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El Brazal de Oro

- Capítulo III: Penumbra - (Ylva y Glyrhel)

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05/08/2019, 17:12
Glyrhel

El cuchillo que Glyrhel sostenía habría servido de lo mismo que la flecha con la que aquella cosa había demostrado lo fácil que era destruir sus esperanzas. Daba igual lo que hicieran, cómo se prepararan para enfrentar a aquella criatura; no suponían amenaza alguna. No eran más que patéticas hormigas con las que un niño aburrido se entretenía para matar el tiempo. Solo esperaba poder escapar de allí antes de que aquel "crío" se aburriera y pusiera fin al juego...

- Da... dame la mano. Vamos- apremió a Merial tras tenderle una temblorosa mano para ayudar a que se levantarla.- Démonos prisa entonces. Bajemos y busquemos a Mawi. Luego... Luego... No sé, podemos subir hacia las máquinas esas que escuchamos.

Miró el cuchillo que aún sostenía y pensó que quizá sirviera para algo más que para lo obvio. Dispuesto a probarlo, se acercó a la pared e intentó hacer una muesca, una marca con la que dejar constancia de por dónde iban pasando.

- Si funciona podremos dar media vuelta para regresar aquí. Aunque quizá también pueda guiar a alguien hacia nosotros.- Algo aplicable tanto a amigos como a cualquier otro...

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05/08/2019, 23:02
Ylva

Ylva seguía sentada mirando la flecha en el suelo. La muchacha seguía temblando pero lo peor de todo era el rictus sombrío que tenía. La muchacha siempre había sido enérgica y de caracter alegre. Ni siquiera la presencia de aquellos esqueletos había conseguido borrar la alegría de su rostro pero, por algún motivo, la desaparición de la flecha la había perturbado. Ni siquiera se inmutó cuando Glyrhel se acercó a ella para tallar la roca.

—Da igual que lo guíe. Si nos quiere encontrar, lo hará— Ylva se llevó las manos a la boca, aterrada por aquel arranque de negatividad. Con la cabeza baja, avergonzada, continuó— Yo... Lo siento... Oye. Si quieres podemos poner señales falsas o contrarias. Nosotros las reconoceríamos, pero otros no.

La chica cogió aire y se levantó, agarrada a la pared. Seguía atemorizada, pero no podía consentir que el miedo la dominase. Intentando parecer segura, bajó los escalones que quedaban hasta llegar a donde había estado la sombra y recogió la flecha. La idea de que la hubiese manipulado de algún modo para hacerla daño o para seguirlos le provocó un escalofrío en la espalda, pero consiguió superarlo.

—Encontraremos a Mawi y a ver que nos cuenta... Quizás haya visto a alguién más aquí abajo—Se sentía tensa y eso le molestaba. La niña sacudió el cuerpo como si estuviese intentado despejar músculos adormecidos y se volvió hacia la elfa—. Oye Merial...dices que lo sentiste ¿Puedes sentir la magia? Podrías sentir si esa sombra se acercase?

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05/08/2019, 23:50
Glyrhel

- No... Si ya...- dijo con cierto desánimo.- Él... Esa sombra o lo que sea no tendrá problema en encontrarnos. Pero no somos los únicos aquí. Seguro. Y si quiere jugar con nosotros... Bueno, si quiere hacerlo no creo que nos haya soltado aquí solos. Seguro que hay más... Cosas- añadió oteando preocupado la oscuridad.- Pero también estará el resto: Astrid, Mara, Ilwen, Mawi, y los otros arbóreos. Quizá las marcas puedan ayudarles a encontrarnos para escapar todos juntos. Aunque también pueden ayudar a esas otras cosas.

Qué podían ser era algo en lo que el muchacho prefería no pensar, pero que hubiera traído también a los esqueletos para aquel "juego" ya era suficientemente malo como para que se le ocurriera algo peor.

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05/08/2019, 23:54
Ylva

—También pueden pensar que es una trampa... Si ahora encontrásemos unas marcas ¿las seguiríamos?— La niña había sugerido las señales falsas para tranquilizar a su amigo después de que indicase que "él" podía seguirlos— Ponlo normal. No creo que "Sonrisita" se dedique a mirar las marcas en la pared. Tenemos que salir de aquí ya. Estoy preocupada por Ingelyn... y por mi padre. Bueno, y por el resto.

Gunnar había enseñado a su hija que, si tenía miedo de algo, debía mostrar valor o incluso bromear con ello para que el miedo se atenuase. Le había funcionado antes... aunque hasta aquel momento, casi todos sus miedos habían sido más mundanos. Intentando alejar a su padre de su cabeza, la chiquilla avanzó unos metros más. Sabía que su padre haría todo lo posible por proteger al resto... pero también sabía lo que eso implicaba.

—Mawi... ¿Estás ahí? Se ha ido. Estamos aquí.

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06/08/2019, 10:03
Merial

Merial dudó un momento antes de tomar la mano de Glyrhel, como si le diese un poco de vergüenza hacerlo. Pero luego la aceptó y se levantó musitando un leve "gracias". Luego el chico intentó dejar una muesca en la pared con su cuchillo, y aunque la roca enana era más dura de lo que había esperado, finalmente lo logró. Podrían marcar el camino si lo necesitaban.

La elfa miró a Ylva.

—Bueno... todos los elfos podemos sentir la magia —dijo—. Algunos están más entrenados para hacerlo, pero todos podemos. De todas formas, no creo que pudiera sentir a ese ser si él no quisiera que lo sintiese. Hasta que lo tuvimos delante no sentí nada especial. Alguien tan fuerte seguro que sabe cómo ocultar su presencia mágica. Si dejó que lo viéramos y lo sintiéramos, fue a propósito...

Se aclaró la garganta y respiró hondo. No quería flaquear, tenían que seguir adelante. Tomó una vez más su arco élfico y se preparó.

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06/08/2019, 10:08
Narrador

Ylva bajó algunos peldaños y llamó a Mawi, pero nadie contestó. La arbórea debía de haber escapado presa del pánico si había visto al mismo ser que ellos.

En aquél rellano comenzaba un nuevo túnel, más oscuro y estrecho que el último que habían recorrido. Aquél lugar parecía un verdadero laberinto. Quizá marcar el camino era una buena idea, después de todo...

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06/08/2019, 13:30
Glyrhel

Glyrhel se acercó de nuevo a la pared y rascando con insistencia sobre la piedra, dejó otra marca con el cuchillo.

- ¿Y cómo la sentís?- preguntó a la elfa mientras lo hacía.- Quiero decir que cómo lo hacéis. Esto... ¿Os enseñan? Y nosotros, los humanos, ¿no podemos hacerlo?

El muchacho no se quejaba de la suerte que había corrido en la vida. Con sus pros y sus numerosos contras, hasta entonces podía considerarse más o menos feliz, salvo por esos días en los que, como a todo el mundo ocurre, algo se torcía y se maldecía no por ese día sino por la mala suerte que había tenido durante toda su vida.

El día en el que se encontraban era uno de esos, y en ese instante se hubiera estado maldiciendo si sus instintos no hubieran estado centrados en la supervivencia y su mente no hubiera estado ocupada en imaginar los peligros que les acechaban tras cada esquina. No obstante sí que sacó algo de tiempo para pensar en lo aburrido de ser humano y la suerte que habría tenido de haber nacido elfo.

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07/08/2019, 02:10
Merial

Merial pareció pensativa durante un instante, y luego se encogió de hombros.

—Todos los seres pueden sentir la magia —dijo—. Aunque para nosotros, los elfos, es algo innato. La sentimos desde que nacemos, y tenemos facilidad para ello. Pero hay más razas a las que también les pasa. Y las demás, pueden practicarlo. Sólo que a unas les cuesta más que a otras, y también depende de cada persona, claro...

Miró a Glyrhel y sonrió.

—Creo que a los humanos no se os da mal en cuanto entrenáis un poco —dijo, adivinando los pensamientos del chico—. ¿Te gustaría aprender?

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07/08/2019, 02:39
Ylva

—¡Hala! ¿Puedes enseñarno...? —la cara de ilusión de Ylva se conviertió en una de vergüenza darse cuenta de que el ofrecimiento no era para ellos, sino para él. La muchacha intentó arreglarlo al momento, sonriendo al muchachillo— Guau... Qué suerte tienes Glyr, seguro que se te da fenomenal... Ehm... Merial esto...¿Podrías iluminar un poco ahí...? Así mientras buscaré algún rastro de Mawi...Quizás huellas, humedad...
Se notaba a la legua que Ylva tenía muchísimas ganas de aprender, pero no quería fastidiar la experiencia a su amigo.

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07/08/2019, 18:16
Glyrhel

Nadando en el océano de sus propios pensamientos, Glyrhel estaba demasiado ocupado intentando dar coherencia a una fluida y cambiante amalgama de sueños, deseos y realidades, como para percatarse del apenas disimulado entusiasmo de su amiga Ylva.

- Claro que me gustaría- respondió ilusionado con una sonrisa que un segundo después perdió todo atisbo de alegría al recuperar conciencia sobre su situación.- Pero...- Se encogió de hombros.- No creo que pueda. Estamos aquí, no sabemos dónde, y si conseguimos escapar... Bueno, cuando escapemos, seguiré siendo un sirviente. Debo obedecer.  Aunque quizá la princesa me dé permiso. En cualquier caso necesitaría un maestro. O una maestra- añadió mirando a Merial con alguna esperanza.- No sé. Me gustaría, claro, mucho. Muchísimo. Pero seguro que se me da tan estupendamente bien como luchar con la espada o disparar con el arco- ironizó.- Aunque bueno, no se pierde nada intentándolo, ¿no? Yo encantado. ¿Cómo se puede saber si uno puede aprender? ¿O es que puede aprender cualquiera?

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09/08/2019, 00:18
Merial

Merial asintió a la pregunta de Ylva y se aproximó con el orbe. La luz dorada iluminó el lugar que Ylva examinaba, mientras la elfa se giraba una vez más hacia Glyrhel. Sonrió cuando el chico hizo referencia a sus escasas dotes para manejar la espada o el arco.

—Por eso no deberías preocuparte —dijo—. Hay magos muy hábiles que son un desastre para casi todo lo demás. En cuanto a lo de tener un maestro... quizá en tus tierras sea más complicado que donde yo vivo. ¡Pero no te desanimes por eso! Seguro que podrás encontrar a alguien si quieres.

Pensó un momento, con aquél gesto suyo característico de llevarse un dedo al mentón mientras miraba hacia arriba.

—Cualquiera puede aprender magia, en teoría. Pero hay gente más dotada y gente menos dotada. Si quieres saber qué talento tienes tú... bueno...

Entonces tuvo una idea.

—¡Hagamos una cosa, date la vuelta y procura concentrarte en mi orbe de luz! Es un objeto mágico, y aunque no es muy potente, si tienes talento para la magia quizá notes su influencia. Intenta olvidarte de todo lo demás, y sentir sólo el orbe...

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09/08/2019, 00:28
Narrador

Glyrhel dudó un momento, confuso, antes de hacer lo que Merial le sugería. Pero después se dio la vuelta, cerró los ojos y aunque no podía ver el orbe, trató de concentrarse de alguna manera en él.

Durante algunos segundos, no pasó nada. Glyrhel sólo podía escuchar el leve sonido de la respiración de sus dos compañeras, y el ruido lejano de la maquinaria enana que seguía golpeando rítmicamente en alguna parte... Notó también con más intensidad el olor del aire húmedo y frío del subsuelo... Trató de apartar las distracciones de su mente y concentrarse en el objeto que sabía que estaba a su espalda. Intentó visualizarlo... y ahí estaba. Merial lo sujetaba y curiosamente, a Glyrhel se le ocurrió que la elfa lo movía hacia arriba y hacia abajo muy despacio, una y otra vez. Y después, volvía a dejarlo quieto.

Seguro que el chico sólo se lo había imaginado, pero pensó con una sonrisa que aquella había sido una sensación nueva y curiosa...

- Tiradas (1)
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09/08/2019, 00:33
Narrador

Glyrhel hizo lo que Merial le decía y se dio la vuelta mientras cerraba los ojos. La elfa sostuvo el orbe muy quieto, y pasados unos segundos, empezó a moverlo hacia arriba y hacia abajo, sin decir nada. Después, volvió a dejarlo inmóvil en el punto en el que había empezado.

Ylva había observado toda aquella curiosa operación con atención, pero después volvió la vista hacia el suelo para buscar alguna pista de Mawi o cualquier otra cosa. Había efectivamente, huellas que corrían e incluso una pequeña hoja verde que debía haberse caído de la cabeza de la arbórea. Al menos, tenían una pista para seguirla...

- Tiradas (1)
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09/08/2019, 00:35
Merial

—¿Qué tal? —preguntó por fin Merial a Glyrhel—. ¿Notas algo...?

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09/08/2019, 02:01
Glyrhel

Glyrhel dudó al principio de que un ejercicio aparentemente tan sencillo sirviera de algo. Él siempre se había imaginado la magia como algo misterioso pero cargado de pirotecnias: ruidosa, luminosa y espectacular. No obstante la imaginación podía ser muy diferente a la realidad y él llevaba a la cintura un frasquito aparentemente insignificante que había sorprendido al mismísimo Runi, básicamente el único mago que había conocido hasta entonces. Así que quién era él, un don nadie humano, para cuestionar los conocimientos de una elfa que, como todos los elfos, suponía que debía saber un montonazo sobre el tema.

Así pues se dio la vuelta y, una vez de espaldas...

- Sí... Sí...- respondió tras una larga pausa. Su voz, queda al principio, no tardó en dar paso a unos gritos de júbilo.- ¡Sí! ¡Lo he notado, sí! ¡Lo he notado, de verdad! ¡Lo juro! Lo... Lo has subido y lo has bajado. Despacio. Varias veces. Y... Y luego... Luego- continuó atropelladamente.- Luego lo has dejado quieto. Y ya.

El muchacho sonrió entusiasmado y miró a su amiga. Quería compartir su alegría.

- Lo he notado, Ylva. Lo he notado. Es... Es genial. Un poco raro, pero genial.- Entonces se dirigió a Merial lleno de pregunta cuyas respuesta aguardaba expectante - ¿Y ahora qué? ¿Qué significa que lo haya notado? Es bueno, ¿no?

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09/08/2019, 02:38
Ylva

–¡Eso es genial, Glyr!– Ylva se giró y, en su arrebato de alegría, abrazó con fuerza al chico. La arquera se puso un poco roja y se rió entre dientes antes de soltarlo y volver a su sonrisa habitual– ¡Sabía que lo lograrías!

Aunque Ylva se había quedado con las ganas de probar ella y ansiaba tener unos resultados similares, su alegría era sincera. Le encantaba ver así de feliz a su amigo. Era fantástico, maravilloso. Y estaba segura de que el muchacho sería capaz de mucho más. Contenta, esperó a que Merial contestase la pregunta de su amigo antes de levantar una pequeña hoja verde e informar de lo que había visto.

—He encontrado unas huellas, creo que son de Mawi, eran muy pequeñitas, como ella.

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09/08/2019, 18:04
Merial

Merial miraba a Glyrhel con los ojos muy abiertos. Parecía como si quisiera decir algo, pero no le salieran las palabras de la boca.

—¿Has... has notado que lo movía...? —logró preguntar por fin—. Es increíble... Era la primera vez que probabas, ¡ya hubiera sido sorprendente que sintieras algo! Ni siquiera a mí se me dio tan bien la primera vez...

La elfa parecía asombrada de verdad por lo que acababa de ocurrir. Esbozó una leve sonrisa.

—Bueno... supongo que sí que tienes talento, después de todo. Pero la verdad es que no creo que yo pueda enseñarte mucho más. Puedo sentir la magia como todos los de mi raza, y conozco algunos conjuros sencillos... pero no soy una maga experta, por así decir. Me entreno para ser guardabosques. Es mi hermana Ilwen la que es más diestra con la magia y...

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09/08/2019, 18:10
Narrador

Pero Merial se interrumpió cuando desde el corredor por el que Mawi parecía haberse ido, les llegó un grito lejano. Era la misma voz que habían escuchado antes de que apareciera la forma oscura a la que Ylva había apodado como "Sonrisita". Tenía que ser la jóven arbórea... y aquello sonaba como si estuviera en peligro una vez más.

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09/08/2019, 18:28
Ylva

Ylva sonrió a su amigo. Siempre había sabido que tenía un gran potencial, y ahora el tiempo le daba la razón. Además, habían encontrado el rastro de Mawi, pronto estarían con ella.

—¡Seguro que Runi puede enseñarte cosas, Glyr!¡Qué envidia! Vas a ser mago— la voz de Ylva estaba repleta de confianza y parecía que quería decir algo más cuando, de pronto, oyó el grito de la arbórea— Mawi... Tenemos que ayudarla.

Y sin importarle lo que había ocurrido antes con la flecha, la posible presencia de aquella sombra o la propia oscuridad, la niña echó a correr, arco y flecha en mano, siguiendo las huellas que había visto momentos atrás.

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10/08/2019, 12:14
Glyrhel

Sus mejillas sonrojadas se fruncieron al esbozar una sonrisa tras el abrazo de su amiga, un sonrojo que no hizo sino aumentar cuando apartó la mirada avergonzado por verse visto avergonzado. A aquello contribuyeron también los cumplidos de Merial y una ilusión creciente ante la posibilidad de aprender un truco de los que mencionaba. Por muy sencillo que fuera ya era más de lo que sabía, y aunque ya se imaginaba siendo todo un mago experto, era lo suficientemente realista como para comprender que todo camino antes de ser andado, debe ser pavimentado.

No obstante la alegría duró poco. Rota por los gritos de Mawi, Glyrhel echó a correr tras Ylva. Corrió con cuchillo en mano, preocupado por perderse y por lo encontrarían delante, y más presto a usarlo para poner solución a lo primero que a lo segundo.

- ¡Cuidado con donde pisas!- grito a su amiga.- Por si acaso...

De poco serviría su ayuda si no llegaban a destino.