Partida Rol por web

El Camino del Héroe

5. Sangre bajo la Lluvia.

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10/10/2011, 19:36
Ossian

Porque estoy en mi dejemma ritual y...

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10/10/2011, 19:37
Aidé

Era una pregunta retórica, Ossian —le cortó Aidé con un gesto cansino.

La genasí parecía haber llegado a la misma conclusión que Galatea, así que se acercó a Drizzt y se acuclilló para colocarse a su altura. El niño se abrazó a Áscalon y la miró con desconfianza.

Oye, bravo guerrero. ¿No me podrían ofrecer tus amigos de la taberna un caldito y baño caliente verdad?

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10/10/2011, 19:39
"Drizzt"

Drizzt se abrazó aún más a Áscalon.

Si tratas de convertirme en rana le diré a Guenhwyvar que te ataque.

Aidé bajó la cabeza con desmayo.

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10/10/2011, 22:36
Rengar

Rengar observó el empeoramiento de la salud de Aidé con cierto disgusto. No es que le cayera especialmente bien, pero no le deseaba nada malo. Antes de decirle nada esperaría. Con la genasí era difícil acertar.

Cuando le dijo aquello al niño, el paladín frunció el ceño.

-No es muy adecuado que vayas a la ciudad -murmuró-. Te hemos sacado de milagro. No tientes a la suerte. Pero te traeré un remedio... y una bufanda.

Se volvió hacia Galatea y pensó por un momento en si debía encargarle que cuidase de Aidé o que lo acompañara. Estando Ossian y Khaila, quizá lo más adecuado es que ella terciara entre Aidé y el que se quedara a su vez, pero deseaba poder hablar a solas con ella. Sin llevar a un plano consciente su deseo de apartarla de Ossian, claro.

-Galatea, ¿quieres venir conmigo? Vosotros tres podéis quedaros aquí.

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10/10/2011, 22:56
Galatea

Galatea giró la cabeza en redondo con una ceja levantada y la misma expresión desconcertada que se le habría quedado si el niño se hubiera puesto a hablar en trasgoide. Áscalon a su vez la miró a ella emitiendo un gañido interrogante mientras movía suavemente la cola, como si le estuviese preguntando con la mirada qué demonios era lo que acababan de decirle. La escena quedó de lo más cómica.

"Seldarine... me descuido y un poco más y se apropian de mi compañero animal".

No es que le molestase, es más, le hacía cierta gracia. Pero desde luego no se esperaba que un niño cogiera tanta confianza tan rápido con algo que no era precisamente un perro doméstico. La gente siempre solía tenerle miedo a los lobos, los veían como criaturas salvajes y depredadoras.

La elfa sonrió con la idea de la bufanda del paladín y luego miró a Aidé.

¿Quieres que compre una tienda por ti?—preguntó sin borrar del todo la sonrisa y sin tono de burla—. Yo me encuentro la mar de bien en el bosque llueva o truene pero entiendo que no todo el mundo pueda decir lo mismo.

Entonces Rengar dijo justo lo que estaba deseando oír y los ojos azules de la elfa se iluminaron aunque se guardó de que las ganas imperiosas que tenía de acompañarlo al pueblo en lugar de quedarse allí con el ambiente cortante cual cuchillo no se notaran en el tono de su voz.

Claro—respondió. Luego se agazapó para acariciarle la cabeza a Áscalon—. Si alguien empieza a gruñir, te pones a darle lametazos hasta que lo aplaques.

Luego miró a los tres que se quedaban y levantó un dedo en señal de advertencia a todo aquél que no le gustase terminar bañado en babas.

No es broma.

Por supuesto se notaba que era una broma pero lo que estaba intentando era relajar un poco los ánimos. Aunque no es que tuviese muchas esperanzas de que al volver no fueran a encontrarse el ambiente enrarecido. Se levantó y esperó a que Aidé aceptase su ofrecimiento y a que Rengar comenzase a andar.

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10/10/2011, 23:23
Aidé

Aidé pareció consternada ante la idea de pasar una noche al raso, pero miró al paladín muy sorprendida cuando le ofreció traerle medicinas y ropa de abrigo. La hechicera se arrebujó en la capa empapada, y antes de que pudiera reponerse de la sorpresa Galatea le ofreció una solución para no mojarse. Hacía mucho tiempo que nadie se preocupaba por ella lo más mínimo. Su naturaleza semielemental solía provocar odio o miedo. A veces incluso deseo sexual o como mucho una curiosidad por sus orígenes. Sabía cómo manejarse ante ellas, pero ignoraba como responder ante aquellos pequeños detalles que personas más humildes tenían en sus vidas cotidianas.

Así que bajó la cabeza, no dijo nada y sacó un puñado de monedas de oro.

Sí... como mi voz empeore no os voy a servir de nada ante el dragón —dijo, llevándolo a un terreno práctico en el que ella se movía mejor—. Compradme también una capa nueva y abrigada. Así por lo menos podré poner esta a secar.

Salma: una respuesta amable puede cambiar tu relación con Aidé de Rivalidad (4) a Amistad (2) si así lo quieres tú.

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11/10/2011, 12:50
Khaila

Durante el camino de vuelta, la guerrera fue en el más absoluto silencio. Tan sólo se sabía de su presencia por las fuertes pisadas, y de tanto en tanto cuando metía su pie dentro de algún agujero lleno de agua y un gruñido salía de sus labios. Continuó caminando, apartando las ramas a su paso y ayudando a quién fuera detrás suyo para que aquellas ramas no le golpearan.

Finalmente llegaron cerca del pueblo. Khaila hubiera deseado poder entrar y dormir aquella noche en una cama cálida. Pero cuando Rengar y Galatea decidieron ser ellos los que fueran, ella no puso ninguna objeción. Sin hacer comentario alguno, buscó un rincón bajo uno de los árboles, donde parecía que las ramas cubrían algo y el agua caía con menos potencia, y se sentó apoyando su espalda en el tronco. 

Le hizo un gesto a Aidé para que se acercara y se cubriera lo mejor que pudiera bajo aquellas mismas ramas. Y cuando los otros dos se empezaron a alejar junto al prisionero, Khaila rebuscó entre sus cosas y sacó una manta. Estaba algo húmeda, pero esperaba que le hiciera algún servicio a la hechicera.

- Toma, cúbrete con ésto... - Le dijo mientras se la extendía.

Notas de juego

Sé que todavía no os habéis ido, pero lo escribo para cuando os vayáis ^^

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11/10/2011, 13:20
Rengar

-No me preocupaba por tu voz... -contestó Rengar, que ni siquiera había pensado en los componentes verbales de los conjuros. Rechazó el dinero que le ofrecía-. Ya haremos cuentas luego. Volveremos en cuanto podamos.

El paladín era sensible a los cambios de actitud de las personas y no le costaba reconocerse en Aidé. Al sentirse aceptado y ser objetivo de la amabilidad de los demás cuando conoció a Galatea y Khaila, él también se había sorprendido y hasta le había costado acostumbrarse. Quizá, si le demostraba que la actitud defensiva (y ofensiva) no servían de nada entre buenas personas, Aidé dejaría de ser tan hiriente y se convertiría en una compañera más... después del juicio.

-Vamos -dijo a Galatea mientras echaba a andar junto al proscrito.

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11/10/2011, 14:51
Ossian

Ossian también parecía desolado. Pero más bien por la perspectiva de quedarse a solas con Aidé y con Khaila que por otra cosa. La primera le parecía una arpía sin corazón que sometía a la gente sólo porque podía hacerlo. Y en cuanto a Khaila... parecía que nada la preocupara aparte de la próxima comida que iba a comer o esa gorda espada que blandía con demasiada rapidez. A veces parecía que no era todo en su cabeza más que ansia por monedas, cerveza, mejores armaduras y un buen petate en el que dormir.

Pero volved pronto, por todos los dioses —les rogó Ossian—. ¡Eh! ¿Qué hacemos con el niño? ¿No deberíamos llevarlo a la posada?

Vio su oportunidad de librarse de la compañía de las dos mujeres.

Puedo llevarlo yo —apuntó solícito.

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11/10/2011, 14:59
"Drizzt"

¡No quiero volver allí! ¡Me tratan mal!

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12/10/2011, 16:07
Galatea

No había que ser un lince para darse cuenta que a Ossian no le hacía ninguna gracia quedarse allí pero Galatea se esforzó por encontrarle alguna razón para que lo hiciese de mejor grado.

Prometimos que si este hombre se entregaba voluntariamente no llevaríamos al chico al juicio—dijo acercándose un momento. Luego le susurró algo al oído, rió un poco entre dientes y se volvió a separar añadiendo: —. Créeme que haces mucha falta aquí.

Como reacción a lo que fuera que acababa de decirle, miró de soslayo a la zona arbórea bajo la que Khaila y Aidé se guarecían y acentuó la sonrisa de medio lado. Le era imposible imaginarse a la guerrera con toda su hombruna y su seriedad tratando con un chiquillo, o a la fogosa hechicera que no tenía un solo gramo de paciencia. Sin embargo, un bardo tenía don de gentes.

Volveremos pronto.

Se despidió con una mano, giró sobre sus talones y se apresuró a alcanzar a Rengar.

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12/10/2011, 16:28
Galatea
Sólo para el director

Susurro:

Pero tal vez podrías hablar con Drizzt y enterarte de qué ha ocurrido, tiene pinta de que a alguien capaz de ensimismar a las masas con sus relatos se le dan mucho mejor los niños que al resto de los presentes.

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14/10/2011, 09:12
Director

Ossian gruñó poco convencido de lo que le había bisbiseado Galatea. El bardo parecía tener pocas ganas de hacer compañía a las dos hoscas mujeres así que hizo un apartadillo con el niño y se puso a hablar con él entre susurros.

Elfa y semiorco se marcharon con el proscrito, y Aidé aceptó de buena gana la capa que le ofrecían. La genasí de fuego le dio las gracias en un murmullo y se arrebujó en la capa, castañeando los dientes de tanto en cuanto.


+375 px cada una.
Esti y Salma cambian de escena. Ish, puedes cambiar tu relación con Aidé de Rivalidad a Amistosa si lo prefieres. Mientras ellas rolean el juicio tú puedes iniciar conversación con cualquiera de los pnjs presentes para mejorar tu relación con ellos si quieres.

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14/10/2011, 11:48
Khaila

Khaila observó como Galatea y Rengar se alejaban dirigiéndose hacia el pueblo. No le había gustado como la elfa, olvidando la amistad que las había unido, se juntaba al bardo para decirle no sabía qué. Pero le bastó con ver la risa que se escapaba entre sus dientes mientras la miraba de soslayo. Para saber que se trataba de alguna especie de broma. 

Así que en eso nos hemos convertido... Se preguntó la guerrera. Su rostro se mostraba sombrío y preocupado. Cogió un par de guijarros y empezó a lanzarlos. Intentando no pensar en aquello que le hacía daño. 

Durante un rato se encontró pensando en los últimos acontecimientos. No entendía qué es lo que podía haberles sentado tan mal hasta el punto de haber creado una barrera entre ellos y la guerrera. Khaila nunca había sido muy sutil, pero la frialdad y la distancia la sentía en lo más profundo de su corazón. 

Pensó en el día anterior. ¿Podía ser su actitud por haberse negado a hacer un juramento? ¿Hasta tal punto no respetaban la libertad de las personas? Empezó a darle vueltas a la cabeza. Pero por más que pensara no hallaba el motivo de ese cambio de actitud con ella.

De repente se encontró mirando al niño fijamente. Se encontraba apartado junto a Ossian, hablaban en susurros, intentando mantenerse alejados de ella. 

¿Qué es lo que habrá visto? Tendríamos que investigarlo, y no creer tanto en la palabra de ese rufián... Se dijo algo desanimada. 

Tras meditarlo se levantó del suelo y se acercó donde se encontraban ambos. Acuclillándose miró fijamente al pequeño... - Drizzt, creo que deberíamos hablar... - Le dijo intentando dibujar una sonrisa en su acostumbrado rudo semblante.

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15/10/2011, 11:58
Ossian

El niño titubeó. La idea de "hablar" con una guerrera tan musculosa como Khaila, acorazada y que blandía un enorme acero no era muy halagüeña.

Khaila, es un crío. No puedes ponerle bocabajo, zarandearlo y golpearle con un palo hasta que te de las respuestas que necesitas —comentó Ossian con acritud—. ¿Qué tal si me lo dejas a mi?

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15/10/2011, 12:45
Khaila

Khaila se quedó estupefacta mirando al bardo. Sus ojos parecían despedir chispas. Había sido amable con el niño. Sabía que podía imponer debido a su aspecto, pero ella le había salvado de aquel hombre... Es más, a ambos había salvado en su momento y así se lo pagaban, tratándola como a una vulgar matona. 

Apretó con fuerza los dientes, estaba cansada de que la trataran así, no creía que se lo mereciera y sin embargo era un continuo últimamente. Se incorporó en toda su altura... - Está bien... - Dijo dándose la vuelta y alejándose unos metros. Se detuvo un momento y volviéndose a girar miró nuevamente a Ossian. - Intenta averiguar qué es lo que vio exactamente - . Le dijo y  tras esas palabras se alejó de ellos. 

Empezó a caminar, alejándose, necesitaba estar sola en aquel momento. Las lágrimas empezaron a correr por su rostro, mezclándose con el agua de la lluvia. Odiándose por su debilidad. Hasta hacía poco había deseado estar sola, siempre había estado bien. Pero desde que había conocido a Galatea, y descubierto lo que podía ser la amistad, esa sensación de soledad hacía que su corazón se contrajera con dolorosos espasmos. Y se odiaba por ello...

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15/10/2011, 13:12
Ossian

Eso haré —replicó con brusquedad.

El bardo siguió la trayectoria de la Khaila hasta que se perdió de vista. Después suspiró profundamente. El rashemí no iba a ir detrás de ella. Sabía que no iba a servir de nada: ya había visto cómo se las gastaba la guerrera de ojos oscuros cuando alguien intentaba saber qué demonios le pasaba por la cabeza. No le extrañaba tanto que no quisiera contarle nada a él, pues al fin y al cabo era una mujer reservada y ellos acababan de conocerle. Lo que le exasperaba al bardo es que sus exabruptos se extendieran también a sus amigos. Galatea y Rengar eran buenas personas, odiaba que se les hiciera eso a las buenas personas. Y llegó a la conclusión de que precisamente porque eran buenas personas cargaban con alguien como Khaila.

El rashemí negó con la cabeza, sonrió al niño y siguió hablando con él.

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15/10/2011, 13:19
Aidé

Aidé fingía que no veía ni oía nada. Se concentró en preparar una hoguera para calentarse, con poco éxito. Aunque la tratara de encender al abrigo de la lluvia, no había madera seca para que prendiera. Sintiéndose un poco más miserable, se arrebujó en su capa mientras Hijwyz, su familiar, asomaba la cabecita.

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17/10/2011, 14:33
Director

Áscalon había visto como la mujer grande se había acercado al cachorro humano y al hombre que producía sonidos fuertes. Habían intercambiado algunas palabras y la mujer se había marchado.

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17/10/2011, 14:39
Áscalon

Áscalon ladeó la cabeza inocentemente y emitió un gañido interrogante cuando terminó el intercambio de palabras. No entendía pero los sonidos secos nunca significaban nada bueno, además, la humana grande se iba después de que el humano con pelo en la cara hubiese soltado algunos.

El lobo ni corto ni perezoso, se levantó y siguió a Khaila al trote como un perro pastoreando una oveja que se le fuera a escapar. Cuando la alcanzó, empezó a hociquearle una mano tratando de meter la cabeza debajo mientras movía la suave cola.