Partida Rol por web

Zack no puede evitar una risa ante las palabras de la vampiresa, el vampiro parecía divertido y dice:

Y recuerde usted al clan que pertenezco yo… aquí todos somos… miembros de algún clan, pero parece que usted incluso en un clan como el mío podría haber sido una buena incorporación… sin duda es una caja de sorpresas…

Cuando la mirada del príncipe se cruza con la de Madelaine este hace un gesto como diciendo “cuando estés lista” y sigue hablando, con tranquilidad con la Condesa. Zack hace una leve inclinación y dice:

Bueno… parece que ha perdido en gran parte su interés en mi… no se preocupe… y tenga cuidado… no todos son tan comprensivos… le recomiendo no mostrar sus cartas demasiado pronto y cuidado con los que se declaran enemigos… pero aun mas con los que se declaran abiertamente amigos.

Decía mientras se alejaba con la copa hacia un grupo de gente que por el aspecto parecían pertenecer a alguna banda o similar.

El tipo seguía corriendo cuando Darren le dispara, el disparo falla por muy poco, puede ver incluso como el pelo del tipo se mueve, pero ha fallado, este parece no prestar atención a Darren y va a por Suli, desde su posición Darren puede ver cómo le ha alcanzado ya que corre a una velocidad digna de un atleta, ante él puede ver como la chica está a punto de recibir un ataque por la espalda

El camino fue más lento de lo esperado, a fin de cuentas a esa hora la ciudad aun tenía bastante actividad y había bastante movimiento de coches y personas, sin embargo, el parque estaba bastante tranquilo. Cuando caminaba por este un escalofrío recorría el cuerpo del vástago, sentía que estaba siendo vigilado y en cierto momento incluso escucho algunos pasos, lo curioso es que pese a la hora que era no se había cruzado con nadie en su camino. El camino al auditorio fue tranquilo. El lugar estaba abierto pero a oscuras, al entrar pudo notar un agradable olor floral, mezclado con un penetrante olor que había sentido antes, un olor que hacía que la bestia de su interior sonriese, que le hablara:

¿Lo hueles verdad? Es un manjar

Realmente no sabía de dónde provenía, pero no muy lejos había una zona iluminada tenuemente, allí había una figura menuda, vestida con ropa deportiva, con la cabeza parcialmente cubierta por una capucha de color rosa como la sudadera que llevaba puesta, se trataba de Rachel que estaba de pie, parecía estar atenta a algo que no era la llegada de Jeremy

Al separarme de Bram le miro con ojos entre curiosos y asustados-por eso este hombre era tan raro y tan enigmático- pienso y me limpio con la mano la poca sangre que cae de la comisura de mis labios como en un acto reflejo.

-¿Que esto existe?- Digo balbuceando las primeras palabras de mi boca, realmente esto me sorprende más que asustarme, como esa vez que me comí aquel ácido y veía hombres serpiente hablándome...

-¿Preguntas? Tengo miles... Tengo tantas que no sé por donde empezar- le digo asombrado realmente

- ¡SULI! ¡AGÁCHATE! - Le grité desesperado. Apunté de nuevo mi arma, mientras me acercaba, e intenté otro disparo al hombre. Como estaba lejos, fui a lo seguro y apunte a su espalda.

Era un ambiente que irónicamente, de lo tranquilo que se estaba era hasta inquietante. Presentía que estaba siendo vigilado, lo que hizo ponerse ojo avizor al instante evitando dar muestras que delatase que sabía de su presencia. La noche anterior, antes de convertirse en vampiro también sintió la misma sensación de ojos clavados en su nuca y tampoco en aquel momento se equivocó.

No hubo ningún altercado en el camino hasta el auditorio. Al llegar, este estaba a oscuras aunque eso era algo que no le preocupaba, su oficio siempre utilizaba a las sombras como herramienta y desde la noche anterior su vida había hecho un pacto de sangre con ellas.

Un olor llegó a su olfato lo que hizo que despertase a la bestia pidiendo beber para saciar su sed. Pero lo que le preocupó fue que el olor lo describió como un manjar. De la misma forma que al despertarse había nombrado a Lola. Ese detalle le puso alerta y caminando con todo el sigilo que pudo se dirigió hacia Raquel hasta que tuvo contacto visual para saber exactamente que era lo que llamaba su atención.

Entre palabras y silencios, y siendo que a esas horas de la noche había poca circulación en las calles, habían llegado a casa.

Sarah aparcó el coche de un modo casi mecánico, y ambas salieron del vehículo, y las dos sabían que, aunque lo propio habría sido desearse buenas noches e irse a descansar, no iba a ser nada de eso. 

La concertista se dejó caer en una de las sillas de la cocina, quitándose los altísimos zapatos de tacón debajo de la mesa. Se habría quitado también el vestido de terciopelo, pero eso habría supuesto tiempo, y quería acabar el diálogo iniciado con Nora, de modo que llegaran a alguna conclusión convincente. Apretó los labios, pensativa, mientras se pasaba la mano por el pelo.

-Me ofreció algo así como la promesa de eternidad para mi arte.- Siguió con la última pregunta de su hija, como si no hubiera pasado el tiempo desde que la hizo.- Tal cual. A cambio, me quiere a mí. Cuando me lo dijo pensé que bromeaba, primero, y luego que tenía alguna especie de perversa fijación, que se había emparanoyado conmigo, que quería mi cuerpo, ya me entiendes. Ya sería difícil, a mi edad, pero bien, tampoco es que sea un adefesio, y él no es precisamente un príncipe azul. Pero no. Me quiere a sus órdenes full time, que renuncie a todo, para poner mi talento musical a su disposición. Me ha prometido lo que cualquier artista no rechazaría nunca: reconocimiento de mi arte, para siempre...

Suspiró, decirlo en voz alta sonaba ridículo. No había sido así al escucharlo de labios de DuPui, había sonado realista, posible. Quizá estaba demasiado inmersa en su ambiente, demasiado influida por el entorno, el concierto, quizá...

-El caso es que ahora no parece serio, pero lo parecía allí. Muy serio. Una promesa real, y realista. No entiendo cómo puede lograrlo, quizá quiere que trabaje en exclusiva para una discográfica suya, o allanarme el terreno en los mejores auditorios mundiales... no lo sé. Y me aseguró que la renuncia que debería hacer del resto de cosas en mi vida, lo compensaría. La más importante, desde luego, era, es, tu opinión. Le dije que no lo haría si tú no estabas de acuerdo. Y fue cuando me informó de que a tí también te harían una oferta que no rechazarías.

Miró a Nora con perplejidad.

-No sólo se conocen, sino que tienen un lazo lo suficientemente fuerte como para ofrecernos un porvenir dorado a ambas, cada una en su terreno. ¿Quizá forman parte de alguna Organización tipo mafioso, o masónico, o... lo que sea? Hay organizaciones secretas en las que los altos cargos son ocupados por la élite, y se ayudan entre sí, trabajan para obtener sus fines, sean los que sean, y lo hacen desde el secreto... y el éxito...

incluso en un clan como el mío podría haber sido una buena incorporación… sin duda es una caja de sorpresas…

Sonrío complacida al mismo tiempo que me percato de la indicación de McBerthey a la que asiento con un leve ladeo de cabeza.

parece que ha perdido en gran parte su interés en mi… no se preocupe…

Enchantée Monsieur Stevenson - le guiño un ojo procurando no parecer condescendiente, casi a modo de disculpa por tener que abandonarlo como consecuencia de Monsieur Le Prince, acaso una promesa de retomar la charla en otro momento.

Cruzo la sala lánguida y elegantemente, ignorando la celebración que bulle a mi alrededor hasta alcanzar a mi Sire : - Monsieur Le Prince... - alzo la copa levemente, de manera distinguida y respetuosa - ...et la Madame - ahora hacia La Comtese, aquella a la que por extraño motivo venero y odio a partes iguales en mis ansias de querer sustituirla en la escala de Poder.

Las palabras de Kraine lo tranquilizaron un poco, pero no demasiado. Mikael tomó el celular que le extendía el monstruo. ''¿Así es como se sella un pacto con el Diablo?'', se preguntó. No tenía manera de saber la respuesta.

- Siempre soy discreto ... todo lo discreto que se puede ser - por eso se había sorprendido de la relativa facilidad con la cual había sido descubierto por Kraine y por los uniformados. Y mostrando el móvil, añadió - Estaremos en contacto. Además, estoy seguro que usted sabe cómo localizarme en cualquier momento.

Salió de la guarida. Las calles parecían desiertas a esa hora, pero no dejaba de mirar hacia atrás y a los costados permanentemente. Al fin y al cabo, solo tenía la palabra de ese klingon natural de que era intocable.

Llegó a su casa. Aunque habían deshecho la cerradura de la puerta, todo estaba en su lugar. Mikael apiló varios muebles, para trabarla ... confiaba, hasta cierto punto, en la protección que le brindaría Mara (''Mara y su organización'' recordó), pero no podía descartar la intervención de algún ratero oportunista que quisiera ingresar.

Se dirigió a su sótano. El equipo parecía estar intacto y bloqueado ... tal vez no lo habían ni tocado. Desbloqueó la computadora y empezó a analizar los archivos que había descargado, en busqueda de algún dato que resultase revelador. ''Aunque haga referencias a vampiros, deberé tomarlos con seriedad''

Bram se queda mirando a Robert unos momentos, parecía estar evaluando algo, pero después suspira y dice:

Por el momento iremos a un lugar mucho más discreto que este… vamos, la cosa ha salido peor de lo esperado.

El hombre comienza a caminar, mientras caminan Robert nota algo, tiene sed, una sed que es bastante grande, pero lo más inquietante no es eso, es que dentro de su mente escucha una voz que le habla:

Mátalos… son solo comida… come… eso es lo que quieres… come

Bram caminaba apresuradamente, parecía que estaba apremiado por algo, sus pasos se escuchaban con fuerza, con una fuerza que no había escuchado antes, pero no solo eran sus pasos, también era todo, era una sensación extraña, todo lo que estaba a su alrededor sonaba con gran claridad, incluso el trafico  varias calles mas allá, algunas conversaciones de transeúntes y la respiración de la gente, pero, hablando de respiración también era extraño ya que Robert no podía notarse la suya propia.

El disparo de Darren no suena, en lugar de ello suena el sonido del arma encasquillándose, un sonido que hace presagiar la tragedia, tragedia que no tarda en llegar y Darren puede ver como aquel tipo con esas monstruosas manos atraviesa a la chica. La ensangrentada chica cae al suelo mientras el atacante se gira, con una amplia sonrisa dice:

No es nada personal contra ti… pero no puede haber testigos.

En el suelo Sulli estaba ensangrentada, la chica tenía una horrenda herida en la espalda por la que brotaba mucha sangre, Darren podía ver como la vida se escapaba de los ojos de la chica.

La vampiresa mira a Jeremy cuando este se acerca, e inclina un poco la cabeza hacia arriba a modo de saludo:

Me alegra verte

Se notaba que estaba algo tensa, o más bien alerta, como los animales momentos antes de iniciar la caza. La vampiresa mira entonces a los ojos a Jeremy, parece que centra su atención en este y dice:

Creo que tenias algo que podría interesarme ¿no?

La mujer seguía hablando con cierta amabilidad, sin embargo, se notaba que aquel asunto era serio porque aunque trataba de mostrar la misma amabilidad y simpatía que en la fiesta del otro dia parecía que le costaba un poco.

Ambos vampiros dejan un poco de espacio a la recién llegada, es el príncipe el que habla en ese momento:

Veo que no has desperdiciado el tiempo… me alegra saberlo… pero pronto la velada terminara, y un hecho que acaba de acontecer requiere de toda mi atención… se ha producido cierto… asunto peliagudo.

El príncipe parecía molesto ante lo que había sucedido y si no fuera por su naturaleza vampírica cualquiera diría que le dolía la cabeza con aquel asunto. El trió camina hacia un despacho cerrado, una vez allí el hombre empieza a hablar:

Se trata de un asunto complicado… se han producido demasiados agravios…

Es entonces cuando la condesa empieza a hablar:

Sabéis que lo justo es la perdida de una aprendiz por la pérdida de otro aprendiz…

El príncipe asiente, sin embargo, no parece estar contento y dice:

Si… tenéis razón, sin embargo… el hecho que se haya producido en territorio Gangrel les da el derecho… pero que una aprendiz de las hermanas haya entrado así… sin duda ha sucedido algo mas allá

La condesa toma asiento en un sofá y tras acomodarse un poco dice:

Jason… la chusma se está inmiscuyendo demasiado en los asuntos de la ciudad… la esta… revolucionando y eso es algo que no nos gusta cierto?

El príncipe asiente y mira a su chiquilla, a la cual dice ante la aparentemente divertida mirada de la condesa:

¿Qué has hablado con Zack Stevenson?

Miro a todos lados como un niño que descubre el mundo, como un ciego que acaba de ser operado para volver a ver... Recuerdo sus palabras...-¿Peor por?- Digo extrañado y esa sed... Ni en la peor de mis resacas he tenido esa sed...

Y esa voz... ¿Me habré vuelto esquizofrenico? ¿Me tomaría un trippi y no me acuerdo? Si es así es el peor viaje de ácido que he tenido en mi vida... Se parece tanto a ese que me contó mi padre que tuvo en un concierto de los Rollings hace muchos años...Bueno años, décadas.

Camino detrás de Bram sin saber muy bien a donde vamos pero tiene que explicarme que pasa.

La desesperación empezó a subirme por la espina, llegando a mi corazón y mis pulmones. Sentía que de la taquicardia se me saldría solo el corazón, y que hiperventilaba un poco.

- Oye amigo, ¡MALDITA SEA! Es una chica nada más, somos chicos, no merecemos esto. Yo... yo obviamente que jamás hablaría de esto, ¡ADEMÁS! Además, soy más útil vivo que muerto... Si no quieres que cuente nada, simplemente necesitas asegurarte que esté tan sucio como tú, ¿no? - El terror me hizo verborrágico, y no podía parar.

- No sé que eres, pero podría ser uno de los tuyos, seguro que una persona inteligente te vendría bien, valgo la pena, soy bueno a la hora de planear, podría ayudarte, y como te dije antes, tan sólo necesitas asegurarte que esté tan manchado como tú para que no te delate... -

Atiendo, respetuosamente y en silencio a las confabulaciones que Monsieur Le Prince et Madame La Comtese traman: Cierto problema acontecido con cierto... "aprendiz de Las Hermanas", ¿Assamitas?, discurro. En territorio du Mademoiselle Kim, ¿Central Park?

Al parecer se ha perdido... fallecido?, un aprendiz... ¿du Mademoiselle Kim? ...como consecuencia de la intromisión de ces Hermans y eso es algo que requiere una contraprestación, acaso el pago con uno de sus aprendices...

¿Qué has hablado con Zack Stevenson?

McBerthey me saca de mis cavilaciones. 

Rien d'important - descarto gestualmente, todavía emergiendo de mis elucubraciones -. Me ha puesto al tanto de los problemas acontecidos con ce... Sabbat - dudo -. También me ha contado acerca de esas Hermanas... ces Assamitas que controlan a la mafia du Ville y que, al parecer, tienen su refugio en el barrio chino...

Dudo nuevamente, sin saber si mi predisposición va a ser tomada como algo osado o temerario pero al fin me decido:

Hay algo en lo que una neonata como yo pueda prestar su ayuda en ce problème, Madame et Monsieur... o estiman mejor que permanezca al margen - en caso de que esto último fuera una opción en este nuevo mundo que habito. 

Jeremy comprendió que la bestia debía de desear la sangre de Kim porque no vio a nadie más que pudiese interesarle. Entonces Kim se dio la vuelta y lo saludó. Parecía inquieta y preocupada, y aunque intentaba disimularlo sus palabras la traicionaron.

- Tengo entendido que ayer tuvisteis movida por la zona y que ahora mismo estás en el punto de vista de los Brujah. - Dijo después de devolverle el saludo. - En mi trabajo nunca se han regalado las cosas, ni siquiera la información. Los favores siempre se pagan con favores, pero si ambas partes cumplen se puede forjar una alianza entre esas bandas. - Jeremy se acercó a un banco cercano a la pared y se sentó, invitando a Kim a que cogiese asiento.

- A cambio de esa información te pido ayuda, lo cual nos favorecerá a ambos, pero esta vez te contaré lo que sé aun sin saber si recibiré la ayuda. - Lo único que podía conseguir de esa reunión sería un aliado que detestaba tanto o incluso más que Jeremy al Zack y Trevor. - Al parecer Zack está tramando un plan para que te pongas en evidencia. Quiere asimilar mi banda y hacer que entre en vuestro territorio. Supongo que vosotros os los cargariais o algo les ocurriría, lo que haría que Zack se hiciese el ofendido y que de esa manera el Principe deba obligarte a compensar a Zack, lo que al parecer te pondría de muy mala ostia y actuarias sin pensar. -

En realidad pensaba que Brain se referiría a eso, porque tras darle vueltas pensó que se habría olvidado decir lo que le ocurriría a la banda que entrase en el territorio para que el Principe se viese obligado a llegar a esa situación. - Como comprenderás quiero evitar que mi banda se vea envuelta en este problema, y para ello debo cargarme a Trevor, un ghoul de Zack que está infiltrado en la banda y se encarga de llevarlos a la trampa. - Jeremy subió una pierna al asiento del banco y apoyo el brazo en ella. Se giró para mirar a Kim con la pregunta en la mirada.  - Entonces ¿que?. ¿Me ayudarás contra ese cabrón para joderle su plan? -

La casa no había sido asaltada, estaba claro que habían ido exclusivamente a por él. Al llegar al ordenador y analizar la información que había encontrado puede darse cuenta que concuerda en gran parte con lo que Kraine le ha dicho, al parecer hay alguna clase de organización u organizaciones en la sombra, si hace caso a lo que el hombre le dijo dirigidas por vampiros o al menos por personas muy poderosas e influyentes en donde parece que hay una especie de consejos, en donde prominentes miembros de esta sociedad oculta que maneja los hilos de la ciudad. Tras unas horas puede llegar a la conclusión que los que parecen más importantes son aquellos nombres que se repitieron varias veces, Jason Mc Berthey y la Condesa

Mientras caminan Jason va hablando:

Si… realmente Alexis te ha atacado no sé por qué y te he tenido que convertir yo… realmente la idea del señor Du Pui era que el mismo te convirtiese en otro lugar y en otras circunstancias… más adecuadas, nada de un mugriento callejón mientras estabas a punto de morir… pero he tenido que hacerlo para que no murieras.

Los dos hombres llegan a un coche, un sedan de color gris plateado bastante discreto, Bram abre la puerta e indica que entre mientras dice:

Iremos a ver al señor Du Pui, mi maestro… y por así decirlo… yo soy ahora tu maestro.