Observas la espada detenidamente.
Las letras son encantamientos escritos en un idioma desconocido, no tienes ni idea de que pueden ser. Lo que si notas son otras pequeñas marcas que reconoces y que te dan un dato interesante: Las runas solo se activan cuando el dueño empuña la espada.
Motivo: Con. mágico
Tirada: 3d6
Resultado: 10 [3, 4, 3]
Motivo: Con. oculto
Tirada: 3d6
Resultado: 11 [3, 5, 3]
Vangh’ish se empieza a reír como un loco.
-No seria la primera vez que entro a una ciudad desnudo...Lo solía hacer mucho en la adolescencia- comenta risueñamente mientras se estira. Incluso durmiendo al raso parece que Vangh se siente como nuevo.
Mira a Lestar fijamente -No hables de esto. No me gusta que sepan que tengo entre las piernas...No necesito comer nada, cuanto antes salgamos antes puedo maquillarme y ponerme mona de nuevo-
- Me la impresión de que cualquier magia que contenga esta espada solo responde a su dueño. Quizá podamos realizar un intercambio con ella. Encargáos de guardarla o si sabéis, de usarla.
Le explico a Orphen el reciente hallazgo.
No tienes ni idea de qué es el líquido.
Motivo: Degustar
Tirada: 3d6
Resultado: 4 [1, 2, 1]
Marcháis hacia el pueblo. Tardáis unos 20 minutos pero finalmente llegáis a las puertas de Gratar. Antes de aproximarse a la entrada, Vangh intenta cubrirse todo lo posible con la sabana y Nezo se pega a su espalda con el mismo fin, haciendo una especie de cucharita. Los guardias salen de su puesto de guardia extrañados al ver a Vangh y Nezo desnudos con un gnomo al lado.
Sin dejarles hablar, Nezo les dice lo siguiente.
"¡Saludos! Unos bandidos nos asaltaron la noche pasada, nos dejaron solo con una sábana, como veis. Por suerte este bondadoso gnomo nos ha ayudado a llegar a vuestra ciudad. ¿Podemos pasar para que este buen señor nos compre algo de ropa?"
"Lo que me contáis es muy extraño, vuestro murciélago gigante puede ser muchas cosas... ninguna buena. Dudo que hayan sobrevivido, además de que esa cosa no debería volver, supongo que la zona está repleta de guardias. Descansad, mañana os buscaré en Gratar, será fácil encontraros."
Si no tenéis nada más que contarle, Orfen corta la comunicación.
Asiento en silencio mientras me acaricio el bigotillo, algo nervioso. No sé mentir, por lo que no abriré la boca.
- Date prisa y no esperes a mañana Orphen.
"Voy... estoy allí en diez minutos, voy a coger mi equipo de investigación."
El espejo deja de funcionar; se ha cortado la comunicación.
Propongo esperar a mis compañeros.
Vangh’ish se arranca una de sus turmalinas que tiene en su colmillo derecho. Y se la da al guardia.
-Esto es de lo poco que no me quitaron esos bandidos, puedes quedártelo y venderlo muy bien.Espero que esto ayude a que nos dejéis pasar.
Motivo: Mentir
Tirada: 3d6
Resultado: 9 [1, 2, 6]
1 carat de turmalina son como unos 1000 euros. La piedra que le da Vangh es como 0.20 carat, asique no se muy bien que precio darle aquí.
Vangh saca lo que parece ser la última joya que tiene en los dientes y se la da a uno de los guardias. Este alza la gema y mira como brilla al Sol.
"Si, si... pasad." - Veis sus ojos llenos de codicia mientras observa la pequeña piedra.
Decidís esperar pues no teníais mucho más que hacer, dejáis la puerta abierta y observáis el pasillo esperando su llegada. Tras no mucho tiempo, Orfen llega corriendo y entra a la habitación, bajo su axila trae un cofre.
"No tengo mucho tiempo, enseñadme el libro."
Sin demora, Vel se descuelga la mochila y deja caer el libro en una mesa. La máscara ocre abre el cofre y empieza a sacar todo tipo de artefactos con los que va a inspeccionar el tomo.
Con mucho cuidado quita la tela y observa el libro. Notáis que su apariencia ha cambiado, ya no tiene los símbolos.
"Bien... veamos." - Con diversas herramientas, Orfen intenta encontrar algun tipo de magia o algo sobrenatural, pero no encuentra nada.
"Esto es inofensivo, no tiene nada. Mirad." - Veis como Orfen se quita sus guantes y toca en libro con las manos desnudas. - "Incluso me atrevería a decir que está con las páginas en blanco." - Y tras expresar su opinion lo abre. Todas las páginas estan en blanco.
"Os la han jugado, este libro no tiene magia. No digo que seais unos mentirosos... a lo mejor os han hecho el cambiazo."
Orfen se levanta y empieza a guardar sus instrumentos mágicos.
"Aun así esta bien que me llaméis para estas cosas, nunca se sabe que puede ocurrir. Me tengo que ir antes de que los jueces me pillen. Recordad, seguimos en contacto por el espejo, hablaremos mañana sobre vuestros compañeros y el murciélago. De verdad que no puedo quedarme más tiempo."
Con la misma prisa con la que vino, Orfen se fue.
Os encontráis cansados por lo sucedido; la adredalina ya ha bajado y os entra el sueño. No tardaréis mucho en ir a dormir.
Entráis a la aldea sin mucho problema. Los aldeanos os miran muy extrañados y obligan a los niños a volver a sus casas. Escucháis comentarios dirigidos a Vangh y al tabaxi llamándoles pervertidos y degenerados, pero no os impiden continuar. Por el camino a la taberna Nezo os habla.
"Supongo que el enano y el elfo son de vuestro grupo. ¿Cuál lleva el libro?"
-Que nos esté mirando la gente y diciéndonos cosas me esta poniendo a tono...¿A ti no?- comenta Vangh risueño.
-El libro lo tiene uno de mis subordinados. Es un lagarto también, cuando los encontremos lo tendrás.
-Creo que dijeron que lo llevaba Vel. No es ninguno de los dos, es otro gaet'za.
Miro a Van y sonrío.
-Si queréis os dejo un rato para intimar.
Toco el libro y lo hojeo.
- ¿La entidad se ha marchado?
Tánathil coge el libro y no pasa nada. Lo abre con cuidado y el resultado es el mismo; todo en blanco.
- ¿Parece que no hace nada? - digo pensativo - Y parece ser el mismo. No podemos descartar la opción de que haya un demonio encarnado o que nuestros compañeros sufran una posesión demoníaca cuando nos encontremos con ellos.
- Vayamos a dormir.
Mirando al kobold.
- Puedes dormir en mi habitación si así te sientes más seguro hasta que vuelva.