Partida Rol por web

La mala racha de Charles parecía estar enfureciéndolo.  A tal punto que de pronto pareció tomar nuevos ímpetus y decidió motivar al resto.

-Vamos, amigos, sólo son un montón de ratas. Podemos vencerlas.

Y con estas palabras le asestó a algunas de ellas un golpe certero, aunque insuficiente para concluir la batalla. Jean lo intentó, pero no tuvo tanta suerte. Garret logró darle a una rata pero su cuero era demasiado duro como para lastimarla. Esta intentó contraatacar, pero el mediano supo esquivarla a tiempo. Nube, por otro lado, logró atravesar una con su flecha, reduciendo su número. 

Mientras tanto Magnolia descansaba y estudiaba la batalla.

Lavanda empezaba a desvariar en su mente con cosas que no venían a cuento, como ¿Qué hace este bicho aquí?, ¿este bicho está de parte de la inquisición?, ¿este bicho tendrá algún cargo dentro de la inquisición?, ¿será otro preso y entonces sería mejor intentar liberarlo? Pero parece que está bastante en su ambiente... Tanta duda fue disipada por el comentario de Charles, que por la combinación de pensamientos de Lavanda, sumado a recordar como se conocieron y como llegaron hasta allí, le provocó risa. Una carcajada mediana que se abalanzó con una espada-antorcha-zapato hacia la bola de ratas.

¡HAHAHA, ratas! ¡HAHAHA!

Nube sonreía al ver como sus flechas daban en el blanco y mataban, aquella cosa debía darse por vencida o estarían muertas pronto!!.

Sin perder tiempo, tomó otra flecha y disparó a su próxima víctima, la tabla seguía acercándose a gran velocidad, pero aún estaba lejos como para poder usarla de arma, por lo que las flechas deberían bastar para poder mantener entretenida a esa cosa, aunque parecía que lavanda se divertía mucho con eso...., ¿Un lado sádico tal vez?

Una nueva flecha voló en busca de su presa, no debía tardar en atacar o podría recibir un mordisco de regalo, además, no podía desperdiciar esos ánimos rejuvenecidos de la porrista charles!  

Garret asintió ante el emotivo aliento de Charles, lanzando un dagazo, decidido a golpear a Roi y detenerlo de una vez por todas!

Sin embargo apenas atinó a razguñar a una de las muchas ratas que componen el gigantesco espécimen.

-PERO ME CAGO EN TODO!- Soltó enojado -ESTA COSA NO DEJA DE ESQUIVARME LOS GOLPES!!- Dijo.

Se alejó entonces de donde estaba sentándose junto a Magnolia, pero a diferencia suya, en lugar de pensar, comenzó a mover las manos y realizar un encantamiento, apareciendo una energía negruzca a su alrededor que poco a poco tomaba forma

-Nube logro hacerle un poco de daño con su flecha, lo que ocasionó que una de las ratas contraatacara, causándole una herida leve. Por lo demás, el rey de las ratas logro esquivar todos los demás ataques.

La oscuridad que cubría a Garret entonces empezó a concentrarse en un pequeño punto entre sus manos formando una bola negra de energía.

Pronto esta energía comenzó a mutar su forma, pasando de una simple esfera a algo más bien alargado, hasta finalmente tomar forma.

Ahora Garret tenía una espada larga entre sus manos. Aún así, era del tamaño para un Mediano

-Uff... lo logré!- Dijo con una sonrisa en el rostro mientras observaba esa espada negra.

Nube emitió una pequeña mueca de dolor cuando el golpe llegó a ella, no era nada tan grave como para tener que frenar su ataque, pero si fue doloroso... y nada agradable - Tsh! por tu culpa me quedará otra marca!  - reclamó a la criatura y con una gran furia por aquello tomó su arco y volvió a disparar, estaba molesta, muy molesta!, de tener un poco de fuego extra las prendería fuego una por una!!

Lavanda recuperó el aliento de su risa, y observó a la bola de ratas. Con lo grande que es y lo que cuesta darle... Como la risa no había servido de estrategia, Lavanda optó por los insultos, que eran adecuados para alguien que hería a sus camaradas. Aunque sea unas ratas atadas entre ellas...

¡Infame! ¡Zopenco! ¡Botarate! ¡INQUISIDOR! Y de entre la ráfaga de insultos, también salió un espadazo llameante 

-Tanto Jean, Charles y Lavanda fallaron sus ataques. Solo Nube acertó esta vez, lo que hizo que nuevamente las ratas tomaran represalias, aunque sin causar heridas demasiado graves.

otro ataque volvió a dar en el blanco, y los golpes siguen doliendo, pero esta vez se ve forzada a alejarse un poco, quedando en el otro extremo del bote - Tsh!, malditas ratas! - soltó por lo bajo largando otro flechazo a aquella cosa armada de ratas asquerosas

-Ahora sí!- Dijo el mediano acercándose a Roi para atacarlo. Empuñando su lanza, atacó desde lejos con su lanza.

-Toma esto!! JAJA!!- Soltó emocionado por haber podido golpear a Roi esta vez

Lavanda empezaba a hartarse del rey de ratas, hecho visible en la vena que empezaba a inflarse en su frente. Se enjarronó, dejando la espada imprudentemente a la altura de sucintura, con la empuñadura apoyada en su cuerpo, y optó por intentar distraer a la rata con palabras.

A ver. Como te lo cuento. No vamos precisamente sobrados de tiempo, ¿captas? ¡Hiaa! E intentó otro ataque, igual de fallido que los otros. ¡Quietas ratas! ¡O fuera! ¡Pero eso no vale!

-Esta vez sólo Nube y Garret acertaron sus ataques, dejándolo bastante débil. El rey de las ratas distrajo su atención entonces y eligió atacar a Garret, causando una herida leve. Finalmente se dieron cuenta de que el misterioso sonido de fondo era un molino de agua. Ahora que estaban cerca podían verlo claramente. Este molino era un peligro mientras estuvieran combatiendo contra el rey de las ratas.

Una sonrisa presumida dedicada a Nube fue lo primero que apareció en su rostro, aunque la reacción siguiente cambió, por distraerse en aquello un rasguño llego y con eso se rasgo un poco de su tela, además de un pequeño rasguño – Ha!, mi ropa!, sabes lo duro que es robar esto? – se quejó lanzando otro golpe y notando el molino en el fondo – Rayos!, vamos a tener que saltar! – dijo a todos los que estaban en el barco preparando el salto y calculando el momento perfecto.

Nube tomó otra flecha y disparó cuando vio que aquella cosa lastimó a su camarada, y con ello vio lo que Garret menciono antes – Salten! – dijo tomando a Garret y a quien viera que no pudiera saltar para evitar aquellas astas

-Esta vez, solo Nube consiguió dar en el blanco. El rey de las ratas, por otro lado consiguió darle un mordisco a Charles, causándole una herida leve. Pero su distracción le costó caro. Al llegar al molino, las aspas acabaron con él. Nube consiguió saltar del bote antes que las aspas la tocaran. Garret y Lavanda, en cambio, no pudieron reaccionar a tiempo. Las aspas les dieron una buena zambullida para luego lanzarlos por el aire. Afortunadamente, aunque el golpe fue fuerte, cayeron en el río. Charles, Jean y Magnolia se las arreglaron para esquivar al infame molino y así fue como todos se encontraron en el río, nadando hacia la libertad. La misión había sido un éxito. Ahora debían regresar a la mansión de la Duquesa para que los prisioneros estuvieran a salvo y para que les curaran las heridas.