeño dragón de Latón esclarezca los motivos de su presencia aquí y nos exonere de cualquier crimen del que nos acusa la sierpe de Bronce. Sin embargo, la propuesta de la recién llegada Bugambilia me parece de lo más acertada y no dudo en responder afirmativamente a ella:

—Deberíamos aterrizar de inmediato para dejar claro sin tardanza que nuestro objetivo no es y nunca ha sido Sanction. Agradeceríamos poder reabastecernos en la ciudad, pero tenemos provisiones suficientes como para llegar a Palanthas si las racionamos de forma estricta. Reunámonos todos y ayudemos a los señores de Sanction a esclarecer cualquier cuestión que puedan tener sobre nuestro pasado y nuestras intenciones de futuro.

Cargando editor
17/06/2023, 22:23
Dungeon Master

Bugambilia echa a correr escaleras abajo tratando de llegar a la torre del homenaje cuando un crepitante muro de pura energía eléctrica se materializa frente a ella cuando apenas ha conseguido dar los primeros por el largo pasillo que conduce hasta el patio de armas.

Al mirar hacia arriba, descubre a lord Hogan Rada mirándola severamente desde las almenas.

Junto a él, que de algún modo parece capaz de manteneros estrechamente vigilados a los tres, la mujer pelirroja y Jilhazhí, conversan:

—Sí, pequeño, hay más como tú —contesta la dama Majere—. Hasta donde sabemos, al menos otros ocho. Todos ellos, de la nidada de Iyesta, la más grande, poderosa y magnífica dragona de Latón.

—Has dicho que eran tus hijos —comenta Jilhazhí con algo de suspicacia—. ¿Tú eres Iyesta?

La mujer sonríe con tristeza.

—No, yo solo soy Linsha Majere, pero Iyesta fue muy querida para mí. Cuando la mataron, me juré que cuidaría de su nidada.

—Y eso has hecho, querida —interviene el noble—. Encontramos a los culpables, los hicimos pagar por su terrible crimen y recuperamos los huevos robados.

—Eso creí, hasta ahora —replica ella, con la voz cargada de culpabilidad—. Pero ahora pienso que le fallamos a este... ¿Cómo te llamas?

—Mi mamá me llamaba Jiłhazhí, que es el nombre que le dan los que-shu a un árbol que crece en su tierra y cuyos frutos son del color de mis escamas —responde el dragoncito, con el pecho hinchado de orgullo.

—¿Tu madre es una que-shu? Me gustaría conocerla. Mis abuelos eran grandes amigos de los que-shu.

Ahora duerme en un sueño muy profundo del que nadie sabe despertarla —mira esperanzado a la pareja—. Pero tal vez vosotros sí podáis.

Los recién llegados os miran, como buscando una aclaración a la confusa afirmación del pequeño latonado.

Cargando editor
18/06/2023, 12:17
Ailaserenth Sëlanar

Escuchando la conversación surrealista que tiene lugar frente a mí, me doy cuenta de que la cría de dragón de Latón es ese extraño gato mágico que he visto deambular ocasionalmente por los alrededores del torreón noreste. Yo había asumido que se trataba de algún tipo de mascota de Klunurig y por ello nunca quise indagar más al respecto.

—Mucho me temo que ni maese Eisbart ni yo mismo podamos ofreceros mucha información al respecto. Ambos nos hemos unido recientemente a este grupo de héroes, a instancias de la Señora de Wayreth. Si deseáis respuestas, os sugiero que... —estoy a punto de decir "habléis con sus miembros más veteranos" pero me arrepiento incluso antes de decirlo— las encontraréis hablando con este jovencísimo wyrm de Latón.

»Por supuesto, podemos llevaros a los aposentos de la heroína que-shu Lluvia Estelar, pero os adelanto que ni los más poderosos magos del Cónclave han sido capaces de despertarla de su letargo. He oído que fue herida en la Desolación por una magia impía cuando interrumpió un ritual que supuestamente pretendía traer a la Reina Oscura de regreso a la vida.

Cargando editor
18/06/2023, 15:59
Bugambilia

Bugambilia se detuvo de golpe ante el campo de fuerza levantado ante ella. Al mirar hacía arriba y encontrarse con la mirada severa del otro, se encogió.

S-señor, no p-puedo pasar para pedir a la dama Flechas de Muerte que aterrice la fortaleza... — dijo con desconcierto.

Conforme hablaba su voz se fue debilitando de forma inversamente proporcional a la severidad de la mirada del noble, o así le pareció, así que acabó bajando la vista a sus diminutos pies.

Cargando editor
18/06/2023, 22:16
Ulfgar Eisbart

─Ailaserenth dice la verdad. Nosotros somos más recientes en esta fortaleza volante que los acontecimientos que sumieron a la que-shu en su sueño. Y al parecer el pequeño dragoncito estaba oculto a simple vista. Para nosotros era un leoncito parlante... y teniendo en cuenta las particularidades de cada habitante de este lugar, no era lo más llamativo. Desde mi punto de vista nunca ha causado ningún problema: Ha guardado fielmente a su, ahora sé, "madre". Lamento muchísimo no haber podido hacer más por ti, Jiłhazhí, de habérmelo contado alguien hubiera intentado dar antes con dragones de tu tipo que pudieran haberte reconocido y cuidado. Y estoy seguro que él ─dijo haciendo un ademán hacia el túnica blanca─ también hubiera hecho lo mismo. Pero imagino que trataban de protegerte. Desde luego, entiendo que la noticia de llevar consigo una cría de dragón podía ser muy peligrosa. Debió ser por eso...

Cabían muchas explicaciones, claro, incluyendo el secuestro. Pero cada vez que había topado con aquella pequeña criatura ésta había sido educada, correcta, hasta cierto punto agradable, aunque su voz casi siempre estaba tiznada de pesar. Su "madre", Lluvia Estelar, debía haber hecho un gran trabajo como educadora, sin duda con su propio ejemplo. Ese tiempo que había pasado con ella podía marcarle para toda la vida y la vida de un dragón era muy, muy larga, preñada de grandes gestas e hitos. Era una suerte que hubieran podido rescatar una cría de dragón. Esperaba con todas las fuerzas que ese hubiera sido el caso.

─Pero yo tampoco tenía ni idea. Y examiné a la que-shu al llegar a la fortaleza. Mis poderes clericales no alcanzan a proveer la cura que ella necesita. Lo lamento.

Al ver el chasco que se llevó Bugambilia Ulfgar por un momento se inquietó, pensando que la pequeña kender iba a sufrir un tremendo impacto eléctrico, pero por fortuna sólo había sido un muro para impedirle moverse del lugar. No se fiaban. Podía entenderlo.

─Dama Majere, Lord Rada, si desean que hagamos descender la fortaleza, o que se detenga siquiera, necesitamos comunicarnos con la piloto de la fortaleza. Bugambilia iba a avisarla. No tienen nada que temer de esa pequeña kender. Yo respondo por ella ─aseveró el enano, que no había hecho intento alguno, en ningún momento durante el encuentro, de echar mano a un arma o a un conjuro ofensivo o defensivo. Sabiamente había considerado que cualquiera de esas opciones no sólo hubieran servido de muy poco, sino que hubieran sido bastante contraproducentes. Así, al menos, no le habían considerado peligroso en ningún momento. Tal vez ofensivo, por el desafortunado equívoco con su presencia cerca de Sanction con la fortaleza volante.

Cargando editor
19/06/2023, 18:31
Dungeon Master

—No tengo ningún interés en deambular por este lugar, que bien podéis haber sembrado de trampas, ni en permitir que os reagrupéis para atacarnos —sentencia lord Hogan Rada con evidente desdén ante vuestras sugerencias de servirles como guías y de dejar marchar a Bugambilia.

Entretanto, Linsha Majere ha seguido hablando con el pequeño dragón de Latón:

—Ven con nosotros a Sanction —le pide cariñosamente—. Tu lugar está con tus hermanos. Allí estarás a salvo y podrás tener el nombre que tú mismo quieras darte.

—Jiłhazhí es mi nombre —replica, malhumorado—. Además, no podría dejar a mi mamá.

—Podemos llevar a tu madre a Sanction y ocuparnos de que sea atendida por los mejores sanadores de Ansalon —insiste la mujer pelirroja.

—Con nosotros estarás seguro y en familia —interviene el noble—. No tienes que seguir viajando con esta gente si no quieres. Con estos individuos que dicen no conocerte siquiera, ni saber de tu existencia entre estos muros.

—¿Y decís que tengo ocho hermanitos? —pregunta ilusionado el pequeño dragón—. Me gustaría tanto conocerlos... Solo he visto dragones cromáticos hasta ahora y llegué a pensar que yo era el último de los míos.

—Ven con nosotros y los conocerás. Apenas son un poco mayores que tú y estoy convencida de que os llevaréis muy bien —persevera lady Linsha.

—Y te hablaremos de Iyesta y de las Islas de los Dragones y de todo lo que, como dragón que eres, necesites saber... —agrega lord Harkon— Tendrás un pasado y un porvenir.

—Sois realmente amables conmigo los dos, pero no me puedo ir. No todavía, al menos. Tía Kylian y tía Enrielle me necesitan, las pobres no sabrían qué hacer sin mí y a mamá no le gustaría que las abandonara a su suerte. Ellas están seguras de que estamos haciendo cosas importantes para todos y yo las creo. Algún día, cuando sienta que ya no me necesitan, volveré aquí y me quedaré. Si me fuera ahora con vosotros, mi corazón me dice que ya no querría dejaros nunca más.

—Pero... —porfía la mujer.

—Ya le has escuchado, querida. Es tan obstinado como nuestros pequeños. No tenemos nada que hacer aquí.

Con estas palabras, Hogan Rada vuelve a adoptar la forma de un gigantesco dragón de Bronce. Tan monstruoso que desde el hocico a la cola mide más de veinticinco metros y tan magníficamente aterrador que su sola presencia os dan ganas de encogeros en el suelo.

No os quiero ni en Sanction, ni en sus inmediaciones, sino tan lejos como sea posible —os ordena con voz atronadora, clavando sus ojos de pupilas verticales en vosotros—. Cuando veáis a vuestro emperador, decidle que fui clemente con vosotros. Y si a este pequeño Latón llegara a ocurrirle cualquier cosa...

No necesita terminar la frase para que seáis perfectamente capaces de imaginar el no-futuro que os aguardaría si tal cosa pasara.

—Si cambias de opinión, sabes dónde encontrarnos —le dice Linsha Majere a Jilhazhí con tristeza, mientras trepa con admirable agilidad al lomo del descomunal Broncíneo. Siempre tendrás aquí una familia esperándote.

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/06/2023, 22:13
Klunurig Tzé

Klunurig se incorporó lentamente, aún terriblemente dolorido, aunque algo recuperado tras recibir los dones de aquel espíritu al que el espectro-vengativo-plaga-amarilla adoraba. El nombre de aquella criatura era demasiado largo, pensó Klunurig rascándose la barba musgosa.

- Huuuumph... ese gusano-marrón es demasiado poderoso. Ahora tomará la pústula. Debemos... evitarlo.

Un acceso de tos le hizo doblarse sobre sí mismo. Se apoyó en el espectro-vengativo, y luego se agarró a un tallo cercano, tratando de incorporarse.

- Es verdad, nunca debimos venir. Pero aún podemos clavarle el palo-de-metal que mata gusanos a ese gusano. ¿Está luchando el resto del vendaval-de-muerte? ¿O están ya todos muertos?

No entendía porqué la plaga amarilla estaba allí. No podían haber vencido a ese enorme gusano marrón tan rápido.

Notas de juego

Lo siento chicos, los findes ya sabéis que son muy complicados para mi.

Cargando editor
19/06/2023, 22:58
Ulfgar Eisbart

─Así que un dragón de latón. Lo que son las cosas. Y yo que me pensaba especial por ser el único enano volador de Ansalon... ─dijo en tono levemente humorístico el ingeniero─ Jiłhazhí, puede que algún día te hagas tan grande como él ─dijo encarándose hacia el pequeño dragoncito y señalando con el dedo pulgar hacia atrás, a donde la descomunal figura de Lord Hogan Rada acababa de desaparecer─ pero ya eres grande aquí ─dijo tocándose el pecho en su lado izquierdo, donde debajo de sus ropas latía un cándido corazón de enano─ Ojalá nunca dejes de serlo ─añadió con la máxima naturalidad─. ¿Te gustan los chismes? Mecanismos, mejor dicho, chismes en humano tiene doble significado. El simpático y delicado dragón que nos acaba de visitar ha destrozado cuanto menos una parte de la balista que estaba montando, voy a ver qué puedo salvar y, si quieres, te enseñaría cómo funciona su mecanismo. No hubiera servido apenas de nada contra un dragón tan grande, pero seguro que hubiera sido más efectiva que una ballesta convencional.

Si Jiłhazhí quería, ahora que estaba ahí fuera, le enseñaría cosas, estimulando su natural curiosidad. Era una buena oportunidad para darle cháchara y que se abriera al clérigo de Reorx, que le contara sus pesares y expresara sus pensamientos dragoniles. ¿Qué idiomas sabría ya? Era evidente que dominaba el común. ¿Alguien le habría enseñado el enano? ¿Hablaría instintivamente en dracónico? ¿Qué era capaz de hacer? ¿Podía exhalar un aliento? ¿de qué tipo era? ¿qué era capaz de dañar? ¿Y qué ideas pasaban por su pequeña cabeza? ¿qué le gustaba hacer? Desde luego no se planteaba suplantar a la que-shu en su papel de progenitor, pero no le iría mal tener un hombro en el que apoyarse, en quien confiar y salir de aquella habitación cerrada que le impedía ver la amplitud del mundo. Ahora vivía como un enano de las montañas, pero los enanos de las colinas veían un mundo mucho más amplio. Y, la verdad fuera dicha, parecía que esa pequeña cría no sólo era uno de los seres vivos con mejor corazón de la fortaleza de Mem y contaba con una considerable cantidad de sentido común, además tenía buen corazón y era, probablemente, quien más necesitaba una figura protectora y amiga. Ulfgar sentía su obligación para con él el tenderle una mano para sacarlo de su aislamiento y, quien sabe, tal vez impelirle a mirar a un mundo de horizontes más amplios y felices.

─Bugambilia, ahora sí, ve a avisar a Enrielle. Pero ni se te ocurra decirle que haga descender la fortaleza, más bien todo lo contrario. Que se aleje cuanto pueda de Sanction, no somos bienvenidos en la ciudad. El ego de cierto broncíneo desborda la ciudad...

Cargando editor
19/06/2023, 23:41
Ailaserenth Sëlanar

Observo partir a la pareja con inmenso alivio, no del todo seguro de si la aparición del pequeño dragón de latón ha sido extraordinariamente inoportuna o providencial. Probablemente ambas cosas.

De haber sabido que estaba en la fortaleza, tal vez yo mismo se lo hubiera ofrecido a lord Harkon para granjearnos su favor, pero a estas alturas no tiene sentido seguir conjeturando sobre qué hubiera sido lo más acertado. No hemos hecho amigos precisamente en Sanction, pero que la situación no haya terminado en una tragedia es para mí triunfo más que suficiente.

La historia de cómo este jovencísimo latonado se unió a este grupo debe ser fascinante, pero el hecho de que mis compañeros no la hayan compartido conmigo hasta el momento no es sino el enésimo clavo en el ataúd de nuestra imposible amistad.

En fin, no necesito caerles bien para seguir manteniéndoles con vida.

─Prepararé mis conjuros para la jornada y esta tarde arreglaremos juntos este desastre ─le aseguro a Ulfgar, señalando primero los daños en el tejado y después las piezas de balista destrozadas; piezas que yo mismo creé siguiendo sus indicaciones─. Todo tiene fácil arreglo, maese Eisbart, no se apure.

Silbo para atraer a Shilara y, cuando aterriza con elegancia junto a las almenas, me encaramo a la silla de montar ansioso por registrar a mis aposentos.

─Yo soy Ailaserenth Sëlanar, el Jinete Blanco de Wayreth, es un honor para mí conocerte ─me presento al pequeño dragón en la lengua de su pueblo, no del todo consciente de que sea capaz de comprenderla. A continuación, añado en lengua Común─: Sé muchas cosas acerca de los dragones, si algún día deseas que te instruya sobre ellas, estaré encantado de compartir esos conocimientos contigo.

Cargando editor
20/06/2023, 09:14
Kylian Brickstone

Tranquilo Klurunig Tzé. - La goblin trató de calmar al emocional druida enano. - Sé por lo que he leído en mis libros y también por experiencia propia... - Hizo una pausa recordando al pequeño Jilhazhí. - ...que no todos los gusanos alados son pustularios. - Habló en términos que el duranti pudiera comprender. - De hecho, se trata de un dragón de bronce y esos no son malginos de por sí. - Asintió con la cabeza. - ¿Lo estará entendiendo? ¿Se lo creerá? - Pensó preocupada la sacerdotisa. - Ulfgar, Enrielle y Ailas están hablando con el dragón. - Le respondió a sus preguntas. - Siguen vivos y están intentando que eso siga así. Te pido paciencia Klurunig Tzé. Eres muy importante para la causa. Sólo te pido que por una vez no te precipites.