Partida Rol por web

Detendremos a ese ejercito, aunque para ello deba reclutar a cada hombre, mujer o ser libre que quiera luchar por su vida, desde aqui hasta Ginea.-Masculló entre dientes kla joven Ryo

Dominic no decia nada, simplemente caminaba sumido en sus pensamientos.

Locos, todos ellos. A un ejercito como ese no se le derrota sólo con palabras. Van a tener que hacerse muchos sacrificios.

Y el mayor loco de todos soy yo. Me pregunto por qué sigo con ellos. La persona a la que quería matar ya está muerta. Yo no lo hice pero ya acurrió.

Debería marcharme y hablar con los mios. Puede que sepan algo sobre la joya, y a lo mejor tienen incluso planes para esta guerra.

Marchan... El ejército elfo marchó guiado por los héroes hacia Ginea, allí tendrían la esperanza de frenar al ejército orco.
Pasaron varios días ya que el moverse con tanta gente no era tan fácil como cuando lo hacían solos. Sin embargo aún tenían tiempo, confiaban que Ciria y los pocos que habían quedado en Qualinost pudieran detener al ejército el tiempo suficiente para garantizarles un viaje tranquilo.
Los elfos son organizados y saben como enviar espías más adelante que puedan avisarles a sus generales de una posible emboscada. Estas no existen, en realidad si, pero gracias a los exploradores y a ustedes acaban con una tras otra patrulla orca que se había adelantado del grueso de su ejército.
De esa manera avanzan con tranquilidad y por lo que creen todos los orcos no han tenido manera de comprobar las fuerzas que van con ustedes más allá de que luego puedan examinar sus huellas para tener alguna noción de la cantidad de tropas que llevan.
La visión de Ginea no es la que recuerdan, casi no hay gente en las calles, se han formado trincheras con picas en las cercanías de la ciudad y se formó una muralla que se eleva más adelante de donde empieza el pueblo, humanos trabajan sin cesar reforzando las improvisadas defensas de la ciudad. Lo hacen bien.

Shaguerrack los recibe prácticamente con lágrimas en los ojos, contento de verlos, ver nuevos aliados y sobre todo al ver a los elfos con ustedes.

Bienvenidos sean hermanos, este día es glorioso para las fuerzas del bien.
Hoy han llegado ustedes y del norte las fuerzas del Rey Parmenión.
Los ejércitos más grandes del continente están aquí ahora que los orcos vengan!
Siganme por aquí.

El capitán los guía hasta su recinto.

Aquí nos reuniremos en unas horas con el resto de los que comandaremos el ejército.
No puedo dejar de expresar lo feliz que estoy.
Hoy celebraremos, ya que en pocos días la batalla golpeará a nuestras puertas.

Los días pasan y con ellos las preparaciones para el gran combate.
Ustedes son ahora parte de los capitanes que liderarán al ejército contra los orcos y su Gran General.
Turion no es de gran ayuda cuando se le pregunta sobre como saldrá la guerra argumenta que "ve un futuro provechoso pero también lleno de oscuridad", nunca se le logra entender nada de lo que dice y al fin de cuentas su fama como adivino parece ser no tan real.
Shaguerrack por su parte parece no dormir, o al menos siempre que ustedes están dspiertos él ya lo estaba hace tiempo.
Parmenion el rey del norte parece no ser un noble pomposo, sino un hombre de armas, averiguando sobre él descubren que llegó a la corona no por sangre real sino por ganarse un reino a fuerza de su espada.
Por otra parte Anomen, el clérigo principal del rey Parmenion, se lo ve muy feliz, digamos por así decirlo demasiado feliz, se la pasa bebiendo vino y diciendo que esta es una batalla chiquita que él ya ha ganado batallas anteriores mucho más grandes que esta. Ah! Para notar más sobre este clérigo ya ha veces cansa con su frase "no ha probado uno de mis maravillosos masajes" cuando pasa alguna joven agraciada.

Una vez más han llegado a las puertas de la guerra. Una vez más está en un lugar al que le han llevado sin darle ninguna explicacion salvo que el futuro del mundo se decidirá en esta batalla.
Una vez más está harto.
Dominic no es un guerrero, y mucho menos un comandante. Cuando le ofrecen ser uno de los dirigentes de las tropas se niega en rotundo.
No obstante se ofrece para cualquier batida, exploración o incursión que se necesite, ya que en esas tareas desaca.
Apenas duerme una hora al día, y se le puede encontrar paseando por la ciudad. Conociendo sus recovecos, y buscando puntos de acceso (y de salida), los puntos vulnerables y los fuertes.
Aun así cuando le preguntan ofrece sus consejos, y procura llevarse bien con todo el mundo.

Akin no es un militar. Se le nota, se siente incómodo cuando se le piden órdenes o estrategias. Sigue creyendo que él no debe mandar en nada, su trabajo es otro, él es un infiltrador, un aventurero. Como consecuencia de verse metido en tantos planes de guerra, parece haber caído en un extraño mutismo, respondiendo sólo cuando le hablan.

Caballeros, hemos de planear una estrategia. Si queremos salir airosos en este combate, echemos un vistazo al terreno donde tendrá lugar el combate, y veamos cual será el papel de cada uno. Yo si quereis puedo o bien invocar el poder de mi señora para provocar la destrucción de nuestros enemigos o llamar los poderes que esta tiene sobre la vida y tanto devolver la vida a los muertos, como curar las heridas que se vayan produciendo.

 SI tan solo hemos de combatir contra orcos,por mi no hay problemas,pues caeran como moscas.

Digo al compañer@ que tengo a mi lado.

EL caso ,es que esos orcos están capitaneados por algún brujo,que además es jinete de un dragón negro,es a ese al que temo,y es a ese al que deberíamos ,obligar a retirarse,pues no creo que podamos acabar con él.O ¿si?

No hay enemigo imbatible. Puede ser más o menos dificil y duro y peligroso. Pero todos caemos antes o desues. Siempre.

Vayamos al grano.-  Ryo se puso seria, ya no parecía la niña de hacia apenas un instante, ahora desprendía poder y autoridad.

El enemigo contará con varios tipos de tropa, asi como algunas estrategias, eneumeremso algunas y el modo en que podríamos dejarlas fuera de combate.

en primer lugar tenemos a los dragones, que le conferiran un poder demasiado grande como para ignorarlo. una forma de frenarlos sería derribandolos, quizás atandoles las alas, acepto propuestas a este problema.

En segundo lugar tenemos el numeroso ejercito orco, su elevado número por si solo ya es un peligro demasiado grande. Creo que una de sus estrategias será la de hacer que primero ataquen los dragones desde el aire, debilitandonos, luego sus arqueros y su artillería, y por último lanzarán al ataque a sus orcos. Detrás de ese númeroso ejercito están las criaturas más peligrosas, las que atacarán cuando ya estemos tocados y maltrechos, serán los que rematarán la faena.

Ryo miró  a cada uno de sus aliados, aquellos con los que tendría que luchar codo con codo contra semejante enemiigo.

Para abatir al númeroso ejercito orco, podría invocar el infinito poder de mi señora y convocar a sus aliados, me refiero las mismas encarnaciones de los elementos, seres tan poderosos que su sola vision puede hacer temblar a los más valientes. podría invocar a un par de ellos y hacer que estuvieran un par de minutos

Yo misma podría invocar que lloviese fuego del cielo, creando de es emodo una gran cantidad de bajas entre el ejercito enemigo. Si es necesario podría usar los antiguos pactos que hace milenios antiguas criaturas d epoder cerraron con mi señora, gracias a ellos podría llamar hasta los mismisimos demoniso para que acudieran en nuestra ayuda.

Pero si me ocupo de invocar y canalizar semejante cantidad de poderes, estaré demasiado agotada para poder curar tan bien como lo haría normalmente.

A mí me parece una fantástica idea niña.

El clérigo de ropas blancas, un tanto desarregladas por cierto había escuchado cada una de las palabras de Ryo, aunque por lo que se había notado en su rostro no había entendido demasiado.

Niña de Hecate. Aclara cuando esfuerza su vista para observar el símbolo sagrado de Ryo, el clérigo tendrá unos setenta años.

No te hagas problema, Dionisio nos ayudará en la batalla y si perdemos, bueno, después de todo también nos ayudará a olvidarla.

No vamos a perder, no podemos perder. Hay demasiadas vidas en juego, además alguien tiene que pagar por lo que le hizo a mi gente.- Su cara ahora mostro una mueca de enfado.

Además tengo cosas que hacer, no tengo tiempo para morirme, no puedo permitirme ese lujo.- había determinación en sus palabras, no era un simple discurso soltado al aire

Señor creo que debe dejarnos los planes de batalla a nosotros, por que no va a descansar?

Shaguerrack parece entender que el viejo no está del todo en sus cabales. Pese a ellos la reputación del Gran A o Anomen le precede, aunque vaya uno a saber si tantas hazañas han sido ciertas.

Muy bien... Vamos a lo a nosotros realmente nos importa, como atacaremos, bueno, en realidad como nos defenderemos.
Mis soldados más las murallas de la ciudad pueden mantener a raya al grueso de las tropas orcas, sin embargo no podrán con las maquinarias de ese maldito gnomo de los jinetes.
Cuentan mis exploradores que son máquinas repletas de cuchillas, que son prácticamente invulnerables. Mis tropas no pueden hacer nada contra ellas, así que esos serán nuestros objetivos principales, debemos abrirnos paso entre los orcos hasta llegar a ellas, cuantas traerá el ejército? Bueno, eso no lo sabemos.
En cuanto a los dragones, si quieren causar un verdadero daño deberán tocar suelo y ahí los podremos combatir, sobre todo tratar de acabar con sus jinetes.

Ah! eso, yo me encargaré de Eramode ese maldito lich no se atreverá a enfrentarme, no al menos si utiliza su magia.
Debe viajar como lo hace siempre, envuelto en su caparazón de antimagia, un muerto que no puede morir bastante cobarde por cierto.
Mmmmmmmmmmmm... Estoy pensando que si no utiliza su magia después de todo su dragón y él mismo serán un problema, pero... pero... pero... Que iba a decir? Ah! Eso, yo me encargo del clérigo ese.

El clérigo se encuentra un tanto confundido, todo esto de la guerra y sus complicaciones comienza a ser demasiado para él. Lo único que quiero es regresar a mi mundo maldita sea... Sin embargo él sabe que su destino esta allí, durante muchos años tuvo dudas sobre los dioses y su poder, ahora tenia la oportunidad de estar cerca de ellos, aprender, aumentar su poder, incluso aquellos individuos era evidente que no se trataba de seres comunes, todos ellos tenían un aura tan poderosa como la de él, quizá más...

Sumido en sus reflexiones el clérigo no había puesto atención a las personas que hablaban en aquella extraña reunión, sin embargo entre aquellas desconocidas voces una logro sacarlo de su ensimismamiento. Pero podría ser?, Diablos, por todos los barriles de cerveza del mundo, pero si es el buen Anomen!!! Enseguida el clérigo dio un paso al frente y sin dudarlo corrió entre la muchedumbre directamente hasta el extraño hombre que había hablado antes al cual abrazo como solo se abraza a un viejo amigo.

Pero maldito viejo borracho, que haces aquí? Pregunto el clérigo obviando el hecho de que él no era ningún jovencito y que todos los asistentes le miraban sorprendidos. Diablos, estoy viejo para que me importe lo que los demás piensen...