Partida Rol por web

Geralt iba a abrir la boca cuando alguien toco con los nudillos la puerta de la TARDIS.-¿Doctor? ¿Estas hay?.- pregunto una voz de mujer.- Imagino que necesitas respuestas y te traigo algunas, si las quieres. ¿Podemos hablar?

 Abrí la puerta, con cautela, mientras le hice una seña a Jack para que estuviera listo para cualquier cosa:

 - ¿Quien eres?.

¿El doctor?- pregunto la mujer al verle.- Con esa cara no le conocia... bien. La explicacion es sencilla señor, con sus multiples viajes fue recrando pequeñas anomalias, modifico el curso de muchas vidas anonimas y reescribio la historia infinidad de veces. No se lo reprocho, nos consta que la mayoria de ellas fue por el bien de la humanidad pero todo tiene un efecto secundario.- dijo la mujer entrando en la TARDIS sin ser invitada.

Hola Jack.- dijo saludando con una sonrisa llena de intencion.- Me alegra verte, en esta dimension falleciste hace tres años... me alegro de volver a verte.- añadio con doble intencion.- Cuando esto acabe, recuerdame que te vuelva a llevarte a mi casa y te vuelva a presentar a mi hermano gemelo. Tu no nos recuerdas en esta dimension pero... ya te lo recordaremos.

La mujer regreso al tema principal.-En diferentes dimensiones la vida del doctor se difurco, se enamoro, se caso... solo logro tener tres hijos, con dos humanas especiales. Una de ellas destinada a morir en la edad media por "brujeria" otra en la epoca actual y un tercero que fue es mas bien un clon.-dijo mirando a Jenna.

Esos niños ponian en peligro el universo y se creo una comision para... eliminarlos pero los doctores de esas dimensiones no lo entendieron bien. Trataron de volver atras en el tiempo, generando mas caos, para salvar niños... niños que existian en una dimension y no en otra... con la conclusion que nos trae a este punto. El universo necesita un equilibrio entre orden y caos. En este momento estamos a 70 por ciento de caos y subiendo.

Jack escuchó a Lenna, impávido, con aquella cara que ponía cuando estaba serio. En otro momento, habría caido en el tonteo de la mujer, y le habría preguntado si su hermano estaba bueno, ahora no.

-Es mentira.

Dijo tajante.

-Yo no puedo morir.

Le contestó seriamente y luego continuó.

-Si supiera morir, ya lo habría hecho hace mucho, mucho tiempo.

- Bueno, yo no llamaria estar vivo exactamente a eso.- dijo la mujer.- Persiguiendo a un alien fuiste aceptado por una bacterea que se instalo en tu cerebro. Puedo llevarte a verte pero te aseguro que sera desagradable y ademas... no se si eso causaria mas caos.

Una nueva mujer apareció en escena e interrumpió la conversación dando respuestas, aunque lo que escuchaba sobre ella no lo comprendía. Abrió bastante los ojos cuando dijo que Jack había muerto, eso no era posible, aunque la explicación de la mujer no dejaba dudas de que eso no fuera a ser posible.

- ¿Entonces..? ¿Cómo se puede arreglar?

Ese es el caso, no se puede.- dijo Lenna con seguridad.- Al doctor... bueno, al doctor de esta dimension, se le habia ocurrido "reiniciar" el universo. ¿Como? Ni idea.

Jack asintió.

-Eso suena más coherente.

Luego, el capitán de Torchwood se sentó al borde de unos controles, cruzado de brazos.

-¿Lo consiguió? ¿O usaron a los niños contra el?

No lo sabemos, ya sabes como era... o es... quiso hacerlo solo.- dijo Lenna.- Aunque... que ustedes esten aqui no es muy alentador. Seguramente no lo consiguiera

Jack miro al suelo y resopló.

-Bien. Si el doctor no tiene otro plan maestro, sugiero salir y tratar de cazar a las niñas, una a una. O hacer que recapaciten.

Dijo tajante e inmisericorde.

-También deberíamos buscar a la mente tras esto. Le pienso meter una bala en la cabeza.

El doctor pensaba que el causante era el mismo... un "doctor" que se habia dejado arrastrar por la locura de intentar salvar a todos los que habian muerto por su culpa, solo que el problema reside en su cara... no sabemos cual a adoptado.

 La idea de tener que enfrentarme a mi mismo era... Interesante.

 - Si un Doctor está detrás de esto, significa...

 Sin terminar la frase, fui a la consola principal del cuadro de mando de la TARDIS y comencé con mi trabajo... Intentar rastrear otra TARDIS.

Tal vez por eso a tu maquina le tiempo le costaba cada vez moverse en una dimension donde ya exitia.

Eureka. Habia otra tardis, en el museo de historia natural, justo en uno de los almacenes donde se guardaban pasadas colecciones en desuso.

Jack se cruzó de brazos y miró con desconfianza a Lenna. Esperó a que el doctor terminara con su búsqueda, en cambio, él pensaba que la mejor manera de arreglar eso era salir y hacerlo a la antigua. Pero no era buena idea separarse ahora.

 Con una sonrisa victoriosa, grité de felicidad:

 - ¡Lo encontré!.

 Sin mediar palabra, la puerta se cerro y la TARDIS se trasportó al museo, tal y como yo la dirigí.

¿y que haras cuando lo encuentres?¿Una guerra de destornilladores? Piensa un poco, ¿y si eso hace que el caos se ponga a tope y destruimos el universo?

 - Tenemos que saber lo que quiere y, si realmente es el responsable, tal vez yo pueda convencerle de que lo pare.

- Todo esto parece muy complicado..

Comentó acerca de lo que habían dicho los demás. Luego no pudo evitar sonreir al pensar que esa niña fuera su hija, le parecía muy mona, aunque antes les había dado un susto de muerte.. y con Jack, no se había imaginado con él, menos con el Doctor.. Todo aquello era realmente extraño.

Cuando la Tardis se movió, se agarró donde pudo para mantenerse en pie y no caer.

- A lo mejor debería ser otra persona quien hablara con él

Después de la aparición de la niña pequeña, y las revelaciones de una mujer que acababa de aparecer, Ellen solo se había enterado hasta la parte en la que decían que había muerto en la hoguera en otro mundo, lo que le hizo recordar su pueblo natal y pensar. ¿Quien habría sido quien la habría acusado en primer lugar? ¿Y quienes le habrían apoyado? Pero también pensó en la iglesia y una cosa que seguía allí... la razón por la que había tenido que huir.

-¿Que tiene que ver con eso el... demonio de la iglesia?-pregunto refiriéndose al ángel llorón, aunque ahora era incapaz de recordar su nombre verdadero.

 - Quien sabe, tal vez mi tocayo tenga la respuesta...