Partida Rol por web

Cogió la caja, que pretendía llevar con ella, quizás fuera de ese sitio y con mas calma consiguiese abrirla sin sufrir daños ningunos de los presentes, ni ella misma.

Siguió a los demás, viendo la disposición del grupo, supo que pronto el draconiano con alas, necesitaría de nuevo a Tarben, ya que se lanzaba sin miramientos al combate, parecía que Baigron era más cauto y lo había demostrado, cuando estaban solos, sabia manejar ese arma tan grande y no temía por él, sabia valerse, pero estaba claro que el otro no, ademas.... los que iban delante de ella (a excepción de los draconianos), no veían en la oscuridad, mal muy mal, aunque no protestaría estaba en un sitio menos expuesta, esta vez.

Con los dos draconianos en cabeza, seguido de Zoak, y mas atras del resto de sus compañeros^*, el grupo entró en el distribuidor por el que bajaban las escaleras de caracol, de piedra vieja y gastada. El olor a descomposición y muerte, y sobre todo a "cerrado" hacía dificil respirar a aquellos que no habían tomado la precaución de taparse la nariz, pero eso tampoco los retrasaría. Lo que fuera que hubiera abajo, si es que lo habia, había mandado contra ellos a dos duros esqueletos que a punto habían estado de acabar con el Monje de Majere.

El Conjuro de Silencio que había detectado Anubis solo cupaba la la pequeña sala desde la que salía la escalera, así que, en cuanto hubieron entrado en la escalera en sí misma, de nuevo pudieron escuchar sus corazones latir dentro de su pecho. Nada mas se escuchaba allá abajo, donde las escaleras seguian girando, adentrandose en la tierra, creando toda suerte de figuras de sombra que danzaban al moverse Zoak, con su filo en llamas. Detrás de él, el conjuro de Luz de la Vara de Anubis otorgaba a la vieja escalera un color mas aséptico.

Con todo el cuidado que pudieron, todos en el grupo llegaron al final de la escalera, donde un habitáculo identico al de arriba, de 3x3m, daba paso a unas viejas dobles puertas que, cerradas, daban paso alguna habitación bajo la ermita, muy posiblemente, la cripta.

El bajar más y más en aquella cripta era una sensación incómoda, si bien nuestro propósito era por decirlo así, justo, por lo menos a nuestro entender, no me podia desprender de la sensación que no deberiamos estar allí. No era miedo, soy un escudero de Solamnia, pero notaba el peso de los siglos en esa tumba, haremos lo que tengamos que hacer y nos marcharemos lo antes posible.

Esa puerta doble cerrada, bastante vieja, no parece muy dificil de superar, cosa que me hace sospechar y estoy seguro que no sólo a mí.

- Anubis, ¿puedes comprobar si la puerta está protegida por medios mágicos?- le pregunto antes que los draconianos pongan una zarpa encima. Sobretodo Kartag antes que se lie a puñetazos.

Baigron siseo suavemente, juramentando en su mente, parecia que estaba de vuelta en la maldita infraoscuridad, de vuelta con esos monstruos de piel de ebano que deberian haberse extingido hacia eones, en vez de continuar polucionando el planeta, por suerte su sangre fria se hizo cargo de la situacion y siguio atento a cualquier peligro de su alrededor.

Apartandose para que el grueso del grupo pudiera entrar en el hueco, Baigron se limito a mantener a Fleshrend en una posicion de guardia, listo para lo que pudiera haber, claro que las puertas de lo que bien podria ser una cripta no dejaban hueco a mucho mas.

Leviathan llamo al mago para que comprobara las trampas magicas, una precaucion sensata, dado lo que habia encontrado en el piso de arriba, no seria muy descabellado suponer que habria mas trampas magicas esperando.

 Negué con la cabeza a Leviathan antes de responder:

 - Ha pasado el efecto del conjuro que he usado, necesitaríamos averiguarlo a la antigua usanza...

- Perdonad, que se me había ido el santo al cielo!!, susurró el joven escudero solámnico, ante la petición de Leviathan al aprendiz de mago, el "Bisonte" me permitirá saber si esa puerta encierra algo de magia..., continuó, mientras con una mano asía su Medallon de la Fe, y con la otra señalaba hacia delante, entornando los ojos, y dejando fluir palabras en el lenguaje de la magia divina. Al acabar, asiente con semblante serio, antes de mirar a sus compañeros, y y decir:

- Como me temía, en efecto, la puerta encierra dos auras magicas^*, pero no puedo discernir si es una trampa, o simplemente la protege contra las inclemencias del tiempo, o contra agresiones físicas...

Tras eso, mira a su compañero de Orden, y le dice: - Y bien, Sir Leviathan, como lider, que sugieres que hagamos...?? El talante serio y algo cortante de la pregunta flota en el aire, mientras el clerigo de Kiri-Jolith apresta su arma y su escudo, y se dispone a esperar ordenes.

Levithan no muda el gesto cuando su compañero tensa en ambiente, sino que sigo a lo suyo, por el bien de todo.

-Muy bien tarben, buen trabajo- asiento en su dirección-, tenemos una puerta que atravesar a ser posible sin fuerza que desate su salvaguarda haremos lo siguiente, Desdémona utiliza toda tu habilidad para abrir la puerta, pero sólo saca el pestillo, con mucho cuidado, dejála preparada para que uno de nosotros la abra con el escudo de parapeto, el resto pegados a la pared.

Quizás eran demasiadas precauciones para una puerta, pero a Tarben hay algo que le escama en contra de forzar la apertura y voy a hacerle caso. Esperaba si alguien quería presentarse voluntario, sino lo haría el mismo.

La poca luz que había en el angosto hueco de la escalera no era un problema para la planar que, desde su posición se da cuenta de algo, en la puerta: - No está cerrada con llave, aunque tiene cerradura..., susurra, en tensión, evaluando el poco espacio que tienen de maniobra, en caso de que algo explote, si es que hay un trampa...

Miro a Leviathan -Si, cerradura, pero no esta echada la llave, o sea se puede abrir.... aunque no sería yo quien abriese sin protección- pensó un momento en las palabras de Tarben -¿inspecciono un poco más por si hay trampas?- ladeo la cabeza agazapada aun cerca de la cerradura.

-Cualquier precaución es poca- le digo- ten cuidado-deberíamos subir todos un poco las escaleras- Tarben parece el más acorazado de todos, que se quede contigo y la abra cuando se lo indiques. Ponte detrás de él.

El resto nos alejamos un poco.

El minotauro se apartó de la puerta. Odiaba la magia, y sobretodo si podía hacerle daño. Subió unos cuantos escalones a la espera de lo que allí ocurriera.

Si es una trampa podríamos atarles a los de la escalera, si se activa un pozo o se inunda de gas o agua podemos sacarlos antes de que sea demasiado tarde.

Ya estaba preparandose para proteger a Desdemona, antes de que Leviathan le propuso para hacerlo, pero antes de asentir, lanzó una mirada seria a su compañero. Parecía que algo en su relación se hubiera roto, pero no era el momento de ponerse a pensar en ello, no cuando se enfrentaban a una amenaza tan cercana. Ya hablarían sobre ello. Así que, lo hizo, asintió a su enorme compañero, dejandoles hueco para que subiesen un poco por la escalera de caracol. Entonces susurró a Desdemona:

- Ten cuidado, por favor. Si ves que es grave, no te arriesgues: Yo me enfrentaré a la trampa protegido por Kiri-Jolith...

Pegado a la planar, esperó, agazapado, a que esta estudiase las dobles puertas...

 Me situé a una distancia prudente, a la espera de que cada uno de mis compañeros hiciera lo suyo. Dede luego, este sitio carecía de momentos para aburrirse...

La idea de Zoak me parece muy buena, si Desdémona encuentra trampas "normales" lo haremos, si es sólo la mágica, creo que sólo el aura afectaba a la puerta. La imaginación del minotauro me daba miedo, lo miro con los ojos abiertos de arriba abajo.

-Por los dioses, Zoak, tienes un pequeño Enano ingeniero ahí dentro- con las cejas le señalo la cabeza-.

Kartag se mantuvo en silencio, estudiando las reacciones de sus compañeros. Aunque no conocia bastante la forma de ser de ellos, ya que él era un ser solitario, veía que eran muy prudentes.

Siguio esperando con sus puños acerados cruzados, a que la bella planar a la que el destino le había guiado, examinará la puerta en busca de alguna trampa. Por lo visto el clérigo de Kirith Jolith había encontrado mágia en aquella puerta.

El monje siguio observando la escena.

Un par de buenos golpes y la echaría abajo! de eso estaba seguro Kartag. -sonriendo ligeramente, mostro sus colmillos.- al pensar en la escena y en las caras de sus compañeros.

Baigron se aparto del medio.

Sonaba brusco pero era lo unico que podia hacer ahora mismo, solo quitarse de en medio y dejar que Desdemona y los magos se hicieran cargo del asunto.

Se quedo agachada inspeccionando la cerradura y cualquier mecanismo que activase una trampa, sin mucho problema pues aunque la visión no era buena ella veía bastante bien. Se sentía más segura con Yarben cerca, pero no le gustaba que él se expusiese tanto por ella.

Le sonrió al escuchar su susurro -No te preocupes, este es mi campo- y siguió con su búsqueda con la mirada fija en la cerradura.

Sabiendo que las dobles puertas contienen dos auras mágicas, la tiefling concentra sus esfuerzos en buscar trampas mágicas. Breves preguntas a Tarben, que espera en una calma tensa, escudo y espada en mano, sobre las emanaciones mágicas que desprende la puerta le ayudan a encontrar los indicios que buscaba:

- อันที่จริง พวกเขาจะ ไม่ได้เป็นหนึ่ง ถ้าไม่ สอง กับดัก ที่มี ประตูเหล่านี้..., sisea, segura de lo que acaba de ver...

Sabiendo que las dobles puertas contienen dos auras mágicas, concentras tus esfuerzos en buscar trampas mágicas. Breves preguntas a Tarben, que espera en una calma tensa, escudo y espada en mano, sobre las emanaciones mágicas que desprende la puerta te ayudan a encontrar los indicios que buscabas:

- En efecto, son, no una, si no dos trampas la que encierran estas puertas..., siseas, segura de lo que acabas de ver...