Partida Rol por web

En el campamento, se os ordena proteger por el camino a un viejo mercader que porta una mercancía muy valiosa. Os liderará el capitán de la Legión Sagrada, un auténtico veterano y experto a la hora de luchar contra los enemigos. El terreno parece hostil, con un frío viento que no tiene piedad contra vuestros africanos cuerpos. El pobre mercader lleva todas sus mercancías en un carro tirado por bueyes (que se mueven con algo de dificultad y lentitud por la zona). Pero el mercader parece estar tranquilo, mientras vosotros seguís al carro con total tranquilidad, aunque sin dejar de estar atentos ante cualquier peligro.

El capitán de la Legión Sagrada avanza con orgullo, dando grandes pasos tras el carro del mercader, y os dice:
- Bien, será mejor que hagamos correctamente esta misión. Os he elejido a vosotros, y espero que no me defraudéis, soldados. Hay una fuerte recompensa si logramos que el mercader llegue vivo con su mercancía intacta a cierto lugar. Es probable que nos encontremos con algunos bandidos, así que estad atentos. Pero de todas formas, estáis con el Capitán de la Legión Sagrada, no tenéis nada que temer, ningún enemigo ha conseguido acabar conmigo, y no lo van a conseguir ahora ningún bandido de poca monta.

Me abrigo aun mas en mi capa de lana, aunque me apoyo en la lanza de roble suelo tropezar al andar por el maldito camino de nieve, odio el dia en que me uni a Anibal, aunque el Capitan Sagrado es una buena vista su armadura es mejor que la mia de cuero endurecido y sus espadas y lanzas son mas potentes que mi patetica lanza de roble, ando deprisa y suelo mirar el paisaje...

Bien señor...de igual manera estaremos aca para protegeros las espaldas..en el caso que eso suceda dice Asdrubal tratando de no sonar antipatico seria bueno saber Capitan si este mercader llevara alguien mas, fuera de su persona y el tipo de vehiculo que llevara, asi podriamos disponer de mejor manera como nos formaremos durante el viaje, aunque claro.. estamos seguros con usted

Todavia no me acostumbro a estos parajes frios y mis pies se congelan a cada paso que doy. Miro a mis dos compañeros, parecen dos soldados fuertes que pueden cubrirme perfectamente las espaldas. Todo parece tranquilo en los alrrededores asi que que me abrigo un poco mas sin dejar de estar atento en todo momento.

Como hecho de menos mi tierra, estos parajes no son nada parecido.

Justo cuando el Capitán de la Legión Sagrada parece que iba a decir algo, el mercader os habla en un tono que asombra por las palabras que dice:
- Señores, ¿veis esa pequeña aldea gala? Si seguimos en línea recta nos toparemos con ella.

Y efectivamente, al poneros delante del carro, veis lo que parece ser una pequeña aldea bárbara, con cinco o seis chozas, con su correspondiente huerto cada una. No parece estar muy habitada ni tampoco parece un peligro, pero aún está lejos, así que quizás sea cosa de la visión...

Asdrubal se detiene , busca algun lugar mas alto para observar que sucede en la aldea gala

Intento observar si hay movimiento enemigo galo...

adelante, es una aldea gala de unos 20 individuos, hay unos 3 guardias armados, pero marca la zona se ve un grupo de Cartagineses mirando... de unos 6 o 7 hombres...incluso hay una mujer... anuncia a su capitan esperando ordenes

El capitán de la legión sagrada permanece pensativo por unos momentos...
- Se me ha ocurrido una idea. Será mejor que nos ocultemos dentro del carro del mercader, y puesto que no hay ningún hombre más armado que esos tres, los campesinos en caso de que nos ataquen no será ningún problema. Además, seguramente los otros cartagineses que ves nos podrán ayudar y podemos contar con ellos si no huyen. Es arriesgado, pero así podemos saber las intenciones de los galos y demás. Terón, soldados, estad tranquilos, es arriesgado pero podrá funcionar, no tenemos nada que temer de esa escoria celta.
El plan será el siguiente entonces. Nos ocultaremos en el carro de Terón, entre sus mercancías. Cuando los tres galos pretendan atacarle, nosotros nos avanzaremos sobre ellos, en un ataque sorpresa con el que seguro que contaremos con la iniciativa y les sorprenderemos. Inevitablemente, si no hay más galos enemigos, los campesinos no serán un problema, y puede que huyan, temerosos... son gente de moral bastante débil... ¡venga, todos al carro del mercader!

Si señor dice Asdrubal mientras se sube al carro, confia plenamente que sera un excelente plan pues esta plenamente de acuerdo con el

Canan sin mediar palabra entra en el carro rapidamente, se aferra a su lanza concetrado en la batalla que les espera.

Os ocultáis en el carro de Terón (no hace falta tirar por esconder, entre las mercancías es imposible veros) que avanza hacia la aldea. Os habéis escondido en una especie de sacos por los que por unos agujeros podéis ver el exterior.

Al principio, nadie se da cuenta de vuestra llegada. En la aldea reina una extraña calma, y muchos miran con recelo al mercader, algunos incluso siguen al carro.
Pero para vuestro asombro, veis como del barranco, alguien cae por él y se estampa contra el suelo tras mucho rodar por este. Parece estar muerto, y desde vuestra posición no lográis verlo bien.
Justamente en ese momento la aldea parece estallar, rodeando varios campesinos al tipo que ha caído del barranco, y otros cuantos al carro de tal manera que hasta dificultan el paso. En ese momento, uno de los guardias armados, con la espada envainada se dirige hacia el mercader, con gesto enfadado y confuso:

- ¡Alto! ¡Soy Belenos el asesino, líder supremo de los bandidos del lugar, teme mi ira, mercader africano! ¿Quién eres, y qué demonios estás haciendo? ¡Debería de matarte ahora mismo si no me das todas tus mercancías o una explicación razonable!

Asdrubal se baja de la carreta clavandole su lanza al guerrero, para que este caiga herido mientras espera que sus compañeros actuen

Asdrubal, es menos que, así que el ataque ha tenido éxito. Tira por localización y por el daño.
Y los demás, realizad también vuestro ataque a no ser que decidáis otra cosa.