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El Brazal de Oro

- Capítulo V: Un juramento en piedra -

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29/04/2020, 22:52
Uwa

Uwa se quedó de una pieza al escuchar a Ylva contar aquello. La enana cruzó una mirada con Edrin, y una sonrisa dubitativa se dibujó en su rostro.

—Esto... no sé qué pensar, la verdad —dijo—. No es que no te crea, claro. Hace unos días hubiera sido incapaz de creer algo así, pero después de todo lo que ha pasado... ¿por qué no? Últimamente, las cosas sorprendentes no paran de sucederse.

Les hizo un gesto para empezar a caminar, mientras meneaba la cabeza.

—Qué lástima que Durdi haya decidido marcharse tan deprisa —dijo—. ¡Por supuesto que le hubiera interesado escuchar algo así! Pero mi maestro siempre va con prisas. A todos los grandes magos les pasa, tienen que ocuparse de demasiados asuntos a la vez. Bueno, no te preocupes, Ylva. En cuanto la reunión real haya acabado, le enviaremos un mensaje para contárselo. Seguro que él podrá juzgar algo así mejor que nosotros.

Y descendió al interior de la torre para guiarles hasta Ingelyn y el resto de sus amigos.

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29/04/2020, 23:03
Rey Grummdar

El Rey enano escuchó las palabras de Ingelyn con atención, y después las intervenciones de Strumni y Runi. Durante un momento, no dijo nada y se limitó a mesarse el poblado bigote con su gruesa mano. Luego hizo un gesto, y dos de sus consejeros se le aproximaron. Deliberó en voz baja con ellos durante unos instantes que les parecieron interminables, pero finalmente despidió a sus asesores y se incorporó.

—Había escuchado a Strumni hablar bien de los humanos antes —dijo—. Pero no con la convicción con que ahora lo hace. Sin duda, debéis de haberle causado una gran impresión en este breve tiempo que habéis compartido.

Bajo su barba se dibujó una leve sonrisa y entornó los ojos.

—Sois sin duda una joven interesante. Digna hija de vuestro padre en cuanto a valor, y además hábil en el arte de la oratoria. Y no sólo habláis con habilidad, si no que lo hacéis sin faltar a la verdad, lo cual es aún más valioso. Hay pocas cosas que los enanos valoremos más que el valor, la habilidad y la honradez. Cada una de ellas son buenas cualidades, pero hallar las tres juntas en un ser humano, es por demás inesperado y sorprendente.

Asintió un par de veces.

—Bien, sería una lástima perder a nuestros vecinos del norte, si entre ellos se pueden hallar algunos tan notables como la reina Ingelyn, sus guerreros y sus consejeros. Y tener boca y oídos en el consejo real de Skald, no sería poca ganancia para Krar Umgar. No obstante, pido dos condiciones más a cambio de la ayuda de los enanos. La primera, vuestra promesa de que promulgaréis un edicto para que las regiones montañosas que están dentro de vuestras fronteras y que albergan algunas fortalezas enanas, no sean molestadas y se les permita manejar sus propios asuntos. La segunda, que mis guerreros tengan permiso real para recorrer vuestras tierras y vuestro subsuelo, a fin de garantizar la seguridad de los viajeros enanos y sus mercancías, entre dichas montañas y el reino de Krar Umgar. Acceded a ello... y podréis contar con nuestras hachas y martillos.

- Tiradas (1)
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29/04/2020, 23:17
Narrador

Aquello sonaba realmente bien. ¡El Rey Grummdar estaba a punto de acceder a la alianza! Sin embargo, Runi sabía que aquellas condiciones eran delicadas...

La gran mayoría de los skaldi no pondría el menor reparo en aceptar el trato. Las montañas a las que el Rey se refería eran los Montes Blancos, un amplio macizo de cimas escarpadas e inhóspitas. Los humanos no podían vivir allí, y por tanto eran administradas de facto por los enanos que las habitaban. Pero no todos los skaldi opinaban igual. Algunos jarl de las regiones cercanas veían con malos ojos que un territorio que nominalmente pertenecía a Skald estuviera bajo el dominio de los enanos. Y aceptar la presencia de guerreros enanos con permiso real para que recorrieran las tierras que había entre los Montes Blancos y el reino de Krar Umgar podía ser aún más delicado. Runi no estaba seguro de que todos los señores skaldi reaccionaran bien ante aquellas condiciones. ¿Pero quedaba alternativa...?

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29/04/2020, 23:22
Narrador

Justo en el momento en el que el Rey Grummdar terminó de decir aquello, en el umbral de la estancia aparecieron Uwa y Edrin, seguidos de Ylva y Glyrhel. Los jóvenes skaldi se quedaron de una pieza al observar la gran estancia de piedra con el enorme pebetero en el centro, en la cual tenía lugar la negociación entre los dos monarcas.

Uwa les hizo un gesto para que se acercasen en silencio a Ingelyn y se unieran a su séquito como les correspondía. Aún quedaban detalles por ultimar.

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30/04/2020, 02:27
Runi

Runi no sabía si Ingelyn era consciente de lo que pedía el Rey. Era un buen trato sin duda, y no habría más remedio que aceptarlo para garantizar la seguridad y perpetuidad del Reino Skald. Pero faltaría a su labor como consejero si no le indicaba aquello a la reina. En aras de la verdad, según creía él, tenía que incluso comentarlo para que el Rey Grummdar supiera que lo que le pedía iba a tener que trabajarlo.

-Mi reina. La oferta del Rey es buena, y las tierras a las que se refiere son los Montes Blancos, unos macizos escarpados e inhóspitos. Ya de hecho lo administran los enanos porque los skaldi no podemos vivir allí. Pero aunque a la mayoría no le importará sabed que habrá voces que estarán en contra de ello. Verán como si Skald perdiera territorios. Personalmente creo que es una solución de lo más beneficiosa, pero sabed que el resquemor entre nuestras razas va a haber que trabajarlo. Y el que el pueblo enano pueda caminar con libertad va a sacar a relucir antiguos orgullos. Nada comparable al ser erradicados por los orcos, obviamente. Pero tocará trabajar duro. Aunque no dudo en que lo lograréis claro está.-

Después de aquello vio como los jóvenes también entraban en la sala. Pero Runi tenía puesta su cara seria de consejero malhumorado, por el improbable caso de que quisieran hacer algo fuera de protocolo. Claro que con aquellos bribones de poco iba a servir en caso de que creyeran que tenían que decir alguna cosa.

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30/04/2020, 13:50
Glyrhel

- ¿En serio?

Al menos fue lo que pensó, aunque no llegó a verbalizarlo. Jamás en la vida, jamás de los jamases, se hubiera imaginado lo que había contado Ylva. Pero aquello no significaba que no la creyera, que no supiera que lo que estaba diciendo era cierto: ella había estado allí. Y junto a ese sentimiento de confianza, llegó uno de cierta envidia, aunque no precisamente por las circunstancias en las que había tenido aquella experiencia.  

Miró a su amiga sin poder ocultar su asombro, y con aquella misma cara fue con la que llegó a reunirse con el resto. Y no pudo cambiarla porque la muchacha se había quedado a mitad de la historia. Algo la había detenido. Parecía que no había querido continuar por temor a oídos indiscretos, una indiscreción que, en la situación actual, rodeados de muchos más, no hacía sino que aumentara.

Debería esperar. Debería aguardar, lo sabía. Ahora, la curiosidad por saber qué era lo que había le estaba matando.

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30/04/2020, 17:07
Ylva

Al ver la cara de asombro de Glyrhel, Ylva puso cara de circunstancias. Todas aquellas sensaciones eran nuevas para ella y no podía evitar cierto nerviosismo y ansiedad. El que fuesen conducidos a toda velocidad para volver junto a su grupo, no ayudo a mitigar aquella sensación, aunque si lo hacía la esperanza de poner en orden algunos de sus pensamientos con su amigo. No todos, por supuesto, pues había algunas cosas que no creía que fuese capaz de decir ni muerta tres veces.

Cuando llegaron, parecía ser el momento cumbre de la reunión, puesto que Runi de nuevo parecía estar "aconsejando" de nuevo a la princesa. O sea, a la Reina. Solo esperaba que el anciano no estuviese malmetiendo como había hecho antes de devolver el Brazal a sus dueños. La mirada de advertencia que les lanzó el mago al entrar, hizo que prestase mucha más atención de la que habría prestado en circunstancias normales, y también para que guardase silencio, aunque tuviese ganas de preguntar. Además, había una frase que le había llamado la atención. Y era la oposición que según el anciano algunos tendrían a que los enanos pudiesen "caminar con libertad" por unas tierras skald que ellos no podían aprovechar. ¿Por qué iban a tomárselo mal?  

La política y asuntos de reyes no eran ni de lejos el punto fuerte de Ylva, que no alcanzaba a comprender el problema. Entendía que la gente se enfadase si entraban en su casa a robar, o que hubiese problemas si un nuevo pueblo se ponía a cazar en el mismo bosque donde cazaba otro pueblo. Eso era lógico: aunque la opción más lógica era compartir la presa, si estas escaseaban el conflicto estaba ahí. Lo que ya no entendía era eso de enfadarse porque alguien pudiese "caminar con libertad". ¿Por qué restingir los movimientos? ¿Qué había de malo en explorar nuevos lugares? Además, si los skaldi no podían vivir allí ¿Qué demonios tenía de malo? Uno debería poder ir donde quisiera. Ella quería ir a La Aguja pero, aunque no necesitase cruzar ninguna frontera para ello, también quería conocer el resto de países. Quería conocer los campos de Volaria, los bosques de Fyndol y la costa de Soban. Quería conocer el mundo entero. Incluso las oscuras tierras de los orcos. ¿Por qué alguien debería decir que no podía ir donde le diese la gana si su paso no afectaba a nadie? Era egoísta limitar los movimientos de la gente. En ese momento dos piezas encajaron en su hiperactivo cerebro y, sorprendida miró a Glyrhel antes de mirar de nuevo al frente.

Aquellas divagaciones le habían alejado por un momento del mundo, pero de pronto, todo volvió a la realidad. Estaba en una sala llena de personas importantes y tenía que mantenerse en completo silencio y no pensar en aquel tipo de cosas que estaban empezando a aguijonear su cerebro.

—¿Es el Rey?— preguntó intentando mantener el tono de voz bajo a la persona que tenía más cerca. La curiosidad de nuevo había vencido a las miradas de Runi.

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03/05/2020, 22:27
Reina Ingelyn

Escuchó las exigentes peticiones de Grummdar y tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no soltar un resoplido airado. El monarca sabía que estaba en una situación de necesidad y no iba a dejar pasar aquella oportunidad en la que el pueblo skaldi estaba comprometido por las circunstancias. Escuchó atentamente las palabras del consejero, asintiendo con discrección mientras iba hablando. La mirada que le devolvió la Reina Ingelyn dejó claro que entendía la gravedad de aquello... pero también que no quedaba más remedio. Glyrhel e Ylva aparecieron en la sala y eso sirvió para afianzar su decisión. Debía hacerlo también por ellos, por asegurar que el lugar donde habían crecido estaría a salvo. Por darle a Glyrhel un lugar donde poder ampliar sus capacidades mágicas. Por que Ylva tuviera un hogar al que volver cuando necesitase descansar de sus viajes.

—...entendido, rey Grummdar. —era obvio por el tono de la skaldi que no estaba del todo satisfecha con aquella condiciones pero que sabía a la perfección que debía ser así. Alzó levemente el mentón—. El paso de los guerreros será libre únicamente para los Montes Blancos y su subsuelo, no pudiendo adentrarse más allá en la región sin el permiso del consejo de Skald. Si esas son las condiciones... el reino las acepta. Estamos agradecidos, rey Grummdar.

E hizo una leve inclinación, pero sus jóvenes amigos pudieron captar su mirada desde su posición, dirigida directamente a ellos. Ingelyn sonreía, mas era una sonrisa triste.

Notas de juego

Olvidé que tenía partida de tarde, ains. Ya está!

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04/05/2020, 10:45
Rey Grummdar

Justo cuando Ingelyn terminó de decir aquello, un enano guiaba a Ilwen y Merial, seguidas de los tres arbóreos, hasta la sala de la negociación. El rey Grummdar escuchó las palabras de la reina de Skald y asintió satisfecho. Abrió los brazos en un gesto solemne.

—Sea así —dijo con voz grave—. Desde este día, Krar Umgar y Skald son aliados. Los enemigos de Skald son por tanto nuestros enemigos, y marcharemos juntos sobre ellos. Los filos de las hachas enanas y las espadas humanas derramarán la misma sangre orca, hasta que la amenaza de los pielesverdes sea derrotada y nuestras tierras sean seguras de nuevo.

Mientras hablaba, escucharon un ruido rítmico. Uno de los enanos del séquito del rey estaba cincelando una gruesa tabla de piedra, trazando en ella primero una línea de runas, y luego otra de palabras en idioma común. Era sorprendente la habilidad y la velocidad con las que lo hacía.

—Es nuestra costumbre que los compromisos queden por escrito —explicó el rey—. Por escrito en piedra, pues las promesas deben ser sólidas como la voluntad que las enuncia. Mientras esta losa exista, los enanos no olvidarán la palabra dada, y esperamos lo mismo de los humanos.

Cuando el artesano enano terminó su tarea, mostró su trabajo al rey y a los skaldi. El contrato de piedra describía con exactitud los términos del acuerdo, los privilegios concedidos a los enanos como contrapartida, y la obligación de ambos reinos de acudir en ayuda del otro en tiempos de guerra defensiva. Había un espacio vacío en su parte inferior, en el que figuraba el nombre del rey Grummdar y de la reina Ingelyn. El monarca enano tomó con seguridad el martillo y el cincel, y grabó una gruesa runa G bajo su nombre. Después le tendió las herramientas a Ingelyn. En cuanto firmara, el acuerdo estaría sellado. Skald tenía aliado para combatir contra los orcos, y la comitiva había cumplido su misión.

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04/05/2020, 10:56
Gunnar

Mientras el rey firmaba el acuerdo, los enanos golpearon el suelo con sus escudos y armas, profiriendo gritos de batalla. Estaba claro que se lo tomaban en serio, y la mayoría celebraba que se hubiera llegado a esa alianza.

Gunnar observó la escena y sonrió levemente, exhalando un suspiro.

—Nunca me había sentido más aliviado —dijo—. Jamás he rehuido una batalla, pero prefiero las batallas que se pueden ganar. Y sin la ayuda de los enanos, la batalla contra los orcos estaba más que perdida. Me alegro de que nuestra nueva reina haya estado a la altura.

Se volvió hacia Strumni, Runi y los chicos. En su rostro aún se reflejaba el dolor por la pérdida del rey, pero sin duda parecía que se había quitado un peso de encima.

—Bueno... no ha salido todo exactamente como esperábamos, pero bien está lo que bien acaba, ¿no?

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05/05/2020, 00:48
Ylva

Ver aquellas runas recordó a Ylva que ya no tenía la facultad de entender el khazkil y se sintió brevemente fastidiada. Sin embargo, era consciente de que aquello era secundario. Con la cantidad de cosas increíbles que le habían pasado, no tenía porque sentirse así. Además, como ya se había dicho antes, lo que fácil venía, fácil se iba y, por un instante, había comprendido aquel extraño idioma. Sin poderlo evitar, sonrió. La aventura había sido emocionante, y estaba segura de que aquello solo sería el principio. Había tomado una decisión y la cumpliría. Y lo que era más importante: a Glyrhel parecía haberle gustado que le besase. Bueno, lo más importante no. Pero sin duda, era importante.

Cuando su padre se volvió para comentar aquello, Ylva estaba haciendo gestos a las elfas y los arbóreos para que se acercaran, pero pudo girarse a tiempo para responder

—No ha acabado. Bueno sí. Ha acabado lo malo. Ahora empieza lo bueno— risueña y optimista como siempre, Ylva añadió mientras insistía con la mano a elfas y arbóreos para que se uniesen a ellos— Ahora que hay acuerdo, ganaremos a los orcos. 

Y de nuevo, como un mustélido hiperactivo, posó la atención en la reina. Esperaba que no se golpease con el martillo en el dedo. Ingelyn podía ser muy habilidosa con la espada, pero no recordaba haberla visto usar una herramienta en la vida. Al menos no una herramienta que sirviese para hacer un trabajo.

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06/05/2020, 15:30
Strumni

Sea así, con esas dos palabras el monarca Grummdar daba realidad al sueño por el que Strumni llevaba trabajando tanto tiempo. Dos simples palabras de aquel venerable enano de barba blanca abrían la puerta a un futuro más esperanzador y prometedor para los dos pueblos, con aquel pequeño gesto verbal aparecía una luz que podría llegar a alumbrar muchas vidas. 

Por un momento el veterano montaraz se permitió la posibilidad de mirar a los allí reunidos y respirar tranquilo, no había que ir corriendo de un lado a otro, no había prisa, por fin podía descansar un poco y beber unas cuantas jarras de cerveza en calma. La alianza se había logrado, skaldis y enanos lucharían codo con codo por una paz futura de ambos pueblos. Surgirían problemas, claro estaba, dudas, desconcierto y dificultades pero esas ya no eran sus batallas y eso en cierto modo le llenaba de paz.

Curtido como estaba no se permitió unas lágrimas de alegría, eso era algo excesivo, pero sí pudo apretar los labios en una compungida sonrisa que su barba ocultaba de forma parcial. El largo viaje, los combates y heridas habían merecido la pena, había sido partícipe del éxito y eso le alegraba de una forma total, largo tiempo había pasado desde que el enano se sintiera así. El cuerpo únicamente le pedía una cosa más y era el poder disfrutar del reconfortante humo de su pipa, pero prefirió guardar las formas. El día estaba transcurriendo bien, no había necesidad de tensar en exceso las cuerdas. Únicamente tenía que disfrutar de lo que estaba pasando.

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06/05/2020, 17:07
Runi

Si esas son las condiciones... el reino las acepta.

Esas simples palabras indicaban algo trascendental para los Skaldi y su futuro. Pero desde luego sin ellas no habría un futuro para su pueblo. Runi estaba orgulloso por la princesa, pero también sentía pena por ella. A partir de ahora ya no podría ser una joven de su edad. Tenía que ser la Reina de Skald, con todo lo que ello contraía, y una de las primeras cosas que tendrá que hacer será enterrar a su padre.
El viejo mago estaba cansado, muy cansado. Ya había vivido y pasado mucho, le gustaría poder retirarse a algún lugar tranquilo donde nadie le molestase y poder dedicarse a sus libros e historias. Ya estaba demasiado viejo para todas aquellas aventuras. Se lo había ganado. Más no podía, no todavía al menos. Ingelyn iba a necesitar toda la ayuda posible, y Runi se aseguraría de que la tuviera. Era lo menos que podía hacer. Era lo que Thoran habría querido.
Distraido pensando en su difunto Rey, el viejo skaldi miró a un lateral de la sala donde había una ventana. Allí acababa de posarse Svartfloy, y eso le sacó una pequeña sonrisa.

Detrás suyo Ylva hablaba con su padre en voz baja. Iba a poner una de sus caras malhumoradas para mirarla y que se comportara, pero lo que dijo le sacó una gran sonrisa en su lugar.

-Niños.- Pensó el anciano controlandose y poniendose serio otra vez. La solemnidad del momento lo requería.

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07/05/2020, 13:47
Glyrhel

Glyrhel no había abierto la boca ni había mirado más de la cuenta a nada ni a nadie, entre otras razones porque había tantas cosas nuevas e interesantes que mirar que no sabía en cuál centrarse y pasaba de una a otra sin parar. Además era muy consciente de que si quería aprender magia, después de la negativa de la opción A que - todo hay que decirlo -, era mucho mejor que la opción B, se veía obligado a estar en buenos términos con el responsable de esta segunda opción. Eso suponía básicamente decir que sí a todo lo que Runi dijera, incluso cuando no dijera realmente nada sobre lo que había que decir sí.

La aquiescencia con el anciano debía convertirse en su segunda piel, incluso cuando supiera que no tenía razón. Después de todo el orgullo de los magos, sobre todo si eran ancianos, se suponía que era importante, tanto más si debían convertirse en los responsables de tu educación. Por ello, incluso si Runi usaba el plural para amonestar a todos por las palabras de unos pocos, el muchacho tenía intención de adoptar un mohín contrito como si hubiera hecho algo más que guardar silencio y, dejando de guardar el silencio que había guardado hasta aquel momento, se pondría a guardar un silencio completamente nuevo al gusto de su futuro y flamante viejo maestro.

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07/05/2020, 19:57
Ilwen

Ilwen y Merial se acercaron al grupo junto con los arbóreos. Alguien debía haberles puesto al corriente de todo lo que había pasado, porque la elfa de pelo corto se acercó a Ylva y Glyrhel con una gran sonrisa, aunque parecía algo apenada. Su hermana también sonreía.

—Me alegro de que hayáis conseguido vuestro objetivo —dijo Ilwen—, Nosotros debemos seguir nuestro camino para regresar a Fyndol. Sólo hemos venido a despedirnos y a desearos suerte en vuestra guerra con los orcos. Seguro que les daréis una buena lección y protegeréis vuestras tierras.

Se volvió hacia Merial.

—Tenéis unos minutos, pero no remolonees demasiado. Nos queda un largo camino por recorrer.

No bien hubo dicho eso, su hermana menor sonrió y cogió del brazo a Ylva y Glyrhel para que la acompañaran al exterior de la sala. Mawi no lo dudo un instante y corrió detrás de ellos.

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07/05/2020, 20:07
Merial

Merial condujo a los dos al patio subterráneo de la atalaya, y se volvió hacia ellos. Aún sonreía, pero en su mirada había un deje de tristeza.

—No quería irme sin daros las gracias —titubeó sonrojándose—. Yo... es la primera vez que salgo de mi hogar, y no podía imaginar que ocurriría todo esto. Si no hubiera sido por vosotros, lo hubiera pasado muy mal.

Mawi asintió, como si quisiera dar a entender que ella también podía decir lo mismo. Merial sonrió.

—Sé que ahora tenéis cosas más importantes en qué pensar, pero espero que volvamos a vernos. Si alguna vez venís a Fyndol, no olvidéis avisarme, ¿vale?

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07/05/2020, 20:12
Uwa

Mientras Merial se llevaba a Ylva y Glyrhel, y la reina Ingelyn se preparaba para firmar, Uwa se acercó discretamente a Strumni y a los skaldi.

—Enhorabuena por vuestra gesta —dijo sonriente—. Sin duda todo ha acabado bien... pero tengo un mensaje que transmitiros de mi maestro, el mago Durdi.

El nombre no les fue desconocido a ninguno. Durdi era uno de los mejores magos enanos vivos, si no el mejor. 

—Ha estado aquí, en la fortaleza, pero por desgracia ha tenido que marcharse apresuradamente. Me ha pedido que os transmita su preocupación por lo que ha ocurrido, y por el hecho de que Murgin y su cómplice skaldi hayan escapado. Os pide que, una vez que nos hayamos ocupado de los invasores orcos, mantengáis los ojos abiertos en Skald. Está seguro de que hay cosas ocultas desarrollándose entre bastidores, y que Murgin haya estado en contacto con renegados de vuestras tierras es preocupante. Mi maestro y yo estaremos vigilantes también en Krar Umgar, y os propone que nos mantengamos en contacto, para tenernos discretamente al corriente de todo lo que pase. ¿Qué os parece?

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09/05/2020, 22:05
Reina Ingelyn

Observó la enorme losa de piedra con respeto, viendo al monarca grabar su nombre en piedra con una maestría fruto de haber llevado a cabo aquello en varias ocasiones. La nueva Reina, por desgracia, sería la primera vez que lo haría y trató de disimular su nerviosismo al sostener el pesado martillo y el cincel con el que marcaría su nombre en la piedra.

Y así lo hizo, con una torpeza que se evidenció en sus movimientos y en su ceño fruncido, aunque no desistió hasta que "Reina Ingelyn" quedó marcado para siempre en aquella losa. Y ante la euforia que la recorrió por dentro cuando lo hubo conseguido esbozó una sonrisa y puso la punta del cincel en una de las esquinas de la losa... y alzó el martillo para descargarlo con fuerza sobre este.

Un trozo de piedra de la losa se rompió, separándose del resto y ante la posiblemente atónita mirada de los presentes la rubia dejó las herramientas para coger aquella piedra. Sus ojos buscaron directamente los del Rey Grummdar y por primera vez en aquella reunión sonrió directamente al que ahora era su igual.

—Esta prueba de nuestro trato permanecerá en la sala del trono, y me aseguraré de que sea evidente para todos que simboliza una pequeña parte del vínculo de unión que hermana a nuestras dos razas, rey Grummdar, y que ni siquiera aquellos que vengan detrás de mi puedan olvidar con facilidad lo que aquí se ha hablado en este día.

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10/05/2020, 00:49
Ylva

—Buen viaje, Ilwen. Y también a voso...

Antes de que pudiese darse cuenta de lo que pasaba, Ylva se vio arrastrada por Merial, que no tuvo que esforzarse demasiado para conseguir que la arquera la siguiese. Aunque le costase alguna mirada desaprobadora por parte de algunos de los skaldi, tenía que salir de la sala. Se lo debía a Merial y Mawi.

—También ha sido nuestro primer viaje y, espero que los siguientes se le parezcan, aunque sin las malas noticias, claro— y es que en el fondo, todo aquello había sido una gran aventura. Gracias a los viales que habían curado a Ilwen y a ella misma no había habido que lamentar nada demasiado grave. Y pensar que, por un momento, justo antes de desembarcar había pensado que era aburrido.— Nosotros también os debemos mucho. Hemos visto magia genial gracias a vosotros y sin ti Glyrhel habría tardado años en descubrir que podía hacerla. Y si Mawi no me hubiese dado de beber...

En lugar de estremecerse al decir aquello último, sus ojos brillaron. Y es que aunque había sido una experiencia aterradora, no podía negar que había tenido su lado... interesante. Pero sus ojos se iluminaron aún más cuando Merial hizo aquella invitación. ¡Eran bienvenidos en aquellos bosques tan maravillosos que había visto desde lo alto! ¡Al hogar de los elfos! Ylva se imaginó a sí misma corriendo por unos bosques interminables, saltando por encima de las rocas y trepando a los árboles.

—¡Claro que sí!— exclamó claramente encantada con aquella propuesta— ¡Pero tendrás que decirnos en que poblado vives para poder encontraros! Y en que zona está. Fyndol es enorme. Mawi, dijiste que tú no eras de Fyndol, ¿no? ¿De dónde eres entonces?

 

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10/05/2020, 16:55
Strumni

Escuchó con atención las palabras de Uwa que fueron la única distracción que se le presentó en tan agradable momento. En silencio, dejó hablar a la mujer enana hasta que ésta hubo acabado con sus palabras. Entonces en el mismo tono discreto que ella había hablado, él respondió.

—Buena idea, esta alianza no debe ser únicamente algo puntual y militar. Murgin es un problema para ambos pueblos y que siga vivo y en la sombra es un problema enorme. Cualquier pequeña pista puede ser útil, tras una vida de fechorías, no se va a detener ahora —musitó el enano, con una mezcla de rabia, odio y pena por el fracaso que teñían sus palabras.

—Por mi parte es una buena idea, habría que establecer algún método de comunicación. Quizás Runi que ha demostrado maña con las aves pueda enviar pájaros con mensajes en caso de que algo suceda y desde aquí se podría hacer lo mismo —dijo mientras pensaba sobre la marcha en posibles formas de agilizar la comunicación, pues en un caso como el que les ocupaba, la premura era fundamental.