Partida Rol por web

La situación no paraba de empeorar, la escasa reacción por parte de los sitiados parece dar alas a los sitiadores, que poco a poco se acercan en gran numero a la puerta casi partida, las protecciones magicas y las runas de solidez han fallado de manera estrepitosa. El frio entra por la puerta como un vendabal, y los que aun no estan con la nariz muy congelada huelen, huelen a pobredumbre, a sucio, ha rancio, huelen a Caos.

Han pasado mas de 3 horas desde que empezo el asedio, grupos de arqueros se parapetan en las murallas, y aunque devuelven el fuego, parecen mucho mas que insuficientes, debido al caudal de enemigos. Las tropas del señor Otto, estan colocadas y dispuestas, aunque su moral esta escaseando debido al frio, que combaten golpeando sus pies contra el suelo y moviendo nerviosos sus armas.

Desde la muralla los hombres dan la alarma, acercan varios arietes portatiles, parece que es el asalto definitivo, los hombres bestian se hacercan bajo el acoso de flechas, piedras y aceite hirviendo. Una acometida importante, pero por cada bestia que cae parecen que se hiergen dos. Ya en la puerta destrozada empieza el golpeteo, ¡¡PUM!! un golpeteo duro y frio, ¡¡PUM!! un sonido del infierno, ¡¡PUM!! una llamada a las armas.

Capitan, los hombros esperan sus ordenes. ¿Que decision toma? Es la hora de la verdad. Le apremio a nuestro querido oficial.

 Otto estaba bastante nervioso y a decir verdad, bastante confundido. Tenían aquel precario muro, pocos hombres y mal equipamiento.- Preparados.-gritó.-Si se trata de hombres bestias, esto se pondrá feo. Arcabuceros y tiradores preparados para disparar a lo que sea que atraviese esa puerta. Espaderos en posición. Trataremos de emboscarlos; espadachines, en dos grupos, cada uno a un lado de la puerta. Cuando entren las criaturas, yo y los espaderos soportaremos la carga (luego de que los tiradores hayan disparado) y ustedes cargarán por ambos flancos del enemigo.-sin duda era una idea desesperada, pero la verdad, que toda la batalla era desesperada. 

Estoy con usted capitán, si hoy es nuestra última batalla, si hoy será el día que seremos acogidos por el brillante fuego eterno, entonces, me alegro de que suceda junto alguien como usted.

Alzo la voz para que todos los hombres puedan oírla, intentando alentarlos y animarlos, inspirarles valor y un sentimiento de confianza y furia, de paz y de consuelo con lo que está a punto de venirnos encima. Modulando mi voz les transmito:

!!HOMBRES DEL IMPERIO!! -Prendo fuego a la espada, la cual brilla con el rojo intenso de las llamas, rojo como la sangre, rojo como el valor que corre por las venas de los hombres que nos rodean-  !!VENDEREMOS CARA NUESTRA PIEL!! !!SI LO QUE HAN VENIDO A BUSCAR ES NUESTRA SANGRE, DESCUBRIRAN QUE ES UN PRECIO DEMASIADO ALTO!! !!NUESTRA SANGRE ES COMO VINO PARA LOS DIOSES!! !!SI DERRAMAMOS AQUÍ NUESTRA SANGRE, ES PORQUE LOS DIOSES HAN ELEJIDO ESTE LUGAR PARA SER BENDECIDO!!

!! FURIAAA!! !!FURIAAAA IMPERIAL CABALLEROSS!! !!FURIA DE TODOS LOS TERRITORIOS LIBRES DE LA MALDAD DEL CAOS!! !!DEMOSTREOS A ESA ESCORIA DE QUE ESTÁ HECHO EL VALOR IMPERIAL!!

Los hombres se colocan, y empiezan a removerse inquietos pero con caras decididas esperando lo peor.

Fuera de la muralla, los hombres bestian empiezan ha caer en buen numero, bajo el incesante cacareo de las flechas, piedras y arengas de todo tipo, eso no parece amedentar a los asaltantes, parece que sus amos son mucho mas perversos que unos pocos centenares de piedras. El golpeteo empieza de inmediato, con garfio y hachas empiezan ha machacar la puerta, mientras que los arietes intenten rapidamente defondar la puerta. La puerta donde caben facilmente unas fila de 8 hombres, parece no quedarle mucho de vida, pronto los defensores, sentiran el aliento del odiado enemigo mucho mas cerca.

Un golpe sordo permite que la piedra y la puerta terminen dentro de la ciudad, entre ligeros copos aperecen semi-hombres con caras bestiales, algunos portan ballestas que disparan firmemente, y otros empiezan a entrar como un pequeño arollo que cambia su cauce. La primera descarga no se deja esperar, seguida de una segunda de flechas que deja el sitio llermo de vida. Cuando mas hombre-bestias entran la carga no se deja esperar y con un rugido Otto en cabeza empieza la matanza de hombres y bestias, solo tenian un pensamiento en mente, matar, y los brazos frios y entumecidos empiezan poco a poco a calentarse.

Los hombres pegados unos ha otros, parecen forman un buen muro de espadas, y esto hace que el pequeño cauce de hombres bestias, entren con la regularidad suficiente, como para secarlo.

 Otto repartió limpios espadazos de izquierda a derecha desde su lugar. Cada tanto arrancaba pelo, uñas y cabezas, pero no se atrevía a avanzar ni a romper formación debido a lo que hubiese tras los hombres bestias.-¡Arcabuceros!¡Fuego de cobertura!.-gritó, esperando poder hacer algo para dar todo el apoyo posible a las tropas de infantería.

Los hombres bestias seguian muriendo bajo los poderosos espadones, virotes, y piedras de arcabuz. Nada parecia ahugurar que de entre tantas bestias, unos trolls algo mutados, empezaran a mover impunemente la gran roca. Sus manos parecen humear, y sus caras se retuercen, pero bajo unos latigazos y arengas, hacen caso a su amo, y mueven hacia un lado lenta y tortuosamente las piedra, mas hombres bestias y mutantes, parece pasar con satisfacción entre ellos, aunque su cara cambia drasticamente al encontrarse hombre bien armados que les plantan cara y los matan lentamente.

Algunos hombres con lanzas empiezan ha empalar a un Trolls que se desangre por numerosos sitios y aun se retuerce. Nunca nadie sabra de donde sale la enorme fuerza de estos energumenos-mastodontes.

En medio de esta barbarie, un monstruoso rugido bestial, algo parecido al rugido de un oso pero cargado de maldad, resonó con fuerza en la espesura, y todos vosotros vacilais, a la vez que mirais con cierto miedo hacia la puerta. Recorreis la zona con ojos desorvitados, veis que una figura ataviada con pieles, se encuentran en la entrada, empiezan a trotar hacia vosotros, haciendo volar nubecillas de nieve pulverizada. Él, que va en cabeza es aproximadamente del mismo tamaño que un hombre, pero su cara es una bestial burla de humanidad. En la frente le crecen un par de cuernos cortos, y sus pequeños ojos feroces se clavan en vosotros con una voracidad que asusta. Lanzando un alarido de emoción, comenzo a acortar la distancia que os separa, con terrorifica rapidez. Las patas posteriores tienen articulaciones inversas como las de una cabra, y estaba cubiertas de enmarañado pelaje negro.

Y a pesar de esto no se trataba de una inconsciente bestia mutada de los bosques, esta cubierta de un enmarañado pelaje negro. En sus funestos ojos, que ardian con astucia animal, se percibia un atisbo de inteligencia salvaje, la critura viste remedos de ropa: Un taparrabos de cuero crudo atado con tiras de tendones a modo de tosco cinturón del que pendian amuletos y huesos. Brazales de cobre batido le protegen los antebrazos, y en las manos probistas de garras, empuñaba un par de armas:una lanza de hoja salvajemente dentada y decorada con cabello trenzado y empapado en sangre, y una gran cuchilla herrumbrosa.

Viendo la vil criatura que se aproxima a toda velocidad hacia nosotros decido que es la hora de empezar a usar el fuego como debe ser usado, para eliminar a nuestros enemigos gracias a la moderna tecnología. Rápidamente clavo junto a mi, mi llameante mandoble, para poder desenfundar en un fluido y preciso movimiento mi pistola, con la cual encañono a la bestia durante unos segundos que me sirven para fijar bien el blanco. Aprieto el gatillo y de ella surge un mar de chispas y un olor a pólvora que me vuelve loco.

!!Clas.. BAAAANGGGG!! Truena la potente y antigua arma en mis manos.

El viendo que invade el lugar se lleva pronto la nube de pólvora de ahí, y me deja ver los estragos que el certero disparo ha causado en el ser, en la criatura, en la herejía envidada desde tierras lejanas para recordarnos porque debemos estar aquí, defendiendo a estas gentes y luchando contra este tipo de cosas.

Otto se apresuró y desenfundó su espada y su escudo, listo para recibir la carga de lo que sea que se venía contra ellos. Observó a la criatura directo a los ojos y se puso en su camino, listo para cortarle la cabeza de un único y limpio golpe de su espada. El corazón le latía deprisa. Se puso en posición con su escudo como muralla y su espada como un rayo, para atravesar a la bestia.

El combate era frenetico, los hombres llenos de sudor y esfuerzo, se mezclaba con el frio y el sufrimiento de unos y otros, en morir todos los bandos son iguales. Un disparo de polvora en medio de la multitud, no consiguio que nadie moviera o hiciera nada diferente de lo que estaban haciendo, matar al oponente que tenian enfrente. Pero el Sr. Myr pudo ver como un disparo certero conseguia que un ojo de un inmenso jefe saliera despedido hacia un lado, como un escupitajo cargado de cualquier veterano, con un baiben la inmesa mole se toco la zona como si eso no fuera con él y entre baibenes atraveso a un soldado con su inmensa arma como si nada. La batalla continuaba y aqui no habia mas que hacer. La bestia apunto con una mano, que era media zarpa, al Sr. Myr proponiendo un duelo singular, algunos hombres se apartaron contentos de que aquello no fuera con ellos.

En la puerta se seguian congregando mas y mas hombres bestias, a la espera de tener una oportunidad de matar ha algun humano. Por suerte parece que las flechas dieron un respiro a los defensores, y eso permitia que se concentraran en los oponentes que se derramaban por la puerta. Necesitaban mas hombres de refresco, necesitaban mas munición para los proyectiles, necesitaban un respiro, necesitaban un milagro.

!!POR TODOS LOS DIOSES QUE LOS HOMBRES CONOCEN... Grito mientras guardo mi pistola y tomo el mandoble en mis manos ...PIENSO DESTRIPARTE O MORIR EN EL INTENTO!! Grito mientras me lanzo contra la bestia en un intento por dar tiempo a los hombres para luchar y robarle unas cuantas victimas a esa bestia rubiente. Con el mandoble en guardia alta corro contra el ser, esperando matar o morir, lograrlo o fracasar...

Con decisión, para inspirar valor a mis hombres me lancé a la carga contra la bestia que me había desafiado. !!!WWWWAAAAAAaaaaaahhhhh!!! Con los años había desarrollado una excelente habilidad con el mandoble, así que lancé dos rápidos tajos a la garganta de la bestia que en el último momento se movió. Solo uno de los espadazos llegó a ella. Por el buen dios y su fuego eterno... este ser es más grande de lo que parecía de lejos, tendré que esforzarme al máximo para filetearlo... Esperaba que el pistoletazo que le había saltado un ojo y había causado bastante daño en la zona de la cabeza sumado a este tajo que le había propinado, fuera suficientes para doblegar el espíritu combativo de la bestia.