Partida Rol por web

Interferencias. Sin duda otra prueba más que el Emperador deparaba a sus fieles hijos. No importaba, sus hermanos sabían qué debían hacer, y una advertencia más no serviría de nada, por lo que Sepheranse concentró en lo que verdaderamente importaba, el asalto que estaba por comenzar...

- Creo que se refería a las defensas automáticas del bunker, hermano. Aquí no hay armas pesadas; solo armamento común de infantería, y recordad que cuando llegamos vimos las torretas del bunker desactivadas. Hay que encontrar el control de las defensas y volver a activarlas; eso les proporcionará el suficiente fuego de cobertura para resistir mientras buscamos el almacen del armamento pesado.

Estoy listo para partir cuando escucho la voz del Hermano Sepheran. Su mensaje es apremiante y por sobre todo, poco esperanzador. Escucho las palabras del Hermano Skold y les respondo lo que creo y lo que haremos:

 - "Creo que el Hermano Elyas tiene razón y nuestro Devastador se refiere a activar las defensas automáticas. Debemos movernos de inmediato y buscar la zona desde la que se comandan esas ametralladoras. ¡Vamos de inmediato, Hermanos míos!"

Salgo corriendo a toda velocidad por el pasillo en busca del cuarto de control de las defensas automáticas, especialmente de las ametralladoras que están en las afueras y que podrían marcar la gran diferencia entre resistir o no en esta posición.

Skold escucha al hermano Elyas sin dar crédito - por el Trono, estúpido Ángel oscuro, está claro que tenemos que volver y reforzar las defensas inmediatamente - no seas estúp... - se detiene cuando el hermano Lucian comienza a hablar...

...quizá si ambos interpretan así el mensaje debo cerrar la boca. Teniendo en cuenta que el hermano Lucian es el líder del grupo no queda otra que obedecer... malditos Ultramarines, siempre mandando - jodido Ultramarine, lo que tu ordenes... - murmura Skold entre dientes mientras que empieza andar para seguir a sus dos compañeros...

...A decir verdad me está cansando un poco el carácter de estos dos tipos, pelearán como titanes pero el sentido del humor se les olvidó en la nave - No se que os enseñarán en vuestro capítulo, desde luego no a interpretar mensajes...Ja Ja Ja - ¡Skold menos mal que estás tu aquí!

Avanzáis con tiento por el laberíntico subterráneo. Las salas y los pasillos se suceden, monótonos, y parece todos iguales. Metálicos y mal iluminados. A medida que seguís caminando una inseguridad evidente se empieza a apoderar lenta pero irremisiblemente de vuestros pensamientos... os habéis perdido.

Resulta complicado orientarse, más allá de "hacia arriba" y "hacia abajo", y el hecho de que las salas no parezcan guardar un orden de tamaño, importancia de lo contenido y naturaleza de éste, si no simplemente sucederse sin lógica ninguna, como una enorme improvisación, es el motivo principal. Seguís vuestro instinto que os dice que lo "importante" ha de estar "abajo", pero al nivel de la posición en la planta que estáis (sea ésta la que sea) no tenéis nada claro dónde estáis.

Solo un nuevo sonido parece haber entrado en escena, os cuesta recordar desde cuando. El monótono sonido de las gotas de agua al caer, en algún sitio.

Skold da voz a lo que todos piensan pero ninguno dice - estamos perdidos camaradas, busquemos un mapa de este maldito complejo de una vez, si seguimos así mucho tiempo temo volverme loco...

Hermano Lucian, ¿recuerdas de tu experiencia en Marcragge un ambiente similar a este? Parece que hay agua por algún lado, ¿esto nos pone en mayor o menor condición de encontrarnos con esos Xenos? Temo una encerrona en estos pasillos infernales.

...Khsssss... -la larga y serpentina lengua de la criatura siseo en el aire, inaudible. Lejos, demasiado lejos...

...Calor... - Khsssss- Calor, carne, enemigos...

El engendro, un antropomorfo de más de dos metros, complexión atlética y cuatro musculados brazos acabados en garras despiadadas no podía pensar. Su cerebro no estaba evolutivamente preparado para ello. Pero a cambio, la Mente Enjambre le había dotado de otras dos poderosas herramientas de decisión. Instinto... y un receptor sináptico.

...Instinto... Un agudizado, experto, letal y desarrollado instinto, que en este momento le decía que esos 3 enemigos eran demasiados para ella. No le habían detectado aún, y eso le confería ventaja. Si uno se quedaba a solas, entonces...

Entonces Khssssss

ESTÁ MUY BIEN LA COSA PORQUE FUERA DE LA PARTIDA PONE "ÚLTIMO POST: GENESTEALER" Y ASÍ UN PUEDE MANTENER FÁCILMENTE EL AMBIENTE DE SUSPENSE E INTRIGA....

Recorro los pasillos junto con mis hermanos viendo que el lugar es sumamente complejo y que solo podríamos recorrerlo de manera efectiva si lo hicieramos con un mapa o con la calma necesaria para barrerlo. Lamentablemente no tenemos ninguna de las dos opciones, por lo que nos queda buscar un mapa para guiarnos de manera efectiva. Eso es mucho mejor que demorarnos mientras masacran a nuestro hermano y a las FDP en la superficie.

Escucho las palabras del Hermano Skold y respondo mientras le ayudo a buscar un mapa en las salas que recorremos:

 - "En general hay dos opciones: Que esté lloviendo en la superficie y estemos lo suficientemente arriba para notarlo o que estemos lo suficientemente abajo para estar cerca de las cañerías de por donde pasa el agua y el calor. El sonido puede provenir de una filtración de estos elementos. Por el tiempo que hemos estado aquí, yo diría que la segunda opción es la más posible y si es así, puede haber tiránidos, a quienes les gusta ocultarse en lo más profundo, acechando y aguardando. Debemos movernos rápido pero muy alertas."

Continúo con mi búsqueda lo más rápido que puedo, intentando no dejar nada atrás. Si encontramos un mapa o la dichosa habitación, cualquiera de las dos cosas nos darían lo que necesitamos, pues en estos momento la situación parece ser crítica en el exterior y debemos prestar nuestro apoyo de la mejor manera posible.

Elyas no añadió nada más mientras se movían por aquellas angostas galerías buscando un mapa para guiarse, pero no disimulaba lo incómodo que se sentía en aquellas estrecheces. Era el lugar perfecto para una emboscada, oleada tras oleada de genestealers lanzándose contra ellos en unos pasadizos. Pero bueno, en ese caso sus atacantes también tendrían una desventaja, y es que su superioridad numérica se vería mermada por las pocas opciones de movimiento que daban los pasillos. No, aquel lugar era el sitio de ataque ideal para otro tipo de tiránidos, más individualistas y astutos.

Había pasado un rato, un rato indefinido. El tiempo pasa de manera extraña para los que esperan algo con impaciencia, recelo o temor, y estar aislado en un planeta al borde del colapso oteando enemigos invisibles no era de por sí un plato de gusto. El comunicador se había silenciado por completo, ni rastro de sus hermanos de batallas. ¿Qué estaría pasando ahí dentro, en el almacén? De momento, el silencio era su único compañero. Un silencio inquietante, como un mal presagio, como un buitre sobre un campo de batalla antes de que estalle el combate

- Mi señor, tengo la extraña sensación de que nos están observando -comentó preocupado el sargento-. De que nos están... acechando

Mmmpfff  gruñó el Angel Sangriento al escuchar el comentario del sargento Black, contemplando con atención en derredor, intentando enfocar su aumentada visión en cualquier posible recoveco que sirviera para ocultar al enemigo. No lo dudo, sargento. Cualquier comandante con dos dedos de frente mandaría patrullas de reconocimiento para constatar la defensa enemiga.

¿Dispone de alguna unidad experta en la infiltración? preguntó, dándose cuenta de que apenas se había interesado por las tropas que ahora tenía a su cargo, habiendo dado por hecho que siempre habría un líder de escuadra por encima de él. Sería interesante encontrar a esas alimañas antes de que transmitan ningún dato relevante.

La búsqueda se prolongó un buen rato. Más del necesario. Más del que debiérais permitiros. Un tiempo perdido. Un precioso tiempo perdido. Y no os sobra, maldita sea.

El grupo se movió de una sala a otra, de otra a la siguiente, hasta que las salas empezaron a seros familiares, las esquinas ya vistas, los pasillos monótonos. Era peligroso, afectaba a vuestro estado de alerta y a vuestra concentración. Una puerta metálica a medio abrir, dentro, remaches. ¿No habíais estado ya aquí?. Un largo pasillo en la penumbra, sin puertas a los lados, encharcado. Os suena de algo. Y así una vez más...

Y al final, a lo lejos, como un regalo divino, unas líneas iluminadas de diversos colores que destacan en la oscuridad casi total. Representa algo: un mapa interactivo, un plano del maldito almacén que además podéis descargar a vuestras servoarmaduras. Y funciona.

Pero hay algo más, algo de lo que solo os percatáis cuando ya estáis examinándolo, cuando las gruesas falanges de vuestras servoarmaduras se manchan de un líquido espeso y rojizo al tocar el panel de comandos. Sangre, cinco largas líneas de sangre. Y unos metros más allá, despanzurrado, un soldado de la FDP, recostado sobre la pared y con las manos apoyadas sobre el regazo... o lo que queda de él, porque ha sido literalmente abierto en canal y las tripas, rojizas y viscosas, se le escapan entre los dedos. Muerto. Irremisiblemente muerto. Y de una forma muy dolorosa.

Silencio. Oscuridad... y ...Khssss...

Elyas se acercó al cuerpo y echó un vistazo

- Esto no lo ha hecho un rebelde, eso seguro. Atentos hermanos; puede que nos encontremos una emboscada