Partida Rol por web

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Mikael cuando comprendió que los guardias iban a tener algo más que un simple regaño. Iba a ser, seguramente, algo cruel, una lección que no olvidaría jamás. ''No soy el guardián de mi hermano'', se dijo a sí mismo, a modo de excusa.

La Condesa había sido clara en que deseaba saber la naturaleza del encargo, pero, por otra parte, el joven no estaba seguro de si era conveniente o no. Al fin y al cabo, su misión era obtener información, no darla. ''Por supuesto, si mi vida está en juego, confesaré todo ... incluso el asesinato de Kennedy, si quiere''

Por ahora, prefirió escapar por la tangente.

- Si, efectivamente, llegué a conocerlo en persona. - por otra parte, no estaba seguro si ellos se conocían - Debo confesar que su aspecto es repulsivo ... en absoluto se acerca al vuestro. Pero eso no es extraño: no conozco ninguna persona que sea tan ... ehhh ... sensual ... como es usted.

Esperó no haber ido demasiado lejos con el cumplido.

- Ahhh ... y también conocí a Mara. Ella sí es más similar a usted ... solo similar, por supuesto.

Enseguida intentó cambiar el eje de la charla.

- Supongo que usted también es ... mmm ... vampiresa, ¿cierto? - su tono era entre afirmación y duda.

Si te sirve de consuelo yo combatí tres veces en Irak, aunque realmente iba como sanitario, pero he de reconocer que eres buena, muy buena, mira que he visto SEALS, pero como te has movido... no hay comparación.

En ese momento escucho lo del "cambio"

Cambio? familia? que me he perdido? pensaba yo que era el tipico millonario aburrido que le ha dado por el cosplay, que quizas de pequeño pasó la viruela o si me apuras algun experimento militar.

Aquel gesto cariñoso pilló desprevenida a Nora. No se esperaba aquello de la doctora, no la consideraba una mujer maternalista.

Pero algo hizo que se fijara en aquel brazo. Y no pudiera quitar la vista de el mientras resonaban en su mente las palabras de la doctora Ga como un eco imaginario, como una mala pesadilla. Aquello que estaba viendo era, simplemente, imposible y macabro. Irreal. Si no fuera porque lo tenía justo delante de sus narices.

Cuando aquella cosa casi le rozaba la mejilla, gritó. Y escucharse a sí misma fue el detonante que la impulso a moverse, a correr, a comprender que algo no encajaba que no estaba soñando que era real. Las palabras que había escuchado no eran ni menos reales, ni menos amenazadoras que aquel brazo.

Saltó hacia atrás y echó a correr hacia la puerta.

Aquel vino era muy diferente al otro, espeso, como si fuese algo mas, algo que según iba tomando notaba como le daba vida, como poco a poco se recuperaba, Sarah sentía la necesidad de tomar más de esa bebida, mas y mas, era lo más sabroso que nunca había tomado, un néctar que caiga por su garganta y le aferraba a la vida, entonces sucedió algo extraño, era como una oscuridad, como sentir que algo oscuro moraba en su interior, un ser oscuro y maldito.

Du Pui sonríe levemente y se hace un corte en la muñeca, de esta empieza a salir sangre, el hombre mira a Sarah y dice:

Bebe mi chiquilla… bebe

Era extraño, era algo que Sarah no entendía, pero sentía que quería más de ese liquido, de esa sangre, y entonces lo escucho, en su interior, una voz bestial, poderosa y oscura, una voz hecha de pura maldad que le decía:

Bebe… bebe… bebe…

La mujer miraba a Mikael con suspicacia, cuando hablo sobre Kraine y su aspecto sonríe y añade:

No deberías dejarte guiar por el aspecto… nunca se sabe que es lo que tienes delante… quizás Kraine ha elegido tener ese aspecto o no puede evitarlo… algunos podemos elegir qué aspecto tener… o darle a otros

Dice con tranquilidad, en su forma de hablar denotaba que lo que realmente estaba haciendo era distraerse, la sensación que Mikael tenía con esa mujer era como lo que los campesinos debían sentir ante sus señores y era algo que la mujer hacia de forma natural:

Mara pertenece a un clan que es útil… son de los pocos… especialistas dignos de mi confianza… aunque su hermana Seon es mas… efectiva y… creativa

Dice de nuevo con esa sonrisa que no denotaba nada bueno, cuando el chico le dice aquello sobre si era una vampiresa no puede evitar sonreír y casi reír, sin embargo, cuando lo hace se lleva la mano a la boca, como tapándosela, parece alguna clase de manía o gesto habitual:

Parece que estas mas enterado del autentico mundo de lo que es seguro para ti… pero…

El tono pasa a ser de nuevo frio y autoritario:

No has respondido a mi pregunta…

Extrañamente Mara parecía bastante divertida con lo que estaba escuchando, en cierto momento mira a Kelly y en un tono que parece divertido dice:

Qué pena que no seas una mujer asiática… sino podrías pertenecer a las hermanas… o al menos ser candidata… parece que tienes un como se dice… curriculum interesante… bueno… aunque podría solucionarse

La mujer hace un par de movimientos con el cuello para desentumecerlo y añade:

Si sobrevives a la petición de Kraine quizás sepas más y te cuente algo mas… y te enteres de quien es realmente y el porqué de su aspecto

La mujer mira a Nora y como trata de huir, sin embargo, la puerta estaba bloqueada por el mayordomo, el hombre prácticamente bloqueaba toda la puerta (Haz una tirada de Fuerza + pelea a dificultad 8 si forcejeas con él para apartarle), mientras tranquilamente la mujer caminaba hacia delante con el brazo aun de aquella forma monstruosa:

Me decepcionas… aunque tu reacción entra en la normalidad… sin embargo, no deberías seguir decepcionándome puesto que no soporto las decepciones y existen cosas mucho peores que la muerte…

La mujer caminaba con tranquilidad con aquel brazo y mano monstruosos, los cuales movia como si fueran normales:

Te he prometido que llegaras a un nivel de medicina que no está al alcance de los mortales… se que te diste cuenta que durante la operación hice algo… esa es una de las cosas que te ofrezco, que seas capaz de hacer eso y de mejorar… quiero una aprendiz y tú me has gustado, pero… no me importa esperar otros 300 años para encontrar a otra

Tengo ansia, verdadera ansia de apurar ese vino, beber, beber...

Y entonces, sin poder quitar los ojos de él, veo algo que me trastorna. DuPui se hace un corte en la muñeca... su sangre mana...

Bebe mi chiquilla… bebe

La cabeza me da vueltas, y en mis oídos las palabras resuenan con tanta fuerza que me duelen. Chiquilla...

¡No es posible!

En Mi interior algo va mal... algo despierta. Algo oscuro y antiguo, tenebroso. Y le grita a mis entrañas, a mi alma.

Bebe... bebe... bebe...

Sé que es imposible, que es absurdo. He leído, mucho, estoy al corriente. He visto películas, escuchado leyendas, sé ante lo que estoy... y no puedo creerlo. Mi chiquilla... La voz melosa, aterciopelada de DuPui, su sangre, mi ansia...

¡Dios mío! ¡Nora! ¿La he condenado a ella también...? ¡NO!

Pero la marea en mi interior crece, y acalla mis pensamientos. No puedo evitarlo. Es más poderosa que mi fuerza de voluntad, es más fuerte, es más intensa. Y acaba arrasando mi yo entero, anulándome, anegándome. Me ahogo en mi propia oscuridad...

...y me acerco al corte limpio de la piel del mismo diablo, y me aferro a la muñeca que DuPui me tiende, y me entrego...

Y bebo...

Mikael comprendió que no podía eludir más la acuciante pregunta de la escultural mujer.

- Cierto ... no le respondí. - asintió compungido, acompañando con un ligero gesto de cabeza - Pero no es por mala voluntad de mi parte, sino que el pedido de Kraine fue algo ... ambiguo ... por decirlo de cierta manera. Fue por eso que me atreví a venir al Eliseé. Por eso y por la protección que me brinda.

Dudo un instante, pero comprendió que ya estaba lanzado:

- ¿Así que Mara tiene una hermana? ¿A qué clan pertenecen?

El liquido es el mismo que el que le había dicho era el remedio del veneno. Tras un par de minutos en los que Sarah sorbía por así decirlo con avidez el hombre la aparta con delicadeza, alza su mano y pasa su lengua por la herida. Unos tensos momentos de silencio pasan en los que aquella bestia interior de Sarah parece más calmada, sigue pidiendo sangre, la mujer nota que tiene sed, una sed como nunca había sentido, pero apagada, aunque solo en parte. Du Pui le observa unos segundos de pie, sin decir nada, aunque su mirada no es severa, parece que esta evaluándola, evaluando que hace.

La mujer parecía divertida con la situación, especialmente cuando Mikael nombra la protección de Kraine, curiosa pregunta:

Protección… ¿de qué? O ¿de quién? aunque en nuestro mundo es probable cualquiera de las dos respuestas…

La serpiente se mueve con parsimonia alrededor de la mujer, descendiendo por la pierna de esta hasta prácticamente tocar el suelo, la llamada condesa no parece inmutarse ante esto y dice:

¿Te llama la atención Mara?... Quizás deberías ir a hablar con ellas a su lugar… Hong Long…

El como dijo aquella palabra en chino denotaba que el idioma materno de la mujer debía ser alguna lengua oriental o al menos la debía dominar perfectamente.

Corrió sin importarle que estuviera el mayordomo, esperaba poder sobrepasarlo. Era mayor, un solo empujón bastaría. Pero no lo consiguió. Rebotó sobre el pecho del hombre y entonces supo que no lo conseguiría de aquella forma.

Se volvió hacia la doctora Ga.

-Si, se que hizo algo pero... pero...-estaba asustada y no lo ocultaba. No perdía de vista aquel brazo, ni a su dueña. Era todo tan irreal...-¿qué es eso?¿cómo...?-le preguntó asustada, mirándola a ella y a su brazo-No... no sé de que habla. Yo.... quiero irme a casa... No diré una palabra de nada, lo prometo, no estoy preparada para...
eso...

¿Qué era eso? No tenía ni idea.

El jadeo animal va controlándose, mi alma se aleja del oscuro pozo al que se ha asomado, aunque la sensación de hambre mezclada con la de vértigo persiste en mi interior.

No sé a ciencia cierta qué acaba de pasar.

Lo sospecho, y lo temo, miro a DuPui que a su vez está observándome, callado. ¿El depredador ronda a su presa, o a su camada? El sabor metálico sigue en mis labios, la herida de la muñeca del mecenas ha desaparecido...

Entrecierro un ojo antes de contestar midiendo divertido mis palabras.

Supongo que para ser de tus hermanas tendría que hacerme el pecho y as piernas con cera, suelto una carcajada que me hace toser después por mis heridas.

Fuera de bromas cuando no estas matando a gente pareces hasta simpatica.

La sonrio abiertamente.

La mujer seguía caminando hacia Nora con pasos tranquilos y seguros mientras iba respondiendo a lo dicho por la chica:

Poder… y habilidad… con mi poder el manipular la carne y el hueso es sencillo, eso que hice es lo más básico… ¿ves mi brazo? Es una leve muestra de algo de ese poder… pero no solo eso, ¿Por qué piensas que no has podido empujarle?... si, su cuerpo es diferente… es mejor, esta mejorado para cumplir con su cometido

Cada vez se acercaba mas y mas, y Nora podía notar como la piel se le ponía de gallina, su cuerpo le decía que era la presencia de esa mujer, su mente decía que no podía ser por eso, tenía que haber algo mas, con una gélida sonrisa dice:

Lo siento… pero ya estás en casa… te creo que no dirás nada… sin embargo, hay algo que debes saber… ¿conoces a Du Pui? Ese viejo y decadente vástago… bien, en estos momentos debe estar envenenando a tu madre… y si es inteligente elegirá vivir… cosa que tu harás

Nora no fue capaz de ver el movimiento de la mujer, fue demasiado rápido, solo sintió un fuerte dolor en el pecho y al mirarse pudo ver como este sangraba, tenía el pecho abierto, sabía que era una herida mortal, sentía como su interior se salía de ella, como la sangre caía a borbotones, lo sabía, sabía que moría y entonces escucha la voz de la doctora:

¿Quieres vivir? Pues bebe

La mujer le ofrece su muñeca la cual emanaba sangre

Aquella habitación parecía diferente, el agradable y tenue olor era ahora fuerte y penetrante, el silencio estaba roto por el sonido de la música de la sala de abajo, era extraño, antes no escuchaba ni sentía esas cosas y ahora sí que lo hacía. Frente a ella Du Pui permanecía en silencio, sus rasgos eran ahora más claros, ¿había encendido alguna luz, o quizás ella veía ahora mejor en la oscuridad? Realmente no lo sabía

Ven… mi chiquilla levántate… estoy seguro que debes estar confundida… toma asiento… dime, ¿Cómo te sientes?

La mujer mira con cierta suspicacia, se lleva la mano al pelo y tras echarlo un poco para atrás dice:

Si estas intentando ligar conmigo… es algo que no te recomiendo demasiado…

En ese momento llegan a la salida, Mara es la primera en salir. El exterior está oscuro como cuando entraron, y la noche se ha ido haciendo aun más fría y húmeda, una pequeña llovizna cae:

Bueno… aquí nos separamos…