Partida Rol por web

Ese sueño si que era insistente, ¿condenar a la humanidad? La chica no entendía bien como la condenaría, pero ¿poder conocerle? Eso estaría bien, no estaría de más entender eso un poco mejor, y conocerla podría ayudar.

Hay muchos tipos de condena, en las condenas justas y las injustas se incluían los diferentes estilos de castigo, ayudar al mundo a castigar a los que lo destruían sería justo, ya fuera mediante enfermedades, dolor, reclusión o incluso la muerte, pero sería injusto para tribus que conviven en armonía con la naturaleza, o para niños que siendo muy pequeños no tuvieran culpa de nada. También en "su justicia" salvaría a aquellos que dan honestamente su mayor esfuerzo para mejorar (más no mantener), el medio ambiente natural, en su cabeza cabía el ideal de un mundo "medieval/modernista", combinado con la "pulcritud y sanidad" de la actualidad.

Pero claramente nunca llovía al gusto de todos.

Por un instante, se miró al espejo, antes de vestirse para ir a la facultad, diciéndose a si misma, que como podía creer en tales circunstancias irreales o ilógicas, pero lo sucedido en tan poco tiempo le permitía tener un margen para creer en tales chaladuras, - un paso más cerca de volverte loca amiga - se dijo en un pensamiento.

Acto seguido guardo el estuche con la daga al final del cajón inferior de su cómoda, y salió de casa preparada para su primer día sin la compañía de su amiga Eva, incluso por costumbre había salido pronto, para tomar su café bien cargado en la facultad, pensando que se lo tomaría en honor a ella, junto a su personal minuto de silencio.

Espera unos segundos antes de abandonar también el establecimiento. Comienza a caminar sin rumbo, demasiado perdida en sus pensamientos. La conversación con su compañero la ha marcado profundamente: tener un trabajo es algo que siempre ha deseado.

Tiene dudas, por supuesto. El miedo a las burlas han hecho que no se fíe con facilidad de nada que pueda ser ofrecido o tenga que ver con su ambiente académico, justo lo contrario que le pasa cuando no es relacionado con ellos, que peca de ingenua e inocente.

Cuando se fija en donde está, se da cuenta que sus pies la han conducido, más por rutina que por otra cuestión, hasta la biblioteca. Sonríe mientras accede al edificio, es el lugar donde más le gusta estar sin ninguna duda.

Sube hasta el segundo piso, donde está la sección juvenil y saca sus útiles escolares para ponerse al día con los deberes. No le lleva mucho tiempo, puesto que no deja que el trabajo se le atrase. Más que por buena estudiante, porque es una manera de pasar el tiempo. Si tuviese amigos sabe que tendría que dedicar un día entero para hacer tareas pendientes.

Como se imaginaba, en una hora consigue acabar con los ejercicios de todas las materias, momento en el cual se levanta para deambular entre los estantes, en busca de algún título sugerente que pueda leer.

Al atravesar la puerta me cubro los ojos con la palma de la mano pues me demoro unos segundos antes de  adaptarme al nuevo resplandor, al bajar mi mano quedé totalmente perplejo del panorama que vislumbraba. Lo que más me chocó fue ver a la figura de uno de los sujetos que había visto en mis sueños , incrédulo de que en verdad pudiera ser él, sacudo la cabeza con los ojos cerrados para despertar si es que estaba en un sueño nuevamente, pero al abrirlos de nuevo nada pasó, seguía teniendo aquella imagen de la estatua de la diosa Athenea enfrente. 

Rodeo al sujeto y me coloco frente a él ...

- Juraría que os conozco de alguna parte - le digo en un inglés donde las palabras temblaban un poco por la circunstancia  del momento - os he visto en un sueño perturbador que tengo todas las ... - No pude terminar la frase pues unas palabras retumbaron en mi cabeza. 

-Tute unius electorum continuare cycli quoque occidite reincarnationis humanitatis, sed multi volunt oportet ante cessura -

El idioma lo reconocí al instante más las palabras que decía no eran del todo claras para mí ... 

Abro la puerta enfadado y la luz del sol me deslumbra, ¿el sol? no debería estar ahí aun debería estar dentro de aquel infernal edificio... miro a mis lados confuso sin reconocer el lugar cuando alguien que me resulta vagamente conocido me hace una pregunta que me hace darme cuenta de que lo conozco.

Me rio con ganas ante su pregunta, esta claro que mi mente me juega una mala pasada.

Lo dices como si esto no fuera un sueño...

Unas palabras extrañas sin sentido alguna retumban en mi cabeza como para darme la razón.

 El hombre malvado sucumbe a la lujuria mientras que el hombre virtuoso es casto. Si que tiene que tener años. A día de hoy lujuria y virtud van unidos. Y si no que se lo pregunten a los pastores de Dios... pueros y castos, virtuosos a los ojos del pueblo... y lujuriosos a los de sus monaguillos.

Me decepcionó bastante comprobar que el hacha sólo acudía a mi llamada pero que no era capaz de hacerla moverse a otro lado. Aunque aun no era capaz de entender que pasaba, quizás sólo era un sueño. Volví a mirar el hacha, sonteniéndola en mis manos nuevamente. Abrí un cajón del escritorio y saqué una lupa, para observarla mejor y buscar detalles más concisos.

Luego me puse a buscar en internet, pero esta vez me aseguré antes de que fuese en una sesión privada, no quería dejar rastros en internet de mis búsquedas, por lo que pudiese pasar. Una vez tuve el navegador listo, comencé buscando información sobre hachas, sobre todo en el periodo en el cual la iglesia católica comenzaba a tener poder sobre la humanidad, donde se comenzaban a condenar las orgias y actos paganos.

Pase a buscar luego el hacha por su forma estética, por sus grabados...

Estuve hasta tarde buscando y rebuscando. Finalmente, apagué el ordenador, cené un yogurt y me fuí a la cama. Sabía que volvería a soñar lo mismo. Sólo esperaba que esta vez, pudiese obtener más detalles de aquel sueño y sobre todo, retenerlos. Cerré los ojos y me quedé dormido.

El resto del día para el hombre fue bastante normal, sin demasiados sobresaltos, por la noche como era de esperar volvió a tener el mismo sueño, en esta ocasión llevaba el sable que había encontrado, estaba totalmente seguro de ello, pero en esta ocasión sucedió algo mas, cuando clavo su arma pudo escuchar la voz de la chica que era atravesada hablarle mientras lloraba:

- Te perdono, se porque lo haces... tengo miedo y duele mucho, demasiado, pero sé que no hay otra opción

Al día siguiente no tiene demasiados problemas en llegar al anticuario, el hombre realmente parecía sacado de un documental de historia, al ver el arma se asombra y dice:

- Vaya es un arma muy hermosa... parece por su forma bastante antigua, aunque no sabría decirle realmente... veamos, si, sin duda es muy antigua, aunque ahora que la veo más de cerca me resulta familiar... un momento.

El hombre coge varios libros y empieza a pasar las paginas rápidamente, tras un rato abre uno de ellos por una página en el que puede verse un dibujo de un sable muy parecido y dice:

- El sable de la humildad y la soberbia... no sé si realmente es este sable pero la inscripción y las características concuerdan, parece autentico, es un antiguo sable que según parece un antiguo culto usaba y decían que tenia poderes mágicos... es curioso tiene bastante historia este arma, donde la ha conseguido?

Laura mira a Benjamín y sonríe levemente mientras dice:

- Bueno, debes pensar que soy muy rara o algún tipo de sádica por tener esa clase de sueños, estoy pensando incluso en ir al sicólogo a ver qué me dice

Pone una sonrisa algo nerviosa y se pone de pie mientras dice:

- Bueno, perdona, pero tengo que marcharme ya, aquí tienes mi numero, a ver si nos vemos mas y podemos hablar con más calma

La mañana empezó tranquila, hacia  bastante frio y según el tiempo por la tarde llovería por lo que estaba claro que no sería un día especialmente apacible. El camino a la universidad fue en cierta forma tranquilo pero muy aburrido, se hizo incluso más largo de los normal. Cuando llego la cafería estaba como siempre, no demasiado llena, los pocos alumnos que había en ocasiones le miraban y algunos murmuraban, otros simplemente actuaban como siempre. Luna estaba tomando su café cuando nota un golpe en el lado, un segundo después siente como un liquido caliente, seguramente alguna infusión le cae en la pierna, mirando hacia donde había recibido el golpe ve a una chica asiática en el suelo y unos chicos que se alejaban caminando mientras reían, la chica realmente apurada y con un fuerte acento ( Dif. 16 en idiomas para saber de donde es el acento) dice mientras agacha la cabeza apresuradamente:

- Siento yo... perdón, yo muy torpe, no daño?

La chica estaba en el suelo vestía de una forma un poco extraña, algo estrafalaria en realidad y parecía realmente apurada, tenía a su alrededor varios libros por el suelo

La chica encuentra algún libro que le llama la atención y se puso a leerlo, sin darse cuenta las horas fueron pasando y llego la hora de cierre de la biblioteca, las 21.00h, las luces empezaban a apagarse por zonas, que era la forma en la que algo hosca bibliotecaria usaba para echar a la gente, aunque con ella solía ser en general amable, la mujer no era una de esas personas agradables para hablar.

Al salir pudo comprobar cómo ya era de noche y como hacía bastante frio y humedad, no parecía que fuera a llover, pero nunca se sabía. La chica caminaba por la calle cuando se da cuenta de algo, no muy lejos dos hombres parecía que le seguían tratando de que no se diera cuenta, aunque no estaba totalmente segura de ello, el mayor problema era que a esas horas no había demasiada gente en la calle.

Dagobert se queda pensando unos momentos y entonces se da cuenta, lo había visto en algunas partes, pero ese idioma sin duda era latín.

No volvieron a escuchar la voz, el lugar se mantenía en selección, realmente parecía ser un patio interior de un edificio normal y corriente, cuando algo mas sucede, la lanza y el escudo de la figura caen al suelo ruidosamente, los dos pueden ver desde la distancia en la que se encuentran que tienen ambos unas inscripciones, pero no pueden distraerse demasiado ya que escuchan unos pasos tranquilos y al mirar pueden ver como una especie de ser con forma humana hecho entero de oscuridad camina, sus brazos tienen formas puntiagudas y parece que mira a ambos

La búsqueda en internet es larga y tediosa, sin embargo parece que encuentra algo, según lo que encuentra, el arma es el hacha de la lujuria y la castidad, según parece se trataba de un arma muy antigua que otorgaba a su portador un gran poder, según lo que averigua el arma se usaba para rituales relacionados con temas sexuales. Pero en un comentario que le llama la atención encuentra algo, dice que el arma no solo daba un gran poder, sino también una responsabilidad realmente grande y que permitía purgar los pecados de la humanidad haciendo determinado sacrificio.

Durante la noche vuelve a tener el miso suelo, en esta ocasión claramente lleva el hacha, pero tras atravesar a la chica esta le dice mientras escupe sangre:

- Se que lo hiciste porque no sabias lo que implicaba... sé que nací para morir, pero... me duele, no quiero que me duela mas

Miré con rostro inquisidor a los ninjas. No me gustaba mucho lo que decían, pero al menos eso me daba pie a poder poner a salvo a los alumnos. Sin mediar palabra me dirigí al paquete que había dejado en el lugar del shinai y saqué el arma del paquete, mostrandosela a los invasores a tiempo que me ponía entre los alumnos y ellos de nuevo.

-Es a mi a quien buscais. No se lo que quereis que haga, pero dejad salir a los alumnos y os ayudaré en todo lo que pueda.

La chica parecía bastante apurada, y las risas que se alejaban junto a los libros en el suelo, llevaban a deducir que le estaban molestando. Por supuesto, podría haber quemado a Luna, pero el tejano ayudó a que la cosa no fuera demasiado, más allá de un pequeño quemazón leve momentáneo.

Poniendo unas servilletas de papel para absorber el máximo líquido derramado, la mancha era más que evidente, así que con un suspiro miró fijamente a los que se apartaban riendo, para reconocerles fácilmente y se dispuso a recoger los libros del suelo de la chica. Por suerte las salpicaduras de la infusión no los había maltrecho. Miró a la chica y sonriendo le respondió - tranquila, últimamente nada me duele lo mismo intentó reconocer su acento, solo por curiosidad, pues daba igual de donde fuera, ¿china? ¿japonesa? ¿koreana? No era algo importante, lo que si tenía importancia era el no permitir que se burlaran de ella solo por eso.

- ¿y tú? ¿estás bien? - Luna ofreció su mano a la chica para ayudarle a ponerse en pie y entregándole sus libros se incorporó, cogiendo medio café que todavía le quedaba, y empezó a caminar en dirección a "los graciosillos", pasando cerca de la mesa de los profesores y saludándolos para llamar su atención, llegó casi hasta aquellos burlones - perdonad ¿os parece divertido burlaros de una chica que se aleja de su familia para que unos bravucones se metan con ella? - claramente los profesores le escuharían y justo cuando los tipos se giraron, aprovechando el punto ciego creado entre el tipo y ella, fingió un empujón dejándose caer hacia atrás, lanzándole en el pecho su medio café, a la vez que que murmuraba un ligero "aaahhh" típico de quien va a caer, pero no grita "me han empujado" para no molestar, el tipo con su hermosa mancha de café, hizo el gesto brusco de quien se molesta por que le tiren un café encima, justo lo que esperaba para poder fingir el empujón. Cayó bruscamente sobre sus posaderas, en una acción que esperaba fuera lo suficiente rápida como para que los profesores vieran a "la pobre chica que acababa de perder a su amiga e intentaba defender a la extrangera, de unos abusones que no tenían inconveniente en meterse también con ella" - osti...as - dejó salir esa palabra al llevarse un pequeño golpe real contra el suelo, y es que saber fingir requiere hacerlo parcialmente real...

-Claro, como no. A mí también se me ha hecho un poco tarde- respondió Benjamin ante el súbito arranque de prisa de la chica. -Imagino que nos seguiremos viendo por aquí-.

Recogió el número que le tendía Laura y se lo guardó en un bolsillo de la chaqueta, pero no se levantó inmediatamente, prefería evitar la típica situación embarazosa de despedirte de alguien y marcharte por el mismo camino que esa persona.

Se quedó observando como se iba y, acto seguido, se levantó con intención de volver a su casa. Realmente se había hecho tarde y quería ver si podía investigar un poco acerca del equipo alemán que había espiado en el móvil de Laura.

Dio un respingo cuando las luces se apagaron y se quedó sumida en la semioscuridad, incapaz de seguir leyendo. Como siempre, se había quedado absorta y se le había echado el tiempo encima. Con frustración, dejó el libro en su sitio mientras se apresuraba a meter todo en la mochila y ponerse el abrigo. ¡Qué fastidio! Quería haber sacado un libro y ahora ya no tenía tiempo; quedarse con un libro a medios la ponía muy ansiosa y hoy le costaría conciliar el sueño sin saber el final de la historia. Mañana volvería para terminarlo y sacar uno nuevo y enterito para llevar a casa.

Feliz con esa idea, se encaminó a la calle. Le había prometido a su compañero que aquella noche le enviaría una contestación, y ni corta ni perezosa, sacó el teléfono para mandarle un mensaje en aquel momento: "Hola, Brian! Soy yo, Aileen, espero no molestarte. He pensado en tu generosa oferta de esta tarde y me encantaría aceptarla. Muchas gracias ;)"

Mientras se enviaba, pensó en su pequeña mentirijilla. No había pensado nada al respecto, al cabo de 10 minutos se había enfrascado tanto en la lectura que no había vuelto a pensar en ello. Pero cuando se alejaba del instituto su forma de pensar cambiaba. Al leer se sentía más ella misma que nunca, su confianza volvía. ¿Por qué no iba a aceptar? Era una oferta muy generosa, una gran oportunidad. Y si no salía no pasaba nada, lo habría intentado.

Claro que eso lo pensaba ahora, cuando volviera a clase mañana las inseguridades volverían otra vez hasta que volviese a alejarse nuevamente del centro. ¡Era un círculo vicioso!

Caminaba a paso ligero mientras se cerraba bien el cuello del abrigo, tenía suerte y no parecía que fuese a llover pero no le gustaba nada el frío  ni la humedad. Mientras intentaba no pensar en lo helados que se le estaban quedando los pies, se percató de dos figuras que parecían estar siguiéndola...

De normal no se preocupaba, nunca le había pasado nada, pero no podía evitar sentirse incómoda por lo tardío de las horas y la falta de gente por la calle. Aumentó el paso mientras iba hacia las zonas más iluminadas y concurridas, no le importaba ir por el camino largo si eso conseguía tranquilizarla.

Mientras lo hacía, se decía a sí misma que dejara de ser tan paranoica, que no pasaba nada porque la gente caminase en la misma dirección, ¡era lo más normal del mundo!

Al caer el escudo y la lanza del ruido del platillo contra el piso me da un pequeño sobresalto, intento fijar mi mirada en unos grabados que tienen ambos como inscripciones cuando de repente siento unos pasos pausados a mis espalda, al girarme para ver quién se acercaba, veo una figura con forma humanoide pero compuesta por una sustancia oscura.

Pero que coño está pasando aquí, esto es de locos ... un pensamiento me pasa por la cabeza cuando recuerdo la lanza y el escudo, salgo  a toda carrera hacia los dos elementos de guerra que había dejado caer la estatua mientras le grito al sujeto que se encontraba a mi lado - ¡Corre! -. Al llegar frente al escudo y la espada los miro rápidamente a uno y al otro e intento descifrar que dicen las inscripciones, acto seguido cargo el escudo y me vuelvo a ver que ha sido de la criatura de oscuridad ... joder esto es como en los malditos videojuegos que me paso el día entero jugando ...  

Me despierto empapado en sudor. No me sorprendió el sueño, fue ella, la mujer... su voz.. su dolor... lo oí todo, lo sentí todo. En mi sueño usaba el hacha para matarla, el mismo hacha que apareció en mi casa esa misma noche... el mismo hacha que estaba en mi mano desde que desperté.

Miré la hora, eran cerca de las tres de la madrugada. Sabía que haría frío en la calle, pero no podía dormir, necesitaba despejar mi cabeza. Sacarme a esa mujer de ella. ¿Que quiso decir con 'se que lo hiciste porque no sabías lo que implicaba'?¿Qué hice?¿Qué implica?¿Y el hacha?¿Sacrificio?¿Responsabilidad?¿Qué locura es esta? Mi mente no paraba, me vestí con un chandal oscuro, con chaqueta con capucha. No eran buenas horas para estar en la calle y prefería dar miedo a que me lo diesen a mi. Me puse una braga oscura, para protegerme el cuello y los guantes de correr. Quizás un par de carreras por las calles de la ciudad me estabilicen. Me calcé y salí de casa.

El portal estaba en silencio y procuré que siguiese así. Salí a la calle, el aire frío me golpeó en el rostro. Me subí la braga, protegiéndome la cara. A penas había circulación en la calle, por no decir que parecía un cementerio. Inicié mi carrera con la esperanza de cansarme y olvidar lo suficiente como para poder dormir un par de horas más al menos, y sin sobresaltos.

Miro a la extraña criatura sin saber bien que hace allí, es una figura de cualquiera lógica... oigo que me indican que corrá y me hago con la lanza para hacer frente a la criatura.

Un poco de acción, supongo que al menos me puedo evadir en los sueños... Comento con una sonrisa mientras apunto con la lanza a la extraña criatura midiendola para ensartarla en cuanto tenga oportunidad.

Los hombres le miraban con atención, cuando el japonés saco el arma se quedaron observando, el que le hablo con anterioridad dio un paso hacia atrás y dice cambiando su forma de hablar a una mucho más respetuosa:

- Usted, usted es el portador del arma, es cierto... entonces le momento ha llegado, si es capaz de sostenerla sin sufrir daño alguno usted es su dueño sin duda.

El resto de hombres guardan sus armas y relajan su actitud, el hombre que habla dice entonces serio

- Pero es necesario saber si es digno de esa posición como elegido para completar el pacto.

El hombre se pone en posición de guardia y dice:

- Si no puede derrotarme en duelo no será merecedor de ese poder... si vence nos marcharemos, pero si pierde sus alumnos sufrirán las consecuencias de su derrota