Partida Rol por web

La canción de Taurir parece tener un efecto relajante en Otto y en todos. Cierra los ojos y se mece al ritmo del elfo, casi llorando. Cuando termina, agacha la cabeza hacia Morphilind.

- Gracias, hijo de las estrellas. Nunca había escuchado algo así.- Cierra los ojos de nuevo e intenta concentrarse. Parece más tranquilo que antes.- Sí... Los hombres del Salón del Bosque y de Rhosgobel no somos sus amigos... Pero Radagast sí. Y aunque ayudaron en la Batalla de los Cinco Ejércitos, mi gente y ellos nunca se llevaron bien, pues robaban nuestro ganado, y nosotros les heríamos con nuestras flechas. Pero yo sé, siempre lo he sabido, que esas criaturas son nobles y hermosas; nunca supuse que pudieran... La criatura que me atacó y me robó la lámpara... Era una Gran Águila, de color negro y con un ala blanca. La seguí hasta llegar a unas ruinas, pero estaba infestado de orcos.

Cuando el hobbit le habla, hace un gesto de esfuerzo, intentando recordar.

- No estoy seguro... Lo vi de lejos, y le rodeaba la oscuridad, y yo estaba ocupado en salir vivo de la lucha. Pero puedo afirmar algunas cosas, sí. Portaba una armadura negra, y era alto. Llevaba una lanza en la mano izquierda, una vara afilada y terrible; y su mano derecha cargaba un escudo. Despedía un terrible frío. Supongo que los orcos le seguían, pues era la más maligna de las criaturas. Y dijo algo, en una lengua que no conozco; si no recuerdo mal, era algo parecido a "Ubk naiul zhadak"; y algunos orcos abandonaron la lucha para lanzarse sobre la caravana, desparramando el contenido. No podría describir cómo era esa voz, lo siento.

Lanetar ha estado bastante absorto en si mismo en las ultimas horas. se observa el bendaje del pecho de manera repetida. Está claro que el ser herido no es algo a lo que esté acostumbrado el trotamundos. Sin embargo las horas de descanso y calma en la zona le han reanimado, y ahora ha escuchado el intercambio de conversacion de sus compañeros con atencion. Viendo que la conversación se torna sombría y que el terror parece volver a apretar el pecho de Otto (y de varios de sus compañeros por extensión) decide intervenir antes de que el caso pase a peores consecuencias 

¿Compañeros! Inquietantes son las noticias que nos traes, Maese Otto, peor no temas! Como ya ha demostrado este grupo el buen hacer de guerreros como ellos y el compañerismo que se va creando entre nosotros nos puede llevar lejos! Aciaga es la hora en que una aguila gigante decide aliarse con la sombra, peor estas nobles criaturas de Manwe seguro que siguen protegiendo los pasos de montaña de la Sombra, y estoy convencido de que con la fuerza de la luz podremos lidiar con bichos como ese. que será grande, peor es un pájaro al fin y al cabo. ¡Recordad que la sombra y el frío desaparecen con el sol!

Las palabras de Otto no hacen otra cosa que confirmar una sospecha que llevo tiempo albergando… Una Gran Águila es la respuesta ms obvia a la ausencia de pájaros…  Con todo me niego a aceptar que un hijo de Manwe pueda estar colaborando con el Enemigo, aunque es bien cierto que la sombra crece con facilidad en los corazones de los hombres, incluso algunas veces en el corazón de los primeros nacidos, así que seguramente también podría cautivar el corazón de una Gran Águila.

Pero es pronto aún para sacar conclusiones… puede que el Gran Águila haya arrebatado la lámpara a Otto para salvarle así la vida, ya que parece ser que ese objeto es deseado por los orcos y el extraño espectro…  

Lo que me queda meridianamente claro es que la lámpara no es solo un objeto sentimental, sino que debe tratarse de algún artefacto u objeto mágico. Intento hacer memoria recordando algún libro que haya leído u historia que haya oído que pudiera encajar con esta extraña lámpara.

Por mi parte creo que deberíamos pasar la noche en este lugar y mañana por la mañana retomar nuestra búsqueda.

Que un Gran Águila trabaje junto a los orcos es algo inaudito; pero podría haber sido engañada. Te llama la atención, también, lo que ha dicho: negra y con un ala blanca. Eso es extraño, pues todas las águilas que has visto en tu vida tenían el color de sus plumas homogéneo. ¿Qué puede significar eso?

A muchas leguas al sudeste, más allá de los Salones del Rey Thranduil, pero sin salir de las hojas del bosque de tu gente, hay un elfo viejo, más mayor incluso que Thranduil, quizá el más venerable que conoces. Nunca le has visto en persona, crees, pero sabes que es un hacedor de lámparas y que suyas son las lámparas que iluminan el Reino de los Elfos del Bosque Negro. Desconoces algo sobre la Lámpara Esmeralda, pero quizá Ormal sepa algo.

Otto asiente con la cabeza a las palabras de Lanetar.

- Que las Águilas sigan vigilando los pasos de Montaña, francamente, me trae sin cuidado. Aquel monstruo (pues ese es el nombre que le voy a dar) me arrebató la lámpara. La seguí durante horas y me llevó a unas ruinas, no muy lejos de aquí. En ellas estaban los orcos; fue cuando empezaron a cazarme.

Levanto la cabeza   por que por fin ha dicho algo que atrae mi atención . O sea que sabes donde esta el enemigo  y donde esta la lampara ?Bien , eso simplifica las cosas  nos evita andar dando vueltas buscando a nuestra presa ..Podremos vengar a tus compañeros caídos , matar orcos y recuperar el tesoro ..

Dejo el hacha sobre las rodilla y empiezo a pasar la piedra de afilar para arreglar un par de muescas del ultimo combate .Seria tontería ir de noche  , así que descansemos ,pero si vamos con el amanecer  podemos temer alguna ventaja con los orcos  si conseguimos evitar que esa águila monstruosa nos detecte ..

- Sí, sé donde se reúnen las viles criaturas. Pero no puedo viajar allá ahora, en este estado; mi vientre está herido, mis músculos cansado, mi corazón derrotado. No podría hacer ese viaje, no ahora; necesito descansar.

Otto os observa, como midiéndoos.

- ¿Iréis a las ruinas en busca de la lámpara? ¿O la daréis por perdida y volveréis a casa?

Lanetar sonrie entre dientes. Iremos. Al menos yo iré y creo que mis compañeros tambien. Lanetar os mira. En sus ojos veis entre la determinación y la súplica de que no le dejeis en ridiculo ahora. Nos han contratado para esto. El problema es  mayor de lo que esperábamos, y el contratista tendrá que dar algunas o muchas explicaciones, pero nos hemos comprometido a ello.

¿Cuantos orcos crees que hay en la zona? ¿Crees que estan en liga con el pájaro o lo estaban siguiendo tambien ellos? Y el espectro? 

- Si Rickard hubiera creído que íbamos a encontrar esta clase de resistencia, posiblemente habría enviado más gente o habría pedido más secreto en esta empresa.- Dice, sentándose y apoyándose en un árbol. Parece cansado.- No llegué a ver cuantos orcos eran exactamente, pero en el lago nos atacaron más de dos docenas. Y mientras me ocultaba de ellos, conté más de treinta. No podréis ganarles en un asalto frontal, si queréis atacar.- Cierra los ojos un segundo, e intenta concentrarse. Está claro que intenta recordar más detalles del ataque.- El guerrero de la negra armadura lideraba a los orcos, eso seguro. Y el ave... Ignoro si es su aliado, pero desde luego viajó al mismo sitio donde estaban. Demasiada casualidad.

Cuanto más escucho, más intranquilo me siento. 30 orcos parece que se repite en mi mente una y otra vez.

Cuando mis compañeros terminan de hablar tomo la palabra. -Parece que una promesa nos ata para finalizar esta empresa pero con los datos que nos está dando Otto esto parece casi un suicidio. Mi gente tiene la capacidad de pasar desapercibida y podría escabullirme en su guarida pero estoy herido al igual que la mayoría de vosotros. Si ya sabemos donde está la maldita lámpara tal vez deberíamos esperar a estar un poco más hasta estar recuperados de nuestras lesiones. Suspiro profundamente. -Otra cosa, ¿alguno de vosotros ha escuchado alguna leyenda sobre algún tipo de ave qué pueda crecer tanto qué rivalice en tamaño con un águila?

Existe una criatura que vive en la espesura de Corazón del Bosque Negro. Son como águilas, más pequeñas y malignas, que roban comida a los Hombres del Bosque y pueden atacar a un hombre armado (o a un grupo de ellos). Se llaman Sombralcones, y a pesar de su espectacular nombre no son más que una alimaña aérea.

- No me suena haberr escuchado nunca de un águila gigante negrra – comenté mientras recordaba las historias que me contaba mi abuelo sobre ellas. De hecho, desde casa podía ver el nido de aquel gran animal. – Crreo que se trrata de otrro tipo de crriaturra. - Me rasco la cabeza mientras pienso en alguna otra especie que pueda rivalizar con el tamaño de semejante animal.

- Lo unico que se me ocurre son los sombrralcones. Unas aves que se dedican a rrobarr alimentos y demás a cualquierra que vean, aunque no deberrian ser mucho más grrandes que una alimaña. No crreo que puedan crrecerr tanto como parra rribalizarr con un aguila gigante.

No me suena haber oido historias de águilas negras. A Lanetar le bruillan los ojos. Quizá es una nueva historia que contar, una que nadie ha narrado aun! Eso seria fantástico! Está claro que el viajero tiene muy buena predisposicion para con el peligro cuando hay nuevas huistorias implicadas.

Desde luego, ir cuando calienta el sol es mucha mejor idea que acercanos a los siervos de la oscuridad de noche. Su numero me inquieta. Gracias maese elfo, estoy seguro que tus habilidades podrán darnos informacion util sobre qué es a lo que nos enfrentamos realmente.

Que nuestros enemigos sean tan numerosos me inquieta pero un águila malvada acechandonos desde lo alto de una roca me aterra. Pienso en todo lo que nos ha dicho Otto y puede que no sea un águila, hay más seres que surcan los cielos y no son benignos con los hombres ni con los hobbits.
Voy recordando un cuento que escuché en mi infancia sobre unos pajarracos negros hasta que escucho a Bearum dar forma con palabras a mis pensamientos.
-Yo también he oido historias sobre esos bichos, lo único que no me cuadra es el tema del tamaño Me quedo un rato pensando en ese tema y luego le pregunto a Otto. -Amigo mio, puede que lo que te atacó desde el aire no fuera un ave sino varias y de esa forma pareciera más grande, si no la otra alternativa es menos halagueña, que sea un sombralcon enorme pero eso nos llevaría a otro dilema ¿ha crecido hasta ese tamaño de forma natural o alguién usando metodos oscuros ha hecho que adquiera una talla antinatural para esa especie?

¿Un águila negra gigante  o sombrahalcones  que han crecido demasiado ?Pregunto incrédulo mientras me rasco perplejo la barbilla .Como si no fuera bastante con la cantidad de orcos que tenemos entre la lampara  y nosotros , sin mencionar a su misterioso y tenebroso líder .

El grupo parece algo desanimado pero al menos parece que tienen la actitud correcta  y no están dispuesto a rendirse .Irnos con las manos vacías esta completamente descartado, nos hemos comprometido y no pienso romper mi palabra por culpa de unos sucios orcos .Otra cosa es que nos lancemos al combate con la cabeza agachada y sin pensar , quizás cuando examinemos el lugar encontremos alguna senda oculta que nos lleve a las ruinas sin ser detectados .Ademas eran unos 30 orcos  pero hemos eliminado a algunos  y nadie nos asegura que no se hayan  dispersado  ....¿quien sabe ?.Habrá que investigar 

El cielo anaranjado del atardecer deja pasar a un turquesa oscuro, y luego al negro. Solo a través de una pequeña hoguera mantenéis la oscuridad a raya, pues nubes cada vez más densas flotan por encima de las colinas y los árboles alrededor de la charca. Marcáis los turnos de guardia, y esa noche dormís tranquilos y, casi, cómodos.

El amanecer llega y Taurir despierta al resto. Otto os dibuja un pequeño plano en un trozo de papel que Lanetar guardaba. Si salís pronto, estimáis que llegaréis poco antes del atardecer.

- Pero viajad aprisa.- Os avisa Otto.- El camino no cubre árboles y podréis ver a cualquier ave espía a millas a distancia. Sin embargo, los orcos estarán guardando los senderos y caminos de la ruina. Yo guardaré el campamento acá.

Colocáis mantas y petates en vuestros hombros, y al romper la primera luz, salís de la charca, dejando a Otto atrás, esta vez con un objetivo más claro que antes. El temor y la decisión se arremolinan en vuestro pecho al mismo tiempo. Enfiláis el camino en un día de cielo gris. El mundo huele a tierra húmeda y a rocas antiguas.

Es el 22 de septiembre del año 2946, el décimo día desde que salisteis de Valle.

Vuestro rubio y casi loco compañero no permanece ocioso. El resto del día, Otto se dedica a fortificar la zona: llena la pendiente de estacas en cuarenta grados para impedir el paso a enemigos, crea un pequeño refugio en el extremo oeste de la charca y caza algunos conejos y ranas que pasan por la charca. Y ruega en la oscuridad porque ningún lobo venga a la charca a beber agua.