Partida Rol por web

EL BLOQUE III

EL BLOQUE.

Cargando editor
18/03/2015, 22:49
Samuel Lerman

Lerman, la fría mirada azul congelada en la muerte de Jhonson, no parpadeó siquiera ante la brutalidad de la escena. La muerte de aquel traidor era algo ineludible e inevitable. El sonido a sus espaldas sí provocó reacción.

-Rápido, vosotros dos obedeced al señor Aaron. Atended al herido. Vosotros, vigilad al grupo pero no quiero fuego -tomó de la mano a Isabella, sin brusquedad pero con firmeza y avanzó hacia Aaron-. Ehfront, cierra la puerta de acceso del pasillo. Esa cosa no tardará en derribar la puerta principal en nuestra busca. Señor, apenas contamos con tiempo. En breve, una de las pesadillas del bloque estará aquí. Tenga lo que tenga que hacer, le aconsejo se dé prisa. A ella ya la conoce. Isabella, tenemos un fin, un objetivo con independencia de nuestros propios intereses. Es hora de poner fin al apocalipsis. Habrá tiempo para la justicia o la venganza. Pero deberá ser más tarde.

Cargando editor
19/03/2015, 01:17
Alex

Alex estaba ahí plantada, frente a Aaron, que parecía no prestarle la más mínima atención. Comenzó a hablar, más bien a dar órdenes a los soldados que habían entrado, y de pronto se dirigió a ella. Pero fue algo que dijo, algo que no tenía que ver con las respuestas que esperaba de él, lo que la hizo dar un brinco. Su corazón salto dentro de su pecho y Alex se giró por instinto, casi a la velocidad del relámpago..."atended al hispano...atended al hispano....al hispano...". Allí estaba Duarte, tendido al lado del cuerpo inherte de Jhonson, en un charco de sangre que no sabía si era suya, de Jhonson o de ambos, y su lado estaba Mei.

- ¡¡Santo cielo!! - y ya nada más tenía importancia. Salió corriendo hacia sus compañeros y dejando a un lado la escopeta, cayó de rodillas a su lado, junto a Mei. Miró a la asiática y miró a Pedro, estaba nerviosa. - nononononononono -  miró rápidamente, vió el cuchillo en su costado, hizo el intento de cogerlo...pero no se atrevía a tocarlo. Volvió a mirar a Mei...- Tenía que haber venido...maldita sea, tenía que haber venido...podría haber ayudado...podría...- su voz se quebró en un llanto mientras las lágrimas surcaban por enésima vez su rostro sucio y demacrado. Volvió a levantar su vista hacia Mei - No puede....él no puede....ya te perdimos a tí una vez, no puedo perder a nadie más...dime que no...-  pero ya sabía la respuesta, solo que no quería oirla. Desde el primer minuto que aquella pequeña compañia había comenzado forjarse junto a Steve, Alex siempre pensó que Duarte los iba a sobrevivir a todos, que ese coyote rabioso era indestructible, y ahora ahí estaba, tumbado en el suelo...Había matado a esa mole llamada Dwayne con sus propias manos, había sobrevivido a lo indecible, las había ayudado y salvado tantas veces...y había caído bajo un simple cuchillo. Alex lo maldijo, lo maldijo porque finalmente demostró que solo era un hombre.

Escuchó como los soldados se acercaban a ellas y sus lágrimas cayeron sobre el cuerpo de Duarte, cuya cara reflejaba por fin una paz y alegría que Alex nunca había visto en ese coyote. Por fin tenía descanso, y si ese Diosito del que tanto hablaba existía en algún lugar, estaba segura de que iba a perdonarle todo lo malo que hubiera podido hacer nunca, pues había cumplido su palabra. Ese coyote rabioso y fiel hasta el final había caído, pero incluso en su caída siguió protegiendolas, había dado su propia vida por ellas - Descansa en paz Coyote - susurró con tristeza. Y una ligera sonrisa se formó en sus labios, por fin Duarte podía reunirse con su mujer.

 

Cargando editor
19/03/2015, 13:29
Shan Mei

Mei acunaba a Pedro en su regazo, con lágrimas inundando sus ojos por completo, aunque sin soltar un solo quejido. Ni un grito lastimero salió de sus labios, pues quería escuchar las que sin duda serían las últimas palabras de pedro Duarte en este mundo. Tampoco importaba, las palabras no le salían y nada de lo que hubiera dicho podría haber hecho justicia a la solemnidad del momento. Escuchó que Alex se acercaba y hablaba, pero como en un sueño, ya que mantenía su mirada y su atención fijas en el hombre que ahora se moría en sus brazos.

Pedro cogío su mano y deposito un beso en ella, a lo que Shan Mei correpondió acercándo la mano de Pedro a sus labios y devolviéndo el gesto, incapaz de decir nada, incapaz de articular una sola palabra mientras la vida de su amigo se escapaba por momentos.

- Vienen. Las veo. Mi mama y mi Lucía, mi amor. - Tras estas palabras la respiración de Duarte se fué haciendo más pausada, y si Mei quería decir algo, sería su última oportunidad, así que recitó la misma poesía que recordaba haber dicho en el entierro de su padre, pues el sentimiento en aquel momento era muy similar:

"Si entiendes la vida da igual irse que quedarse,

Si sabes morir son lo mismo el día y la noche.

Para entregar la vida ¿hacia donde dirigirse?

¿Acaso hay un lugar al que no pueda llegar?

Atisbe nuestra mente a los que antes lo hicieron,

Y despidámonos de esto con serenidad."

 

Al acabar de recitarlo, Duarte había dejado de respirar, así que Mei le abrazó y comenzó a llorar y a sollozar, ahora ya sin reservas y sin contenerse ni un ápice, pues aunque las bonitas palabras de Pedro resonarían en sus oidos por siempre, la tristeza de no verle más, unido a la gratitud por haberles salvado la vida habían roto el dique de contención de sus sentimientos, y ahora se desbordaban por el mundo sin que realmente importara nada más.

 

Cargando editor
19/03/2015, 22:46
Tom Ehfront

Los soldados negaron con la cabeza tras tomar el pulso al hispano, luego se retiraron hacia el jefe de grupo dejando un mínimo de intimidad a aquella gente.
Tom les observó, pensando como podían haber sobrevivido en aquel lugar, luego se dirigió hacia los mismos dos soldados.
Bajad ahí abajo y esperad por si llega el otro grupo de soldados, decidles que ha ocurrido y decidles que tras la muerte de Jhonson yo estoy al mando, es más fácil que explicarles sobre Lerman. Intentad usar los walkys y que no haya más disparos, creo que necesitaremos a todo el mundo aquí si esa cosa llega antes que hayan acabado con el nexo.
Tras eso le dió su walky a Lerman, comunicaos con él ante cualquier problema.

Cargando editor
19/03/2015, 22:53
Aaron

Aaron se arrodilló frente a la base de aquel aparato, del Nexo. Encendió dos pantallas y de un par de ranuras sacó un teclado de cada una de ellas. Cedió uno a Isabella y el otro lo tomó para él. En ningún momento Aaron miró su pantalla, la vista no le permitía distinguir las letras, pero tenía aquel proceso interiorizado hasta la médula, lo había ensayado mentalmente tantas veces.
Aaron dirigió a Isabella unas palabras Se que jamás podrás perdonarme todo lo que te he hecho, ayúdame con esto y luego eres libre de hacer lo que creas conveniente. Sus palabras eran ambiguas, quizás Isabella sí lo entendiese.
Te digo nombres, los buscas y me los dictas. Levanto la cabeza para los demás, Si todo va bien con un par de minutos bastará

Cargando editor
19/03/2015, 23:05
Isabella Pars

Isabella sacó el Ipod en que había hecho el vertido de datos, de muchos datos al menos y -por lo que recordaba- también de varias carpetas con formulas. No lo tengo en Usb, tengo que buscarlo manualmente dijo rechazando el teclado que le proponía Aaron con voz glacial y que era el tono más amable que podía utilizar hablando con alguien a quien -de no reunir todo su autocontrol en esos mismos momentos- intentaría matar por todos los medios que le fuese capaz.
Al momento el viejo comenzó a dictarle nombres o formulas o partes de las mismas y Isabella empezó a copiarlos en el buscador del Ipod, cuando encontraba el documento empezaba a dictarselo. O a intentarlo.
...hache al cuadrado por cinco, cierra paréntesi, más sigma, no varsigma maldita sea Isabella, recuerda las clases de griego del insti o estamos jodidos Dudo que con un par de minutos tengamos suficiente Dijo Isabella con nerviosismo, debía de fijarse mucho en dictarle bien todo aquella retahila de números y letras surgidas de todas las lenguas muertas y por haber en el mundo. ¿Esto es un pingüino?

Notas de juego

Uso diez bloques de Isabella para efectuar a la perfección -y lo más rápidamente- dicha acción

Cargando editor
19/03/2015, 23:17
Director

Tom sacó de uno de sus bolsillos una especie de pasta de dientes y rápidamente empezó a colocarla en la junta de la puerta.
Ayúdame con esto dijo a Lerman, pero nada más decir esas palabras un rugido como de mil voces hizo temblar la pared y con ella la misma puerta, no iba a haber tiempo para intentar sellar aquella puerta.
Mierda, esa cosa ya está en el pasillo..

Notas de juego

Los soldados que iban a bajar en busca de sus compañeros se quedan al borde del "agujero", mirando hacia Lerman. Con el cambio de la situación no saben si quedarse a ayudar o buscara sus compañeros.
No contestan a los walkys dice uno de ellos.

Cargando editor
19/03/2015, 23:22
Director

Notas de juego

Y así están las cosas... dispararle desde el pasillo podría retrasarlo. Muchas personas disparandole desde el pasillo quizás podrían matarlo... pero de no conseguirlo quien quede fuera está muerto. Vamos que ahora los "bloques" sois vosotros.

Cargando editor
20/03/2015, 15:51
Samuel Lerman

No hacía falta ser un lince para comprobar que en aquella batalla habían dos frentes. El de Aaron e Isabella, tratando de desentrañar los enigmas del Nexo y poner punto final a aquel desastre y el del resto de los presentes, que deberían hacer frente al monstruo que por fin había logrado derribar el único obstáculo que se había interpuesto entre ellos y él.

Cuatro profesionales, soldados con pólvora y plomo en la sangre y armas en sus manos. A ellos se añadían aquellas mujeres que ahora lloraban al hispano muerto y que de no reaccionar, sería lo último que hicieran.

-Caballeros, es hora de demostrar nuestra valía. Si esa cosa alcanza esta sala, nada de cuanto hemos hecho y pasado habrá servido de nada. Piensen en sus familias, en sus hijos, padres, hermanos. En las mujeres u hombres que han dejado atrás y que posiblemente no vuelvan a ver. Su sacrificio de nada habrá servido si ellos no logran su objetivo. Es prioritario que lo consigan. ¡Ustedes! -gritó refieriéndose a las dos mujeres-. Puede que haya muchas razones que justifiquen su llanto, pero ese hombre de cuya muerte se duelen ahora, ha dado su vida por salvarlas a ustedes y al señor Aaron. Si quieren que su muerte no hay asido en vano, cojan sus armas y la munición que tengan y vengan aquí, salvo que puedan ayudar de otra forma, cosa que dudo -dijo fría y desapasionadamente-. A escasos metros de esta puerta, en el umbral del pasillo, una monstruosidad ha cobrado vida. Una masa informe de cuerpos y cabezas, todas ellas de la misma mujer. No es un dato importante, pero no quiero que se dejen llevar por el pánico cuando lo vean. Debemos abatir a esa cosa o ralentizar su progreso cuanto podamos, así que prepárense para matar o morir. O para ambas cosas. Aquí no hay garantías de superviencia. ¡Seguidme! -ordenó a sus hombres, abriendo la puerta y saliendo al pasillo-. Somos seis si ellas se nos unen. Tres rodilla en tierra. Tres de pie tras ellos. En paralelo a esta puerta para poder retroceder si hiciera falta al interior de la sala que acabamos de abandonar. La urgencia no debe llevar al error. Nada de ráfagas inútiles. La munición cuenta. Bala a bala, proridad cabezas. Tú, insiste con el walky. Dales nuestra posición y que vengan aquí perdiendo el culo. No esperes a su respuesta. Dispara en cuanto hayas acabado de dar el mensaje.

Cargando editor
22/03/2015, 22:48
Shan Mei

Las palabras de aquel desconocido hicieron mella en Shan Mei. Tenía toda la razón, y si se dejaban llevar por la tristeza solo conseguirían que el sacrificio de Pedro fuera en vano. Aun y así, las duras facciones del hombre y su tono de superioridad hicieron que la primera impresión que le había causado fuera de desconfianza. Por ahora él y su gente parecían aliados, pero ¿si seguían vivos después de aquello lo seguirían siendo?

No había tiempo para más dudas ni reflexiones. Mei se levantó, recuperó su arma de manos de Alex, y se dirigió hasta el lugar en que aquel hombre de mirada penetrante había sugerido, colocándose detrás de uno de los que estaban con una rodilla en tierra, aunque mirando de reojo al que los dirigía por si creía que debía cambiar su posición.

Sujetó la escopeta con seguridad, mirando a lo largo del cañón, intentando apuntar hacia la puerta de la manera más precisa posible, preparada ante cualquier cosa que fuera a entrar por allí. No importaba la forma que tuviera, acabarían con esa nueva amenaza y se tomaría un tequila junto a Alex, a la salud del tercer coyote de su grupo, a la salud de alguien que había llegado a adoptar como su hermano mayor alli dentro, siempre cuidando de ellas. La tristeza se había transformado en rabia, y ese fuego que ahora ardía en su interior le ayudaría en la batalla que estaba apunto de desancadenarse en aquel lugar de pesadilla.

Cargando editor
22/03/2015, 23:31
Alex

Alex miraba a Pedro con dulzura y tristeza, tanto que habían pasado...Los soldados confirmaron lo que ya sabían, que Pedro se había ido, ahora solo quedaba una carcasa vacía.

Uno de ellos, el que Aaron había llamado Lerman, habló con solemnidad, soltó un discurso digno de una película que insufló valor en sus hombres, pero Alex seguía mirando a Pedro. Solo un leve movimiento de Mei la hizo reaccionar. La asiática, con dulzura, cogió el arma que le había dado de sus manos y se levantó. Alex la siguió con la mirada y vió como salía al pasillo..."¿Será posible que...? Maldita seas Mei..." y volviendo a mirar por última vez la cara de Duarte, suspiró.

- Muy bien Duarte, te prometo que protegeré a Mei. Las dos saldremos de aquí, como tú querías, saldremos por nuestro propio pie. Todos para uno y uno para todos.- fue casi un susurro. Se enjugó las lágrimas y tendió la mano hacia el cuchillo de Pedro que había quedado clavado en el suelo, junto al cadáver de Jhonson. Dudaba que le fuera a ser útil contra un bicho como el que había descrito Lerman, pero era el arma preferida de Duarte y no dudaba de que le iba a dar suerte. Pedro aún estaría cuidándolas desde donde estuviera.

Se levantó, limpió la hoja en la pierna del raído mono azul, lo metió entre el tobillo y la bota y recogió la escopeta que había soltado. Miró que estuviera cargada. Guardaba una pistola y munición de las dos armas en la mochila que había permanecido fiel a ella hasta ahora...esperaba que fuera suficiente. Cruzó la estancia y se colocó al lado de Mei. La miró, amartilló la escopeta y asintió con la cabeza. Estaba con ella a muerte. Si salían de esta, ya habría tiempo para presentaciones con la recién llegada.
 

Cargando editor
23/03/2015, 20:26
Director

Como un pelotón de tiro de las guerras antiguas los seis se colocan en el pasillo, con la rodilla hincada en el suelo de derecha (junto a la pared) a izquierda (junto a la puerta abierta) el soldado más adulto, Tom, seguido de los dos jóvenes soldados. Todos en la primera fila llevaban la "armadura" completa, aunque no parecía que aquel ser fuera a dispararles. Detras de estos, de pié, de izquierda a derecha estaban Lerman, Mei y Alex, solo la asiática llevaba el traje protector completo a excepción del casco. Todos ellos ven como esa especie de gusano deforme se pliega sobre si mismo para pasar por aquella puerta y luego se va ensanchando. Era como si hubiesen cogido una legión de cadaveres despellejados, los hubiesen pasado por una trituradora y luego los hubieran vuelto a unir, para acabar tapándolos con una "bolsa" de carne de la cual sobresalían brazos piernas y cabezas por igual. Aquel ser grotesco se ensanchó hasta abarcar todo el pasillo y empezó a moverse ayudándose del suelo, las paredes y el techo. Más buen daba la impresión que aquello subía por el hueco de un ascensor gigante. Incluso se ayudaba de las cabezas para avanzar como si fuesen una especie de patas robustas pero cortas. La parte "delantera" de aquella cosa se abría como una enorme boca cuyos "dientes" eran brazos manos y cabezas, el interior del gusano de carne era oscuro y repleto de huesos y carne hasta donde alcanzaba la vista dentro de él. El hecho de que la cabeza repetida hasta la saciedad sobre aquel dantesco ser fuera el de una mujer morena de ojos azules y de rasgos agraciados, hacía de aquello aún más grotesco y horrible.
El primer turno de disparos empezó apenas aquella cosa entraba por el pasillo con los subfusiles de los soldados y de Lerman. La orden de fuego para Mei y Alex llegó cuando aquella cosa estaba ya a mitad camino entre la puerta y ellos.
El soldado que estaba junto a la puerta pregrabó en el walkytalkie un mensaje para sus otros compañeros y lo dejó en modo "repeat" tras lanzarlo dentro de la habitación.
Maldita sea maldita sea empezó a murmurar Isabella, cada vez más nerviosa ante los disparos. El grupo de afuera podía ver a Isabella y a Aaron si giraban la cabeza hacia la izquierda, Isabella podía ver a aquellos si hacía lo mismo, Aaron seguramente solo hubiese visto sombras, quizás ni eso, pero ni siquiera giró la cabeza de aquel teclado.
Díctame y concéntrate, solo tendremos una oportunidad dijo Aaron
Vaya gracias, ahora estoy más tranquila dijo Isabella temblando por los nervios y el enfado, pero no se atrevió a preguntarle a aquel viejo porqué tendrían solo una oportunidad.
Cinco minutos más gritó Isabella. Por como estaban las cosas cinco minutos era una utopía: aquel ser avanzaba lento pero tan imparable como un tanque. Habíais alcanzado las cabezas delanteras y algunas del principio del gusano, aquellas que teníais a tiro, incluso habíais alcanzado algunos de los brazos y piernas delanteros por lo cual la parte delantera ahora se arrastraba como un tren macabro...pero seguía adelante.

Notas de juego

En dos minutos lo tendréis delante, cada "asalto" son unos dos o dos minutos y medio "mas o menos". Si os retiráis al final de este asalto (podéis disparar o lo que creáis que os da tiempo y piraros) no tendréis problema de entrar todos por la puerta. Más allá de eso entráis en terreno peligroso y podrían darse cosas como no poder entrar todos (solo los que están junto a la puerta) y sin cerrar la misma... lo cual le daría vía abierta al nexo.

Cargando editor
23/03/2015, 21:11
Samuel Lerman

El avance de la monstruosa criatura era equivalente a la quintaesencia de lo pertinaz y lo constante. Los disparos apenas hacían mella o eso parecía. No obstante Lerman era muy consciente que en aquella o en cualquier otra naturaleza caracterizada po su masa y volumen, las primeras heridas entraban en el rango de lo soportable. Pero también era consciente de que carecían del tiempo necesario para frenar su avance lo suficiente. Pero no era la única carencia. Era necesario sumar la falta de armamento pesado o de explosivos y el elemento espacial que jugaba en su contra. Gozaban de pocos minutos antes de ser alcanzados y las ventajas no estaban a su favor.

-Ehfront, usa el sellador en la puerta de acceso al nexo. Será nuestra última frontera y confiemos en que bastará o que nos proporcionará un tiempo extra antes de ser derribada. El resto, reservad un cargador y vaciar el resto contra la criatura. Sin miramientos. Quiero una carnicería. Seccionad a esa bestia a base de plomo y pólvora. Si alguno cuenta con alguna granada que la emplee -ordenó al tiempo que disparaba metódicamente sin apartar su mirada de aquella cosa-. Tenéis un minuto, minuto y medio para mostrar lo que sabéis hacer con un arma de fuego. Tras eso quiero una retirada ordenada. En primer lugar, las dos mujeres. Después, los más alejados de la puerta. Y así sucesivamente en orden de proximidad a la cámara del nexo. Cuando entre el último, es decir, yo, cerraremos la puerta y presionaremos contra ella. Y rezad para que el sellador actúe con rapidez.

No dijo más. Siguió disparando ráfagas controladas, buscando aparentes puntos débiles, mientras contaba mentalemente los segundos de descuento. Cuando llegó al minuto y quince, ordenó a las mujeres que se retiraran. Minuto veinte, los dos soldados más elajados de la puerta. Minuto treinta, el soldado restante. Minuto cuarenta, fue retirándose él sin dejar de hacer fuego, pendiente del avance de aquella pesadilla. Finalmente, cruzó la puerta y se apoyó contra ella.

-¡Empujad, empujad! ¡EMPUJAD!

Cargando editor
23/03/2015, 21:28
Samuel Lerman
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto dos bloques:

-El primero en la localización de un posible punto débil en la criatura y atacar contra dicho punto. Si además, puedo verbalizarlo para que los otros disparen, mejor que mejor.

-Segundo bloque para el sellado de la puerta.

Cargando editor
23/03/2015, 22:00
Samuel Lerman

En una de las veces que aquella cosa abrió la boca uno de los disparos de Lerman alcanzó lo que parecía una cabeza ubicada en su interior, entre todos los órganos, torsos y cuerpos, y había más. Al alcanzar una de aquellas cabezas el ser por primera vez rugió de dolory se detuvo para al cabo de unos segundos seguir avanzando. Habría muchas cabezas en el interior y sería imposible acabar con todas, pero al menos aquello parecía frenarlo y hacerles ganar unos segundos.
Soldados,dijo a los dos chicos usad la pistola con las cabezas del interior cuando abra la boca. Para el exterior disparos certeros de subfusil. Para el resto, ya sabéis que ocurre cuando abre la boca, si podéis alcanzarle cuando eso ocurra adelante, pero sobretodo seguid disparando.

Notas de juego

Pnjotizado por el resultado del bloque utilizado.

Cargando editor
25/03/2015, 21:34
Shan Mei

Shan Mei sencillamente disparaba. No se cuestionaba el origen de aquella "criatura" que parecía estar formada por infinitas partes de la misma mujer, porque hacerlo habría sido como dudar de su propia existencia. De todo cuando habían vivido allí dentro, este enfrentamiento era simple, y por ello estaba agradecida. Después de tener que tomar decisiones entre la vida y la muerte, de ver a compañeros desaparecer o algo peor y de revivir momentos trágicos de su vida sin justificación alguna... sin duda daba las gracias por poder descargar toda la rabia que sentía contra aquel ser, fuera lo que fuera. Por su marido y su hija, por todo el mundo que habían conocido y que habían perdido allí dentro, por Pedro, que les había defendido hasta el final... por todos ellos, acataría las órdenes de aquel hombre y ayudaría cuanto pudiera para acabar con lo que tenían que hacer.

Cuando hicieron la señal, Mei estaba tan concentrada que casi no se dió cuenta, pero al instante cruzó la puerta junto a Alex y esperó la siguiente orden. Desde luego, sabían lo que hacían aquellos soldados.

Cargando editor
26/03/2015, 18:28
Alex

Esa cosa hizo su aparición. Alex había visto mucho en ese sitio pero aquello....Durante unos segundos (quizás cruciales) se quedó boquiabierta, petrificada, y hasta que no escuchó los primeros disparos no reaccionó. Disparó como si lo hubiera hecho toda la vida, no tenía ni idea de disparar un arma de fuego pero ahora daba igual, iba a aprender y rápido. Parecía que todo el daño que le causaban no servía de mucho, ni siquiera se detenía un poco, pero Alex no dejó de disparar su escopeta. A la órden de Lerman se replegó junto a Mei, sabía que su única oportunidad de sobrevivir estaba en hacer caso a aquel tipo, sin preguntas. Entraron de nuevo a la sala y Lerman les dió a entender lo que podría ser el punto débil de ese ser monstruoso, así que volvió a levantar la escopeta y se quedó ahí, esperando su oportunidad de acertar en el blanco adecuado. Lástima que no contara con ningún tipo de explosivo, quizás ahora les vendría de perlas.

Notas de juego

No me quedan bloques, pero Alex se queda expectante con la escopeta para acertar de pleno en el punto débil del bicho cuando sea necesario, las caras interiores.

Cargando editor
27/03/2015, 23:19
...

Aquellos segundos extras ganados al disparar al interior de aquella cosa sirven para que el soldado llamado Tom extienda algo similar a "mantequilla" en los cantos de la puerta mientras los demás disparáis. Entráis corriendo y la puerta cierra pesadamente tras vuestro con un sonido extraño, el de acoplarse aquel material a la junta de las apuertas. Los tres soldados "uniformados" rápidamente hacen fuerza contra la puerta.
Ya estáis todos cuando escucháis decir a Isabella Dos minutos más, hemos de repasar esta última parte a lo que Aaron responde No.
Puede que para la mujer solo fuesen signos y letras pero para Aaron aquello eran formulas, lo que para Isabella podría haber sido una letra parecida a la que allí ponía para Aaron hubiese sido un absurdo que rompería la lógica de la fórmula. Al fin y al cabo las fórmulas eran frases y aquellas frases tenían sentido, aún más, recordaba -a medida que las escribía- cuanto sudor le había costado cada tramo. Pulsó el enter en aquella consola y al instante el mundo pareció cambiar:
Había mucha más luz en el lugar, la temperatura era la idónea para cada uno de vosotros y os recordaba tiempos mejores: aquel verano con vuestros padres, el frío matinal en el que alguien se os declaró...era diferente para cada uno de vosotros, pero agradable. Un ser de apariencia femenina ascendió de algún lugar entre Aaron y Isabella. Aquella "mujer" ingrávida era hermosa de una manera extraña, al miso tiempo que os llenaba de aquel miedo a lo desconocido. Mucho más aún, aquel ser reencarnaba las fuerzas innombrables e infinitas que habían poblado aquel lugar, dando forma a pesadillas que quizá solo eran rastros del jugar de una forma de vida infantil y primaria. Durante esos momentos aquella mole golpeó la puerta y luego rugió de dolor, la habíais castigado lo suficiente como para que cada golpe que diese contra la puerta actuase contra sí misma. Teníais quizás un par de minutos extra...a los cuales, con suerte, se añadirían uno o dos más por aquella masilla de sellado.

El extraño ser atravesó la caja de metal que contenía el nexo y desapareció dentro de ella, todos mirabais casi hipnotizados hacia el mismo. Al cabo de un segundo los laterales de la caja metálica empezaron a expulsar humo y la parte superior de aquella caja de metal alargado se abrió. Aún estaba aquella "nevera" sumida en aquella niebla cuando Aaron se dirigió hacia la parte abierta. Empezó a arrancar cables que lanzaban un líquido azul y luego levantó el nexo.
La niña rubia que Aaron tenía entre sus brazos vestía un pijama rosa y no tendría más de cinco años. A los segundos de sacarla de aquel aparato la niña abre unos ojos azules inmensos y Aaron la deja en el suelo. ¿Papa? dice ella con una inmensa sonrisa en la boca.
Liss!!mi niña, mi preciosa le dice cuando la abraza, llevando el rostro de la niña contra su pecho. Ella le abraza tambien bien fuerte. Luego algo no va bien, la niña intenta decir algo pero el pecho de su padre se lo impide, le aprieta demasiado. Las manos de la niña empiezan a dar palmadas incrédulas a las cuales Aaron responde aprentando aún más y más fuerte el rostro de la niña contra él. El rostro de Aaron parece igual de inexpresivo, solo sus ojos están inyectados de sangre y lágrimas mientras repite casi para sí lo siento mi pequeña, lo siento y no deja de repetirlo...

Notas de juego

Aaron está ahogando a la niña delante de vuestros ojos y muchos de vosotros sabéis porqué, otros no.
Quiero que posteeis en abierto la reacción de vuestro personaje, luego solo para el director qué haceis, vuestras intencions.
Bajo de este post para el director y para que quede claro en notas hay que elegir una de estas tres opciones:
-Intento salvar a la niña.
-No hago nada.
-Si hace falta ayudaré a que Aaron cumpla su cometido.

Y cuando todos hayáis respuesto, actualizo con el final de la partida ;)

Cargando editor
29/03/2015, 22:16
Isabella Pars

Cuando había dicho el último signo del último segmento que Aaron, aquel odioso ser que tanto le había quitado, le pidió, un enorme nudo se formó en el estómago de Isabella. Necesitaba repasar aquellas formulas, las habían dicho demasiado aprisa, tenía demasiadas dudas, había tanto en juego que No La negación de aquel viejo asesino y loco ante su petición lógica, ya que se jugaban el mundo, le golpeó el estómago y apunto estuvo de vomitar.
¿Como que...? El viejo pulso la tecla y el principio del fin o el fin del principio se desencadenaron.
Isabella había sido la única superviviente del bloque, había vivido aquel horror, aquel lugar plagado de almas errantes. Sabía demasiado bien que plagaba aquel lugar y la mujer ingrávida que se elevó desde el suelo, traspasándolo, no era para nada un fantasma ni nada similar. Trasmitía paz y estaba hecho de luz, aquel ser que llenó de paz el pozo negro que era el corazón de Isabella se internó en aquel aparato metálico del que, momentos después, Aaron sacaba una niña ¡¡su hija!! No necesito saber quien era la madre al ver su pelo, sus ojos: su nombre fué una presentación y sin saber que hacía esa niña ahí Isabella fué capaz de enternecerse delante de la escena. Una niña con un padre así le daba lástima, y ver algo de emoción en aquel loco calculador hizo que se le formase un nudo en la garganta. Poco duró aquel sentimiento, cuando entendió que estaba sucediendo se llevó las manos a la boca no pudo reprimir un grito ¡Dios mío!¿que...?

Cargando editor
29/03/2015, 22:26
Director

Isabella ayuda.

- Tiradas (1)

Motivo: Actuación Isabella (+30 actua; menos esta quieta)

Tirada: 1d100

Dificultad: 30+

Resultado: 67 (Exito)

Notas de juego

+30 Isabella ayuda a la niña
0-29 se queda quieta por el horror de la escena