Partida Rol por web

Año 1095 en el calendario de los países del Norte.

Día 3 del mes Youvenoum.

Verano.

Decidís huir del frío y de la angustia sobrenatural,
y dejáis sin más protesto que el duende os guíe hacia el bosque tan silencioso que se abre tras el puente...

Pero tras la primera linea de arboles os, paráis, horrorizados:

El aire vuele un poco a sulfur, un olor que los pocos robles que acabéis de pasar habían bloqueado.

El bosque delante de vosotros está casí completamente petrificado:

[IMG]http://www.globalgeopark.org/Portals/1/Geopark%20Tourism/0232-tourism-Shilin–China-Stone%20forest2.jpg[/IMG]

En vez de coronas verdes, monolitos grises se extienden hacia el horizonte.

No se oye nada, excepto el sonido del caballo que se va acercando...

Romeo Montesco se alerta en seguida de lo que esta pasando que es muy extraño.
No le gusta nada el silencio mas alla del sonido de los caballos y luego dice:

-No me gusta para nada este silencio,es como si nos quisiesen dar un mensaje pero no se cual es.

Dicho esto se mantiene alerta,si bien recordaba del ultimo bardo que vio pasar en su pueblo natal,era que siempre los heroes cuando se encontraban en un lugar tranquilo en realidad,esa tranquilidad nunca era realmente así,solo era una fachada para lo que podria aproximarse.

Palaiss llego con el grupo, caminando rapido.... Pensativo de lo sucedido, derrepente un paisaje poco alagador... "un Bosque... Petrificado?" exclama sintiendose ligeramente entristesido, a lo cual mira con caras de dudas al duende, ya habiendonos escapado de algo que tenia que ver con él... "escuche pequeño duende... tiene que ver con algo de esto?"a lo cual se pone al mismo tiempo a tocar la Tierra, a mirar la poca vegetacion, se pone pensativo, investigando algunos pedazos de roca...

A los instantes, le dice a Emmel y al Mago Romeo: "hey ustedes... si algo tienen que ver con lo magico, pueden fijarse un poco la cuestion de este Bosque Petrificado? si tiene alguna relacion con lo anterior? sera algo distinto? averiguemos algo mas sobre...este duende y sobre esos poderes percibidos en el puente, kizas todo este relacionado"

Sigue investigando ya mas calmo y silencioso

Ëmmel arquea una ceja, sorprendida, intentando recomponer las ideas. El aire es pesado, la escena de los arboles petrificadas es demasiado extraña..Apoya una mano en el hombro del duende. Casi teme romper el duro silencio del ambiente..

-Escucha, ¿que es todo esto? ¿es sólo una ilusión?- Se dirige a Palaiss a continuación -No puedo averiguar qué es, no es algo que nunca antes hubiera visto...-Calla, pues percibe algo en el aire, un sonido de cascos aproximándose por el sendero...

Un viento frío os toca...

"La gorgona. Huid. La gorgona está cerca."

La voz de duende no es más que un suspiro de miedo.

"seria bueno que nos escondieramos en donde fuera posible... hay presencias, gorgonas, caballos, debemos ocultarnos o escapar por algun lugar!" dice Palaiss algo serio, en el fondo un poco nervioso pero muy seguro de que no pasara nada si se mantiene la calma necesaria...
Es asi como decide apresurarse, con una especie de adrenalina encima, busca por donde trepar y esconderse... Asi como decide quedarse en silencio y escuchar mas claramente que es lo que viene, Mirando a la semielfa y al mago, un poco mas temerosos y perdidos.. Haciendo algunas señas mientras sube, se esconde y por donde deberian ver para esconderse o aunque resguardarse por unos pocos instantes

Ëmmel mira atónita la escena...La gorgona....Ese nombre es tan antiguo como la tierra que pisan, y evoca cuentos de ancianos en las noches de inviernos..

Las palabras de Palaiss la sacan de su ensimismamiento.

-Sí, escondámonos...- Se sube a un parapeto cercano, donde tiene una buena vista del bosque, y saca lentamente su arco, aunque tal ve no sirva para nada...

El bosque delante de vosotros se extiende unas diez millas delante de vosotros, como Emmel puede calcular.

"Bosque", sin embargo,parece una palabra inadecuada: La petrificación de los arboles y de la otra vegetación esta casi completa; a penas se pueden encontrar sitios que no hayan tomado el color gris que marca las piedras a vuestro alrededor.

Por suerte, Emmel, desde su atalaya, puede ver una cima verde al otro lado del bosque, a más o menos dos horas de camino.

En ese cerro no hay aboles o puntos visibles de aquí que sirvan para esconderse, pero al menos parece que la hierba allí aún preserva su color.

Mientras tanto, Palaiss sube a otro arbol.
Y el es el primero que ve que el cacareo del duende no es solo un intento de disuadiros:

En el puente, allí donde estabáis solo cinco minutos antes, Palaiss puede ver un jinete.

La cara de este, cubierta por una capucha.
La capa y el caballo de jinete, gris, como el color de la piedra bajo vuestros pies.

Palaiss no puedo ver el rio de su posición arriba en el arbol, pero todos notáis que, de repente,
ya no se oye el sonido del agua...

Abajo, el duendecillo se agarra a la pierna de Romeo.

"No dejeis que me lleve. Por favor."

Si bien Romeo Montesco sentia mucho miedo de que aquel ser le chupase su sangre mas miedo tenía de lo que pudiese estar llegando hasta ellos y luego dijo en voz casi susurrante:

-No te preocupes,no dejare que te lleven,ayudare a que estes a salvo!!!

Mas decía para convencerse a si mísmo que para convencer al duende y luego agrego:

-Ahora mantengamosnos callados y veamos que sucede,quiero saber que clase de enemigo es y si es posible que nos podamos enfrentar a él y ganarle.

Tambien esto lo decía para no describir el miedo que sentia por lo desconocído que se presentaria delante de ellos dentro de poco tiempo

Un escalofrío recorre su espalda involuntariamente. Ëmmel ha notado una presencia, sabe que algo se acerca....Ahora el "bosque" se encuentra en un silencio insano, que les cubre como una lápida....

-Debemos irnos....- Susurra. De algún modo es consciente de que lo que se acerca no es un enemigo natural, de carne y hueso.

Rápidamente, baja de su parapeto, y se acerca corriendo a Romeo y el duende.

-En esa dirección- Dice señalando con el brazo -Hay una cima, el bosque de piedra se acaba, estará a dos horas de camino.-

Mira alternativamente a uno y otro, el duende está aterrorizado..- Escuchadme bien, no podemos quedarnos aquí. O nos movemos ya o os escondeís conmigo allá arriba, pero no podemos quedarnos en medio del camino. - Espera ansiosa. -¡Vamos!- Tira a Romeo del brazo y coge al duende, para que se muevan y la sigan

Romeo Montesco al sentir el tiron del brazo decide correr tambien acompañando a morwlen y espera llegar pronto al lugar donde ella sugirio ir.

Queria evitar enfrentarse a un enemigo del cual desconodia todo,si fuese necesario estaria listo,pero si podría evitarlo seria mucho mejor

Palaiss tremendo desparramo, decide casi por "decision popular" diciendose [B]"debere seguirlos... esto ya no es solo magia feerica u hombres montados"[/B]
Lo cual Palaiss, hace una bajada ligera, entre trotes, pequeños saltos y deslizes, acercandose con gran agilidad hacia Emmel, el temeroso mago Romeo y al tan dichoso Duende...
Apareciendose en medio de los dos y casi estando mas adelente que ellos al instante, haciendo pasos rapidos, algunos sigilosos "veo que hay que estar unidos... pero con silencio, luego hablaremos les dice en una notada voz baja y dando un pequeño gesto de que esta de acuerdo en seguirlos y que de momentos estara con ellos, por alguna necesidad mutua...

El duende en la espalda de Romeo, os movéis lo más rápido posible trás el bosque petrificado,
el sonido del jinete galopando detrás vosotros siempre en el oído...

No os quedéis en los caminos! Cruzad los camino, y corred sobre las rocas! Así no nos puede seguir con el caballo!Y es el caballo que le da sus poderes!

- A diferencia de vosotros, al duende no le parece de importar si se le oye o no...

De repente, estaís fuera del bosque por el momento, en un claro con hierba gris, produciendo un vacio "Clic! Clic"
cuando lo mueve el viento...

En medio del claro está plantada una estatua de una mujer con alas, los ojos blancos mirando hacia al cielo.

Como todo lo demás en este bosque desdichado, la mujer parece congelada en el acto, aún que estáis muy seguros que este personaje tan fantastico es, efectivamente, una estatua, y no un ser vivo petrificado.

En sus manos, el angel lleva una corona de laurel, lo unico en este bosque que no lleva senos de petrificación...

La estatua representa a una joven mujer alada, y por un momento, todos los presentes olvidan lo que les persigue...

-¿Quién es?.. Todo en este bosque es extraño, evoca presencias y leyendas antiguas..-Ëmmel parece hablar más bien consigo misma. De repente, sale de la ensoñación pasajera, y mira a su alrededor..El viento les lleva sonidos de cascos que se aproximan

-Aquí no estamos seguros todavía. Sigamos, y estaos alerta. No me gusta esto, ni se qué significa esta mujer, pero estoy segura de que debemos seguir...- Se percata de que ha estado sujetando el arco tan firmemente que le duelen las manos. Afloja la presión.

-Aprisa, vamos.-

Romeo Montesco no puede salir de la impresion que esa estatua le produce y es como algo mistico que lo esta llamando,por momentos olvida que estaba en compañia de otras personas y en su encandilamiento dice:

-Aun recuerdo como ayude en aquella ocasión.

Luego de esto,noto que se sentia practicamente flotar en el aire y al darse cuenta de aquella sencasión volvio a la triste realidad y luego seguir corriendo y pregunta:

-¿Que a sucedido?,¿por que seguimos corriendo?,¿acaso ya no nos encontrabamos a salvo de aquel sujeto y su caballo?

Seguís vuestro camino, tan deprisa como podéis.
Cruzáis el claro, partiendo literalmente la hireba petrificada con vuestros pies,
dejando detrás una huella clara e inborrable.

Solo un minto trás que vosotros dejéis detrás la pradera y la estatua del angel,
cruzáis una ultima linea de arboles y os encontraís en otro campo libre.

Diez pasos adelante, la orilla de un río.
El agua en el río, convertido en una masa gris, mitad barro, mitad hormigón fluyente.

- Impenetrable, e imposible de cruzar.

Al lado del agua, el cuerpo de un hombre, muerto, barro saliendo de su nariz y de su boca.

En su mano izquierda, el brazo partido de forma grotesca y los dedos estrechados, und gema verde.

Palaiss, entre estatuas de feminas poderosas, gritos, corridas y de ver tanta naturaleza destruida...
Decide pararse, viendo todas las escenas del alrededor, siendo explorador y un tanto defensor de los lugares naturales, tocando un poco los materiales, barro, el relieve, mirando al pobre humano con una muerte poco grata, expresa: "quien sera el responsable de estas maldades acciones...???" expresa Palaiss, con cierto grado de indignacion...
"Kizas nuestro querido amigo duende nos explique un poco de todo esto, no importa si esa gorgona o caballos de mil patas vengan, si tienen que ver con esto, sabran el rugir y las garras... Mis flechas tanto un par de dagas con buen sigilo del mio, sentiran almenos la molestias de una hortiga!!!" Palaiss, el joven elfo explorador sintio que cada cosa era una muestra de q nadie hizo nada y que es posible algun conocido del duende tenga que ver... Y asi se queda mirando hacia algunos lados del horizontes, a la semielfa Emmel y al otro mago, empezando y terminando en el duende mas fijamente y volviendo a mirar los horizontes...