Partida Rol por web

Al escuchar la voz del orco se giró para ver a los vociferantes. Una suerte de pandilla de maleantes que aparentemente se las daban de todas mías. Asintió a Unara quien con un gesto le había pedido paciencia. Se acercó al grupo acompañando a la joven a escuchar lo que los trúhanes estos tenían que decir con tanta urgencia. 

El primero en hablar, sin embargo, la desalentó de cualquier similitud a una conversación estimulante y cuando se le acercó para susurrarle su inventada fama la chica reaccionó con una simple mirada de desprecio.  

-Detesto a la gente que pretende ser más de lo que es, seguro que no eres más que un charlatán que habla para impresionar muchachas bobas para llevarlas a la cama y dejarlas decepcionadas porque seguramente era precoz.- 

- ¿Dije eso en voz alta? - agrego con descaro. -lo siento, caballero, tengo fama de ser boca-floja.- Agrego haciendo una pequeña caravana como pretendiendo disculparse. Puntualizando con una sonrisa picara imitando la del espadachín. 

Había tomado a los hombres por mercenarios, de ahí que quisiera hacer la aproximación. Ahora no se lo parecían, pero sí que tenía la impresión de que era gente hábil. Por la forma en la que iban equipados y además dos semiorcos, que solían ser duros. Que no fueran mercenarios no quitaba la opción de que lo fueran en el futuro, si encontraban una oferta de trabajo.

Lo siguiente también fue llamativo, así en cuanto la noble abrió la boca soltó una respuesta que le resultó divertida a la tiefling. La joven no estaba en ese momento de humor como para flirtear "a lo mejor... hasta me vendría bien emborracharme y acabar en una cama acompañada, ya he estado bastante jodida durante el viaje hasta encontrar este pueblo". Así suspiró aunque su semblante era bastante seco.

- Grundar y Falco, eh. Yo ando buscando trabajo, algo que tenga que ver con las armas. -

Se veía además que portaba un símbolo sagrado de Gorum colgando de la mano derecha, lo que revelaba su religión a cualquiera un poco conocedor de asuntos divinos.

No creía que nadie tuviera en mente buscar trabajo hoy, salvo ella. Enseguida se habló de lo que interesaba a la gente que eran esas pruebas divertida. "Que me caiga el espadón de Gorum encima, no es que me apetezca pero hay que labrarse una reputación de alguna forma y yo soy fuerte".

- Quizá vaya a ese juego de levantamiento de peso y tiro de cuerda. Eso de la destreza y el balance te lo dejo a ti. -

Movió la cola roja, pensando si no le ayudaría manteniendo el equilibrio pero nunca notó que le fuera útil para eso, así que no. Hecuba no había dicho nada sobre acompañar a estos chicos o no, aunque sí que vio que sonreía al final, así que quizás estaba a gusto, y Unara no tenía prisa.

Grundar hizo una pausa mientras acababa la cerveza, mientras una idea rondaba su cabeza. Si Grundar ganar pruebas Grundar demostrar ser gran guerrero.

Trabajo facil

- Grundar no tener rival, Mujer-Rojo mejor no participar para quedar mal. Inspeccionó de arriba abajo a la tiefling, que llevaba el simbolo de Gorum bien visible, Grundar estar seguro que Mujer-Rojo poder derrotar al resto, se encogió de hombros, pero tener mala suerte. Grundar estar en este pueblo.  Ser segunda no ser deshonra. Poder participar, por Gorum acabo la frase asintiendo

Miro divertido el intento de flirteo de Falco y Hecuba, Buen intento Falco hawk-hawk-hawk, una carcajada mientras devolvia la cerveza a la barra, Tener buena respuesta mujer-noble. Los colmillos mostraron la sonrisa del semiorco  Respuesta gustar a Grundar, enarco una ceja, no preocupar a Grundar no gustar flacuchas, hawk-hawk-hawk.

Grundar se dirigió al cartel del concurso, para buscar las indicaciones

Falco no se esperaba esa respuesta de la chica noble. La tiefling sonrió divertida, incluso el barbaro se rió. El espadachín no tenia donde agarrarse para recuperarse del guantazo dialectico, aunque no por ello desistió. 

- Que lengua mas afilada tienes, joven dama. - Dijo el espadachín con una sonrisa fingida. La muchacha lo habia herido en su orgullo, pero tal vez este se lo habia buscado... - Me gustaria invitaros a una copa. - Despues se dirigió a Unara. - Me temo que poco trabajo encontrarás hoy, querida. Mejor diviertete, y ya buscarás mañana. 

Tras invitarlas, fui con Grundar a ver el cartel. Deberia inscribirme en las pruebas que me interesaban. 

Miró al semiorco corpulento quien se había creído que no podría ganarle en una competición de fuerza.

- No te lo crees ni tu, claro que te puedo ganar.

Le dieron ganas de bufar, acaso no se veía que era alta y fuerte. Ese hombre le estaba retando y con un poco de suerte le iba a dejar en su sitio.

- Ya cuando tiremos de la cuerda, si va por grupos podemos hacerlo del mismo lado... ¿no crees?

Que bien sabía que sería una buena decisión. La joven luego observó de nuevo a Falco.

- Lo he pensado, que hoy no es buen día. Pero si puedo conoceré a Kaijitsu a ver qué opina. Si logramos ver a la abuela de Hecuba entre tanto gentío.

La chica suspiro tras escuchar el cambio de idea de la Tiefling, pero era más bien un suspiro de alivio. No tenía muchas intenciones de reunirse con su abuela tan pronto que iba a fastidiarla por haberse desaparecido de su vista. 

-No te preocupes, igual así me divierto un poco más.- 

La joven tomo la oferta del espadachín y lo siguió hasta el cartel. Solo para molestarlo un poco mas. 

-Bueno, Falco, ¿qué vas a invitarme para enmendar tu falta de tacto? Le pregunta con tono burlón y una sonrisa juguetona.  

La verdad es que el tal Falco si le parecía que podría caber en los reinos de lo “atractivo” pero prefería hacerlo sufrir por su vanidad antes de acariciar el ego inflado de un aventurero. 

-Muchas gracias, Grundar, tu si que tienes modales, Si hay juego no dudaré en apostar por ti.- Le dice la joven al semi-orco en Orco perfecto.

La mañana continua de manera alegre mientras tanto los extranjeros como los pueblerinos se deleitan con los juegos que transcurren a lo largo de toda la mañana con algunos destacamentos, Falcon, no tiene problema y demuestra su gran destreza con el arco y arrasa con todos los participantes, ni siquiera la exploradora del pueblo, una semielfa, es capaz de rivalizar con él, de la misma manera parece que nadie le puede igualar en el equilibrio con su rival que al igual que el parece tener cierta destreza en mantenerse en la cuerda pero una ráfaga de viento hace que se desequilibre por un segundo, cosa que aprovecha el rival para asentarle un golpe y derribarle.

Por su parte, tanto Unara como Grundar pasan las primeras rondas del levantamiento de peso, sin embargo, al tratar de levantar las más pesadas estas resbalan de sus manos cayéndose al suelo desclasificándolos a ambos; pero no por ello pierden el ánimo de participar en el tiro de cuerda, Grundar se enfrenta a un hombre de brazos descomunales y ambos se empiezan a batir en una batalla de fuerza que dura unos largos minutos hasta el punto que las venas de sus brazos parecen que van a estallar del esfuerzo, finalmente la mala suerte juega en favor del rival y con un resbalón Grundar es descalificado, más tarde, Urana se enfrenta a la final contra el rival de Grundar, el duelo es breve e intenso pese a todo el esfuerzo que hace su rival, la tiflin parece que lleva la voz cantante y con un solo, pero efectivo, tirón, logra tirarlo al suelo junto con los vitores de la multitud.

Tras acabar los juegos, el responsable de los juegos va llamando a los vencedores de los respectivos juegos a los cuales les da una cinta junto con una bolsa, mientras están felicitando a los vencedores un trueno retumba en la plaza haciendo que todas las festividades se paralicen un segundo, al buscar el origen, podeis ver como el sacerdote tiene en sus manos una piedra, ahora rota, aunque lo más destacable es el enorme carro que hay a su lado que transporta un gran tarro donde revolotean un millar de mariposas.

---Hermanos, es hora de proceder a la liberación de las mariposas hagamos un breve repaso al origen de esta bella tradición, se dice que hace muchos milenios, la diosa Desna cayó a la tierra convertida en un halcón, debilitada y malherida, la diosa fue recogida por un niño ciego, que la cuidó hasta sanar, la diosa como agradecimiento, convirtió al niño en una mariposa inmortal, para que revolotease el mundo eternamente con su grácil aleteo….las leyendas cuentan, que fue aquí, en Punta Arena, donde la diosa cayo y fue un pueblerino, el que la cuidó, es por ello que en memoria de este niño y de la diosa liberamos a las mariposas cada año-  con esta ultima frase, el sacerdote retira la tapa  y un rugiente bateo de alas azules llena la plaza arrancando un sonido de asombro de todos los presentes ante el bello espectáculo, el hombre asiente satisfecho y se retira junto con el carro dejando que las celebraciones continuasen, esta vez salpicadas por la presencia de decenas de mariposas.

Ka´ruk habló poco, observó mucho a esos desconocidos y finalmentedecidió que no estaría mal algo de compañia, ademas el otro semiorco, aunque tan burdo como los demas de su especie, parecia buen tipo. Muchachos, dijo mirandolos a todos e intentando ser jovial, esta bien, bebamos y pasemoslo bien, por cierto, muchacha, tu tampoco eres 100% humana verdad? dijo refiriendose a Unara, quizás, podríamos hablar un rato? Le tendió la mano en un gesto de complicidad.

Esta gente parecía tener inclinación por la diosa Desna, una de esas diosas flojas que además admitía una tradición tan... infantil, como la de liberar mariposas. Tradición con la que los campesinos y similares estarían muy acorde. Unara miró el despliegue de insectos conteniendo las ganas de gritarles que eran una pandilla de flojos. Mas... esta gente terminaría por necesitar brazos fuertes justo por lo débil que eran los suyos propios, así que lo más conveniente era callarse por completo y dejarles hacer sus vidas.

Al menos ella había ganado una de las pruebas y ya se empezaría a hablar de la llamativa joven que derrotó a los mozos de Puntarena incluyendo a Grundar, que ahora ya vería que era una digna rival.

- Muy divertido todo, sí, lo han organizado bien, sin interrupciones ni peleas. Bonitas mariposas. -

"Quedarían mejor en una ensalada" iba pensando que más provecho les sacarían así. Giró la cabeza para ver qué miradas tenían los demás, escuchando también al semiorco más callado de los dos. Levantó un poco la cola agarrarándola con la mano izquierda. - Una tiefling, mis padres lo eran también. Alguno de mis ancestros hubo de ser humano hace tiempo. - historia que ella ni conocía, sin que le importara demasiado. - ¿Quieres hablar de un trabajo? - levantó una ceja, esperando que no quisiera llorarle sobre lo malo que era no ser humano en Golarion. Imaginaba que sería algo más serio. La mano no la llegó a coger, tan sólo hizo un cabeceo para que se apartara un poco si es que eso era lo que quería, hablar un poco aparte. - Hecuba no te vayas lejos por favor, que estoy destinada a conocer a Kaijitsu. - indicó deseando que no se perdieran de vista.  

En la prueba de punteria Falco sobresalió por encima de todos. No lo esperaba, pero era de agradecer. Ademas la chica semielfa era preciosa... Tal vez despues la buscaria para enseñarle a tirar mejor con el arco. Y en la prueba de equilibrio, el espadachín estaba seguro que ganaria... pero una maldita brisa le hizo perder el balance y el otro aprovechó para tumbarlo. Falco le dio la enohorabuena por vencerlo, aunque a regañadientes. De no ser por ese viento... 

El espadachín aceptó el premio y la cinta, que se colocó en la solapa de su camisa con orgullo. Alzó la jarra de cerveza que tenia en la mano e hizo brindar con entusiasmo a todo el mundo. Se lo estaba pasando bastante bien. Tras eso apareció el sacerdote y pronunció un discurso explicando la tradicion y despues soltó las mariposas. A decir verdad era un espectaculo hermoso. 

Tras la ceremonia, el espadachín se dirigió hacia el grupo. 

- Lastima que no hayas ganado ningun premio, Grundar, has tenido muy mala suerte... - Le dijo al bárbaro. - Y bien, que os gustaria hacer ahora? 

Grundar aplaudió con fuerza cuando Unara gano la prueba de tiro de fuerza al hombre que le habia derrotado. - Mujer Rojo haber demostrado ser la más fuerte, Gorum sentir halagado por hazaña, dijo mientras asentia con la cabeza.

- Grundar haber bebido demasiado antes de pruebas. Meneo la cabeza en sentido negativo, beber ser malo antes de batalla. Sonrió mientras volvia a la barra del bar, Grundar necesitar otra cerveza. Amigo decir una vez que bebida ser necesaria en victoria o necesaria en derrota* Brindó al cielo, mientras le echaba un trago. Amigo tener razon.

- Amigo Falco, ahora tener que ahogar penas, le dió un trago a su cerveza, BRUUP, luego no tener nada que hacer acabó el semiorco mientras se limpiaba la espuma de la boca con el antebrazo

La joven miró entretenida el desarrollo de los juegos y se encontró agradablemente sorprendida por el desempeño de Unara, que probaba ser mas fuerte que el semi-orco. Durante la prueba de equilibrio, Hecuba no se pudo contener y siendo lo mas discreta posible lanzó el truco de brisa contra Falco, solo por que nadie merece ser bueno en todo.

Terminado los juegos decidió sentarse junto a la banda de raros solo para ver que mas irían a hacer. Por un lado Unara se iba a platicar con Ka´ruk, cosa que no le preocupaba mucho ya que nadie con cerebro pensaría en causar problemas en una fiesta donde todo el pueblo era testigo de todo. Por el otro Grundar y Falco se redirigieron a la barra a ahogar sus penas con cerveza. Suponiendo que Ka´ruk y Unara preferirían la privacidad decidió sentarse con ellos.

-Vino para mi, por favor- Dijo al tabernero con sus mejores modales. - El caballero me lo invita, ¿no es así, Falco? - Agregó dirigiendole una sonrisa mas bien coqueta. Le molestaba admitirlo pero el pícaro este si tenía algo de extraordinario en su modo y destreza. - No se sale adelante celebrando victorias sino superando fracasos - Le dice la chica Grundar, de nuevo en perfecto orco. Había algo de sus barbaros pero nobles modales que le parecía interesante y mas que reprocharle que sea ruidoso y tosco prefería observarlo y tratar de comprenderlo.

La lección de etiqueta vendrá despues... Penso la chica para si misma

- No mujer humana, dijo Grundar en orco, fracaso en batallar significar muerte. Echo un trago a su bebida, Si muerte ser digna ir a la derecha de Gorum, si no ser digna no merecer la pena. Otro trago, pero estar muerto.

Grundar preferir ganar y vivir, ultimo trago de la cerveza, Lo mejor de la vida ser Aplastar Enemigos, Verles Destrozados, escuchar el lamento de sus mujeres. Asintió con la cabeza. Eso si merecer celebracion

Un chasquido brusco, como el retumbar de un trueno lejano, atraviesa la animada multitud mientras los últimos rayos de sol pintan el cielo occidental. Un perro callejero que se había aposentado bajo un carro cercano para dormir se despierta súbitamente, y el zumbido de docenas de conversaciones queda silenciado a medida que todos los presentes vuelven la cabeza hacia la tarima central donde, radiante, el padre Zantus ha subido al estrado. Se aclara la voz, coge aliento para hablar y, de pronto, el chillido de una mujer corta el aire.

Unos pocos segundos después, se alza otro grito, y otro. A lo lejos, un súbito coro de nuevas y extrañas voces se alza; chillidos agudos y risueños que no parecen del todo humanos. La multitud se retira, agitada, y una forma bajita pasa corriendo, riendo con un deleite inquietante mientras el perro callejero suelta un gañido de dolor y luego se derrumba con un gorgoteo, con la garganta abierta de oreja a oreja.

A medida que la sangre crea un charco alrededor de su cabeza, empieza a oírse el estridente sonido de una extraña canción, cantada por voces chillonas y rechinantes.

Un chasquido brusco, como el retumbar de un trueno lejano, atraviesa la animada multitud mientras los últimos rayos de sol pintan el cielo occidental. Un perro callejero que se había aposentado bajo un carro cercano para dormir se despierta súbitamente, y el zumbido de docenas de conversaciones queda silenciado a medida que todos los presentes vuelven la cabeza hacia la tarima central donde, radiante, el padre Zantus ha subido al estrado. Se aclara la voz, coge aliento para hablar y, de pronto, el chillido de una mujer corta el aire.

Unos pocos segundos después, se alza otro grito, y otro. A lo lejos, un súbito coro de nuevas y extrañas voces se alza; chillidos agudos y risueños que no parecen del todo humanos. La multitud se retira, agitada, y una forma bajita pasa corriendo, riendo con un deleite inquietante mientras el perro callejero suelta un gañido de dolor y luego se derrumba con un gorgoteo, con la garganta abierta de oreja a oreja.

A medida que la sangre crea un charco alrededor de su cabeza, empieza a oírse el estridente sonido de una extraña canción, cantada por voces chillonas y rechinantes.

Dos de los goblins corren excitados mientras la multitud comienza a huir, uno de ellos se sube a la tarrima uqe iba a usarse de escenario y comienza a brincar sin dejar de chillar encantado de ver a la gente huir, otro avanza entre la multitud dispuesto a acuchillarlas....hasta que ve un tenderente de comida y se para para devorar los alimentos con glotoneria

Unos goblins amenazaban con estropear al fiesta. Me volví hacia la joven que nos acompañaba a Grundar y a mi. - No te preocupes, joven dama. Te protegeré. - Dicho eso salí corriendo a eliminar a esas alimañas. Fui directo hacia del escenario, era el que mas cerca tenia. Mientras corria desenainé mi estoque y con gran facilidad lo ensarté. - ¡Llevarás mi espada como si fueras un pincho moruno! - Le dije para rematar la faena. 

El tifling estaba disfrutando bastante la fiesta,comiendo todo lo que podía después de todo no siempre puedo comer asi de bien

mientras come oye una serie de gritos,tras diriguir la mirada hacia ellos nota a un grupo de goblings dispuestos a arruinar la celebracion 

ah bueno supongo que la diversion continuara despues

se metio un pedazo de carne de algun animal en la boca y salio corriendo a un que no llegaba a ninguno de sus objetivos,pudo observar a un joven humano practicamente arrollar a uno en su camino

diriguendose hacia el goblin mas cercano a el 

salta sobre el con su bardiche listo para eliminar al goblin

Mārō gus'sō bhōgavō- dice en un lenguaje extraño con una voz muy siniestra

El goblin que se encuentra sobre el escenario ni se ve venir el arma de Falco, está tan excitado viendo correr a la gente...y esa misma cara se le queda cuando es atravesado de parte a parte por el estoque del espadachin quedando enganchado en el arma.

Uno de los goblin realiza la impresionante ( e inquietante) maniobra  de subirse al pozo del pueblo, increiblemente, logra mantener el equilibrio sin caerse y corre hasta saltar  y colocarse casi en medio de la plaza mientras empieza a acuchillar a la gente que pasa dentro de su alcance.

Idari llevaba un rato disfrutando de las festividades. Hacia mucho tiempo que no estaba entre gente de su pueblo y era como respirar aire puro después de estar encerrada durante mucho tiempo. Había llegado a tiempo para ver los discursos y el inicio del Festival, pero lo que no se esperaba era esa interrupción ocasionada por pequeños y sádicos goblins.

Casi sin pensarlo, al ver la sangre correr, avanzo enfada hasta tener una de esas criaturas al alcance de su magia y realizó un rápido e intrincado gesto con los dedos de la mano derecha al tiempo que pronunciaba una extraña palabra.

- Froshkneih.

Una descarga helada salió disparada hacia el piel verde, pero tenia la impresión de haberse precipitado y no estaba segura de poder alcanzarlo con el hechizo.