Bienvenido! eres el primero! ve mirando y preguntándome dudas
Bienvenida a la sanadora, ya estáis la exploradora y la sanadora! Id poniendo bonita la parte de la historia!
Sí, podéis poner nombre y si no os sentís cómodo con el avatar podéis sugerirme algunos para cambiarlo. Normalmente uso los de Baldur's gate que hay un puñao!
El avatar me parece perfecto, incluso tienen buena relación con los demás.
Ya solo nos falta una plaza!! si es que estáis todos activos!
Te voy a dejar utilizar un arma cuerpo a cuerpo o a distancia porque tu personaje a nivel 1 realmente sólo puede hacer una curación cada 24 horas (hasta que subas de nivel que podrás elegir otra habilidad). Así podrás hacer algo xD.
Ok, gracias.
Piensa que tipo de arma quieres y dímela para dártela. Una daga estaría bien por ejemplo.
Perfecto, así además me podría servir para abrir, podar, cortar o preparar hierbas para curar.
Ya estamos todos se supone.
Cuando respondáis todos en el offtopic empezamos, los que no respondan en tres días a partir de hoy pues iré buscando suplentes para ellos.
Relleno el trasfondo y la descripción del personaje. Veo que está la ficha ya rellena. ¿Queda algo que tengamos que hacer? ¿Elegir algo de equipo y armadura o ya nos lo pones por defecto?
¡Gracias!
Nada más, el equipo lo tenéis en la ficha
¿Tengo deberes por hacer?
Pasa tu descripción/historia al apartado correspondiente
No lo encuentro.
Al darle a la cara de tu personaje se abre donde está la ficha. A la derecha hay otras pestañas de descripción física y historia.
Si, eso si, pero lo que no encuentro es lo que te mandé.
Maga sanadora.
Inomagata siempre había apreciado el campo, las plantas y los bichillos. Sus padres siempre la habían considerado boba, pero ella podía ver cosas que el resto de su familia no. Podía ver el fluir del poder. La magia.
No sabía para que podía valer aquello, pero la fascianaba, quedaba embelesada con aquellas fuentes de poder, pensando que era polen o algo de aquellas maravillas de la naturaleza que eran las plantas. Con el tiempo descubrió, la caledonia, que ayudaba a que cortes y otros daños en la piel curasen mejor, no dejaran tanta cicatriz y no se infectaran. Seguían dejando a la muchacha a su aire, con sus fantasías en el cielo, pero un día llegó un señor vestido muy raro. Parecía que se cubría con una vieja y raída manta. El prometió hacerse cargo de la muchacha. Sabía lo que le sucedía, ya que lo había sufrido él también. En principio desconfiaron, pero de esta forma, tenían una boca menos que alimentar, así que la dejaron marchar. Desde ese momento se convirtió en lo que es, en lo que soñaba con ser. Alguien que pudiera dominar esas luces que volaban solas y darles utilidad. La utilidad que ella soñaba. Curar.