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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

24. El Paso de Brecilia

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05/10/2015, 22:04
Narrador

—¡S-sí! ¡Estoy bien! Está Asthan conmigo, pero no veo a nadie más—respondió Gabrielle.

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05/10/2015, 22:05
Narrador

—¡S-sí! ¡Estoy bien! Está Asthan conmigo, pero no veo a nadie más—respondió Gabrielle.

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05/10/2015, 22:08
Trasus

Trasus se detuvo un instante al escuchar la voz de la muchacha.

—He visto a alguien salir corriendo —exclamó, dándose la vuelta—. Voy a ver de quién se trata.

Y volvió a seguir su camino hacia lo desconocido, la aventura, el peligro y el resto de lugares que se encontraban en sentido opuesto al sentido común.

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06/10/2015, 11:54
Alexei
Sólo para el director

Si Alexei no hubiera estado sujetando su alfajón con las dos manos se hubiera llevado una a la cara sin dudar. Él preocupado en no hacer ruido y Trasus y Gabrielle conversando tranquilamente. Antes de poder hacer algo más una bofetada de aire caliente le golpeó y vio una silueta delgaducha y al que sin duda era el demonio de la cólera.

¿Trasus? ¿Ayla? Daba igual quién de los dos estuviera al alcance del demonio. Alexei comenzó a andar en esa dirección lo mejor preparado que podía para cualquier imprevisto.

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07/10/2015, 13:20
Narrador

La figura delgaducha en cuestión resultó ser Asthan, el cual brincó eléctricamente hacia atrás al ver surgir a Trasus de la nada para evitar darse un trompazo contra él. A varios pasos detrás del elfo apareció una luz: se trataba de Gabrielle. La maga había conjurado algún tipo de hechizo que la hacía brillar como un farolillo andante.

Alexei apareció también de entre el polvo en suspensión con su alfanjón en las manos. Y sospechábais que aquella silueta que se acercaba sigilosamente a varios metros por detrás de ellos debía ser Cedric.

La pregunta era dónde estaba Lynn. Y ya de paso, Ayla y su espontáneo intento de salvador.

Pregunta que no tardó mucho en ser repsondida: al acercaros un poco más a la fuente de la llamarada pudisteis ver claramente al Demonio de la Cólera, el cual se encontraba encorvado en una postura amenazadora, o más bien como si quisiera impedir el paso... a la clériga estaba justo delante de él.

Porque detrás de él sólo se encontraba la pila de rocas descomunal dejada por la avalancha, envuelta aún en la polvareda que los propios peñascos habían levantado al desprenderse de la montaña. No había rastro ni si quiera del ogro.

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07/10/2015, 13:28
Lynn

—¡No me asustas!—exclamó la clériga en un tono que era mezcla de impaciencia y frustración. Un tono emitido más con ese frágil valor que nace del miedo que con verdadera rabia—.  ¡Lárgate y déjame pasar!

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07/10/2015, 13:32
Demonio de la Cólera

El demonio gruñó y clavó las largas garras en el suelo pero no la atacó. Aunque tampoco se movió. De hecho era como si hubiese querido afianzarse allí.

Miró hacia el inmenso montón de rocas que había tras él y luego volvió a observar a la irritante humana.

—¡Mia!—respondió con una voz crepitante como un leño en llamas. Y no quedó claro si intentaba comunicar algo en el más básico idioma humano o es que simplemente era parco en palabaras—. ¡MÍA!

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07/10/2015, 17:01
Gabrielle

Los demonios de la cólera eran uno de los demonios menos poderosos del Velo, surgidos del deseo insatisfecho y por tanto inferiores a él. Pero no dejaba de resultar escalofriante aquella masa de lava al rojo vivo, envuelta en una nube de humo y calor.

—Lynn, tranquila. Atrás —le pidió Gabrielle en un tono firme pero tranquilo.

La maga del Círculo avanzó hacia el demonio, poniéndose al frente de la comitiva. No hacía falta ser ninguna experta para darse cuenta de que el demonio se estaba alimentando de la frustración de Lynn por encontrar a Ayla y haciéndose más poderoso en el proceso. Pero lo contrario también era cierto: si mantenían la calma el demonio se adaptaría, y perdería parte de su poder. 

Tampoco es que pudieran convencer a un demonio de un concepto tan alienígena en el Velo como el tiempo.

—No encontrarás aquí ni un resquicio de Ira de la que alimentarte, demonio —dijo, casi compadeciéndose de la vida violenta de la criatura—. Sólo serenidad, paciencia y compasión. No tienes poder sobre nosotros. Déjanos pasar.

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07/10/2015, 23:43
Trasus

La fortuna quiso que no se lanzara solo a la persecución. Todos estaban allí, sanos y salvos, algunos de ellos unos pasos por detrás, y otros unos pasos por delante. Salvo Ayla, su misterioso salvador y el ogro impetuoso, de quienes no había ni rastro.

El demonio de la cólera estaba quieto, frente a Lynn, crepitando posesivos como un amante demasiado encendido. Trasus apoyó una mano en el hombro de la hermana en lo que pretendía que fuera un gesto reconfortante.

—Recupera la compostura, Lynn —le pidió, sonriente—. Reanudaremos la búsqueda enseguida, en cuanto intercambiemos impresiones con el demonio.

Serenidad, paciencia y compasión, dijo la maga. No eran precisamente los calificativos que él hubiera usado para ellos. Claro que, al menos en lo que a él respectaba, la ira era ciertamente un ente extraño que raramente se molestaba en asaltarle.

—¿Recuerdas a un mago y a un enano? —le preguntó al demonio—. Los tuviste que ver hace unos días, cuando perseguías a la muchacha en las cavernas. ¿Puedes decirme si consiguieron escapar con vida?

Esperaba que Alexei saltara en cualquier momento, alfanjón en lo alto, para tajar al demonio como si fuera un salchichón, si es que aquello era posible. Así que más valía aprovechar el tiempo del que dispusieran para conversar.

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08/10/2015, 10:48
Alexei

Alexei se limitó a acercarse con cautela con el arma preparada ante lo que pudiera ocurrir, mientras respiraba acompasadamente para relajarse. Las palabras de Gabby sobre cómo lidiar con el demonio de la cólera se habían quedado arraigadas en su cabeza.

Serenidad, paciencia y compasión—se dijo a si mismo.

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09/10/2015, 07:37
Cedric

Cedric dejó hacer a Gabrielle mientras permanecía en la retaguardia del grupo. Era lo suficientemente inteligente como para reconocer que la situación lo superaba.

—Quién sabe, tal vez dialogar con un demonio no sea la decisión más estúpida de la historia, como parece.

De lo que estaba seguro era de que no iba a ser él quien se acercara al demonio de la cólera.

—Serenidad, paciencia y compasión. Los Cuervos también predican serenidad y paciencia a sus asesinos. También suelen ser compasivos, si matar rápido y sin dolor cuenta como compasión...

Cualquiera que mirara a Cedric habría literalmente visto cómo su hilo de pensamientos se rompía de repente. Hasta sacudió la cabeza para alejar las ideas. ¿Podría ser que solo pensar en violencia fortaleciera al demonio?

Una vida por la espada había plagado su mente con recuerdos y pensamientos que de serenos tenían poco. Además, no había nada como tratar no pensar en algo para que la idea no saliera de la cabeza, así que Cedric hizo lo único que se le ocurrió para mantener la mente en blanco.

—Así como hay un solo mundo, una vida, una muerte, no hay más que un dios y ese el Hacedor. Sucios y corruptos son aquellos que han tomado Su don...

En voz muy baja, pues las palabras no eran tan importantes como el hecho de pronunciarlas, Cedric vocalizaba uno de los pocos fragmentos de texto que había memorizado de tanto leer.

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10/10/2015, 17:07
Demonio de la Cólera

Si bien poseían la capacidad de hablar, los Demonios de la Cólera no eran precisamente famosos por su tendencia a emplear dicha capacidad en distendidas charlas, de modo que a nadie le extrañó que una posible respuesta a las preguntas de Trasus quedase relegada al último lugar en su lista de prioridades cuando bufó irritado al acercarse Gabrielle.

—¡ME HACES DAÑO!—protestó evidentemente molesto por la presencia del hechizo.

La mancha carbonizada que se había formado en torno a él, creció, extendiéndose por el suelo como una suerte de gangrena cuando la criatura pareció intensificarse su brillo durante unos instantes.

—¡La maga es mía!—repitió—. ¡Quiero que me deje en paz! ¡LARGO!

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10/10/2015, 17:24
Lynn

Lynn cogió aire y retrocedió haciendo caso a la petición de Gabrielle. Cuando Trasus le habló, se limitó a dirigirle una mirada inquieta. Más que furiosa estaba preocupada, pero también era consciente de que la maga sabría mucho mejor que ella cómo tratar con un demoino de modo que no protestó.

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10/10/2015, 17:41
Gabrielle

—¿Qué te deje en paz? —abundó Gabrielle—. ¿Te ha atado a su voluntad de algún modo?

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13/10/2015, 22:30
Trasus

Trasus suspiró. Esa parecía ser su vida en los últimos tiempos: una sucesión de intentos de entablar conversación con quienes no eran capaces, o no tenían la intención, de hacerlo. El demonio era apenas más elocuente que los engendros tenebrosos. En cualquier momento se daría la vuelta para marcharse, o decidiría lanzar su fundida figura sobre ellos, y la posibilidad de conocer el destino de sus amigos se perdería como una meada en la lluvia.

Apretó los labios y se quedó callado, un par de pasos detrás de la maga, esperando a que el demonio descubriera un pozo de elocuencia oculto en algún lugar de sus ardientes entrañas.

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14/10/2015, 17:42
Alexei

El joven guerrero continuó respirando acompasadamente, mientras sujetaba con fuerza su alfajón, como si éste fuera un ancla que le mantenía calmado ante lo que ocurría.

El demonio se mostraba comunicativo indicando que quería a Ayla aunque sin conocer los motivos pero . Gabrielle parecía intuir algo, pero sus palabras no tenían sentido para Alexei. Trasus, que en un primer momento había intentado entablar una elaborada conversación con la ardiente criatura, había comprendido la futilidad de sus esfuerzos y había confiado su suerte a lo que la maga del círculo pudiera conseguir al igual que habían hecho él mismo y Lynn. Cedric se limitaba a murmurar algo ininteligible.

El guerrero comenzó a dudar de que la conversación avanzara y empezó a descartar la posibilidad de que la situación pudiera resolverse de forma pacífica. No era el primer demonio con el que iba a enfrentarse pero no se sentía cómodo. ¿Se acostumbraría algún día a lidiar con demonios como parecía estarlo Gabby?

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17/10/2015, 13:08
Demonio de la Cólera

—¡ARRGH!—protestó el demonio visiblemente irritado por lo que fuera que hubiese conjurado Gabrielle. De hecho soltó un fogonazo espectacular que hizo que el aire se ondulara a sus espaldas—. ¡Malditos, Malditos! ¡MALDITOS MAGOS!

O tuvo un atisbo de lucidez sin precedentes y cayó en que era uno solo contra seis, o se volvió más fuerte su deseo de apartarse de aquello que lo molestaba que de continuar haciendo algo tan inútil para él como era comunicarse con otros seres. La cuestión fué que alzó una de sus largas garras y le asestó, literalmente, un zarpazo al aire. Una explosión de pequeñas luces similares a luciérnagas ("luciérnagas" que algunos identificaríais com lúcilos) dió paso a una ominosa raya flotante de luz verdosa que literalmente parecía una rotura en el aire.

Acababa de abrir una brecha en el manto.

—¡Mía! ¡ES MÍA!

Furiosa por el hecho de tener que hacerlo, la criatura se abrió paso a violentos empujones hacia la brecha, que parecía pulsar como si su propia existencia fuera inestable y no tuviera sentido dentro de las leyes de la física. Un fogonazo de luz verdosa os obligó a cerrar los ojos, deslumbrándoos, y cuando volvisteis a  mirar había desaparecido. Lo único que quedaba eran una serie de lúcilos flotando por el aire como burbujas sin rumbo.

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17/10/2015, 14:19
Narrador

Te has dado cuenta cuando el demonio ha mirado en tu dirección de que en realidad no te ha mirado a ti, ha mirado detrás de ti. Lo que parece irritarlo más es el aura de Asthan. Tu conjuro le es molesto pero, al parecer, la presencia positiva de un espíritu le resulta directamente insoportable a alguien con tan poquísima paciencia.

- Tiradas (1)
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17/10/2015, 14:25
Asthan

Asthan se frotó los ojos, parpadeando varias veces en un intento por eliminar la mancha oscura que había aparecido en su visión.

—Se... ha ido—se atrevió a decir con una mezcla inquietud y cautela—. No nos ha atacado.

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17/10/2015, 14:32
Lynn

La que de algún modo incomprensible pareció ver algo entre el deslumbre y la intensa polvareda que aún se asentaba en torno al derrumbe fue Lynn.

—¡¡DREREN!!—chilló horrorizada.

Echó a correr por el camino ahora despejado tras la desaparición del demonio aun sin obtener confirmación de que realmente éste todavía no estuviera por los alrededores para prácticamente caerse más que arrodillarse junto a un enorme peñasco de los muchos que había traído la avalancha.

Había algo debajo del peñasco.

—No... no... no... no... —comenzó a gimotear con un hilillo de voz, como si negarlo las suficientes veces fuera a cambiar la realidad.

El polvo comenzó a disiparse lo suficiente como para que comenzárais a ver algo: lo que había bajo el peñasco era una persona atrapada, aplastada más bien bajo el peso de la inmensa roca puesto que sólo podíais verla de medio pecho para arriba. Era el muchacho que había tratado de llevarse a Ayla y el esputo sanguinolento que surgió de su boca cuando tosió os hizo saber que, de algún modo cruel por parte del azar, todavía parecía seguir vivo bajo aquel tormento.

—Por favor, no... —la voz de Lynn temblaba casi tanto como sus manos cuando se agarraron al único brazo que sobresalía libre de aquella tumba pétrea. Dos lagrimones de desesperación se deslizaron por las mejillas de la clériga—. ¡Hacedor, no!