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El agreste valle

Aventura | 3. La hechicera de las montañas

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30/03/2014, 21:08
Rivoel Docanto

Llegó el turno de Rivoel y el bardo empezó a silbar para calmar sus nervios. Quería distraer su atención y lo consiguió hasta que un madero desgastado crujió más de la cuenta.  Silbido y semielfo pararon en seco. Poco a poco el pie fue moviéndose de nuevo y el silbido se inició al lento ritmo de los inseguros pasos.  Con tensa cautela, Rivoel llegó al otro lado sano y salvo.  Cuando pasó la joven Sarana, El Bardo la animaba para distraer su atención y atenuar  su miedo. En cuanto pudo le tendió la mano y la ayudó a llegar al otro lado.
Rivoel quedó maravillado al ver a Shaibar. Había oído hablar de los elfos alados y de su belleza, pero nunca se habría podido imaginar que llegara a tal extremo. Sin duda era un ser perfecto. El bardo no pudo evitar hacer una reverencia digna de una reina, Y con voz amable y enérgica pronunció:

-Su majestuosa  Shaibar Trahel, Rivoel Docanto le saluda. Como Bardo que soy, conozco muchas canciones, poemas y palabras incluso en varios idiomas, pero ninguna digna de poder describir su inigualable belleza . Ventura tuvimos al caer en gracia suya y no hay forma humana de  agradecerle   lo que ha hecho por nosotros. No puedo  más que servirla en lo que desee hasta el fin de mis días, pues de no ser por vos y su generoso interés, no podría estar aquí ahora maravillándome con su fermosura. Sirvan estas mis palabras para ofrecerme a lo que quiera que disponga desde ahora y hasta que su divina lindeza desee.

Y con otra noble e imponente reverencia, terminó su discurso y quedó a la espera de lo que dijera el angelical y hermoso ser.

 

Notas de juego

¿ A caso Sarana no cruzó el puente? ¿ Se escabulló y se ha convertido en el ángel? Yo por si no es así he roleado su paso.

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31/03/2014, 04:43
Lance Brazolargo

Nunca antes habia visto ni oido de la existencia de aquellos seres celestiales como la dama que tenia al frente suyo...le parecia extrañamente hermosa y habia quedado cautivado al momento de verla...como si le hubieran lanzado algun tipo de conjuro...

Al oir sus palabras, el guerrero seguia fascinado y solo se habia limitado a observarla, encantado con su voz y su boca...solo cuando sus compañeros comenzaron a hablar, pudo salir del trance para asentir, mostrando su interes por ayudarla en su peticion...que podra pedir una dama como esta??? que problemas puede tener?

siguió contemplandola en silencio, en espera de su respuesta...ni siquiera se le paso por la cabeza dudar de la dama, porque bien podria ser algun tipo de trampa....

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31/03/2014, 14:54
Ladfiena Correestepa

El puente no represento ningún problema para Ladfiena, no ya por su enjuta anatomía sino que los últimos acontecimientos la tenían casi en los huesos, bien hubiera pasado dando saltos por todas las tablas y estas no crujirían siquiera.

Tampoco dudo ni por un instante de la fea criatura que les decía de cruzar, no bien porque no tuviese motivos de duda, los tenía y muchos o en todo caso los tendría si no fuera tan inocente y crédula lo que vio a continuación tan solo contribuyo a reforzar su fe en el nuevo aliado, una mujer de belleza exquisita con dos enormes alas blancas, mientras sus compañeros se postraban ante la belleza y la suntuosidad de la dama, tales formalidades no tenían cabida en la cabeza de la mediana, salvo que alguien le dijera que se postrase y no lo habían hecho.

Ladfiena se encontraba eufórica la naturaleza, el reencuentro con quien los había liberado, ¡que encima era una lechuza! y ante la dama alada, solo se le ocurría hacer una cosa, se acerco a ella -eres preciosa- miro las alas pero recordando una ocasión que intento tocar los cuernos de la paladina y esta se enfado procuro, tal y como le explicaron pedir primero permiso -¿puedo tocarlas? ¿puedes volar con ellas? ¿yo puedo tener alas?¿me puedes enseñar a transformarme como Rakatar?- solo en ese instante se dio cuenta de que no se había presentado e irguiendose cumplió con dicha formalidad -me llamo Ladfiena Correestepa ¿que tenemos que hacer?-  

Notas de juego

¿que? no esperariais de verdad que Ladfiena se pusiera heráldica y se arrodillase pronunciando bellas palabras y halagos XD

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01/04/2014, 04:48
Shaibar Trahel

La Eoshee se sentía muy complacida por la actitud caballerosa de los héroes, despidió una sonrisa que terminó de fulminar los corazones acongojados ante tanta belleza.

-Conozco a ese oscuro sacerdote de Yurtrus del que me hablas, bienaventurado siervo de Chauntea. -Dijo amablemente al Semiorco -Es una lástima lo de tu compañera y agradezco tus servicios. Prometo que si cumplen mi prometido, puedo traerles de vuelta a su compañera Abrahel, o al menos les brindaré mis servicios para que puedan rescatarla de donde quiera que se encuentre! Eso te lo juro a ti, buen sacerdote de nombre desconocido. -Le brindó una sonrisa y empezó a caminar.

Se acercó primero al Elfo oscuro y puso su delicada mano en la barbilla lampiña, le levantó la cabeza sin hacer el menor esfuerzo y siguió ejerciendo un poco de presión a modo de que Fewyhn siguiera la corriente y terminara parado en sus pies, le guiñó el ojo y si la piel no hubiera sido color carbón, claramente hubieran aparecido tonos sonrojados alrededor de sus mejillas. -Señor Drazth, tus palabras llegan a mi corazón y agradezco si benevolencia con esta hermitaña.

Continuó caminando con suaves pasos, como si flotara en el aire -Señor de los Enanos -Se dirigió a Klain, enroscando si dedo índice en la greñuda melena que le colgaba hasta los hombros -Eres muy amable, pero no es necesario que te arrodilles, no soy tu reina y si lo fuera, eliminaría tener que poner a mis súbditos de rodillas ante mi presencia.

Siguió caminando e inspeccionando a cada uno de los miembros del grupo, con sus ojos almendrados y su mirada profunda y penetrante que generaba calidez en quién se fundía en ellos. -Mi señor mediano, como puedes ver, en mi humilde morada sobrevivo muy austeramente, ¿Para qué me sirve el oro a mi?. Pero como les prometí, les daré más riquezas de las que pueden haber soñado en toda su vida. Oro, joyas, diamantes y rubíes. No los tengo aquí conmigo, pero están guardados en una cámara secreta y con gusto me desprenderé de ellos a cambio de lo que les pediré a continuación.

Calló mientras miraba al bardo, quién desprendió un tumulto de elogios y aclamaciones. Logró sacar una sonrisa sincera del perfecto rostro de Shaibar, se llevó una mano a la boca para ocultar su amplia sonrisa, pero no pudo evitarlo. A quién no le causaba mucha gracia era a Sarana Talop, quién había permanecido bastante callada y asombrada de lo que veía de frente. Frunció el cejo ante la presentación y la cara de bobalicón que ponía su bienaventurado príncipe harapiento, ue la rescato de las garras negras de los orcos -Eres muy Galante, señor Docanto. Tendré en cuenta tus palabras, pero solo me basta una pequeña tarea para compensar que los haya liberado, incluso entonces, quedaré yo en deuda con ustedes. -Se acercó bastante al bardo y le propinó un beso en la frente. Inmediatamente la bilirrubina de Rivoel empezó a subir y en menos de lo que grazna una cockatrice su rostro empezó a ponerse demasiado colorado. Igual que el de Sarana, pero este se ponía así por otro motivo. Igual permaneció en silencio.

Un nuevo silencio se hizo ante la aparente apatía de Lance, solo desenfundó una sonrisa e iba a pronunciar unas palabras justo cuando la irreverente mediana apareció dando pequeños saltitos a su lado. Inmediatamente la Eoshee se volteó, y gracilmente se inclinó para quedar a la altura de la mediana y con tono juguetón respondió -Claro que puedes tocarlas señorita Correstepa. Por cierto, muy bonito nombre el de Ladfiena ¿De dónde eres?. Aprender el arte de cambiar de forma es algo que requiere mucho estudio y mucha dedicación, toma años aprenderlo. Yo aún no lo domino completamente, pero de vez en cuando soy capaz de transformarme en otra persona, si tienes tiempo y ganas de quedarte conmigo, con mucho gusto te enseñaré eso y muchas otras cosas, por ejemplo volar ¿te gustaría llegar a las nubes que se alzan arriba y tocarlas?. -Se arrancó una pluma blanca de una de sus alas y la puso directamente en la pequeña mano de Ladfiena -Toma, dicen que quien lleva una pluma de Eoshee consigo suele atraer la buena suerte.

Ante la pregunta final de la mediana, volvió  incorporarse y tomó una pose mas seria y el rostro algo más sombrío.

-Temo por el valle de la daga -Dijo secamente, cogiendo a todos por sorpresa. -En el este, en el castillo de la daga un rey orco ha hecho su morada, tiene un pequeño ejército consigo y los rumores de que es un bendecido de Gruumsh se han esparcido como el fuego en un campo sediento de lluvia. Cada día llegan algunos orcos errantes a rendirle pleitecía y a ofrecer sus espadas. El gran rey orco se hace llamar Vhazror y monta un enorme Draco.

Hizo una pausa para que el grupo digiriera la información y continuó.

-Sok Ul Makum es un sacerdote oscuro, un nigromante, pero es tan solo un peón del mago que se hace llamar Ighnomer, en este momento, ambos se encuentran en el castillo de la daga convenciendo al rey orco de que le permita ser su consejero. Este Ighnomer es el verdadero peligro, conoce un secreto que podría decidir el destino del Valle. -Suspiró y se acercó al trono. Nadie se había percatado que tras la silla reinante del cuarto, había una mesa pequeña con una jarra y una copa de oro ¿Habrá aparecido de repente con algún conjuro?¿O ya estaría ahí desde el principio y la belleza de la Eoshee la había hecho pasar desapercibida? cualquier razón podía ser igual de válida. 

Se llenó la copa de un líquido azulado y bebió un largo trago. -Un libro. -Dijo secamente, sin que nadie comprendiera a lo que se refería. -Un libro muy antigüo, un libro perteneciente a una familia de Semielfos que viven desde las fundaciones del Valle: la Familia Bosquelado!. -Bebió otro trago más pequeño y prosiguió. -Aparentemente es un libro que describe la historia y la heráldica de esa familia, pero el libro tiene un mensaje oculto. Un mensaje que corresponde a un ritual para invocar a un poderoso demonio.

-Busqué personalmente el libro hace aproximadamente un par de Dekhanas, pero ya era tarde, la familia lo había enviado al monasterio de los quebrantados para fabricar un par de copias. Los orcos de Ighnomer habían sitiado el monasterio justo después de que una carroza transportara el libro y un grupo de aventureros fue contratado para interceptarlo, pero jamás se volvió a saber de ellos.

Empezó a caminar por la habitación con cierta impaciencia y ansias, mirando el rostro sorprendido de los héroes que tenía en frente, la Eoshee sabía que aún eran jóvenes, pero tenían el potencial para convertirse en héroes de leyenda que pudieran ser determinantes en el futuro del Valle. En el fondo de su corazón lo sabía y por eso hacía lo que estaba haciendo. -Aparentemente la carroza nunca llegó al monasterio, pude averiguar que la partida de guerra que sitió el monasterio y masacró a los monjes y clérigos volvió a las colinas junto a su amo, pero con las manos vacías. Repiré cuando averigüé que Ighnomer aún buscaba el libro y también respiró el valle, se los aseguro! Pero es solo cuestión de tiempo para que convenza al rey orco de que disponga de su ejército para la búsqueda del preciado libro y con sus exploradores y batidores, seguro lo encontrará rápido.

Esa es mi prisa -Dijo tomándo el último trago de su copa -Necesito recuperar ese libro para destruirlo mediante un ritual!.

Esperó las respuestas de todos los presentes ante su relato y después de que todos hubieran hablado añadió. 

-Pueden ir a buscarlo donde deseen, les podré brindar a Rakatal para que los guíe a través de las montañas hasta el monasterio o hasta donde deseen ir a investigar, solo sé que el carromato se extravió entre el puente de la serpiente y el monasterio.
Andar por las montañas puede resultar peligroso para ustedes, más aún para esta hermosa dama tocada por las llamas de Kossut -
Dijo refiriéndose a Sarana. -Me ofrezco para cuidarla y mantenerla a salvo en mis aposentos, aquí estará a salvo, alimentada y caliente, esperando su regreso!. Por ahora, tengo un Jabalí entero que lo había guardado para su llegada, junto a un par de botellas de vino de Halruaa, disfrutemos de esos placeres mientras la noche nos acobija con su manto y mañana decidirán que quieren hacer.

Sarana protestó tímidamente, ella lo que deseaba era estar al lado de sus rescatistas, en particular con su galante bardo de mil historias que de algún modo se había ganado algo más que su admiración y agradecimiento.

¿Ayudarán a recuperar el libro?¿comerán el jabalí y beberán el vino y en medio de la noche se escabullirán para no tener que cumplir quests? ¿Dejarán a Sarana con la Eoshee o la llevarán?, si deciden ayudar ¿A dónde se dirigirán primero? ¿Desearán obtener algo más de información antes de aceptar o parir?..... Es su turno.

Notas de juego

25px a Todos por postear. (Rivoel sube de nivel!! Enhorabuena!). Alguien, por favor, que cuelgue la música de Final Fantasy (que yo no se poner música en Umbría *cara bastante sonrojada, más incluso que la de Rivoel!)

Próximo Post: Jueves

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01/04/2014, 11:33
Benen Bajorrama

Con una cortesía que Benen jamás hubiera imaginado tener, calló hasta que la hermosa elfa hubo acabado de hablar. No sabía por qué no era capaz de abrir la boca para contradecirla mientras ella hablaba. Tenía unas cuantas cosas que añadir a lo que la elfa estaba diciendo, pero simplemente no podía, hasta que ella calló.

Vió como besaba al bardo y como le daba una de sus plumas a la mediana. Un ápice de envidia asomó en él, pero casi al instante se llamó a la tranquilidad. Envidiaba terriblemente a aquel bardo en ese momento y, en menor medida, a la mediana. Sin embargo no iba a dejar que un instante de suerte de otros lo dominase o lo cegase. Si algo había aprendido en la infraoscuridad era que quien baja la guardia muere, así de sencillo. Por otro lado, sus anteriores andanzas le habían enseñado a confiar únicamente en si mismo, por lo que se sentía en cierta medida desvinculado del resto del grupo.

-Temo que se hayan malinterpretado mis palabras, señora.-Dijo el mediano al instante cuando la ermitaña hubo dejado de hablar.-No me refería a eso. No deseo que nos deis oro ni joyas antes de partir. Estaría fuera de lugar una petición así. Lo que quise decir fué, suponiendo que enfrentaríamos peligros durante nuestro viaje, que probablemente nos llevaría un mayor tiempo y esfuerzo por la necesidad de afrontarlos con nuestras escasas pertenencias. Sin embargo he visto lo que somos capaces de hacer.-Añadió mirando al resto del grupo.-Vencimos a orcos bien pertrechados usando solo los portentosos puños de Klain, el valor de Códice, Fewyhn y los demás... y bueno, un puñado de piedras. Ahora tenemos armas. Sin duda podremos con la misión, aunque nos cueste algo de tiempo. Además, hay una parte que ya está hecha.

El mediano suspiró con fuerza. El destino le llevaba de nuevo a una parte de su historia que había intentado dejar atrás, pero que evidentemente se había empeñado en perseguirlo. Los rostros de sus antiguos compañeros se habían prácticamente desvanecido de su memoria en aquellos días de oscuro tormento en cavernas ignotas, sin embargo, ahora que la elfa les había encomendado la misión, volvieron a presentarse ante sus ojos.

Un instante de abatimiento hizo callar al mediano. Sus ojos no veían lo que estaba frente a él, pues su cabeza estaba en otra parte, en una por la que el resto tendría que pasar en breves. No le gustaba la idea de que la historia se repitiese, así que esperaba que esta vez el grupo con el que iba tuviera algo más de sentido común.

A pesar de estar absorto en estas cavilaciones, Benen sentía los ojos de todos clavándose en él con cierta curiosidad. No era una sensación agradable para él, así que empezó su relato.

-Yo soy el grupo de aventureros contratado para recuperar el libro.-Dijo secamente.-Lo que queda de él. Los demás están muertos.

Recorrió con la mirada al resto de los allí presentes antes de continuar.

-Llegamos al puente de la serpiente, donde un grupo de hobgoblin había montado su campamento echando de allí a sus moradores originales.-Empezó a relatar el mediano.-Había algo raro en ellos, pues no había bajas entre los refugiados, solo les habían echado de allí. Sin matarlos. No tenía sentido.

-Quise hablar con ellos y negociar nuestro paso por el puente.-Continuó.-No éramos rivales para ellos ni en número ni en posición, ni en habilidad. Al menos una veintena de ellos bien armados y otros tantos esclavos goblins con arcos. No teníamos la menor posibilidad. Por si fuera poco, el comandante de ese ejército y su lobo ponían la guinda del pastel. Una mala bestia repleta de instinto asesino y sin otra preocupación que acabar con nosotros... No le culpo. Atacamos primero y sin mediar palabra.

Hizo una pausa mientras una mueca de asco recorría su cara. Sin duda estaba recordando algo inmensamente desagradable.

-Cuando vimos a los hobgoblins, los dos enanos del grupo se lanzaron contra ellos sin mediar palabra.-Dijo con una sarcástica sonrisa que mostraba todo menos alegría.-Segun uno de ellos su raza estaba obligada a combatir esas aberraciones desde tiempo inmemorial y las demás les debíamos poco menos que la vida y obediencia ciega...-En este instante, su voz imitó la de uno de sus compañeros caídos.-Así que, pensando que verían a los terribles guerreros enanos, no te ofendas, Klain, y huirían despavoridos, como los dos pomposos idiotas que eran, se lanzaron a una muerte segura y el resto fuimos detrás. Un monje que nos acompañaba, con más sentido común que nosotros, nos abandonó en ese momento.

Sonrió deseando haberse ido con el por un instante.

-En fin, cuando nos vimos superados, tuvimos que huir.-Dijo tratando de agilizar.-Y nos refugiamos en una cueva. Es un buen sitio para pasar la noche. Con un poco de suerte podremos acampar allí. El caso es que a la mañana siguiente se decidió atacar de nuevo en contra de mi opinión. Podíamos haber buscado otro paso, pero los enanos tuvieron ganas de morir esa mañana. Se ve que, como esa misma mañana se nos unió un arquero elfo, pensaron que la cosa ya no podía salir mal.

Atacaron, si, he dicho atacaron. Y no, no moví un solo músculo por ayudarles.-Dijo finalmente.-De haberlo hecho habría muerto y no tengo ganas de morir todavía. Por abreviar os diré que ellos tenían ganas de morir y acabaron todos muertos. Incluso la druida... ella parecía hasta prudente... En fin, es lo que tiene pensar con el culo y no hacer caso a quien lo hace con la cabeza. Cinco contra cuarenta es demasiado, es así de fácil. Y si matas a uno desde lejos para avisar de que vas es peor todavía.

En fin, esa es mi historia.-Culminó Benen visiblemente alterado. El recuerdo de esa aventura no era algo que le agradase.-Si lo deseáis puedo explicaros un poco cómo está aquella zona... o cómo estaba entonces. A partir de ahí no se lo que encontraremos.

Dicho esto, miró alrededor a la espera de las reacciones del grupo.

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01/04/2014, 20:43
Fewyhn Drazth

El tacto de aquella diosa sobre su piel hizo estremecer al semidrow. Una orquesta tocaba dentro de su cuerpo, el rostro le ardía y el cuerpo parecía haber colapsado. Notaba sudor bajo las axilas y sin embargo la boca parecía tan seca como la tierra. Sus ojos no daban crédito al ser tan maravilloso que había visto. El odioso Rivoel ganó un beso y si no fuese por ella aura mágica que rodeaba a Shalbar Juro que le hubiese destripado allí mismo... simplemente se quedó observando. Incluso sentía la ternura que solía conmover y acompañar a la mediana y como era correspondida por Shalbar. Ese estado de ensoñación le pareció tocar techo cuando vio la mesa, el trono y la copa de oro. Cosas que le hubiesen llamado la atención en otro ambiente, pero en su compañía no eran ni secundarios. En presencia de aquella dama Fewyhn no sentía odio, no sentía dolor. Sus manos temblaban y por fin se sentía parte de un mundo que podía ser maravilloso. Sus ojos comenzaron a lacrimal algo que confundió al semidrow. Vio una gota caer al suelo, el explorador tocó el suelo donde había caído su gota, confundido arrancó la tierra humedecida. La inspeccionó sorprendido, parecía que su parte humana había nacido dentro de sí. Se había hecho fuerte y había plantado cara al drow. Esa gota parecía no menos que el fruto de un incansable combate interior. Levantó la mirada para apreciar una vez más la belleza de aquella diosa alada, dejando la arena volar de su palma.
Su ensimismamiento parecía no tener fin, pero si lo tuvo. El incordios mediano volvía hacer de las suyas. En una explosión de verborrea diarreica comenzó a contar una historia demasiado larga para prestar atención. El semidrow frunció el ceño, pero se borró al ver a Shalbar. No existía la ira, sólo la misericordia... ​¿Se sentirá así el gordo? meditaba pensando en el semiorco Si así fuese, envidiaría su vida y sería tan necio de no haberme dado cuenta. Y sería tan necio de no saber apreciar su asquerosa y patética vida... llena de esta paz. En sus ojos se veía un Fewyhn totalmente distinto. Que volvió ha realizar una reverencia. M-mi dama. susurraba delicadamente. ¿Puedo pedir cualquier cosa en caso de realizar la hazaña que pides? dijo con valentía y ternura. Su acento parecía incluso diferente. Parecía hablar lo suficientemente despacio para pronunciar correctamente, pero no era común lo que hablaba, era élfico. Un idioma que conocía bien...

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02/04/2014, 00:45
Rivoel Docanto

Rivoel miraba con entusiasmo a la bella Shaibar mientras iba saludando a sus compañeros, esperando con impaciencia su turno. Embelesose con la perfección de cada parte de su cuerpo. Cuando por fin la Eoshee  se acercó al bardo, le habló  y fue a besarlo, Rivoel cerró los ojos para así sentir más sus labios. Al primer contacto, el dichoso semielfo se imaginó  en un instante, como Shaibar y él subián hasta el cielo atravesando las nubes y flotaban en el aire besándose eternamente. Pero por desgracia para él eso era solo un sueño y los labios de Shaibar terminaron separándose de la frente de Rivoel antes de lo que él habría deseado. La Eoshee estaba ya entretenida con la mediana, Rivoel seguía embelesado cuando se percató de la cara de Sarana. Se acercó a ella y le acarició el cabello cariñosamente, pero no pudo decir nada hasta pasado un tiempo.

  Cuando La bella Shaibar empezó con la historia del libro, las puntiagudas orejas de Rivoel se dirigieron hacia la Eoshee (por supuesto vista y olfato ya estaban  dirigidos desde que la había visto…). Escuchó con atención todo lo que  la alada y hermosa figura iba diciendo,  memorizando todos los nombres, lugares y fechas que los carnosos y perfectos labios pronunciaban, pues sin duda se trataba de una leyenda digna de contar y no quería perderse ni un detalle.

Después de eso, Shaibar se ofreció a cuidar de la joven, pero Sarana puso mala cara. Rivoel se puso frente a ella y mirándola fíjamente a los ojos le dijo:  - Sarana, tienes que quedarte aquí. Acompañarnos sería muy peligroso. Prometo volver a buscarte y yo mismo te llevaré de la mano hasta tu casa, pero tienes que comprender que no hay sitio para una joven tan gracil y bella como tú entre un grupo de hombres de armas como el que formamos. Confía en Shaibar, nosotros lo hemos hecho sin conocerla siquiera. Te regalaré un beso de despedida y te prometo otro a nuestra vuelta…

En esas estaba Rivoel convenciendo y calmando a Sarana cuando el misterioso mediano empezó a disertar su historia. Rivoel disimuló su estupor al escuchar las palabras y el tono que utilizaba Benen al referirse a los enanos que le acompañaron tras el libro. Parecía llenarse la boca de recelo y eso le inquietaba. No entendía ese atisbo de malicia en un mediano. Pero Quiso confiar en Shaibar y pensó que si el mediano era uno de los elegidos, tendría un papel que cumplir en esta historia de leyenda.

 El bardo se propuso quitarle hierro al asunto, pues la verdad es que el mediano parecía bastante  alterado con su recuerdo.

- Bueno, comamos y bebamos. Hablemos de los detalles en la mesa, que con el estómago lleno se piensa mejor. Os amenizaré la cena con varias de mis canciones… Y al momento un laud apareció entre las manos del bardo, quien al instante lo hizo sonar con una melodía alegre acompañada de un canto jovial y amistoso, mientras sonriente se dirigía a la mesa . 

www.youtube.com/watch?v=Kwi7qWDyTcY

 

 

 

Notas de juego

Yo solo conozco este arcaico método de poner música

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02/04/2014, 12:55
Ladfiena Correestepa

Ladfiena recibió el regalo de la bella mujer  toda entusiasmada, de algún modo parecía que todos los horrores anteriores se hubieran borrado de su pequeña mente, sonreía como hacia tiempo que no lo hacía, con renovadas energías se acerco a Fewyhn enseñándole la pluma -mira lo que me ha dado, ¡podremos volar hasta el sol!- entonces escucho la historia de Benen, el combate y la actitud de los hobgoblins -a lo mejor son hobgoblins buenos y quieren destruir el libro pero no saben como hacerlo pero- se puso pensativa un momento -¿porque no lo quemaron?-

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02/04/2014, 19:42
Códice [PNJ]

La música del bardo sorprendió a Códice, quien permanecía de rodillas en el suelo, con las manos sobre sus muslos, dando vueltas a las importantes revelaciones que habían hecho Shaibar y Benen. La importancia del asunto incluso hizo que olvidara la fugaz envidia que había sentido hacia Rivoel y Ladfiena (por sus espléndidos regalos), e incluso la renovada esperanza de ayudar a Abrahel, tan rápido como había aparecido. Tampoco escuchó, por tanto, las palabras en élfico que proncunció el drow: de lo contrario, probablemente se habría quedado muy sorprendido de que el oscuro aventurero conociera la lengua de "la bella raza", que Códice desconocía.

Mientras el bardo seguía con su canturreo y Ladfiena se entretenía enseñándole su nuevo regalo a Fewyhn, y después de presentarse debidamente y de disculparse de mil y una rebuscadas formas por no haberlo hecho antes, Códice reafirmó su compromiso:

—Mi señora: contad con que pondré todas mis fuerzas en esta empresa que se presenta ante nosotros, pues no veo en estos momentos otra forma más noble y necesaria de servir a la Gran Madre y a Su Cosecha que uniéndome a vuestra causa —expuso mientras se levantaba del suelo—. Por lo demás, será un placer para mí comer de vuestra comida y beber de vuestra bebida...

¡...y discutir qué diantres vamos a hacer!, pensó para sus adentros. Códice no había dudado ni por un segundo, ni antes ni después de conocer los hechos, que iba a cumplir los deseos del ángel que tenía frente a él, como tampoco había dudado ni por un segundo que estos deseos serían justos y conformes a los deseos de Chauntea, pero, ahora que conocía la realidad, lo cierto era que se sentía algo intimidado por la magnitud de la aventura. ¿Cumpliría con su palabra y se jugaría la vida buscando ese libro de los Bosquelado? ¡Por supuesto! Sin embargo, no se iría de allí sin pedirle toda la ayuda posible a su (aparentemente) poderosa patrona: si no les podía dar armas, al menos esperaba que les diera algo de ropa y raciones para el camino. No era tanto por ir en cueros, cosa que ciertamente le daba algo de vergüenza, sino porque corrían el riesgo de que en muchos pueblos les tratasen como a mendigos y les negasen toda ayuda. Respecto a cómo abordar el asunto, Códice pensaba recomendar a sus compañeros empezar a investigar la desaparición del carromato en los Quebrantados. Sin embargo, había otra cosa que hacer:

—Mi señora, por cierto... —comenzó sin mucha seguridad—. ¿Lord Alba, en Cataratas de la Daga, y lord Amcathra, en Valle de la Sombra, están advertidos de todo lo que nos habéis contado? —Hizo la pregunta agachando la cabeza, pues no quería parecer arrogante.— Creo que es imperativo que la gente y las autoridades de los valles conozcan estas terribles noticias...

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03/04/2014, 01:48
Rivoel Docanto

Rivoel siguió cantando hasta llegar a la mesa, se sentó sin dejar de tocar, pero la comida era irresistible y su instrumento desapareció tan rápido como había aparecido. El bardo empezó a comer con toda la elegancia y modales que el hambre atroz que sufría le permitió. Comparado con alguno de sus compañeros, sin duda parecía bastante bien educado. Durante el banquete, Rivoel pidió cortésmente  a Shaibar que les ayudara a conseguir  algo de ropa, víveres y  equipamiento para el viaje y la aventura. No fueron pocas las veces que poemas resaltando la bondad, gracia y belleza de la Eoshee, surgieron de la boca del bardo, quien también tuvo bellas palabras para Sarana, para evitar que se pusiera celosa. Hasta a la lechuza le dedicó unos versos algo jocosos, bromeando con el contraste entre su forma fea y grotesca en la que la conocieron  y la belleza de su dueña. También escuchó con atención a sus compañeros y  expuso sus ideas. Para Rivoel, si al carro no llegó a su destino, no ve la necesidad de buscarlo allí. La pista del carro se pierde tras el Puente de serpiente, si además ese lugar  ha sido tomado por un ejército de goblins sin derramar una gota de sangre, razón de más para ir a investigar ese sitio. Si el carro pasó por allí, o los antiguos pobladores o los nuevos tienen que saber algo. Rivoel lanzó algunas preguntas por si Benen o la bella Shaibar podía contestarlas… ¿Quiénes iban en ese carromato y qué animales lo tiraban? ¿Alguien custodiaba el libro? ¿Sus dueños saben el secreto que se guarda en su interior? ¿Pudo el carro haber esquivado ese puente o seguro pasó por allí? ¿ Los goblins tenían algún estandarte o distintivo?  

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03/04/2014, 10:38
Benen Bajorrama

-No recuerdo haberme fijado en estandartes, compañero.-Dijo el mediano respondiendo.-Trataba de salvar el pellejo, así que fué lo de menos. Lo que si puedo deciros es que estoy de acuerdo en comenzar la búsqueda por el puente. Puede que tomasen el carro o lo viesen pasar. Todo es cuestión de ser medianamente educados, no como la otra vez.

Posiblemente los Hobgoblins huyesen de los orcos. Si estos se han hecho más poderosos en la zona querrían buscar un lugar seguro lejos de ellos, lo que explicaría que tomasen la zona. Ademas, si no querían problemas por estar debilitados, explicaría el motivo de no matar a los pobladores originales. Pero claro, solo son conjeturas. 

En todo caso coincido. Creo que lo mejor es empezar por el puente.

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03/04/2014, 19:55
Fewyhn Drazth

La mediana robó una sonora carcajada cuando le enseñó el ala. Eran tiempos felices para el semidrow, sobretodo con tan buena compañía como era aquella belleza.
Fewyhn Drazth comía relajada y pausadamente. Sus compañeros charlaban, pero el elfo oscuro sólo se dedicaba a mirar a su dama. Sus compañeros preguntaron las preguntas más lógicas y sin las cuales no sé podrían atender la súplica de su diosa. Sin armas es imposible. Todos pensaban lo mismo. Así que el semidrow hizo su petición Quiero un arco doble élfico y si esta tensado para mi fuerza sería excepcional. dice antes de volver a introducir más alimento en su boca...

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03/04/2014, 21:08
Códice [PNJ]

Durante la comida, Códice expuso su idea al grupo de viajar a los Quebrantados para desandar el camino del carromato y localizar el punto en el que se había perdido. Rivoel y Benen, en cambio, opinaron que la mejor opción era ir directamente a Puente de la Serpiente y descubrir qué estaba ocurriendo allí. En todo caso, se argumentó, podrían pasar por el pueblo de Fuertenuevo y recabar allí información. Sin embargo, el hermano Códice contestó que, cabiendo la posibilidad de que el carromato se hubiera perdido en algún lugar entre Fuertenuevo y el monasterio, lo más lógico sería empezar a buscar lo más cerca posible del monasterio. Códice, de hecho, señaló a Rivoel que la pista del carromato se había perdido, "hasta donde sabemos", en Puente de la Serpiente. En cambio, atendió diligentemente a lo que respondían Benen y Shaibar a las inteligentes preguntas del bardo, así como a las interesantes informaciones del mediano sobre Puente de la Serpiente.

Notas de juego

Actualizo para llevar la discusión al juego y expresar así mis opiniones.

Esto no quita, por supuesto, que Códice se olvide de hacer lo que ya dije:
-Pedirle a Shaibar ropa y raciones, en la medida de lo posible.
-Aceptar y agradecer la ayuda que nos pueda dar, incluyendo la guía de Rakatar.
-Mostrar mi apoyo a la idea de dejar a Sarana con Shaibar: ¡es una aventura muy peligrosa! Volveremos a por ella.
-Aclarar si se ha avisado a las autoridades y, en caso negativo, insistir en que Shaibar haga todo lo posible por avisarlas o, de no ser posible esto, insistir en que el grupo las avise en el primer pueblo al que lleguen.

(Borro las antiguas notas para no ser redundante.)

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03/04/2014, 22:01
Ladfiena Correestepa

Hambre, mucha hambre y comida de sobras para saciarla, las manos de Ladfiena se movían en un frenesí cogiendo los alimentos con ansia, no pocas  veces se atraganto teniendo que beber para no ahogarse, pese a todo, ninguna persona que la viera podía decir que se comportaba de forma barbara la misma naturaleza de Ladfiena provocaba que su falta de educación se endulzase con una gracia y sutileza en los movimientos que era difícil pensar que no lo hacía a propósito.

Yo quiero hacer magia- dijo entre bocado y bocado -y transformarme- pego un trago a una bebida dulce de frutos, por fortuna, no alcohólica -si pudiera transformarme lo haría en un dragón enooorme y me comería a los malos, lanzaría bolas de fuego y rayos con las manos y- la mediana calló de repente, lo que dijo fue casi un susurro, tan inaudible que hasta a ella le costo escucharlo -y no me quedaría parada asustada como en la cueva con las arañas- se aparto de la mesa acercándose al fuego, mas para que el resto no viera sus lagrimas que por otro motivo, recordar como se quedó paralizada en el encuentro con las arañas y como el veneno la hizo inútil en el combate saco a flote un dolor largo tiempo guardado, sus ojos empañados al calor de la lumbre miraban ciegos otro tiempo y otro lugar donde parte de sus compañeros, en ese momento una melodía suave alcanzo sus oídos y unas voz femenina suave como la brisa pero poderosa como la tempestad acompañaba esa melodía -baila Ladfiena, es tiempo de regocijo, no de dolor, baila y olvida, al menos por hoy al menos por ahora, baila para mi, baila conmigo- no se resistió a la invitación, primero de forma pesada, lenta, casi poniendo toda su voluntad en mover su cuerpo y vencer la pesadumbre que la había alcanzado empezó a moverse, un pié, luego el otro, un saltito pequeño, un movimiento de brazos sin embargo cada paso que daba, cada movimiento alejaba el dolor y llamaba al olvido y con el olvido, la paz y el descanso, cerro los ojos y los movimientos de la mediana ganaron en fuerza y velocidad, los giros se hicieron mas audaces, potentes, gráciles las llamas crepitaron mientras la música que solo Ladfiena escuchaba salió primero en un tarareo in cresendo, no tardo la mediana en alcanzar una vorágine de movimientos incapaces de seguir por el ojo, cambios de posición imposibles donde la mas simple ley de la gravedad debería hacerla caer o salir disparada y mientras lo hacía unas chispas plateadas empezaron a salir de su pelo, primero unas pocas luego toda una estela hasta que el cabello al completo asemejaba a una llama plateada que bailase por su propia cuenta y cuya luz iluminaba las lagrimas de tal modo que bien parecían gotas de plata, Ladfiena bailo sin descanso durante largos minutos con una fiereza y gracilidad únicas, si alguien la hubiera mirado desde arriba vería que la estela de su cabello dibujaba intrincadas runas en el aire mientras bailaba y si miraran mas allá, a la sombra de Ladfiena verían que esta no seguía el compás de su dueña, mas bien era una bailarina diferente, mas alta, mas esbelta, mas generosa en sus curvas una compañera de baile, Ladfiena bailo y cuando todo termino se detuvo de repente el fuego se apago en un ultimo destello volviendo a su negro natural y Ladfiena cayendo al suelo, agotada hasta la extenuación, de rodillas con las manos en las piernas y los ojos derramando los últimos vestigios de dolor, en esa posición, cansada, vacía y reconfortada, se durmió. 

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04/04/2014, 00:48
Lance Brazolargo

El guerrero no pudo creer el descaro de la mediana!!...como se atreve a acosar a la hermosa dama con tantas preguntas...y como logró hacer que se arrancara un pluma de su ala!!! y recibirla como si fuera un juguete!!! ....y luego viene de nuevo el semielfo con sus mil canciones dedicadas a la Eoshee....y como era obvio, ya habia dejado a un lado a la pobre muchacha que habia rescatado en la cueva....se volteo a mirarla y era evidente que estaba algo celosa...se notaba la molestia del guerrero con esta actitud....

a pesar de esto, se sentó a comer gustosamente con todos ya que el hambre azotaba su estómago...escuchó la historia del mediano, y las palabras de la dama...luego vinieron la opinion de cada compañero y otra vez canciones y poemas del bardo (ojos en circulo)....ahora si entendia la molestia del drow cada vez que el bardo empezaba a hacer esto...

al final, expresó su opinión en cuanto a la aventura que tenian por delante....Creo, compañeros, que debemos dejar de pedir tanto a Shaibar...nos ha rescatado de una horrible muerte a manos de los orcos y eso es suficiente...lo demás lo podremos conseguir por nuestra cuenta -comentó un poco avergonzado de las peticiones que cada uno hacia- en cuanto a Sarana, al igual que uestedes, opino que debemos dejarla a salvo, aunque ella misma lo debe decidir, y me parece que debemos empezar por ir al pueblo ese que dicen, Fuertenuevo, para indagar un poco, conseguir provisiones y armas, avisar a las autoridades y dejar a Sarana allí, si lo desea...no conozco muy bien esta zona, así que si alguien de ustedes sabe como llegar al pueblo, mejor.. de lo contrario creo que aceptaremos la ayuda de la lechuza....

 

Notas de juego

 

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04/04/2014, 11:57
Códice [PNJ]

Notas de juego

Por no añadir más y más mensajes, pongo aquí brevemente las reacciones de Códice al comportamiento de sus compañeros y a otros detalles de la escena: 1) come y bebe como un auténtico glotón; 2) le encantan las canciones de Rivoel y lo hace notar con expresiones de alegría y tarareando las canciones, y 3) le disgusta casi cada cosa que hace Fewyhn.

Respecto al baile de Ladfiena, el fraile alucina en colores cuando ve la escena, se queda mudo unos segundos cuando su compañera cae rendida y os mira a todos los demás buscando confirmación de lo que acaba de ver, corriendo a continuación hacia la mediana para comprobar que sigue sana y salva, pero sin atreverse a tocarla o a despertarla. Al ver que sólo está dormida, cree sinceramente que ha visto una manifestación divina en la pequeña (Códice ve señales de los dioses por todas partes) y, salvo que Fewyhn o Shaibar (si sabe) le expliquen algo, lo celebrará externa e internamente como una muestra de la bendición de los dioses benévolos, cuando no directamente de Chauntea.

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04/04/2014, 15:35
Shaibar Trahel

La eoshee se sorprendió ante el relato de Benen, en su rostro se evidenciaba, pero no pronunció palabra alguna al respecto. En cambio volteó su mirada y respondió a las tímidas palabras del piel oscura con una sonrisa pícaresca -Cualquier cosa, mi amigo, cualquier cosa!.

Dio la espalda a los héroes y se acercó hacía una de las paredes, tanteó una pequeña roca incrustada en una de las paredes e inmediatamente un juego de aparejos de poleas hizo un estruendo para abrir un pasadizo secreto. Shaibar ingresó e invitó  sus invitados a seguirla.

Un pasadizo corto daba a una puerta sólida de hierro macizo, la puerta era lisa y sin inscripciones, solo una pequeña abertura en el centro donde la Eoshee insertó una llave que sacó de su bolsillo, con un ligero y delicado toque, la puerta se abrió completamente. Detrás de la puerta había una habitación con un fuego en el centro, una chimenea delgada atravesaba el techo y sacaba el humo y los vapores hasta el exterior. En el fuego se estaba cocinando  un enorme jabalí salvaje, el aroma que desprendía invadió los sentidos de los presentes y el estómago de todos empezó a rugir ferozmente. ¿Desde hacía cuanto no probaban un bocado decente? para códice y compañía, desde aquella noche que se juntaron por casualidad en aquella taberna en cataratas de la daga. Para el mediano, Lance y Rivoel, desde su estancia en el Valle de la sombra. Para todos, una eternidad.

De la nada apareció una figura pequeña, del tamaño de Benen corriendo de un lado a otro, para servir la enorme mesa de roble que se encontraba en la estancia, carente de sillas o banquillos. Ante la sorpresa de ese nuevo inquilino, no pudieron evitar darse cuenta que la lechuza con nombre y apellido ya no se encontraba por ningún lugar. Ninguno se atrevió a preguntar pero todos comprendieron que lo que una vez fue un diablillo y luego una lechuza, ahora era ese mediano que corría de lado a lado.

Códice, Lance, Fewyhn y Klain ayudaron a sacar el cerdo del fuego y ponerlo pesadamente sobre la sencilla pero recia mesa, mientras de la nada, Rivoel sacó un Laúd y empezó a armonizar con música el entorno. -Es muy poco para ustedes, no tengo sillas ni lechos dignos, este cerdo es todo lo que tengo para ofrecerles, pero les garantizo que la pericia de Rakatar en la cocina es legendaria. -Y no mentía, el sabor del Jabalí era el mejor que habían probado. Quizá fuera por la habilidad del pequeño familiar o quizá fuera por el hambre que los invadía, daba igual.

Mientras comían y disfrutaban al ritmo del Laúd, y pasaban con el exquisito vino de Halruaa bebido desde pequeños vasos improvisados de madera, Códice continuó con la discusión. -Lord Alba está muy ocupado con sus viajes y velando por la restauración del Valle de la Daga, oídos sordos prestará a una hermitaña desconocida de las montañas, no tiene fuerza para defender sus propios centros poblados y apenas un par de centenar de hombres le tienen que bastar para vigilar todo el Valle. Me temo, mi buen clérigo de Chauntea, que ese hombre poco podrá hacer, al menos mucho menos de lo que ustedes. -Dijo convencida de sus propias palabras. -Si consideras que debes avisar a las autoridades, no le veo inconveniente, pero les suplico que le den prioridad a la búsqueda de ese libro!

La conversación durante la comida siguió con preguntas banales y conversaciones de mesa, la Eoshee se mostraba interesada en la historia de cada uno de los presentes y contestaba cordialmente cualquier pregunta que le hacían: A grandes rasgos, contó que fue adoptada por un bardo hacía siglos, muy lejos al sur del mar de la luna, con él viajó  lo largo y ancho de Faerûn, pero era obvio que ella no podía ir a todas partes con su apariencia alada. Su padre murió y el desconsuelo la encontró, lloró y deambuló durante años. Se sentía prisionera de estar cambiando de apariencia en todo momento así que decidió exiliarse de la civilización. De casualidad llegó a la tierra de los valles y desde entonces ha deambulado por esas tierras, alejada de los poblados y asentamientos para ser libre de utilizar su apariencia con la que nació.

-Es claro que el carromato debió pasar por el puente, para un carromato n hay otra forma de cruzar el río a menos que de un gran rodeo a través del valle de la sombra -Respondió algunas preguntas de Rivoel. -Imagino que el Carromato iría custodiado por un par de guardias y algún explorador como guía, si bien las montañas son peligrosas, el sendero desde el monasterio hasta el valle es bastante seguro, los clérigos y paladines hacen..... o hacían muy bien su labor!

El SemiDrow hizo su petición y de la forma en que lo dijo, carente de diplomacia (lo normal en el buen Fewyhn), originó un silencio en la mesa, por un momento más de uno pensó que eso ofendería a la dama, pero fue todo lo contrario, se echó a reír, burlándose por la reacción de silencio de sus compañeros. -Mi buen Fewyhn, existe una caverna no muy lejos de aquí, donde se esconden tesoros inimaginables, joyas, oro, armas legendarias, pociones, anillos, pergaminos, varas, cetros y todo tipo de cosas que se les venga a la cabeza. Es un lugar secreto que solamente yo conozco y a cambio de ese libro, dejaré que ustedes escojan todo lo que se puedan llevar en manos de ese lugar. Seguro el arco que deseas se encuentra dentro de ese túmulo de objetos, y si no, puedes mandar a hacerlo con lo inmensamente rico que serás. No miento cuando digo que hay diamantes y rubís del tamaño de un puño que pueden comprar lo que se imaginen!. -Este relato parecía darle una motivación extra a los que no eran completamente altruistas y querían algo que llenara sus arcas, no todos los aventureros habían elegido esa vida para defender al indefenso o ayudar al necesitado, algunos lo habían hecho por poder saciar algunos gustos y caprichos costosos.

La charla continuó su rumbo y las peticiones de objetos mundanos se hizo imposible de cumplir, incluso con algo tan sencillo como ropa. Su vestido y su daga era lo único que portaba y lo único que necesitaba, su rostro se ensombreció de tristeza al no poder cumplir con tan intrascendente petición -Si pudiera, lo haría con gusto, pero no tengo como y no sé como hacer aparecer tela de la nada!. 

-Tú serás mi aprendiz, joven y hermosa Ladfiena -Dijo mientras se divertía con la forma de comer de ella. El vino empezaba a subirse a la cabeza de los presentes y la conversación se tornó más jovial y elocuente, la timidez originada por la belleza que desprendía la Eoshee había quedado en un segundo plano y por un momento todos conversaron como amigos cercanos. Alcanzaron a notar que una sola botella de aquel vino azulado había alcanzado para llenar innumerables vasos, cualquier bruto podía darse cuenta de que habían bebido más de siete botellas de vino, y sin embargo la misma botella permanecía llenando constantemente las copas. La música de Rivoel volvió a sonar después de terminado el cerdo por completo, y una escena impresionante abordó a todos los presentes: No era común ver la presencia de un Dios dentro de una persona terrenal común y corriente. todos, incluyendo a Shaibar, quedaron estupefactos e hipnotizados con el baile de la mediana, todos perplejos y asombrados, tocados en el corazón con una ternura y alegría que los invadía por completo, pero ninguno se atrevió a formular palabra. Códice corrió a socorrerla como si lo necesitara. Cuando la mediana paró de bailar, el Semiorco la sostuvo en los brazos con una felicidad que calentaba sus entrañas, le estrechó entre sus enormes brazos y celebró internamente la revelación de los Dioses. Aquella mediana tenía algo muy especial, no había duda!

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04/04/2014, 17:59
Rivoel Docanto

Cuando hubo comido lo suficiente, otro laúd apareció entre las manos del bardo, que siguió amenizando la velada con bellas canciones, esta vez en idioma élfico, sin duda más dulce y armonioso. Rivoel se percató de los sollozos de la pequeña y empezó a acompañar sus lentos y gráciles movimientos con una nueva tonadilla. Los gestos de Ladfiena eran cada vez más rápidos y marcados y Rivoel los vestía  con su música, cada vez más rápida e intensa también. El semielfo quedó boquiabierto al ver como los cabellos de la pequeña empezaban a brillar como la luna llena y entusiasmado, continuó el in crescendo de su melodía. La mediana iba acelerando su danza y Rivoel su música cada vez más y cada vez más...las manos de Rivoel apenas se veían ya de lo veloces que volaban por el mástil y por los gestos del bardo parecía imposible continuar  mucho tiempo más así, pero el baile de Ladfiena seguía ganado intensidad. Finalmente las cuerdas del laúd estallaron, dejando en el aire el eco de las últimas notas mientras la mediana cesó su mágica danza y grácilmente cayó al suelo en un dulce letargo.

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04/04/2014, 18:36

Muy entrada la noche, el sueño invadió uno a uno a los visitantes, se fueron costando donde encontraron lugar, el último en irse a dormir fue Rivoel quien contempló como la Eoshee aún se mantenía despierta y activa.

El sonido de una voz gutural los sacó del pesado sueño, era Rakatal Kalintar, convertido de nuevo en demonio pequeño. -Los guiaré hasta fuerte nuevo -Como se había decidido, al menos en mayoría, por el grupo.

Sarana Talop había aceptado quedarse al resguardo de la hechicera, con la promesa de un beso de su gran héroe Rivoel cuando volviera por ella. No iba a necesitar de nuevo la manta de invierno, así que la devolvió al Enano con un beso en su peludo pómulo en señal de agradecimiento. La hechicera Eoshee estaba también en la despedida y brindó un beso en la frente a todos y cada uno, deseándoles suerte en el cometido. Una empresa pequeña de recuperar un libro, pero con consecuencias enormes como salvar (o condenar) el Valle de la daga.

El viaje a través de la montaña y hasta el sur había iniciado con Rakatal a la cabeza, en esta ocasión no los dejaría. Tres días enteros transcurrieron sin que nada ocurriera, Rakatal los metía en cavernas y avanzaban durante horas para después salir de nuevo al flanco de una montaña, avanzaban por lugares remotos y senderos olvidados. Sin duda el Demonio sabía lo que hacía y conocía las montañas como la punta de su cola.

Finalmente llegaron a las llanuras del Valle, aliviados de haber dejado atrás esas montañas. Tras un par de horas de camino, finalmente llegaban a su objetivo: Fuerte Nuevo.

-Aquí me despido señores y señorita -Dijo amablemente el familiar de la hechicera. -Me retiro de vuelta a las montañas, pero no teman, mi señora estará siempre vigilándolos desde sus aposentos!.

¿Buscarán una taberna para investigar sobre el carromato? ¿Pedirán audiencia con el regente Alonso EcudodeCuervo? ¿Se devolverán a investigar el monasterio? ¿Seguirán hasta Puente de la Serpiente? ¿Comprarán equipo con el dinero que no tienen?. Es su decisión!

Notas de juego

100 px a Todos por postear y mantener la partida activa durante mi ausencia. De verdad he disfrutado leyendo este encuentro con la Eoshee!!  ;)

Próximo Post: Martes, aunque si alcanzo a llegar temprano, puede ser el lunes.

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06/04/2014, 00:47
Códice [PNJ]

Recorriendo los últimos kilómetros hasta Fuertenuevo por aquellos hermosos valles que la Diosa, en su magnanimidad, llenaba de verde y vida todos los años para solaz de sus hijos e hijas, el hermano Códice rememoraba la velada que habían pasado en la morada de Shaibar, a la que ya no tomaba por un ángel después de que ella misma y Rivoel le explicasen lo que era un elfo alado.

Recordaba cómo había bebido aquel maravilloso vino y comido de aquel delicioso jabalí que el familiar de la maga había cocinado para ellos y cómo le había parecido increíble que una simple lechuza, por mágica que fuera, tuviera tanto talento culinario. Tal vez todas las lechuzas son grandes cocineras... en su interior, había pensado inocentemente, aunque no por mucho tiempo: las vibrantes canciones del bardo y los graves temas que trataron habían ocupado toda su atención. Por supuesto, el drow había tenido que sacar a relucir su habitual grosería, aunque incluso Códice pudo observar que se comportaba de forma inusualmente educada.

Por lo que respecta a la historia de Shaibar, el mestizo la había encontrado profundamente conmovedora y evocadora, pues para él “el sur del Mar de la Luna” era un lugar tan lejano y mágico como el mismísimo monte Celestia. Al día siguiente, en cambio, mientras caminaba, Códice se había fijado en que la historia tenía alguna que otra laguna. Por ejemplo: si Shaibar había sido educada por un bardo, ¿cómo había llegado a convertirse en una maga tan (aparentemente) poderosa? Claro que aquello podía tener una explicación perfectamente razonable, pero Códice no podía dejar de darle vueltas. También se había quedado con el hecho de que la eoshee tuviera un gran tesoro escondido y no les hubiera ofrecido ni unas monedas para comprarse ropa.

Eso más que otra cosa le había convencido de que no era un ángel y había empezado a minar la confianza del clérigo en su anfitriona, pero entonces los dioses le habían mandado una señal por medio de la mediana. En su vida de sacerdote, Códice había podido presenciar muchos milagros, desde los mundanos y sencillos que él mismo podían convocar hasta las asombrosas demostraciones de poder de los más altos sacerdotes del Señor de la Mañana en Valle de la Sombra, pero nunca había visto nada tan hermoso como la danza que sus ojos habían contemplado aquella noche. Así se lo había hecho saber a sus compañeros, a los que también había explicó que aquello no podía ser más que una bendición de los dioses a su nueva misión.

Cuando, a la mañana siguiente, el grupo se había despedido de la eoshee y de Sarana, Códice había agradecido a Shaibar todo lo que había hecho por ellos, le había reiterado su compromiso y le había dado su bendición. En cuanto a la muchacha, Códice le había explicó que él mismo tenía a gente esperando por él en Hondonada de Anathar, de forma que, si conseguía comunicarse con ellos, haría saber a su familia que estaba sana y salva.

A continuación, se habían puesto en camino hacia Fuertenuevo: era lo que habían decidido en votación la noche anterior. Códice había insistido en que se dirigieran al monasterio de los Quebrantados, que nunca había visto ni visitado, pero del que había oído hablar muchas veces. ¿Cómo sería?, se preguntaba. Aunque da igual... Ya no quedan más que cenizas, se lamentaba. ¿Volverá la iglesia de Ilmáter a construir el convento algún día? Él no podía saberlo, pero rezaba porque así fuera. Con la ayuda de Rakatar y bien alimentados, el viaje, incluso la parte del descenso de las montañas había sido prácticamente un paseo. Pronto llegaron a Fuertenuevo.

—¡Hasta siempre, Rakatar Kalintar, y gracias por todo! —se despidió el sacerdote con su rugiente voz—. ¡Que las maternales manos de la Diosa del Grano estén siempre contigo y con tu señora desde hoy hasta el Día de la Cosecha! —añadió, mientras agitaba su manaza hacia la figura alada que ya se alejaba volando de vuelta a las montañas—. Bien, compañeros —siguió, unos instantes depués—, dirijámonos sin dilación a presencia de lord Escudodecuervo: ¡con mantas y palos no vamos a llegar muy lejos! Y tampoco tenemos dinero para comprar nada...

En realidad, su verdadera prioridad era advertir a la comunidad del peligro que se cernía sobre ellos, pero después de convivir las últimas semanas con aquellos aventureros tan curtidos y, a veces, tan brutos en su aproximación a los problemas, sabía que no podía apelar a su deber moral para motivarlos. En cambio, recordarles lo precario de sus pertrechos tenía muchas más probabilidades de tener éxito. Por otro lado, estaba claro que sin ayuda nunca podrían afrontar la tarea. El clérigo se puso la manta a modo de faldón: no pensaba entrar en la aldea con sus vergüenzas al aire.

Respecto a lord Randal, por pocos recursos que tuviera para hacer frente a esta amenaza (y Shaibar había sido muy convincente sobre esto), Códice sabía que, si lograba que le creyeran, tanto él como sus señores vasallos y otras autoridades como el padre Tunfer coincidirían en poner este peligro en lo más alto de su escala de prioridades. Por lo demás, y por lo que les había dicho Shaibar, la búsqueda del libro de los Bosquelado era lo más importante y urgente.