Partida Rol por web

Bajas del autobús. El ambiente es muy caluroso, casi bochornoso, y la ropa se te pega al cuerpo, marcando tus formas. varias personas de baja estofa te silban y gritan cosas bastante subidas de tono.

Al fin en Los Ángeles....

Recogí mi pelo en una coleta e ignore todos los desagradables comentarios. Llevaba una maleta, una mochila en la espalda y la jaula de mi gato.

Con dificultad saqué de mi bolsillo un papel en donde llevaba anotada la dirección de mi nuevo piso, el problema iba a ser encontrarlo.

Miré el papel y no comprendía muy bien la letra de Lucas. Suspiré. Saqué mi móvil del bolsillo de mi vaquero, tal vez el recordaba la dirección o el numero telefónico del propietario del piso.

“Su cuenta ha sido cancelada” –mierda… son unos malditos- cerré el móvil, irritada y lo puse de nuevo en mi bolsillo.

-Un teléfono publico… ¿pero donde?- murmuraba mientras miraba a todos lados, confundida. Me estaba comenzando a preocupar y la ansiedad se estaba apoderando lentamente de mí.

-Tranquila…respira, todo ira bien- me repetía una y otra vez. Vi a un joven, apuesto, se veía simpático y decidí acercarme a el. Caminé con dificultad debido al peso de mi equipaje.

-Disculpe… ¿Qué tal? ¿Podría indicarme donde hay un teléfono publico?- esbocé una tímida sonrisa.

-¡Claro! ¿Ve aquel bar de allí? Hay un teléfono dentro. La ayudaré a llevar la maleta, iba hacia allí de todos modos.-

-Nueva en la ciudad por lo que parece ¿No?-

Coge tu maleta. Es simpático, y guapo. el sol parece aumentar su fuerza con el paso de los minutos, y no hay ni una leve brisa, el joven también suda.

-No se preocu…- demasiado tarde, ya tenia mi maleta en su mano.

Caminaba con la mirada dirigida al suelo, pero de vez en cuando miraba los alrededores, necesitaba recordar lo que mas pudiera.

-Esto…yo…- dudé en decirle si era nueva –si, lo soy- murmuré –gracias por ayudarme con la maleta, es difícil encontrar a una persona simpática- le sonreí y limpié el sudor de mi frente –hace muchísimo calor-  hice un mohín -¿falta mucho para llegar al bar?- miré preocupada la jaula de Max, había permanecido mucho tiempo encerrado y temía que el calor lo afectara.

-No, está a la vuelta de la esquina. No te dejarán llamar si no consumes...Pero por suerte para ti soy amigo del dueño.- te guiña -Así que no habrá problemas.-

Entráis y tiene unas palabras con el hombre de detrás de la barra el cual te indica el teléfono en una de las esquinas.

Les dediqué una tímida sonrisa, sonrojándome y aparté rápidamente la mirada de ambos.

Dejé la jaula de mi gato a un lado y marqué el número de casa de mi novio, esperaba que estuviera allí. Al tercer repique contestó, cerré los ojos y se formó un nudo en la garganta –no entiendo tu letra mi vida…-murmuré, evitando que la voz se quebrara –necesito el número del dueño del piso o si recuerdas la dirección, sería estupendo-esperé unos minutos y empuñé mi mano libre -¿entonces que se supone que voy a hacer, Lucas? Estoy en una ciudad desconocida, has apuntado la dirección de una forma que ni un especialista del FBI la descifraría- comenzaba a levantar la voz y esta sonaba con cierta histeria –no, no me tranquilizo. Busca el maldito número que en alguna parte debe estar, en 10 minutos te llamo- colgué y limpié mis ojos. Necesitaba tranquilizarme.

Cogí la jaula y arrastrando los pies, caminé hacia el -¿Podría hacer otra llamada en 10 minutos?- dije con vergüenza.

-Claro, sin problemas. No hemos podido evitar escucharte chica, ¿Qué es lo que estás buscando?-

Ambos te miran con curiosidad.

Saqué del bolsillo el pequeño trozo de papel, donde estaba garabateada la dirección del piso que habia alquilado; se la entregué –como puedes ver, no se entiende nada…llamé a mi novio haber si tal vez el la recordaba o si me podia dar el número del dueño del piso- suspiré frunciendo levemente el ceño –pero no tiene ninguna; lo buscara –crucé los dedos –espero los consiga-

-Esta letras se parece a la de mi hermana...¿Me dejas ver?-

Estudia el papel, le da la vuelta y lo mira por detrás. Tarda unos minutos pero finalmente te dice:

-Esto parece una "G"..y eso son claramente "a" ¿Guardián? y esto son "o"...¿oro?...mmm..¡Ya sé! Guardián de oro, ese antiguo edificio que casi se cae a pedazos....¿Será eso?-

-¿Casi se cae a pedazos?- dije con un hilo de voz y no pude estremecerme. No sabía porque me sorprendía, con lo que había  pagado era claro que no seria un piso de lujo. Suspiré.

Me acerqué a David y leí el papel. Lo que el decía tenía sentido - ¿Sabes donde queda? Si no te molesta, ¿podrías acompañarme? Puedo invitarte a cenar o beber algo, como pago a tu generosidad, ¿Qué dices?

Te mira algo sorprendido.

-Eh..bueno, claro. Si, por que no. tampoco tenía nada que hacer realmente. Va a ser un buen paseo...pero así conoces un poco la ciudad.-

Coge tu maleta y se dispone a acompañarte.

Asentí y le dediqué una amigable sonrisa. Cogí la jaula de mi gato y miré el teléfono, sentí una punzada en el estomago por haberme portado tan mal con Luke. Quería llamarlo, pero lo mejor era encontrar lo más rápido posible el dichoso piso.

-Bueno, en marcha. Espero no este muy lejos de aquí- dije esperanzada, pero estaba casi segura que estaba equivocada. Caminé hacia la salida del lugar y con un gesto de mano, me despedí del dueño.

Durante el trayecto, una media hora larga, mantenéis una conversación amena, pero sin más trascendencia que el presentaros.

Al llegar compruebas que el edificio, efectivamente, parece caerse a pedazos. Manchas de humedad en la fachada, la pintura está desconchada en muchas zonas y las ventanas de varios de los pisos están tapiadas con maderas.

Mientras subís por la escalera, no hay ascensor, hasta tu planta, la 12, ves que en las paredes hay muchas pintadas y huele a orín. también hay algo de basura.

Tu piso es algo mejor, al menos es habitable. Pero aún así es bastante desolador. el papel de las paredes se cae y está completamente descolorido, se escuchan los gritos de una pareja en el piso inferior y el ruido de varios niños en el superior. Al entrar a tu cuarto compruebas que es tan diminuto como el resto del piso, además huele a viejo, mucho. Todo está cubierto de polvo en la casa. Para colmo en el piso de al lado se comienza a escuchar los inconfundibles sonidos de una pareja manteniendo relaciones, se escucha casi como si estuvieran en tu habitación. Ni siquiera hay microondas o lavadora y la ducha no tiene cortinas.

David lo mira todo sin saber muy bien que decir.

-Nada mal…- dije con sarcasmo.Dejé la jaula del gato en el suelo, liberándolo; acto seguido deje la mochila en el suelo y masajeé mis hombros con las manos, reconfortando así el dolor que sentía.

-creo que es mejor estar en este lugar que en casa de mis padres, al menos aquí podré hacer lo que me gusta, además, será temporal- no tenía porque darle explicaciones a David, pero quise hacerlo y con ello también me animaba.

Suspiré y me eché a reír por los gemidos que se escuchaban –creo que dormiré poco- reí nuevamente y acaricié a Max, quien llamaba mi atención rozando mis piernas –te agradezco lo que haz hecho por mi; te estaré eternamente agradecida- le sonreí –bueno, ¿deseas salir a comer algo? – esperé su respuesta. Deseaba darme una ducha, pero primero tenia que desinfectar el lugar y estaba muriendo de hambre.

-Madre mía....Esto es un auténtico antro ¿Cómo se te ha ocurrido alquilarlo?¿Estás loca? Sabía que esta zona era mala pero tanto....Por esta zona hay bastantes..."bandas" como se enteren de que una preciosidad como tu vive aquí sola...ten cuidado.-

Parece hablar en serio.

-Si, vamos a comer. Te invito a algo.-

-No conozco la ciudad; no se que zonas son buenas o malas- me estremecí –buscaré otro lugar, este solo lo alquilé por una semana. No quiero que nada malo me suceda, en realidad, da muchísimo miedo- lo recorrí con la mirada. ¿Habría cometido un error? Ya lo creo y uno descomunal.

Negué varias veces con la cabeza –la invitación va por mi cuenta, recuerda que es el pago por tu amabilidad. Podemos comer y luego beber algo. Quiero celebrar mi llegada- sonreí – así que en marcha- le guiñé- siento dejarte en este lugar precioso- acaricié al gato- volveré pronto y te daré algo de comida- rasqué detrás de sus orejas y me incorporé; caminé hacia la puerta, la abrí y miré a David –a divertirnos-

-Para nada Brooke. Viendo este sitio te tienes que haber deprimido. Te invito yo. Y tal vez tenga solución para lo de buscarte otro piso...Ya te contaré.-

Bajáis y te guía hasta un Telepizza cercano.

-Bueno ¿Y por qué estás en la ciudad?-

-Para alcanzar mi sueño…quiero ser actriz, modelo o bailarina; las tres opciones me gustan muchísimo así que ya se vera en cual tengo éxito- sonreí y mis ojos brillaron, lo hacían cada vez que estaba entusiasmada.

-Me encanta esta ciudad- murmuré mientras miraba hacia todos los lados -¿Qué solución tienes a mi problema? Me gustaría solucionarlo cuanto antes, pero aún no tengo trabajo; mañana comenzaré a buscar…el dinero se agota

-Aún no es seguro...prefiero no decirte nada por si acaso no cuaja.-

-Así que actriz, modelo o bailarina...Yo estoy en el último año de La Academia de Estrellas. Menuda casualidad. Por cierto ¿Buscas curro como actriz? Pásate mañana por mi casa, quizá te interese una cosa.-

-¿Hablas en serio?- lo miré atónita –no lo puedo creer, eres increíble David- sentí un nudo en la garganta. Sentía como si un ángel se hubiera aparecido en mi vida; al fin estaba alcanzando lo que tanto había anhelado. –Perfecto, mañana me paso por tu casa. Tu dime la hora y la dirección y allí estaré, sin falta –dediqué una amplia sonrisa -¿Qué tal unas cervezas para acompañar la pizza? Van por mi cuenta – le guiñé.