Partida Rol por web

- Lo que te pasó, enano. Es que al tocarlo, esta cosa absorbe la vida, y como obviamente todos aquí somos seres vivos, empezó a consumirte hasta el punto de que deseabas suicidarte. Por eso, la única forma de neutralizarlo es ponerle cosas que no estén vivas, como por ejemplo, telas, cuerdas y una mochila. El cual me encargué de hacer eso.

Asiento y añado -Hay que usar algo mucho más poderoso que el fuego para destruirlo jijijiji-

Después añado en Gaet’za -Xhauurik osths xssithá fziu ossht-

-El gnomo es idiota, cuidado con darle información. 

- Resultaría magnánimo si os abstuvierais de usar el idioma Gaet'za para poder compartir las mismas estrategias... y complicidad durante el viaje - digo como de forma distraida, atento a los alrededores.

-noS sonu sacac -le susurro al elfo en élfico y le guiñó el ojo de forma cómplice. 

- Lo que nos dice normalmente Vangh'ish son cosas que puedo categorizar de intrascendentales, pero bueno.

-No os preocupéis mis queridos “Lorfhan”. Lo único que digo en nuestro idioma son cosas solo transcendentales para nuestra especie y me temo que no podemos compartirlas. No obstante puedo enseñarte mis secretos...- comenta Vangh’ish con una sonrisa risueña.

Continuáis hacia el poblado, se hace totalmente de noche justo cuando llegáis. El pueblo es de un tamaño considerable, cuenta con una empalizada que seguramente se usa para mantener a los animales a raya, no sirve de mucho para proteger al sitio de un asalto. En la entrada tiene un puesto de vigilancia; unos guardias que están en el interior os miran fijamente, intentando discernir que sois y cuantos, ya que la luz de la antorcha de Krieg no os ilumina a todos. A su lado se encuentra un estandarte que reconocéis como el de Leidreran.

Podéis ver la calle principal desde la entrada al lugar.

Todo está tranquilo, no hay mucho movimiento ni ruido en la calle salvo lo que parece ser una taberna un poco más adelante y los guardias patrullando.

Yo trato de ocultarme de su vista por si las moscas, aprovechando la poca luz.

-¡Oh! Mirad una posada. Por fin podré darme un baño y...- corto la frase y miro a Norick, una sonrisa maquiavélica aparece en mi cara y empiezo a salivar.

Me dirijo a la posada y entro directamente.

Pasais por delante de los guardias, que os miran fijamente, evaluándoos. Estos solo abren la boca para deciros lo siguiente. - "Este es un pueblo tranquilo, comportaos u os arrepentiréis." - Dicen mientras miran a los lagartos de mala manera y os adentráis sin problemas al interior de la ciudad.

Buscáis la primera taberna que hay y os metéis dentro.

El ambiente está muy animado, veis una gran cantidad de soldados de Leidreran bebiendo, gritando y haciendo pulsos. La taberna no es nada del otro mundo, la única peculiaridad es que es bastante grande.

- En la entrada al pueblo fueron suspicaces. Deberíamos hablar el enano y yo - me dirijo a la barra de la taberna a preguntar.

Sigo a Tánathil hasta llegar a la barra, mientras miro disimuladamente el resto de la taberna, buscando a alguien que nos este prestando demasiada atencion, o si se ve al gnoll que nos atacó

Tánathil se acerca a la barra mientras Krieg le sigue mirando paranoico a todos lados por si ve al gnoll, que no logra encontrarlo si es que está allí.

El tabernero se acerca a vosotros y os atiende.

"¿Qué va a ser?"

- Cena y alojamiento para siete por favor: dos empleados que dormirán con sus maestros y una montura. - digo con una sonrisa amable - Hay ambiente de victoria por lo que parece.

"Marchando, mandaré a uno de los chicos para que se ocupe del caballo." - Dice para acto seguido dar unos gritos en dirección a la cocina para que os vayan preparando un menú.

"Si, bueno... victoria para ellos. Es lo que hay." - Contesta el tabernero con una cara larga, obviamente no le gusta que Leidreran haya ganado. - "Serán 38 monedas de plata, todo incluido."

- Así son los fatídicos días de guerra. Bien, pagamos ahora. - pago de mi bolsa de dinero. Será conveniente que el montante que llevamos no se vea en esta sala llena de gente. Miro al enano - Después haremos cuentas.

-Esta bien, vamos a acomodarnos.- pero antes de irme le pregunto al tabernero-No tendra un patio desocupado detras de su posada?