Partida Rol por web

Gio permanecía observando a todos sus compañeros. Lo que decía y hacían le parecía muy bien, pero él sólo intentaba explicarse lo que vieron en aquel pasillo hacía unos minutos.

De golpe, Jackson parece padecer una especie de shock a "no sé qué", donde tras el susto, Giorgio se arrodilla cerca de él y procura que no se hiciera daño con nada que tubiera alrededor, viendo lo que hacía y cómo. Había atendido a algunos cursos de Primeros Auxilios i poca cosa se puede hacer delante de un Shock. - No voy a ponerle nada para que muerda.. su lengua ya está partida.. - piensa para sí al ver toda la sangre mezclada con espuma que le salía por la boca.

Muerto.

Tras un suspiro no puede hacer más que cerrarle los ojos, coje uno de los manteles de la primera camilla que encuentra i lo tapa por completo.. - Ya somos uno menos.. comenta en voz alta casi como un susurro.

Y por si no tenían suficiente, su antiguo acompañante, Mich entra por la puerta en estado catatónico y Gio se acerca a él junto con Pedro para intentar calmarlo, sentarlo y que nos explique exactamente qué es lo que lo tiene TAN preocupado.

Por ahora no hay ningún tipo de respuesta visible en Ciara o Macario.

Ah..ahh... balbucea Mich cogiendo aire, Anette...está... otra bocanada de aire ...en la Planta-2... Desnuda, la tapé con una manta coge más aire pero sus dedos de la mano izquierda están... surgen...son parte del suelo.Su mirada la de un loco, gesticulando Hay que volver rápida con ella, mira a los demás y hay que coger algo con que cortarle los dedos y sacarla de allí... Y si es otro que no sea yo, mejor que mejor.

El reverendo lanzó una mirada a su pecho. Gracias Pedro. Realmente era una buena cura para no ser alguien versado en medicina ni primeros auxílios. Seguramente le quedaría una buena cicatriz, pero lo importante era que la sangre se quedase dentro del cuerpo, y eso aquella cura lo había conseguido con creces. Se recostó completamente en la camilla, la herida le dolía lo suficiente como para no dejarle dormir, asintió a las palabras de Duarte y luego desde allí observó y escuchó a los demás.
Al final apareció un nuevo compañero de fatigas cargado, como no, de malas noticias. A la par que extrañas, ¿cortarle los dedos? Era como si estuviesen en guerra con algo.

Mientras Shan Mei seguía animando a Ciara con palabras amables y sujetando su mano para que despertara de su sueño, Mathew se levantó de la camilla e hizo lo mismo por Macario. Mei asintió en agradecimiento, inclinando levemente la cabeza en dirección al chico.

Así los encontró Mich, cuando entró en la enfermería prácticamente sin aliento y soltando frases incoherentes y sin sentido alguno. Justo cuando pensaba esas palabras Mei se dió cuenta de que no era justa al juzgar a Mich. Si no tenía sentido lo que decía, nada de lo que había vivido hasta ahora lo tenía.

- Lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte - Dijo sin soltar la mano de Ciara e intentando sonar calmada y conciliadora - No sirven de nada las prisas si ahora el que queda inconsciente eres tu. Siéntate, respira y explícalo con calma. - Se quedó un momento pensativa y se dirigió al resto - Deberíamos ir a ver a Anette, pero creo firmemente que no debemos dejar a Ciara y a Macario solos, puede ser la diferencia entre que vivan o mueran.

Intento bajar mi ritmo de agitación, pero me exasperaba tener que explicarlo todo desde el principio, por unos segundos recobro la calma y centro la mirada en el mejicano. Pero no puedo estarme quieto, el corazón va a mil a sí que me deshago de sus brazos y voy al trote buscando por los armarios, apenas escucho a la china hablándome.

- Necesito, necesito anestesia, o algo así, y un bisturí, o una sierra de cortar- sigo buscando, mientras tiro las cosas, meto la mano a puñados en los cajones y tiro al suelo toda clase de medicamentos- relajantes, somníferos, lo que sea, Annete tiene los dedos SOLDADOS al suelo, hay que quitárselos antes que se la lleven, ¡DONDE COÑO ESTÁN LAS JERINGUILLAS!

No paro de sudar, las gotas me molestan en los ojos, tengo la frente pegada y por los lados de la cabeza. Sigo buscando intentado acordarme de los nombres de los medicamentos.

- ¡¡No quiero perder los dientes!!- me quejo en voz alta.

Ciara y Macario siguen en el mismo estado.

-De nada, padrecito -fue la respuesta de Duarte que metiendo la mano en el bolsillo del mono sacó una caja de analgésicos que lanzó al sacerdote-. P´al dolor. Y en cuanto a ti, pendejo, te dije que te calmaras -las palabras de Pedro fueron seguidas de una seca bofetada a Mich-. Escúchate. Ya te oímos, pero solo dices locuras. Y mira alrededor. Las cosas están mal, wey. Muy mal. Acá ya tenemos difuntos. Si la güera esa que dices Anette necesita ayuda, se la daremos, pero no nos chingues con cosas de orate. Ustedes quédense con los dormidos. Padrecito, espagueti, ¿se vienen con el Mich y conmigo a ver qué podemos hacer por esa muchacha? Cuantos más seamos, mejor.

El reverendo asintió, si los caminos del señor le habían llevado a ese lugar, allí haría aquello para lo que había dedicado su vida. Ayudar al prójimo en todo lo posible. Se tomo uno de aquellos analgésicos y, primero se sentó sobre la camilla, luego se puso de pie. No tenía miedo a desfallecer, la fuerza que el no tuviese se la proporcionaría Dios, porque incluso él llegaba a aquel lugar.
Recordaba a Anette: había salido corriendo de aquella enorme tumba guarnecida por aquella gigantesca compuerta para buscarlos, a él y a su otro compañero. Se había preocupado de aquel hombre del mono azul tendido en el suelo y les había guiado, parecía estresada pero aún así les había metido en aquel lugar preocupándose por ellos. Si podía ayudar en algo a aquella mujer, lo haría.
Estoy apunto. Mintió el reverendo, más a sí mismo que a los demás.

Veía a Mich revolver todo por la hacitación sin que siguiera calmado.. así que cuando pedro de "encaró" a él i le pegó el bofetón, Gio no pudo más que asentir. - Menos mal que no soy el único que no le ve sentido a todo esto..

Está bien, tendríamos que ir a ayudar a la "jefa". El problema es que si nos vamos, dejaremos a los difuntos aquí. - Dice mirando a los muertos tapados con sábanas con algo de desconfianza. - Además los demás compañeros están en la otra sala, almenos tendríamos que comentarselo para que no se preocupen. Demasiadas cosas raras están pasando ya. - les comenta con un tono lo más calmado posible.

Un nuevo grupo se forma para ir a ayudar a Anette, la selección de quién se queda y quién se marcha surge por si misma. Mathew y Shan Mei parecen repuerados, pero no lo suficiente. Al mismo tiempo la experciencia que acaban de vivir parece obligarles a estar junto aquellos dos que aún no han despertado: Macario y Ciara.
Nao Shen por su parte, no parece estar dispuesto aún a dejar a Shan Mei asolas.
Estos cinco, junto con el cadáver de Jackson, permanecen en la enfermería mientras los demás marchan a ayudar a Annete. El tiempo en aquel lugar, más que oro, era vida.

Por otra parte, Ciara y Macario no han mostrado ningún tipo de mejora ni reacción a las atenciones de Mathew o Shan Mei...

Atiendo a la escena sin apartarme de mi posición: veo como Mich pierde los nervios y como Duarte organiza rápidamente la situación para ir a ayudar a Annete, sea lo que sea lo que la esté pasando... "Vaya, parece que nuestro compañero sudamericano trabaja bien bajo presión, resulta útil tener a alguien así cerca."

Cuatro se marchaban de la enfermería y otros tres permanecían con los durmientes. -Al final parece que no hemos tenido más remedio que separarnos. Levanto la vista del cuerpo de Macario, que no parece haber sufrido ningún cambio en todo este tiempo, y me fijo en Shan Mei -Espero que no te moleste mi curiosidad, pero hay algo que me lleva rondando un rato la cabeza ¿qué pudiste ver mientras dormías y cómo conseguiste despertar?

Guardo silencio unos segundos -Antes o después tendremos que volver a dormir, es algo seguro. Antes de que ese momento llegue me gustaría saber que han vivido los demás en sus pesadillas. Tal vez éstas tengan algún aspecto en común. Añado para justificar mis preguntas, desde luego que no es un tema agradable de recordar. Pero no lo preguntaría si no me pareciese relevante.

Fuera los "conflictivos", Ciara abrió los ojos de par en par, con una inusitada calma, casi parecería un vampiro por ese despertar tan mecánico, esa palidez y aquellos ojos como témpanos. 

- Estaba dentro de un ataúd -dijo mirando a Matt, pero sin soltar la mano de Shan Mei- flotando en una bañera, esa fue mi pesadilla.

No miraba en ningún momento hacia Jackson, aquello rompería su plácido y preciado estado de frialdad... Volvía a estar en un lugar en el que todo era peligroso pero interesante, no peligroso, rutinario y desquiciante. Se incorporó con calma. Estaba de acuerdo con Shan Mei, que por su calma podría ser perfectamente Nevada-tan huida de prisión y crecidita. Le desconcertaban los asiáticos, pero eso tampoco era algo malo a ojos de la británica, que miró a su compañera esbozando la prehistoria de una sonrisa a modo de agradecimiento. 

Justo cuando Mei iba a responder a Mathew, notó que Ciara despertaba y que, segundos después, les dirigía unas pocas palabras. La chica asiática no podía estar más feliz, pero se contuvo de expresarlo demasiado, pues aún quedaba alguien dormido y Jackson había fallecido hacía poco.

Eso sí, le dedicó una amplia sonrisa y apretó su mano diciéndo:

- Sabía que lo conseguirías. - miró a Mathew a continuación, y mientras ayudaba a la chica a incorporarse dijo. - Claro que no me molesta, parece mentira, pero... tengo ganas de contarlo y quitármelo de encima.

Se sentó en una de las camillas libres y continuó hablando:

- No puedo daros todos los detalles, pero sí puedo haceros un resumen. Al principio de mi sueño estaba en un ataud, igual que Ciara. Me puse a chillar y alguien vino a abrirlo. Cuando miré fuera y a mi alrededor descubrí que estaba en un rio, rodeada de ataudes como aquel en el que me encontraba. Además de los ataudes flotantes, había barcas y hombres con lanzas. Esos hombres... aunque debería de decir "seres", porque tenían un solo ojo, se dedicaban a atacar y destrozar los ataudes y a sus ocupantes.

Se quedó callada un momento mientras pensaba como seguía su pesadilla. Ahora que lo rememoraba, se daba cuenta de que parecía haber alguna laguna en sus recuerdos, justo entre el trozo del rio y...

- No recuerdo bien que pasó a continuación, escapé de ellos tirándome al agua y, después, me pareció despertar en mi cama, dentro de mi habitación, solo que no había oxígeno en ella. Por suerte, Diana me sacó de allí y me dijo que fueramos a buscar al resto. Mientras íbamos a las otras habitaciones algo no cuadraba, y Diana empezó a comportarse de forma extraña. Me dijo que no sabía qué le había pasado... Y luego que...había muerto. Justo cuando me lo decía, escuché la voz de Alex y noté que alguien me cogía la mano, que imagino - Miró al chico asiático, sonriendo - Que era Nao Shen.

Una nueva pausa dejó a los otros expectantes, pidiendo con sus miradas que acabara su relato. Mei imaginaba que tendrían muchas preguntas que hacerle, así que sin más dilación dijo:

- Fué en ese momento en el que me di cuenta que seguía soñando. Empecé a correr, huyendo de Diana y centrándome en la sensación que notaba en la mano y en la voz que había creído escuchar. Lo siguiente que recuerdo es que me desperté aquí, que espero que, de una vez por todas, sea el mundo real.

Había concluido su relato, pero como para afianzarse en la sugerencia que había hecho antes concluyó:

- Por eso recomendé hacer esto. No se si habrá servido para despertar a Ciara, pero conmigo funcionó y ahora tenemos que hacer lo posible porque Macario lo consiga también.

La "tranquilidad" actual hace que el cansáncio del viaje empiece a hacer mella en todos. Los que habéis "dormido", paradojicamente, casi estáis más cansados aún que Nao Shen que no llegó a dormir.

Ciara escuchó el relato de Shan Mei muy interesada, y sin embargo lo único que podía pensar era en el MK Ultra y otras preciosidades del estilo. Negó con la cabeza, desde luego la cosa no iba bien. Se levantó de la cama, comprobando su movilidad y si aún llevaba su tarjeta. Luego frunció el ceño... Recordó que todos aquellos que habían sido sometidos a condicionamientos mentales combinados con drogas, tenían una única cosa en común, una curiosidad: Se ataban los zapatos al revés, con el nudo invertido. Eran incapaces de hacer un lazo derecho y tenían dificultades a la hora de atar nudos. Buscó unas vendas y se las tendió a Shan Mei, Nao Shen y a Matt. 

- ¿Podrías anudarme ésto en la pierna, Shan Mei? Matt haced lo mismo con vuestras piernas. Puede parecer una tontería, pero hacedlo, como si fueran cordones de zapatos, ¿de acuerdo?

Estaba deseando dormir, y lo haría, no se achantaría por una pesadilla... Aunque sí que le temblaban un poco los dedos con tanto relato tétrico. 

Escucho la historia de Shan Mei y el breve resumen de Ciara, desde luego que había varias cosas en común en nuestras historias, pero ¿por qué?

Mientras pensaba en ello Ciara me tiende una venda y me pide que haga un nudo con ella. Me sorprende la extraña petición, pero tomo la venda y me agacho para hacer el nudo en mi pierna. Al terminar contemplo el resultado -Bueno, mi fuerte nunca ha sido lo de decorar regalos. Pero creo que no ha quedado demasiado mal. Comento con una sonrisa 

-Que tal vos... la frase se queda a media y mi sonrisa se borra de sopetón. Termino de levantar la cabeza y me froto con fuerza los ojos. Vuelvo a mirar al suelo pulido y me veo a mí mismo, pero esta vez con el mono azul puesto, no como un segundo antes.

"El cansancio me debe estar jugando una mala pasada." Miro a los demás -Por lo que habéis dicho sobre vuestros sueños  los tres hemos tenido un par de cosas en común: todos nos encontrábamos dentro de un ataúd al despertar y, por algún motivo que no alcanzo a comprender, todos ellos estaban flotando sobre agua: un pozo, un río, una bañera. No se vosotras pero yo nunca había tenido un sueño parecido antes de venir aquí, y que ahora tres de nosotros hallamos tenido un sueño tan similar al mismo tiempo... Me callo y muevo la cabeza de lado a lado con gesto de negación -No entiendo nada, pero una cosa es segura, lo que sea que esté pasando no es bueno.