Partida Rol por web

Sentís el tacto de la hierba y del barro en vuestra cara. Estáis tirados en el suelo. La cabeza os da vueltas. No sabéis cuanto tiempo ha pasado desde que os metisteis en aquella nave. Tenéis la sensación de velocidad todavía metida en el cuerpo. Estáis ligeramente doloridos. Os incorporáis con calma y poco a poco. 

Oscar se levanta con algo de destreza, Helena se apoya en un árbol para mantenerse en pie y escucháis como Alejandro vomita hasta la comida de la primera comunión. Miráis a vuestro alrededor. Estáis en un bosque bastante frondoso y el sol está cayendo por lo que los rayos que se filtran con las hojas generan un paisaje bastante bonito, un fotógrafo pasaría horas y horas fotografiando la estampa. Todavía hay bastante luz.

Os buscáis con la mirada para cercioraros que estáis bien y enteros. Menudo viaje habéis tenido, porque la sensación de que habéis viajado muy rápido no os la quita nadie. Miráis a vuestro alrededor y cuando vuestros ojos se centran y vuestra respiración se tranquiliza... veis que estáis rodeados de... cuerpos, cadáveres. Algunos atravesados por lanzas, otros desmembrados, también hay caballos muertos. Hay estandartes por el suelo. Sus ropas parecen de cuero de mala calidad pero funcional. Algunos no llevan calzado y los que lo llevan tienen un aspecto desgastado y ajado. Parece que ha habido un conflicto armado en el que un montón de campesinos armados con aperos de labranza y arcos se han llevado la peor parte. Entre los restos halláis lo que bien podría ser el cuerpo de un caballero pues lleva cota de malla y un casco de metal destrozado.

-¡La virgen y su puta madre! - grité cuando terminé de vomitar hasta la primera leche que mamé. -¡¿Qué coño ha sido eso, qué mierdas ha pasado? ¿Estáis bien?

Me giro hacia mis amigos. Primero asisto a Helena, luego a Óscar. Aunque estoy yo para asistencias...-¿Esto es lo que se dice un órgasmo de sexo tránsito? Tánticro, cojones. 

Observé a mi alrededor, cuando se me pasan las náuseas. A ver. Recordaba perfectamente el piso de Sara, la carrera con el taxista mustio, la nave, el coche...Y luego esa luz...Así, en plan bestia, mil leds en la puta cara. Y ahora estamos en un bosquecillo de cuento al atardecer. Caminé unos pasos.

-Muy bucólico todo...de no ser por estos fiambres. ¿Qué pasa, estamos en Juego de Tronos? Una puta Realidad Virtual, eso es en lo que trabajaba Sara. ¡Me cago en tus muertos, Sara! La broma tiene su arte, cabrona -grité hacia el cielo- Me descojono. 

Me eché a reír con ganas. -Joder, qué pasada, ¿no? Un poco bestia la tía, pero mola un huevo todo esto. Vale millones el tema. ¡Sara! estábamos muy preocupados por ti. Menudo tinglado te has montado, con el piso y el coche. Me has enamorado del todo, tía. Pero mejora la entrada al mundo virtual, es una puta mierda. 

Le pegué una patada a uno de esos cadáveres.-Joder, qué realismo. ¿Y ahora qué? ¿Nos internamos en el bosque? -Me fijé en el tipo que parecía salido de la mesa redonda, el caballero, a ver si había una espada por ahí.

Rebuscas un poco por al lado del cuerpo del caballero y encuentras una espada cubierta de sangre. 

Cuando la situación se escapa de las manos, es imposible precisar cuánto es lo que se ha asimilado, perdido y lo peor, comprendido. Ahora mismo todo lo que sucede es así de extraño, más aún al aparecer en aquel lugar tras un largo viaje en taxi y el momento sci-fi de la noche. Sigo sin captar de que va todo esto, más aún cuando la sensación inunda en mi cuerpo y me parece todo muy... Surrealista. 

Una vez en aquel bosque, compruebo al estar tocando un árbol si es real, hasta que escucho a Alejandro vomitar, aquello me da un poco de impresión, pero sus palabras tan mal sonantes habla de que está bien. Aún así me suena demasiado raro que esto sea un juego, tampoco sé que díantres es y en verdad que me gustaría cruzar algunas palabras con mi amiga al exponernos de aquella forma. Además, lleno de cadáveres, algo que me da repulsa... ¿En qué época estamos? 

Mi amigo intenta ayudarme y le indico que estoy bien, habla y hace bromas, incluso su sarcasmo me supera y enamora. Maldita disyuntiva que me genera así de buenas a primeras, aunque claro, mi atención ahora se dirige hacia el entorno. Aquí surgió un ataque, no me da buena espina y acorde a la época, esto puede ser un foco infeccioso tremendo. - Tenemos que explorar si, yo me pillo una espada, no vaya a ser que estemos en esto y nos ataquen - digo al coger la espada que tengo más a manos, observando mis ropas y las de los chicos. Comprobando si el atuendo es el mismo que teníamos o se adaptó con el entorno, ya que me da mucho para pensar. 

- ¿Oscar estás bien?- pregunto un tanto preocupada. 

Me había ido preocupando poco a poco cada vez más, entre el viaje en taxi, la nave malrrollera, el zumbido... todo aquello parecía preparado para ponernos los pelos de punta, como de peli de terror y ciencia ficción o algo así. Hasta que llegó el fogonazo y todo se volvió mucho más loco. 

Abro los ojos, ahí, en el suelo, comiendo barro. Me duele todo el cuerpo. Y lo primero que se me pasa por la cabeza es si me habrán robado los órganos para tirarme después a un descampado. Demasiadas series, ya. 

Me voy poniendo en pie mientras oigo a Alex potar, pero esta vez no se nos ha ido la mano con los chupitos. Esta vez no tengo ni puta idea de lo que ha pasado. Y cuando veo los cadáveres del suelo me empiezo a poner pálido. Joder. 

—Estoy, bien, estoy bien —respondo, aunque eso de los muertos me está dejando muy mal cuerpo.

Me acerco a mis colegas. Realidad virtual, dice Alex. Pero a mí no me parece esto muy virtual. Yo de científico no tengo ni un pelo, pero me toco la cara y los brazos y me parece que soy yo de verdad. Y me palpo los bolsillos y están mis cosas. Y mi mochila. Mira, yo ya no sé. Saco el móvil para ver qué hora es, porque la luz se cuela entre los árboles y nosotros fuimos a la nave de Sara de noche. Así que en algún momento nos hemos debido quedar sobados, momento que han aprovechado para tirarnos aquí. A lo mejor es todo una broma de mal gusto. 

Ya de paso que saco el móvil saco también un piti y me lo voy poniendo en la boca. ¿Habrá cobertura en este sitio?

Al mirar alrededor con detenimiento ves algo que te es familiar. Está cerca de dónde vosotros habéis aparecido, es la chaqueta de Sara. La reconoces, la compró contigo. Te fijas con un poco más de atención y ves también sus pantalones vaqueros. Cerca identificas un cadáver que está sin ropa. 

Observas con detenimiento la escena. Intentas sacar el contexto, la época. Son del tardo imperio romano. En la frontera con el medievo.

La ropa no se ha adaptado, seguís con la misma ropa que teníais cuando entrasteis en la nave. Helena encuentra otra espada cerca de vosotros, es similar a la que ha encontrado Alejandro. 

Cuando Oscar mira el móvil marca las 21:43, según ese reloj, sólo han pasado 5 minutos desde que entrasteis en la nave y sufristeis el flashazo. No hay cobertura de ningún tipo. 

A medida que pasan los minutos os dais cuenta de que el aire es diferente al de Madrid, mucho más limpio. A Helena le recuerda a ese aire puro del amazonas o de algún bosque frondoso en alguno de sus viajes a lugares sin industrializar. Y.. a medida que pasan los minutos el olor se os hace más pesado. Los cadáveres no son recientes, por el olor, llevan ya unos días allí.

Cuando te llevas el cigarro a la boca miras el paquete, te quedan 17 cigarros. Sabes que Alex tiene otro paquete, aunque desconoces cuantos le quedarán, y que fuma mucho menos que tú.

La pantalla del móvil me devuelve la mirada y ahora sí que estoy flipando. Joder. Me prendo el cigarro por inercia, sin mirarlo, aún con los ojos en el teléfono.

—Tíos, a lo mejor eso de la realidad virtual no es tan descabellado... —Porque si no es eso, a mí que me expliquen cómo puede ser que sea de día y sólo hayan pasado cinco minutos. Flipo—. Han pasado cinco minutos. Y no tengo una mierda de cobertura. Ni una rayita. 

Miro a Helena cogiendo la espada y a Alex revolviendo también entre los cadáveres y frunzo el ceño. Guardo el teléfono en el bolsillo. Suelto el humo del piti. 

—A ver... ¿Sabéis usar eso? Os vais a hacer daño. ¿Y quién coño es toda esta gente? 

Imité a Óscar. Busqué en mis bolsillos, seguía conservando mis cosas: llaves de casa, de la moto, tabaco, encendedor, un bolígrafo, la cartera. Un paquete de pañuelos y el móvil. Hasta los tres condones en la cartera.

-Tampoco tengo cobertura -anuncié a la vez que en la otra mano sostenía la espada- Manejo el cuchillo, esto más o menos, bueno, no es la misma mierda, pero creo que me defiendo. Helena, la coges por el mando, no por la punta -solté una broma muy gilipollas.

Luego blandí el arma atacando al aire, girando muñeca y repartiendo unos cuantos espadas -¿Ves? Está tirado. Como la Play. Pero en virtual. Aunque no entiendo cómo. No se, no llevamos gafas ni nada parecido. ¿Nos habrán metido una droga? Nah. Es cosa de la sala donde hemos entrado, como en las pelis. -Me encendí un piti también.

-Joder, apesta igual que en el piso de Sara. Para ambientarnos, jaja. Menos mal que el aire es de puta madre. Un día en el bosque. Así, por la cara. En fin, algo habrá que hacer. A ver si hay algún camino o pista o lo que sea.

Me entretuve observando los cadáveres, golpeando de forma suave con las botas o pinchando un poquito con la espada. Que por cierto, me la miré, comprobando calidad y dureza- Acero valirio no es. Ni tampoco hyrkanio. Oye, si sale Cersei, me la tiro el primero. Juas. Jajaja. Lo mismo me corta los huevos antes.

Me quedo allí, observando los alrededores y detecto la chaqueta de Sara al igual que su ropa. Rápidamente me dirijo hacia ese punto, para revisar las ropas, ver si hay algún registro de sangre en la ropa o similar. No obstante escucho a mis amigos y suspiro. - Esto es de ella, toda su ropa está aquí. No me digas que ha muerto... - comento mientras les señalo la chaqueta que tengo en la mano. 

- Estamos temporalmente en la frontera del Medievo, por las ropas. No soy una experta en ello, pero más o menos puedo distinguirlo... La zona me recuerda al Amazonas, por su aire fresco, aunque no estamos allí. - agrego mientras dejo la ropa y miro el móvil, 67% de batería, nada mal. - No te preocupes Oscar, es para defendernos. Deberías pillar algo, si estamos en la época que creo... Tendrás que defenderte como sea, así que piénsalo. - indico mientras la nariz se frunce, me da mucho asco todo y no puedo con ello. 

Contemplo a Alex haciendo sus movimientos de espada y joder, no lo hace mal del todo. Pero al escuchar sobre la ropa de Sara se me van los ojos y la atención hacia donde está Helena y me acerco para echar un ojo. 

—Joder, qué mal rollo, qué mal rollo.

Rastreo con la mirada, en busca de sangre, desgarrones en la ropa, algo que muestre alguna señal de que ha tenido que defenderse. Pero si le ha pasado algo, ¿por qué está ahí su ropa y no su cuerpo? Y si no le ha pasado... ¿dónde mierda está ella?Lo de la ropa medieval ya termina por descolocarme del todo. Esto de la realidad virtual no me termina de convencer. Hay demasiadas cosas que no encajan. Como por qué iba a tener que dejar Sara su ropa atrás. Me paso una mano por la frente hasta llegar al pelo, haciendo oscilar mis rizos, y suelto el humo de la última calada en un resoplido. Como sea, estamos aquí. Algo hay que hacer. Lo mismo damos unos pasos y descubrimos que es un set de rodaje o alguna mierda así. 

—Vale a ver... —me dejo el piti colgando de los labios y me agacho para pillar un arco—. Pues yo me llevo esto. Paso de las espadas. 

Empiezo a rebuscar en busca de algún carcaj con flechas o algo así. Si hay arcos debería haber flechas, ¿no? Y mientras rebusco no puedo evitar hacer algunas muecas de asco. 

—A lo mejor deberíamos ponernos ropa de antiguos y dejar la nuestra con la de Sara —comento, mientras voy rebuscando—. Para buscarla tal vez tendríamos que replicar sus pasos.

No me puedo creer lo que estoy sugiriendo. Desnudar cadáveres para vestirnos de medievales. Hay que joderse.

Dejé de tontear con la espada cuando escuché el aviso de Helena. Me acerqué junto a Óscar.-¿Qué dices muerta? Se habrá cambiado de ropa. Joder, nos deja pistas. Hay que seguir por ahí.

El amazonas y el medievo.¿Qué se metía Helena? -Lo mismo estamos en la conquista de América.¡La búsqueda de El Dorado! Eso molaría. Oro, tesoros, peligros, princesas indias. Jefes de tribu, Helena. Jaja.

Le di un par de caladas al pitillo. Negué con la cabeza hacia Óscar- Una mierda me voy a poner esa ropa. Tío, será falsa, pero paso. Que se crean que soy un dios extraterrestre. Me parto.

Examiné la chaqueta y resto de prendas de Sara, por si había algo, un papel, notas, el móvil.

Si estamos en la época que creo... Tus propias palabras resuenan en tu cabeza una y otra vez. Quizá no te hayas dado cuenta pero la explicación es tan ridícula que la sóla idea te está machacando las ideas. Todo te parece tan real, el olor, el ambiente, las ropas de los caídos... todos los libros que tenía Sara en su casa....

No hay desgarrones en la ropa de Sara ni nada que pueda interpretarse como que ha tenido que defenderse.

Encuentras varios arcos y te decantas por uno de tamaño mediano. No tardas en encontrar flechas dispersas por el suelo y un carcaj vacío. No es necesario que cojas flechas clavadas en los caídos, hay bastantes por el suelo que sin duda no acertaron el objetivo.

Empiezas a buscar entre los caídos alguno para coger su ropa y tras un par de minutos consigues localizar a tres que podrían encajar en vuestras dimensiones corporales.

Rebuscas en los bolsillos de Sara y lo único que encuentras es un cuaderno pequeñito, tamaño de bolsillo. Lo abres y ojeas, la letra es muy complicada de descifrar, hay muchos borrones, algún dibujo ininteligible.

Pasas las hojas hasta llegar al final y encuentras varias secuencias de tres números tachadas

502 503 504 505 506 507 508 509 510  ¡511!

También encuentras una frase subrayada

Prueba 13: La traducción funciona.

No encuentras nada más en sus ropas.

No tardas en localizar el rastro de Sara, sin duda se fue de allí hacia el bosque con bastante prisa.

El olor empieza a ser cargante para vosotros. Aguantaréis un poco más allí pero probablemente empecéis a tener nauseas y vómitos. No es algo a lo que estéis acostumbrados y es bastante desagradable.

El sol sigue cayendo y hay un poco menos de luz.