Partida Rol por web

El camino de la Sombra

4. Un momento de descanso

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20/11/2022, 19:52
Arnulf el Leófringa

     Al entrar entre las grandes puertas os invade una extraña sensación del paso del tiempo. Apenas en una semana en la que habéis caminado, luchado, corrido y abatido a vuestros enemigos el panorama de la ciudadela ha cambiado. Todavía es fácil apreciar que las casas están abandonadas, siguen los tejados derrumbados, muros caídos... pero las calles, al menos las principales están despejadas.  Los corrales de los caballos unidos en una gran plaza central, las tiendas de campaña que apenas eran unos palos cubiertos por pieles y telas han desaparecido al ocupar los hogares en mejor estado. Por los huecos de los techos se ven rastros del humo de las chimeneas que devuelven el calor a las paredes de piedras frías.

     Os cruzáis con grupos de Leófringas atareados moviendo pesadas cargas, apenas les conocéis pero ya podéis distinguir más de un clan reunido y ayudando por igual. Os saludan con respeto, parece que las hazañas realizadas en el interior de la montaña ya han sido contadas.

     Arnulf está en su casa, pero no está solo. Varios hombres y mujeres acuden a él hablando en su idioma tosco y duro, preguntan, asienten y se van. Otros ocupan su lugar. El vestuario de vuestro anfitrión poco tiene que ver con el que le conocisteis, su porte también ha cambiado. En una semana no solo la ciudad parece haber mejorado. 

     Pronto despide a la mayoría y tan solo quedan dos hombres y dos mujeres, poco más que adolescentes todos ellos, que parecen ser los encargados de ocuparse de sus necesidades. Arnulf, señor de la ciudadela, guardián y vigilante de las viejas puertas a vuestro servicio os sonríe mientras realiza una curiosa reverencia llevando su brazo derecho hacia su rodilla izquierda y adelantando la pierna izquierda sobre la derecha. Sería imposible decir si resulta cómico o elegante.

     No sé si volver a veros tan pronto es motivo de dicha o de tristeza. Os veo agotados pero no heridos. Sabéis que aquí tendréis siempre un hogar para vosotros... pero sé que no debéis permanecer mucho tiempo entre nosotros.

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21/11/2022, 11:17
Amaltea

Después de que el resto de los lobos huyera, avanzamos rápidamente hasta la ciudadela, donde vimos un gran cambio en ella. Hasta nuestro anfitrión parecía haber cambiado, dejando a un lado su locura. ¿No heridos? Yo estaba que no me tenía casi en pie, debido al cansancio y a las heridas sufridas. Me adelanté un par de pasos y le saludé.

-"Hola de nuevo maese Arnulf. Me temo que nuestro regreso no se debe a una visita de cortesía, si no obligada. Hemos sido perseguidos por un enemigo implacable estos últimos días y al final decidimos retroceder y volver aquí. Otra ruta deberemos de coger para poder dar esquinazo a nuestros adversarios. Mucho me temo que con nuestra vuelta también os ponemos en peligro a vosotros y no quisiéramos abusar de vuestra hospitalidad. Recomendaría doblar la vigilancia alrededor de la ciudadela y mandar mensajeros al vado para que tengan también cuidado." Dije apoyándome en una mesa. "Y si nos das cobijo unas horas, te lo agradeceríamos, necesitamos descansar." Dije en voz baja.

Miré a los demás, esperando a ver si añadían más detalles a lo expuesto por mi. No aguantaba más y necesitaba de una confortable cama para descansar. Asearme y dormir.

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22/11/2022, 17:53
Yedra de Muérdago

.

   Entro bostezando y estirándome los músculos y sonrío a Arnulf, al final, me he acostumbrado y me cae simpático.

   - De paso, Arnulf, alguien, - miro de soslayo, - se le olvido comentar todas sus inquietudes y tras someterlo a votación, nosotros, y los lobos que aparecieron, vamos a ir por la otra dirección. -

   Me siento y examino las hierbas y a Therusia.

   - No te preocupes por los lobos, los que no huyeron con el rabo entre las piernas, literalmente, deben estar eligiendo nuevo jefe de la manada y han cogido un sano temor a la raza enana.

   Hablando de enanos, ¿tienes un puchero de cobre? Tengo que hervir unas infusiones, además, he aprendido nuevas recetas de hierbas, de paso pudo hacer la cena. -

   Lo cual hasta ahora, todo era cierto.

   Y de paso hablaría y preguntaría del pedrusco-perla ese, para que era.

.

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22/11/2022, 19:37
Ithildir

Ithildir se alegró de observar las fulgurantes mejoras del lugar, que en poco tiempo ya iba tomando forma como renovado hogar para esa comunidad.

—Muchas gracias, Arnulf. Como bien dice la dama Amaltea, no pretendemos importunaros mas que unas horas para poder descansar. No nos gustaría poneros en peligro.

Impaciente tomó la misiva. Había pospuesto leer el mensaje por el mero hecho de llegar a lugar seguro. El galadhel pasó el dedo por el sello de la carta antes de romperlo con delicadeza y tomar el mensaje del interior. Esbozó una melancólica sonrisa al leer la primera parte, dejando entrever que se trataba de algo personal. Mas su gesto ensombreció al leer la otra parte. Tras dibujar en su rostro un mohín de insatisfacción, se dispuso a leer textualmente el mensaje.

—El mal persigue el mal. El este no es una opción. Hay aliados que os darán consejo. La edad no puede medirse con ojos de elfo —dijo en alto antes de guardar silencio y releer de nuevo para sí mismo esas frases.

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22/11/2022, 21:26
Therusia

—Me alegra volver a verte Arnulf, aunque esperaba que fuese en mejores circunstancias.

Aunque la enana había parecido incómoda con el intento del elfo de animarla, lo cierto es que el paso tras aquel momento había sido más ligero, y parecía algo menos turbada. Y es que, aunque no estaba dispuesta a compartir aquella carga, al menos literalmente, lo cierto era que el sentirse apoyada conseguía mantener a raya parte de la negatividad. Y lo cierto era que la morada de Arnulf también contribuía a sentirse mejor.

En aquel momento observó que Arnulf tenía su hacha cuidadosamente apoyada en la pared y no pudo evitar sentir una punzada de orgullo. Sabía que los leofringas no eran muy duchos en combatir con hachas y había esperado que la suya acabase como una simple herramienta, pero hete ahí que el loco Arnulf la había guardado como recuerdo.

—Resulta no solo que el lugar que teníamos que buscar estaba en el lugar opuesto a nuestra marcha, sino que nuestro primer destino nos estaba vedado—ante el comentario de Yedra sobre los lobos y el amor por los enanos, Therusia inclino la cabeza y le dio unas palmaditas en el hombro— Tampoco creo que guarden buen recuerdo de los elfos o los humanos. Por cierto, si vamos al norte, cuando termines de hacer la cena quizás necesite ese caldero también. Creo que es conveniente que impermeabilicemos nuestras ropas, o al menos nuestro calzado y si vamos a pasar una noche aquí, será un buen momento.

La última vez que Therusia había intentado realizar aquella labor, con ayuda del bloque de cera robusta, fue cuando se encontraron con el viejo ese que parecía ser Gandalf, y lo cierto es que a duras penas habían conseguido recoger sus empapadas ropas antes de salir huyendo. Cansada, la enana buscó un sitio donde sentarse o apoyarse y vio, satisfecha, la sonrisa de Ithildir al leer la carta. Al menos alguien parecía tener buenas noticias. Apenas retiró la mirada, oyó la voz del elfo, cargada de gravedad y, al mirarlo de nuevo vio su rostro descompuesto.

—Asumo que eso no es una fórmula élfica de cortesía ni una expresión de afecto entre familiares... y asumo que hay algo más en esas palabras que no entiendo— la enana frunció el ceño. Que el mal les seguía porque portaban el mal era algo que ya sabían, de modo que no podía ser lo que preocupaba al elfo. Y el este siempre había tenido mala fama. Bien lo sabía ella, que sus familiares habían tenido que repeler no pocos ataques de orcos cuando salían a comerciar— Supongo que con eso de la edad se refieran a humanos, pero ¿el resto?

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23/11/2022, 10:12
Arnulf el Leófringa

Creo que os convendría descansar algo más que unas pocas horas. Además, mirar a este pobre muchacho dice señalando a Dírhael no tiene más equipo que lo puesto para seguir el viaje y así no se puede ir a ningún lado.

Poneros cómodos en vuestra casa, allí donde estuvisteis antes ya ha pasado a ser de vuestra propiedad. Ninguno de los señores de los otros clanes la ha reclamado después de explicarles vuestro valor y cómo habéis liberado del mal los pasillos de los enanos.

Allá las puertas siguen cerradas y así seguirán hasta que vuelva el Rey de la Ciudadela y lo reclame, mientras seguiremos siendo los guardianes ahora que podemos volver a prosperar aquí. Y eso es gracias a vosotros. Los Leófringas no olvidan.

Notas de juego

Hacer todos tirada de Perspicacia NO14 (Ithildir y Therusia NO16)

Eso os dará los D6s extras para el tiempo que estéis entre ellos para conseguir cualquier tipo de información/ayuda a las tareas que hagáis.

Por ejemplo: Therusia Tirada de Oficio NO14 para añadir una protección extra a las ropas ante la lluvia

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23/11/2022, 14:04
Therusia

¿Cedida por respeto o porque piensan que la hemos maldecido?

—Ciertamente, no hubo tiempo de avisar a Balin y Gloin de lo ocurrido, más no sé si sería apropiado que reclamen ese lugar de momento. No hasta que no hayamos conseguido librarnos del mal que porto... ni del mal que aun queda allí dentro —Lo cierto era que, la presencia de aquella estatua, con el mal encerrado en su interior, preocupaba a la enana. No solo por lo que otros visitantes pudiesen encontrar, sino porque temía la interacción entre el anillo y los restos del espectro que Yedra había encerrado. Había algo que le decía que no era buena idea que estuviesen cerca. Lo sentía muy profundo, como una pequeña voz que le incitaba a que volviese dentro de aquella hermosa ciudadela enana. Algo le dijo que no iba a descansar mucho esa noche. Aquel pensamiento le hizo soltar un leve bufido— En todo caso, si pasan por aquí, cuento con que les aviséis. Si es Balin el que viene, puede que haya suerte y se muestre razonable.

De soslayo, la enana vio como uno de los muchachos que estaba con Arnulf salió a la puerta y, tras intercambiar unas palabras con otro leofringa. Momentos después, unos muchachos llevaron un par de calderos hasta la casa, para cumplir los deseos. 

- Tiradas (1)

Motivo: Perspicacia

Rangos de habilidad: 1

NO: 16

Tirada: 1 + (2)

Total: 1 + 2 = 3

Fracaso

Notas de juego

creo que mejor dejo la tirada de oficio para cuando estemos en la casa, que ahora queda raro a nivel roleo xDDD

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23/11/2022, 15:05
Dírhael

Otra vez donde empezamos, espero tomar el buen camino esta vez, pienso mientras nos conducen ante Arnulf. a la vez que camino observo el lugar, está algo cambiado sí, pero tampoco lo aprecio en demasía, apenas estuve un día entre esta gente, así que me limito a seguir al grupo hasta la casa del líder y escuchar el intercambio de palabras que este tiene con mis compañeros hasta que me nombra.

-Es cierto mi señor, perdí el resto de mi equipaje tras la tormenta, quedó inservible. Sería de agradecer poder conseguir lo mínimo para poder continuar hacia Bree. – me inclino levemente en señal de respeto – Gracias de nuevo por su hospitalidad.

Me sumo de nuevo en silencio, pues el cansancio esta haciendo mella en mí, y espero a dirigirnos hacia la casa para poder estirarme en un catre.

- Tiradas (1)

Motivo: Perspicacia

Rangos de habilidad: 1

NO: 14

Tirada: 5 + (6)

Total: 5 + 6 = 11

Fracaso

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23/11/2022, 17:17
Yedra de Muérdago

.

   Una vez acomodada, la verdad, aguanté algo así como dos horas exactas antes de ponerme en pie de un salto y empezar a caminar arriba y abajo, hasta que al fín, me eché el zurrón de hierbas a un  hombro, el arco al otro, hacha a la cintura, bastón de caminar y sacudir ostias a los bichejos en mano y salgo.

   - Voy a recoger algunas hierbas curativas en la zona de aquí, si veo algo, os aviso. -

.

- Tiradas (3)

Motivo: Perspicacia, si soy una buena persona.

Rangos de habilidad: 1

NO: 14

Tirada: 6 + (4)

Total: 6 + 4 = 10

Fracaso

Motivo: Recolectar yerbajos para emplastes,

Rangos de habilidad: 1

NO: 14

Tirada: 7 + (1)

Total: 7 + 1 = 8

Fracaso

Motivo: Recolectar yerbajos para emplastes, tirada de curar.

Rangos de habilidad: 3

NO: 14

Tirada: 4 + (4, 4, 2)

Total: 4 + 10 = 14

Éxito

Notas de juego

   Invoco herboristería, y junto a tirada de curación cojo la cesta, una capa roja, y me voy al bosque a ver a la abuelit... esto a buscar yerbas que pueda usar más adelante. Y con las flechas untadas en ajo y pimientos del padrón, por si viene algún lobo a ponerse tonto.

   Y si hay tiempo para hacer lo que no me dio tiempo la otra vez, gastar el puntito de experiencia para pasar a la fase dos de Remedios vegetales adelante. Si no, sigue en el cajón de asuntos pendientes.

   La tirada de emplastes de curar es la de 3 dados, que me dio un tic al enter a medio escribir.

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23/11/2022, 19:46
Director

Notas de juego

Para gastar la experiencia debes encontrar a alguien que te ayude con conocimientos y para eso te toca convencer a alguien.

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23/11/2022, 23:03
Therusia

Suponiendo que el elfo respondería cuando estuviesen lejos de oídos indiscretos, o que estaría siguiendo la frustrante costumbre de su raza de desenmarañar acertijos y pensar otros más complejos, la enana siguió a sus compañeros a la casa, después de despedirse de Arnulf.

Una vez allí comenzó a preparar un extraño mejunje con el trozo de cera en el caldero, agua y un líquido que parecía aceite y que había pedido a los leofringas. No hacía falta mucha cantidad de aquel producto para poner a punto la ropa de todos los aventureros, y además, el extraño olor que desprendía, similar al de los panales salvajes, podía ayudar a ocultar su rastro los primeros días. Con cuidado, Therusia extendió una fina capa sobre la capa, extendida sobre la mesa. Prefería experimentar en primer lugar con su ropa, y por supuesto, no comenzar con las botas, pues cambiar de calzado a mitad de camino si este se rompía, era absurdamente incómodo. El experimento pareció salir bien y la capa parecía gran parte de las gotas de agua que lanzaba la enana. No serviría para nadar, pero podría aguantar otro aguacero. Satisfecha, se sentó en la mesa y, tras descalzarse, comenzó el proceso con las botas. La expresión de la enana mientras trabajaba cambió por completo. Parecía concentrada, relajada, con una leve sonrisa, como si el trabajo manual le conectase con las raíces de su raza y su hogar. Tan solo levantó brevemente la cabeza para despedirse de Amaltea.

—Cuando vuelvas, comenzaré con tu equipo. Dirhael, si consigues algo de equipo de nuestros anfitriones me pondré con ello también. Mientras tanto, me encargaré de la de Amaltea e Ithildir... y claro, de las mantas— la enana miró al perro que había lanzado un gañido, al verla trastear con la olorosa cera, casi como si se preguntase si se comía. Levantando las pobladas cejas, le señaló con la cuchara de madera con la que de cuando en cuando removía aquella fórmula— Tu pelo ya es suficiente protección, creo yo, pero podemos apañar una vieja manta.

- Tiradas (1)

Motivo: Oficio

Rangos de habilidad: 3

NO: 14

Tirada: 7 + (4, 4, 4)

Total: 7 + 12 = 19

Éxito

Notas de juego

si mal no recuerdo conseguí arregar el arco de Dirhael

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26/11/2022, 12:54
Ithildir

Viendo que unas y otros se desperdigaban para aprovechar a su manera la estancia en el refugio leófringa, Ithildir dio un paseo por las calles mientras meditaba sobre el mensaje recibido antes de sentarse en algún rincón de la plaza central. Pronto se vio contagiado por la alegría y el tesón con que los lugareños trabajaban en sus quehaceres, e intentó ayudar en lo que buenamente pudiera. Sin embargo, no tardó en acusar el cansancio en sus piernas y espalda debido al poco descanso que habían tenido en las últimas jornadas. Así que, por muy buena fe que tuviera al tratar de ayudar, poco después de comenzar la faena se vio forzado a retirarse. Buscó algún camastro cómodo y oscuro, y allí se sumió en una plácida siesta.

- Tiradas (2)

Motivo: Perspicacia

Rangos de habilidad: 2

NO: 16

Tirada: 2 + (3, 4)

Total: 2 + 7 = 9

Fracaso

Motivo: Oficio

Rangos de habilidad: 2

NO: 14

Tirada: 7 + (4, 2)

Total: 7 + 6 = 13

Fracaso

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26/11/2022, 13:13
Amaltea

Disfrutaríamos de un merecido descanso Caín y yo en una mullida cama después de varios días a la intemperie. Cedernos una casa para nosotras era algo de agradecer y parecía que estas gentes en el fondo nos veneraban como a héroes. Si no eran unas horas, podríamos estar un par de días para recuperarnos y prepararnos para el duro viaje al noroeste, hacia las montañas, que parecía era la ruta elegida por las demás.

-"Gracias Therusia por tu ofrecimiento." Le dije cuando comentó de impermeabilizar las capas.

Lo único que quería en ese momento era asearme un poco y acostarme para dormir un largo tiempo.

- Tiradas (1)

Motivo: Perspicacia

Rangos de habilidad: 0

NO: 14

Tirada: 6 + ()

Total: 6 + 0 = 6

Fracaso

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28/11/2022, 09:57
Director

     Al día siguiente os preparaís para salir a pesar del dolor de pies pero la mirada ceñuda de Arnulf que después de disipa en una limpia carcajada os hace ver que esa intención es imposible. Al menos hoy no podréis partir.

     Muchos han solicitado audiencia con vosotros pero todos han sido rechazados con cordialidad y cortesía. Tiempo habrá para las historias y confidencias pero por ahora debéis relajaros y coger fuerzas para vuestro viaje.

     Era sorprendente que la misma figura alocada que encontrastéis hace unos meses sea la misma que ahora organiza toda una ciudadela con diferentes clanes tribales. Se mueve con seguridad y aplomo como si este fuera realmente su verdadero ser.

     Dírhael, puedes ir a hablar con Theolf de los Crines Doradas, ya le conociste. Él te proveerá de lo que necesites gustosamente, tan solo ten cuidado de que no se te cuele su hijo en el zurrón porque no ha dejado de hablar de ti.


 

     Yedra se toma en serio su labor curativa y pronto la casa huele a fragancias frescas y todos recibís un par de cuencos, uno para beber y otro para restregar en las piernas. Y todos disfrutáis de la agradable sensación de descanso tras las friegas. Por mucho que la mujer del bosque se queje porque las plantas aquí no tienen la calidad de las que se encuentran en el Bosque su trabajo es más que aceptable y os permite, junto a las dos noches de sueño tranquilo, recuperar completamente el cansancio acumulado.

     Therusia consigue impermeabilizar casi todo el equipo, su labor callada y constante solo es rota cuando Yedra, por tercera vez, le insiste en que se tome el brebaje que le ha preparado. Os va entregando vuestro equipo que tiene un... olor peculiar y es ligeramente más pesado pero a cambio os asegura que os protegerá de la lluvia.

Notas de juego

Dejo abierta la escena por si queréis añadir algo más.

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29/11/2022, 23:41
Therusia

Therusia suspiró cansada, aquel había sido un trabajo agotador, de toda una noche, pero satisfactorio. Al fin y al cabo, era una forma excelente de no pensar demasiado. Además, para colaborar en aquello de no tener tiempo para pensar, Yncriff parecía querer recuperar el tiempo perdido con su amiga enana y había aprovechado para molestarla mientras trabajaba. EL ave se pasó el día interrumpiendo tanto como Yedra, solo que en vez de insistir en que bebiese extrañas infusiones, insistía en contarle multitud de "secretos de cuervo" que no eran tan secretos, al parecer, pues la mayor parte eran cotilleos sin importancia de animales y personas que despertaban la curiosidad del animal. Además, parecía haberse obsesionado con algo para comer que le habían dado los elfos, pero que no comprendía a que se refería. Quizás debería preguntar a Ithildir de que demonios hablaba Yncriff y donde podía conseguirle algo.

A la mañana siguiente el cansancio parecía haberse disipado del todo. Había sido un sueño reparador y tranquilo y además, parecía que Yedra había echado algo distinto a las hierbas, pues esa noche no había tenido ninguna pesadilla. Aunque quizás  fuese simplemente el cansancio acumulado. 

—Ayer dijiste algo —dijo a Ihitldir en un momento de tranquilidad previo a los preparativos—Algo de aliados. ¿Se te ha ocurrido a quien se podía referir?

Notas de juego

¿No puedo impermeabilizar también el equipo de Dirhael?

Editado Director: eso ya es cuestión de Therusia ¿quiere ayudar al dúnadan? :D, por tiempo y material no hay problema. Lo más seguro es que consiga equipo preparado para largos viajes (los leófringas son seminómadas).

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30/11/2022, 07:09
Ithildir

El galadhel observó divertido, a ratos, el ir y venir de la curandera. Se dejó hacer en todo momento, pues confiaba en las habilidades de la muchacha. Cada vez parecía interesarse mas por el para él desconocido mundo de las hierbas, emplastos, infusiones y demás potingues, pues veía que las posibilidades eran infinitas.

—No sé cómo agradeceros toda vuestra ayuda, estimado Arnulf —respondió el elfo, notablemente recuperado, a aquella afirmación suya sobre el descanso de la compañía—. Agradezco también vuestro ánimo de querer protegernos y permitirnos descansar. Sin embargo, me avergüenza no poder ayudaros con algo. Tal vez podría ayudaros a cuidar vuestras armas y demás herramientas de trabajo. Sí, eso haré.

Tras pedir el uso de la forja, de haberla, o de herramientas básicas para el despliegue de su arte —martillo, pinzas, y demás—, un animado Ithildir decidió ponerse en marcha y trabajar en afilar herramientas, o incluso recuperar piezas de metal que hubieran quedado inservibles por accidente o mal uso. Pidió también las armas de sus compañeras y compañero para ponerlas a punto antes de partir. Ya se encontraba metido en faena cuando la enana se acercó a hablar con él.

—Veamos. El mal persigue el mal. Quiero pensar que se refiere al hecho de que nuestros enemigos nos persiguen para recuperar, o conseguir, ese anillo maldito que portamos. No sé cómo han descubierto nuestro hallazgo, si pueden oler la presencia desatada y nuevamente encarcelada en el objeto, o si es obra de esa parte del condenado espíritu enjaulado en aquella estatua, pero supongo que la cacería que hemos sufrido estos días anteriores no fue casual —comenzó respondiendo a Therri, antes de pararse a pensar—. Debemos estar preparados, pues posiblemente tengamos complicaciones adicionales en el viaje a través de las montañas Nubladas.

El este no es una opción. Ya nos lo había dicho Gandalf. Fue una temeridad el tratar de llegar hasta el vado. ¿Quién podría saberlo? Hay aliados que os darán consejo. ¿Gandalf? ¿O esa otra persona que Gandalf nos pidió encontrar? Gracias, familia —respondió con un tono burlón, pero también áspero—. Obviamente este mensaje llegó tarde. O nosotros nos excedimos al querer actuar demasiado pronto. No lo sé. Pero ciertamente nos habría ayudado. Antes. Ahora hay partes que no encuentro de utilidad, porque ya hemos sufrido las consecuencias de hacer lo que nos aconsejan de no hacer. Además, comprendo que mi pueblo, y el de nuestros primos, estén ocupados e incluso maniatados por las mismas circunstancias que cargan sobre sus hombros. Mas eso de que no sean una opción de ayuda me escama...

Ithildir hizo una pausa, mientras daba algún que otro martillazo, pensativo.

La edad no puede medirse con ojos de elfo. No lo entiendo, y debo decir que es la frase a la que mas vueltas le he dado. A ver si tú me ayudas a comprenderlo. ¿La edad de qué? ¿La edad de una persona? ¿La de un objeto? ¿La edad del mundo?

Notas de juego

Tiro de especialidad para evitar tiradas, que visto lo visto...

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30/11/2022, 18:53
Director

La ciudadela mantiene, apagadas, múltiples forjas hechas por los enanos. Muchas se han echado a perder pero algunas han sobrevivido a los asaltos de los trasgos y el paso del tiempo.

Ahí se enfrasca Ithildir durante varias horas haciendo las delicias de muchos hombre y mujeres que observan la delicada forma de trabajar del elfo, nada que ver son sus pobres técnicas de forjado o con lo que cuentan los más mayores que eran las grandes forjas enanas donde la piedra y el metal eran domados por la fuerza de los brazos, las herramientas y los conocimientos de los enanos. Recupera primero varias herramientas y después se ocupa de las armas de Arnulf y algunos de los jefes devolviendo el lustre y arreglando algunos adornos perdidos.

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30/11/2022, 20:48
Therusia

—Tienes buena mano con la forja. Mejor que la que tenías con las armas a empezar el viaje— observó la enana, recordando que cuando se conocieron era mucha gracia  con la espada y poco golpe. Afortunadamente para todos, eso había ido cambiando. A pesar de que hubiese ido acompañado de aquel comentario, lo cierto es que el que un enano alabase la forja de otros era un gran cumplido. La enana dio un repaso visual a la ciudad. Necesitaba muchas reparaciones, más de las que podían hacerse en un día ni en dos. Un largo invierno había tardado en mejorar ligeramente las casas del Salón del Bosque y no estaban ni la mitad de mal. Sin añadir nada, se puso a ayudar al elfo, procurando mantener el fuego correctamente mientras el elfo daba martillazos. Al oír que el elfo le pedía ayuda para descifrar el enigma, la enana levanto una ceja extrañada, pues no creía poder descifrar algo de ese calibre— No debes pensar que nos equivocamos al actuar antes del mensaje, al fin y al cabo, Yncriff partió después de que decidiésemos donde ir, y además, no esperábamos consejos en su respuesta. 

La enana se atusó la barba, pensativa, era cierto que no esperaban ninguna ayuda, ya que el mensaje había sido, o eso pensaba ella, estrictamente personal, pero esta había llegado en forma de problema. Después y de acercar un pesado cubo de agua junto a la forja, ya que el otro empezaba a humear, continuó.

—Ayer dije que quizás se refiriesen a los humanos. El don del que gozáis hace que no entendáis bien a los humanos... Pero lo estuve pensando mejor, ¿y si habla de algo aún más longevo que vosotros? No el espectro que encerramos, claro, pero si lo que corrompió al hombre que fue... Por otra parte... Lo de que buscar ayuda en vuestros reinos no sea una opción no me sorprende, la verdad. Se sincero. Sabes lo que nos persigue, sabes lo que porto, independientemente de mi raza. ¿De verdad querrías que entrase en vuestro hogar más sagrado? —cierto que la enana había maldecido varias veces aquella decisión, pero no dejaba de ser sensata y, por mucho que por costumbre maldijese en general y a los elfos en particular, no dejaba de ver la razón— Y si quieres saber como el enemigo ha descubierto la presencia de ese abyecto ser, te lo diré. Les llama. Les llama a cada momento. Puedo oírlo, aunque no entenderlo, pues no conozco su lengua, pero está claro que los llama. Alguna vez se ha dirigido a mí. Entonces si le entiendo.

La enana guardó silencio unos segundos y luego gruñó quitando importancia

—No dice nada reseñable, la verdad. Tampoco bonito. 

- Tiradas (1)

Motivo: Acertijos (a lo loco)

Rangos de habilidad: 1

NO: 14

Tirada: 5 + (3)

Total: 5 + 3 = 8

Fracaso

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30/11/2022, 22:44
Yedra de Muérdago

.

   Tras agotar todas mis posibilidades, voy a las cocinas a por un nuevo tipo de mejunje.

   Hidromiel, o cerveza especiada, aunque algo de vino sureño también me servirá.

   Y eso, una vez "servida" con una generosa jarra de bebida y unos tubérculos asados a la brasa, vengo bandeja en mano donde nos hemos juntado todos, por el camino indico al nuevo.

   - Dírhael, vamos a tomar algunas jarras y comer algo donde están esos dos, que no salen de la forja. Así, se les pasa el resquemor. - Y sin esperar respuesta me dirijo hacia donde los demás.

   - Bueno, hasta aquí he llegado, estoy casi a punto de mejorar unas recetas para curar el envenenamiento, pero necesitará más saber, sea en forma de maestros, sabios o manuscritos mohosos. Y cómo ya no hay más que pueda rascar, creo que es un buen momento para tomar unas buenas jarras de bebida. -

   Dicho y hecho, pongo la bandeja en la superficie plana más cercana.

   - ¿Que habláis? Me apunto. -

   Y así, todos juntos (si no está Amaltea salgo un rato para traerla tirando de la oreja si hace falta) decidimos el siguiente paso. Therusia empezó a hablar medio en acertijo, medio en pensamientos y me uní a su peculiar charla.

.

- Tiradas (1)

Motivo: Acertijos, acertijos en la oscuridad XD.

Rangos de habilidad: 1

NO: 14

Tirada: + (4)

Éxito

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30/11/2022, 23:12
Therusia

—Bueno es eso, lo único que nos falta a estas alturas es envenenarnos, y no creo que tarde en pasar, dada la suerte que tenemos— respondió antes de añadir— Estamos debatiendo el extraño consejo que recibimos ayer. ¿Alguna idea?

Si bien la enana no confiaba demasiado en el arco de su amiga, si que lo hacía en sus brebajes, en su amistad y en su cerebro. Astuta como un grajo, seguro que la curandera tenía alguna idea.