Partida Rol por web

Salisteis a la calle y el sol brillaba maquillando las casas de piedra con su luz.

Era un bullir de gente, que se arremolinaba en los cientos de puestos que se cobijaban bajo las fachadas de la calle principal.

Un mercado diferentes productos frescos carne, pescado, frutas, pan, huevos, especias....

Todo era un mundo de sensaciones, que activaban vuestra vista, olfato y oido..

¡La mejor carne de Oeble la tiene Tobmber!

¡Pescado fresco, pescado fresco!

¡Pasen y vean señoras las mas ricas telas!- gritaban los mercaderes a vuestro paso.

la mayoria de los hombres que trabajaban cargando cajas, vendian en sus puestos o simplemente iban a comprar. No le pasaban desapercibido la belleza de aquellas dos forasteras caminando por las calles de gravilla.

Toda aquella actividad os animo el alma a seguir caminando y disfrutar de cada rincon que mostraba la villa Oeble.

El lugar se veía bastante animado, aunque en realidad, lo raro sería que no lo estuviera ya que jamás en toda mi vida había visto un mercado silencioso y si se diera el caso alguna vez, imaginaría que algo malo ocurría para suceder algo así.

Al menos hacía un buen día como para caminar por la calle, aunque para mí tenía que hacer mucho calor para que no lo fuera.

- ¿ Tienes algo que comprar o sólo vienes a curiosear? Sobre lo que me has preguntado antes de la armadura.. yo que tú me compraría una ligera. No te va a molestar y vas a ir más bien protegida.

Me quedé un momento pensando y entonces pensé en que mi armadura también era demasiado pesada aunque pudiera llevarla, quizás pudiera mirar una o..

 Miré a Kath y asentí a lo de la armadura - Lo había pensado, lo que pasa es que mi fuerte es el sigilo, la flexibilidad y la flexibilidad y tengo miedo de tener una armadura que haga ruido o no me permita moverme como es debido - le explico - Quizás una de cuero ... me salvaría de algún zarpado o amortiguaría un poco una caida pero estoy totalmente expuesta ante un mordisco o una flecha - la verdad es que era una elección dificil

 - Hace tiempo conocí a uno de mi gremio que se había echo su propia armadura con dos trozos de cuero y malla en aquellos lugares mas vulnerables como cuello, corazón, pulmones ... - suspiré - ¿me daría tiempo a hacer algo de eso hoy? - 

Negué con la cabeza y sonreí.

- Hay armaduras que son poco más que llevar ropa y algo más te protegerían. Yo creo que deberías llevar una, nunca está de más...

Quizás es que yo viera todo desde el punto de vista de alguien que vive para luchar, pero en alguna ocasión había visto a algún ladronzuelo que desde luego iba más protegido de lo que iba esa muchacha.

- Seguro que si vamos donde algún curtidor encuentras una de tu talla ya hecha. Si fuera para una mujer de mi tamaño.. pero tú eres normal en cuanto a lo que suele abultar una mujer..

Me acababa de llamar rara, pero era lo que había. Apenas había conocido a mujeres en el continente que tuvieran mi volumen.

 - Pues vamos a ver a un curtidor - quizás ella tuviera razón - Que dices! normalmente siempre me dicen flacucha o raquítica o renacuaja, para mi desgracia soy bastante poca cosa, ya me gustaría a mi tener unas buenas caderas y unos buenos pechos - dije haciendo gestos con las manos - y algo de altura no me vendría nada mal - le comenté caminando junto a ella

 - Quizás es que siempre deseamos todo lo que no tenemos pero no me importaría ser tu, la gente te respeta nada mas verte ... si eso que le dijiste tu al cara pintada se lo digo yo ... en vez de asustarse se rie en mi cara, es un poco frustrante - suspiré y me recordé por que siempre estaba sola, porqué así, nadie se metía conmigo

Miré a la muchacha y luego, me eché a reir, pero porque tenía toda la razón del mundo.

- Supongo que sí. Yo no puedo pasar desapercibida en ningún sitio y tú si... Es como ir con un cartel de colores llamativos en el que ponga " Estoy aquí y voy armada ".

Negué con la cabeza, pero aún seguía con la sonrisa en los labios.

- Conmigo no se suelen meter mucho, eso es verdad, pero es que al primero que se le ocurra le dejo como poco un ojo morado.. - Sonreí, poniendo una expresión de esas un poco malvadas que sólo puede poner una mujer. - Pero tampoco hago muchos amigos por lo mismo... - Sin duda, cada persona era un mundo y yo, llevaba mucho tiempo sin estar en el mío.

 - Entonces formamos un buen equipo, si alguien se mete conmigo, le pones el ojo morado y si se mete contigo, le pones el ojo morado y yo me rió de el - bromee, la verdad es que dudaba que yo pudiera hacer algo por ella, pero no sabía bien porqué ... pese a su tamaño y su mal genio, me caía bien.

 - Creo que el curtidor está por allí - señale hacia un lado - Creo ... si no es meterme demasiado donde no me llaman ... que el chico apuesto con el que estabais anoche ... también os defendería si se diera el caso - le sonreí - no te miraba con cara de querer meterse contigo, al menos, de forma burlona, en este sitio hay gente muy interesante - dije volviendo a pensar en trancos y soltando un taco por lo bajó

Tuve que volver a reir a carcajadas ante aquel comentario, pero es que la cosa era que o pegaba o pegaba...

- Con esas conclusiones creo que salgo perdiendo, pero bueno, lo tendré en cuenta en el futuro..

Aquel día me estaba riendo más que en toda mi vida y eso que había habido un momento en el que estaba bastante cabreada.

La miré con cara de no saber qué decir cuando habló de Dan y luego me encogí de hombros.

- Sí que me miraba con cara de querer meterse conmigo.. - Sólo que fue en la cama en vez de de otra forma, pero esa frase no la dije en alto sino que se veía en mi rostro en aquellos momentos. - Es un buen hombre.

No quería decir nada más pues ni yo sabía qué decir al respecto de lo que había sucedido.

caminabais charlando amigablemente y os acercasteis a la herreria, donde varias armas de buena calidad y armaduras colgaban de la puerta .

El sonido del martillo resonaba contra el acero lanzando chispas incandescentes.

un enano, bastante anciano en apariencia sujetaba  el hierro que el fuerte herrero golpeaba.

Cuando el acero se enfrio un poco por la fuerza de los golpes el Enano lo cogio y lo metio en una cubeta de agua que burbujeo a su contacto.

la fragua despedia un enorme calor que os azotaba el rostro con su fuerza

el hombre os miro y mostro una medio sonrisa acercandose al mostrador.

Se seco el sudor con un brazalete de tela

Buenos dias tengan señoritas, ¿Veis algo que os guste o os puedo ayudar en algo?

 - Desde luego que sí - dije admirando a aquel hombre.

 ¿Acaso ese pueblo estaba maldito y los tios mas increibles estaban aquí? una no podía trabajar en condiciones con semejantes hombres ...

 Por inercia y por costumbre miré al tipo a los ojos y sonreí con suavidad y de pronto Trancos se cruzó en mi mente. Por lo bajó solté una pequeña maldición y carraspee 

- Esto ... me gustaría mirar ... si tienen alguna armadura de cuero que pueda servirme - le dije intentando no mirarle a los ojos.

 Tenía narices la cosa ... nunca, en mi vida, había querido nada con un tipo ... si obviamente no podía sacar beneficio de ello, unas monedas, una armadura gratis ... y pocas veces hacía algo mas que una caidita de ojos o aceptar una cena .... pero Trancos ... no sabía si le odiaba o le odiaba, por haberme echo caer en sus redes en vez de caer en el las mías.

 No tenía porque rendirle cuentas ... pero ... anoche le había pedido que ...

 Suspiré con frustración

Me quedé unos instantes observando aquel lugar, aunque no vi a Dan por ninguna parte y por las indicaciones que me había dado antes de irse, este era el lugar en el que debía trabajar.

- Veníamos buscando una armadura como para ella, ligera, que no chirríe y que no sea de demasiado metal..

No hacía falta que la dijera que con la constitución de la muchacha tampoco podría llevar una armadura pesada, pero me parecía que con esas palabras ya quedaba claro lo que le estaba pidiendo. Además, seguro que a ella sele ocurría alguna cosa más que añadir, era muy locuaz.

- También estoy buscando a Dan. - Dije mirándole sin llegar a mostrar ningún gesto con ninguna de mis palabras, pues estaba seria, como era habitual cuando hablaba con gente que no conocía.

 - Así es y que no sea demasiado rigida - añadí a la descripción de Kath. 

 Cuando dijo que estaba buscando a Dan supe que ese era el chico con el que le había visto y traté de contener una sonrisa y por ello, dos hoyuelos aparecieron en mis mejillas.

 Torcí la boca hacia un lado con disimulo y miré por allí, el interes de un hombre y una mujer era adorable! ... siempre y cuando yo no fuera esa mujer, claro .. MALDITO TRANCOS ...

 - ¿teneis algo que pueda interesarme? - volví mi mirada hacia el curtidor y solté un pequeño suspiro porqué no podía ser un viejo ciego cojo y deforme ..

Se quedo mirando a ambas muchachas con una sonrisa cordial.

Se puso la mano en el menton, pensando si tenia algo que cuadrara.

Venid conmigo tengo algo que te puede encajar- Sonrio- ¡DAAAAAAN, TIENES VISITA!!!- Llamo a este, mientras pasabais a la trastienda. Donde habian un monton de armaduras de todo tipo, escudos espadas.

os acerco a una seccion donde estas tenian un corte mas femenino.

Compuesta de láminas de cuero de 3 a 3,5 mm de grosor. Ésta es sin duda la reina de las armaduras de mujer y es una de las más hermosas combinaciones de máxima protección sin pérdida de feminidad. Debido a su corte, define los contornos del cuerpo a la vez que consigue una total operatividad en batalla.

El carácter de esta armadura puede enfatizarse añadiéndole hombreras. Las tiras de cuero añaden protección y estilo al conjunto. Es la perfecta elección para amazonas, mercenarias y cualquier conocedora y amante de la batalla.

Además, está dotada con costados acordonados que permiten la total adaptación a la portadora.

Combina con todos los modelos disponibles de la sección de Hombreras.

Disponible en negro, rojo, marrón y verde....

tengo mas modelos si quieres....- Miro a sacha con una sonrisa..

Este aparecio y te dedico una sonrisa.

¡Has venido!- Se acerco para colocarse delante de Kath. Estaba con las manos manchadas de unos polvos negros, con algunos retazos en su rostro de haberse tocado la cara.

¿Que tal estas?- le notabas algo nervioso, quiza porque su jefe estaba a tres pasos de vosotros.

Pasé junto a Sacha y el artesano a la trastienda, para ver aquellas armaduras y me quedé escuchando aquella retahila, sin duda del que sabe vender. Yo no tenía ni idea de todo lo que decía, pero seguro que podía decirle para qué servía en cuanto la llevara encima, pues para eso ya estaba más habituada, aunque de todas formas, aunque hubiera querido yo no hubiera entrado en una de esas sin que tuvieran que matar otro bicho para arrancarle la piel.

- Ahí dentro no meto ni las tetas.. - Contuve la risa para no reir a carcajadas yo sola.

Miré a la muchacha y luego la armadura y asentí satisfecha, pues sin duda, eso no la iba a molestar lo más mínimo y seguro que la sentaba tremendamente bien.

- Creo que deberías probártela antes de decidirte y ver si te mueves cómodamente con ella.

Por el rabillo del ojo vi aparecer a alguien y giré la cabeza para ver como era Dan quien aparecía, con la cara y las manos manchadas y parecía incomodado por mi presencia.

- No pensaba venir tan pronto a ver cómo iba la armadura, pero como Sacha necesitaba una... Te has ganado más clientes para tu jefe.

Sonreí sabiendo que aunque no mirara a su jefe estaría oyendo aquello y seguro que le agradaba. Por no decir, que incluso alguien como yo estaba un poco cortada por la situación.

 - Es perfecta - dije escuchando al curtidor. - Si me la probaré - contesté cuando apareció Dan. Mi instinto femenino me dijo ... " saca al mazicorro de aquí y deja a Kath con su amiguito ..."

- ¿Me acompañais? así ... si no entiendo algo de la armadura puedo preguntaros - miré al curtidor ... MALDITO SEAS TRANCO ... tu y tu mirada de angel.

Esbocé una sonrisa grande y traviesa. Si Trancos no hubiera aparecido ... hay amigo ...

Esperé a ver si el curtidor me acompañaba a probarme la armadura maldiciéndome ahora a mi en vez de a Trancos ... total, si no tenía nada con el porqué me aturullaba la cabeza con pensamientos de fidelidad y de que le iba a molestar ... ¿pero y si le molestaba? PUES Y A MI QUE! si no era suya ... pero ... no estaría mal serlo ...

 - Le voy a matar - dije entre dientes recordando esa sonrisa tan varonil 

 - Kath ... si te pruebas la armadura y eso ... nos vamos juntas, pero si tienes que irte antes o lo que sea ... no hace falta que me esperes, no croe que tarde ... pero no lo se, soy muy moñas con estas cosas, a lo mejor me tiro toda la mañna hablando con el curtidor, por cierto, ¿como te llamas? de ... cosas de armaduras ... y ... cueros ... y esas cosas tan interesantes que me gustan tanto - la miré a los ojos y subí las cejas dos veces para que viera mi complicidad 

Dejé de mirar por unos instantes a Dan para fijarme en Sacha, quien de repente estaba diciendo cosas sin sentido como que la gustaban las armaduras y me perdí totalmente de todo lo que soltó, aunque me pareció entender perfectamente que no volvería conmigo a la posada, aunque no comprendía que parte llevaba ahí el herrero, al que miré durante unos instantes intentando averiguarlo, pero no lo conseguí.

Sin duda lo mío no era la perspicacia como ya la había dicho, pero antes de meter la pata como sabía que haría si decía algo asentí.

- Nos veremos en la posada, no te preocupes por mí que no me perderé a la vuelta..

Aquello era una especie de chiste por no responderla algo así como " qué mosca te ha picado ".