Partida Rol por web

La entrada a la ciudad no supuso mayores problemas. Al ver que venían escoltados por otros guardias, los que vigilaban la entrada dejaron pasar a nuestros aventureros sin hacer preguntas.

Pero la ciudad era grande y repleta de gente muy rara. Todavía quedaba un largo camino por las peligrosas calles de Aubis. Y asi fue como, recorriendo las calles de la urbe, eventualmente se toparon con un misterioso caballero.

-Oigan, ustedes no son de por aquí, verdad? Saben, este barrio es muy peligroso... no deberían andar por aquí... digo... sin protección...

El viaje fue largo, finalmente habíamos llegado a Aubis, pero no estábamos del todo seguros. El guardia nos acompañó a la puerta, pero se volvió a su puesto desde allí, lo que nos hacía ver desprotegidos a los ojos de los nuestros.

Y sin que pasara mucho tiempo, sucedió. Un bandido apareció para robarnos. Garret lo sabía, esas frases suelen usarse mucho antes de robar, algunos son muy idiotas y "contratan" los servicios de protección del bandido que ha venido a robarles, los mas adinerados e inocentes. El bandido entonces los lleva a un callejón donde si salen, salen despojados de toda pertenencia, incluso la ropa.

Garret adoptó una actitud ofensiva, ya no era necesario ocultar sus capacidades, si trataban de robarnos era porque no había inquisidores cerca.

-no te preocupes amigo, estamos bien protegidos- dijo con una sonrisa mientras sacaba sus armas y se las mostraba al bandido.

-Amigo, ¿piensas que hemos sobrevivido a los caminos por ser simpáticos^*?-dijo Shaonn manteniéndose a una distancia prudencial de Garret. Si ella podía evitarlo no estaría cerca cuando el mediano decidiera usar sus armas. Suspiró y miró a un lado y a otro, buscando más "amigos". Si encima el tío iba solo por las calles asaltando grupos o era muy idiota o muy peligroso.

Halsten arqueó las cejas mientras analizaba al señor que tenía delante con los ojos. Acercó su mano al pomo del hacha y se dedicó a acariciarla mientras se dirigió al ladrón.

- Creo que nos las arreglaremos. Gracias.-

Tras esto, miró disimuladamente alrededor en busca de otros como el que tenían en frente. Los cobardes como él solían venir en grupo. Se había quedado bloqueado contra los guardias, no sucedería otra vez.

Nube levanto solo la deja derecha al escuchar el comentario del tipo delante de ellos, tomo una flecha y la coloco en su arco - eres muy amable pero para eso me pagan, para protegerlos, y no estamos lejos, pueden retirarte - dijo lista para disparar en caso de notar un mínimo movimiento hostil de parte del sujeto o amigos de este 

La entrada a la ciudad había sido sorpresiva, y sin duda, emocionalmente intensa. Ver a aquel monstruo que una vez fue una persona había afectado a Lavanda, y le costaba un poco más que de costumbre tener la cabeza centrada. Así que le hizo mucha ilusión encontrarse con ese bandido que venía a despejarle las preocupaciones un rato. Además, pensaba, no parece muy listo, como no vaya acompañado lo tiene muy crudo... ¿Se nos estarán acercando ya los otros? 

Lavanda fingió que se descontracturaba el cuello moviendo la cabeza hacia los lados, y se fijó en si los compañeros del bandido que tenían delante estaban por allí. Y tan campechana como en un bar, le preguntó:

¿Y tú tienes protección? Porque si no, eres nuestro, ¡HAHAHA! Tranqui, que es broma. Se puso una mano en el bolsillo de la daga, y miró a Garret de reojo. ¿Qué pensará Garret de éste tío?

-Halsten, Shaonn y Lavanda, perspicaces como siempre, miraron a los alrededores en busca de posibles cómplices del bandido. En seguida notaron dos persona escondidas detrás de unos carros estacionados a un lado de la calle. Del otro lado de la calle, en un rincón sombrío, notaron la silueta de lo que parecía ser un hombre muy alto.

Elohnar no podía creerlo, ¿no podían tener el viaje tranquilo ni llegar a su destino sin problemas? Parecía que los dioses del destino les tenían en su punto de mira y eso empezaba a cansar al clérigo, de no ser por el buen humor de sus compañeros de viaje. Cuando Shaonn dio lo de "ser simpáticos" tuvo que contener la risa porque la labia de sus compañeras les había evitado muchísimos problemas. 

-Si no tiene nada más que añadir -dijo tranquilamente- continuaremos nuestro camino.

-Hm dos,-frunció el ceño y cerró los ojos- no, hay alguno más, ¿los véis? ... siendo cuatro no vais a llegar muy lejos en la vida, pero si nos pagáis lo suficiente podríamos protegeros, novatos-negoció Shaonn usando un tono que parecía indicar que detrás de su pequeño y aparentemente humilde grupo, había una leyenda siniestra que podía apoyar tanto su negociación como potenciar la tranquilidad y el comentario que había hecho anteriormente.-o podemos olvidar todo este asunto antes de que se os vaya de las manos y acabéis perdiendo algo más que el tiempo. Nosotros seguiremos nuestro camino y tan felices todos, ¿hm?

La actuación como matona criminal de Shaonn le había parecido muy aceptable a Lavanda, y por eso no quería que se desaprovechara. Oyó atentamente como amenazaba a los bandidos, y pensó que podrían estar muy desesperados... Cuando la maga acabó de hablar, la ladrona la miró, y empezó a hablar con ella como si el bandido no estuviera allí.

Eh, María, para ya de provocarles. Levantó el índice de la mano derecha, y siguió hablando con una voz muy indignada. No me habéis escuchado cuando os dije que no hacía falta cargaros a los orcos, luego me prometéis que no habrá tanta sangre, y lo primero que hacéis al entrar a la ciudad es buscar lío... Suspiró, y dejó caer la mano. Yo no sé si es que queréis encontrar a Daniel, o es que aprovecháis la excusa para hacerle daño a la gente, de verdad...

Garret quería verse como alguien malo y sin miedo a morir, pues, es la única forma de ganar respeto en las ciudades, o los criminales te tendrán como foco de robos. Sin embargo Lavanda y Shaon, encontraron una mejor forma de hacerlo, una que quizás nos haga ver incluso peores, y que genere una burbuja de respeto y terror en torno a nosotros. De ese modo el viaje por la ciudad sería MUCHO más seguro.

Con sus dagas en la manos y tras el comentario de Lavanda, volteó a mirarla

-Ohhhhh vamos! él comenzó!! déjame matarlo, al menos a él!! El jefe no lo sabrá!! necesito... más... SANGRE!!- Decía haciendo de cuenta que lamía las dagas, pero sin hacerlo, le daba algo de asquito lamer sangre de lobo.

Halsten intentó analizar la situación. Superaban al enemigo en número, pero habría que tener cuidado con ese hombre alto que se encontraba al final de la calle. Se dirigió a Nube, intentando que no se notara:

-Si entramos en combate empieza por el hombre alto a nuestra espalda. Así solo nos tendremos que ocupar de un flanco.-

Entonces intentó seguir el juego a sus compañeros. Se dirigió al ladrón de enfrente

-Chico yo haría caso a mi compañera. ¿Cuánto crees que tardarán tus compañeros en alcanzarnos?¿Crees que nos quedaremos quietos y esperaremos a que lleguen? Anda, déjanos pasar...- Y desenfundó media hacha. -O tendré que manchar el arma de nuevo.-

Esperaba que todo saliera bien, pero sin duda quería pelear.

El bandido miró a Lavanda con perspicacia.

-Con que Daniel, eh? -y mirando hacia donde se encontraba aquella silueta- oye, amigo, creo que son ellos! Los que te engañaron!

La silueta emergió de aquel rincón oscuro y entonces pudieron ver que se trababa del mismo orco que los asaltó en el bosque.

-Claro que son ellos, tonto -le dijo a su cómplice- Estaba observándolos para ver hasta dónde querían llegar -y mirando a los aventureros- ya los descubrí. No existe ese tal Daniel. Esto lo van a pagar muy caro.

Y justo cuando las cosas parecían ir bien, llegó el puto orco. -mierda! Espero que ya no tenga hambre, eso de destriparme no me parece buena idea... Así que se han dado cuenta-

Ya a estas alturas no había nada que hacer a menos que nos pusiéramos en peligro mostrando nuestra magia, pero no era la idea, Garret oyó algunos rumores turbios de la inquisición mientras estuvo en la resistencia, aunque lo cierto es que nunca tuvo problemas con los inquisidores y no sabía si esos rumores eran ciertos, pero mejor prevenir que lamentar. Esto habría que resolverlo como lo hicieron con los lobos.

Bueno, ahora tocaba pelear. Superaban en número al enemigo, pero ese orco iba a ser un problema. Halsten desenfundó el hacha y se colocó mirando hacia el orco.

-Ya veremos quien es el que paga.-

Tal vez fuese peligroso, pero no habían muchas más posibilidades.

Lavanda sonrió al ver al orco, para no llorar. Joder, sabía que me iba a pasar ésto... Bueno, no, de hecho, no. Lavanda prefería no luchar contra enemigos grandes, enfadados, y poco razonables que quieren destriparte. Pero lo que se tiene que hacer, se hace. Con voz amable y sin dejar la sonrisa atrás, secundó la amenaza de Halsten.

Caballero, la última vez no nos dio su nombre. Lo necesitamos para saber qué decir a su familia. 

Nube traía su disparo listo desde antes que Halsten le dijera, el orco puede ser grande, pero nada frena sus flechas - Shaonn hora de tocar, y que sea movida - dice entre pequeñas risas clavándole al orco una mirada asesina, eran tan desagradables como los de la inquisición se acerco un poco a Lavanda y le susurro de una forma que los dos sujetos no puedan oírle - si se pone complicado, te cubre y monta una de esas perfectas escenas para que lleguen guardias - Levanto su arco contra el orco, tenso el cordel, estaba listo el disparo en caso de necesitarlo, su espalda no le preocupaba, sus compañeros la cubrirían