Partida Rol por web

Seguía masticando mientras le miraba, ahora simplemente porque me estaba hablando, aunque con eso de " como les llamais aquí " negué con la cabeza. Desde luego debía de ser la primera vez que alguien se pensaba que podía ser de un lugar como aquel.

- En mi tribu también se les llama chamanes..

Me encogí de hombros y asentí, como siendo mi forma de darle la bienvenida y luego seguí con lo mío, hasta que unos instantes después recordé que debía tener mejores modales de lo que estaba teniendo.

- Soy Kathra. - Me presenté como con efecto retardado, más que nada, por la falta de costumbre de ser sociable.

 Naïr Am Okg-se presento el centauro- me alegra saber que aun hay guerreros capaces-dijo mirando al resto del grupo, que peleaban como niños por salir a jugar un rato. Despues dio otro trago de vino y le preguntó al tabernero:

-Cuanto falta para que venga el resto? No creo que tengamos muchos problemas en matar a esos orcos los que aquí estamos...

Mostré una media sonrisa ante aquella pregunta y me encogí de hombros, pues no tenía ni idea de cuándo vendrían los demás y seguramente no recordaría todos los que estábamos para ese trabajo, pero lo que si sabía es que hasta el día siguiente no partiríamos.

- Me temo que deberás esperar hasta mañana para ver a los pieles verdes. Supongo que al alba partiremos para ir a acabar con ellos..

Como de costumbre, el hacha comenzaba a incordiarme en la espalda y la dejé en la mesa con más bien poco cuidado, haciendo que los platos casi saltaran al hacerlo, pero también estaba calculado para poder cogerla y estamparla en la cabeza de alguien en un mismo movimiento.

Lo que tiene viajar sola siempre es que acabas cogiendo costumbres que al resto le pueden disgustar un poco, como comer con las armas a mano, aunque apostaría que mi hacha estaba más limpia que los tablones de la mesa de la taberna, pues siempre me encarcaba de mantenerla mejor que mis ropas.

Mientras los demas salian Assad termino de beber la infucion y se quedo sentado alli por un par de minutos; volvio a mirar las escaleras y ninguno de los de la otra noche bajaba para comenzar todo este gran espectaculo. Los dedos golpeaban la mesa una y otra vez hasta que el Monje se levanto y salio de la taberna con direccion incierta.

Por las escaleras bajo Sascha, sonriente y apoyandose en el apoyamanos.

Las escaleras crujian bajo las suelas de tu calzado.

Habia poca gente solo algunas caras conocidas.

En la mesa donde cenasteis anoche, aun estaban Kathra,Krystid, una enana que no estaba anoche.  Assad y un centauro sentado en el suelo, pero que llegaba a la mesa como si estuviera sentado en un taburete.

Pocas o ninguna vez habias visto a nadie de esta raza y te parecio bastante sorprenderte.mitad hombre y mitad caballo...

Granik el tabernero estaba discutiendo con dos de las medianas que refunfuñadas volvian a sus quehaceres detras de la barra.

En la mesa habian manjares de todo tipo y cuando los vistes te rugio el estomago...

Los caminos que recorren el destino del aventurero tienen un sin fin de ramificaciones, nunca se sabe si el camino tomar esta bien tomado o no. O si te aguarda la muerte a la vuelta de la esquina o la gloria....

De eso va esta historia....

Osric- Cronista de Faerun

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En vuestras botas se denotan las claras huellas del camino recorrido, tras varias millas de caminar, el polvo, el barro, la lluvia y la nieve las curten. Al igual que vuestra mente que atras dejo las calidades de un hogar para buscar la gloria y forjarse un porvenir.

Estos pasos os llevan a la Costa de la Espada, en una preciosa primavera que con el deshielo hace crecer los rios y cubre de un manto de colores la tierra.

Por el camino os sorprende ver carteles en los bosques, carteles que  os advierten de peligros y que os dicen a cuan cerca estais de cualquier lugar.

"Bienvenidos a La Villa de Oeble, cerca de 5000 habitantes"- Rezaba el cartel que os daba bienvenida

Situada sobre el río Scelptar en el Gran vado (donde tres puentes más o menos en ruinas cruzan su cauce y son reparados cada verano únicamente para desaparecer en primavera), la villa de Oeble ha sido un centro comercial durante siglos. Oeble es un laberinto de patios amurallados, callejones retorcidos, balcones y albergues apilados, con tres o cuatro pesos de altura sobre los negocios del nivel de la calle que cambia con desconcertante rapidez. Desde sus torres inclinadas y balcones uno puede ver las tierras del valle de Talduth, Sosténbuho, la baronía del Gran roble, y el más distante gran ducado de Shantal y las corrientes de Espadafilada.

Oeble es uno de los llamados Reinos fronterizos, que son un gran trecho de costa punteado con villas y pueblos a lo largo del lago de Vaho. Esta región es principalmente conocida por sus frecuentes cambios de liderazgo que son a menudo precipitadas por poderosos aventureros que deciden conquistar un pequeño reino y gobernarlo durante algún tiempo. Los Reinos son le lugar de nacimiento de muchos mercenarios y mercaderes que proceden de “un lugar del que nunca has oído hablar”.

“Todos los pícaros acaban encontrandose en Oeble” afirma un viejo dicho. Oeble es el hogar de secuestradores, contrabandistas, camorristas, comerciantes de bienes ilícitos, forajidos y caza recompensas que los buscan, y gente que no es bienvenida en ningún otro lugar por ser quienes son. Estos últimos incluyen esclavistas y unos cuantos semiorcos, orcos, drow, trasgos y mestizos.

Cuando llegastes muy de madrugada las puertas estaban cerradas y los guardias no podian permitiros el paso hasta el alba del dia siguiente.

Justo antes de la puerta habia una enorme explanada de tierra, donde decenas de carros, caballos y gentes montaron sus improvisadas tiendas.

Comerciantes de todos los puntos de Faerun, pasaban por aquella Villa, hacer negocios o encontrar trabajo. Como era vuestro caso.

Os desperto el sonido de las pesadas puertas de madera abrirse con lentitud y un chirrido quew se os metio en los oidos.

 Mirando a los presentes reconocí a algunas caras pero también encontré caras nuevas, que si estaban con ellos sería porque vendrían a la espedición - Buenos días - saludé mientras posaba mi mano en mi estomago, al ver tanta comida con una pinta tan deliciosa, me entró mucha hambre.

 - Kathra, Assad - saludé a los que conocía - Mi nombre es Sacha - me presenté a los que aún no

Llego a la ciudad, con la capa negra puesta y la guadaña a la espalda, con Crowie en el hombro, mi familiar cuervo. Las puertas están cerradas asi que toca esperar, me pregunto que nuevas aventuras me aguardan, pero debo esperar a que abran las puertas, entretengo mi tiempo dando una vuelta por la esplanada, observando que tipo de gente hay por aqui, aunque mi aspecto es como la muerte rondante....

Una vez que el sonido inconfundible de las puertas me llega, con cierta dentera, debo añadir, me meto en la ciudad y me meto en la primera posada/taberna que vea, necesito un trago de hidromiel...

Ya había terminado de desayunar y vi a Sacha bajando por las escaleras y sin duda, observando también a quien sería nuestro nuevo compañero, por lo que esperaba que no fuera demasiado tímido, porque uno de su raza aquí, como yo misma le había dicho, era una de esas cosas que llamaba la atención por no ser algo demasiado habitual.

- Buenos días Sacha. - Respondí con mi semblante serio.

Tras ello me puse a pensar en qué podría hacer durante la media mañana que no tenía nada que hacer y casi estaba hasta aburrida por pensar en ello. No me gustaban las esperas sin hacer nada y yo había esperado tener mucho que hacer.

los carros, eran parados en la puerta para su registro, mientras vosotros entrabais sin ningun miramiento por parte de los guardias.

Oiste a uno preguntar por un buen sitio para comer y descansar.

Sin duda, A  la posada de Grannik, debereis de ir, "La hydra Borracha" es la mejor de toda la villa-  Dijo uno de los guardias a un grupito de viajeros- Bajad hasta el ultimo puente y segun lo paseis la primera taberna que veais a la derecha es la de "La Hydra Borracha"

Oistes las indicaciones segun pasabas por al lado

Las calles estaban atestadas de gentes, abriendo sus tenderetes con diversos productos.

El olor a pan recien horneado, puestos de fruta, carne, pescado del rio, puestos de telas.....

Todo era color y olores a vuestro paso.

Un perro famelico, pues se le notaban las costillas ladro a vuestro paso.

los tenderos gritaban su producto a viva voz...

¡telas de todos los puntos de Faerun, buenos precios para la tela de mejor calidad!.....

¡pescado fresco!.....¡Le afilados su hacha, por dos piezas de plata!............

Poco a poco andabas por aquellas calles y casas de piedra y teja de dos plantas a cada lado de ella.

Tras un largo caminar llegastes a la taberna.

Un grandioso edificio de piedra y techo de tejas de dos plantas de altura.

Al entrar, habia gente tomando su desayuno, no eran muchos y todos parecian haber dormido vestidos.

Os fijasteis que en el techo de la taberna era un esqueleto de una hydra, de cuyas siete cabezas colgaban las ruedas de carro llenas de velas, la cual repartidas por todo el techo daban una tenue iluminacion.

Varias antorchas mas jalonaban las paredes, de las cuales pendian diversos trofeos.

una escama de dragon rojo que parecia un escudo, diversas calaveras de fantasticas criaturas, telares con motivos de alguna hazaña.....

la gente, presto atencion a vuestra presencia segun pasabais entre las mesas, hasta la barra donde unas medianas servian las bebidas encima de ella. Pasando las bandejas a las camareras de generoso escote que esquivaban a la gente para llevar su comanda.

Despues de pasar la gente seguia con sus quehaceres...

llegasteis a la barra y os percatasteis de un cartel que buscaba aventureros....

"Que duro era ser aventurero, cuando apenas contabas con alguna moneda de plata en la bolsa. Solo podias contar con que te dieran un trabajo bien pagado para poder permitirse el lujo de una comida caliente y un camastro donde descansar los cansados huesos del camino..."

Osric- Cronista de Faerun

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Al entrar viste un grupo variopinto de personas en torno a una mesa.
Lo que mas te extraño fue ver un centauro sentado en el suelo.Una enorme mujer de pelos rojizos, una enana, un monje calvo y una preciosa picara....

Salvo esta gente, un par de personas mas desperdigados por la taberna.

Observo a Sacha un momento y asintio mientras de sus labios salian unos - Buenos dias - dejo el vaso en el que tomaba la infucion ya vacio sobre la mesa y aguardo un momento para levantarse.

- Bien alguien quiere salir a caminar un rato por la ciudad? digo hasta que terminen todos los demas de abrir los ojos -

La Hydra borracha dijo el guardia, y alli que me presenté, la verdad esque hace honor a su nombre y reputación.

Una capa tan negra como la noche me cubre entero, dejando ver apenas de mi rostro los ojos, una guadaña cuelga de mi espalda, y un cuervo grazna asintiendo con la cabeza apoyado en mi hombro. Me quito la capa descubriendo mi rostro pintado...

Esquivo un par de camareras mientras voy a la barra, pero mi mirada verde se posa en el grupo de aventureros con un centauro.

Cuando una de las medianas me atiende.

-He leido que buscais aventureros, me interesa...- Digo sin más.

No me pasó desapercibido cómo se abrió la puerta y entraba a la posada un hombre armado, aunque fuera una guadaña lo que llevaba a la espalda. Una de esas cosas de formación profesional en la que tiendes a estar atenta a cualquier cosa que pueda ponerte en peligro.

Le seguí con la mirada dentro de aquel silencio que hacía en la mesa y cuando vi como se bajaba la capucha mi rostro se volvió todo un poema pues aquello era lo más raro que había visto nunca.

- ¿ Un bardo? ¿ O estaba aún más pirado que ellos?

No me podía creer lo que estaba viendo.

- ¿ Hay un circo cerca? - Acabé preguntando para echarme a reir a carcajadas, fuertes, pero me era imposible contener la risa ante la escena.

 El centauro, que se empezaba a cansar de la situación en la que se encontraba se limitaba ha saludar haciendo gestos con la cabeza. Odiaba estar rodeado de gente, sobretodo si eran desconocidos y en este caso no paraban de aparecer uno tras otro. Naïm quería acabar con los orcos y seguir adelante. Pero sonrrió ante el comentario de Kathra. Había escuchado que los circos eran lugares donde los humanos y a veces los elfos o los enanos se reunian para ver las cosas mas raras que podian reunir entre unas rejas. Y en efecto ellos empezaban a serlo dentro de aquella taberna.

Grannik, el tabernero aparto a la mediana con delicadeza.

Sigue con lo tuyo Wyle....

Luego sonrio Y te miro

¡Bienvenido a mi humilde taberna y si buscas trabajo  y alojamiento soy yo con el que tienes que hablar!.

Tengo unos problemas de transporte hacia el norte de la ciudad. Desde hace apenas una luna, no me llega la mercancia de vinos y otros productos por esa entrada. ya que a mitad de camino en el bosque de Larsgod, se han instalado una escuadra de orcos. Se estima que son entre 12 y 20, han arrasado toda la zona y estan bloqueando el paso.

los transportes tienen que dar un rodeo hasta la puerta sur. Por lo que mi mercancia no llega a tiempo y me cuesta mas dinero.

Es mi pedido de viveres para la taberna, 4 barriles de vino elfo, 6 de cerveza enana, 2 sacos trigo,4 sacos de arroz, y 3 de maiz y algunas decenas de licor de fuego.

Salvo estos ultimos no hay nada de excesivo valor...salvo para mi, pues es la prevision hasta el proximo pedido.-

Sonrio y miro

la mision seria que despejarais la zona para que el comercio siga fluyendo. y de paso escoltar una de mis mercancias hasta aqui.

Partiriais pasado mañana, pues espero mercancia dentro de dos dias...

Os puedo ofrecer 200 monedas de oro por cabeza y los tesoros que encontreis, seria para vosotros. Tened en cuenta que los orcos han saqueado toda la zona y acumularan bastante.

las habitaciones y comida tambien seran a cuenta de a casa y os la guardare hasta vuestro regreso.- Sonrio

Quiza penseis que para que jugaros la vida por esa nimiedaz de mercancia que para mi es mi vida, pero os aseguro que habra mas misiones y de vas valia, si esto sale bien, os aseguro que os hare ricos. - Sonrio y Se llevo la jarra a los labios, para dar otro sorbo.

En unos momentos bajara Trancos, que ira a explorar la zona con unos cuantos del grupo. si se quiere apuntar no tiene mas que unirse a los aventureros de aquella mesa- Te señalo a la mesa.

¿Preguntas, dudas?

El posadero me explica, muy bien hay que decirlo, todo lo que acontecerá y cuan cuantiosa es la paga, añade si hay dudas y que si acepto iré a la mesa donde he escuchado algún comentario y unas carcajadas.

-Esta bien posadero, acepto, ponme una botella de hidromiel, estaré en la mesa....- Le comento señalando la mesa donde estan el resto de aventureros y la pelirroja del comentario...

-Algo de mi persona os hace gracia?- La pregunto acercandome a la mesa, clavando mis ojos verdes amarronados en la bárbara.

Mi voz es seria, penetrante, algo lúgubre y sensual, que unido a mi mirada, resaltada con las pinturas negras dan un aspecto algo amenazante.

Crowie bate las alas y grazna de esa manera tán peculiar en un cuervo. *Croaaaaa...Croaaaaaaa...*

Aún estaba riéndome cuando escuché aquellas palabras y noté cierta amenaza en ellas, pero no por ello dejé de reirme, quizás porque no era una de esas risas con intención de ofender a nadie, más que nada, porque cuando deseaba que así fuera no me reía, sino que más bien me encargaba de hacer saber que no tenía ganas de jugar. Aquella vez, simplemente me había hecho gracia y asentí intentando contener la risa.

- Los orcos saldrán corriendo cuando nos vean a nosotros, no querrán ni luchar... JAJAJA.. - Llevé mi mano izquierda para sujetarme el estómago porque me empezaba a doler por las carcajadas a la vez que las lágrimas comenzaban a inundar mis ojos..

Y eso que la mitad de la flora y fauna que teníamos en el grupo no estaba.

- Enanos, humanos, elfos de colores, una pantera, un centauro y ahora, un humano con la cara pintada con un cuervo al hombro.

Hablaba interrumpidamente porque aún estaba recuperando la respiración tras el ataque a reir.

- Seguro que salen corriendo como nenas, verdes, pero nenas..

Me lo estaba pasando bastante bien en aquel momento y eso, que había pasado un rato que esa gente tenía menos conversación que yo, que ya era decir.

 Había llegado un nuevo personaje pero estaba centrada mirando de forma curiosa al Centauro, nunca en la vida había visto uno y la verdad es que me llamaba la atención bastante. Mitad humano, mitad animal ...y para suerte de la humanidad, mitad hombre.

 Volví a la realidad con los comentarios de Kathra y esbocé una sonrisa - Estoy contigo -  éramos sin duda un grupo bastante "peculiar" - Trancos dijo que nos iba a guiar, el conoce bien esta zona y sin duda ahorraremos mucho tiempo con el como guía - posiblemente ya lo supieran, pero nunca estaba de mas decirlo.

 - Dado que para mi desgracia solo porto una daga y dudo que esto les asuste mucho - se la enseño - ¿Alguien me presta un arma de forma temporal? tengo buena puntería, si no teneis de sobra puedo ver si el posadero me puede vender algo que me sirva