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El Brazal de Oro

- Capítulo III: Penumbra - (Ylva y Glyrhel)

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29/08/2019, 00:41
Ylva

—Eso es increíble, Mawi. No solo la suerte, también lo de las plantas. Wow...— la chica se acercó a la escombrera y paró con el pie un canto que rodaba. Le había parecido ver algo serpenteante, y no tardó en darse cuenta que era la cuerda—Como me gustaría saber más de tu pueblo... Bueno, y de la magia... Me encantaría saber hacer algo, aunque sea muy sencillo. 

Estaba claro que Ylva, ya fuese por su juventud o por su caracter, estaba enamorada del aprendizaje en si mismo. No había nada en el mundo que no considerase útil y apasionante. Salvo quizás barrer la casa. Detestaba barrer la casa. La joven arquera miró la cuerda aliviada. Y también vio algo más... o más bien no lo vio. No había ninguna señal del troll, lo que quería decir que, ellos solos habían conseguido vencer a aquel monstruo. Sin "adultos". Aquello le llenó de satisfacción, y también de confianza en sí misma. Habían conseguido esquivar esqueletos, reducir a uno de ellos y vencer un troll. Puede que hubiese cosas más peligrosas, "Sonrisitas", sin ir más lejos, pero para muchas de ellas estaban más preparados de lo que pensaban. "Sonrisitas" en cambio... sería mejor no encontrarlo. A la niña se le habían ocurrido otros motes para aquel ser, pero aquellos nombres daban mucho miedo, y mentalmente prefería no aumentar el terror que aquella cosa le producía. Después de comprobar que no había nadie, la niña se agachó 

—Coged algunas piedras, por si acaso— dijo señalando la honda— ¿Sabéis usarla? Con girarla dos veces ya coge la velocidad necesaria. No hace falta darle más. Y será mejor que las comprobemos ahora que tenemos la oportunidad, no vaya a ser que no funcionen.

La niña metió una piedra en la tela y fijó un objetivo para practicar antes de hacer girar el instrumento un par de veces y soltar una de las cuerdas.

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29/08/2019, 12:02
Glyrhel

La revelación de Merial con respecto a Mawi dejó a Glyrhel boquiabierto, no solo porque nunca se había imaginado la "suerte" como un poder, sino porque nunca se le había ocurrido considerar como poder algo sobre lo que no se tenía control alguno. Pero bueno, aquel día no había parado de aprender cosas nuevas y aunque algunas de las que había aprendido no le entusiasmaran demasiado, otras muchas sí lo habían hecho.

Aún recordaba lo que había sentido con la prueba del orbe mágico, el entusiasmo que le había embargado, un entusiasmo que aún pervivía a pesar de lo ocurrido hacía nada. Desde entonces cuando las circunstancias se lo habían permitido (circunstancias nada propicias hasta hacía apenas unos instantes) su imaginación había volado entre un mundo de posibilidades.

- ¿Y qué poderes tienes tú, Merial?- preguntó cogiendo una piedra y poniéndola en la improvisada honda tal y como había visto que Ylva lo hacía.- Esto... Mejor que os apartéis un poco... Un poquito bastante.

No se fiaba demasiado del recorrido que seguiría la piedra una vez escapara del trozo de tela.

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29/08/2019, 12:39
Ylva

En vez de alejarse, Ylva se acercó al chico, por el brazo que no sostenía la piedra. No solo era más seguro estar cerca, sino que así, podría corregir sus movimientos si era necesario.

—No te preocupes, no hará falta que nos apartemos —respondió segura—  sujeta una de las cuerdas con el puño y la otra con el pulgar y todo irá bien.

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29/08/2019, 23:47
Merial

Merial observó a sus compañeros de desventuras mientras practicaban con sus hondas. No se les dio del todo mal, teniendo en cuenta que era la primera vez que las utilizaban. O por lo menos, ese parecía ser el caso de Glyrhel y Mawi al verles lanzar.

—Bueno... los míos son bastante comunes entre mi pueblo —dijo—. Por ejemplo, puedo reducir el ruido que hago al moverme para pasar desapercibida, y también entender el canto de los pájaros. Mi hermana me está enseñando a invocar niebla mágica, para ocultarme si me descubren y tener tiempo para volver a esconderme. Los centinelas elfos solemos aprender poderes que nos...

Pero la elfa se interrumpió en su explicación, mientras miraba hacia arriba, al hueco en el techo de la sala.

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29/08/2019, 23:51
Narrador

Glyrhel e Ylva también lo habían oído. Una voz grave que había emitido una exclamación de alarma, y luego pasos pesados que se entremezclaban con el tintineo de algo metálico. Había una luz arriba, en el pasillo que había quedado al descubierto tras el derrumbe de la sala. Daba la impresión de ser una antorcha y una lámpara.

Pocos segundos después, oyeron una voz masculina y profunda.

—¡Allí! A esto se debía el ruido, el suelo se ha venido abajo en este corredor. ¡Exploradores, avanzad e informad!

Pudieron oír el eco de más pasos que se aproximaban por aquél pasillo que había sobre sus cabezas. Debían moverse rápido si no querían que esos exploradores, fueran quienes fuesen, les vieran al asomarse por el agujero.

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30/08/2019, 16:07
Ylva

—A la entrada, rápido— dijo en voz tan baja como pudo.

Aquellas voces hicieron sobresaltarse a la chica, que inmediatamente buscó un lugar con la mirada para esconderse. No parecía que hubiese muchos lugares entre toda aquella grava, pero salir corriendo sería igual o más llamativo. Por un momento pensó en tirarse al suelo haciéndose la muerta, pero luego recordó que, los cazadores antes de acercarse a una presa derribada le pegaban otro flechazo. Por si acaso. Finalmente, la mirada se posó en la pared que había a la entrada de la habitación. Aquello serviría perfectamente para ocultarse hasta que pasasen o averiguasen quienes eran. Con un gesto instó a sus compañeros a que se moviesen.

—Quizás los hayan encerrado también —susurró desde su escondite, procurando moverse lo mínimo posible.

- Tiradas (1)
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02/09/2019, 01:31
Narrador

Los cuatro corrieron a esconderse, y lo hicieron justo a tiempo. Nada más ocultarse entre los escombros del techo, en el boquete apareció una cabeza. Por la frondosa barba rubia, no cabía la menor duda de que era la cabeza de un enano. La cabeza giró a un lado y a otro, iluminando el derrumbe con una lámpara de metal.

—Me ha parecido ver que algo se movía ahí abajo, capitán —dijo—. Pero... no estoy muy seguro de qué era.

Inmediatamente, otra cabeza asomó por el hueco, también de un enano. Esta vez, la barba era pelirroja.

—Yo no veo nada, Gorin... ¿no te lo habrás imaginado?

Los dos enanos hablaron entre sí, mientras el ruido de pasos se aproximaba. La voz del que debía ser el jefe de aquél grupo de enanos volvió a escucharse.

—Dejad de discutir —ordenó—. No debería haber más que tierra y roca debajo de este corredor. Quizá sea una fortaleza sellada, en cuyo caso tenemos un problema... Tú, ve hasta el cuarto de guardia y envía un mensaje a la atalaya. Hay movimiento en los túneles. Nosotros haremos una batida, para asegurarnos de que no hay peligro.

Hubo un instante de silencio, y después el capitán habló de nuevo.

—¡Si hay alguien ahí abajo, más vale que salga antes de diez segundos y sin aspavientos!

Lo siguiente que los chicos pudieron oír fue el sonido del mecanismo de al menos cinco ballestas al cargar proyectiles. Y luego, el jefe enano empezó a contar lentamente.

—Uno... dos...

- Tiradas (3)
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02/09/2019, 01:39
Merial

Merial tragó saliva y miró preocupada a Ylva y Glyrhel.

—Deberíamos salir —dijo—. Si esos enanos bajan para combatir, estaremos en un buen lío...

Debían decidir rápido. En el piso de arriba, el capitán enano había llegado al número cinco...

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02/09/2019, 15:06
Glyrhel

Glyrhel, que en su afán por no hacer ruido había estado aguantando la respiración hasta que no podía más para a continuación coger una larga y muy cuidadosa bocanada de aire y repetir el proceso, asintió a las palabras de Merial, aunque tampoco estaba convencido de que haciéndolo no sufrieran también el mismo destino que si no lo hacían.

Ylva aún no se había pronunciado, pero el muchacho guardó la honda con la que apenas había practicado, y no de la mejor manera, y fue levantando las manos solo por si acaso.

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02/09/2019, 17:00
Ylva

Ylva tragó saliva. Estaban bien escondidos y no creía que les descubriesen si estaban muy quietos, pero también había otro detalle: no parecían seres malignos. Tan solo enanos que estaban haciendo una batida por un territorio que no conocían. Con lo cual o estaban de exploración o estaban tan atrapados como ellos. Uno de los comentarios  hizo que soltase de golpe toda la tensión acumulada. Estaban hablando de la atalaya... ¿Sería la misma?

—Es absurdo que nos escondamos si lo que estamos buscando es una salida... o a más gente —musitó, aunque por algún motivo, quizás superstición, no dijo nada hasta que el enano no llegó al número siete, momento en el cual alzó la voz— ¿Hola? ¿Hola?

La vocecilla de la chica resonó por toda la estancia, tan amenazadora como el canto de un tordo. No creía que fuesen a hacerles daño, de modo que no tardó en asomar la cabeza hasta fijar la mirada en el capitán. Ciertamente, su presencia, ante unos enanos curtidos en mil batallas no parecía muy peligrosa. La niña se adelantó a la posible pregunta del enano, y respondió lanzando la suya propia, la que le interesaba.

—Me llamo Ylva y no, no se muy bien cómo he llegado aquí... de hecho no sé ni dónde estamos, ¿sois amigos de Agga? —dejándose llevar por su instinto y rogando que fuese parte de la comitiva que se había reunido con ellos a su llegada, o que al menos les conociesen, continuó— Hubo una reunión con ella esta mañana...  o ayer, no estoy segura de si ahora es de día o de noche. Decían algo de lo de los muertos que andan y de... Bueno... ¿Podéis ayudarnos?

La niña había visto por el rabillo del ojo a Glyrhel levantarse poco a poco, y temiendo que disparasen al nuevo movimiento había añadido aquella coletilla en plural. Además, prefería no revelar demasiado antes de saber quienes eran.

—Él es Glyrhel, y Merial y Mawi. Nos trajeron aquí en contra de nuestra voluntad... Y bueno... quien nos trajo sigue por aquí.

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03/09/2019, 11:58
Narrador

Ylva salió del escondite, seguida por Glyrhel, Merial y Mawi. Enseguida pudieron ver que varios enanos enfundados en armaduras les estaban apuntando con ballestas y algún arcabuz. Pudieron contar a seis. Debía ser una patrulla que vigilaba los túneles, y probablemente habían ido a investigar el estruendo del derrumbe.

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03/09/2019, 12:01
Urri

El enano que parecía liderar al grupo mantenía un puño enguantado en alto, indicándoles a sus guerreros que no abrieran fuego... por el momento. Las palabras de Ylva fueron recibidas por él con el ceño fruncido, pero cuando la skaldi mencionó el nombre de Agga, pareció sorprenderse un poco.

—¿Conocéis a Agga? —preguntó—. Eso sí que no me lo esperaba... Bien, subid aquí y hablaremos. Pero deponed las armas que podáis llevar y no hagáis ninguna tontería. Ahora estáis bajo la custodia del capitán Urri, que soy yo.

Se volvió a dos de sus soldados.

—Vosotros, registradles —ordenó—. Y echadles una mano para subir.

Los dos guerreros se pusieron firmes y se dirigieron hacia el grupo para cumplir la orden de Urri, mientras el resto de enanos continuaba apuntándoles con sus armas.

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03/09/2019, 13:01
Ylva

—Hay unas escaleras aquí al lado —respondió la arquera mostrando primero el arco y cruzando la cuerda por el pecho para colocarlo a la espalda, en señal de que no iba a usarlo, o al menos que no podría usarlo antes de que le impactasen todas las saetas enanas y lo que fuese que disparasen aquellos tubos con los que les apuntaban—. Y un troll acaba de derribar esto hace unos minutos... Si subimos o bajáis por aquí quizás se derrumbe por completo. ¿Os parece que vayamos por las escaleras?

La niña no añadió la segunda ventaja de ir por las escaleras. Poder hablar con sus compañeros e intercambiar impresiones sobre lo que acababa de ocurrir. Claro, que los enanos podrían hacer lo mismo, pero ellos eran los que les estaban apuntando.

Notas de juego

post rápido para alternativa de reunión xD

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03/09/2019, 13:31
Urri

El enano negó con la cabeza.

—El sitio en el que estáis y el sitio en el que estamos nosotros no están conectados —dijo Urri—. Subiréis por aquí, y sin perder tiempo.

Los guerreros enanos de la patrulla llegaron hasta el grupo y empezaron a registrarles a conciencia. A primera vista, Ylva y Glyrhel no llevaban nada demasiado llamativo, pero... ¿qué pasaría cuando los enanos descubrieran los Viales de Poder? En efecto, uno de ellos no tardó en encontrar el frasquito de Glyrhel, y se lo mostró a su capitán. Poco después, el de Ylva también fue descubierto.

—¿Qué son esas pociones? —preguntó el capitán, suspicaz.

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03/09/2019, 13:37
Merial

Antes de que pudieran responder nada, notaron que a su lado Merial ahogaba una exclamación. Trató de disimular tan rápidamente como pudo, pero les quedó muy claro que se había quedado de una pieza al ver los Viales. 

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03/09/2019, 23:09
Ylva

—Bueno... Verá —Durante un momento, Ylva se había quedado completamente pálida, sin saber bien qué decir. Aquella palidez había pasado al verde de los nervios de pensar que iban a perder algo que, según Runi, debían proteger, y de ahí al rojo bermellón, por partida doble: en primer lugar, no le gustaba mentir. Y lo más importante, la excusa que estaba a punto de poner le resultaba terriblemente incómoda, por ser de un tema que aún no comprendía del todo, que pocos explicaban y que aún le hacía sacar los colores— Mi madre pensaba que era un viaje muy largo... Es la primera vez que salía de casa y... Tengo quince años... hace tiempo que ya soy... ejem... la luna... los ciervos en la berrea... los meses... ciclo... sang... Aún no quiero tener hijos, señor.

Aunque nada de lo que había dicho era mentira, la niña no se sentía cómoda contando aquello, lo cual, paradójicamente, hacía parecer todo más creíble. Aquella excusa la había soltado en un tono de voz cada vez más descendente hasta que se había convertido en un murmullo, rematado con una pequeña subida al añadir la última frase. Roja como el vial de la princesa, la niña tosió mirando al suelo antes de levantar la cabeza y, con una sonrisa de circunstancias ligeramente forzada añadió

—Nos... nos lo devuelve... Nos gustaría... probar que no nos ha hecho falta o... — aunque parecía que ponerse más rojo era imposible, Ylva lo hizo— ¿Por favor?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ylva es inocente, pero no estúpida. xD

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04/09/2019, 18:03
Glyrhel

El arrebol que teñía el rostro de Ylva solo era comparable al que asomó a las mejillas de Glyrhel, que en aquel momento hubiera deseado gritar "tierra trágame" mientras permanecía en pie sobre los mismos escombros que a punto habían estado de aplastarle. Atrás quedaba el saludo que había dedicado a los enanos con una mano que tímidamente se había movido mientras la otra permanecía en alto y el escaso alivio que había sentido al ver que no les habían disparado nada más verlos. Ahora estaba genuinamente preocupado por su regalo, por los viales, y por la historia que estaba contando su amiga.

No había sido ajeno al gesto de Merial, que parecía comprender lo que aquellas pociones suponían igual o mejor que ellos, pero no tan bien como los enanos que se veían obligados a preguntar de igual modo que él había hecho nada más recibirlas.

Tragó saliva, y si bien no contribuyó a las medias verdades de Ylva, si decidió compartir algo, una verdad que omitía muchas otras si bien no pocas se debían a la propia ignorancia del muchacho.

- Fue un regalo. El regalo de una anciana- explicó a los enanos y sobre todo a la elfa intentando que recordara el relato que ella misma había compartido con ellos sobre los hechiceros más poderosos del mundo y su mención a la más misteriosa de todos ellos.- Es para los tiempos que están por venir- añadió con gravedad.

No había contradicho a Ylva. Los enanos podían pensar que lo dicho por ella y por él eran relatos parciales, que se complementaban, pero esperaba que con lo dicho por él Merial comprendiera la importancia real de los viales. Quizá sabiéndolo contribuyera a que no acabaran en unas manos que no debían.

- Tiradas (1)
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05/09/2019, 19:59
Narrador

Ante la historia contada por Ylva y complementada por Glyrhel, hubo un instante de completo silencio, en el que sólo se siguió escuchando el batir rítmico de aquella extraña maquinaria enana. La cara de Merial había pasado de ser un poema rojizo al oír la excusa de Ylva, a una expresión de entendimiento al escuchar a Glyrhel. Y de nuevo tuvo que esforzarse para que su sorpresa no se reflejase en su rostro.

Mientras tanto, los enanos de la patrulla guardaron silencio... aunque se escuchó alguna que otra risita aislada en el grupo. Daba la impresión de que habían mordido el anzuelo. O por lo menos, que la mentira les había parecido algo plausible.

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05/09/2019, 20:03
Urri

Urri alzó una de sus pobladas cejas al escuchar la historia de los chicos, pero su expresión pétrea no evidenció emoción alguna. Hizo un gesto a sus guerreros para que ayudasen a subir a Gylrhel, Ylva, Merial y Mawi al corredor en el que ellos estaban, lo cual los enanos cumplieron sin agresividad, pero con firmeza. Los chicos tuvieron claro que aquellos eran enanos curtidos y fuertes, y sería mejor no darles motivos para que tuvieran que ponerse más serios.

—Desarmadlos —mandó el capitán enano—. En cuanto a los frascos... yo los llevaré. Uwa les echará un vistazo en cuanto lleguemos a la atalaya.

Cogió los dos Viales y tras echarles una última ojeada, los guardó en un zurrón que llevaba al cinto.

—Os doy mi palabra de que nadie los tocará —dijo—. Pero no tengo por qué fiarme de que estéis diciendo la verdad. Consideráos bajo mi custodia, y no intentéis nada raro. ¡Patrulla, volvemos al cuarto de guardia! Gorin, te quedarás como centinela y nos avisarás si ves cualquier movimiento en el túnel.

Los enanos se pusieron firmes y sus armaduras resonaron. Después, se colocaron de forma que rodeasen a los cuatro compañeros, y comenzaron a andar con paso marcial. Urri cerraba la marcha, y mientras caminaban, volvió a hablar.

—Bien, ahora contadme quiénes sois, qué hacíais en ese túnel y cómo es que conocéis a Agga. Despacio y con calma.

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06/09/2019, 14:54
Ylva

De nada servía pelear con ellos, pues no solo eran más fuertes, sino también más numerosos. La arquera lanzó una mirada interrogativa a Merial cuando el capitán mencionó a Uwa. Ahora que sabía lo de la anciana, quizás recordase el nombre del gran mago enano si lo volvía a oír. ¿Sería Uwa el mago? En cualquier caso, había algo raro allí y no dejaba de pensar en el tema de los viales. Si no hubiese tenido al estúpida idea de volver a la habitación, aún los tendrían consigo. La mente de la niña trabajaba rápido, buscando algún método para librarse de aquel embrollo.

—Bueno... La verdad que el arco está en las últimas. No sé si podrá arreglarse... ¿Usted qué cree?

Ylva, aún ruborizada por la situación anterior, se quitó el arco con cuidado antes de dárselo al enano a la vez que, con su desparpajo habitual, lanzaba aquella pregunta. Una pregunta totalmente inesperada, teniendo en cuenta que venía de un prisionero.

— Conocimos a Agga y a otros enanos hace muy poco —dijo sin entrar demasiados detalles, pues aunque no tenía ningún motivo para dudar, sabía que el hecho de que fuesen enanos no implicaba que fuesen amigos de Agga—. Somos parte de un grupo que va a Kaz-Umzur para una reunión. Agga vino a advertirnos de los peligros que hay ultimamente. Más tarde, estábamos explorando para asegurar la zona y nos atacaron unos... no muertos. Juro que es verdad... Había incluso un troll no muerto. Cuando nos libramos de ellos algo nos durmió. Y nos despertamos aquí. Explorando nos metimos ahí abajo, por unas escaleras y nos encontramos un troll. Creímos que era una fortaleza abandonada, aunque a decir verdad no sé dónde estamos. ¿Es vuestra?

El relato de Ylva había sido muy escueto, pero había cubierto los principales puntos sin decir el número de implicados o si Merial y Mawi habían estado con ellos desde el principio y sin revelar ningún tipo de información secreta. La muchacha miraba a Urri con curiosidad, como tratando de discernir si era un aliado o alguien de quien debían huir en cuanto pudiesen. Su naturaleza positiva se inclinaba hacia la primera opción.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me da que no cuela que me arreglen el arco xD