Partida Rol por web

Al menos esto sangra y si sangra puede morir .Comento en voz alta  intentando darme ánimos   y ya de paso al grupo .Sin embargo , la alegría dura poco  porque la criatura vuelve a golpear a los compañeros   con fuerza .Estos responden golpeándola   y seguramente si no fuera un  engendro  ya habría caído pero parece que  la magia que la creo también la ha dotado de una resistencia  anormal .Intento  echar una mano atacando de nuevo pero hay tan poco espacio que  no consigo imprimir la suficiente fuerza al arma  como para que  atraviese  el duro pellejo .

Con gran esfuerzo me dirigí hacia el pozo. Quería sacar agua de allí, y ver que salía, pero, más por curiosidad y sin ninguna intención de meter aquello en mi cuerpo.

- Siempre puede valer para refrescarse o asearse.

Van Tharkan volvió al ataque, su espada volvió a cortar un buen tajo en el lomo justo dónde se unían los tres perros. La bestia tenía cada vez menos vitalidad en sus acometidas, pero compensaba con furia y demencia la sangre perdida.

Izurde recuperó el sentido de la realidad justo cuando se abría un ángulo contra la aberración y, como un resorte, soltó la jabalina... a la vez que Dorg descargaba su espadazo y se interponía. Por suerte la saeta golpeó de refilón y justo en la parte más robusta del espaldar de la armadura.

Pero sí desvió la hoja del salvaje, haciendo que lo que podría haber sido un buen tajo en la cabeza se estrellara contra uno de los costados del animal, robusto como piel de toro, lo suficiente para desviar sin consecuencias su extraña hoja cristalina.

Antern no conseguía una buena posición y pronto se encontró con que sus ataques fallidos le dejaban de nuevo a la contra.

El monstruo se lanzó, tirando dentelladas a los tres guerreros; de nuevo el cuerpo central, con impulso extra del cuerpo humano empujando con la lanza ganó la ventaja y movió la dentellada de las otras dos que fallaron a Dorg y Antern, peor suerte corrió Van Tharkan, que vio cómo su pierna era amenazada por un mordisco mientras la lanza surcaba el aire, perfectamente dirigida a su corazón.

Salamina estuvo un rato tirando de la cuerda para sacar el agua del pozo. En ese momento la montaña comenzó a temblar ostensiblemente durante unos segundos, haciéndola perder el agarre y que el cubo volviera a bajar hasta el fondo.

Cuando por fin logró sacarlo del pozo, aún nerviosa por qué podía pasar tras ese misterioso temblor, el agua era un poco turbia, aunque estaba fresca y no olía mal. Pudo ver algunas larvas de mosquito en ella, señal de que muy mala no era, pero tampoco era la ideal.

La abominación parecía desatada, pese a los cortes recibidos seguía con la misma energía que cuando empezó a atacarles. Dos ataques fueron lanzados contra el bárbaro, que pudo evitar a duras penas el primero de ellos, salvando milagrosamente el segundo.

Las fuerzas empezaron a fallarle, pero no quería caer allí y convertirse en otra de las marionetas de ese ser que se había hecho con las minas y con todo el pueblo.

Esperando a ver qué hacían sus compañeros, asestó otro golpe mientras retrocedía, tratando de parar los embites de la criatura.

Desconfiada, antes de empezar a lavarse, la dejó aposentarse. Quería tanto ver si se "aclaraba" porque era barro o por si había algo raro en ella. Además, los "bichillos" la entretuvieron, y si había algo raro en el agua, igual esos insectos podrían darle alguna pista. Por supuesto, si no era algo de vida o muerte, no pensaba ingerir aquello.

No solo le daba cierta desconfianza, sino que tras ver la pudredumbre de la gente, le daba asco, y lo que todos comparten en un pueblo, siempre es el agua. Con esas miró al cupier, a ver sus reacciones, y procurando descubrir si tenía también más señales de esas "mierda".

Dorg siguió retrocediendo sin dejar de lanzar espadazos hacia adelante, intentando acabar con ese demonio antes de que lo que tenía que pasar pasara. Sentía temblar las paredes cada vez más.

- ¡Algo se acerca!- chilló, por encima del ruido del combate.- ¡Hay que salir!

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   Nervioso, empiezo a retroceder por el túnel aferrando con fuerza mi jabalina restante, con cuidado para no caer y exhorto a los guardias para que salgamos de aquí.

   - ¡Hay que salir de aquí, ya no nos queda tiempo! -

   Procurando mirar donde piso y no dar la espalda al bicho si sigue en pie, añado - ¡Vámonos! -

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El ruido de lo que se aproxima es bastante aliciente como para echar a correr y no es necesario que nadie me anime .Pero es que si ademas a eso se une mi escasa efectividad en el combate y los gritos retirada de los compañeros... me falta tiempo para dar la vuelta y poner los pies en polvorosa .Echo a correr hacia la salida deshaciendo el camino que nos trajo hasta aquí .

Van Tharkan estaba decidido a abandonar el combate para retirarse, pero sabía que sus capacidades para eludirlo sin correr peligro eran grandes, atacó de nuevo mientras se reposicionaba, esperando que poco a poco consiguiera la distancia suficiente para hacer un intento de huida sin dar la espalda al monstruo. El tajo fue efectivo, un corte profundo que drenaba aún más las fuerzas del monstruo.

Dorg se unió a su prisa por huir, gritando mientras atacaba, casi desesperado por cambiar la ofensiva por una retirada alocada. Su frenesí le llevo a dar otra estocada que cortó un buen filete del costado canino. La aberración se tambaleaba por la pérdida de sangre a través de media docena de heridas, su torso humano medio tumbado sobre los lomos de los sabuesos.

Antem, siguiendo los gritos y la retirada apresurada de Izurde, que caminando de espaldas había comenzado a retroceder por el pasillo, se zafó de la pelea lo mejor que pudo, más por suerte y la distracción de sus compañeros que seguían peleando que por otra cosa, alcanzando al sacerdote, cuya zancada corta y cuidado en la retirada lastraba en el avance. 

Izurde no pudo conseguir un tiro claro, más lejos que antes y obligado por el pasillo que se estrechaba a posicionarse frente al combate, su ángulo casi desaparecía, incluso cuando Antem dejó de bloquearle la visión para alcanzarle.

Los guerreros que quedaban al frente esperaban la nueva descarga de ataques de la aberración cuando el mundo comenzó a temblar más fuerte a su alrededor con un ruido de ruptura, el techo cayó sobre el hueco enterrando y haciendo desaparecer a la demoníaca amalgama, junto a la pared del templo, cuando un torrente de agua se abrió paso desde algún lago subterráneo hasta el túnel que ocupaban. En un parpadeo Dorg y Van empezaban a ser empujados por un trombo de agua que les cubría ya las pantorrillas, mientras Antem e Izurde veían hundirse el fondo del túnel y una cascada apenas un metro por encima de sus compañeros y menos que eso hacia dentro.

En pocos minutos el túnel que ocupaban se inundaría, con ellos si no habían conseguido huir. Sólo cabía rezar para que el pozo no lo hiciera más rápido de lo que el elevador fuera capaz de ascender. Si es que conseguían llegar hasta él.

Lentamente el polvo se iba asentando en el fondo del cubo, parecía que algo había enturbiado el agua recientemente y era suciedad normal. Aún miraba suspicaz el agua cuando el suelo tembló, ésta vez lo bastante para haberla desequilibrado si estuviera sentada, a la vez que sonaba un ruido atronador, principalmente desde el interior de la cueva.

El crupier, simultáneamente, chilló y se llevó las manos a la cabeza, como si le fuera a estallar. El otro tipo seguía allí, con el dedo encima de uno de los números de la ruleta.

La mina se estaba llenando de agua, solo quedaba correr después de que la bestia hubiera caído sepultada bajo mil escombros.

- ¡¡Huyamos!!

Era la única palabra que necesitaba para darse ánimos o avisar a quien no fuera consciente aún de la inundación, aunque todos estaban claramente ya en alerta.

Había visto a Izurde llamar a su señor, pero no esperaba que le hubiera hecho caso de verdad. ¿Qué poderes tenía ese sacerdote? Sin duda más de los que aparentaba, si es que era él el que había provocado esto.

Contaba con poder despejar esa duda en breve.

- ¡¡Al ascensor!!

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   El derrumbe no me pilla del todo por sorpresa, pero sí la fuerza con la que irrumpe. Al ver caer la tromba del agua, me doy media vuelta...

   - ¡CORRED! -

   ... y salgo a toda velocidad que puedo impulsar a mis piernas, mientras musito una plegaria de agredecimiento a Strasha.

  - Gra..gracias.. arf, poderoso, arf Strasha. - Mientras corro me concentro en el ritmo, - por ayudar a este.. tu siervo arf, en esta hora... arf... no es necesario que me llames a tu presencia aún, dadnos tiempo a tus humildes servidores a salir. Y gracias... arf, otra vez. -

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El retumbar ya era terrible cuando Dorg asestó el que sería el último golpe a la criatura. Seguía viva, pero la tierra se lo tragó como por arte de magia.

- ¡Por la Dama!- exclamó el org, en su propia lengua, al ver salir toda aquella agua en tromba. La mina iba a inundarse de un momento a otro, tenía que salir de allí. Sus patas cortas tenían el tamaño justo para no quedar atrapadas en el barro, pero aun así su natural torpeza le hacía lento. Al final logró salir del barrizal y alcanzar a Antem y al sacerdote que había resultado tener poderes de verdad

Conseguimos escapar del derrumbe gracias que todos estábamos sobre aviso y por eso no acompañamos a la bestia bajo las toneladas de piedra que la sepultan .Lo siguiente es saltar al ascensor pero entre la distancia y que todos intentamos movernos a toda velocidad por ese estrecho pasillo no será nada sencillo ..Mierda

Antem e Izurde aprovecharon la distancia que llevaban para tomar ventaja. Aún así era obvio que la adrenalina les ayudaba pues pronto perdieron de vista a los demás y también la inundación. Las antorchas que habían dejado en la zona del ascensor para poder coger mejor las armas ya eran visibles para ambos, que empezaron a albergar la esperanza de salvarse.

Dorg también tomó buen ritmo, aprovechó el tiempo que el agua tardaba en llenar el pasillo para tomarle la delantera a la riada y conseguía mantener el ritmo justo por delante del agua, pero poco a poco perdía de vista los restos de luz de la antorcha de Izurde.

Van Tharkan era el más apurado. El agua le había cubierto las rodillas y cada vez le costaba más avanzar, amenazado con ser sumergido en breve a medida que la inundación crecía detrás suyo cubriendo más y más el fondo del túnel.

acelero el paso porque me imagino que el aguar seguirá subiendo y cada vez se va a hacer más difícil avanzar .Giro un poco la cabeza para ver como les va a los demás y ya solo veo pasillo así que me concentro en seguir al que va delante , que sorprendentemente es el que tiene las piernas más cortas .¿será magia ?

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   Pareciera que por gracia divina de Strasha me deslizará como una ola sobre el oceano más que corriendo por sus propios medios o quizá fuera el miedo. El caso que corría como si me fuera la vida en ello, lo cual era rigurosamente cierto por otra parte. Jadeando, llegué al ascensor casi de un brinco y me dispuse a poner en marcha ese trasto.

   También recordando que otros van más retrasado, pienso en echar mano de la cuerda para echarles eso, una cuerda. Previo a amarrarla antes a un madero del ascensor.

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