Partida Rol por web

Egipto Oscuro

Los últimos días de Arquiro Pade (PRELUDIO)

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07/01/2008, 22:04
Director

Arquiro Pade, nieto de invasor, hijo de artesano, artista. Por momentos no sabes si te arrepientes más de tu decisión de abandonar Creta o de seguir un camino diferente al que tenían pensado para ti.

Tomaste pasaje en un barco con dirección a Egipto en la ciudad de Zakros, la más oriental de la isla, después de la semana más extraña de tu vida: llegaste a Zakros buscando la influencia de las grandes civilizaciones que la ciudad recoge a través de su comercio, además de huyendo de la influencia familiar. Habías "escapado", pero pronto descubriste que aún libre de tu padre y de lo que él suponía, tu alma continuaba inquieta. No tenías la capacidad económica de levantar un nuevo taller en esta ciudad desconocida y el ansia creadora te quemaba. No parecía haber una salida hasta que una noche conociste a Andrómeda. Su increíble presencia te sedujo de inmediato. Ella era, si bien no una artista, sí una amante de artistas y no tardásteis más que unos minutos en conectar por completo. Las noches siguientes creció un idilio mecenas-protegido que te colmó de placeres...

Y no sabes muy bien cómo, acabaste subido a un barco, tu pasaje costeado por Andrómeda, rumbo a Egipto, el centro de producción cerámica y arte en general más importante del mundo, para perseguir tu visión artística.

Y lo que casi resulta más increíble todavía: Andrómeda, tu mecenas, se ha costeado el viaje a sí misma también y te acompaña, instalada en la bodega entre su gran cargamento de telas.

Notas de juego

Bienvenido al juego. Me he tomado la libertad de permitirme algunas licencias artísticas con tu historia, espero que no te importe, lo hago en beneficio de la trama...

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08/01/2008, 00:36
Arquiro Pade

-No entiendes, Andrómeda, que sólo desee ver el mar, el cielo. Me reprochas en silencio que abandone con tanta frecuencia tu compañía en la bodega para poder moldear el viento entre mis manos. Porque también el viento, como la arcilla, se modela, Andrómeda. Como la vida o la espuma del mar. Son rastros de una belleza que existe sólo en un estado primitivo y que es nuestro privilegio, ¡no! nuestro deber, sacar a la luz. Ah, pero tú me entiendes, lo supe desde la primera noche en Zakros. Has visto, como yo, esos rastros fulgurar en la apariencia vulgar de todas las cosas. Y sabes que todo lo creado es más susceptible de ser bello que de ser mercancia. Aunque viajes rodeada de tus telas, aunque te dediques al triste negocio del comercio, sabes que nunca podrá sustituir un disco de metal el esfuerzo y el ingenio del artista... -El joven alfarero resopla- Eso es precisamente lo que no entendía mi padre, prostituyendo el secreto de la arcilla, de las formas y la arcana geometría de la creación a cambio de baratijas brillantes...

Hace una pausa, mientras Andrómeda le mira con curiosidad. Arquiro humedece su lengua, seca por la rápidez de su diatriba, y también, por los nervios que le produce esa misteriosa mujer.

-Pero basta. Háblame de Egipto, Andrómeda. ¿Cómo es Egipto? ¿Saben allí de la belleza?

Notas de juego

No, no, maravilloso. De hecho mejora bastante la motivación del personaje. Curradísimo el preludio, por otra parte!

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08/01/2008, 22:50
Andrómeda

- Entiendo y comparto tu deseo de ver el mar de color, el cielo claro, sentir el calor del sol en mi piel -y con sus suaves manos acaricia su generoso escote mientras lo dice- pero esos son placeres que me son negados. Condenada a ser una amante nocturna, mi existencia sólo encuentra sentido al ayudar a los míos, los visionarios, los artistas portentosos como tú, que al crear una vasija acaricia su barro húmedo como si fuera una virgen temblorosa... -se estremece físicamente al recrearse en esa visión- No, no cederé a ver de nuevo el día. Dotaré de fuerza esas manos tuyas, que me llenan de placer, para que crees un sin fin de obras, que den sentido a la eternidad.

- ¿Pides que te hable de Egipto? No se mucho en realidad. Sólo conozco sus obras de orfebrería, cerámica y estatuillas, apenas nada más. Pero lo que he oído de él... Una tierra bañada por un río inacabable, ancho como nuestra isla, fértil como los cuentos sobre verdes mundos tras la vida; ciudades de altas murallas, templos que se alzan más y más altos, estatuas más altas que los hombres, hombres pintados, las mujeres más hermosas y mejores danzarinas, sus sacerdotes sabios como ninguno. Todo dicho, claro, por Damien de Zakros, el propietario de este barco, un vendedor desalmado que encuentra que ese tipo de conversaciones no hace sino incrementar el precio de venta de sus productos. No sé que creer, pero una cosa es cierta: su artesanía brilla como ninguna, su cerámica es la mejor que conozco y no descansaré hasta que sus secretos sean tuyos y asombres a todos cuando decidas volver conmigo a Creta.

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09/01/2008, 01:03
Arquiro Pade

El joven alfarero mira a su mecenas con los ojos iluminados.

-Si tan sólo fuera la mitad de hermoso de cómo lo cuentas, Andrómeda, ya merecería la pena el deshonor y el destierro, la severa condena en los ojos de mi padre. ¿Sabes? A veces sueño que su mano se alza desde la otra orilla para desmadejar una de mis últimas piezas; en mi sueño sus ojos son como el mar y nada pueden hacer mis manos para crear siquiera una vasija que resista su escrutinio, su mirada destructiva... ¡pero no! ¡no he de pensar así! Tienes razón, Andrómeda, volveré a Creta conociendo los secretos de los artistas egipcios y los despertaré a todos de sus tintineantes sueños de metal con la fulgurante belleza de mis creaciones... ¿No crees, Andrómeda, que ésa es la verdadera inmortalidad? ¿Por qué rezar a un ídolo de roca? ¿Para qué quemarse los ojos esperando la bendición del sol? Mis manos... son el único espíritu en el que confío, mi mayor garantía de inmortalidad...

Mira a su alrededor, saliendo de sus ensoñaciones repentinamente.

-Quizá... quizá debería subir a la cubierta a preguntar cuánto tiempo durará la travesía...

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09/01/2008, 17:40
Andrómeda

Sí, será lo mejor... -dice una Andrómeda con la respiración alterada por escuchar tus ardientes palabras. El movimiento de sus pechos constreñidos por su escote resulta de lo más turbador.

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09/01/2008, 17:43
Director

Una vez en la cubierta del enorme barco (tanto que hasta tiene una bodega, cosa nada común, por baja que sea esta -que lo es-), ves a los marineros dispersos por la cubierta, la mayoría ya durmiendo tras un largo día de trabajo. La imagen es desoladora: un mar oscuro apenas iluminado por las estrellas. Parece que hace buen tiempo y reina la calma en la cubierta. Una fresca brisa nocturna te hace estremecer.

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10/01/2008, 22:32
Arquiro Pade

La oscuridad y la brisa le envuelven como un sudario. Apoya la mano en uno de los rebordes de la cubierta y deja que la humedad penetre en sus huesos. Otea, sin éxito ninguno, cualquier rastro de tierra en el horizonte. Luego le oprime la duda, la desconfianza, el inaguantable apremio por estar vivo. La impaciencia lo consume y desearía vivir toda su vida en los cinco siguientes segundos.

Entonces le invade el hastío de la monocorde oscuridad y se vuelve en busca de un marinero despierto al que poder preguntar cuánto tiempo resta para llegar hasta Egipto.

Notas de juego

Busco a un marinero -cretense, a ser posible- y le pregunto por la duración del viaje, el tiempo que va a hacer, si sabe algo de Egipto y de Andrómeda.

Si no hay ninguno despierto, -yo no lo haría, pero el personaje tiene como defecto la impaciencia...!- me arriesgo a despertar a alguno con un zarandeo.

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11/01/2008, 15:24

Un marinero viejo, cretense, como el resto de la tripulación, prácticamente te asalta según empiezas a buscar por la cubierta.

- ¿Te pasa algo, chico? ¿Puedo ayudarte? No tienes muy buen aspecto, estás como pálido. Es una noche tranquila, puedes vomitar a gusto por la borda si quieres. No te preocupes que si te caes al mar yo mismo me encargo de pescarte, jejeje.

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15/01/2008, 01:01
Arquiro Pade

Arquiro mira al curtido marinero sin poder evitar una mueca de desagrado.

_No entra en mis planes caerme por la borda, amigo. Perdonadme, pero, la mujer con la que viajo, la que nunca sale de la bodega, ¿la conocéis? ¿y cuándo llegaremos a Egipto?

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15/01/2008, 22:11

- ¿Quién no conoce a la preciosa Andrómeda? Tan guapa que eclipsaría la luz del sol... si alguna vez apareciera de día, claro. Pero si digo más seguro que me meto en líos, así que no me tires de la lengua. El viaje es largo y cansado, pero de momento vamos bien. Dura unas 2 ó 3 lunas, pero pronto llegaremos a una isla, al capitán no le gusta alejarse de la costa.

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16/01/2008, 01:12
Arquiro Pade

Arquiro mira al marinero con impaciente curiosidad. Si hay algo que le incita a la acción tanto como el deseo de crear belleza, eso es el misterio.

-Pero amigo, según lo que me contáis aún queda un trecho para llegar a tierra firme. No sé si lo sabéis, pero soy amigo y protegido de Andrómeda, así que dudo mucho que os metáis en problemas por hablar amistosamente con su protegido, ¿no creéis? Contadme, contadme, ¿qué locura es esa que la impide ofrecerse a los rayos del sol? ¿Acaso nunca la habéis visto de día? Hablad, amigo, os lo ruego.

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16/01/2008, 22:17

- Bueno, chico, si le cuentas las cosas a tu protectora y son malas y las he contado yo, pues me la juego. Lo que sí que te puedo decir es que se dice que es señora de la noche de Zakros y que nunca duerme... de noche. Nadie sabe porqué, pero eso dicen. Si tienes confianza con ella a lo mejor lo que tendrías que hacer es preguntarle a ella, ¿no? Y no te olvides de contarme la respuesta, jajajaja El viejo es asaltado por una incontenible carcajada que se alimenta de su mal chiste. Y te da un molesto golpecillo con el codo para que te des cuenta de su gracia...

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19/01/2008, 14:50
Arquiro Pade

Arquiro se separa del marinero con la sonrisa congelada. Mientras desciende las escaleras de la bodega, piensa en la frase del viejo cretense: "si tienes confianza con ella..." ¿La tengo, realmente? Le sobrecoge punzada de duda y miedo. ¿Es mi arte lo que quiere salvar? ¿Es de verdad eso? ¿Qué quiere, que quiere Andrómeda de mí?

-En cubierta -dice, cuando ya ha llegado a la bodega- me han dicho que pronto pararemos en una isla.

Le parece ver cómo ella le mira con curiosidad y recelo, como si hubiera advertido la vacilación en sus palabras. Nota como el sudor le humedece la nuca. Andrómeda es realmente hermosa, pero algo le dice que contrariarla es peligroso.

-Andrómeda... ¿por qué te niegas a salir al exterior durante el día? Andrómeda, dime, ¿qué escondes?

Notas de juego

Perdona por la tardanza, pero ayer y el jueves tuve muchos problemas para entrar en la página...

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20/01/2008, 00:02
Andrómeda

- ¿Qué importa la luz del sol cuando se tiene un compañero por la noche como tú? Nada importa si a tu lado duerme quien quieres y puedes recrear en su piel mil historias de amor, un millar de obras de infinita belleza... Dime ¿qué otras necedades te han dicho ahí arriba, cariño?

Notas de juego

Tranquilo, depende del día y del momento yo también tengo problemas para entrar y uno no puede entrar a cualquier hora, sino cuando tiene tiempo para hacerlo...

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22/01/2008, 00:13
Arquiro Pade

-Supongo que tienes razón... ¿Pero sabes, Andrómeda? La noche es el momento perfecto para modelar la arcilla, pues la humedad y el frío impiden que se deforme; sin embargo, se necesitan los rayos del sol para que la vasija se seque y se pueda imprimir en ella la pintura... En el acto de la creación intervienen la noche y el día, la luna y el sol... por eso no acabo de entender lo que me dices... -hace una pausa, nervioso-. Andrómeda... ¿qué quieres de mí? ¿mi arte? ¿a mí? ¿Qué es lo que quieres que sea?

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22/01/2008, 22:35
Andrómeda

Andrómeda te hace un gesto para que te acerques a ella, un gesto al que no puedes negarte. Cuando estás a su abasto te acaba de atraer con caricias y acabas recostado contra ella mientras te acaricia tus rizados cabellos y te susurra al oido.

- Tú lo eres todo para mi ahora, chiquillo, tu futuro brilla ante nosotros como la arcilla húmeda y tus manos, con mi guía, le darán una forma que nunca nadie antes había siquiera soñado. Y los sueños habitan la noche...

Sientes como, juguetona, te muerte el lóbulo de la oreja, como sus manos se deslizan por tus músculos, acarician tu piel... y repentinamente el éxtasis que sólo ella puede proporcionarte al morder tu cuello vuelve a inundarte. Pierdes las fuerzas, toda resistencia que pudieras albergar y disfrutas con cada succión. Te embarga la debilidad a la vez que te inunda el éxtasis. El tiempo pasa sin sentido hasta que caes profundamente dormido.

Despiertas a la mañana -más bien mediodía- siguiente cansado y vacío, sin recuerdos muy claros de lo que ayer sucedió. Estás en la parte delantera de la bodega, fuera de la "estancia" forrada de telas de tu mecenas.

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22/01/2008, 23:06
Arquiro Pade

Náuseas. El barco parece moverse frenéticamente, como si el dios de las aguas hubiera acelerado su pulso. Pero no se mueve, en realidad no se mueve, Arquiro, es tu cabeza. Sólo es tu cabeza.

Se levanta reprimiendo el deseo de vomitar. Siente el cuello agarrotado y las manos en constante crispación. Todo parece amenazante, siniestro. Hasta su propio cuerpo ocupando un espacio que de repente le parece ajeno, móvil, imposible. Intenta hablar, pero sufre un arranque de tos y arcadas que le dobla de dolor en el suelo. Cuando finalmente alza la vista, dice en un susurro.

-Andrómeda... Andrómeda... No sé qué me está pasando...

No hay respuesta, así que se incorpora como puede y emprende el camino hacia la parte posterior de la bodega...

Notas de juego

RIP (yujuuu)

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24/01/2008, 12:05
Director

La luz del sol casi toca tu posición y su luminosidad te causa un dolor casi físico en los ojos. Sientes frío, pero el calor del sol, aún sin tocarte, parece hacerte bullir la piel.

Te arrastras, más que caminas, hacia la parte posterior de la bodega. Vas en busca del refugio emocional que supone Andrómeda, el centro de tu mundo, tu mecenas, tu protectora, tu guía... Una nueva punzada en las vísceras hace que te encojas del dolor. La sensación es nueva, pero a la vez familiar. Es como el hambre, un hambre muy intenso, pero diferente...

Consigues apartar con esfuerzo las pesadas telas que hacen de cortina divisoria en la pequeña bodega y cuando estas vuelven a su lugar, ninguna luz entra en la sala. Las tablas calafateadas del barco impiden no sólo la entrada del agua del mar, sino también de la más mínima luminiscencia. A pesar de ello, sientes la presencia tranquilizadora de Andrómeda, aún cuando esta no produce el más mínimo sonido.

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24/01/2008, 23:28
Arquiro Pade

Trato de que mis ojos se acomoden a la oscuridad mientras susurro el nombre de Andrómeda.

-¿Qué me ha pasado? ¿Andrómeda? La luz... me duele...

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25/01/2008, 21:25
Andrómeda

- Mi chiquillo, no te preocupes, ven. El sol no te dañará si estás conmigo dice como si tratara de acunar a un niño. Su tono, lejos de irritarte, te tranquiliza y te inspira paz y amor... Su tacto, ahora frío, es suave como la piedra pulida. La ausencia de luz también contribuye a tu sosiego.

Notas de juego

Si quieres, para agilizar, puedes empezar a preguntar las cosas de forma genérica, sin necesidad de escribir literalmente cada una de tus palabras...