Partida Rol por web

Alexandra aprovechó para asegurarse de que el tamboir de su revolver estaba cargado y se lo guardó en el interior de su chaqueta. Levantó el cuello de la misma y se encaminó hacia el carruaje.

- No contaría con que fuera un lugar amistoso...-respondió a Simonsson-. Quiero decir, no es por desconfiar, pero si el nieto del propietario fuese tambien un Hijo del Jueves como nosotros, se habría unido al grupo en el castillo hace semanas. Hasta Eamon se unió a nosotros a pesar de que claramente no le gusta la compañía. Preparemonos para cualquier cosa, por lo menos descubriremos de que va todo esto-dijo antes de subir al carruaje y sentarse frente a Eamon.

El tiempo no invitaba a salir esa noche, pero la curiosidad de Lotta la impulsaron a vestirse de manera apropiada para soportar el frío y la lluvia del exterior. Mientras se cambiaba, no había dejado de pensar en todos los datos que habían conseguido obtener y, lo único que podía sacar en claro, era que aún no tenía ni idea de qué pretendía el detective con aquella cita.

Cuando se encontró cómodamente sentada en el carruaje, sintiendo las gotas de lluvia golpear con fuerza, la escritora escuchó lo que tanto Eamon, tan reacio como siempre y Alexandra decían.

—Que su antepasado fuera un Hijo del Jueves no quiere decir que el actual dueño tenga la visión —dijo, preocupada porque dieran por hecho acontecimientos que quizás no fueran tan buenos como parecieran a simple vista—. O que antaño la Sociedad se reuniera allí... Quizás ahora no seamos tan bien recibidos. Al igual que Alex opino que debemos estar preparados para cualquier cosa y que no es bueno que confiemos de buenas a primeras.

Como siempre, Alex proponía una situación verosímil en la que Kiran ni siquiera se había parado a pensar.

—Si Harjula es hostil hacia nuestra sociedad, al menos convendrá saber quiénes son nuestros enemigos y tenerlos cerca —anadió Kiran con calma—. Y si no lo es, podemos averiguar por qué prefiere quedarse al margen.

 —Tienen razón..— dijo Víctor tras escuchar a sus compañeras —..quizá me haya precipitado en mis conclusiones..— el sacerdote sintió algo de satisfacción al comprobar que los compañeros que había encontrado en La Sociedad eran más sensatos e inteligentes que él —..sólo deseaba que no tuviésemos que encontrarnos con algunos rivales tan pronto— En esos momentos recordó sus encuentros con los vaesen y lo que se dijo a sí mismo, "no te fíes de nada".

Víctor tomó asiento acomodando su empapado abrigo y se preparó para el viaje sacando su biblia y sujetándola en su regazo. A lo mejor podría leer alguna oración durante el camino.

El cochero hizo chasquear las riendas en cuanto el grupo al completo se subió al carruaje, emprendiendo así la marcha hacia la posada donde les habían citado. Las gotas de la intensa lluvia golpeaban contra el techo de la diligencia; las ruedas y los cascos de los caballos resonaban en el empedrado de Upsala, pero cuando atravesaron las líneas de la ciudad empezaron a chapotear en la tierra y el barro.

El misterio se planteaba de lo más peculiar: la posada de un antiguo Hijo del Jueves que había servido como punto de reunión para antiguos miembros de La Sociedad tiempo atrás, una extraña función en la que uno de los personajes también había sido miembro y un detective que les convocaba allí sin añadir mucho más en una escueta nota. Las emociones del grupo oscilaban entre la curiosidad y la preocupación, el primer caso de la nueva Sociedad. Habían preparado sus armas, rezado a su Dios, aguzado su ingenio. ¿Sería todo ello suficiente?