Partida Rol por web

El bosque en llamas (Leyenda Élfica)

Escena Ilomir

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05/12/2021, 18:36
Narrador

Miedo y silencio bajo los altos árboles de Shalanest. El gran reino élfico respiraba intranquilo durante el frío otoño y los habitantes de la bella raza murmuraban acerca de las últimas noticias llegadas al bosque. Se hablaba de ejércitos de negros orcos salidos de las montañas del norte, crueles hordas dedicadas a saquear y destruir los pueblos y asentamientos que encontraban a su paso. Guerra, guerra, susurraban con temor los elfos e incluso las altas copas de los árboles se estremecían nerviosas bajo el azote del viento.

El último rumor mencionaba la caída de Teshaner, la gran urbe humana que apenas distaba cien millas al norte del bosque de los elfos. Miles de muertos, edificios calcinados hasta los cimientos y las murallas derruidas piedra a piedra. No había nada seguro en estas historias, pero sí era cierto que últimamente se había incrementado el número de incursiones orcas dentro del bosque. No eran más que pequeños grupos de merodeadores, pero cada vez eran más frecuentes, y las patrullas de exploradores elfos que vigilaban la frontera no daban abasto para defender el territorio. El eterno reino élfico volvía a revivir las tristes historias de antaño, los tiempos del alzamiento del malvado Rey Dios y la posterior batalla contra los caballeros de Stumlad. De nuevo, la terrible sombra de la guerra se alargaba por el bosque.

Durante el último siglo de paz y tranquilidad, el poder de la nación élfica había menguado a pasos agigantados. Lejos quedaban los tiempos en que los elfos poblaban hasta el último rincón del gran bosque, cuidando con mimo árboles y animales. La destrucción de Shalanest Oeste y la guerra contra los caballeros de Stumlad había reducido drásticamente su número, el cual seguía disminuyendo desde entonces. Muchos murieron en las guerras, y muchos otros se desvanecieron después, sumidos en el pesar y cargados con una losa de desdicha demasiado pesada para sus frágiles corazones. Año tras año, los elfos se fueron replegando hacia el interior del bosque, buscando refugio en Litdanast, la mítica capital del reino, y cortando cualquier lazo con el exterior. Vastas regiones fueron abandonadas y la cuidada naturaleza del bosque se perdió, dejando lugar a incendios, plagas y otros males que borraron la belleza anterior. Aislados de las demás razas, los elfos se sumieron en la penumbra de la tristeza, sabedores de que quizás su tiempo en este mundo llegaba a su fin.

Tú eres el menor de los hijos del Rey elfo Gerahel. Tu infancia discurrió tranquila entre juegos y canciones, pero al llegar a la edad adulta debiste empezar a cumplir con tus obligaciones. Como noveno príncipe, lejano en la línea de sucesión, te alistaste en las patrullas que vigilan las fronteras del gran bosque, con objeto de convertirte en un explorador hábil y diestro, digno príncipe de tu raza. Tras unos meses sirviendo en la patrulla, has encontrado veteranos instructores que te han enseñado las artes del arco, la espada o la exploración y también has logrado el respeto entre el resto de tus compañeros.

En vuestra última expedición, dejasteis la capital Litdanast hace nueve días y habéis vagado por el límite meridional del reino en misión de vigilancia. Es un trabajo agotador, recorrer los abandonados senderos buscando rastros de enemigos o eliminando alguna de las malignas criaturas que cada vez abundan más en el bosque. Al ver el estado de abandono del reino élfico, te preguntas más de una vez si no será ésta otra señal del fin de vuestra raza, una prueba de que vuestro tiempo en este mundo ha expirado y que como pueblo estáis condenados a desaparecer.

Al atardecer del décimo día encontráis un nuevo rastro, las claras huellas de pies calzados con botas de suela de hierro. Orcos, no hay duda, pero no más que un pequeño grupo de guerreros. Enseguida partís a la carrera para dar caza a las malvadas criaturas mientras el bosque permanece en un extraño silencio.

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05/12/2021, 18:37
Narrador

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05/12/2021, 18:37
Narrador

El atardecer se cierne lentamente sobre el bosque de Litdanast como un pesado manto. Sigues el rápido paso de tus compañeros y alzas la mirada para descubrir un cúmulo de espesos nubarrones que surca el plomizo cielo otoñal. El boscoso paraje se oscurece por momentos y las sombras de los árboles se alargan en espectrales formas. Dejas de mirar a lo alto y te concentras en el accidentado lecho del bosque y tratas de no tropezar con las gruesas raíces que cruzan el sendero.

La compañía de exploradores elfos se abre camino ágilmente entre la espesura. Diez altos y estilizados exploradores, vestidos con ropajes pardos, finas capas y pantalones de tonos verdes. Los afilados rostros yacen ocultos bajo capuchas por las que aparecen largas cabelleras rubias. Cada explorador carga a su espalda con un arco de bella factura y un carcaj repleto de larguísimas flechas. De sus cinturones penden espadas cortas y afilados puñales.

Abre la marcha Elean, capitán de la patrulla, veterano guerrero cuyo rostro imberbe contradice la vasta experiencia que se refleja en sus clarísimos ojos azules. Trota con rapidez, el cabello recogido en una larga trenza rubia que danza sobre sus hombros con cada zancada. En su mano izquierda agarra el arco con mano firme y su mano derecha aparta las ramas del camino.

-Debemos detenernos. Le aconseja Miriel, la joven arquera que avanza tras el capitán. Estamos agotados. Añade, el aliento levemente entrecortado, aunque las facciones de la mujer apenas delatan un leve enrojecimiento.

-No es momento para pausas. Responde tajante Elean. Estamos muy cerca. Siento su presencia. Entonces señala un claro que se abre en la espesura. Se han detenido allí, ya son nuestros. Afirma.

Rápidamente, la patrulla se organiza para la batalla. Sigilosos como un susurro, os acercáis hacia el pequeño claro. Aferras tu arma y sigues a tus compañeros, algo nervioso, pero con deseos de entrar en combate.

Por fin descubrís a vuestros enemigos, una veintena de encorvados seres de musculosos brazos y recias piernas. Su piel es de un oscuro tono grisáceo y de aspecto reseco. Los rostros son grotescos, con hocicos perrunos de amarillentos colmillos y pequeños ojos que brillan con un fulgor carmesí. Visten oxidadas armaduras de cuero tachonado y andrajosos ropajes y van armados con herrumbrosas cimitarras de negro acero.

Los orcos han acampado en el claro. Algunos se dedican a despedazar un ciervo y luchan entre ellos para conseguir la mayor ración, mientras el resto engulle la carne cruda sentados sobre un árbol caído. Elean se vuelve hacia vosotros y da la orden de atacar con un silencioso gesto.

Notas de juego

Sección 1

Si cargas con tu arma sobre los sorprendidos orcos, pasa a la sección 42.

Si tienes un arco y prefieres disparar desde tu posición, pasa a la sección 57.

Si prefieres aguardar a ver cómo se desarrolla el combate antes de actuar, pasa a la sección 27.

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06/12/2021, 14:55
Ilomir

De alguna manera Ilomir se negaba a ser un testigo sin más del horror que acontecía en estas bastas tierras, era demasiada sangre derramada y dentro de las comodidades de un reino que de la noche a la mañana podría caer, lo forzó a tener que ponerse las botas para tomar una de las decisiones más importantes de su vida que era la de unirse a las patrullas que vigilan las fronteras porque el compromiso que había adquirido aquel elfo era demasiado grande, pero a su vez le hacía sentir parte de la causa en la erradicación de estos orcos y toda la ruina que se traían bajo el yugo de su oscuridad. 

Por ello es que tras dejar atrás el noble que era, tuvo que guardar su orgullo y dedicarse con fervor a entrenar, a vivir entre la naturaleza sin importar lo que pudiera pasarle. Su carácter se templó, tanto que poco a poco se fue convirtiendo un hombre más determinante, no con tantos sueños o ilusiones que dentro del reino de su padre gracias a la música aspiraba en sus anhelos. Hoy por hoy, Ilomir era un elfo que tenía su historia en cada cicatriz, en cada entrenamiento y muy atrás había dejado ese noble que una vez intentó mirar este mundo de una forma diferente. 

Así que mientras el cansancio, las batallitas que bajo su espalda ya había padecido, allí se encontraba con su grupo y cuando advirtieron la presencia de aquellos seres horribles, frunció el ceño mientras rápidamente preparó su arco. Estaba dispuesto a tender una emboscada, aprovechando que los orcos ahora mismo no habían advertido de su presencia y por esa razón es que miró al Capitán, completamente decidido. 

Señor, aprovechemos la distracción. Es nuestro momento. 

Y sin más, buscó una buena posición desde la distancia y cuando ya se sintió seguro a la hora de escoger un objetivo, directamente disparó la primer flecha. Decidido a todo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si tienes un arco y prefieres disparar desde tu posición, pasa a la sección 57.

No sabía si era conveniente tirar, dado que decido disparar. En todo caso si era para el otro post, me la guardo para ese. 

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07/12/2021, 13:36
Narrador

Has cambiado, ya no eres ese joven elfo de la corte, sino un avezado explorador. Atrás dejaste tu infancia, tu familia, las comodidades de la Corte y a Talassia, tu querida y amada Talassia. Tu reino se desmorona poco a poco y has decidido intentar frenar esa decadencia, por eso te alistaste como voluntario. Después de unos años curtiéndote, ahora estás listo y entrenado para lo que va a suceder en unos segundos. Miras a tu capitán y esperas la señal para atacar.

Varios de tus compañeros surgen de entre los árboles y se abalanzan sobre la horda de orcos. Éstos se quedan paralizados por la sorpresa y apenas tienen tiempo de alcanzar sus armas. En un instante, el silencio del bosque es roto por sonidos metálicos, entrechocar de espadas y gritos de dolor. Cargas una flecha en tu arco y buscas una diana. Descubres un orco separado del resto y que duda entre luchar o huir. Antes de que tome una decisión, disparas tu arco para acabar con él.

Notas de juego

Sección 57

Realiza una prueba de Agilidad/11.

Si superas la prueba, pasa a la Sección 81.

Si fallas la prueba, pasa a la Sección 43.


Yo te pondré en la sección que corresponda si tienes que hacer alguna tirada y su dificultad, como he puesto en este post. Te cojo la tirada (8) y le sumo tu Agilidad (5), que suman 13. ¡Has acertado!

Como sé que eres una rolera muy buena, intentaré no ceñirme a lo puesto en el librojuego y formar una historia más amplia en torno a tu PJ. Espero que sea de tu agrado.

Talassia: joven elfa, compañera de aventuras y confidencias. Lo que sentías por ella... ¿Qué era? ¿Amistad, amor adolescente, algo más?

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07/12/2021, 13:49
Narrador

Abates al orco con mortífera precisión, que cae muerto con tu flecha atravesada en el cuello (réstala de tu equipo). Te dispones a disparar de nuevo, cuando tu fino oído descubre un rumor, primero lejano, pero que poco a poco se va haciendo más nítido. Escrutas la vegetación y entonces vislumbras decenas de sombras que se abren paso entre los árboles. Sin dudar un instante, desenfundas tu arma y saltas al interior del claro.

-¡Emboscada! Es lo único que puedes gritar antes de que varios centenares de orcos irrumpan por todas direcciones.

En un instante, la simple escaramuza se convierte en una pesadilla. Los orcos disparan sus ballestas y varios elfos caen muertos con negros virotes clavados en el pecho. Elean grita una desesperada orden de retirada mientras se debate ante el ataque de una decena de enemigos.

Notas de juego

Sección 81

Pasa a la sección 11.

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07/12/2021, 13:50
Narrador

Golpeas a un orco y retrocedes a trompicones en un intento de escapar de la emboscada. Un virote cruza silbando junto a tu cabeza. Un joven elfo cae ante varios orcos para ser salvajemente mutilado por las negras cimitarras.

-¡Huid al bosque! Oyes gritar a Elean. ¡Es un ejército invasor! ¡Hay que regresar a Litdanast y dar a alarma! Su orden es silenciada por nuevos gritos y golpes.

Con el corazón aporreando tu pecho, escapas del claro y emprendes una ciega carrera entre la espesa vegetación. A tu alrededor descubres a varios de tus compañeros que huyen en desbandada mientras a vuestra espalda se escuchan los salvajes gritos de los orCos. Apenas llevas recorridos una veintena de metros, cuando tus pies se detienen al borde de una escarpada cañada, que se abre en el suelo del bosque como una gruesa cicatriz. Árboles secos y matorrales cubren las paredes de la sinuosa grieta, de unos cinco metros de ancho y que se incrusta en la tierra para formar un estrecho desfiladero varios metros más abajo. Un explorador elfo aparece a tu lado y te aparta sin miramientos.

-¡Rápido, están sobre nosotros! Grita y se dispone a descender por la cañada.

Pero justo entonces es alcanzado por un virote en la espalda. Tras soltar un corto estertor de dolor, el explorador cae en la grieta, golpeándose brutalmente con las ramas para acabar aplastado contra las rocas del fondo. Dudas un instante sobre qué decisión tomar. Mientras, los negros proyectiles derriban a otro de tus compañeros que también se precipita al vacío.

Notas de juego

Sección 11

Si decides lanzarte por la cañada, amortiguar tu caída con las ramas, y huir por el fondo del desfiladero, pasa a la sección 93.

Si prefieres tratar de saltar la brecha y seguir huyendo por el bosque, pasa a la sección 44.

Si consideras un suicidio estas opciones y prefieres darte la vuelta y enfrentarte a los orcos, pasa a la sección 58.

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07/12/2021, 13:59
Ilomir

Todo estaba sucediendo demasiado rápido, más aún cuando la flecha de Ilomir cortó el aire y terminó allí incrustada en su objetivo, ese orco que se debatió en huir o quedarse. Eso sí que había sido un buen acto de fe, pero no podía fiarse de la buena fortuna porque la situación era más peligrosa de lo que se esperaba. En ese instante donde el ruido de acero hizo eco entre sus pensamientos, pensó en su gran amor y el dolor que implicó para él haberla dejado atrás para hacerse cargo de la situación, en su afán de erradicar el mal que acecha en estas tierras. 

Le había prometido volver, se casaría con ella inclusive pero debía hacer este salto lleno de determinación porque no quería ser más el hijo acomodado sin trono, sin un nombre que se recite en las poesías o canciones de los bardos. Por ello es que estaba allí, esquivando ataques, sumiéndose a un peligro sin igual para convertirse en alguien, al menos que le diera esa tranquilidad que de otra manera era imposible. Y en medio de esa marea interior, escuchó aquel susurro y tras dar el aviso, intentó como pudo defenderse y contener un enemigo que había ganado esta partida gracias a su astucia. 

Así que le tocó huir con su orgullo herido, con todo lo que significó para alguien como este elfo y ya cuando de tanto correr, terminó de repente tambaleando en el borde de una grieta que lo puso a prueba en más de un sentido. Tenía que debatirse el saltar, el caer o regresar enfrentando lo que se cruce mientras las flechas silbaron de cerca y su compañero pereció en ello. Así que no lo dudó, tras negar con su cabeza dio unos cuantos pasos atrás y buscó tomar carrera así tenía más libertad al saltar. 

Era todo o nada, ya estaba claro. 

Notas de juego

Gracias, yo encantada con esta partida. Mola mil! 

Elijo:

Si prefieres tratar de saltar la brecha y seguir huyendo por el bosque, pasa a la sección 44.

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08/12/2021, 19:19
Narrador

Las flechas vuelan por todas partes y una se clava en un árbol a escasos centímetros de tu cabeza. Uno de tus compañeros recibe otro proyectil en plena espalda y cae muerto al instante. Sin perder un segundo, retrocedes un par de pasos para coger impulso y te lanzas a la carrera hacia la abertura. En ese lapso de tiempo, mientras te impulsas hacia el otro lado, te viene a la mente la imagen de Tassalia. Si los orcos llegan a la capital antes que tú... No quieres pensar en ello y deshechas los funestos pensamientos enseguida.

Notas de juego

Sección 44

Realiza una prueba de Agilidad/12.

Si superas la prueba, pasa a la Sección 71.

Si fallas la prueba, pasa a la Sección 101.

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08/12/2021, 19:33
Ilomir

Todo era demasiado arriesgado, más aún cuando las flechas vuelan por todos lados y era difícil de alguna manera defenderse ante el ataque porque la tensión estaba a flor de piel. Por ello es que intentó tomar una ligera distancia de la grieta para que el salto fuera al menos limpio, pero no se le daría con tanta facilidad. Aún así, lo intentó y tras tomar una corta carrera se lanzó con todo el impulso que le permitió el movimiento a merced de su destino. 

¿Qué le depararía? No tenía idea. Sólo en su mente estaba Tassalia y ese amor que sentía por ella. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a:

Si fallas la prueba, pasa a la Sección 101.

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09/12/2021, 23:20
Narrador

Saltas por encima de la cañada con las flechas silbando a tu lado. Pero tu vuelo se queda corto y estiras tus brazos sin poder agarrarte a las ramas del otro lado. Soltando un alarido de terror, caes sobre una rama y sientes un fuerte impacto en el pecho. Rebotas y te golpeas contra otro árbol, para acabar precipitándote al vacío. Caes de espaldas al fondo de la cañada e impactas brutalmente contra el suelo.

Dolorido, te levantas y observas a lo alto, justo para ver cómo otro de tus compañeros lucha a espadazos contra un ingente número de enemigos. Desde tu posición, no puedes hacer más que contemplar cómo las cimitarras le hieren y le obligan a retroceder, lanzándole al vacío. Tras varios y terribles golpes contra las ramas, tu amigo queda postrado en medio de la cañada, los ojos aún con un rastro de vida, a pesar de que numerosas heridas y cortes laceran su cuerpo. Entonces los orcos te descubren y gritan furiosos mientras te apuntan con sus ballestas. Apenas tienes tiempo para tomar una decisión.

Notas de juego

Sección 101

Resta 3 puntos de Resistencia.

Si tu puntuación es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 222.

Si decides socorrer a tu compañero, pasa a la sección 70.

Si consideras que ya es tarde para él y optas por huir, pasa a la sección 82.

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10/12/2021, 17:28
Ilomir

La caída fue infructuosa y estaba muy dolorido por ello, aún así, tarde era para rendirse y por esa razón es que incorporó con alguna que otra mueca que revelaba su estado actual. Solo que demasiado tiempo no tuvo para ver cómo se encontraba que de repente no solo hay un compañero que cae al vacío, sino que está todo lastimado. 

—Lo siento hermano, de verdad que lo siento. 

Y sin más, teniendo en cuenta que los orcos ya les apuntaba con la ballesta, decidió buscar un posible camino que lo ayude a perderse de vista al menos de ese enemigo feroz que estaba haciendo desastre con sus propios hermanos. Se percibió la culpa en su sombría mirada, pero poco podía hacer.

Notas de juego

Sorry por el compañero, paso a: 

Si consideras que ya es tarde para él y optas por huir, pasa a la sección 82.

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13/12/2021, 14:52
Narrador

Te lanzas a la carrera por el angosto paso sin mirar atrás. Las flechas y los virotes se clavan en los árboles y en la tierra, pero pronto el desfiladero describe un giro y quedas a salvo de los proyectiles. Te abres paso entre los matorrales mientras a lo lejos sigues oyendo los gritos de lucha. Odias abandonar así a tu grupo, pero sabes que la batalla está perdida y que tu misión es ahora llegar a Litdanast y alertar a tu pueblo. Ese grupo de orcos es demasiado numeroso para ser una simple tribu errante. Tragas saliva y sigues corriendo. Como dijo Elean, se trata de un ejército.

Tras avanzar casi un kilómetro por el abrupto corredor natural, te detienes un instante para recuperar el aliento. Los sonidos de la matanza han quedado atrás y ahora un sepulcral silencio reina en el bosque. Extrañado, compruebas que ni siquiera se escucha el vuelo de un pájaro o el chasquido de una ardilla que corretee por los árboles. Algo va terriblemente mal. Sientes un escalofrío en tu espalda y un sudor helado empapa tu frente.
 

Notas de juego

Sección 82

Si tienes la habilidad de Rastreo, pasa a la sección 94.

Si no tienes esta habilidad, pasa a la sección 83.

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13/12/2021, 16:28
Narrador

Te dispones a seguir huyendo, cuando un terror irracional invade todo tu ser. Entonces un prolongado y agudo alarido resuena en lo alto del bosque. Es un lamento lleno de odio y rabia, y jamás habías oído un animal que emitiese semejante llamada. Paralizado por el miedo, sólo eres capaz de alzar la vista hacia el cielo del atardecer. Un nuevo alarido se escucha un instante antes de que una enorme sombra aparezca en lo alto. Es una criatura gigantesca, que bate sus extendidas alas con fuerza y muestra un alargado cuerpo reptiliano. Toda su piel está recubierta de escamas negras y tan sólo sus garrudas patas relucen con el blanco del hueso. Su cabeza, de amplias mandíbulas y afilados colmillos, escruta el bosque desde su elevada posición. No puedes dar crédito a lo que ves, se trata de un dragón.

Durante tu infancia has oído cientos de leyendas sobre los demonios alados, siervos del Rey Dios que asoló el norte en el pasado. Se suponía que desaparecieron hace siglos, tras la gran batalla que acabó con el malvado Señor de la Sombra, pero está claro que no es cierto.

El gigantesco ser alado planea sobre el bosque y describe un amplio círculo mientras desciende lentamente.

Notas de juego

Sección 83

Haz una prueba de Constitución/13.

Si superas la prueba, pasa a la sección 95.

Si fallas la prueba, pasa a la sección 22.

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13/12/2021, 20:54
Ilomir

Salió corriendo como alma que se la llevaba el viento y al meterse en medio del bosque, el silencio sepulcral que había le provocó un escalofrío en la piel. Pero todo aquello pasó demasiado rápido cuando pudo alzar la mirada hacia el cielo y allí lo vio, sí, aquel ser mítico, una leyenda. Fascinante en esencia, feroz, enorme, tanto que Ilomir al principio se escondió para divisarlo y tentado estuvo de subirse a un árbol. 

Sólo que no lo hizo, quería pasar desapercibido, quería ver que hacía esa criatura. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si fallas la prueba, pasa a la sección 22.

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14/12/2021, 00:35
Narrador

Sacudes la cabeza y consigues reponerte del aturdimiento. Con rapidez te echas a un lado y buscas refugio bajo un matorral. Allí escondido, observas como el dragón describe varias vueltas y emprende el vuelo hacia el sur para desaparecer de tu campo de visión. Pasan varios minutos hasta que por fin eres capaz de moverte. Con el corazón desbocado en tu pecho, reanudas tu huida, apremiado por los gritos de los orcos que vuelven a oírse al norte, acercándose. Recorres a toda velocidad un centenar de metros y entonces llegas al final de la cañada.

Notas de juego

Sección 22

Pasa a la sección 49.

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14/12/2021, 00:37
Narrador

La cañada y el río Tirem confluyen en un punto donde las aguas del río se precipitan en un salto de una decena de metros para caer en un pequeño embalse que se abre en medio de la frondosa vegetación. Te sitúas al borde de la cascada y echas un vistazo atrás, temiendo descubrir a más orcos o alguna señal del terrorífico dragón. Justo entonces vislumbras una silueta que
se abre paso entre los árboles con un arco asido en las manos. No tardas en reconocer las ropas color verde oliva de Miriel, la mejor arquera de vuestra compañía y confidente de Talassia. Levantas un brazo y le haces una seña para que se acerque. Ella duda un instante, temerosa ante una posible trampa, pero al momento recorre los pocos pasos que os separan.

-¡Ha sido horrible! Es lo primero que dice, su aliento entrecortado por el cansancio. ¡Todos han muerto!

Sin poder dar un paso más, se derrumba sobre ti, pero consigues acogerla entre tus brazos antes de caiga al suelo.

-Tranquila, tranquila. Tratas de calmarla, pero ella está totalmente exhausta.

Su rostro acaramelado por el sol muestra una expresión de dolor y sus ojos azules brillan con intensidad y rabia. El largo cabello rubio cae como una suave cascada dorada sobre sus hombros.

-Los orcos vienen detrás. Sigue diciendo ella y se libra de tu abrazo para señalar hacia el norte. El dragón mató a todos los otros. Yo escapé de la matanza, pero los orcos me persiguen.

Como respondiendo a sus palabras, se empiezan a escuchar gritos y salvajes alaridos entre el follaje.

-Maldición, ahí vienen. Dice Miriel, pero a pesar del cansancio, logra sobreponerse y busca una flecha en su carcaj.

Entonces aparecen seis orcos entre la maleza, pisoteando la hierba con sus botas de hierro. Al veros, blanden amenazadoramente sus cimitarras y os increpan.

-¡Ya son nuestros! Grazna su líder en idioma común.

Pero Miriel responde soltando una flecha que vuela con un silbido para incrustarse en la garganta del orco. Los otros monstruos, sin hacer caso del caído, cargan sobre vosotros. Miriel dispara de nuevo su arco, mientras tú te enfrentas a dos orcos.

Notas de juego

Sección 49

Debes luchar contra dos orcos y tienen DEF/9 y DEF/10.

Si vences el combate, pasa a la sección 4.

Si eres derrotado, pasa a la sección 222.

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14/12/2021, 13:54
Ilomir

Seguía pasando todo demasiado rápido porque cuando quiso acordar el aturdimiento cesó de repente y lo único que quedaba era ese silencio perturbador que lo inquietaba. De igual modo continuó su camino a sabiendas de que los orcos aparecerían más pronto que tarde ya que el acecho era constante y ni siquiera el obrar de aquella majestuosa criatura, puso un freno en toda la situación. Por ello es que continuó avanzando por aquel sinuoso camino hasta que observó a lo lejos a su compañera, rápidamente se acercó y con sus fuertes brazos, la cobijó desde un gesto dulce, pero también protector. 

No te preocupes, esto lo podemos hacer juntos. 

Y sin más tras ver que ella inició el ataque, Ilomir se lanzó con su espada a toda carrera para hacerles frente. Un corte limpio por aquí, otro por allá mientras aquel enemigo era muy duro de roer. No obstante sus fuerzas no flaquearon, al contrario porque estaba dispuesto a todo con tal de que nada le suceda a su amiga. Así que sin importar el tiempo que les llevó, entre ambos lograron vencer a esos orcos. No había sido fácil, más aún cuando fue una huida constante que cansa tanto física como mentalmente. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si vences el combate, pasa a la sección 4.

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15/12/2021, 23:22
Narrador

Los cinco orcos restantes se abalanzan sobre vosotros. Dos van hacia ti, con los ojos rojos rezumando odio. Al primero en llegar le recibes con un espadazo, pero aunque le hieres, no es suficiente para acabar con su vida. Ambos contrincantes te lanzan poderosos golpes que no puedes esquivar. Varios cortes profundos, de los que empieza a manar tu savia vital, te dejan bastante débil. Es el momento de contraatacar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bien, este combate es múltiple, así que te explico (hay un apartado en las reglas).

Debes de luchar contra uno de los dos primero y si le vences, vas a por el otro. Ellos te atacarán los dos si están con vida. Recuerda que hay que superar la DEF de tu rival para poder impactarle. Un 1 siempre es una pifia y no aciertas y un 10 siempre en un crítico y aciertas. Debes de decirme cada vez que hagas la tiradas de ataque a cuál orco atacas.

Como has hecho 2 tiradas, cuando es una, me quedaré con la primera de ellas. Tampoco has declarado a cual orco atacas, así que diremos que has atacado al Orco 1, el que tiene DEF 9. Le superas en 2 puntos, que es el daño que le haces. Ahora van ellos y te atacan. Después te vuelve a tocar a ti y decide a cual atacar.

Suerte.


Orco 1: -2 PR

Orco 2: 

Ilomir: vuelves a atacar. -3 PR -5 PR = -8 PR

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16/12/2021, 01:14
Ilomir

Dos contra uno, es un tanto imposible porque de alguna manera se descuida un poco la espalda y te atacan. Ilomir lo vio difícil si su compañera no lo ayudaba con el arco, más aún cuando esas heridas lo tenían debilitado, tanto que perdió la fuerza en el último movimiento sin poder hacer demasiado. Se sentía muy impotente. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

El pnj no me ayuda?