Partida Rol por web

Cuando el ágil marinero cae, me alzo en mi estatura y cuadro los hombros, con dos palmadas como si me limpiara las manos de migas de pan me doy la vuelta y salgo del círculo de atención con la cabeza bien alta. Una buena salida es importante así que mientras mantengo esas últimas miradas en mi persona, digo.

-Si alguien quiere apuntarse a la orden solamnica, nunca es tarde- les guiño un ojo y salgo del todo, nunca es malo reclutar un poco, junto con un poco de chanzas que tanto les gusta a los marinos. Hay que saber adaptarse, ese es mi lema.

Cuando me ofrecen el botón de metal valoro las dos opciones, que es peor, ¿que me vean un poco mundano aplicándome ese trozo de hierro frío, o llevar un chichón durante un día entero? Acepto el botón y asiento con la cabeza mientras sigo al segundo.

-Luego te cuento- se susurro a Tarben, demasiados oídos, y además no tengo claro que ha pasado, quizás él tenga otro punto de vista menos melodramático que yo.

Arqueo una ceja, menudo espectaculo... pero debo dejarle explicarse.

Espero a que el Segundo nos lleve a donde sea y hable. Me siento algo impaciente

Con la mirada del que le cuesta fijar la vista en punto fijo, el adusto capitán chasca la lengua con fastidio, diciendo: - Y para eso me molestais??!! Una pelea en un barco?? Con los demás jaleando?? Por las barbas del Leviatán, muchacho, habías visto alguna vez el Mar antes de esta vez??!!, acaba, como desechando la idea con la mano, y dando otro trago a su licor.

- Apuesto a que vuestro amigo ha ido buscando problemas!!! Lo más probable es que mañana os pase a todos por la quilla!! No me molesteis con idioteces!! Fuera de mi vista!!, acaba, balanceandose peligrosamente en las dos patas traseras de su banqueta...

Seguís al Primer Oficial a la Cubierta Superior de Proa, mientras va echando fugaces miradas hacia atrás y los lados. Llega hasta la Balista, y apoya la espalda contra el brazo basculante, mirandoos de frente, con el semblante serio, sin el talante tranquilo y confiado de abajo, y diríais, que ha lucido desde que le conocisteis. Obviamente, está nervioso, incluso muy nervioso...

- Que demonios ha pasado, Caballero?? Creí que procurarian no meterse en problemas... En un par de días llegaremos a Encrucijada, y allí podrán seguir su camino... A que viene esto??, dice, mirando a los ojos a Sir Leviathan, tras lo que mira a los de Tarben.  No me pongáis las cosas difíciles, os lo ruego!!, acaba, mientras la brisa, más potente aquí arriba, golpea con fuerza a su pelo, y hace que su camisa blanca golpetee con fuerza contra su pecho.

Zoak respiró aliviado, debía tener mucho pájaros en la cabeza y demasiada imaginación.

Haré trabajos en cubierta para compensar la puerta, capitán. Sólo queríamos asegurarnos que todo estaba bien por aquí. Volveremos con los demás entonces.

Zoak miró a Anubis y se encogió de hombros. Después se dispuso a salir del camarote del capitán.

Miro hacia los lados con disimulo mientras me froto la parte dolorida de la frente y me dispongo a relatar lo sucedido.

-Usted me va a perdonar, pero a la luz de los hechos no encontré otra manera de actuar- encojo los hombros y hablo para los dos- encontrándome yo en la cubierta oí a ese marinero y a otro hablar de forma sospechosa, tras acercarme a ellos y pedir explicaciones, sus faltas de respeto y mofas, resultaron en este enfrentamiento que vos presenciasteis- miro hacia la cubierta inferior donde casi ha vuelto a su población- me gustaría hablar con el otro marinero, el que se escabulló, pensaban hacer algo mañana, tenemos que saber que era. Tengo un mal presentimiento.

Le doy una descripción del otro marinero, el escuálido.

 Me despedí del capitán con una reverencia, mientras le decía:

 - Sentimos haberle molestado, capitán...

 A continuación seguí a mi compañero cornudo:

 - Desde luego, aquí todos parece estar locos... - Le dije en confianza.

Es una vida dura, meses en alta mar, a veces sin ver tierra en mucho tiempo, no todo el mundo está preparado para esta vida.

Parece que mis temores eran infundados, siento haberte arrastrado a esto.

 Le hice un gesto, quitándole importancia al asunto:

 - No pasa nada, tranquilo...

- ¿Que es lo que oístes, hermano? tu acusación es muy grave, aunque yo te creo, hablas de los hombres de Verithiel, por lo que quizás él necesite algo más. En estos casos es mejor andar sobre seguro.

El rostro del semielfo se pone, si cabe, mas serio, incluso creeis ver un destello de ira en sus ojos, cuando Leviathan relata lo sucedido, y Tarben formula su pregunta, y con ambas manos aprieta casi hasta dejar los nudillos blancos, el brazo desarmado de la balista. Durante unos segundos, solo el viento continua haciendo algun sonido, ahora que el gentio se ha dispersado en la cubierta inferior. Solo el vigía continua en su posición, como guardia y ojos del navio en la noche.

- Aquel que describes es Tinker, dice, tras pensar un momento, mirando al Mar Nuevo. No os preocupeis, Sir, ya me hago yo cargo. Le agradezco la información, aunque dudo de que el viaje sea para vosotros todo lo placentero que podia haber sido, tras la pelea con Kostar. No gusta de perder una pelea, aunque tambien hablaré con él. Es un buen marinero, necesario en "La Crisis"... Se gira hacia vosotros, con una mirada nerviosa, que pretende relajar con una sonrisa, pero que hace del conjunto algo realmente forzado. Ahora, vuelvan a su camarote y, por seguridad, hasta que consiga calmar las aguas, les recomiendo echar el cerrojo por dentro. Mañana hablaré con los hombres. Buenas noches, Caballeros!!, acaba, saludandoos a ambos con la cabeza.

Baja de dos saltos la escalera a la cubierta inferior, y se dirige a la escotilla a la bodega superior.

Edito: Antes de desaparecer por ella, se cruza con Zoak y Anubis, que al veros, se acercan a vuestra posición.

Cuando salís a la cubierta, tras el ambiente saturado de alcohol en el que estaba el capitan, agradeceis la fresca brisa de la noche. El cierre no funciona del todo bien, pero la madera dilatada de la puerta encaja en el marco, así que esta no se abre.

Cuando os acercais de nuevo al palo mayor, ya se ha disgregado casi todo el gentio, y un orondo con algo menos pelo que dientes os dice: - Buen directo de derecha tiene vuestro amigo, sí señor!!, mientras muerde unas cuantas monedas de plata que ha debido ganar con las apuestas. Os dirigis con la gente hacia la escotilla, buscando con la vista a vuestros amigos, y estais a punto de bajar a la luz del a cubierta inferior, cuando ambos os dais cuenta de que hay un movimiento en la Cubierta Superior de Proa, donde visteis, por la tarde que estaba la Balista de defensa de "La Crisis". Al centrar la vista en la oscuridad solo alumbrada por las estrellas, que se pelean con las nubes bajas tipicas del Mar Nuevo, veis la inconfundible silueta de Sir Leviathan, y a su lado la de Sir Tarben. Hablan con el Primer Oficial, el semielfo Verithiel.

Estais pensando si seria buena idea acercaros, cuando de pronto el semielfo se despide, y en dos agiles, saltos, baja la escalera de la cubierta superior, y con cara de muy pocos amigos (en contraste con la sonrisa calida que solia lucir) os saluda con un movimiento de cabeza y un " Con permiso, señores ", y desaparece por la escotilla hacia la bodega superior, donde una miriada de conversaciones, risas, brindis y maldiciones se mezclan en una cacofonia delirante.

El minotauro se acercó hasta sus compañeros.

Me alegra ver que te encuentras bien Lev, aunque un poco magullado por lo que veo. ¿Todo bien? El semielfo no tenía buena cara cuando nos cruzamos con él.

 Miré preocupado a mis compañeros, mientras escuchábamos las palabras del minotauro. En cuando terminó, no pude más que preguntar a los demás:

 - ¿Que diablos a pasado?. ¿A que a venido todo esto?.

Con el viento de la noche azotando tu pelo, y las mangas de tu camisa, no puedes más que estar preocupado por la reacción del semielfo. ¿Por qué alguien tan seguro de si mismo, se comporta ahora de forma tan extraña (nervioso, enfadado, etc...)?

Tarben pasa de vuestra cara y se queda pensativo mirando como la mar besa "la crisis"  mientras esta corta su superficie de manera delicada.

Les cuento todo lo que pasó.

-La travesía se va a complicar, os cuento, estando yo en la cubierta superior de proa- la señalo- me llegó a mis oídos la siguiente frase de dos personas que cuchicheaban sin darse cuenta de mi persona a pocos pasos, " tiene que ser mañana, no podemos esperar un solo día más"- levanto la cejas- ante intrigante frase y para nada alagueña según su tono, movimientos, y significado, me acerqué a ellos y les dije mi más sincera opinión "Pues yo voto por esperar un poco más", uno de ellos, un tal Tinker estuvo a punto de soltar todo, como era mi intención, sin embargo el otro, Costras, me faltó al respeto sin provocación, con lo cual me vi obligado a reprenderlo de forma eficaz- levanto dos dedos- por dos motivos, causarle algún daño no permanente que alargara lo que pretendieran hacer, y segundo, no menos importante, hacerles saber que quien nos moleste sin motivo, se va a ir a dormir con algún hueso roto. Creo que en un espacio tan cerrado como este barco no podemos demostrar debilidad.

Continuo:

-Ahora el primer oficial, nos aconseja que nos vayamos al camarote y no salgamos en lo que queda de noche, incluso ha dicho que pongamos el cerrojo por nuestra seguridad, si bien mientras estemos en su barco se obedece sus órdenes, lo del cerrojo me parece excesivo...- sonrío a mis amigos y me quito la poma fría de la frente, ya ha hecho su función de impedir el nacimiento de un chichón. El otro, cuando se despierte, estará mucho peor.

¿Y creéis que debemos seguir su consejo?

El minotauro estaba preparado para cualquier contratiempo.

Estos marineros están acostumbrados a peleas en cubierta casi a diario, por venganza no será, pero só por lo que has oído.