Partida Rol por web

El camino de las agujas

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26/08/2012, 01:10
Lily

-¡NO! -rugí mientras escapaba entre sus manos. Me quedé a un lado de la cocina, jadeando. Los niños me miraban afligidos sin saber que hacer.
-¡Vamos, Lily! -protestó padre tratando de alcanzarme.- Debes hacer todo lo que hacía tu madre.-Lo haría, como cada noche. Pero había venido al anochecer. Y los niños seguían despiertos.
-¡No delante de ellos!-le supliqué cuando me agarró. La ebriedad le hizo perder el equilibrio y caímos al suelo, todo su cuerpo cayó sobre mí. Después de varios empujones, logré ponerme en pie. Con el único objetivo de alejarlo de ellos.

La noche había caído y cuando llegué a los límites de la aldea, no me percaté de que corría por el bosque hasta que su voz me llamó gritando enfurecido.
-¡¡LILIANA!!
Corrí hasta que me alcanzó. Me agarró de la ropa, la desgarró y caíamos al suelo mientras sus manos arañaban mis muslos. Pataleé, le pegué, era inútil.
-No...-rugía entre lágrimas impotente.-¡No!-repetí sin fuerzas.

Mis manos buscaban algo para defenderme hasta que cogí una piedra con ambas manos y le golpeé en la cara. Eso lo enfureció aún más.
-¡ZORRA! -me abofeteó.

La boca me sabía a sangre. Esta descendía de mi labio escurriéndose por mi mentón. La cabeza me daba vueltas. El estómago se me revolvía. Y cuando noté como dejaba caer su cinturón a un lado espabilé. Había conseguido abrirme de piernas, y con su mano sujetaba su verga, tratando de penetrarme como un idiota borracho.

-¡NO! -grité. Tomé de nuevo la piedra tan pesada que debía sujetarla con ambas manos y le golpeé una y otra vez en la cara. Enloqueció aún más. Trató de sujetarme pero conseguí volver a golpearle, y le golpeé y golpeé. Escuché como el cráneo se rompía, sentía la sangre y los sesos manchándome pero no paré. Estaba tan aterrorizada y a la vez tan furiosa que no paré hasta que las fuerzas me fallaron y la piedra cayó a un lado rodando pesadamente.

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26/08/2012, 02:53
Aldous

A Aldous y a Frieda les gustaba espiar por las noches cómo su papá jugaba al caballito con su hermana mayor Lily. Ellos se pensaban no los veían, pero los dos hermanos bajaban a hurtadillas y miraban por la rendija de la puerta. Aquel juego parecía muy divertido.

Pero aquella noche Lily no quería jugar. Ella se escapó y papá la persiguió por el bosque. Por su tono de voz parecía muy enfadado.

- Vamos a seguirlos, Frieda - le dijo Aldous a su hermana.

Frieda asintió con la cabeza. Ella siempre hacía lo que dijera su hermano.

Lily y Papá no se adentraron mucho en el bosque. Detrás de aquellos arbustos podían ver perfectamente cómo forcejeaban hasta que Lily hizo algo horrible. Con una gran piedra empezó a golpear como una posesa la cabeza de papá hasta que de su cabeza salió un reguero de sangre. Frieda no pudo contenerse y rompió a llorar, pero Aldous reunió el valor suficiente para salir de su escondite y enfrentarse con su hermana.

¡HAS MATADO A PAPÁ! TE HEMOS VISTO. ¿POR QUÉ LO HAS HECHO? ERES UNA ASESINA Y TE ODIO. NO QUIERO VOLVER A VERTE NUNCA MÁS.

Entonces el pequeño Aldous se escapó corriendo con lágrimas en los ojos para adentrarse en lo más profundo de la espesura.

 

 

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26/08/2012, 15:41
Lily

Estaba jadeando bajo el cadáver de mi padre. Me limpié la cara de lágrimas con la manga del vestido. Y creí que jamás pero que jamás me arrempetiría de esto. Iría hasta el acantilado para tirarlo, diré que estaba borracho y cayó de cabeza en las afiladas piedras. Estaríamos mejor sin él, sobre todo yo. Pero justo cuando creía que todos mis planes iban a funcionar, el pequeño Aldous salió de algún sitio gritando y corriendo. Acusándome del asesinato que acababa de cometer.

Me saqué el cuerpo de encima y eché a correr pesadamente detrás de él.
-¡Espera! -le supliqué mientras corría.-¡Por favor! -gemí.- No es lo que piensas.... padre quería hacerme daño.-le expliqué cuando llegué lo suficientemente cerca para hablarle sin gritar.

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26/08/2012, 20:19
Frieda

Aldous no atendía a las razones de su hermana mayor. Lo que había visto lo había asustado tanto que ahora solo pensaba en correr y huir lejos de la malvada de Lily que había matado a su papá de una forma tan violenta. No muy lejos del claro donde yacía el cuerpo sin vida del padre de los tres muchachos, Lily consiguió alcanzar al pequeño Aldous y lo agarró para que se detuviera su carrera.

Justo en ese momento, Lily sintó un fuerte golpe en la nuca. El dolor era tan grande que tuvo que soltar a Aldous y echar las manos a la cabeza, donde palpó la sangre que le había hecho aquella fuerte pedrada. Lily se dio la vuelta y pudo ver, con la vista nublada por el golpe, a su hermana Frieda que la había seguido y que con su carita encendida de odio le gritaba:

¡Suelta a Aldous!  Déjalo en paz. Él no te ha hecho nada.

Y antes de que la pobre Lily pudiera darles ninguna explicación, los dos hermanos empezaron a correr en direcciones opuestas: Aldous hacia lo más profundo del bosque y Frieda en dirección a la cabaña donde vivían.

 

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26/08/2012, 20:55
Lily

Me quedé mirando a ambos lados tan rápido que me dolió la cabeza. Frieda iría a donde alguien pudiera ocuparse de ella, pero mi hermano no. Podria perderse. Así que le seguí todo lo rápido que pude pero era inútil durante mi dilema me había sacado mucha ventaja y ya no sabía donde se encontraba.
-ALDOUS-llamaba a gritos.-Por favor, ¡vuelve!

Me apoye en el tronco de un árbol me sentía mareada e inútil. Las lágrimas descendían por mi cara. Impotente y furiosa grité mientras golpeaba el árbol, haciéndome más daño de lo que esperaba.

Notas de juego

Si vas alguna palabreja extraña, estoy desde el movil. He tratado de poner todos las tildes.

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27/08/2012, 00:07
El amuleto mágico

Huérfana, violada y odiada por sus hermanos, la pobre Lily solo deseaba morir. Sentada junto a un viejo roble lloró y lloró maldiciendo su suerte hasta que no le que quedaron más lágrimas. El sol se había acabado de poner y entonces, al mismo tiempo en que la oscuridad corría su velo sobre el bosque, Lily notó cómo el collar de ámbar que llevaba empezaba a emitir una tenue luz verdosa.

Llevaba aquel collar desde que era una niña. Aunque conservaba pocos recuerdos de su más tierna infancia, sí que recordaba que aquel colgante había sido el regalo de un misterioso hombre enmascarado que le dijo que si en algún momento se encontraba desesperada, podía llamarlo usando aquel amuleto mágico hecho con polvos de hada.

Lo cierto es que hacía tiempo que Lily había dejado de creer en la magia. La vida solo le había mostrado hasta entonces la crueldad, así que seguramente aquel vago recuerdo de haberse perdido en el bosque y encontrado all hombre enmascarado no fuese más que un sueño infantil que con el tiempo acabó creyendo real.

Lily se arrancó con violencia el collar dispuesta a arrojarlo a un enorme hueco que había en el árbol en el que se había sentado a llorar, pero entonces volvió a ver cómo aquel amuleto refulgía con una luz antinatural que ahora era más intensa.

Entonces le vino a la mente con claridad la imagen de un hombre con una capa negra y una máscara dorada que la tenía sentada en su regazo y que le colgaba el amuleto de ámbar al cuello diciéndole con una voz muy dulce:

Pequeña Lily, ahora volverás a tu casa. Pero si alguna vez me vuelves a necesitar, podrás llamarme siempre que lleves puesto este collar y repitas tres veces el siguiente conjuro:

Señor de los fábulas, socórreme

Príncipe de los cuentos, acude a mí

Ven, Giacomo, te necesito

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27/08/2012, 00:46
Lily

Con manos trémulas sujetaba el colgante entre mis dos manos. Las lágrimas caían sobre el colgante mientras gemía por un dolor más profundo que la muerte de mi propia madre.
-¿Por que?-grité- ¿POR QUE?

La luz volvio a brillar con mas intensidad.
-Giacomo -susurre.- Quiero volver al pasado. Quiero cambiar mi destino. Te necesito, principe de los cuentos. -Y por primera vez en mucho tiempo volvi a creer en la magia, en aquel vago recuerdo que solo parecia un mal sueño.-Giacomo -suspire- ven a por mi. Llevame a tu mundo.

-Señor de las fabulas, socorrome.-respire
-Principe de los cuentos, acude a mi-cerre los ojos y apoye el amuleto contra mi pecho
-Ven, Giacono, ayudame.-Y repeti tres veces los versos para invocarlo.

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27/08/2012, 22:51
Giacomo

Lily había pronunciado el conjuro poniendo en ello toda su fe, pero el tiempo pasaba y no veía que ocurriera nada salvo que un viento glaciar que por entonces azotaba el bosque con violencia empezaba a congelar su nariz moqueante y sus frágiles dedecillos.

Cuando ya había perdido toda esperanza y acabado de culparse a sí misma por creer en cuentos de niños, escuchó el aleteo de un ave que sobrevolaba el lugar. Alzando la vista pudo ver como una vieja lechuza, a la cual juraría haber visto mucho antes, descendía en círculos hacia ella. El ave se fue a posar en el agujero del roble moribundo, pero en el mismo momento en que tocaba tierra se transformó en la figura de un hombre muy alto que vestía una capa negra y que ocultaba su cara tras una intrigante máscara dorada. Después de examinarla un buen rato, aquel hombre misterioso comenzó a hablar:

Hola, Lily. ¿Me recuerdas? Ha pasado tanto tiempo desde la última vez... Veo que has crecido mucho desde entonces y que ya eres toda una hermosa mujercita. He venido tan rápido como he podido cuando escuché tu llamada, pero... ¡cielos! Estás llorando y temblando de frío. ¿Qué ocurre? Ven, acércate.

La desvalida Lily dio un par de pasos para llegar junto a Giacomo y este recogió sus manos congeladas entre las suyas transmitiéndole en un instante todo su calor. Luego frotó sus mejillas y le echó su aliento para secar las lágrimas heladas que bañaban su rostro, y finalmente, ambos se fundieron en un largo y cálido abrazo.

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27/08/2012, 23:20
Lily

Aquel abrazo simulaba al de un viejo amante, un viejo amigo, a un viejo héroe. Pero la que había envejecido era yo, me había hecho mayor. Me sentía tan inútil y estúpida.
-¡Oh!-me sorprendí al posar mis manos a ambos lados de su cara.- De verdad ¿eres tú? ¿esto no es un sueño? Mi mente me está jugando una mala pasada...-las lágrimas descendían silenciosas por mis mejillas. Mi cuerpo y mente eran de un adulto, de un adulto que había dejado de creer en cuentos de hadas hace mucho tiempo.

No podía dejar de llorar contra su pecho amargadamente.
-¡Ayúdame! -le supliqué cuando logré dejar de llorar.- Necesito volver al pasado. -Le miré a los ojos intensamente.- A cuando tenía 12 años.-Empecé a decir.- Madre estaba a punto a dar a luz a Frieda y padre tuvo un severo accidente en la cantera que le obligó a estar postrado en cama durante seis meses. -Secé las lágrimas de mi cara y dije con total convicción.- No habrá heridos, padre morirá en ese accidente. Madre, Aldous, Frieda y yo viviremos en paz sin sus vejaciones. -Tomé sus manos entre las mías.- ¿Lo harás? ¿Lo harás por mí, príncipe de los cuentos?-le supliqué, era mi última esperanza. Aunque esto no dejase de ser un sueño. Necesitaba creer. Quería creer en él.

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28/08/2012, 23:47
Giacomo

Giacomo deslizó sus dedos entre el cabello revuelto de Lily para apartárselo de la frente y le pasó suavemente su brazo por el hombro apartándola unos centímetros para hablarle a la cara.

- Querida Lily, la magia es un asunto muy peligroso. Aunque con ella es posible  cambiar el curso de la naturaleza, el precio a pagar suele ser muy elevado. Porque, recuérdalo siempre: nada se consigue sin sacrificio. Esa es la moraleja de los cuentos.

Y aunque pienses que tu vida hubiera sido mejor sin tu padre, es posible que te equivoques. Él traía dinero a tu familia y gracias a ello a tus hermanos y a ti nunca os faltó nada que comer. ¿Quién sabe qué sería de vosotros hoy si él os faltase?

Pero a pesar de todo comprendo tu dolor, vieja amiga, y veo que tu voluntad es firme. Pero te lo advierto: el camino que te llevará a la felicidad será doloroso, será... un camino de agujas.

Giacomo suspiró y buscó una roca donde sentarse.

- Yo no tengo esa clase de poder, pero puedo ponerte en contacto con alguien que sí que lo tiene. Dime, Lily, ¿estás dispuesta a soñar?

- Sí, lo estoy -contestó ella.

- Pues entonces ven junto a mí y sueña.

Lily se acercó a Giacomo y apoyó la cabeza sobre su regazo igual que había hecho tiempo atrás. Entonces el príncipe de las fábulas le cerró los párpados y empezó a contarle un cuento:

- Érase una vez una huérfana muy, muy hermosa que vivía con su madrastra y sus dos hijas...

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29/08/2012, 00:26
Lily

Sentí su mano entre mis cabellos y me estremecí con esa caricia tan íntima entre ambos. Y en mi mente sólo podía recordar que esto era un sueño, no era real. Aldous estaba perdido en el bosque, padre muerto y yo desesperada, pero ¿qué tenía que perder? Ya lo había perdido todo. Así que avancé hasta él. Me arrodillé, cerré los ojos y posé mi cabeza sobre su regazo.

Su voz me envolvió, sus palabras acariciaban me acariciaban,... y cuando abrí los ojos me encontraba en la total y absoluta oscuridad mientras oí el caminar de los ratones a mi alrededor y el tintineo de una gota cayendo en un cazo a medio llenar. Busqué en la oscuridad alguna vela que pronto encontré junto con las cerillas a su lado y la encendí.

Estaba en mi cama, en el sótano. Durmiendo entre los utensilios de limpieza, la mugre, cucarachas y ratones.

Descendí de la cama suavemente esperando no pisar a ninguno de mis compañeros de habitación y me vestí con la ropa que debía ponerme para fregar los suelos cuando oí mi nombre.
-¡¡¡¡¡¡CENICIENTA!!!!!!

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29/08/2012, 14:18
Drizella

¡Cenicientaaaaaa! Volvió a bramar aquella voz dominante y chillona.

Nada más salir Cenicienta del trastero mugriento donde dormía se encontró cara a cara con su horrible hermanastra Drizzela que traía esa mañana, como de costumbre, cara de enfadada.

- ¡Que sea la última vez que te tengo que volver a llamar! Y levantando su enorme manaza le encajó una sonora bofetada a Cenicienta.

- ¡Puaj! Hueles que das asco. A ver si te limpias de vez en cuando en vez de dormir todo el día esperando a que te demos de comer. ¿Sabes qué hora es, puerca? Mumú ha hecho caca – dijo Drizzela señalando con el dedo el montón de excrementos que había dejado su odiosa perrita.- Límpiala inmediatamente o te la hago comer. Y cuando acabes ve a la cocina. Te voy a enseñar cómo se friegan los platos. Vamos, ¿qué haces ahí parada?

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30/08/2012, 22:40
Lily

La miré.
-Si, Drizella -le contestaba.- Si, Drizella. -Volvía a repetir.
Me acerqué a las heces y las recogí con la mano, pues no me permitían recogerla con escoba y recogedor. Y cuando llegué a la cocina, empecé a hacerles el desayuno. Fregué los platos. Y me dirigí a cada habitación a dejar las bandejas de desayuno en las habitaciones de mis hermanastras, y por último, la de la madrastra.
-¿Mamá? Puedo pasar.- Llamé incómoda con el mandil que llevaba puesto. Que no sólo estaba sucio, sino que me quedaba pequeño por todos los lados. Se veían las nalgas por detrás por completo, pues sólo tapaba la parte baja de mis pequeños pechos y parte del vello púbico.- ¿Mamá?

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02/09/2012, 16:18
Lily

¿Giacomo?Ese nombre explosionó en mi cabeza como si de una bomba de relojería se tratara. Aunque no lograba recordar porqué. Me hubiese gustado darme de golpes en la cabeza contra la pared hasta que me sangrara la nariz y me saliera un precioso hematoma en la frente por si así, lograba recordar algo. Pero seguía sin recordar por mucho que me esforzara.

Seguí a Anastasia hasta su habitación y obediente, hice todo lo que me mandó sin rechistar aunque mi cuerpo reaccionaba a olores y demás.

Drizella apareció en el momento oportuno pues había comenzado a hacer algo tan asqueroso que no evitara acabar vomitando. Me levanté del suelo con los ojos húmedos y la boca asquerosa.
-Voy a preparar el té -dije con repugnancia. Salí de la habitación, crucé la esquina y me puse a vomitar todo lo que llevaba en el estómago, hasta la bilis.

Bajé a la cocina dando tumbos, agarrada al pasamanos para no desmayarme y llegué a la cocina. Me enjuagué la boca y miré por la ventana soñolienta. ¿Por qué me pasaban todas estas cosas a mí? ¡Yo también quería ir al baile! ¡Quería ser una princesa! ¡Quería tener una vida que cambiase, aunque fuera un mínimo a esta! No podría más. No resistiría más. Pero lucharía por mis sueños.

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03/09/2012, 16:44
La Madrastra

Cenicienta había perdido la noción del tiempo mirando, desde la ventana, los torreones del palacio del príncipe Giacomo. De repente, el sonido de unos pasos que bajaban la escaleras la devolvieron a la realidad. Allí estaban su madrastra y sus hermanastras ya preparadas para el baile. Drizella se había quedado con su disfraz de súcubo, mientras que Anastasia lucía un bonito vestido verde con un antifaz de murciélago, y la madrastra, un vestido de cortesana gris con un elegante tocado de plumas. ¡A su lado Cenicienta se sentía tan fea con aquel horrible delantal!

- ¿Qué haces ahí parada, pasmosa? - Le dijo su madrastra nada más verla- Te recuerdo que aún tienes una pila de ropa que lavar y los suelos que fregar. Espabila de una vez.

Cenicienta se fue al pilón del patio con una cesta de ropa y al poco tiempo vio venir un carruaje decorado con el escudo real tirado por cuatro hermosos caballos blancos. De él salio un paje de palacio, que con un gesto algo amanerado ayudo a montar a sus hermanastras y que preguntó después a su madrastra por ella.

- ¿Cómo es que no viene también Cenicienta, señora?
- ¿Cenicienta? Ja. Esa chiquilla tonta se ha empeñado en quedarse en casa. Ella se lo pierde.

El carruaje partió y con él se esfumaron los sueños de Cenicienta. La joven suspiró, alzó la vista al cielo y se quedó extrañada al ver una estrella que refulgía a la luz de la tarde con mucho más brillo que las demás.

Parece como si se estuviera acercando hasta aquí – pensó-.

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03/09/2012, 17:10
Lily

Me encontraba en el patio, con las manos en agua. Sobre tabla de frotar, con las manos depellejadas, cuando una estrella fugaz pasó. Me incorpioré levemente. Sequé con el dorso de la mano el sudor de mi frente y comencé a decir:
-Deseo, deseo...- cerré los ojos "Ser feliz" pensé. Pues los deseos no se cumplían si se decían en alto.

Sonreí tontamente. Mamá hubiése dicho si me escuchase "Ilusiones estúpidas de una huérfana idiota". La sonrisa se borró de mi cara. Y seguí frotando la ropa contra la tabla mientras tarareaba una cancioncilla.

Notas de juego

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04/09/2012, 19:55
Aurora

Aquello que a Cenicienta le había parecido una estrella fugaz se acercaba más y más iluminando el patio de su casa con una luz blanquecina. Cuando lo tuvo suficientemente cerca, Cenicienta pudo ver a dos diminutos seres alados del tamaño de una mano que se posaban delicadamente en sus hombros.

Una de ellas vestía de blanco y sus alas parecían las de un ángel. La otra llevaba un vestido negro y sus alas recordaban las de un murciélago. Cenicienta no sabría decir cuál de las dos era la más hermosa, cada una lo era a su manera.

El hada de blanco comenzó entonces a hablarle con una voz amorosa:

- Aquí nos tienes, dulce niña. Hemos escuchado tu llamada y acudido para que no llores ni sufras más. Yo me llamo Aurora y esa de ahí es mi hermana Crepúsculo. Hace un momento estuvimos discutiendo cuál de las dos debería venir, pero como no nos pusimos de acuerdo, hemos venido las dos.

Verás, yo le decía a mi hermana que lo que tú querías para ser feliz era un vestido muy bonito para ir esta noche al baile del príncipe Giacomo, bailar con él toda la noche y luego casaros, ser felices y comer perdices. ¿A que sí, encanto? Pero bueno, mi hermana tiene otra proposición...

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04/09/2012, 20:15
Crepúsculo

A continuación, el hada negra tomó la palabra y se dirigió a Cenicicienta con una voz seductora:

- ¡Bah, pamplinas! Lo que de verdad quiere Cenicienta es humillar a su madrastra y a sus hermanastras ¿A que sí, cachorrito?  Imagínate chafarle el baile a esas tres brujas, que les ocurra algo embarazoso delante del príncipe y que mañana todo el reino empiece a murmurar de ellas. ¿No te seduce el dulce sabor de la venganza, cariño?

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05/09/2012, 09:09
Lily

Pegué un grito mientras me sobresaltaba angustiada por el susto.
-¿Venganza?-repetí tontamente a aquella extrña mujer que acababa de pos arse ante mí. ¿De donde había salido? Pero la palabra venganza me sonaba deliciosa. Y si, quería vengarme pero no de ellas tres sino de otra persona, aunque no lograba recordar contra quien. Y por segunda vez en el día me hubiese gustado darme de cabezazos contra la pared sólo para recordarlo.

Miré a la mujer seria. Esto no tenía gracia.
-Lo que quiero es salir de aquí, de este infierno.-Y bueno, ¿por qué voy a mentirme-Pero también quiero verlas sufrir-Me levanté del suelo. Mis manos, codos y rodillas estaban despellejados. La mgre y la ceniza ocultaban mi blanca piel. Mis cabellos rubios estaban apelmazados y parecían haber cambiado de color. Apenas se podía. Ver lo hermosa que era.-Sea lo que sea, necesitaré un baño-musité convencida.

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05/09/2012, 22:15
Crepúsculo

- Estoy totalmente de acuerdo, cariño -respondió Crepúsculo-. Parece que hace siglos que no te lavas y no sé si sabes que las hadas tenemos un olfato muy delicado. ¡DESEO CONCEDIDO!

Crepúsculo sopló entonces unos polvos brillantes sobre Cenicienta y en un instante se vio limpia, peinada y perfumada. Es verdad que seguía con aquel horrible mandil, pero ahora estaba limpio como los chorros del oro, planchado y almidonado. Crepúsculo le trajo entonces un espejo a Cenicienta y pudo ver su linda cara fresca y reluciente y su pelo, recogido en un elegante tocado.

- Hala, ya estás limpia. Si todos los deseos fueran tan fáciles de cumplir como el tuyo, este trabajo sería mucho más grato. Y ahora, vámonos, hermana.