Partida Rol por web

Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

La Reconquista de Silvanesti

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18/04/2020, 14:36
Director

Tras escuchar el fin de Lithiniel y decidir cómo repartiros lo que acabáis de hallar, os ponéis en marcha nuevamente y no os detenéis hasta llegar a una habitación parcialmente inundada con el agua de lluvia que se ha colado desde techo desmoronado. Aquí las negras aguas estancadas no os reflejan a aquellos que las contempláis, sino que muestran de manera cambiante escenas de la corrupción que se ha adueñado de vuestra patria.

La Túnica Blanca realiza un sencillo conjuro para confirmar lo que algunos de vosotros ya habíais empezado a intuir:

—No sé muy bien cómo es posible, pero esto de aquí es una especie de estanque de escudriñamiento. Nunca había tenido la oportunidad de estudiar uno de cerca pero si me dais algo de tiempo, puedo tratar de canalizar su magia para descubrir dónde está el Medallón de las Estrellas.

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18/04/2020, 15:16
Tareth el Tuerto

Nunca quise ser el líder, no... - Le respondió el tuerto a Ghïlmeril. - Nunca te pedí que me siguieras y nunca lo haré. No, no lo haré... - Le dedicó una extraña sonrisa. - Pero si te pediré lo mismo que al resto, que me ayudes a hacer correcto, si, eso sí lo haré.

Tocó entonces hombre del soldado y se marchó dándole la espalda. Parecía que Nalvius había encontrado algo y lo había identificado como un estanque de escudriñamiento, por lo que Tareth acudió a toda prisa para contemplarlo.

- Tiradas (1)

Motivo: Saber arcano

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+10)=26 [16]

Notas de juego

Se que es un estanque de escudriñamiento con un 26 en saber arcano? Puede servir para identificar objetos mágicos?

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18/04/2020, 16:16
Director

Notas de juego

Aunque nunca has visto uno, sabes que un estanque de escudriñamiento permite de algún modo sobrenatural ver lo que sucede en otros lugares. No tienes los conocimientos para hacerlo funcionar, pero sí sabes que no sirve para identificar objetos mágicos ;)

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18/04/2020, 16:31
Gwyndrahir

Parecía que el soldado de la Protectoría había quedado conmovido por el desesperado mensaje de la druida, su temperamento era irritable y parecía seguir ignorando que él no había sido elegido por sus habilidades, sino por su incompetencia, para asegurarse que los diplomáticos nunca llegasen a obtener el medallón. Sumido en la ignorancia, no porque no se lo hayan dicho, sino más bien por la dificultad para aceptarlo o entenderlo, él seguía pensando que los kirath eran una escoria sin darse cuenta que ellos, y no él, eran quienes estaban haciendo posible la hazaña de devolver la joya a su reina. - Qué tal si el mismo entusiasmo que pones en defender a la kirath que organizó el rapto de todos ustedes y abandonó a su suerte a Nalvius y Elspeth en medio de un bosque embrujado que sólo ella podía dominar, lo pones también en proteger a los diplomáticos que escoltas? No sea que los sucios kirath tengamos que terminar haciendo lo que los inmaculados de la Protectoría no pueden hacer... - le dijo al guerrero que mostraba un renovado ímpetu, pese la escasa habilidad que venía demostrando, tanto él que siempre terminaba herido, como su difunto compañero que ni siquiera sobrevivió un día entero en Silvanost.

Tras eso Gwyn recobró su postura silenciosa, había transgredido la orden de su Jefe sólo para evitar que tomase una decisión equivocada, ahora podía continuar andando con la boca cerrada. Llegaron a un estanque grande y sombrío, lleno de imágenes de corrupción, aquellos que entendían de artes arcanas mostraron su interés, para él eso era sólo una fuente de agua refrescante. Podemos llenar nuestros odres aquí, pensó, eligiendo un rincón a un lado del espejo cristalino y descargando allí las cosas que llevaba en su espalda, para rebuscar en su bolso el contenedor de líquido.

Notas de juego

Bienvenido!

A llenar el orde de agua ! 

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18/04/2020, 18:06
Zeverúth

El monje se dio cuenta de lo que pensaba hacer Gwyn y lo advirtió.

No toques este agua, no al menos hasta que Elspeth lo diga - frenando así toda intención del elfo. - es la única ayuda que tenemos para encontrar el medallón, no me obligues a partirte un brazo - el elfillo había estado hablando de su relación con nigromantes, todo desde su punto de vista particular, que sin duda era el real para él, lo que confirmaba que estaba rematadamente loco. Pero algunas dudas surgían en la cabeza del monje, porque si de verdad toda esa historia de amor era real para Gwyn, que él matase a aquella hechicera quizás haya implicado aumentar la locura del elfo. Cuando estuviesen a solas, si es que eso ocurría, pensaba preguntarle al respecto.

Ignoró el discurso moralista del soldado de la Protectoría, al igual que tenía que haber hecho el rechoncho kirath. Los ánimos se iban calentando según avanzaban, y las súplicas y peticiones de la druida antes de ser asesinada no ayudaban a templar los ánimos, mucho menos del soldado, que parecía tener la sangre muy caliente y la paciencia demasiado escasa.

 - Centrémonos en esto, quizás Elspeth necesita concentración - pidió al resto. Lo primero era el medallón, las rencillas personales tendrán su oportunidad cuando salgan de allí.

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18/04/2020, 18:37
Ghïlmeril

El soldado sonrió ante la declaración de Tareth, por lo que añadió:

-Así me gusta, puede que al final no estés tan mal de la cabeza como aparentas -expuso teniendo claro que aquel individuo pese a su poder no pretendía ensombrecerlo de ninguna forma.

Acto seguido llegaron a aquel extraño estanque y la declaración de Elspeth los llenó de esperanza, al fin podían seguir alguna pista fiable para recuperar la joya. Por lo que añadió:

-Sea pues, prepara lo que necesites señora, nosotros te defenderemos de todo lo necesario -dijo con actitud marcial dispuesto a desplegar un perímetro de seguridad entorno a la maga.

No obstante, el maldito explorador tuvo que abrira la boca de nuevo, y para decir más estupideces que no merecían ni siquiera una réplica, por lo que sin dudarlo un instante le metió tal puñetazo en el abultado vientre, que a punto estuvo de lamentarse por ello incluso. Y acto seguido, sacando su antigua espada larga, lo agarró con una mano del pelo y con la otra le decía en un tono que no admitía réplica:

-Te lo diré una única vez -dijo lentamente para que le quedase claro a ese cerebro de mosquito- como vuelvas a abrir la boca para algo que no sea alertarnos de algún peligro, despídete de tu lengua, estoy seguro que ni el Tuerto se atreverá a interceder por ti si nos libramos de la molestia que supone escucharte -dijo visiblemente convencido de que así sería y dejando claro que el guerrero no es de los que incumplen su palabra.

Sin embargo, miró a los presentes por si alguien le incitaba a hacerlo allí mismo y ganarse ya la tranquilidad que necesitaban.

Notas de juego

Estaba por cortarte la lengua ahí mismo, pero viendo que se me podía tachar de metarol lo dejo como últimatum xD.

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18/04/2020, 20:17
Elspeth

Los segundos pasan con exasperante lentitud mientras Gwyn espera a que alguien abogue en su favor. Algunas miradas se vuelven hacia Nalvius anticipando que el clérigo se opondrá a la mutilación, pero en él no encontráis compasión para el rechoncho kirath.

Tal vez por eso, la reacción de Elspeth ante el matonismo de Ghïlmeril os sorprende a todos:

—Nadie va a cortarle nada a nadie —afirma la Túnica Blanca con desarmante serenidad—. No hay ninguna necesidad de hacerlo porque Gwyndrahir y todos los demás ya hemos comprendido a estas alturas que los comentarios poco constructivos no nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos.

»Si desea beber, dejad que lo haga; aunque yo lo desaconsejaría. Es agua estancada y quién sabe qué consecuencias tendrá para aquellos que la beban. Este puede ser un buen momento para que todos hagáis un descanso para comer algo. Quién sabe cuándo se nos presentará la ocasión de volver a hacerlo.

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19/04/2020, 00:18
Director

A Elspeth le lleva más de una hora lograr controlar las visiones que se muestran en la encharcada estancia para que le muestren lo que demanda en lugar de escenas aleatorias de Silvanesti.

Aprovecháis ese tiempo para comer algo y descansar, antes de que la paciencia y el esfuerzo de la maga den sus frutos. Las oscuras aguas se ondulan un momento y cuando se calman de nuevo todos podéis ver en su reflejo una bella y delicada pieza de joyería hecha de platino en forma de estrella de ocho puntas, con cuatro más largas y cuatro más pequeñas. Al final de cada punta hay pequeños diamantes engarzados, con uno de gran tamaño situado en el centro.

Entonces la imagen se aleja lentamente, revelando que la joya se encuentra en el interior de un cofre de plata con la tapa hecha de cristal, a través de la cual puede verse su interior.

La férrea voluntad de Elspeth hace que la imagen se aleje todavía más y descubrís que el cofre forma parte de una montaña de tesoros amontonados junto a un trono de caoba y esmeralda que tiene unas palabras incrustadas en plata. La Túnica Blanca obliga a la visión a acercarse para que podáis leer lo que está escrito: «Tal y como vive la tierra, viven los elfos.»

En ese momento una pupila vertical, como la de un ojo de serpiente, se refleja en las oscuras aguas interponiéndose entre vosotros y la visión del trono. Con el rostro perlado por el sudor, Elspeth obliga a la imagen a alejarse todavía más y lo que descubrís es el reflejo de un enorme dragón verde tendido sobre los tesoros y que parece miraros directamente a vosotros, devolviéndoos la mirada.

Con un grito entrecortado y un respingo asustado, la Túnica Blanca pone fin a la visión de manera brusca.

—Lo que hemos visto era el trono del Orador de las Estrellas —comenta Nalvius en un atemorizado susurro—, en el salón de audiencias de la torre. Debemos estar muy cerca ya. Buen trabajo, Elspeth, ahora sabemos que hemos venido al lugar adecuado y a qué tendremos que enfrentarnos para conseguir lo que hemos venido a buscar.

—Y él también sabe que estamos aquí —responde ella, mientras se abraza a sí misma temblando de agotamiento y miedo.

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19/04/2020, 09:09
Tareth el Tuerto

Si tenían que combatir contra un dragón verde, no podían hacerlo en aquellas condiciones. Eso estaba más que claro. Necesitaban estar recuperados al cien por cien y trazar un plan. Un dragón verde no era una broma, Tareth conocía a aquellas criaturas. Eran inteligentes, malignas y terriblemente peligrosas y si se despistaban un solo momento acabarían muertos. Sin embargo, el dragón sabía que estaban allí y no se quedaría de brazos cruzados.

Deberíamos reposar, si...  - Sugirió el tuerto. - Pero sabe que estamos aquí. ¡Oh si, claro que lo sabe! - Negó con la cabeza. - No podemos permitir que nos encuentra, no... eso sería peor. ¡Sería terrible! 

Tareth se mantuvo pensativo. Tenían que tomar una decisión y trazar un buen plan. Quizás habían avanzado demasiado rápido. Sus compañeros tenían mucha prisa por recuperar el medallón y salir de la ciudad. Tareth debería haberlo impedido, como también debería haber impedido que Lithiniel descansara junto al espíritu del senescal. Quizás ese grupo si que necesitaba un líder y él no lo estaba siendo.

Debemos escondernos y descansar, si... Necesitamos nuestros conjuros, sin ellos será más difícil. ¡Oh si, claro que lo será! Podríamos salir y cerrar las puertas de la torre. Con la llave otra vez. ¿Si? Buscar refugio y volver tras el descanso. ¿Si? - Propuso. Sabía que le tacharían de cobarde, que alguno querría lanzarse a un loco ataque, pero estaban hablando de un dragón.

- Tiradas (1)

Motivo: Saber arcano

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+10)=23 [13]

Notas de juego

Estado de Tareth → 35/43 [cinturón curativo 0/3 cargas; conjuros gastados: "fuerza de toro", "rayo de debilitamiento" x2, "contacto electrizante" x3.

Resumen: No estoy al máximo de vida, y me quedan 6 conjuros de nivel 0, que puedo substituir por 3 de nivel 1, 1 de nivel 1 y dos de nivel 3.

- Nivel 3: Lanzador de conjuros versátil [puedes usar dos espacios de conjuro del mismo nivel para lanzar un conjuro que conozcas y que sea de un nivel superior]

Propuesta: Si descansamos 4 horas recuperaré los conjuros y 5 puntos de golpe, además, puede que ya llegue la hora de recargar mi cinturón curativo.

Tirada de saber arcano. Con un 23 que puedo saber del guardián del medallón?

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19/04/2020, 12:42
Nalviusduil

—¿Abandonar la Torre de las Estrellas con lo que nos ha costado llegar hasta aquí? —protesta el clérigo de Astarin— No debemos hacerlo, ahí fuera nos aguarda la noche y el mismo demonio que ha acabado con vuestra compañera. Tal vez incluso cosas peores. No estamos más seguros fuera de estos muros que en el vientre de ese dragón.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Saber (arcano)

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+15)=21 (Exito) [6]

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19/04/2020, 13:19
Elspeth

—Tareth está en lo cierto, escuchadle —coincide la Túnica Blanca con el criterio del tuerto—, debemos retirarnos y diseñar cuidadosamente nuestra estrategia para recuperar el Medallón. Cualquier idea al respecto será bienvenida y cualquier recurso, escaso, porque nos enfrentamos a un adversario insuperable.

»Casi todo lo que se sabía de los dragones se ha olvidado con el paso de los siglos pero ahora que han regresado a Ansalon, he leído con avidez cada pedazo de información que ha caído en mis manos. Hablamos de una criatura para la que las armaduras de acero son como de papel, nada podrá defendernos de sus garras, cola o colmillos.

»Únicamente las armas mágicas pueden atravesar su carne, pero ésta se halla cubierta por escamas tan duras que solo los brazos más poderosos tendrán una posibilidad de quebrarlas. Y no es solo su resistencia física y su fuerza lo que debemos temer, sino su astucia, sus reflejos, su tenez voluntad y (en un dragón de ese tamaño), también su aptitud innata para resistir nuestros conjuros.

»Su sola cercanía produce terror a quienes lo contemplan y su aliento es un gas venenoso que destruye cuanto toca. Dicen que sus sentidos son tan agudos, que incluso sin verla puede sentir la presencia de una criatura cercana. Por no mencionar que los especímenes más vividos, son capaces de lanzar sortilegios tan bien o mejor que cualquier mago de Alta Hechicería como yo.

»Ese es el monstruo al que debemos burlar para salir de aquí con el Medallón de las Estrellas. Pero he oído que los dragones son celosos de sus tesoros y supongo que éste no se separara del suyo para venir a buscarnos por temor a que podamos robarle mientras nos busca. Aún así, regresemos a la armería, pues los pasajes hasta allí son tan angostos que su enorme cuerpo le impedirá alcanzarnos.

»Descansaremos allí cuanto necesitemos. Recuperaremos fuerzas, prepararemos nuestros sortilegios más apropiados para la ocasión y trazaremos nuestro plan de acción.

Notas de juego

Tareth puede confirmar la versión de Elspeth respecto a lo que ella sabe de los dragones verdes.

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19/04/2020, 16:43
Zeverúth

A pesar del terror en el que se hallaba sumida la mayoría, el monje intentaba mantener la calma. 

Elspeth lleva razón, vayamos a la armería donde no nos pueda escuchar - si sus oídos eran tan finos como había adelantado la maga, seguramente ahora mismo podría estar enterándose de todo, yendo con el plan al traste. - si estáis en lo cierto, cuanto menos sepa, mejor.

Necesitaban descansar, eso era cierto, pero dentro de la torre, porque fuera, como bien decía la Nalvius, nos esperaba el senescal dispuesto a matarnos a todos. ¿Aquella joya merecía la pena como para arriesgar la vida de esa forma? Matar al dragón era una tarea imposible, lo máximo que podrían hacer es distraerlo lo suficiente como para alguien con la suficiente agilidad le arrebatase la joya. Ya sabía cual sería su cometido, y mirando a Tareth, portador de la dragonlance, no era difícil averiguar qué papel tendría que desempeñar. Solo quedaba averiguar el del resto.

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19/04/2020, 18:13
Ghïlmeril

El guerrero se hallaba bastante pensativo en todo lo concerniente al temible enemigo que debían hacer frente, no le cabía ninguna duda de que la dragonlance sería más útil en sus manos que en las de Tareth, pero se abstuvo de volver a insistir en aquella batalla perdida. No obstante sí cayó en la cuenta de un detalle importante y le dijo a los demás:

-No entiendo nada de dragones ni de magia, pero tengo una idea que puede ser crucial, ¿podemos saber si el nigromante y el dragón son aliados? se suele decir que el mal se vuelve contra sí mismo, y algo me dice que esos dos entes formidables no se llevan bien, lo digo porque si hacemos que el nigromante nos siga hasta el dragón es posible que se abra una batalla entre tres frentes, de la cual podamos sacar partido ... -dijo evaluando los pensamientos del grupo para luego desistir diendo- no obstante, al pensarlo mejor, creo que hay demsiados interrogantes y nos jugamos demasiados como para arriesgarnos, si el dragón y el nigromante se alian estamos condenados, más de lo que ya estamos me refiero... -dijo en tono pesimista.

Notas de juego

Máster, ¿el hechizo de bendecir arma serviría para poder atacarle al dragón? no tengo ningún arma mágica, pero entiendo que al ser un ser maligno sí podría herirlo de la misma forma, ¿no? 

Si el dragón echa veneno, ¿Nalvius puede dotarnos de resistencia al mismo?

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19/04/2020, 19:50
Tareth el Tuerto

Nalvius empezaba a decepcionar a Tareth. Su obsesión por el medallón parecía que le estaba llevando a cometer imprudencias y eso podría conducir a la locura o incluso a la muerte, lo que llegara llegará antes. Por suerte Elspeth estaba allí para poner cordura al asunto. Al tuerto no le gustaba discutir, como tampoco asumir ningún tipo de mando y por eso quizás Lithiniel estaba muerta, por lo que agradeció que la diplomática estuviera de su parte.

Descansemos entonces en la armería. - Respondió complacido el tuerto. 

Fue entonces cuando Ghïlmeril hizo una propuesta. Una propuesta que a Tareth no le gustó nada, aunque por suerte, el propio soldado de la protectoria la descartó antes de que nadie pudiera rebatirla.

No se había llevado muy bien con aquel elfo hasta la fecha. Era soberbio y despreciaba a los kiriath y en especial a Gwyndahir y a él mismo, aunque su actitud con él había empezado a cambiar a la vez que se recrudecía con el obeso elfo. No obstante, como bien sabía Tareth, todos ellos eran necesarios en aquella misión y tenían un papel que jugar. Por ello tenían que estar en las mejores condiciones posibles para afrontar aquella lucha.

El tuerto se acercó a Ghïlmeril. 

Me gustaría que llevaras mi mandoble mientras yo sea el portador de la dragonlance. - Le dijo desenfundando su arma y teniéndosela al elfo. - Si, quiero que la uses, si... - Le dedicó una sonrisa. - Es mágica y podría ser más efectiva contra la bestia que la tuya propia, si... Eso creo... - Miró entonces a Gwyn de reojo. - Igual la espada que encontramos... - Señaló de nuevo con la mirada a Gwyn, pero dijo aquello en un susurro. No se fiaba de que fuera a usarla con responsabilidad.

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19/04/2020, 23:29
Gwyndrahir

La amenaza del monje acerca de usar el odre que acababa de sacar del bolso para llenarlo con agua mágica del magnífico estanque hizo que el rechoncho kirath se detuviese al instante. Tal vez por eso no llegó a ver cómo el guardia de la protectoría se acercaba y no llegó a tiempo a evitar su puño. Cayó de bruces al suelo dejando caer todo al piso, y se arrastró hacia la esquina con su preciado bolso. Sólo Elspeth mostró hacia él algo de consideración, el resto no lo defendió, y el rechoncho kirtah a esta altura se daba cuenta que nadie lo haría, ni su amigo tuerto que miró para otro lado ante la amenaza. Como Gwyn no quería perder su lengua se quedó callado en ese rincón, recuperándose de la paliza.

Llenó el orde con el agua arcana pero no bebió de ella, sino de la jarra que el Túnica Roja le había obsequiado, la cual se llenó de vino y ayudó a digerir las raciones putrefactas que aún llevaba en el bolso entre los cadáveres de las ratas y la estirge. Desde la esquina lejana pudo ver cómo la Túnica Blanca hizo que el estanque mostrase lo que venían a buscar. Los ojos de Gwyn se abrieron de par en par con asombro, había miles de tesoros en torno a ese trono, y también estaba el bonito medallón que habían venido a buscar. A punto estuvo de ponerse de pie para lanzarse dentro del estanque, pero el ojo gigante de reptil que apareció lo intimidó de tal modo, que quedó acurrucado en la esquina.

Un trono, un medallón mágico y un dragón, una combinación que hacía que a Gwyn se le pusieran los pelos de punta. Elspeth les explicó muchas cosas de esa criatura gigante y mágica que él jamás había oído, y más estaba convencido el rechoncho kirath de no entrar a esa sala. Pero debía hacerlo, para eso habían venido allí, de algún modo tenían que vencer a ese Dragón. Gwyn estaba condenado al silencio y a no usar armas, lo golpeaban, lo insultaban, lo amenazaban a cada instante y no le daban alimento, pero al menos le habían sacado los grilletes y de ese modo podía alimentarse por sí mismo, había soportado todo eso sólo para llegar allí con el cetro de Drielae, para eso había regresado de la muerte y había dejado a su hermana atrás en ese bosque divino, para eso había hecho un juramento de por vida ante su señor en las profundidades de la torre del Túnica Negra. Al fin podré alzar el zafiro y liberar a Silvanesti. Sin embargo enfrentarse a un dragón en esas condiciones era imposible, incluso para él.

Tareth finalmente decidió que descansasen en la armería, tras la sugerencia de la diplomática, y a Gwyn le pareció lo mejor. Con los guardianes de piedra fuera y las puertas de la torre cerradas, ni Lord Erithalas ni Lithiniel podrían entrar esa noche a cazarlos, y si el dragón era más grande que los pasillos que conducían a la armería, entonces al menos podrían dormir bien por una vez. Cómo entró el dragón ahí? Sospechaba que debía haber entrado por una ventana enorme o un agujero en el techo. Vencerlo parecía imposible, robarle en cambio no lo era, sin embargo cuando se diese cuenta iría en su búsqueda. Si pudo entrar a la torre, puede salir a buscarnos. La idea de huir de Lord Erithalas y del Dragón a la vez era lo más desafiante que se había cruzado por su mente, se quedó pensando en eso mientras juntó todo lo que había en el suelo para ir a la armería. 

Notas de juego

Ahora los 17 post me los encontré yo XD

-5 PV no letal

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20/04/2020, 20:00
Ghïlmeril

El guerrero que permanecía pensativo dándole vueltas al asunto del dragón, apenas percibió la cercanía de Tareth, no se esperaba que este le hablase y le pilló por sorpresa, no obstante se repuso rápidamente, y aunque no le agradó tenerlo tan cerca, al menos se percató de su gesto de agradecimiento, por lo que dijo:

-Gracias, pero no, estoy entrenado en el manejo de la espada larga y por ello seré yo quien lleve a Zaimaiel -dijo con gesto ofendido de que Tareth osara sugerirle semejante estupidez- dale tu espadón al gordito, si vamos a morir, que al menos nos echemos unas risas viendo como lo usa -dijo suponiendo que Gwyn debía ser un negado con cualquier arma visto lo que había hecho con la ballesta que debía ser su especialidad- no obstante, lo que sí necesitaré será un escudo- y recordando dónde vio uno por última vez se acerco a la pareja y les dijo- vosotros encontrastéis uno en la armería, ¿no? y creo que también una armadura, ¿puedo examinarla? -preguntó adelantándose a sus sospechas- no me miréis así, no soy un ladrón, os lo devolveré si es lo que queréis, pero estaréis conmigo en que cuánto mejor nos preparemos contra el dragón más posibilidades tendremos todos, ¿no? -dijo esperando que no rebatieran dicha lógica.

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20/04/2020, 23:01
Director

Siguiendo el consejo de Elspeth, os retiráis de regreso a la desolada armería. Allí, la Túnica Blanca trabaja con vosotros para trazar un plan de acción cuya ejecución debe estar tan sincronizada que más parece una coreografía que una estrategia de batalla.

La metódica hechicera os interroga a todos de manera casi obsesiva para conocer mejor vuestras aptitudes y pertenencias de modo que pueda sacar lo mejor de cada uno. Después, se retira a un rincón de la estancia donde preparar los sortilegios que os ha anticipado.

También Nalvius busca un lugar tranquilo donde dedicarse a la oración, en busca del auxilio de Astarin que tanto necesitaréis las próximas horas.

El resto, os turnáis para establecer guardias por parejas; evitando así que Gwyn se quede solo y sin vigilancia en ningún momento. El rechoncho kirath ha estado de lo más tranquilo desde la agresión física de Ghïlmeril pero aquellos que le conocéis bien, teméis que trate de tomar represalias en el momento menos oportuno.

De entre todos vosotros, los únicos que se han enfrentado a un dragón de verdad han sido Ashe y Gwyn. Claro que aquellos no eran más que crías recién eclosionadas del cascarón. El que os aguarda, en cambio, es un especímen totalmente formado y prácticamente invencible a juzgar por la aterradora descripción que Elspeth ha hecho de él.

Incluso con una de las famosas Dragonlance en vuestro poder, teméis que no todos vosotros consigáis regresar con vida de esta aventura. En las últimas veinticuatro horas habéis perdido a dos compañeros cuya ayuda en estos momentos resultaría inestimable y ni los dioses saben si alguno de vosotros logrará alcanzar Rocío Matinal con el Medallón de las Estrellas en su poder.

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21/04/2020, 01:01
Gwyndrahir

El jefe y portador de la Dragonlance le cedió su espadón al soldado de la protectoría, y susurró algo acerca de la espada que el rechoncho kirath quería para sí, pero no entendió qué dijo exactamente desde esa distancia. Si entendió que Ghilmeril se quedó con la espada de sus sueños y propuso que fuese Gwyn llevase el manodoble. El pequeño elfo notó la ironía en sus palabras, pero de todos modos tomó el arma y volvió a su rincón. 

Elspeth propuso un plan que le pareció fascinante al kirath, no necesitó hablar para que la Túnica Blanca se diese cuenta que estaba de acuerdo. Por un lado no tendría que pelear contra el dragón, ya había visto uno pequeño y se daba una idea de lo peligroso que podían ser cuando crecían. Por otro tendrían que devolverle a Justicia Silenciosa para poder hacerse invisible, y por si eso ya no fuera suficiente, lo habían elegido para encargarse del tesoro del dragón.

Gwyn descansó bastante bien, abrazando el espadón en el rincón de la armería. No tuvo que hacer guardias, estaba más cómodo que dentro del árbol o durmiendo en la tienda, y no tenía la sensación de peligro que lo venía acechando cada noche desde hacía meses. Se repetía una y otra vez que las puertas estaban cerradas y que los pasillos eran angostos, que nada malo podía pasar, y así se quedó dormido. Pero en sus sueños eso cambió, imágenes de Lord Erithalas cazándolo en el templo y del dragón relamiéndose tras habérselo comido hicieron que se despierte sobresaltado en más de una ocasión. 

Una de esas veces, se sentó y se puso a rezarle a los dioses, suplicándoles algo inaudible para los demás. Luego abrió su bolso, sacó de él una estatuilla con la figura de una elfa, y la puso delante suyo - Drielae, como estas? Sobreviví a mi muerte hoy, Lord Erithalas no pudo conmigo, así que alégrate, sigo vivo. Pero mañana me enfrentaré a un gigantesco dragón verde, sus garras son afiladas, su piel es gruesa, su aliento derrite el metal, y no se si no terminaré convertido en su almuerzo... Ayúdame a salir con vida, amada mía, de seguro que sabes de criaturas mágicas mas que nadie en la actualidad. Dime, los dragones verdes tienen alguna debilidad? - le preguntó a la imagen tallada de su novia, sin hacer mucho ruido para no despertar a los demás y evitar así que le cortasen la lengua.

- Tiradas (1)

Motivo: saber arcano

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+5)=11 [6]

Notas de juego

Dejo tirada de conocimiento (un horror) a ver qué dice Drielae ;)

Por otro lado acepto el manodoble, al menos para dormir, no es que Gwyn se lo vaya a quedar.

Por último, máster, te paso los hechizos memorizados esa noche:

Nivel 0: Resistencia, Detectar Magia, Orientación Divina

Nivel 1:  Inflijir heridas leves, Escudo de Fe, Favor divino

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21/04/2020, 09:28
Tareth el Tuerto

Había llegado la hora. Todos estaban mentalizados para lo que tenía que suceder a continuación. ¿Todos? ¡No! Un kiriath bajito y rechoncho resistía todavía a que sus acciones resultaran de utilidad al grupo. Tareth sabía que Gwyn era un cobarde y que lo más probable era que los conjuros lanzados sobre él no sirvieran para absolutamente nada, salvo quizás el de invisibilidad y el de silencio.

El tuerto se acercó a Gwyndahir. No quería que improvisara nada, pues les podía salir realmente caro. Esperaba que hubiera comprendido el plan y que se ciñera a éste. No quería oír hablar de lanzamiento de ratas, ni de charlas sobre la inflación del precio del barril de brea con el dragón. Lo que tenía que hacer era muy simple y se lo iba a recordar.

Gwyn, amigo... - Le dijo a éste. - ¿Recuerdas lo que te dije de luchar codo con codo? ¿Eh? - Le dedicó una sonrisa. - Es ahora el momento, si... - Miró el espadón que portaba. Su espadón. - ¿Sabes usarlo? - Le preguntó. Si no podía usarlo bien era mejor que se lo devolviera. - Si vas a combatir con honor... - Se quedó encallado unos segundos, preguntándose si aquél kiriath conocía el significado de aquella palabra. - ...si, si vas a hacerlo, puedes usar mi mandoble. Si, claro que puedes... - Resopló. Dudaba de que Gwyn fuera capaz de comprender que le estaba pidiendo. - Será peligroso, si. Muy peligroso. Intentaremos matar al dragón. Para que no nos siga después, ¿eh? ¿Lo entiendes? - Le dejó unos segundos para pensar. - No quiero improvisaciones y no quiero que vayas por libre. No... No lo quiero. - Cerró los ojos. Aquella conversación iba a caer en saco roto. - No servirá de nada robar el medallón si el dragón nos persigue y nos da muerte... No, de nada servirá. ¿Lucharás o harás lo que siempre haces? - Le preguntó finalmente.

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22/04/2020, 01:15
Gwyndrahir

Gwyn esperó frente a la estatuilla pacientemente, no quería poner de mal humor a su amada ni interrumpir su descanso. Nada ocurrió - Drielae... me escuchaste? - preguntó nuevamente y tan sólo recibió silencio. Ni ella quiere que le hable, dedujo con resignación y guardó la figura en su bolso nuevamente. Volvió a acurrucarse en la esquina, abrazado al espadón, tratando de conciliar el sueño nuevamente.

Cuando todos descansaron y parecían listos para enfrentar lo que fuese, incluso un dragón centenario y todopoderoso, Tareth se acercó a él. El rechoncho kirath se emocionó al escuchar las palabras de su amigo, volver a andar codo a codo con él era lo que Gwyn más anhelaba desde que lo habían apresado, y ofrecerle que volviese a portar un arma dejaba a la luz que volvía a confiar en él. Su alegría duró poco, si bien asentía con entusiasmo a cada palabra que el tuerto decía, cuando terminó de hablar negó con la cabeza - No puedo, Jefe, lo siento... es muy pesada, sólo me sirve para dormir - tenerla consigo le daba algo de seguridad, pero no era más que una sensación ilusoria.

- Y si me devuelves la ballesta y la daga? Puedo ir codo a codo con ellas, no se si el puñal logrará traspasar las escamas del dragón, pero tampoco lo harían mis virotes, así que no se pierde nada - le dijo en voz baja subiendo los hombros con despreocupación, luego acomodó el espadón con sumo cuidado entre sus pertenencias - Es un recuerdo tuyo por si mueres, para mi es un honor llevarla conmigo - le dijo a su antiguo dueño y la dejó con solemnidad junto a la capa de la druida, que se había convertido en uno de los recuerdos que tanto valoraba de sus compañeros caídos.