Partida Rol por web

La pareja camina por el parque, durante un rato no hay mucha gente pero si había alguna, sin embargo, tras casi cinco minutos caminando no tardan en quedarse prácticamente solos. La chica miraba hacia el cielo mientras dice:

Me habían dicho que el parque por la noche era peligroso… pero lo que es muy tranquilo… no sé porque nadie viene, si en realidad es cuando mejor se está… bueno, seguro que es por eso, porque no hay mucha gente que se esta tan bien aquí ahora.

En ese momento unos pasos se escuchan y pueden ver como una persona camina en dirección contraria a ellos, esta oculta por una cazadora aunque no es demasiado grande, más bien algo más bajo que Darren. Cuando llega a la altura de ellos se detiene frente a ellos y habla con un tono amenazador:

¿Qué hace aquí?... las hermanas no pueden entrar aquí…

Su tono era bastante amenazador y la acompañante de Darren no parecía tener mucha idea de lo que pasaba

Cuando ambas mujeres salieron de la sala pudieron ver que estaban en un sótano donde no había nadie. Una escalera les llevo a la planta de la casa en la que habían estado la noche anterior y que también estaba vacía. En su camino hacia el exterior comprobaron que estaban solas y que el sonido que escuchaban era la calle la cual no estaba precisamente cerca. Ambas pudieron notar que notaban los sonidos, olores, incluso el aire en su piel de una forma que nunca antes habían sentido, al principio les causo un poco de mareo, o incluso estupor, pero su propio cuerpo pronto se acostumbro a ello.

Cuando ambas mujeres llegaron a la tienda se dieron cuenta de algo, los dependientes les trataban de forma muy atenta, como si ellas atrajesen más de lo que solía pasar, incluso les trataban con más respeto y parecían estar totalmente entregados a servirles, algo les decía, que parte de las sensación que la señorita Kurt les había transmitido a ellas ahora quizás ellas mismas las transmitían

El hombre asentía y escuchaba atentamente a Sarah, cuando esta dice que quiere consultarlo con su hija asiente y dice:

Claro… las decisiones importantes debemos tomarlas con las personas que tenemos más cercanas… sin embargo, por lo que se de su hija no me sería extraño que pronto recibiera una importante oferta de alguna clase en su ámbito… estoy seguro de ello.

El tono de voz del hombre era de seguridad y confianza en sus palabras, quizás supiera algo que ella no, pero aun así parecía querer dejar el misterio en sus palabras, ante las otras preguntas sonríe y dice:

Para un amante del arte como yo, las personas son arte… el arte que usted crea es usted misma, por ejemplo, los cuadros del señor Thomson, para mí son su arte, son parte de el, son el mismo… a eso me refiero, quiero tener su arte, poder disfrutar de su arte, no me interesan los bienes materiales y mucho menos tengo otra clase de sentimientos con usted ni ninguno de mis artistas

El hombre sonríe afablemente, como un padre a un hijo para tranquilizarle y añade:

En cuanto al tiempo… es un bien valioso para los humanos, sin embargo, para nosotros… los artistas es solo algo que nos lleva a engrandecer el arte… no se preocupe, puede contactar conmigo cuando se haya decidido… solo que una decisión tal no debería posponerse más de una semana.

Brain se queda unos instantes mirando a Jeremy y sin muchas ganas dice:

Eres más fuerte que antes… más duro, un balazo no te mata… te mata el sol… ah y no mates a la gente… ya sabes queda feo que se encuentren cadáveres desangrados por el suelo.

Se queda unos segundos más escuchando y no puede evitar una sonrisa:

Para que lo de abajo funcione tienes que concentrarte por asi decirlo… pero cuando experimentes la caza eso de ahí abajo te dará igual créeme. Creo que ya te he comentado que para los mortales es como un orgasmo… es tan intenso que no recordaran nada y en cuanto a matarlos… piensa que si les desangras les mataras… cuanta más sangre saques de una persona en peor estado le dejaras… ten cuidado con eso y por lo demás si… se esconden y aparecen cuando quieras… de hecho si tienes mucha hambre te pasa como cuando eras humano y salivabas… lo mismo pero en vez de saliva colmillos, mientras, puedes controlarlo tu conscientemente

La chica no puede evitar reírse, parecía que le hacía bastante gracia las palabras de Nora:

Parece que no sabes mucho de ella… no usa teléfonos… digamos que son aparatos que no le gustan nada… y veo que aunque conoces a la Condesa no conoces de sus horarios…

La chica se recuesta un poco en el sillón acomodándose y añade:

Sus horarios son enteramente nocturnos… por lo que sé de donde proviene ahora seria de día y por alguna clase de dolencia no es capaz de adaptarse a los cambios horarios, por lo que hace toda su actividad durante la noche y duerme durante el día… así que estamos yendo a la mejor hora para ir a verla.

La mujer indica al taxista que se detenga y añade:

Hemos llegado… por cierto… a la señora no le va a gustar nada ver a policías cerca de su casa husmeando…

El lugar donde se habían detenido era frente a una gran casa de aspecto que recordaba a las casas europeas de las películas de época, estaba en un barrio tranquilo y bien iluminado, un barrio lleno de edificios caros y grandes casas lujosas, además de cámaras de vigilancia por todas las calles, sin duda era un lugar seguro y adinerado.

La noticia de que Nora iba a recibir inminentemente una  oferta importante en su ámbito hizo que levantara las cejas, sorprendida. No dejaba cabos sueltos, estaba claro. Por lo que se veía, DuPui era una persona que, si quería algo, o alguien, usaba hasta el último cartucho en conseguirlo.

Por tanto, no debía estar acostumbrado a las negativas. 

Entonces me pregunté qué era lo que había decepcionado al Mecenas de mi predecesora. ¿Una mala actuación? ¿Un accidente? ¿O una negativa...?

-Perfecto, lo hablaré con ella entonces. Y tendrá mi respuesta antes de una semana, no lo dude. 

Me había quitado un peso de encima el que me dijera abiertamente que me consideraba una artista, y que eso era todo lo que quería de mi. No mi cuerpo, ni mi status. 

-Una última cosa, si me permite. Si lo considera impertinente, obvie mi pregunta. -hice un gesto con la mano, quitándole importancia.- La artista a la que le hizo la propuesta antes que a mi, y que le defraudó, era la bailarina accidentada? ¿Qué fue lo que le defraudó de ella, Mr. Dupui?

Nora miró sorprendida al exterior. No reconoció la zona, pero era innegable que aquella parte de la ciudad era de las más caras de Nueva York.

Se dio cuenta de que alguien estaba contestando al otro lado de la línea, la centralita de emergencias de la policía. Miró a la muchacha sentada a su lado. Miró la carpeta sobre el asiento del taxi. Tenía escasos segundos para elegir lo que hacer. ¿Le concedía la gracia de la duda o estaría pensando bien y no era buena idea entrar en aquella casa? Era la doctora Ga la que parecía estar dentro de aquel edificio. Tras unos segundos de indecisión, colgó el teléfono. Lo sacó, sin esconderlo y tecleó un mensaje a su madre a la que envió igualmente su ubicación. Cuando volvió a dejar a dejar el móvil en el bolso, miró a la muchacha.

-No conozco ninguna dolencia del tipo que me comentas[b]-le dijo a la muchacha secamente-[b]Entiendo que la gente del nivel de la doctora Ga pueden elegir el ritmo de vida que prefieran, sin más explicaciones. Pero entraré contigo ahí, y espero que sea verdad lo que me estás diciendo.

Abrió la puerta del taxi y salió al exterior, admirando la fachada de la casa ante la que se habían detenido.

- Yo tampoco lo entiendo, pero teniendo en cuenta que no soy la persona más normal del mundo, nunca le di mucha importancia. - Comenté, compartiendo el pensamiento. No caminaba mucho por esta zona en particular, pero la tranquilidad que había era bonita, perfecta para el momento en el que me encontraba.

En eso pensaba, cuando nos topamos con un encapuchado. No me había dado cuenta que ya estábamos bastante solos, un grave error... El tipo se nos acercó, y con cierta amenaza, dijo algo ininteligible.

- Disculpa amigo, creo que te has confundido. Ven Suli... - Dije, poniéndome entre el hombre y la muchacha, mientras le tendía una mano a ella, y en un susurro hacia Suli agregué - Parece que soy un imán de locos... -

Robert coge el cubo y lo lanza contra aquel tipo mientras no lo duda y trata de escapar corriendo, por lo que escucha el cubo ha podido darle al tipo, sin embargo, pronto escucha unos pasos detrás de él, el cantante mira hacia atrás y puede ver como aquel tipo se abalanza contra él, el instinto de Robert hace que trate de esquivarlo, y aunque está a punto de lograrlo un último movimiento del desconocido hace que no pueda esquivarlo recibiendo el golpe y cayendo ambos al suelo. Desde el suelo puede notar la fuerza de la presa de aquel tipo, sin duda era un tipo realmente fuerte, más fuerte de lo que parecía:

Ha sido más excitante de lo que esperaba… solo por eso te permitiré disfrutar de tu muerte

El tipo abre la boca y empieza a acercarse, era extraño, era fuerte y algo llamo la atención del cantante, aquel tipo tenía unos colmillos mucho más grandes de lo normal, sin embargo, antes no los había visto o al menos mientras hablaba no se había dado cuenta de algo que ahora resultaba muy evidente.

El hombre sonríe en una grotesca sonrisa ante las palabras de Mikael y añade:

Bien… bien… pero como he dicho, te pondré a prueba… no quiero a gente que haya mostrado una vez genialidad… pero antes me gustaría que aclaráramos unos temas

El hombre por primera vez mira bastante serio a Mikael a los ojos, su presencia se volvió impresionante e imponente, más allá e su aspecto, era el aura que emita, con un tono seco pregunta:

¿Qué es lo que realmente sabes?

El hombre se queda unos segundos serio como pensando en lo que realmente le había preguntado y responde:

Su… conformismo… su incapacidad de recuperarse y de tratar de seguir adelante… eso fue lo que realmente me decepciono de ella. El hecho de fallar en su actividad es algo que no es determinante… un buen artista debe ser capaz de improvisar… de sacar lo mejor de sí mismo, de no rendirse, todo puede arreglarse

El hombre tras haber estado un poco serio sonríe amablemente y añade:

Por supuesto la calidad es algo que nunca debe despreciarse y siempre es necesario alcanzar un mínimo de calidad… una nota desafinada n una composición compleja de dos horas es algo entendible, una nota desafina en una canción sencilla de tres minutos es intolerable

En una de las calles, Jeremy localizó a dos hombres que por su estado indicaban que ya hacía un buen rato que se habían tomado la última y se dirigian a casa para dormir la mona y coger fuerzas para pasar la resaca que tendrían al día siguiente.

Jeremy se fijó en que seguramente serían compañeros de trabajo que vivian por el mismo barrio. No paraban de rajar del jefe de sección y de babear por una tal Evelyn con buenas proporciones y de muy buen ver, por lo que había escuchado que decían mientras él los seguia a cierta distancia con todo el sigilo que podía y ayudandose de las sombras para ocultar su presencia.

Al final uno de ellos llegó como pudo a su casa. Tras unos intentos consiguió colocar la llave en la cerradura y forcejeando un poco pudo abrirla a la vez que se despedía de su amigo. Cuando vió que cerraba la puerta se apresuró a acercarse al hombre que deambulaba entre las luces de las farolas.

Lo acechó muy de cerca en completo silencio, ni siquiera su ropa producía un atisbo de ruido por el roce, y aprovechaba todas las sombras que la noche le ofrecía.

Antes de lanzarse a por el hombre se aseguró que nadie lo viese, miró unas cuantas veces a su es espalda y por los alrededores cercionandose que nadíe estaba a esas horas mirando y como una sombra se lanzó a por su presa. Primero lo cogió tapandole la boca para que no pudiese gritar y después le golpeó con la fuerza necesaria en la parte trasera de las rodillas para que las colocase en el suelo y tener mejor ángulo para morder. Aprovechando el momento de confusión (y en su estado le costaría más tiempo de reaccionar) abrió la boca. Los colmillos crecieron sin necesidad de pensar en ellos y los clavó en su cuello, empezando a beber por primera vez. Notaba un extasis que nunca antes había sentido, pero también notaba a la bestia queriendo salir.

La mujer no dice nada más y llama con cierta fuerza al llamador de la casa, un llamador bastante antiguo. Tras unos segundos la puerta de aspecto pesado se abre con un leve crujido, tras la puerta aparece un hombre vestido de sirviente con un estilo antiguo que recuerda a la forma de vestir de los mayordomos de películas europeas clásicas.

Bienvenidas sean… la señora les espera… síganme por favor

El hombre comienza a caminar hacia el interior, la asiática mira a Nora y la indica que camine. El interior de la casa está en semi penumbra, sin embargo, puede verse como es una casa bastante grande y espaciosa, con decoraciones que recuerdan a los palacios medievales europeos y que hay toda clase de adornos de aspecto antiguo y muy valioso, sin duda lo que decían de aquella mujer en cuanto a coleccionar antigüedades parecía cierto.El guía les lleva hasta unas dobles puertas, allí se detiene y dice:

Señorita Mara, por favor espere aquí… la señora solo desea ver a la señorita Smith… señorita Smith por favor por aquí

El hombre abre las puertas que dan a un despacho que este si está bien iluminado, la decoración es similar a lo que ha podido ver en el resto de la casa, una mesa grande que parece un escritorio, destaca que no hay ningún aparato tecnológico, ni siquiera un ordenador o un teléfono, nada, solo algunos papeles y carpetas perfectamente ordenados. La sala tiene algunos sillones y en un sofá está sentada la mujer.

Su presencia es impresionante, el solo verla hace que se hiele la sangre de cualquiera, Nora no sabía muy bien porque pero sentía una gran atracción por ella, similar a la que había sentido por el señor Thomson pero aun más intensa, notaba como el “aura” de aquella mujer le atraía. La doctora con un ligero movimiento aparta el adorno que tiene en el cuello, una especie de bufanda o pañuelo, aun así su aspecto era bastante llamativo ya que llevaba puesto un elegante y seguramente caro traje de fiesta y una especie de corona en la cabeza, la mujer observa a Nora y con una atrayente voz dice:

Bienvenida sea a mi humilde morada señorita Smith… espero que Mara no haya sido demasiado brusca.

El tipo mira a ambos, parecía bastante molesto, Darren se da cuenta entonces de algo, parecía por su mirada que Suli sabía exactamente de que hablaba, la chica desde algo más atrás dice:

¿Qué?... ¿Cómo lo sabes?... si lo sabes es porque…

La chica parecía asustarse por momentos y se iba poniendo cada vez mas pálida, el tipo les mira bastante molesto y se quita la capucha, ahí es cuando Darren se da cuenta que tiene las orejas demasiado peludas para ser una persona normal y corriente

- ¿Suli? ¿Qué sucede? - La dije, alternando mi mirada entre ella y el hombre... Algo no iba bien, y este tipo no parecía ser del grupo de Alexis. Había planeado actuar preocupado, pero realmente lo estaba ahora. - ¿Suli? - Reiteré.

¿Desde cuándo Nelan era sensible a los ruidos? Le gustaba estar alerta y precavida, pero eso era algo mucho mayor a tener sus sentidos activos cuando caminaba por las noches o decidía evadir a grandes multitudes; incluso los receptores de su piel eran sensibles y le estaba costando adaptarse. Bajo otras circunstancias habría pensado que estaba drogada, pero ya sabía que eso no era así por tratarse de otra realidad que cualquier tercero observaría como irreal y lleno de falacias por desconocer lo que se esconde en las sombras de la ciudad y el mundo.

Poco tiempo después llegó a la tienda con Ada y la atención que recibía fue, de cierta manera, gratificante. Toda su vida luchó para ser aceptada pese a su condición, sobrevivir a las penurias y demostrar sus fortalezas. Sí, ya no era la misma de siempre; pero quedaba salir adelante así como tuvo que hacerlo desde muy pequeña.

No siendo amante de las fiestas ni de llamar la atención, la rubia optó por un traje que fuese entre lo formal y nada extravagante, buscando conjuntos que le hicieran sentir cómoda y ya, pues aún desconocía qué pasaría en esa reunión. Agradeció con una sonrisa cordial y asentimientos el trato que les habían dado y, como el alma antisocial que era, le había avisado a Ada mediante un texto que escribió en su cuaderno que si regresaban en cuanto terminaran para cambiarse y ya de ahí partir a la dirección indicada por Kurt. No obstante, si la pelirroja daba una mejor idea la acataría. No quería cambiarse ahí mismo y salir, temerosa de ser reconocida con ese traje y no poder decir un buen pretexto.

Bien, bien. Estamos de acuerdo en todo eso, muy muy de acuerdo...

-Perfecto entonces. Asumo como mías sus palabras, Monsieur DuPui. Nunca he apreciado aquellos cuyo talento, por grande que sea, es inamovible, aquellos que son incapaces de cultivarlo, y de aumentarlo. Un don es eso, un don, un regalo del destino, y no puede quedar amorfo en un estuche vulgar. Ha de brillar, y ha de crecer. Incluso a costa de errores. 

El hombre empezaba a gustarme. Por unos momentos había temido que fuera un tirano caprichoso, o un ricachón malcriado por su entorno, pero lo que decía, además del modo en que lo hacía, me estaba convenciendo más y más a cada segundo que pasaba de que estaba frente a alguien excepcional.

-Creo que he tenido una suerte enorme de que me haya elegido. Y se lo agradezco, sinceramente. Hablaré con Nora, por supuesto, ella es ahora mismo lo más importante en mi vida. Pero por mi parte, tiene ya un "sí" como respuesta, "sí" que espero confirmar tras mi charla con mi hija. 

Me levanté, tendiéndole la mano. Quería despedirme e irme a casa, cuanto antes mejor, quería ver a Nora, explicarle, hacer que su mente científica y analítica me expusiera los contras de modo detallado, para poder tomar una decisión satisfactoria. Los pros, ya los expondrían mi mente de artista y yo.

-Le llamaré, o vendré a verle, si lo prefiere. No tardaré tanto tiempo en darle una respuesta como el que usted me ofrece. Estoy segura de ello...