Partida Rol por web

El Brazal de Oro

- Capítulo II: El camino del sur -

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24/06/2019, 11:04
Director

Notas de juego

Se encuentra bien. Un poco cansada, pero nada más. 

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24/06/2019, 15:19
Gunnar
Sólo para el director

Notas de juego

¿Podría resistir con una tirada de, digamos, vigor?

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24/06/2019, 15:32
Director

Notas de juego

Podrías intentarlo, sí. 

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24/06/2019, 14:09
Tressa

Tressa se apoyó contra la pared, sabía que estaba agotada pero no hasta tal punto de que le fallaran las piernas, sentía que podía caer dormida en cualquier momento.

Mientras miraba al alrededor oyó al anciano hablar, apenas podía entender lo que decía, las palabras sonaban muy lejanas ¿Hablaba sobre un ataque? El saber que estaba siendo atacada debería haber sido suficiente para despertar todos sus sentidos y ponerla en guardia, algo andaba muy mal.
Quería desenvainar la espada pero era consciente de que si intentaba apartarse de la pared terminaría en el suelo y aunque tuviera las fuerzas para sostenerla tampoco sabía la ubicación del atacante.

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24/06/2019, 17:02
Gunnar
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tú me dirás y ya respondo.

EDIT del DJ: Recibido.

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24/06/2019, 17:59
Narrador

Mientras Tressa y Runi luchaban contra el sueño que les invadía, Olaf y Fygrod cayeron al suelo de madera de la granja. Estaban dormidos como dos leños.

Gunnar parecía también a punto de caer, pero logró resistir apoyándose en su espada. Ya no había duda de que aquello no era normal...

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24/06/2019, 18:17
Strumni

Lo notó, un pesar demasiado grande. Era cierto que habían tenido un día muy activo y que tras un combate las fuerzas solían flaquear, sin embargo aquello era demasiado repentino. El enano cabeceó al notar que sus párpados descendían sin permiso y se sorprendió al escuchar a Mormnir. Tardó en reaccionar pero al escuchar las palabras del anciano Runi entendió lo que podía estar sucediendo.

Era magia, algo que escapaba de su conocimiento y de su entendimiento en un sentido amplio. Los enanos no se llevaban bien con la magia y él no era una excepción. Alguien les estaba atacando con una hechicería que estaba debilitando a todos los presentes. Creía que su naturaleza de enano y su pellejo duro le haría más fuerte para resistir la magia enemiga.

—Salid fuera, al exterior.

Necesitaban escaparse del ataque y localizar al enemigo por ese motivo Strumni intentó encaminarse de nuevo hacia la puerta para intentar salir del área de influjo del hechizo.

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24/06/2019, 23:45
Reina Ingelyn

Aun tenía la espada desenvainada, pero cuando vió a Olaf y a Fygrod caer como árboles que acababan de ser talados lanzó una exclamación de sorpresa y se acercó hasta ellos a zarandearles sin éxito.

—¡Afuera, todos los que podáis!— alzó la voz al escuchar las sabias palabras de Strumni, acercándose ella misma a Gunnar para tratar de ayudarle a salir de allí aunque fuese haciendo que se apoyase en su hombro. El guerrero skaldi pesaba el doble que ella pero confió en su propia fuerza para al menos moverle hasta fuera. Necesitaba al guerrero consciente si alguien les atacaba y si fuera se encontraba mejor ya tendría oportunidad entonces de entrar para ayudar a Tressa, Runi y el resto de los que se debatían contra el sueño.

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25/06/2019, 02:07
Runi

Runi asintió cuanto la princesa empezó a sacar a Gunnar fuera. Era posible que la brisa nocturna ayudara a despejar la mente de todos. Desde luego mal no les haría, o al menos eso esperaba. Pero algo en sus entrañas le decía que no iba a ser tan fácil como salir.
No obstante no podían quedarse allí dentro, pues era obvio que estaban bajo un ataque mágico.

Se acercó a la exploradora, ya que parecía que no estaba del todo dormida, y le dio un golpe en la pierna con su bastón.

-Arriba. La princesa te necesita. Hemos de salir de aquí.-

Y la ayudó a levantarse para entre los dos salir fuera. Ya que a él también le vendría bien su ayuda.

Notas de juego

Venga dormilona. Parriba.

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25/06/2019, 13:34
Gunnar

Durante su vida, Gunnar se había enfrentado a toda clase de enemigos. También había combatido a pie, a caballo, sobre la cubierta de un barco, en empinadas pendientes y lisas llanuras. Sin embargo, todos sus años aguantando los rigores del combate servían para... bueno, para menos que nada. Al igual que los demás, Gunnar estaba a punto de caer al suelo.

No.

Antes de caer, Gunnar desenvainó su espada, que en estos momentos le pesaba tanto como un yunque, y apoyó la punta en el suelo. No podía quedarse dormido. Mucha gente dependía de él. Ylva, primero que todos, que estaba en peligro... y la Princesa Ingelyn. Había visto caer a Olaf y a Fygrod, y Tressa no se veía mucho mejor. Quedaba sólo él. Tenía que mantenerse en pie pasara lo que pasara.

— N-No... No puedo... —balbuceó. Sentía que su lengua era diez veces más gruesa y que inundaba toda su boca.

Sintió como un brazo se escurría entre sus pesados hombros y lo ayudaba a levantarse. Gunnar entreabrió los ojos y se fijó en la rubia cabellera. Era la Princesa. Se suponía que él tenía que protegerla, pero los papeles se habían invertido. El guerrero intentó reírse, pero lo único que brotó de sus labios fue un balbuceo ininteligible. Sin mucho más que hacer, el capitán se dejó guiar fuera, apoyando parte de su peso en la espada para no aplastar a la Princesa.

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25/06/2019, 20:24
Tressa

No podía aguantar mucho más, notaba que su cabeza se deslizaba por la pared, estaba claro que iba a caer dormida. Antes de derrumbarse sintió un golpe en su pierna que le hizo abrir los ojos, era el anciano.

Gracias a él pudo mantenerse en pie, un poco más y hubiera cedido al sueño. Tressa estaba agradecida, pero no podía permitirse ser una carga y menos para un pobre anciano, con todas las fuerzas que pudo reunir intentó poner de su parte para poder llegar a la salida.

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26/06/2019, 00:40
Narrador

Tambaleándose, tropezando y tratando por todos los medios de mantener los ojos abiertos y la mente despierta, el grupo intentó salir de la cabaña como pudo. Strumni era el que más cerca estaba de la puerta, así que fue el primero en hacerlo. Tressa y Runi lo siguieron, mientras Gunnar se apoyaba en la princesa y en su espada como si fueran improvisadas muletas.

Cuando estuvieron fuera, nadie cayó sobre ellos ni les atacó. Sólo sintieron por un instante la brisa fresca, y pudieron ver algunas estrellas en el cielo nocturno sobre sus cabezas. Pero había magia actuando allí, magia poderosa. Todos lo sabían. Lo sentían con tanta intensidad que incluso hubieran podido decir de dónde procedía. Procedía del bosque que bordeaba el camino. Gunnar incluso se preguntó si lo que él y su grupo habían visto en su breve batida tendría algo que ver con aquella extraña somnolencia. Pero no tuvo respuesta.

Un segundo después, Gungnar cayó dormido junto al umbral de la puerta. Después fue Tressa, que en su caída derribó a Runi. El anciano trató de sujetarse, pero las fuerzas le fallaron y el sueño acabó por vencerle. Incluso Svartfloy cayó dormido a su lado. Gunnar fue el siguiente. Después Mormnir. Y finalmente Strumni. Sólo la princesa Ingelyn permaneció despierta junto a la granja, sola, en mitad de aquella noche que cada vez se volvía más extraña.

Notas de juego

- Fin del capítulo -