Partida Rol por web

El aprendiz de ajedrecista

EL TABLERO - nave de descenso "La Saltarina"

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19/10/2012, 19:23
Walter Sabatini

Cuando todos han llegado al puente, comprueban que la teniente Lyle está a los mandos junto con los artilleros Estrada y Kifimbo, mientras que Sabatini está de pie delante de la mesa holográfica de la computadora de batalla.

- Bien, ha sido un salto limpio -dice con gesto serio-. Hemos dejado a la Sigilosa, o como quiera se se llame realmente esa nave de salto, recargando las baterías en su posición. Nos han informado de que el punto de salto será estable durante nueve días más, pero no se la van a jugar: en cuanto carguen sus baterías, en ciento ochenta y cinco horas, saltarán al sistema Stantsiya, de nuevo a un punto pirata para pasar desapercibidos. Con o sin nosotros. Al parecer es al acuerdo al que habrán llegado con el contratista. Pero bueno, -hace un gesto con la mano para restarle importancia a ese hecho- eso no nos incumbe. Nuestro trabajo es llegar al planeta, atacar sus defensas, amenazarles convincentemente para que nos paguen un rescate y volver a tiempo para largarnos del sistema por dónde hemos venido.

Comienza a manipular la computadora de batalla y en la mesa holográfica aparece una representación del sistema con la nave de salto y La Saltarina destacadas en el espacio y una ruta de aproximación al planeta desde la posición de la nave.

- Dado que emplearemos en el tránsito de ida y vuelta unas noventa horas, tienen ustedes noventa y cinco horas ahí abajo para conseguir nuestro objetivo -dice señalando el planeta-. Repasemos una vez más el plan que habíamos diseñado por si hay que tomar alguna decisión al respecto.

Con unos nuevos comandos introducidos en la computadora, el planeta va ampliándose y centrándose sobre la mesa mientras gira para mostrar el hemisferio donde están situadas las colonias, que se ven señaladas en el mapa en un terreno cada vez más detallado y preciso conforme se amplia.

- Petrakis, Halcón, lanzará su caza cuando lleguemos a la órbita y permanecerá a la espera de instrucciones y en silencio mientras realizamos la entrada en la atmósfera. Primero atacaremos por sorpresa el cuartel avanzado en la Planicie de Andrómeda. Para ello, penetraremos en la atmósfera por las antípodas -la ruta aparece mientras va hablando- y volaremos cerca del terreno para evitar el radar. No detectamos de momento actividad de satélites de rastreo orbitando el planeta, por lo que creo factible llegar a las inmediaciones del cuartel sin ser detectados. Una vez allí, desembarcará el pelotón de Nagato, Cobra, la lanza de ataque y su personal técnico, que se organizará a las órdenes de Lewonsky, Ballena, -al decir esto levanta la mirada hacia el técnico para comprobar que le ha quedado claro-. Nagato, Cobra, y sus hombres comenzarán de inmediato a cubrir los aproximádamente treinta kilómetros que separan el acuartelamiento de la depresión en la que aterrizaremos, para comprobar si los datos de inteligencia previos siguen siendo vigentes o hay alguna sorpresa. Mientras tanto la nave llevará al señor Roark, Hurón, a las inmediaciones de Khon Kaen, donde realizará la labor de inteligencia en el espaciopuerto, la base militar y la ciudad misma. Luego la nave volverá a la órbita junto al Halcón y se situará en el límite del horizonte, para permitir las comunicaciones con la superficie sin estar demasiado expuestos a ser detectados por los radares de la guarnición o el espaciopuerto.

Ahora mira a todos haciendo una pausa en la exposición, para resaltar lo que va a decir.

- En todo momento se mantendrá silencio de radio hasta que comience el ataque. Si se abre una comunicación de radio en este punto de la misión será indicativo de una emergencia y seguramente habrá que cambiar el plan sobre la marcha. Debemos suponer que la guarnición tendrá escáneres de radio que podrían detectar nuestras transmisiones. Aunque solo detecten los pitidos digitales codificados y no puedan saber inicialmente qué decimos, sabrán que hay alguien ahí fuera acechándoles y se pondrán en alerta o cómo mínimo mandarán patrullas aéreas que nos detectarían. Cobra y Hurón nos darán sus indicaciones usando símplemente pulsaciones del comunicador... como una especie de código morse. Dos pulsaciones seguidas nos indicarán que es Hurón el que comunica. Cuatro pulsaciones seguidas nos indicarán que es Cobra el que nos va a dar las novedades. Usarán seis pulsaciones para indicar que la fuerza enemiga está tal como los informes previos habían dicho y la misión puede continuar. Usarán ocho pulsaciones si detectan que es una trampa y hay fuerzas considerables emboscadas que aconsejen una retirada. Una vez que la guarnición se ponga en alerta, podremos usar libremente las comunicaciones.

Tras comprobar que todos los presentes lo tienen claro, continúa indicando sobre la mesa.

- Cuando Hurón y Cobra indiquen que las fuerzas enemigas son más o menos tal como nos han dicho, la lanza de ataque avanzará sobre el cuartel y comenzará su asalto. Llegarán en aproximadamente cuarenta y cinco o cincuenta minutos, pero es previsible que los detecten bastante antes de que lleguen. Será el momento de dar las órdenes oportunas concretas por radio, como que el Halcón -dice mirando a Petrakis- se precipite sobre su presa o el pelotón de Nagato apoye el ataque con sus hombres -y se vuelve ahora sobre el oriental para comprobar si tiene algo que decir al respecto-. Una vez controlado el cuartel, será el momento de que volvamos a reentrar en la atmósfera para recoger a Ballena y los técnicos y aterrizar en el cuartel. Embarcaremos todos y desde allí nos moveremos a las inmediaciones de Kaen Prime donde estableceremos nuestra base de operaciones definitiva y procederemos a contactar con la ciudad y establecer nuestros términos, de lo cual se encargará Hiena -dice mirando a Kirkpatrick-. Hurón se incorporará en ese momento al equipo o seguirá trabajando infiltrado, según se crea conveniente. Calculo que tendremos al menos un día y medio desde ese momento hasta que tengamos que despegar para volver a la Sigilosa.

Se cruza de brazos finalmente, mirando a los presentes y echándo una ojeada por encima de su hombro a la teniente Lyle para incluirla en la pregunta:

- ¿Todo claro?, ¿alguna cuestión que plantear?. Tenemos casi dos días para tomar decisiones hasta que lleguemos al planeta. Hay tiempo de depurar cualquier cosa si fuera necesario...

Notas de juego

Último trámite antes de cambiar de escena y empiece el baile...

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21/10/2012, 19:32
Stephanos Petrakis "Hades"

Petrakis, aún con el aparatoso traje de vuelo puesto pero sin el casco, mira al Capitán alzando un dedo como pidiendo la palabra.

- ¿Por qué no se me avisó con más antelación? No costaba nada decirme "Oye Stephanos, cuando vayamos a entrar en el sistema quiero que estés en tu puesto de combate". Creo que no era necesario que pareciera que ibamos a morir en cualquier momento. -dice algo molesto, pero sin alzar la voz, imitando los gestos y la forma de hablar de Sabatini sin hacerlo con desprecio ni mofa, mientras señala a una de las mamparas de la nave, queriendo indicar el exterior.- Joder, que vengo sudando. Bueno, con respecto al plan, yo no tengo más objeciones.

Stephanos observa la reacción de Sabatini y de Lyle de reojo, intentando adivinar qué ha sucedido.

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21/10/2012, 21:29
Walter Sabatini

Sabatini mira de reojo a la primer oficial, que muestra una máscara impasible, sin mover un músculo.

- Bueno, ha sido una decisión de última hora y alguien habrá olvidado avisaros a ti y a tu equipo... -y reprime una sonrisa moviendo la lengua al interior de la mejilla derecha-.

Tras una última mirada a todos antes de dar por zanjada la cuestión, da una palmada y agita las manos echándolos del puente.

- Bien, bien, vamos, todos tenemos cosas que hacer, cada uno a sus tareas.

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22/10/2012, 16:28
Vega Polaris

Cerró los ojos y sujetó firmemente la mochila contra su vientre. Mantuvo los ojos cerrados por mucho tiempo y sólo los abrió cuando comenzó a escuchar movimiento en las literas. Se sintió un poco avergonzada al verse aferrada a la mochila, con el chaleco puesto y con todas las armas preparadas, delante de todos sus compañeros que ya se dirigían al puente. Evitando las miradas del resto, se quitó el cinturón y siguió a la multitud. Había generado tanta adrenalina que ahora se sentía algo mareada e iba de un lado a otro por los pasillos. Mirándolo por el lado bueno, esta vez, no sentía las molestas náuseas, que le sorprendían tras cada salto. Al parecer se estaba acostumbrando a ellas.

Puso máxima atención a las últimas directrices del plan. No pudo evitar reirse cuando Sabatini llamó por su apodo a Tom -Joder, no es momento para risas, Vega- se riñó así misma. Cuando terminó la reunión, se dirigió hacia Tom y Jason para repasar el plan tranquilamente con ellos. Realmente, buscaba alguno de esos peligrosos consejos que Jason le solía dar, pero que sin duda alguna, le infundaban el valor que necesitaba.

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23/10/2012, 08:24
Tom Lewonsky

Tras pasar el salto en su cama, esta vez no lo pasó tan mal como la anterior..

Así, algo más lúcido y con adrenalina comezando a surcar sus vasos se atrevió a preguntar.

Señor Sabatini, ¿a qué distancia estaremos nosotros los técnicos del ajo y cómo nos moveremos? Dijo pensando que una caminata era lo último que le apetecería...

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23/10/2012, 10:10
Walter Sabatini

Sabatini echa una mirada impaciente a Lewonsky antes de contestar...

- Tal como hemos dicho hace un minuto, señor Lewonsky, usted desembarcará con la infantería de Cobra y la lanza de ataque a unos treinta kilómetros del cuartel enemigo. Mientras se produce el ataque permanecerán en su posición inicial por si hay dificultades y hace falta que algún battlemech se retire para reparaciones de emergencia. Y una vez controlado el cuartel, esta nave volverá a reentrar en la atmósfera para recogerle a usted y a los técnicos y aterrizar luego en el cuartel para reunirse con la lanza de ataque y los hombres de Cobra.

Antes de que el técnico se marche con el resto, le hace un último comentario.

- Preste más atención, Lewonsky. Le va la vida en ello. O lo que es peor, las vidas de otros pueden depender de un error suyo...

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23/10/2012, 12:02
Tom Lewonsky

Se quedó parado ante la asertividad de Sabatini y agachó la mirada... Eh, sí, sí, disculpe.

Así que será descender y esperar si hay Battlemech en apuros que vendrán a mí... Será como seguir un duelo de RollerBall por la radio...

Era evidente que estaba nervioso, pues unas gotas de sudor asomaban en su frente.

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23/10/2012, 12:18
Director

La nave sigue su curso y las horas pasan tensas. La tripulación está especialmente activa y las guardias son dobles, de modo que tienen tiempo para el descanso y poco más. El capitán está nervioso y permanece casi todo el tiempo en el puente supervisando que el oficial de guardia tenga toda la atención puesta en los sensores pasivos, ya que el radar y cualquier aparato que, mediante emisiones externas, facilite la detección de la nave están desactivados. La aproximación al planeta desde un vector diferente de los habituales puntos de salto Nadir y Zenit y la ausencia de bases espaciales en el sistema da unas buenas posibilidades de alcanzar el planeta sin ser detectados. Además, el hecho de que el planeta tenga escasa importancia desde el punto de vista estratégico o económico y una guarnición tan pequeña, probablemente también signifique que no dispongan del habitual sistema de satélites de rastreo o se encuentren con un tráfico civil que coloque incómodos visitantes entrando y saliendo del espaciopuerto con cierta frecuencia. Aún así, siempre queda la posibilidad de que los radares de la superficie que el espaciopuerto y la base militar tendrán escudriñando el espacio les detecten en una de las dos rotaciones que hará Khon Kaen mientras se aproximan. Pero la suerte está echada. No cabe más que continuar con el plan y reaccionar a los imprevistos según se presenten.

El primero de esos imprevistos ocurre cuando la nave lleva dieciocho horas de tránsito y a falta de seis horas al punto de inversión y del comienzo de la deceleración. En ese momento el teniente Laval detecta el eco de un pulso electromagnético procedente del punto zenit del sistema: una traza de una nave de salto emergiendo del hiperespacio. Sin querer arriesgar a activar el radar, el capitán Sabatini decide que dada la distancia de los puntos de salto al planeta, cualquier nave de descenso que acabe de llegar y se mueva a aceleración estándar llegará al planeta cuando el trabajo ya esté terminado. Además, en el caso de que se tratara de una nave que se dirija al planeta y no una nave de paso a otro sistema, muy probablemente sería una nave mercante con la misión de traer suministros a la colonia y recoger los minerales para llevarlos a las refinerías de los sistemas que lo demanden. Y por último, la única opción posible en ese punto del tránsito es aumentar a una aceleración parte-espaldas de 3 g durante siete horas más para luego proceder a la maniobra de inversión y decelerar también a 3 g durante trece horas. Todos a bordo tendrían que soportar veinte horas de una opresiva aceleración de 3 g que les dejará exhaustos, solamente para llegar seis horas antes al planeta. Una ventaja demasiado escasa teniendo en cuenta que los equipos de infantería deben luego recorrer una larga distancia en un entorno ya de por sí muy exigente.

Así pues, el viaje continua a pesar de la desconcertante presencia de una nave de salto en el sistema en el preciso momento que se están aproximándo para su asalto. Las siguientes horas pasan aún más tensas si cabe y al fin llegan a la órbita de Khon Kaen y tras desplegar el Alastor para que permanezca en posición a la espera orbitando el planeta, comienza la entrada en la atmósfera de la nave de descenso. En breve descubrirán si han conseguido sorprender a las fuerzas de guarnición...

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23/10/2012, 23:12
Jason Kirkpatrick

La cosa ya está en marcha. Imparable. A muerte…

Cuando tiene noticia sobre la señal detectada por los sensores pasivos de una nave de salto entrando precisamente ahora al sistema (pues estas cosas siempre se acaban hablando por los pasillos en los momentos previos a una intervención…) Kirkpatrick siente una punzada de desconfianza nacida de ese sexto sentido especialmente afilado para la supervivencia que siempre ha tenido y que tantas veces le ha salvado allá en la Periferia.

No le hacen ninguna gracia las casualidades, pero ha de reconocer que la suerte está echada. Asimismo, a nivel teórico está tranquilo, sabe perfectamente que una nave de tránsito proveniente del punto de salto ordinario, zenit o nadir, tardaría más en llegar al planeta de lo que ellos tienen previsto permanecer en él. Si todos los datos son correctos, claro… pero deberían sobrarles al menos seis o siete horas, incluso agotando el plazo, para esfumarse.

Aunque por mucho que su mente racional esté repitiéndole que no hay peligro, su instinto e intuición no acaban de dejarle tranquilo… Debería ignorar esas inquietudes y descansar. Al fin y al cabo esa nueva nave no puede llegar a tiempo, a menos que realice el viaje de forma especialmente acelerada, y no tiene ningún motivo para hacerlo si aun no los han detectado…

Claro que en caso contrario…

Decide compartir sus pensamientos en privado con Sabatini:

- Capitán, si tiene un momento, me gustaría comentarle algo – dice tras acercarse al puente para buscarlo en el lugar más probable – Resuélvame una pequeña duda teórica, si no le importa… ¿Cuánto tardaría una nave de tránsito a velocidad máxima en recorrer una distancia, pongamos, de unas 144 horas a velocidad 1g?

A buen entendedor…

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23/10/2012, 23:13
Walter Sabatini

Sabatini no puede evitar una sonrisa torcida a Kirkpatrick cuando este le comenta en privado sus preocupaciones.

- Sí, señor Kirkpatrick, ya se por dónde va. Mire...

Se vuelve hacia la computadora de batalla y solicita una holografía del sistema que muestre los puntos nadir y zenit y el punto pirata al que han saltado, con las rutas hasta Khon Kaen. El gráfico tridimensional muestra las distancias claramente: cerca de sesenta y un millones de kilómetros desde el punto pirata y algo menos de seiscientos cincuenta y ocho millones de kilómetros desde cualquiera de los puntos nadir y zenit. Las rutas tienen por defecto una velocidad estándar de 1 g y el tiempo estimado de tránsito de la ruta del punto pirata marca 44 horas mientras que el TET de las rutas a los puntos estándar marcan 144 horas. Sabatini ordena a la computadora que la ruta del punto zenit se incremente a aceleración de emergencia. La aceleración pasa a 1,5 g y el TET baja a 116 horas.

- Si la nave quiere darse prisa en llegar al planeta -dice pausadamente Sabatini-, por las cuestienes que sean, tardaría ciento dieciséis horas en alcanzar la órbita del planeta. Llegaría unas cinco horas antes del tiempo que tenemos previsto para despegar y largarnos. Quizá siete: ese eco electromagnético que hemos percibido habrá tardado un par de horas en llegar hasta nosotros así que una hipotética nave podría llevar ya dos horas de camino. Pero eso lo descubriremos sobre la marcha señor Kirkpatrick, no se preocupe. Una vez se produzca el ataque ya no habrá que esconderse y activaremos los radares. Comprobaremos si hay naves en tránsito hacia el planeta y estimaremos si es necesario adelantar nuestra partida.

Vuelve a operar en la computadora y cambia la aceleración de emergencia a ataque. El sistema por defecto aumenta la aceleración a 2 g. El TET baja a 101 horas.

- Ahora imaginemos que nuestro supuesto visitante quiere correr riesgos. Esta aceleración le daría un margen bastante más peligroso para nosotros... pero también para ellos. El cuerpo humano no tolera bien una exposición a 2 g ininterrumpida durante un periodo tan largo de tiempo, el sistema circulatorio sufre lo suyo, ¿sabe?. Según parece al corazón le cuesta impulsar la sangre a la parte superior del cuerpo y recogerla de la parte inferior... no soy un experto y sólo repito la teoría que me hicieron tragar en la academia -acompaña a la explicación con gestos de las manos señalándose el pecho la cabeza y las extremidades-. Si a bordo de la nave hay personas con patologías coronarias o en mala forma física... ya me entiende... podrían sufrir trastornos graves.

Y finalmente edita el valor de aceleración de la ruta y lo coloca a 3 g. El TET baja a 82 horas.

- Es lo que llamo aceleración suicida. En ocasiones se usa... por cortos periodos de tiempo de unas cuantas horas a lo sumo. Hay que asumir bajas cuando se usa con gente a bordo que no está especialmente entrenada como los pilotos de combate. Lewonsky, por ejemplo, no sobreviviría a una exposición de doce o quince horas -dice mirandole con franqueza-. Otros sufrirían secuelas que les incapacitarían durante días o semanas y algunos tendrían secuelas de por vida. El tiempo que se gana debe compensar las bajas que una fuerza va a sufrir en sus filas. A veces compensa... ya sabe... llegar quince o veinte horas antes puede significar salvar un regimiento que está acorralado o conseguir una rendición con derramamiento de sangre mínimo...

Finalmente apaga la simulación y se le queda mirando. Se lleva de nuevo el palillo a la boca.

- Bien, señor Kirkpatrick. La clase ha terminado... abandone el puente y vuelva con el resto del equipo. -sin embargo, antes de que salga añade algo- Ah, una cosa más: no creo necesario que comente a los demás todas estas posibilidades que hemos analizado mientras no se constate que hay una nave en tránsito. Cuando estén cumpliendo su parte del trabajo no me gustaría que tuvieran más preocupaciones de las necesarias en la cabeza. De momento usted y yo cargaremos con esa preocupación, al resto se les informará cuando pongamos los sensores activos en marcha y se confirme la sospecha.