Partida Rol por web

(como ya hemos visto todos que el oraculo no está  sigo como si no me hubiera ido a bugcarlo porque yo queria buscarlo donde estamos. SI al señor master le parece guays)

-¿Donde está el viejo oráculo? - se vuelve al errante- señor errante, ¿vos que sabeis del oráculo? El fue quien nos trajo con su canción, ¿lo hizo a petición vuestra? Hay muchos interrogantes que responder.

-Bueno, deberíamos esperar a Noah y una vez aclarado todo buscar al Oráculo- mira la comida- ¿qué tal un poco de comer? ^^

-Por su puesto - le sirve a Tara un porción humeante de ese invento de cecinas agua y vegetales - buen provecho,  hay té de menta por si te sienta pesado....jeje

Ella misma se sirve un poco, para acompañar a Tara. Retira unpoco la cazuela del fuego.

Yo tengo un problema... tengo hambre, pero realmente no se que como.
Su estómago rugió.

Es tan... absurdo que no se si hecharme a reir o llorar pero ¿que comen los elementales?

El troll miraba la comida pero le parecía que había demasiado poca -incluso si toda fuera para el- así que se levantó y se fué de la enorme antesala, seguramente en busca de algo (¿alguien?) para comer.

El Errante -cuyo rostro poco a poco se iba haciendo más joven, ya parecía el de alguien de 70 años bien conservado- negó con la cabeza ante la pregunta de Tara.

Se quién es El Oráculo por que lo conocí en nuestros tiempos, no sabía que mi música realmente había conseguido traer a alguien del otro lado hasta que me lo dijisteis, sino hubiese seguido tocando. Pero me di por vencido y seguí buscando al niño gris, pues en aquel tiempo era mi única pista.

Le señala la hoguera

-Deberías probar con hoguera, como elemental, no sería el fuego tu fuente de alimentación?ahora lo quen o sabría decirte es si, tienes que tomar las llamas directamente o tomar un palo encendido, hummm que te parece si hacemos crecer el fuego para pruebes?. y en cuanto al Oráculo, definitivamente le hemos perdido la pista, al menos yo, desde anoche, tendría que haber estado aquí

Se termina lo que tenía en el plato y se sirve un poco de té de menta.

- Y bien.. puesto que tu música nos trajo...por cierto... acerca de los seres en el bosque, que has averiguado sobre ellos?

-¿Y que fue del niño gris? Será casi mejor que nos cuentes toda la historia entera porque estoy bastante confusa- Añade a lo dicho por Eo mientras come

Dibuja líneas, círculos y triangulitos en un papiro mientras escucha la conversación.

Se come la sopa con pocas ganas, y no es porque no tenga hambre, que tiene y mucha, sino porque la carne no es plato de su gusto. Escucha, mientras tanto, al resto de presentes, en especial a El Errante.

El Errante mira hacia la hoguera, su rostro es ya el que recordáis, quizá con algunos años más y más cansado, pero desde luego no parece ya el de un anciano. El alimento, pese a ser poco, y seguramente la esperanza de veros, le ha devuelto la energía.

Debí dejarlo allí, pero no pude. Cuando hace ya tanto tiempo encontre en aquel claro aquella enorme piedra negra y oscura, con un bebé llorando encima y aquellos brujos siniestros en el suelo, todo mi cuerpo, todas mis sensaciones, todo me indicaba que dejara a ese niño en ese lugar.
Todo olía a maldad, el niño nisiquiera tenía ombligo, porque nunca había tenido cordón umbilical, es la clara señal de que ese pequeño ser había sido imbocado, no nacido.
De hecho empecé a andar dandole la espalda, dejandole para los lobos y demás depredadores, pero entonces le oí llorar... y no pude dejarlo.
No sabía que fuerzas oscuras y con que horrendos fines lo habían imbocado, pero al oirlo llorar como un bebé, no pude verlo de otra manera. Me convencí a mi mismo de que si los brujos que lo habían invocado habían muerto, seguramente ya no habría peligro, y de que si yo lo educaba con un corazón puro, de esa manera actuaría.

Pero me equivoqué en cierta manera. El bebe se hizo niño muy rápido. Tenía una facilidad increible para aprender el uso de cualquier arma, de cualquier conjuro. No había defensa mágica que lo detubiera, las atravesaba de la misma manera que un cuchillo corta el aire. Era un ser mágico, nacido de la mágia, y totalmente inmune a ella. Nunca llegué a entender de todo su naturaleza, pero sí su corazón. Un corazón noble en un cuerpo que nos traería la perdición a todos.

Cuando cumplió 18 años de su nacimiento, el ya apertaba los 20 desde hacía mucho tiempo... nisiquiera estaba en el bosque ya que vivía en el palacio de Camelot, como caballero leal del rey. Dieciocho años eran los que necesitaban los exiliados para internarse, poco a poco, en nuestro plano.
Imaginatelos como alguien que se desplaza contracorriente, aferrándose una cuerda y avanzando cogidos a ella. El niño gris era la cuerda, daba igual que actos realizara, solo debía vivir para que ellos tarde o temprano llegaran.

No hay muchos lugares por los cual se pueda acceder de un plano a otro, pero por suerte y por desgracia el lago era uno de los más poderosos, una enorme puerta abierta para ellos. Sí, cuando aparecieron sobre la superfície del lago mientras el agua se evaporaba, todos los guerreros y magos del lago, avisados por este, les estaban esperando.

Pero no podían hacer nada contra ellos, porque no era a ellos a quien debían atacar, yo, de alguna manera lo supe cuando ya era demasiado tarde y apenas tube tiempo de salir del bosque antes de que todo se convirtiera en piedra. En aquel entonces me encerré en la biblioteca de Camelot, y empecé a averiguar todo lo que ahora se.
En aquel fatídico momento el castillo había sido abandonado hacia muy poco, el niño gris parece que intuyó qué iba a suceder y desalojaron el pueblo y el castillo salvando así innumerables vidas. Ya que lo primero que hicieron los exiliados al aparecer en este mundo -ahora se que es porque les recibimos con espadas y conjuros- fue arrasar todo ser con vida de muchos kilometros a la redonda. Todo camelot y su pueblo hubiesen sido aniquilados.
Pero Gris los salvó, y eso le hizo convertirse en el brazo derecho del rey, y a su muerte, el propio rey de Nuevo Camelot, al que llamaron Lancelot y se encuentra a unos cuatro dias de aqui.
Me convertí en vampiro cuando en mis viajes encontré a una vieja conocida del lago, ella fué algo reacia a hacerlo pero al fin me convirtió. Un vampiro auna inmortalidad, cosa que necesitaba para reencontrrarme con vosotros y poder, el poder lo utilicé para pelear con Gris.
Lo llamé a este mismo lugar, al pueblo, el hacía mucho que no me veía ni sabía nada de mí asi que acudió rapidamente con ansias de reunirse con su padre... y yo intenté matarlo, con mi cuchillo oxidado y con mis nuevos poderes. Pero el era demasiado poderoso, yo conseguí herirle con el cuchillo pero el era superior en todo, si no me mató fué por quién yo era y por quien el era.

Así que ahora tenemos que matar a un rey, a quién yo quiero como un hijo, para eliminar el vínculo que les ata con este mundo. Pero como ya están en el no les hará desaparecer, solo les hará más debiles, momento en el que nosotros podremos acabar con ellos.

Sin levantar la mirada de sus apuntes lanza la pregunta.

- ¿Por qué "tenéis que" matarlo? Eso es sólo una opción.

El Errante mira a Lucer.

Mientras la "cuerda" entre su mundo y el nuestro exista, seguirán llegando elementales como los que se adueñaron del bosque, y serán intocables. Es solo tiempo que al final todo sea de onice y esas criaturas sus únicas ocupantes.

Tras eso lanza un suspiro de abatimiento.

Creeme, soy el más interesado en No matarlo, y si hay otra manera de hacerlo, seré el primero en defender dicha postura.

Levanta la mirada hacia El Errante, no es amable, pero tampoco parece una amenaza, de momento.

- Creo que estás cargado de prejuicios, Errante. Si en dos mil años esas criaturas de obsidiana tan solo se han adueñado de esa ridícula porción de mundo, me parece que sus ansias de conquista no deben ser tantas. De hecho, tuvieron la cortesía de advertirnos en lugar de pasar al ataque directamente. Lo lógico en unos conquistadores es evitar que ninguna información llegue al anemigo, ergo, deberían habernos matado para evitar que contásemos a otros lo que había fuera del bosque. Pero no lo hicieron... ¿ Que un grupo de desarraigados busquen un lugar donde establecerse es un crimen que castigar?

Por otro lado, has descrito a tu hijo adoptivo como alguien de principios. Si tan recto y honorable es, no hace falta que lo mates, él mismo se suicidará para abortar los planes de esos seres.

Lúcer clava su mirada en El Errante. Por debajo de la mirada del humano, parece traslucir la del demonio que lo habita y él sí es amenazante. Pero su voz suena muy tranquila, jodidamente tranquila, y sin ningún atisbo de ironía.

-Tengo una última pregunta, Errante. ¿A quien has dejado seco para recuperarte hasta este punto?

Busca a los demás y los llama por los nombres por los que no sabe llamarlos. Debe contarles lo que se le ha revelado.

El mundo es muy grande como para poder afirmar que no han llegado más de ellos a ningún punto del mismo**.
Sobre lo de que el mismo acabaría con su vida, prefiero matarlo o morir en el intento antes que hacerle cargar con mi error. No haré nada que no solo acabe con su vida sino que además acabe con su alma. Es una buena persona y esto que sucedió es tanto su culpa como la mía, si hubiera alguna forma de que el dejara de ser el nexo y convertirme yo en el, alguna especie de "traspaso" de poderes... yo mismo acabaría con mi vida y le dejaría a el gobernando Lancelot. Gris es mi mayor error, pero a la vez mi mayor logro...realmente estoy orgulloso de el. Mira a Lucer y su mirada es casi imposible de descifrar, tiene todo un mosaico de sentimientos contradictorios reflejados en ella. No ensuciaré su nombre por nada del mundo, me da igual ser el sucio asesino que mató al rey pero no al contrario.

El Errante queda en silencio hasta que Lucer hace su última pregunta que le sorprende profundamente, tras la cual se palpa el rostro con manos nerviosas... casi incrédulo y responde a la pregunta con otra pregunta, casi desesperada.

¿Te...teneis el Cuchillo Oxidado? sus ojos se abren de la sorpresa, quizás de la ansiedad.

Suspira

- Yo también me hacía la misma pregunta, hasta dónde habían llegado en estos muchos...muchísimos años, y también me llamó la atención el hecho que nos hubiesen "dejado" salir en vez de acabar con nosotros.  Por otro lado es curioso que hubiese tanta gente en el bosque en aquel momento, hay muchas estatuas cerca del lago, recuerdo que hacía tiempo que en el bosque ya no se hacían aquellas reuniones, por años estaba todo en calma, no se si era coincidencia o qué tal vez el bosque lo supo y por eso convocó a la gente...

Pienso que acabar con el niño Gris no es la solución... cuánto más lograste a averiguar sobre esos seres?, Gris sabe? ,  Tal como dijo Tara, tal vez deberíamos preocuparnos de rescatar a los que aún son estatuas, y de alguna forma liberar al espíritu del bosque... Sabes qué?... no todo en el bosque es piedra negra, hay algo que no puedieron tocar y aque aún se mantiene con vida - le enseña una de las últimas hojitas plateadas que le quedan- y no es que sea sólo el lugar, yo tenía guardada unas ramitas dentro de mi baúl en el talán y todo lo que había ahí dentro estaba intacto - se gira en dirección de dónde escucha un llamado - ... es  el señor Noah??

Se gira hacia la voz y se dirige hacia el pasillo cercano del que procede, no sabe si les llama por no encontrarles en el laberinto de pasillos y habitaciones así que va a buscarle mientras rumia la anterior conversación.

Vuelve al cabo de un momento con Noah y les comenta a los demás...

He estado pensando y como elemental que soy me es facil pensar por uno de esos elementales que han vagado sin rumbo durante tanto tiempo... Creo que la solución real a este problema sería encontrar un plano en el que esos seres pudieran existir, alajados de otras vidas, pero a la vez ellos todos unidos. Me los imagino dispersos en otros mundos, otros planos, buscando un hogar... yo misma pese a estar feliz en la tierra añoro aveces mi propio hogar al que algún día volveré. La única diferencia es que la elemental que hay en mi se adaptó a la vida en este lugar...pero eso no significa que sea mi verdadero hogar.
No solo creo que no hay que matar al niño Gris, sino que creo que lo necesitamos para mandarles a un lugar mejor para ellos donde estén en paz.

Tras estas palabras la mirada de la joven camarera apareció -tímida- tras las llamas de su rostro.

Señor Errante creo que Lucer tiene razón, debe de haber otras maneras, supongo que tras tantos siglos en su estado y sufriendo por el mismo tema le han ofuscado y no le dejan pensar con claridad.

Luego se dirigió a Eodriel, con un tono que ya recordaba más a la temperamental elemental que a la joven Ann.

Ellos nos avisaron y nos dijeron, por las buenas, que nos marcharamos. Entrar al bosque otra vez seguramente lo tomarían como una clara señal de querra.

Mira a Eodriel, parece escuchar con atención. Cuando habla vuelve su gesto hacia Tara.

- Tara estaba tan ansiosa por que le señalasen un curso de acción a seguir que se ha limitado a justificarlo sin plantearse nada más. Dijo que allí dentro había "amigos" convertidos en estatuas a los que "rescatar".

Lúcer se inclina hacia Eodriel y, ahora sí, adquiere su voz una cantinela irónica.

-¿Yo era uno de esos "amigos"? Recuerdo a otro yo, con otra vida, en otro mundo, que ha sido eliminado para alimentar aquí a lo que queda de Lúcer. Recuerdo mi otra existencia. En ella había una cosa difícil de encontrar aquí: había paz. Por honor a mi otro yo, me he dedicado a salvar todos los conocimientos de que contaba, al menos, todos los que he podido recordar. Mi objetivo era usarlos para ayudaros en este "rescate". Pero ahora me planteo, ¿hasta qué punto están vuestros "amigos"dispuestos a sacrificar sus otras existencias para alimentar con sus restos estas de aquí? ¿Hasta qué punto tenéis vosotros derecho a decidir por ellos?

-Lucer, te agradecería que no hablaras de mi en tercera persona como si no estuviera. Si no quieres hacer nada, no lo hagas pero no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho. He dicho: rescatar a nuestros amigos, deshacer lo hecho. El planteamiento está en que nosotros, por una razón u otra hemos despertado, sacrificando al yo del otro mundo, temporalmente o para siempre, pero eso no significa que haya que despertar al otro yo del resto de los habitantes del claro porque eso sería tan "sencillo" como que el oráculo siguiera haciendo aquello que hizo con nosotros. Esa no es la cuestión, no es o blanco o negro, también hay gris. Así que, creo que todos tenemos bastante claro que no hay que hacer, continuemos, por favor-Habla tranquila, pero seria y parece enfadada

Ahora se vuelve hacia el errante y habla normal.

-Expulsar a esos seres ya no tiene sentido, sería egoísta por nuestra parte, pero conociendo como hemos reaccionado siempre en el claro, no dudo que les recibimos con violencia así que, descartando esa opción podemos o ayudarles a encontrar un plano propio como ha dicho Ahrn o dejarles estar en el bosque tranquilamente. Al fin y al cabo, el bosque siempre ha servido de refugio para los perdidos.- hace una pausa- La cosa sería cambiar la naturaleza de Gris haciéndole humano, por ejemplo o, dejarlo todo como está e intentar negociar con los elementales, cosa que veo un poco dificil por cuestiones de lenguaje y porque se sientan amenazados

- Prefieres que hable de ti a tus espaldas, Tara? Bien. Ya que tienes tan claro lo que no hay que hacer, explicamelo, por favor.