Partida Rol por web

Das un gran salto y consigues agarrarte a una raíces que estaban en la pared del estrecho túnel vertical. Gracias a eso puedes subir un poco y evitar al kreros que te iba a atacar. Escuchas como arriba siguen con el combate.

Abajo escuchas a Acharl luchar.

Ves como Nerbar da un gran salto y se vuelve a meter al túnel por el que ha caído, salvandose del posible ataque del kreros que tenía al lado y dejándote solo contra dos de esos monstruos, que te miran hambrientos.

Estos van a por ti sin piedad; uno de ellos te muerde con mucha fuerza en la pierna intentando desequilibrarte y el otro dirige un zarpazo a tu pecho. Pero tu experiencia en combate te permite no perder el equilibrio. Respondes con un fuerte hachazo en el lomo del kreros que te agarra de la pierna. El golpe ha sido lo suficientemente fuerte como para que te suelte.

-Bajaré

Le digo al soldado, no sin antes asomarme por uno de los agujeros, tratando de ver en su interior. Luego, agarro la soga y espero a su señal para bajar

Estás es una angosta especie de cueva, tus dos metros aquí te estorban más que ayudan. Los suelos, techos y paredes son de tierra junto con piedras, raices... También ves 5 cadáveres de kreros por la zona, algunos degollados, otros con agujeros en la cabeza debido a algo puntiagudo que les ha atravesado el cráneo. Es una madriguera, ves huesos por todos lados, parece ser que viven allí. El olor es nauseabundo.

Busco una posición cómoda dentro de lo que cabe y ataco a la bestia herida.

-¡Venid a por mi! ¡Venid a por mí, hijoz de puta! ¡¡¡Nerbar, cuando terminez de zubir me vendría bien una ayudita!!!

Sigues subiendo unos cuantos metros hasta finalmente salir a la superficie. Arriba ya no hay enemigos, ves a Fausto encima de unas rocas fumando de su pipa mientras Xsii y Azoriam están sujetando una cuerda que baja por uno de los agujeros.

Nerbar sale del agujero por el que cayó, bastante herido. Xsii se acerca a ayudar a Azoriam a sujetar la cuerda y Crispado echa un vistazo por el orificio antes de bajar. Sin dudar, baja rápidamente por la cuerda.

Azoriam ve como Nerbar aparece y mientras se levanta, le grita.

"¡Sí puedes sujetar la cuerda ven aquí! ¡Voy a bajar también!"

El kreros al que atacaste intenta devolver el golpe, pero el hachazo le ha debilitado y no logra alcanzarte. Sin embargo el segundo kreros si que consigue alcanzarte con sus garras.

Diriges otro hachazo a la criatura ya herida, esta se retira y mira hacia otro agujero; Crispado está bajando por él.

Miras por el agujero, son unos 5 o 6 metros, no se ve mucho desde tu perspectiva por lo que agarras la cuerda y bajas por ella.

Una vez abajo ves a Acharl luchando contra dos kreros, aunque uno de ellos se ha girado para enfrentarse a ti.

Estás es una angosta especie de cueva. Los suelos, techos y paredes son de tierra junto con piedras, raices... También ves 5 cadáveres de kreros por la zona, algunos degollados, otros con agujeros en la cabeza debido a algo puntiagudo que les ha atravesado el cráneo. Es una madriguera, ves huesos por todos lados, parece ser que viven allí. El olor es nauseabundo.

Ataco al kreros que me da la espalda con mi hacha, tratando de rematarlo.

- ¡Había al menos uno en este! Acharl está abajo. - voy a ayudar en lo que me pidan.

Nerbar sustituye a Azoriam en la cuerda. El caballero baja por la abertura para dar apoyo a los que se encuentran abajo.

Viendo lo herido que esta Archarl y que un kreros está atento a mi, trato de dirigirme al otro y degollarlo con mis garras

Crispado intenta ir a por el kreros que no está fijándose en él, pero el espacio es tan pequeño que no puede evitar pasar cerca del animal que se fija en él. El kreros aprovecha y le ataca al pasar por su lado, Crispado recibe un doloroso arañazo por la espalda, pero finalmente llega al otro kreros que está a punto de atacar a Acharl y le ataca con sus garras, haciendo un daño insignificante.

Las bestias vuelven a la carga; esta vez las dos se fijan en Acharl, que es el más peligroso. El insignificante ataque de Crispado ha hecho que le den más atención a su otro compañero.

Ambos atacan a Acharl con sus garras. Después de los terribles golpes, la enorme figura con armadura cae al suelo, inconsciente.

Las dos bestias empiezan a rodearte. Estás solo, en el terreno que esas criaturas dominan. No tienes ninguna oportunidad contra los kreros.

Como si fuese un salvador enviado por Yao Shu, Azoriam baja por la cuerda y saca sus dos espadas, apuntándolas hacia las bestias. Los kreros parecen aterrorizados por la figura del guardia de Yzravil, su reacción es correr por un estrecho agujero de la pared más próxima.

-Gracias amigo, pero seguro que prefieres salir de aqui tambien. Me ayudas a moverlo?

Digo señalando al caido Archarl. Luego me acerco para clmprobar su condición

Escucháis ruidos de batalla cuando baja Azoriam y después silencio.

Al cabo de un minuto, algo tira levemente de la cuerda. Escucháis como el caballero de Yzravil os habla.

"¡Subid a Kythos!"

Sin dudar, Xsii y Nerbar tiran de la cuerda, sacando a Kythos de ahí. Después volvéis a bajar la cuerda y esta vez subís a Acharl, que está inconsciente y cubierto de sangre, tanto suya como de las bestias que acabáis de matar.

Todos estáis arriba.

Azoriam te ayuda a mover a Acharl. Por el camino encontráis a Kythos, que también está inconsciente y malherido en el suelo.

Acharl sigue vivo, pero no sabes si necesita ayuda médica inmediata o puede aguantar algo más.

Subís a vuestros compañeros arriba y después lo hacéis vosotros.

Todos estáis arriba.

Una vez arriba, observais a Kythos y Acharl, que están inconscientes y heridos. Su respiración es leve. Habéis dejado sus mochilas y armas al lado para que no estorben.

Azoriam saca de su mochila un ungüento curativo; os pide que le ayudéis a aplicárselos a vuestros compañeros, en concreto Acharl, ya que hay que quitarle la armadura.

-Alguien sabe?

Pregunto a todos. Si nadie esta dispuesto, empiezo a ayudarlo