Partida Rol por web

El Caso de la Granja de Herbs

Capítulo 13. Las Pruebas.

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31/05/2021, 02:38
Narrador

Chandrelle llegó a la OFI todavía con cierto malestar debido a la forma en la que había sucedido todo con Kharis. Podía ser que tuviera su parte de razón, pero ya se había cansado de la forma en que la trataba. Aquella manera de ser, de decir las cosas, tan cortante, como si lo supiera todo y ella nada. Sin duda había llegado a un límite de hartazgo de difícil retorno. Fuera como fuera estaba allí para realizar el informe y eso iba a hacer. Cuanto antes cerraran el caso, antes podrían asignarle a un tedioso trabajo de archivo, donde no tuviera que tratar con la gente.

No llevaba ni media hora tecleando en el ordenador, cuando escuchó como la puerta de la oficina en aquel húmedo sótano donde habían destinado a su compañero, se abría. Chandrelle temió que no fueran otros que aquellos desagradables agentes de asuntos internos, pero no, se trataba de su todavía compañero en la División de Homicidios. Al parecer todo había salido como el mismo había planeado... ¿Cómo no? ¡Si el Espeluznante Daeric siempre lo hacía todo bien!

Kharis le contó a Chandrelle que el forense se había encargado de sacar las pruebas recogidas junto al cadáver y que tenía que ir a recogerlas al depósito de cadáveres. Pero antes tenía que ir a ver a su contacto en el departamento de informática. No esperaba que le siguiera hasta allí, tan solo iba había ido hasta su despacho para dejar la chaqueta e informar por mera cortesía profesional a Chandrelle de lo que iba pasando. Lo cierto era que Kharis tampoco tenía demasiadas ganas de hablar con su compañera.

Notas de juego

¿Chandrelle sigue a lo suyo y Kharis se va a hablar con el informático? ¿O me sorprendéis con algo?

Si quieres Jones, puedes ponerme en un post, más o menos lo que resaltarías de tu informe, para saber como reaccionarían todos los implicados que tengan que leerlo.

En el siguiente turno llevo a Daeric con Neil Pjakovsky, el informático.

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31/05/2021, 08:36
Chandrelle Jones

Estaba claro que la situación se había situado en un espacio entre la incomodidad y el hartazgo entre ambos. A pesar de llevar poco tiempo, y de sentir que Kharis era comprensivo y me había ayudado en más de un momento difícil, no me sentía con ánimos de trabajar, no con él, sino con nadie.

En realidad, el problema era mío. Si las circunstancias hubiesen sido diferentes, cualquier discusión no habría acabado de aquella manera; ambos nos habríamos echado los trastos a la cabeza y al día siguiente, habríamos vuelto a estar como si nada, porque cuando eras compañero, seguías hasta el final, pasara lo que pasase, como harías con alguien de tu misma sangre.

Pero se había mezclado mi irritabilidad y falta de habilidades sociales con el orgullo de Kharis y en aquel choque de trenes, no sabía él, pero yo había salido despedida y sin duda alguna, con poca confianza como para volver con él.

Al final, había quedado que no éramos compañeros, sino simplemente agentes coincidentes.

Eso me enfureció aún más, porque llegué a pensar que de verdad podía ser el principio de algo que nos ayudaría a ambos. Solo había sido un espejismo.

No tardé demasiado en escribir el informe. Relaté cómo habíamos llegado hasta nuestro sospechoso, sin dar demasiados detalles, y también el resultado de la acción policial. Ni siquiera hablé de las pruebas que originaron todo el conflicto entre ambos, puesto que eso sería lo peor que podía hacer, aunque en aquellos instantes, me importaba una mierda si todo el departamento estaba metido de lleno en algo.

Pero era lo último que haría por el caso, o eso es lo que pensaba, dado que Kharis se bastaba solo para solucionarlo todo.

-Estoy terminando de escribir el informe. Preciso y sin dar detalles -le dije, dejándolo encima de la mesa para que él lo leyese y añadiese o quitase cuanto considerara oportuno.

Pasé justo por su lado sin decirle nada más, pero cuando fui a abrir la puerta, suspiré y me volví hacia él una última vez.

-Mira, no me hagas demasiado caso. Si ya era insufrible hace tres años, ahora lo soy aún más. Tus instintos son buenos y sin duda, tu manera de trabajar es extraordinaria, o no tendríamos a los agentes comemierdas encima. No necesitas a una compañera que te critique o haga las cosas diferentes, sino a alguien que se compenetre contigo. Espero que lo encuentres. 

Tras decirle aquello, abrí la puerta y salí para dirigirme a casa y descansar, después de un maldito día que no había sido mejor que el resto.

Cada vez me sentía más cerca de abandonar el departamento.

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31/05/2021, 09:38
Kharis Daeric

Creí que tardaría más en volver a verla. Al menos el tiempo suficiente como para que sus palabras dejasen de dolerme. No dejé de repetirme ni un momento que recordase su estado de salud, pero eso no aliviaba mi dolor.

Perdedor. - Me repetí a mismo.

Ella era en la única que confiaba o que creí que podría confiar hasta que me soltó aquello. Creo que una patada en las pelotas hubiese dolido menos.

No dije gran cosa al entrar, lo básico para que supiera que el caso seguía y no se paraba en ese informe. Pero su forma de actuar, sus palabras. Algo no iba bien. Era evidente lo que nos había pasado y lo que se había roto.

Ella me complementaba muy bien. Mi amabilidad frente a su agresividad nos habían ayudado con los interrogatorios. Me ayudaba a mantenerme centrado y no soltar teorías locas, aunque siguiese pensando que la mujer muerta en la granja de Herbs y el enano, habían sido convertidos en zombis y que dentro de esa casa, falló un ritual mágico.

Pero al igual que ella me centraba a mí, sabía que yo la centraba a ella... No supe lo cómoda que estaba conmigo hasta aquella tarde en el motel donde me recibió solo con la toalla cubriendo su cuerpo. Estaba seguro de que no había nada más en aquel acto, pero mi cabeza me la empezó a jugar ahí...

En ese momento salí de mis pensamientos, cuando se giró y me dedicó aquellas palabras antes de salir de mi mugriento despacho. Algo no me gustó en ellas... El enfado, su estado... No podía dejarla ir así, no cuando sabía que había tenido ideas suicidas anteriormente.

De dos zancadas salí de mi despacho y la alcancé en el pasillo más vacío de todo el edificio. Allí podrías tirarte horas sin ver a nadie pasar. Era tan seguro hablar allí fuera como en el interior del despacho. De hecho, seguramente era más seguro hablar fuera, porque allí no habría micrófonos.

Agarré de la muñeca a Jones y la giré hacia mí. No recordaba que pesaba tan poco, que ejercí demasiada fuerza y acabó pegada a mi pecho. Su imagen de nuevo con la toalla cubriendo su cuerpo volvió a mi cabeza y me separé de ella al tiempo que me ponía colorado y perdía esas palabras que tenía que decirle en mi cabeza.

Tuve que recomponerme en segundos y borrar de nuevo aquella imagen de mi cabeza.

- Empezamos bien, agente Jones. - Dije tras aclararme la garganta. - Me refiero a que tuvimos un buen empiece trabajando juntos. Usted lo dijo, se dedicaba a estar siempre entre papeles. Jamás ha sido agente de campo y si la adiestraron para ello, fue hace demasiado tiempo. Es evidente que no soy ni seré capaz nunca de comprender por lo que ha pasado ni por lo que está pasando. Pero su fuerza de voluntad y su arraigo son admirables y... Chandrelle, te complementas más conmigo de lo que piensas. - Por primera vez la tuteé y sostuve mi mirada con la suya.

- Hemos tenido mucho estrés estás últimas horas. A penas hemos parado. Tener a los lameculos oficiales detrás nuestra es mucha presión. No hemos tenido ni un rato para hablar tranquilos como compañeros, para sacarnos ese estrés... - No quería sacar el tema de la toalla, pero de alguna manera sabía que acabaría saliendo. Aún así opté por callarlo.

- Lo que intento decirte es que realmente te necesito a ti. No quiero otro compañero, no lo necesito. Ni Fortnigar, con todo el tiempo que estuvimos trabajando juntos, creo que me conoce mejor que tú. Él me enseñó a sobrevivir en la calle, pero no lo que era un compañero de verdad... No hasta que te acepté como tal. Con todas las consecuencias... Y supongo que en eso debí incluir que me llamases perdedor. Y es que la palabra no fue lo que me dolió. Sino que fueses tú quien me lo llamase. - Aclaré antes de seguir hablando. - Pero juro que ni me lo esperaba y sé que fue culpa mía. No debí hablarte así... Pero ver cómo rompías el protocolo, como estropeadas las pruebas... Me superó y... No debí hablarte así. - Me disculpé con toda la sinceridad que pude y tragándome mi propio orgullo. No quería que por aquello hiciese una tontería.

- El caso es más complejo de lo que cabía esperar y no estabas preparada para algo tan gordo. Debían haberte dado algún curso de reciclaje y otro para recoger pruebas antes de lanzarte a la calle y con una red que casi no te puede contener. - Añadí refiriéndome a mí mismo. Porque a fin de cuentas, ella dependía de mí. En ese momento fue cuando solté su brazo, el cual mantuve agarrado durante todo aquel tiempo para que escuchase lo que tenía que decirle.

- Y ahora agente Jones, usted decide que hacer. Yo no puedo hablar con más claridad. Tenemos un montón de pruebas que procesar y ocultar ante los ojos de asuntos internos. Si quiere dejar el caso, si quiere dejar de ser mi compañera, no se preocupe. Lo entenderé. Pero antes de irse, suba a hablar con la jefa y a solicitar el cambio de puesto. Puede alegar que lo de asuntos internos es demasiada presión y por el bien de su salud mental estoy seguro de que la sacará. Yo debo ir a ver al forense y quitarle el marrón de las pruebas cuanto antes... 

​​​Y no se porque, no se que me impulsó a acariciar el rostro de Jones y mirarla a los ojos, luego a los labios y acercarme a ella lentamente para que finalmente mis labios besasen  su frente.

- Decida lo que decida, yo le apoyaré, agente Jones.

Y con aquella charla, esperaba que el tema de la toalla no saliese a relucir, puesto que sería algo que en unos días se me pasaría. Lo que seguiría doliendo sería que me llamase perdedor. Pero debía acostumbrarme y no volver a bajar la guardia con aquello. Así no volvería a dolerme más viniese de quién viniese.

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31/05/2021, 12:19
Chandrelle Jones

Aquel era mi último intento, sobre todo en el estado que me encontraba, de salir con cierta dignidad. Kharis merecía un compañero que fuese capaz de seguir adelante y a su lado, y no enfrente. Por mi parte, no solo le había apoyado, sino que opinaba al igual como él en cuanto a que debíamos ir hasta el final, porque si había algo que no me gustaba era dejar las investigaciones a la mitad y que los demás tomasen decisiones en mi lugar.

Si al final todo repercutía en una sanción, solo me preocupaba actuar de acuerdo a mi ideario particular, entre los cuales había estado el estar al lado del que había sido mi compañero. Él también lo habría hecho, de eso estaba ciento por ciento segura.

Pero consideré que era el final de todo, razón por la cual lo último que me esperaba era su mano en mi muñeca y el subsiguiente tirón para hacerme girar, atrayéndome hasta chocar con él.

Lo único que hubiese faltado eran sus brazos a mi alrededor y un fuerte beso, para demostrarme que yo significaba para él algo más intenso que la amistad, el respeto o el compañerismo.

Al separarme, tras unos interminables pero escasos segundos, estuve segura de que así era. Y entonces también comprendí el dolor que podía haberle causado. ¿De verdad estaba tan ciega como para percibir que Kharis parecía sentir por mí una fuerte atracción? ¿Cómo era posible que no me hubiese dado cuenta antes?

Fue en ese momento cuando me sentí peor, puesto que las palabras que le había dicho, resonaron en mi cabeza con fuerza y una crueldad hasta ese momento no percibida. No debía haberle dicho todo aquello. Había debido sonar… como una traición.

Kharis tardó unos instantes en hablar, porque ambos necesitamos unos segundos para recobrarnos de aquel momento embarazoso, pero real.

Cuando me habló, y cuando pronunció mi nombre de pila, me estremecí, inconscientemente, pero de forma clara e inequívoca. Mi nombre en sus labios, en los labios de aquel agente orgulloso e incisivo, no había sonado como esperaba, sino como algo mucho más… personal. Y por sus palabras, además de por el tono, mi mente quedó momentáneamente obnubilada.

-¿T-tú crees? -conseguí replicar, sin apartar la mirada de sus profundos y penetrantes ojos azules.

Sin lugar a dudas, habíamos tenido mucho estrés. Una investigación como aquella, que había partido de hechos casi fantásticos y había terminado mostrando a un asesino en serie, y que por supuesto no estaba ni mucho menos acabada, no era algo de lo cual pudiera escaparse con facilidad.

-No, es verdad. O bien hemos estado de lleno en el caso… o con mis crisiscomenté, sonriendo con cierta desesperación. Para mí estaba claro que no me había recuperado del todo como para encargarme de un caso tan complicado y Kharis se había mostrado inesperada y gratificantemente paciente.

Pero no me esperaba sus palabras.

No me esperaba oír que era a mí quien necesitaba, como si yo fuese un elemento imprescindible, o al menos importante, en su esquema de las cosas. Pero eso hizo que me sintiese aún peor por lo que le había dicho.

No fui capaz de impedir que algunas lágrimas empezaran a deslizarse por mi rostro, como si fuera una niña pequeña a la cual hubiesen atrapado en una mentira tonta. No había perdido completamente el control, pero sí lo suficiente como para que mis emociones comenzasen a tomar el control de mi cuerpo. Mi mano también empezó a temblar, igual que tantas otras veces cuando por la tensión del momento, el recuerdo de mi hijo desaparecido se hacía tan fuerte que resultaba casi impensable continuar respirando.

-Hiciste bien. Las formas duelen… pero lo que queda es la verdad, y sabía que llevabas razón. Si no puedo soportar una crítica de alguien a quien aprecio, es que no valgo nada, ahora me doy cuenta –le dije. Por un momento, sobrevoló el temor de que en verdad fuese lo último aquello que quedara; que no valiese nada. Pero en su lugar, y para mi sorpresa, fue la primera parte quien se impuso. Debía permitir que Kharis entrase en mi vida, porque se había ganado el derecho a ello.

El caso era complejo, pero no tanto como nuestra relación, sobre todo porque yo ponía las cosas mil veces más complicadas.

-Eres una buena red, Kharis. Es solo que en ocasiones, tiendo a romperlas, en lugar de agarrarme –repliqué, bromeando un poco con ello. Terminé de escucharle y cuando acabó, todo había cambiado.

Mis sensaciones parecían comportarse como si estuviese en una montaña rusa y dependiendo de cómo fuera la pendiente, me debatía entre la esperanza absoluta y la desesperación más evidente. Y en el centro de todo estaba aquel hombre a quien conocía desde hacía tan poco, y que sin embargo, parecía actuar como el ancla que evitaba que fuese arrastrada por la tormenta de mis emociones.

Rápidamente, y en un gesto casi involuntario, pero rápido, me limpié las lágrimas que habían conseguido vencer mi resistencia y miré a Kharis. Al verle allí, en mitad del pasillo, solos los dos y en silencio, uno de esos en los que expresamos más de lo que pensamos, di un pequeño paso hacia él y alcé el rostro mientras colocaba una mano en su mejilla y le besaba la otra, con dulzura.

Aquel beso sellaba mi absoluta confianza en él y también la mayor de mi predisposición a llegar hasta el final.

Él era más que un compañero, ahora lo sabía. Quizás nunca pudiera haber nada entre los dos, puesto que no me sentía preparada, al menos todavía, para ir más allá, pero jamás seríamos únicamente eso. Había una conexión que superaba con creces aquella pobre definición.

-Mientras me soporte, no le abandonaré, agente Daeric. Puede que sea insoportable, pero se ha ganado mi agradecimiento… y también mi lealtad hasta el final.

Finalmente, me rehice un poco. Me eché el cabello por detrás de la oreja, como hacía siempre que quería aclararme las ideas, y me enderecé, y miré a Kharis con el ánimo renovado, quizás no completamente recuperada, pero sí segura de que no iba a abandonarle, al igual que él no lo había hecho cuando más lo necesitaba, incluso aunque yo no lo supera.

-Y ahora, vayamos a ver a ese forense, antes de que meta la pata -añadí a continuación.

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31/05/2021, 14:55
Kharis Daeric

- Por supuesto que lo creo. Creo en ti, Chandrelle Jones. - Respondí a su temor y sus dudas con seguridad. Necesitaba confiar en ella misma más que nunca y yo no estaría allí siempre. Al final me jubilaria y ella tendría un nuevo o nueva acompañante en sus misiones. Pero debía rehacerse y quería verla renacer como un Fénix.

- O con mi cabeza a saber dónde o conduciendo como un loco para llegar a un arresto que acabó en homicidio. - Dije a Jones, sabiendo que tenerla en la cabeza solo con esa toalla, logró hacer que no pudiese hablar con ella como debiera y que mi mente jugase con aquella prenda y su cuerpo.

Y eso era algo que sabía que debía borrar de mi mente. Era mi compañera y bastante tenía ya, como para que... Prefería no pensarlo.

- Vales más de lo que piensas. Solo tienes que ver hasta dónde has llegado. Yo no te traje a la OFI. Solo te tendí la mano... Los pasos los has dado tú sola. - Sonreí a Jones, pero no con aquella sonrisa típica mía de hombre amable, casi ensayada y estudiada, sino con una sincera y de verdad.

Y vi sus lágrimas y el temblor de su mano, la cual sostuve sin miramientos. - Siempre tendrás mi mano a tu lado. - Y tiré de ella hacía mí y nuestros pechos volvieron a pegarse. - Y mis abrazos si los necesitas para darte consuelo.

Esta vez fue todo controlado, al menos por mi parte y no hubo un incómodo silencio. Solo gestos de consuelo. Mi mano limpió una de sus lágrimas y fue cuando mi mente me traicionó y pensé en lo fácil que sería en aquel momento de debilidad besarla. Pero ella se merecía más que aquel acto egoísta.

Y eso fue lo que me hizo separarme de ella.

- Siempre que me necesites, me tendrás. Para lo que sea. - Dejé caer casi como una bomba, pero con palabras comedidas. Lo justo para que lo interpretase como quisiera y me buscase cuando lo considerase oportuno. Algo que podría no ocurrir nunca. Era lo único que podía añadir frente a sus palabras de lealtad y la volví a sonreír cuando me besó en la mejilla.

Ese fue el momento en el cual me di cuenta de que jamás ocurriría.

Y asentí a sus palabras de ir a ver al forense, descubriendo en aquel momento que no solo me había pillado por Chandrelle, sino que ella jamás me vería como yo a ella.

Suspiré y la seguí. Me iba a tocar olvidarla.

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31/05/2021, 16:25
Narrador

Aquella conversación había sido reparadora para ambos. En ocasiones, hablar claro y abrirse al otro servían para descubrir que dos personas no mantenían una postura tan diametralmente opuesta el uno del otro. De hecho, en ese caso ambo buscaban lo mismo. Resolver aquel caso y darle bien por culo a los de asuntos internos que trataban de hacerles la vida imposible. Aunque no sólo habían descubierto aquello, sino que aquella conversación cargada de sentimientos, les había desvelado que no ahora y puede que nunca, pero que algo más allá de una mera relación laboral, podía acabar surgiendo entre ambos.

Fuera como fuera, el informe oficial ya había sido redactado por Jones y una vez el agente Daeric o hubiera leído y hubiera hecho alguna que otra modificación, podría darse por bueno de manera oficial, aunque no por finalizado de manera extraoficial, pues la investigación continuaba en marcha para aquella extraña pareja. Lo que habían plasmado en aquel informe no era más que la punta del iceberg, aunque para llegar a la cima del mismo, todavía les quedaba trabajo pendiente y no poco de hecho.

Lo primero era ir al laboratorio forense. Sin duda aquel hombretón de raza negra les estaría esperando ansioso, pues aunque había decidido colaborar con Kharis, no debía hacerle demasiada gracia y habría accedido únicamente por el hecho de que los agentes de asuntos internos no le caían a él tampoco especialmente bien y veía en su forma de actuar demasiada mala intención. Eso no quitaba, que un hombre de su posición, acostumbrado únicamente a analizar evidencias y a dar parte de las mismas al ministerio de justicia, no se sintiera incómodo en tal vicisitud.

De nuevo descendieron en un ascensor que daba al sótano donde estaba ubicado el laboratorio ubicado en los sótanos del edificio principal de la OFI. Una vez en las amplias y modernas instalaciones dotadas de la última tecnología forense, con seis cámaras para el almacenamiento de cadáveres, zona para la conservación de pruebas y quirófano, todo ello alumbrado con una intensa pero artificial luz, se toparon de frente con aquel hombretón oscuro como el carbón.

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31/05/2021, 16:38
Alexander Crews

Menos mal que ya están aquí, agentes. - Dijo un nervioso y sudoroso Crews. 

Jones y Daeric se temieron lo peor ante la reacción de Crews. ¿Había sucedido algo? ¿Los de asuntos internos se le habían vuelto a adelantar? Enseguida aquel hombre de piel oscura se puso pálido y cuando peor pintaban las cosas, una sonrisa que mostró sus deslumbrantes dientes blancos, les calmó en cierta medida.

- ¡No, no, tranquilos! - Trató de quitar hierro al asunto. - Todo está bien. Tengo aquello que me dejaron. No ha habido problema. - Desveló. Sin duda se había percatado del susto que les había dado de inicio. Al fin y al cabo no era un hombre estúpido, sino todo lo contrario y evidentemente, era bastante intuitivo. - Enseguida se lo entrego. - Les anunció. - Estaba nervioso. Ya saben... actuar así no es lo mío. - Se sinceró. Y es que tenía un expediente intachable y parecía el típico que nunca había roto un plato. - Les entregaré el informe de la autopsia cuando esté listo. ¿Necesitan algo más de mí?

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31/05/2021, 16:44
Chandrelle Jones

Fue extraño caminar por aquel pasillo, al lado de Kharis, como si nada hubiera pasado, porque en realidad, las cosas habían cambiado, y mucho. Ya nunca más lo vería solo como un compañero, sino como alguien especial, con quien trabajar y confiar más allá del trabajo, si es que nos quedaba alguna vida fuera del mismo, porque por una razón u otra, ambos parecíamos tan concentrados en lo que hacíamos que era difícil verse en una situación diferente.

Al menos, yo no me veía, ni tampoco a él, aunque eso no significaba que no hubiese algo más allá de las placas que llevábamos, sino que todavía nos quedaba camino por recorrer.

Pero me sentía bien, confiada, casi renovada, como si me hubiese dado una ducha y eliminado la mayor parte de la suciedad que me cubría y que me impedía ser yo misma; no toda, pero la mayoría.

Cuando llegamos al laboratorio, Crews actuaba con más nerviosismo de lo habitual. Deduje que no estaba acostumbrado a actuar de espaldas a los jefazos y mucho menos, a ir más allá de sus obligaciones.

-Hola a usted también, doctor -dije, esbozando una pequeña sonrisa al ver el estado en el cual se encontraba, casi a punto de devorarse las uñas. Por un instante, me temí que hubiese perdido todo lo que habíamos recogido... bueno, lo que le había dado Kharis, pero pude suspirar tranquila cuando nos confirmó que no había sido así.

-Pues no sé. ¿Un trabajo más relajado? ¿Más vacaciones? Agente Daeric, qué dice usted. Aproveche, que parece que el doctor está generoso.

Quizás me estaba extralimitando, pero después de toda la tensión que habíamos tenido, nos merecíamos un momento más tranquilo... aunque fuese a costa de Crews.

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31/05/2021, 17:12
Kharis Daeric

Soltar todo aquello me vino bien y parecía que a Chandrelle también. La notaba mejor de ánimo, hasta me daba la impresión de que había cambiado sus andares por unos más altivos.

Quizás habían más cosas de las que hablar, pero deberían esperar a su momento. Por mi parte, sabía que debía armar una coraza en torno a mí y mi corazón, porque Jones había encontrado una manera de entrar en él sin saberlo.

Y a mis ojos era mejor que no lo supiera nunca, porque lo último que querría para ella serían más dilemas y dolores de cabeza. Había recuperado a mi compañera y debía aferrarme a eso. En dos años me jubilaria y... Mejor no pensar que podría ocurrir en ese tiempo y centrarme en el caso.

No tardamos en llegar a la morgue y allí sentí que todo lo ganado en aquella charla. Aquella moral alta y la nueva forma de ver las cosas, se iba por el sumidero al tiempo que mi rostro empalidecia con cada palabra de Crew.

Justo cuando creí que iba a sufrir un infarto, calmó la situación. Eran sus nervios quienes se la jugaban.

El forense bromeó, Jones, para mí sorpresa hizo lo propio y me apunté a lo mismo sin pensármelo dos veces. - O quizás podrías pagarnos una ruta en el balneario "El Tucán Azul". Ya sabes, un tour por sus aguas termales y un buen masaje para terminar de relajar el cuerpo. Creo que eso nos vendría de maravilla.

Y, efectivamente, no pensé en lo que dije y Jones en toalla volvió a mi mente de manera fugaz, al tiempo que pasábamos juntos ese rato en las aguas termales para acabar con aquel masaje en camilla conjuntas.

Eso hizo que de golpe me pusiera serio y evitarse de nuevo la mirada de Jones. - Pero vamos a lo importante... No creo que quiera tener aquí eso más tiempo... Creo que se donde podemos llevarlas, pero mejor no doy detalles, doctor. Cuanto menos sepa sobre ellas, mejor.

Neil era la clave. Podría copiar los registros, sacar lo que necesitasemos y falsificar todo para que al entrar en el registro de pruebas, no constase como lo que era en realidad. - Crew... Habría que sacar frotis de ADN de las telas que esos datos no entren en el sistema. No por ahora. ¿Crees que podrías hacerlo? - Le pregunté exponiendo las muestras sobre la mesa. - Sacas el frotis y nos vamos... Ya nos darás el resultado en papel cuando lo tengas...

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02/06/2021, 12:22
Alexander Crews

Si, claro... - Respondió Crews. - Yo me encargo de eso. Es mi trabajo al fin y al cabo, no sólo hacer autopsias... - Se encogió de hombros. - Aquí, aunque parezca mentira, no funcionan las cosas muy diferente de donde vengo. - Sonrió. - Poco personal y ese poco personal, explotado con cientos de tareas que en realidad no deberían corresponderle. - Se encogió de hombros. - Me pongo a ello.

Se dio media vuelta y se acercó a la camilla. Abrió la bolsa y empezó a rebuscar cerca de los pies de la víctima. Daeric y Jones ya se iban hacia el ascensor, para dirigirse al despacho del informático, cuando Crews volvió a hablar.

¿Me encargo también del camión? - Les preguntó a los agentes. - La jefa ha dicho que lo traigan al depósito. ¿Qué debo buscar allí?

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02/06/2021, 20:47
Chandrelle Jones

Bueno, las cosas no estaban saliendo muy mal del todo si Crews era capaz de haber traído las pruebas y además, complementar nuestras pruebas. Al final, seguir hasta el final de aquel caso implicaba como bien había visto Kharis en el apartamento de aquel cabrón, hilar fino y tener muy claro que las pruebas eran algo que fácilmente podían desaparecer de nuestras manos, como ya había ocurrido tantas otras veces.

Miré a Kharis y esbocé una pequeña sonrisa. 

Claro que al hacerlo, también vi como su rostro parecía concentrado, muy concentrado, en lo que estábamos haciendo. Eso era habitual en él, desde luego, pero después de nuestros problemas, me pregunté si no habría algo más. Tampoco debía reprocharle nada, de ser así. Perdonar y olvidar eran cosas muy diferentes y entendía a la perfección que una herida, necesitaba tiempo para curarse.

Nadie mejor que yo para saber eso.

Cuando terminamos allí, nos dimos la vuelta para marcharnos en busca del informático cuando Crews volvió a llamar nuestra atención.

El camión debía ser un nido de pruebas.

-Deberías sacar muestras de huellas y sangre en toda la cabina, de mujeres, y más concretamente, de nuestras víctimas. Supongo que eso sería lo más prioritario, y después, el contenedor, claro. Quizás si tomases un par de muestras, una para dejarlas a la vista y otra... por si le ocurriese algo a la primera, tampoco sería muy mala idea. ¿Qué piensa usted, agente Daeric?

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03/06/2021, 20:32
Kharis Daeric

- Que dudo que encuentre mucha sangre en la cabina. Transportó el cuerpo de Marie en el remolque. - Informé a Jones con relativa calma. Aún habían cosas rondándome por la cabeza, cosas que debía sacarme si quería que lo nuestro funcionase y con eso me refería a la parte laboral.

- Pero las cabinas de los trailers tienen camas y en las camas hay ADN de fluidos corporales. - La verdad es que no me gustaría estar allí, con la luz azul y a oscuras, iluminando el interior del vehículo y sobre todo esa zona. Las salpicaduras podrían ser demasido hasta para mí. - Así que si tenemos a alguna de las mujeres desaparecidas en los vídeos con alguno de esos disfraces puestos, ADN suyo en los disfraces y en el camión más ADN de ellas... podemos situarlas en casi todos los escenarios. - Menos en el de la granja de Herbs, básicamente porque se habían llevado todo. Aunque siempre podíamos regresar al lugar a recoger de nuevo más muestras sin que asuntos internos se enterase.

Pero lo primero era proteger lo que teníamos.

- Voy a ver que tienen para mí y a ver como podemos proteger todo esto de los ojos y oídos de asuntos internos. Al menos hasta que tengamos todo atado y se lo podamos plantar delante de tal manera que caígan todos a la vez. - Y miré a Jones y la sonreí. - Si no tiene nada más para el forense, deberíamos irnos. El tiempo juega en nuestra contra.

Antes de salir miré a Crews. - Y lo del spa ese iba en serio... a ver si se estira un poco con los compañeros. - Bromeé y salí de allí, guiando a Jones a ver al otro horror de la OFI, oculto en su propia caverna, como la mía, en las entrañas del sótano de aquel edificio.

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07/06/2021, 11:39
Alexander Crews

Yo me encargo. - Dijo el forense ante las peticiones de los dos agentes. - Si hay algún rastro en ese camión, lo encontraré. Y lo habrá, nadie es tan concienzudo limpiando pruebas como para conseguir un resultado perfecto y... - Posó la mano sobre el cadáver aún dentro de la bolsa. - ...no creo que este amigo, sea una excepción.

Dicho aquello se despidieron del forense y salieron de sus dominios en dirección al rarito reino de la informática de Neil Pjakovsky. Daeric le había pedido que buscara toda la información posible sobre los polvos de  Ibn-Ghazi, no sólo sobre su origen y composición, sino también y siendo mucho más importante, sobre quien había estado husmeando sobre ellas en la red en los últimos tiempos.

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07/06/2021, 11:54
Neil Pjakovsky

Ambos agentes se dirigieron al despacho de Neil, atravesando un mar de mesas con ordenadores e informáticos, ubicados en las profundidades del edificio. Finalmente llegaron al final de aquella gran sala y tomaron una puerta al fondo que descendía hasta las cloacas del departamento de informática, allí donde Pjakovsky tenía su húmeda cueva iluminada por una tenue luz ambarina. Sentado en su cómodo sillón y de espaldas a ellos, se encontraba aquel tipo, mirando atentamente su pantalla.

Agente Daeric, veo que viene acompañado. - Dijo sin darse la vuelta. ¿Cómo los había reconocido? Un misterio. - No parece que le vaya mal. - Comentó mientras se giraba sonriente hacia ellos. - Supongo que viene por el asunto del que hablamos el otro día. - Miró de reojo a Jones, como pidiéndole a Kharis si podía hablar abiertamente frente a ella. Daeric asintió. - No he encontrado demasiado. - Le dijo. - El polvo de Amaranth, como bien sabes, es difícil de encontrar y muy caro, pero no imposible. He encontrado un par de webs donde se vende. En la darknet. - Sonrió. - Mil pavos el gramo... - Le dijo asombrado. - Y aún así, no estoy convencido de que sea una estafa y hayan cogido polvos de talco para que de el pego... - Comentó. - Encontrar un sitio donde vendan los polvos de Ibz... lo que sea, es más difícil todavía. Pero hay una web llamada "lacasadeljuju.net" donde dicen vender. Curiosamente sólo cuestan tres cientos pavos unos doscientos gramos. - Se encogió de hombros. - Usuarios que hayan buscado recientemente información sobre eso... hay un centenar, pero solo cuatro que vivan en las cercanías de Sarnis. - Dijo orgulloso. - Tres hombres, Mikhial D'Ont, con antecedentes por tráfico de drogas, Anna Vixen, sin antecedentes, Greg O'Connor, tiene un negocio de herbicidas por lo que he encontrado en internet y Arti Gumshoe, que figura como detective privado... - Le pasó un dossier a Daeric con la información y allí figuraban las filiaciones completas de todos los encartados. - No tengo nada más. Espero que te baste.

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08/06/2021, 19:24
Kharis Daeric

- Arti Gumshoe y Anna Vixen . - Dije con una sonrisa a Neil. - Te aseguro que has dado con algo. Por cierto, ella es la agente Jones, mi compañera... - Al decir aquello me puse un tanto nervioso puesto que se podía interpretar de distintas maneras y no quería líos y complicaciones. - Ya sabes... desde que Fortnigar se jubiló pues... y sí, es de fiar. Sino no la hubiera traido conmigo, Neil. De hecho quería que os conociérais, por si un día me pasase algo pues... - Y ese día sonaba demasiado cercano.

- Hay más, Neil. Asuntos internos quiere que dejemos la investigación que estamos llevando en curso. De hecho, nos quitó la investigación que tienes entre tus manos. El caso es que ambos casos están conectados y lo peor es que lo cabrones de Grikhvili y Mills están metidos hasta el cuello en el asunto y precisamente han hecho "desaparecer" las pruebas del caso de la granja de Herbs por estar tapando a alguien.

» Se suponía que íbamos a dejar el tema estar... el asesino de Marie Penwater está muerto, falleció en el asalto a su casa, creemos que Grikhvili y Mills tuvieron algo que ver con su muerte. - Miré a Jones, eso no se lo había contado aún. Había pasado tanto en tan poco tiempo que ni me acordé de contarle aquel detalle tan importante. Pero más importante era en ese momento la relación entre ambos que el caso. - Luego le pondré al corriente de eso, agente Jones. - Miré a Neil, quien sin duda supo que era yo y que no venía solo al vernos en el reflejo de la pantalla de su ordenador y escuchar el caminar de dos personas o quizás tuviese una webcam en la puerta, pequeña, pillando todo el pasillo y que se activase por movimiento.

Era un genio para esas cosas y desde luego que sabría como montarlo para que la imagen le saltase en pantalla según la cámara se encendiese. Pocos misterios había en la informática. Otra cosa era Gea y su pasado y ahora su magia.

- Pero en el piso encontramos restos de sangre, disfraces para mujeres... ya sabes, ¿quien no ha fantaseado con estar con una monja sexy alguna vez? - Bromeé y miré a Jones. - Mi compañera sin duda. - La sonreí, quería rebajar la posible tensión del lugar y sobre todo relajarme yo. - Pruebas que etiquetamos como corresponde y que saqué a escondidas del piso y que tenemos en el edificio, pero necesito que se archiven en su sitio, pero que no consten como que las hemos metido ni Jones ni yo, ni que tengan que ver con el caso de Penwater... porque cualquier cosa que tenga que ver con eso, hará que Grikhvili y Mills vengan y se lleven todo... de hecho... hasta tendríamos que codificar de alguna manera las muestras de ADN para que el forense pueda hacer comparaciones en el sistema sin que les salte a ellos y tú eres el único que puede obrar esos milagros.

» Con lo que nos has dado y con lo que tenemos por otro lado, nos podemos seguir moviendo, pero no podemos permitirnos el lujo de perder más pruebas y menos si quienes están involucrados en el caso van muriendo y al final Grikhvili y Mills, los encubridores, se salen de rositas.

Estaba claro de donde había salido el polvo y quien lo había comprado. Arti, diminutivo de Arthur, uno de los amigos del hermano de nuestro confidente y la misteriosa mujer apellidada Vixen. Pero antes de volver a Sarnis, debíamos dejar todo bien atado en la OFI y hablar con la jefa, para que nos proporcionase la tapadera perfecta: que regresábamos al lugar a informar a los padres de Marie de lo ocurrido y a su vez a la policía local, sin mencionar que íbamos a por los cabecillas de quien habían obrado todo aquello mientras se procesaban y ocultaban las pruebas en el mismo edificio.

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08/06/2021, 19:56
Chandrelle Jones

Pjakovsky tenía todo el aspecto de quien no sale de su oficina ni aunque el mundo entero estuviese a punto de quedar sumergido bajo cien metros de agua. Entendía que recurriese a él porque sin duda, dispondría de tiempo y habilidad para conseguir lo que a nosotros no hubiéramos logrado de ninguna de las maneras.

En cuanto entramos, y sin girarse hacia nosotros, supo que estábamos allí y un par de segundos más tarde empezó a soltar información como quien lee un libro de instrucciones, lo que le permitió a Daeric "recoger" un par de nombres de utilidad.

Asentí en silencio al ser presentada y también reparé en que aquellos dos nombres destacaban por encima de los demás... precisamente porque no destacaban en nada.

-Soy Jones -dije, a modo de presentación, pasando por alto el ya habitual nerviosismo que mostraba mi compañero cuando nos encontrábamos con alguien -, pero puedes llamarme... Jones.

Sonreí ante la pequeña broma, aunque no duró demasiado puesto que Kharis se mostró particularmente preocupado por su futuro.

-Espero que no planee abandonarme demasiado pronto, agente  Daeric, porque dudo que encontrara a alguien capaz de soportarme como lo ha hecho usted.

Lo dije con mucha seriedad, pero al mismo tiempo, mirándole a los ojos directamente con la idea de transmitirle mucho más. No era solo cuestión de "aguantarme", sino de "cómo" lo había hecho.

-Desde luego, esos dos nombres no parecen mostrar motivos para buscar el amaranth, así que merece la pena investigarlo -comenté, apoyando la idea de Kharis. 

Claro que no me esperaba oír que nuestros dos agentes favoritos podían haber tenido algo que ver con la muerte de la pobre Marie. Me volví hacia Kharis con los ojos muy abiertos y asentí en silencio, pacientemente, a que más tarde me hablara sobre aquel detalle.

Mientras tanto, mi compañero prosiguió su análisis de pruebas, permitiéndose el lujo hasta de bromear.

-No esté tan seguro de eso, agente Daeric -le respondí con severidad, en broma, pero procurando que no se notara en absoluto, lo cual fue algo difícil de lograr. Después, volví a centrar mi atención en el informático.

-A lo mejor sería interesante conocer los historiales de estos dos agentes para comprobar sus posibles conexiones, e incluso conocer también los movimientos por GPS que hubieran podido realizar en el vehículo oficial. No sé si algo así podría conseguirse o sería demasiado complicado, incluso para alguien que supiera tanto como usted, señor Pjakovsky. Además, es algo peligroso, todo un reto, diría. Quizás nos podría recomendar a alguien capaz de hacerlo. ¿Qué opina, agente Daeric?

Obviamente, había lanzado el anzuelo e ignoraba si el informático picaría, pero valía la pena intentarlo.

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09/06/2021, 16:05
Neil Pjakovsky

Encantado, agente Jones a la que puedo llamar simplemente Jones. - Le dijo mirándola de arriba abajo con cierta lascivia. - Si quiere, agente Jones, cuando acabe el turno puedo invitarla a un vodka con naranja en el Hoggan's. - Le guiñó un ojo y enseguida la pregunta de Kharis sobre las pistas hizo que se centrara en lo que debía.

Me insulta agente Daeric, por el mero hecho de dudar que pueda hacer algo tan sencillo. - Bromeó, aunque Kharis sabía que en el fondo iba en serio. - Déjamelo a mi. Yo me encargo de que nadie pueda relacionar nada con nada. - Asintió con la cabeza.

Grikhvili y Mills no son moco de pavo. - Les comentó a ambos Neil. - Son tipos inteligentes y con muchos recursos. Tienen... - Hizo una breve pausa para tomar aire. - ...tienen unas identidades encriptadas. Todo lo que consta oficialmente en la base de datos sobre ellos es muy genérico. Tienen sus ficheros protegidos precisamente por su posición dentro de la Oficina. - Negó con la cabeza. - Además, indagar en sus perfiles es complejo, pues tienen una seguridad muy superior a la de cualquiera otro agente. - Miró a ambos agentes con algo de preocupación. - Lo haré, pero tiene que ser cosa fina. Ya me entendéis... eso requiere tiempo...

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09/06/2021, 19:27
Chandrelle Jones

Neil me miró de arriba a abajo como quien observa un merengue salivando antes de llevárselo a la boca, sabiendo que después tendría que chuparse cada uno de sus diez dedos. No era la primera vez que alguien lo hacía, ni tampoco sería la última, seguramente, aunque no entendía a las mujeres que les gustaba ser vistas de aquella manera.

Me imaginé soltándole un poderoso gancho de derecha, aprovechando algunas clases de defensa personal que había dado, además del entrenamiento que había recibido de la agencia, lanzándolo al suelo entre gestos de dolor, mientras observaba la sangre del suelo procedente de su labio roto y un diente arrancado de cuajo.

No me resultaba muy complicado, pues no me sentiría culpable por ello, hacerlo tal y como me lo había imaginado.

Claro que quizás eso era demasiado agresivo para aquel lugar... y aquella situación en concreto. En lugar de eso, di un paso hacia él, moviéndome sinuosamente, y alargué una mano para acariciarle bajo la barbilla, como haría con una mascota fiel.

-Señor Pjakovsky, podrá invitarme a Hoggan's... cuando el infierno se congele. Ese es el trato -le dije, acercando mis labios como si fuese a besarle, y alejándome en el último momento, para darle una pequeña bofetada en la cara -. Claro que me gusta la gente valiente.

Entendía que aquello que le pedíamos sería difícil, pero quizás con la motivación adecuada, lográsemos que hiciese más deprisa lo que necesitábamos.

-No sé, a lo mejor en el próximo análisis de presupuestos, podríamos solicitar alguna clase de equipo informático adicional, de esos que solo la OFI tiene. ¿Qué opina, agente Daeric?

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09/06/2021, 20:14
Kharis Daeric

Vi como Neil se comía literalmente a Jones con los ojos, por no decir algo peor y eso me hizo sentir mal. Metí mis manos en los bolsillos del pantalón para apretar los puños con disimulo al escucharle pedirle una cita. Aquello me estaba jodidendo cada vez más y yo no me lo esperaba. Era tal la incomodidad y el malestar que por un momento quise salir de allí y respirar. Pero todo estaba claro entre Chandrelle y yo. Éramos compañeros de trabajo, nada más. Su beso en la mejilla marcó la línea que sabía que jamás cruzaría y si a ella le interesaba Neil, yo no podía hacer ni decir nada.

Y cuando vi como Jones se acercaba a él y como le acariciaba, sentí como realmente eran celos lo que sentía y aquellos gestos de Jones hacia Neil me hicieron apartar la vista. No quería ver más y menos aún oír como aceptaba la cita con él. Pero las palabras de Chandrelle me hicieron mirar de nuevo y verla tan cerca de sus labios que deseé ser él por un momento hasta que recibió la bofetada y traté de mantener mi rostro impasible en ese momento.

Esperaba que ninguno de los dos se hubiese dado cuenta de mis reacciones, aunque con lo ocupados que estaban el uno con el otro dudaba que se hubiesen fijado en mí. Además, ¿quién se iba a fijar en mí si éramos tres y estaba ella en la sala? - No dudo que pueda hacerlo, por eso he venido directo a pedírselo. - Le dije con seriedad. - Lo que no estaba seguro era de si se podía o no hacer, que no es lo mismo.  - Añadí tratando de olvidarme de lo que acababa de pasar y más aún de lo que acababa de notar que sentía. Algo que no me esperaba. Al menos no con tanta fuerza.

- Tendrás tiempo. Tenemos que volver a Sarnis a pillar a sus jefes... quizás ellos canten y nos los entreguen. Pero sí, sus cuentas o las de... - Saqué la libreta. - Warren Bedford, -miré los informes, - Anne Vixen y Arti Gumshoe, cualquiera de los tres pudo hacerles pagos, quizás trasferencias. Esos serán más fáciles de comprobar, pero quien mueve el dinero es el primero. - Se me notaba molesto y con ganas de salir de allí de una vez. Necesitaba algo de aire.

Y entonces Jones me preguntó sobre una posible recompensa para Neil. - Creo que la jefa sabrá recompensarle adecuadamente cuando cerremos el caso y sepa que estuvo metido en él hasta el fondo. Sobre todo si sacamos a la escoria de asuntos internos al aire y nos deshacemos de ellos. - Respondí sin comentar nada de un equipo informático nuevo y mejor, porque no sabía si eso ya lo tenía Neil o si prefería un despacho en otro sitio... o quizás se conformase con la cita con Jones... total, ella mismo había dicho que le gustaban los hombres valientes y Neil demostró serlo invitándola a tomar algo.

Yo dudaba que pudiese si quiera decirle que me atraía y menos aún que no era capaz de quitarme su imagen de la cabeza solo con la toalla puesta.

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10/06/2021, 16:40
Neil Pjakovsky

Y así fue que cuando Jones se acercó tanto a Chandrelle para tratar de confundir al pobre informático dando unas irreales esperanzas de sexo gratuito, con el objetivo de que trabajara más rápido y más a gusto, éste, que de tonto no tenía un pelo y los pocos que le quedaban eran de salido, hizo el mismo gesto en dirección opuesta, clavando un sórdido y húmedo beso en los labios de la mentalmente vulnerable agente, bajo la atenta y boquiabierta mirada de su compañero, el sorprendido, decepcionado y casi excitado agente Kharis Daeric...

Vaya... - Dijo Neil al separarse de la joven. - Creo que... - Dijo con cierto disgusto. - Creo que no he sentido lo que tenía que sentir... - Confesó. - Lo siendo Chandrelle, pero creo que lo nuestro es imposible. Sonrió.